Kuro no Shinigami

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Shu, 31 Mayo 2011.

  1.  
    Shu

    Shu Super Highschool Level Despair

    Leo
    Miembro desde:
    8 Diciembre 2010
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    365
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Kuro no Shinigami
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    3798
    Bueno pues este es mi primer FF original que narra la historia de Shizuma, una chica hermosa de cabello azul, el cual le llega hasta las rodillas, y un shinigami (no doy nombre por spoiler) en un mundo donde los demonios y bestias mitológicas están a la puerta de la esquina.
    Título: Kuro no Shinigami.
    Estado OnGoing.
    Resumen: Mientras estábamos en guerra contra Britannia, ¿Quién iba a pensar que pasaría esto?, no estábamos preparados para semejante evento y ahora hemos de pagar por nuestros actos.
    Tipo: Novela por entregas.
    Advertencias: Sangre, violencia.
    Género: Aventura y romance.


    Kuro no Shinigami

    Capítulo 1: Un inicio de clases inesperado.

    — No... ¡Aléjate de mí! gritó una joven de cabello largo de color azul mientras era perseguida por un hombre de aproximadamente 40 años.

    El hombre no respondió y siguió persiguiéndola con un cuchillo en su mano, en su cara se notaba la ansiedad y ganas que tenía por matarla, y ella casi muerta del miedo se apresuraba para tratar de escapar y lograr vivir un día más, pero era inútil, tarde o temprano sabía que él la iba a alcanzar.

    Demonios musito mientras se resbalaba y caía secamente en el suelo.

    Graaaargggg hizo un sonido muy extraño el hombre al mismo tiempo que se tiraba encima de la joven.

    Sabía que había llegado su hora, ya no podría escapar y al fin moriría, no había escapatoria. El hombre la tomo de la espalda y puso el cuchillo sobre su cuello.

    ¡Kyaa! — gritó la joven al sentir el frio del cuchillo penetrar su pequeño cuello.

    Era de mañana, un día nublado como los anteriores, Shizuma se acabada de despertar de su pesadilla, preguntándose por que durante dos semanas había estado teniendo esa pesadilla tan horrible, después de un momento decidió intentar olvidar la pesadilla y se cambio de ropa ya que tenía que asistir a la preparatoria, hoy era su primer día de clases y estaba deseando que en este quinto año le fuera menos pesado que el anterior.

    Suena su celular, lo agarra y contesta.

    Buenos días madre.

    — Buenos días Shizuma, ¿ya estás en la escuela? — le preguntó al ver la hora, eran las 10:30 de la mañana y su escuela empezaba a las 8.

    ¿Eh?, no aún no estoy en ella — le contesto con un tono de flojera, era de esperarse puesto que le costaba levantarse en las mañanas después de haber tenido una pesadilla tan larga y fea.

    ¡Shizuma, ya vete que vas a llegar tarde a la presentación! — la regaño con cierto enojo, era su primer día y llegaría tarde.

    ¡Aah! Nos vemos — colgó y se apresuro a ponerse sus zapatos, luego agarro su mochila y
    se salió apresuradamente para tomar el tren rumbo a su escuela.

    Hacía frió así que se abrocho su chamarra roja para que el frio no le fuera a provocar alguna enfermedad. Llego a la estación y se sentó en las bancas que había cerca mientras el tren llegaba.

    Estaba pensando acerca de su pesadilla pero se distrajo al ver a dos hombres corriendo sobre el tejado de un edificio que estaba enfrente de la estación, estos saltaron y cayeron en las vías por las cuales pasaba el tren. Unos segundos pasados vio a una sombra caer al mismo lugar donde se habían caído los señores, esta los empezó a seguir mientras ellos corrían.

    ¡No se me van a volver a escapar! — les advirtió la sombra a los dos hombres que iban corriendo, alzo su gran Oz* y la blandió, logrando así decapitar a uno de los dos hombres.
    Su cuerpo cayo inerte al suelo mientras que su cabeza salió volando por el aire, pero no toco el suelo ya que a medio vuelo se quemo y no quedo nada de esta.

    ¡Kyaa! — gritó muy asustada al ver lo que había pasado justo frente a sus ojos, jamás había visto sangre y menos una decapitación.

    — Señorita, ¿se encuentra bien? — le preguntó el policía que estaba encargado del orden de la estación, Shizuma al voltearlo a ver y regresar la mirada a donde había ocurrido y ver que no había nada supuso que había alucinado eso por el estrés que le causaba su pesadilla.

    — No... Estoy bien, solