La habitación al pasado

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Rusbell, 7 Julio 2011.

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    Rusbell

    Rusbell Magique.

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    Título:
    La habitación al pasado
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1884
    Este es el segundo Fic que subiré en el foro :D​
    Espero que el guste el misterio >.< Habrá bastante suspenso aquí.​
    Dejen sus comen porfiis xD​

    La habitación del pasado
    Capítulo 1:
    El encuentro.


    La noche había caído en la ciudad de Manhattan cubriéndola de un manto de oscuridad. Las luces de los autos alumbraban las calles en tan altas horas de la noche. Mi silueta se vio reflejada en el suelo por la luz de un foco que alumbraba desde las alturas de un poste de metal. Subí los escalones de una amplia escalinata para poder llegar al portal que me permitiría estar de vuelta a mi casa. Giré el pomo de la puerta del edificio con gran entusiasmo y a la vez cansancio después de soportar tantas horas de viaje.


    Soy Kyle Hyde. Antiguo detective de la policía de Los Ángeles y actual vendedor a domicilio. Digamos que me dedico a buscar cosas “poco comunes” para Ed, mi jefazo y antiguo conocido de mi difunto padre.


    Vivo en un pequeño departamento Manhattan, no es un lugar muy grande ni lujoso, pero para un solterón como yo, es más que suficiente.


    Me encontraba llegando a mi departamento cuando vi a una persona en el pasillo. Era Kevin Wonderwod, mi vecino de al frente. Era de la clase de personas quisquillosas, un tanto irritantes. Me dirigí a él con sigilo y apuro. Se volteó hacia mí, mirándome con mucho asombro y determinación.


    ¡Hyde! gritó exaltándose ¿Dónde rayos te habías metido por todo este tiempo?


    Estaba en cosas de trabajo…

    Respondí sin darle muchas explicaciones. Dirigí la mirada hacia la puerta del apartamento 201 y vi a una chica joven recostada de la pared, parecía estar dormida.

    ¿Quién es? pregunté.


    Aún no lo sé contestó cuando venía llegando la encontré sentada en el piso. Le pregunté de dónde era y me dijo que no lo sabía.


    ¿Estará buscando a alguien?


    Kevin me miró encogiendo sus hombros. Los dos esperamos un momento a ver si pasaba alguien y la reconocía. Sin embargo, esto nunca sucedió.


    Cuando me dispuse entrar a mi hogar, la chica despierta. Se levantó lentamente y sin decir nada nos miró algo desconcertada. Cuando iba a dar un primer paso, cae desvanecida al piso. Kevin se apresuró y la levantó rápidamente, haciendo notar que la joven tenía la temperatura corporal más alta de lo normal.

    ¿Qué haces aquí? le pregunté intrigado ¿buscas a alguien?

    Tampoco recibí una respuesta. Ella solo me miraba con tristeza y un notable cansancio. Me volví hacia ellos y ayudé a Kevin a recostarla en una banca situada justo al lado de la puerta. La joven bajó su mirada. Esto empezaba a irritarme…

    Escucha niña, no estoy para calarme este tipo de bromas le reprochaba hartándome de la situación ¿Por qué no vuelves a casa?, una joven como tú no debería estar andando sola por las calles a estas horas de la noche…


    Seguía allí, callada y sin moverse. Kevin y yo nos quedamos mirando a las caras, no sabíamos qué hacer. El inquilino de la 201 expuso que justo en ese momento no podía hospedarla en su casa debido a que su hermana y su madre estaban de paso.


    Me quedé en silencio unos segundos, ¿acaso estaba insinuando que yo debía hacerme cargo de la chiquilla? No, no estaba de acuerdo con ello.


    Me resistí por un buen rato. No quería meter a una desconocida a mi casa luego de volver de un largo viaje.

    Por favor Hyde, si quieres yo mañana la llevo a la comisaría para que la reporten como desaparecida exhortaba Wonderwodno dejes a la cría sola aquí a estas horas de la noche.

    Pensé su propuesta por un momento. Me daba mucha curiosidad saber de dónde era y por qué estaba en el bloque. Pese a las circunstancias, acepté su petición. Mi intuición de detective aún seguía latente a pesar de estar tantos años fuera el cuerpo de policía de Los Ángeles.


    La convencí de levantarse de la banca y con la ayuda de Kevin, la sostuve hasta entrar a mi humilde hogar, el departamento 202. Estando dentro, la recosté de mi fiel sofá, recibiéndola con los brazos abiertos. Le busqué una almohada y una manta nueva, protegiéndola del frío.


    Le recordé a mi vecino una vez más en lo que habíamos quedado. Acto seguido, se retira de mi vivienda dejándome a solas con la joven chica.


    Me di una ducha para relajarme y quitarme la mugre que había acumulada en mi agotado cuerpo. Me vestí y recosté mi cabeza de mi vieja almohada. No podía conciliar el sueño, las preguntas no dejaban de rondar mi cabeza como moscas en un basurero.


    Unos minutos después, me levanté y fui directo al refrigerador. Estaba vacío, sólo quedaba un poco de agua, una cerveza y un frasco de aceitunas. Esto se ve muy tentador, pensaba sacando el licor del frigorífico. Destapé la botella y me volví hacia la ventana situada al lado de mi cama. Era un panorama que no me cansaba de observar, acompañado de una buena cerveza fría siempre hacía el momento un tanto especial.


    Un leve ruido proveniente de la sala me interrumpió el momento. Dejé la cerveza en mi mesa de noche e inmediatamente fui a ver qué ocurría. Para mi sorpresa se trataba de la chica que se había levantado del sofá y se encontraba observando fijamente por la ventana de mi sala. Me acerqué a ella y ésta se volvió hacia mí, mirándome sin siquiera pestañar.

    ¿Ya te sientes mejor? pregunté calmadamente aún caminando hacia ellano podías quedarte afuera sola, así que te traje aquí para que pasases la noche.


    ¿Dónde estoy? preguntó con un tono de voz muy bajo.


    Estás en Manhattan respondí casi frente a ella ¿buscabas a alguien?

    Se negó con la cabeza. La miré muy extrañado sin poder comprender la situación con claridad. La curiosidad abordó todos mis sentidos y cada parte de mi cuerpo.

    Entonces, ¿Qué rayos haces aquí tú sola? pregunté.


    No lo recuerdo contestó no sé por qué estoy aquí, ni quién me trajo.


    ¿Cómo te llamas?


    Me llamo… Elizabeth si más no recuerdo.


    No parecía ser de la cuidad. Tenía un acento un tanto raro y su nombre no era muy común que digamos. Luego la cuestioné sobre su apellido y origen, pero ésta insistía en que no recordaba nada sobre su vida. Aparte de su nombre, sólo recordaba su edad, tenía 21 años.


    Y tú… ¿Quién eres?


    Preguntó sin dejar de mirar por la ventana. Parecía estar muy confiada y tranquila a pesar de estar acompañada de un total extraño.


    Soy Kyle Hyde. Mañana te llevarán a la policía, allí podrán averiguar de dónde eres y por qué estás aquí.


    La expresión en su rostro cambió totalmente. Se puso pálida y su respiración se aceleró notablemente. Jugaba con sus manos mientras empezaba a sudar. Era una señal de nerviosismo.


    ¿Tienes algún problema con eso? pregunté posándome a su lado.


    N-no no quiero ir allí explicó gagueando.


    ¿Estás bien?


    No… - respondió poniéndose la mano en su frente y escorándose de la pared estoy… mareada.


    ¿Necesitas ayuda? pregunté yendo hacia ella.


    ¡No! se exaltó yo puedo sola.


    Con un considerable esfuerzo, camina unos pasos hasta mi sofá, echándose en él. Me acerqué a ella tocándole la frente. Tenía la temperatura corporal muy sobre lo normal. Estaba sudando frío y sin importar el calor que hacía, le temblaba casi todo el cuerpo.


    No es necesario que te preocupes por una extraña… murmuraba vete a dormir, yo estaré bien.


    No puedo dejarte sola estando en estas condiciones agregué mirándola creo que tengo algo para la fiebre…


    Ya te dije que estaré bien protestó rechazándome no necesito nada más de ti.

    Sus palabras me hicieron enfadar, parecía no importarle la ayuda que le había prestado. Sin embargo, no le di mucha importancia dejándola sola por decisión propia. Regresé a mi habitación retomando lo que hacía anteriormente. Me acompañé nuevamente de mi cerveza fría y una buena película de misterio.
     
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    JessCullen

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    Lo he leido enterito y me gusta mucho como narras ^^ La verdad es que me ha enganchado mucho desde el principio. Además quién será Elisabeth? Y que hacía allí sola? Uishhh!! Me muero de intriga jajajaja
    Por favor cuando subas el siguiente capítulo me avisas? =D
    Un abrazo

    JessCullen
     
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    Kotomichinn

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    Holis!!
    Primero o.O esta super interesante, cómo dijeron más arriba ¿quién es Elizabeth?, ¿qué hacía ahí sola en el pasillo? ¿por qué no es capaz de recordar su pasado? Y unas cuantas interrogantes más que seguramente iras respondiendo a medida que avanza la historia.
    Sobre la ortografía déjame decirte que me encanta tu forma en que describes y narras los echos sigue así.
    Espero pronto la continuación y avísame cuando la subas :)
    Nos vemos... Sayonara!!
     
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    Kasumii

    Kasumii Lysandre♥

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    ¡Vita! Amiga del alma, como siempre una limpia y hermosa narración ^^
    Amo el misterio, Dios que intrigante...
    Creo que es si no mal recuerdo, o ¿te referías a otra cosa?
    Ok, super interesante, lloraré si no hay continuación, y cabe aclarar que me debes amar XD
    Avisame cuando subas la continuación.
    xoxo
    Cydeles
     
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    Rusbell

    Rusbell Magique.

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    Holis a todos :D Me paso para dejarles la conti de mi Fic, espero que les guste y que dejen sus comentarios n_n
    Y disculpen el retraso.

    Capítulo 2.

    Detalles.


    El sonido de mi despertador me interrumpió el sueño y me arrancó de los brazos de Morfeo. Me levanté maldiciendo entre dientes, dirigiéndome al lavabo como de costumbre. Me despegué de la flojera que inundaba mi cuerpo todas las noches con una ducha fría. El agua refrescaba mi cuerpo resbalando desde mi cabeza hasta mis pies. Terminé de ducharme y me apresuré a vestirme.


    Al salir a la sala, la misteriosa chica aún dormía. Me acerqué y puse mi mano en contacto con su frente: aparentemente la fiebre no cesó en toda la noche. A pesar que ella para mí es una completa extraña, su estado empezaba a preocuparme.


    Mi reloj indicaba que ya se estaba haciendo hora de ir a encontrarme con Ed. Así que salí de mi departamento y toqué el timbre de la residencia 201. Nadie respondió a mi llamado. ¿Dónde rayos se ha metido este inútil?, me preguntaba empezando a inquietarme. Toqué unas cuantas veces más, sin tener resultado alguno.


    Me volví a mi hogar tomando una hoja y pluma para escribirle un mensaje a la tal Elizabeth:


    Me fui al trabajo. Cuando despiertes toca el timbre del departamento 201. Pregunta por Kevin Wonderwod, él sabrá quién eres.


    Kyle


    Dicho esto, fui a encontrarme con Ed. Quedamos en vernos en el mismo Café de siempre.
    Estando allí pedí un café bien cargado mientras esperaba a mi jefe. Llegó 10 minutos tarde, cosa me extrañó un poco. Me entregó una caja llena de productos que debía entregar a unas direcciones que estaban anotadas en una hoja dentro de la caja. Acto seguido, se levantó despidiéndose. Terminé de tomarme mi pedido, tomé la caja y subí a mi viejo auto, poniéndome en marcha para cumplir con mi trabajo.


    Pasé unas cuentas horas yendo de puerta en puerta sin poder descansar. Debía vender las cosas ese mismo día para evitar que Ed me armase una de las suyas. Al finalizar el día, volví a casa dispuesto a tumbarme en la cama en cuanto abriera la puerta de mi casa.


    Introduje la llave en el pomo de la puerta, abriéndola con cansancio. Dejé mi vieja y desgastada maleta sobre la mesa sin notar que mi casa había sufrido un cambio drástico. Alcé la mirada y me quedé atónito con lo que veía: todo el desastre que tenía acumulado en toda la sala ya no estaba. Pero eso no era todo: al asomarme a mi habitación también estaba todo arreglado al igual que la cocina. Me acerqué al baño notando que la ducha estaba abierta, ¿será que Elizabeth no vio mi nota?


    Me senté en mi viejo sofá a esperar que saliese. Se asomó a la sala envuelta en mi toalla.


    ¡Ah! se exaltó intimidándose por mi presencia.

    ¿Qué haces aquí? Te dejé una nota diciéndote que fueras a tocarle la puerta Kevin. expuse sin siquiera mirarla.

    Yo lo hice, pero nadie salió.

    Entonces, ¿por qué hiciste todo esto? No me gusta que nadie registre mis cosas.


    Era lo menos que podía hacer por ti después de permitirme quedarme aquí sin importarte mi mala actitud explicó siento haberte tratado así anoche.

    Suspiré profundamente. Debo admitir que mi departamento estaba hecho un asco y que aquello fue un gesto de educación y agradecimiento.

    Gracias, fue un bonito detalle de tu parte le agradecí sin embargo, esto no te permitirá quedarte mucho tiempo más.


    N-no me lleves a la policía por favor…


    ¿De qué tienes miedo? ¿acaso estás huyendo de alguien?


    No puedo asegurarlo agregó siento mucho temor con sólo pensar que debo ir allí.


    Está bien asentí un tanto dudoso puedes quedarte una noche más, tómalo como un agradecimiento.


    Dicho esto, se dibujó en su joven rostro una bella y radiante sonrisa. Acto seguido, se aproximó a mí y me abrazó fuertemente. Sin corresponder a su abrazo, sentí la calidez y ternura de su cuerpo, sintiéndome incomodado por este hecho. Me soltó y me pidió permiso para vestirse en mi habitación. Yo afirmé con mi cabeza. Entró en mi habitación cerrando la puerta.


    Cuando estaba a punto de echarme en mi viejo sofá, tocaron el timbre de mi morada. Me aproximé a abrir la puerta y para mi sorpresa, era Kevin.


    ¿Dónde rayos te habías metido?


    Le pregunté saliendo de mi departamento, esperando una respuesta honesta en vez de oír todas esas excusas estúpidas que siempre solía recibir de su parte.


    Estuve con mi madre y mi hermana, ya sabes, en cosas de mujeres.


    Respondió un tanto indeciso y gagueando levemente. Según mi experiencia de detective, era señal clara de mentira y nerviosismo. Decidí no hacerle más preguntas, ya estaba cansado de tantas mentiras y pretextos absurdos.


    ¿Quieres que me lleve a la chica?


    No, aún no. Por alguna extraña razón ella siente mucho miedo de ir allí le expliqué le daré chance de recordar, si no lo hace, no me quedará otra salida.


    De acuerdo Hyde. Toma esto, se me olvidó dártelo anoche.


    Me dio una mochila rosa. Al parecer, le pertenecía a Elizabeth. La tomé y me fui de vuelta a mi departamento. Al salir de mi habitación, la chica se llevó una sorpresa.

    ¿Ah? mirándome confundida.


    ¿Lo reconoces?


    Estando frente a mí, tomó la mochila y la abrió sin pensarlo. Al revisarlo, sacó un portarretrato un tanto desgastado. Se formó una arruga en su frente, quedándose pensativa mirando las dos personas que salían en la dichosa foto.


    No, no recuerdo haber visto esto antes. Sin embargo, la que aparece en esta foto soy yo acompañada de una mujer mayor.


    Explicaba ofreciéndome la foto. La miré y, efectivamente, era Elizabeth. ¿Quién era la otra mujer? Pues, francamente, no lo sé. Siguió registrando el morral, afirmando que lo otro que había en su interior era ropa.


    Ya era tarde, por lo que me fui a duchar para reconformarme del extenuante día que pasé de puerta en puerta. Me vestí y me eché en mi cama de un sopetón. Estando echado, la chica se asomó a mi puerta un tanto avergonzada. ¿Se puede?, preguntó tímidamente y en voz muy baja.

    Claro, pasa afirmé.

    Ella entró y se dirigió hacia mí a paso lento. Se posó ante mí y sin siquiera mirarme, murmuró.

    ¿Te puedo hacer una pregunta?

    Vamos, dime.

    ¿Por qué estás interesado en ayudarme?


    Me quedé mirándola sin tener una respuesta convincente. Sin embargo, le respondí lo primero que se me pasó por la cabeza…


    Lo hice porque… pues… no quería dejarte afuera sola a esas horas de la noche.


    No la miré a los ojos en ese momento. Para ser sincero, no sabía la respuesta a su pregunta. ¿Cuál era mi interés en ayudar a una desconocida? Honestamente, no soy un hombre que se anda por allí ayudando a todo el mundo, más bien, ni siquiera soy de esos que se interesa por las necesidades ni los problemas de los demás.


    Era muy extraño, ¿por qué me costaba tanto mirarla a los ojos? Demonios Hyde, seguro que esa chica es de esas mujeres que te acosan, se casan contigo y luego te dejan sin dinero. Bueno; no es que yo sea un tío de muchas proporciones, pero por lo menos con un mes de sueldo de Red Crown, tendría comida para una semana. Pensaba mirándola fijamente.


    Una sonrisa angelical iluminó su rostro inesperadamente. Esperaba que hiciera más preguntas al respecto; sin embargo, no fue así. Me agradeció sin dejar de sonreírme, dejándome hipnotizado.


    Qué ojos tan profundos…, seguía murmurando mi subconsciente sin dejarme en paz. Sobre mis labios también se formó una leve sonrisa, devolviéndosela como gesto de simpatía.


    Bueno, te dejaré descansar. Buenas noches.


    Acto seguido, se retiró de mi habitación, dejándome sólo con la almohada. Cerré los ojos lentamente, sumiéndome en una oscuridad en la que me quedé por el resto de la noche.


    Continuará…


    Bueno, eso ha sido todo por ahora, aquí les dejo una peguntas para que respondan:
    -¿Quién creen que sea Elizabeth y qué hacía allí?
    -¿Cuál debería ser la razón por la que no quiera involucrarse con las autoridades?
    -¿Qué hará Kyle?
     
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    Kotomichinn

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    Wow hermanita mía, con este capítulo y esas preguntas me dejas con más signos de interrogación de los que ya tenía...
    Me encanto el capítulo sigue manteniendo la intriga y misterio que envuelve a la tal Elizabeth, ya que uno podría establecer varias respuestas, pero quizás ninguna era la correcta ^v^, también esta el echo de que Elizabeth teme ir a la policia ¿por qué?, lo normal sería ir allí para averiguar ¿quién eres? o ¿dónde vives?, pero no. Ella se empeña en no ir, entonces me hace creer que la mayor interrogante sería eso, por lo menos para mí ^^
    No te vi ninguna falta de ortografía y la narración fue muy clara.

    Espero pronto la continuación ^v^ que no se te olvide avisarme
    Nos vemos... Sayonara!! ^v^
     
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    Kasumii

    Kasumii Lysandre♥

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    Vita!
    Me pierdo en tus escritos, muy buenos la verdad.
    Unas cuantas comas que no estaban en su lugar
    Los guiones estan en negrita, además creo que te falto un "a" ...tocarle la puerta a Kevin...
    -¿Quién creen que sea Elizabeth y qué hacía allí? No tengo idea, quizás era una chica común y corriente con problemas familiares, no tengo idea en mi mente pasan muchas cosas parecidas.
    -¿Cuál debería ser la razón por la que no quiera involucrarse con las autoridades? Tal vez es una criminal, una de las más buscadas. Pero lo dudo, porque ya se hubieran dado cuenta por el hecho de ser detectives, pero todo puede pasar y como lo mencione anteriormente estoy que exploto.
    -¿Qué hará Kyle? Ni idea, tal vez la lleve y después le tenga compasión. O quizá ella hace algo que haga que este le tenga confianza, no lo sé todo ronda en mi mente... Espero la conti amiga!
     
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  8.  
    Mehadoza

    Mehadoza Guest

    -¿Quién creen que sea Elizabeth y qué hacía allí?
    Pienso que Elizabeth es una chica la cual huia de algún peligro, y por motivos mayores decide "convencer" con su cara y demás cualidades a Hyde.

    -¿Cuál debería ser la razón por la que no quiera involucrarse con las autoridades?
    Un crimen.

    -¿Qué hará Kyle?
    Es muy probable que la ayude a salir del aprieto.

    Pequeños errores:
    cosa me extrañó un poco. "Cosa que me extrañó un poco"
    Pasé unas cuentas horas "Pasé unas cuantas horas"
    ¿será que Elizabeth no vio mi nota? "Pregunta mayuscula"

    Muy interesante, quizas siga leyendo mas.
     
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  9.  
    JessCullen

    JessCullen Usuario común

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    Vaya, este capítulo sigue siendo intrigante :O Y con esas preguntas... la verdad no sé que responder :S Me he creado algunas teorias (a partir de los 2 capis y el título de la historia =P), pero no tengo ni idea de si serán correctas.

    -¿Elisabeth puede ser un viajero del tiempo o algo así? xDD La verdad, no se me ocurre nada jajajaaja Esa es mi respuesta descabellada xP

    -Para lo de que porque Elisabeth no quiere ir a las autoridades... pues me he quedado en blanco :/ Debe haberle ocurrido algo malo en su pasado con la policia, ¿no? ¿Y ahora tendrá un mal recuerdo? Es lo único que se me ocurre :$ jeje

    -Y por último; ¿que hará Kyle? Pues... ¿Puede que busque a la mujer que salía con Elisabeth en la foto? :O

    Estoy deseando saber que pasará!! =D

    Un abrazoo
    JessCullen
     
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  10.  
    Flaky

    Flaky Iniciado

    Acuario
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    Me gusto mucho la historia y los dos capitulos estan geniales :oops: adoro la personalidad de Kyle, es tan serio y a la vez tan intrigante. Adoro el personaje, en este capitulo no vi mucho que narraras, igual no hizo falta. Sigue asi y ten cuidado con las comas.
    Te queda muy bien esta trama adoro los detectives :3
    Continua~
     
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  11.  
    Rusbell

    Rusbell Magique.

    Tauro
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    Hola a todos :D Muchísimas gracias por los comentarios, aprecio mucho que se tomen unos minutos de su tiempo para leer mis Fic's. Disculpen la tardanza, he tenido que pensar bastante para armar este rompecabezas n_n espero que les guste y que dejen sus comentarios.

    Capítulo 3:


    El misterio de una fotografía


    El sonido del teléfono entorpeció la comunicación con mi subconsciente. Al principio intenté ignorarlo; sin embargo, después de cortarse el obstinante sonido una vez, sonó una vez más. Abrí los ojos refunfuñando, estiré mi brazo derecho y descolgué el auricular. Del otro lado de la línea, me habló una voz femenina muy familiar.


    ¿Te desperté?


    ¿Por qué nunca puedes esperar que llegue a la oficina, Rachel?


    Lo siento Kyle, pero ayer cuando estuviste aquí me dijiste que te llamara a esta hora para recordarte que trajeras los productos del último encargo que te dio Ed.


    Si, si tienes razón, gracias por recordármelo. Hablamos dentro de un rato Rachel.


    En ese momento, le colgué la llamada. Me estiré levantándome y yendo al lavabo. Me lavé los dientes y la cara con mucha agua fría, sacudiendo la flojera de mi cuerpo, preparándome para otro largo día. Me duché con el agua helada y me vestí un tanto apresurado.


    Desde hace rato había notado que la chica se había despertado para ese entonces. Al asomarme a la cocina, olía delicioso. Era el típico olor de huevos, tocino y tostadas. ¿Qué estaba tramando?


    ¡Buenos días señor Hyde! me recibió con gran entusiasmo y alegría.


    ¿Señor, dices? No creo que sea necesario apodarme con eso de “señor”. No soy tan viejo como crees.


    Creo que esa es una buena manera de mostrarle mi respeto explicaba además me tomé la molestia de prepararle un delicioso desayuno. Usted es un hombre que no se dedica a esto de cocinar, ¿No es así?


    La miré extrañado. Detesto que las personas se metan en mis asuntos y más cuando se trata de mi vida personal. ¿Cuánto más podré aguantar esto?, me cuestionaba mi subconsciente como de costumbre.


    Sin decirme nada, se aproximó a abrir mi refrigerador. En efecto, estaba vacío como siempre.


    Está bien, tú ganas. He vivido solo muchos años, no veo eso de cocinar como una necesidad. Cuando me da hambre, simplemente bajo al café y me compro una hamburguesa extra-grande.


    Eso no está bien señor Hyde me reprochaba mire, le preparé esto. Fue lo único que encontré en su nevera.


    Cogió una de mis viejas vasijas y sirvió aquello que olía tan bien. Lo puso en la mesa acompañado de un jugo de naranja recién hecho. Huele muy bien, pensaba mientras me deleitaba la vista con ese desayuno inesperado.


    Venga señor Hyde, esto es para usted. Debe comer algo antes de irse al trabajo.


    Asentí con mi cabeza mientras le insistía que no era necesario que me llamase con eso de “señor”. En efecto, me hacía sentir más viejo de lo que soy. Me senté en mi desgastada mesa y comencé a saborear el agradable sabor del tocino recién hecho. En ese momento, no me importó estar retrasado para irme al trabajo. Sólo me dediqué a disfrutar del momento.


    Unos instantes después, terminé de comer quedando muy satisfecho. Me lavé las manos y le agradecí gratamente a Elizabeth tanta atención.

    Toma esto dije sacando mi cartera de mi veterano maletín. Tomé unos cuantos dólares y se los di. Al lado de este bloque, queda un supermercado. Ve y compra lo que te alcance con esto.

    Pero, ¿Por qué no va usted mismo? me cuestionó confundida.


    Ya te dije que no sé nada de cocina. Ve tú y compra lo que creas necesario.

    Asintió con la cabeza tomando el dinero sin titubear. Hecho esto, salí de mi residencia a paso vertiginoso. Me subí a mi antiguo auto, dispuesto a empezar mi rutina diaria.

    Pasé el día entero distraído, no podía concentrarme en lo que debía hacer. Cuando finalizó el día, me acerqué a la oficina. En ese momento, estaba Ed acompañado de Rachel sacando unos productos que acababan de llegar desde el exterior.

    Al verme, Ed me reprendió una vez más por haber llegado tarde a encontrarme con mi primer cliente de ese día. Me disculpé sin darle explicaciones.

    Por cierto Kyle, ¿Lograste vender los últimos productos que te di? me cuestionó mi jefe.


    Pues, aún me quedan unos cuantos. No es necesario llevarme otros ahora manifesté.


    Oye Kyle… ¿Qué te parece si al salir de aquí vamos a tomarnos unas copas al bar de siempre? propuso Rachel.


    Suena tentador Rachel, pero ahora no puedo.


    ¡Vamos Hyde, no seas aguafiestas! insistía hoy es viernes y mañana no tenemos trabajo aquí.


    Lo siento, pero justo ahora tengo un compromiso en mi casa que debo cumplir. Pero te aseguro que para otra oportunidad si estaré disponible le propuse rechazándola nuevamente.


    Está bien, tú ganas se resignó ¡Pero para la próxima no podrás decirme que no!


    De acuerdo…

    Un rato después, se me hacía tarde y tuve que volver a casa. Estaba agotado, queriendo tirarme en mi cama y no levantarme en un buen rato.

    Giré extasiado el pomo de la puerta, la cual se abrió indudablemente. Entré y dejé mi maletín sobre la mesa, percibiendo un agradable olor a frescura proveniente desde cualquier rincón de mi hogar. Hacía mucho tiempo no me sentía así al entrar en mi casa; pensaba respirando profunda y placenteramente.

    Me asomé a la sala en busca de mi nueva compañera casera. Miré a todos lados en busca de su esbelta figura; sin embargo, no logré encontrarla. Busqué igualmente en la cocina y el baño, pero no tuve resultados. Semi abrí la puerta de mi habitación, la cual mi vista captó su delicada figura iluminada por la luz de la luna que se colaba por la ventana situada al lado de mi cama. Estaba envuelta en un paño blanco, que me ayudó a darme cuenta de lo hermoso que era su cuerpo.

    Pensamientos obscenos era lo único que pasaba por mi mente; me vi tentado a entrar en la habitación y… ¿Qué?, ¿Qué mierda estás pensando ahora Kyle? Se nota que hace mucho que no estás con una mujer…, me reprendía a mí mismo alejándome de allí cuanto antes. Me tumbé en el sofá como siempre solía hacerlo, encendiendo la televisión a ver que encontraba interesante y así poder distraer mi mente. Suspiré profundo, cambiando de canal en canal sin parar. Dirigí la vista hacia la mesita de sala, que tenía justo frente del sofá. En el medio de ésta estaba el viejo y desgastado portarretrato de la joven muchacha.

    La curiosidad me invadió y no me quedó otra que tomar la fotografía que al parecer la chica cuidaba muy bien. Justo cuando la levanté de aquel pedazo de madera con cuatro patas, la foto cayó bocabajo al lado de mis pies. Me incliné y la tomé tal como había caído. Fruncí el ceño al ver lo que ella estaba escrito: “Nunca olvidaré este día, Elizabeth. Atte.: Donut Fitcher 25/12/2008.”


    ¿Señor Hyde?


    Escuché su aguda vocecita desde el interior de mi habitación. Memoricé el nombre y la fecha escrita en la foto, para luego volverla a poner en su lugar. Me acomodé de nuevo en el sofá, haciendo como si estuviera muy entretenido viendo la televisión.

    En eso sale de donde se encontraba para luego recostarse en el marco de la puerta que dividía la cocina de la sala con una sonrisa en sus labios. Despegué la mirada del aparato para luego disponerme a mirarla seriamente. Hay algo en esta chica que empieza a incomodarme, otra vez me hablaba mi subconsciente.

    Me levanté del diván para dirigirme hacia la salida del apartamento. Sentí como me siguió con la mirada aún con la sonrisita en su rostro. Me sentí incomodado, tal vez era el por el tiempo que tenía sin estar a solas con una mujer. Tomé las llaves y justo antes de atravesar la puerta, me detuve y me volví hacia ella.


    Saldré un momento.


    Pero señor Hyde, ya es muy tar… decía intentando detenerme.

    No me esperes, llegaré tarde –y sin decir más, abrí la puerta y abandoné el lugar.

    Caminando por el pasillo saqué el móvil de mi chaqueta, necesitaba comunicarme con Ed de inmediato. Busqué su número en mis contactos, para luego marcarle llevando el aparato a mi oído. Esperé unos segundos, hasta que atendió justo cuando salí del edificio.

    ¿Qué quieres ahora? preguntó con un tono de fastidio.

    Necesito que averigües si un tal Donut Fitcher tiene antecedentes policiacos expliqué sin rodeos.

    ¿En qué andas metido ahora, Kyle?

    Ahora no tengo tiempo para darte explicaciones. Por ahora sólo te pido eso. No es mucho, ¿O sí?

    De acuerdo, veré que puedo hacer dicho esto, cortó la comunicación.

    Aún hay ciertas cosas que no les he contado. Todos piensan que mi trabajo se basa sólo en la entrega de productos a domicilio, pero lo que no saben es que todo esto no es más que una tapadera. Debajo de toda esta apariencia formal que todos en este negocio tenemos, existe algo más.

    Ed, mi jefe, es la cabecilla de todo este negocio. Nosotros no somos más que unas fichas de ajedrez que él mueve a su antojo, simplemente nos encargamos de armar puzles que los demás no pudieron terminar. Ed, al igual que yo, es un ex detective de la policía de Los Ángeles, antiguo colega de mi padre. Luego de retirarse, le dio pie a este negocio, en el que yo participo cuando surge uno que otro caso importante.


    Por suerte, él tiene sus contactos lo que nos ayudaba a recopilar información sobre los movimientos de la policía estadal. Siempre que necesitamos saber algo que no esté a nuestro alcance, él sólo “mueve los hilos” para sacar una que otra piedra que esté en nuestro camino.


    Ahora, yo necesito saber quién rayos es Donut Fitcher y qué papel tiene en todo este misterio que rodea a la chica que justo en este momento, se encuentra hospedada en mi misma casa. ¿Quién es Elizabeth y que esconde detrás de esa “carita de ángel”?, me preguntaba a mí mismo una y otra vez. Debía empezar a mover las piezas de este rompecabezas antes de que fuera demasiado tarde.


    Continuará…



     
  12.  
    Shu

    Shu Super Highschool Level Despair

    Leo
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    El FF esta muy interesante, me encantó, es bastante interesante, ¿quién sera Elizabeth? es una de mis preguntas que tengo en mi cabeza, dejando a un lado mis pensamientos alienigenas.
    Me gusta como narraste, realmente eres muy buena, espero algún día escribir tan bien como tú.
    Avísame cuando haya continuación que me estare pasando por aquí.
    PD: eres maravillosa :3
     
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  13.  
    Kotomichinn

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    Escorpión
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    Que intrigante, cada vez el misterio que envuelve a Elizabeth se hace más y más grande... ¿Quién será ese extraño sujeto llamado Donut Fitcher? ¿Cuál es su relación con Elizabeth? y otras tantas preguntas más que me están dando vueltas en mi cabecita ^v^
    Me encanto como narraste este capitulo, tu ortografía es limpia y concisa como siempre, me encanta y espero escribir tan bien como tú mis historias.
    Espero pronto el próximo capítulo y gracias por avisarme

    ♥♣Nos vemos...♣ Sayonara♣♥
     
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  14.  
    JessCullen

    JessCullen Usuario común

    Virgo
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    ¡¡Ya estoy aquí, cómo prometí!!^^ (siento haber tardado tanto, no he tenido mucho tiempo para pasarme por aquí :P)

    Bueno comencemos; mi opinión sobre el capítulo se podria expresar en una palabra:
    FANTÁSTICOOO
    De verdad que esta historia cada vez es más interesante O.O ¿¿Quién será ese Donut Fitcher?? :O Y Elisabeth, cada vez me intriga más jajaja

    Por la ortografía, no he visto errores :D Y la narración excelente^^

    ¡¡Por favor, no se te olvide avisarme para el próximo cap.!!
    Un abrazoo

    JessCullen
     
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  15.  
    Rusbell

    Rusbell Magique.

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    Título:
    La habitación al pasado
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    3186
    Hola a todos~ Aquí les traigo el siguiente capi de mi Fic. Muchas gracias por los comentarios n_n es un honor para mí que se tomen unos minutos de su tiempo para leer mis escritos. Lamento la tardanza, a veces se me hace un poquito complicado manejar a este personaje. Bueno, los dejo leer :D espero que les guste y que dejen sus comentarios n_n

    Capítulo 4:

    La cruda verdad

    Las noches como esa eran realmente encantadoras para mí, había gente paseando por doquier sin importar la hora que era. Caminé durante un buen rato, recorriendo cuadras sin tener un destino establecido. Me detuve en un bar situado al final de la última cuadra que recorrí; me senté en la barra y pedí una copa de Bourbon, mi licor favorito. Disfruté trago a trago, era un sabor admirable, que no cansaba de deleitar. En ratos como ese era cuando podía despejar mi mente, obteniendo un poco de paz.

    Me encontraba distraído, acompañado de todos los pensamientos que pasaban por mi cabeza en ese momento. Eran demasiadas preguntas, desde cosas de trabajo, hasta el problema actual que tenía con Elizabeth. Por desgracia, no tenía respuesta a ninguna de mis interrogantes.

    Fijé la mirada en el hielo que acompañaba la bebida de color amarillento, que se iba disolviendo poco a poco. En ese momento me arrepentí de no haber aceptado la invitación de Rachel, ella era mi confidente, la única mujer en la que podía confiar. Suspiré profundo, siempre solía preguntarme cómo mi vida había llegado hasta este punto; estaba prácticamente solo y sin una meta que deba cumplir en lo que me queda de vida. Empezaba a deprimirme por mi situación actual, hasta que una voz familiar interrumpió mi calma…

    ¡Hey Hyde!, ¿Qué haces por aquí tú solo? me cuestionó dándome una leve palmadita en la espalda, para luego sentarse al lado mío.

    Sí, era Kevin Wonderwod, mi vecino de al frente. Me volví hacia él y lo miré fijamente, cuando por fin tenía un momento en paz, llegaba alguien a arruinarlo. Él era de esos tipos molestos, siempre que solía echarme unos tragos con él, era yo el que pagaba sus platos rotos. Una vez hasta estuve a punto de parar a la comisaría por una de sus borracheras.

    Eso mismo te pregunto yo a ti… dije volviéndome hacia la copa de Bourbon y bebiendo un trago.

    Estaba aburrido en casa así que decidí salir a dar una vuelta contestó haciéndole una seña al cantinero por cierto Hyde, ¿Qué ha sucedido con la chica?

    Nada interesante le mentí sin mirarlo. La verdad era que odiaba hacerlo, pero en este caso no podía contarle nada a Kevin; terminaría metiendo las narices donde no debe aún sigo esperando que recuerde quién es en realidad.

    ¿Cuál es tu interés en ayudarla? preguntó con intriga e interés ¿Qué harías si la chica llegase a ser una criminal?

    Eso no te incumbe Kevin expuse mirándolo con el ceño fruncido recuerda que tengo experiencia como detective, no debes preocuparte por mí.

    Dicho esto no volvió a tocar el tema… Por ahora. Culminé mi copa y no dudé en pedir otra, mañana era mi día libre y no tendría problemas si amanecía con jaqueca. Wonderwod y yo conversamos sobre tonterías, por así decirle. La verdad era que siempre solíamos frecuentar ese bar, aunque hacía mucho que no lo hacíamos como esa noche. Él también se acompañó de una copa de Bourbon, eso era lo que solía ingerir estando en mi compañía. Así pasamos un buen rato hasta que se hicieron las 1:00 a.m., y el alcohol empezó a hacernos efecto, he allí cuando decidimos volver al bloque.

    Entré tranquilamente a mi apartamento, me dirigí a la sala, donde divisé a la joven dormida en el sofá. Bueno, otra noche más que dejo a una extraña en mi casa, me hablaba esa molesta vocecita en mi cabeza. Suspiré nuevamente para luego entrar en mi habitación. Me cambié de ropa y me tumbé en la cama, quedándome envuelto por imágenes extrañas que solían reflejarse como una especie de película que no parecía tener fin.

    La molesta luz del sol se colaba por la ventana situada al lado de mi cama. Se reflejaba justo en mi cara, lo que me hizo despertar de aquel extraño sueño. Abrí lentamente mis ojos color chocolate, dándome a entender que ya estaba de vuelta en la realidad. Me estiré con desaliento, ni siquiera me había dado cuenta de que ya eran las 10:00 a.m.

    Rompí mi rutina del día a día, posándome junto a la ventana y mirando aquel panorama que no me cansaba de observar desde que me mudé a ese lugar; hace ya 5 años aproximadamente. La gente pasaba, desde el 2do piso del bloque se veían bastante curiosos. El tráfico y la bulla de las personas caminando era algo de lo que ya estaba bastante acostumbrado. Otra vez estaba tan distraído, que ya había olvidado a Elizabeth; aterricé de nuevo, ¿Qué pasa contigo Hyde?, me preguntaba para mis adentros.

    Caminé lentamente hacia la sala. Para serles honesto, aún me sentía bajos los efectos del Bourbon, aunque ya estaba un tanto acostumbrado a sentirme así después de pasar un rato con Kevin. Bostecé saliendo de la habitación, para luego alzar la mirada divisando a la joven muchacha de cabello castaño y ojos color azul verdoso. Estaba parada junto a una repisa que tenía en la sala, donde colocaba mis libros y uno que otro CD de Jazz, mi sinfonía favorita. La miré cruzándome de brazos y recostándome del marco de la puerta. Ella estaba tan entretenida observando aquel objeto, que no había notado mi presencia.

    Ejem… hice un pequeño sonido con la garganta, haciendo que ésta se sobresaltara de golpe y se volviera hacia mí.

    En ese momento, nuestras miradas se cruzaron sin decir o hacer nada más, hasta que volvió a mirar con nostalgia lo que tenía en sus manos y una pequeña sonrisa se dibujó sobre sus labios.

    ¿Es su padre, señor Hyde?

    Preguntó en voz baja sin apartar la mirada de aquel portarretrato de madera que tantos recuerdos traía a mi mente. Sonreí medio de lado, dirigiendo la mirada hacia el piso. Me mantuve en silencio unos segundos, intentando no ponerme sensible por el latente recuerdo del hombre que me otorgó la vida.

    Sí, es mi padre contesté sin ánimos.

    Se parece a usted comentó colocando la foto en su lugar y volteándose a verme con esa cálida sonrisa que siempre solía expresar ante mí.

    ¿Parecerse a mí? Tal vez físicamente, pero por dentro somos completamente distintos. Hace un tiempo atrás, mi madre me confesó que mi difunto padre, Chris Hyde, se dedicaba a forzar cajas fuertes para luego entregarle su contenido a una organización llamada Cóndor. Ésta organización, formaba parte de una mafia muy bien organizada conocida como Nile, cuyo objetivo principal era el robo y tráfico de joyas de gran valor. Organizaban fiestas en un importante hotel de la época, usando estos eventos como una tapadera. Era allí donde llevaban a cabo las ventas de estas valiosas joyas sin que nadie que no estuviera implicado pudiera notarlo.

    Sé que suena bastante extraño, mi fallecido padre era uno de los ladronzuelos más buscados y yo uno de los mejores detectives del cuerpo de policía de Los Ángeles; qué irónico, ¿No lo creen?

    Parecía ser un buen hombre, señor Hyde agregó sin dejar de sonreírme.

    Tú lo has dicho, “parecía”.

    Sin decir más, me encerré en el baño, dándome una ducha con agua fría, intentando olvidar todos esos recuerdos amargos que rondaban mi cabeza en ese momento. Cuando era un chaval, los fines de semana solía salir con él a practicar beisbol. Siempre decía que tendría futuro si me dedicaba a practicarlo más seguido, pero nunca me vi interesado en hacerlo. Desde el día en que descubrieron que mi padre había sido asesinado, me dediqué a entrenarme para convertirme en un policía ejemplar, jurándome a mí mismo que durante mi carrera policíaca, no dejar ningún caso sin resolver. Y así fue hasta el día en que tuve que entregar mi placa por obligación. Vaya, en mis cortos 30 años de vida me han pasado tantas cosas que si les sigo contando, no terminaría nunca.

    Cerré la llave de la regadera, impidiendo que siguiera cayendo agua sobre mi agotado cuerpo. Tomé el paño envolviendo la parte posterior de mi entidad, saliendo del baño sin importarme que Elizabeth me viera en esas fachas. Para mi sorpresa, al asomarme a la sala ella no estaba sola…

    ¡Hyde! me saludó el inquilino del apartamento 201 levantándose del sofá y caminando hacia mí con entusiasmo.

    Le lancé una mirada matadora, de esas que dan miedo. Sin embargo, no pareció importarle, ese día Kevin estaba de buen humor. No aparentaba haber estado ebrio la noche anterior, cosa que era totalmente falso. Se posó ante mí introduciendo la mano diestra en el bolsillo derecho de su pantalón, sacando unas tarjetas o algo similar. Me las ofreció sonriéndome y no me quedó otra que aceptar lo que me brindaba.

    Le eché un vistazo, eran unas entradas para un importante bar de por aquí cerca. Alcé la mirada con una expresión de confusión en mi rostro, ¿Qué está tramando?, me preguntaba a mí mismo sin tener una respuesta lógica.

    He vuelto a mis viejas andanzas tío, en ese bar me han ofrecido una buena cantidad de dinero si me presento hoy a las 7: 00 p.m.

    Sí, eso tampoco se los había contado. Resulta y acontece que hace un tiempo atrás mi alocado vecino componía canciones y deleitaba a muchas chicas con la suave melodía de su guitarra. Solía presentarse en bares y restaurantes importantes, donde asistía mucha gente sólo para escucharlo por un rato. Sin embargo, como suele sucederle a la mayoría de los artistas, tuvo una racha de mala suerte que lo obligó a abandonar su carrera musical.

    Son dos entradas, las vendí todas, sólo me quedaron estas. Pero para ti son gratis tío, puedes llevar a Elizabeth contigo propuso entusiasmado.

    Lo pensé un momento. Vale, el hecho de salir en compañía de una mujer que no fuera Rachel no me vendría mal, pensaba mirando las entradas fijamente. Me volví hacia él y luego de soltar un leve suspiro, acepté la invitación. Sonrió una vez más para luego despedirse de los dos y saliendo de mi hogar. Acto seguido, accedí a mi habitación sin decir nada más.

    Pasaron las horas y no hice más que estar echado en mi sofá mirando la televisión. La joven de cabello castaño me acompañaba sentada a mi lado, le encantaba ver la televisión, le parecía fascinante como las imágenes eran claramente reflejadas del otro lado del cristal de aquel aparato. A veces pensaba que ella era de otra época o algo así, ¿Acaso nunca había visto una tele en su misterioso pasado? Para serles sincero, no sabía que pensar sobre ello. Más de una vez me habló sobre lo interesante que habían sido los programas de naturaleza que había visto estando yo ausente.

    Y así pasamos un buen rato, hasta que se hicieron las 6:20 p.m., ya era hora de prepararse. Ella fue la primera en abarcar la ducha, para luego ir yo. Me vestí con el típico traje negro, debajo una camisa blanca manga larga y zapatos de “gala” de igual color que el terno, lo que le daba a mi vestimenta un toque de sofisticación. Usé mi mejor fragancia, mi mejor reloj y me acomodé bien la corbata; ya estaba listo y acorde al lugar al que asistiría. Elizabeth, por su parte; aún no estaba lista. ¿Qué tanto se arreglarán las mujeres?, pueden pasar horas mirándose en el espejo sin cansarse ni decidirse si usar el dichoso atuendo o no, comentaba mi “yo” interno ya un tanto desesperado.

    Pasé unos cuantos minutos esperando que estuviese lista, hasta que por fin salió. La miré asombrado, vestía un hermoso vestido negro que llegaba por encima de sus rodillas, perfectamente pegado a su figura de reloj de arena y descotado en el área del busto. Tacones altos color negro y su cabello castaño caía muy por debajo de sus hombros, con ondas perfectas que brillaban con el más mínimo reflejo de luz que diera en él. Su rostro siempre al natural, con tan sólo una pequeña cantidad de brillo labial y… Espera un momento, ¿De dónde había sacado todo ese atuendo?, me preguntaba mi subconsciente.

    ¿Me veo bien señor Hyde?, esto me lo ha prestado la hermana del señor Wonderwod me cuestionó en voz baja mirándose a sí misma, parecía no sentirse cómoda vistiendo de aquel modo.

    Pues, así estás bien Elizabeth contesté desviando la mirada. Vámonos, no quiero llegar tarde.

    Asintió con la cabeza sin decir nada más. Salimos de mi humilde morada, dirigiéndonos a mi viejo auto. Abrí la puerta del copiloto, lugar que ella ocuparía estando vía al bar. Luego subí y encendí el motor, el cual rugió con fuerza. Aceleré sin perder tiempo, lo que nos hizo llegar 5 minutos antes de la hora acordada. En todo el camino, Elizabeth no dijo ni una sola palabra; simplemente mantuvo la cabeza baja mientras jugaba con sus manos. ¿Estará nerviosa?, tal vez no está acostumbrada a vestirse de ese modo; pensaba mirándola de reojo mientras conducía.

    Así como la ayudé a subir al auto, también la ayudé a bajar. Ella sonreía tímidamente sin atreverse a mirarme, podía notarse un leve color rosa sobre sus mejillas. No comenté nada sobre esto y simplemente me limité a caminar hacia la entrada mientras ella me seguía. Un hombre alto y esbelto vestido de traje negro nos recibió pidiéndonos las entradas. Metí la mano en el bolsillo interno de mi chaqueta sacando los dos pases para luego entregárselo. Les echó un vistazo, notificándonos que nuestra mesa era la número 3, una de las más cercanas al escenario. Procedió a abrirnos la puerta, por lo que luego accedimos sin dudar.

    Era un lugar bastante lujoso, más que un bar parecía un restaurant de esos que quedan en el centro de París. Todas las mesas estaban repletas de personas vestidas acorde al evento, me sentía en otro mundo; yo no era de esos hombres que asistían a ese tipo de lugar para sentirse importantes. Caminamos hacia la mesa que nos asignaron, notando que allí estaban sentadas dos mujeres; la más joven era más o menos de la edad de Elizabeth y la otra tenía aproximadamente 50 años de edad. Al vernos, nos saludaron simpáticamente presentándose de igual manera. La mujer mayor se trataba de la madre de Kevin, llamada Kennia; y la otra era su hermana, Kenya. Parece un trabalenguas, ¿No?

    Pero mírate Elizabeth, ¡Quedaste divina! comentó Kenya mientras la castaña se sentaba a su lado.

    Todo es gracias a ti agregó ésta sonriéndole dulcemente.

    Elizabeth se veía más tranquila, tal vez aún no confiaba plenamente en mí.

    Cuando me disponía a sentarme soñó mi celular. Como ya todo estaba a punto de empezar me veía obligado a apagarlo, pero al ver que se trataba de Ed me dirigí afuera sin dudarlo. Salí del bar contestando la llamada.

    Kyle, te tengo noticias dijo seriamente sin rodeos me contacté con unos ex compañeros del cuerpo de policía, afirmando que reconocían ese nombre que me diste. Hace dos años atrás, se abrió un caso de investigación dedicado al supuesto asesinato de Donut Fitcher…

    ¿Asesinato?

    Continuará…
     
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  16.  
    JessCullen

    JessCullen Usuario común

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    *o* No lo puedo creer!! Elisabeth una criminal!!!?? :O No es posible :O
    OMG Estoy deseando saber a que se refería con eso del asesinato :D
    Y ui ui Hyde se sentía atraido por ella cuando la vio tan guapa eh? xD Habrá parejita??
    Por los errores sólo he encontrado algunos de dedo, no te preocupes ^^
    Avísame para el próximo cap. por favor ^^
    Un abrazoo

    JessCullen
     
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  17.  
    Kotomichinn

    Kotomichinn Usuario común

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    Esta genial.... quede plop con el final.... ¿El asesinato de Donut Fichter? ¿Qué esta pasando aquí? y ¿Quién era ese tal Donut Fichter? para que se abriera semejante investigación, además ¿Cómo sería su asesinato? que intriga kyaaa...
    ¿Su papá era un ladrón? Woow eso es realmente irónico... es triste también la forma en que perdió a su padre, pobre y ¿Descubrió quién lo asesino? o ¿todavía se dedica a buscar información?.
    La otra gran pregunta que me asalto fue... ¿Por qué tuvo que entregar su placa? ¿Qué lo llevo a hacerlo?
    Muchas preguntas sin respuesta... un enigma tras otro... pero la verdad siempre sale a la luz... ¿Eso creo?
    Espero el próximo capitulo... ahora si que estoy ansiosa y lo quiero ya ^v^

    ♥♣Nos vemos imoto-chin...♣ Sayonara♣♥
    Kotomichinn
     
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  18.  
    Sere

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    Saludos, aquí esta el breve comentario de una visitante en tu fan fic ^^

    Bastante curiosa la forma en qué las novelas detectivescas suelen narrar a partir de la perspectiva del detective y se aventura a dar hipótesis de la situación que además de vagas suelen ser poco acertadas; y creo que tu trabajo no carece de ese detalle.

    La vida ha convertido a Hyde en un tipo duro, desde la probablemente no muy buena orfandad de padre e influyó sobre dejar a la pobre Elizabeth dormir en el sofá como un gesto DEMASIADO grande para un tipo tan frío, pero siempre conservando ese pequeño lado humano del que nadie puede desprenderse.

    Ese recado me pareció por otra parte algo bastante apresurado y atento para una extraña, aunque el detalle de no escribir el nombre del destinatario ayuda a complementar la frialdad me parece poco común.

    Cuando llegó la mochila de Elizabeth, me alivió pensar que no usaría las mismas ropas que antes de bañarse xD, algo tonto lo sé… pero me lo pareció.

    Por otra parte… ¡En dos capítulos sólo me dices que se encuentran y duermen! Esperaba descubrir algo más que una fotografía e.e ¿quieres impacientarme?, ya recordé por que no leo misterio, soy una impaciente jajaja.

    Respecto al llamar a Hyde señor, no pensé que el sujeto fuera vanidoso respecto a su edad xD y demasiado distraído para ser un detective he de añadir, se ha descuidado bastante en relación a la dama que se hospeda en su habitación, podría apostar a que ella interrupió intencionalmente en la vida de él y se está llevando unas buenas sorpresas al verle con la guardia tan baja, inclusive podría ser que le esté poniendo a prueba antes de encargarle un caso de suma importancia, por ello coloca a su disposición las pistas de su ‘probable pasado’

    Sobre está frasé… hay un error de dedo: “Cuando me disponía a sentarme soñó mi celular.”

    Gracias por compartir tu fic, que tengas un buen día ^^.
     
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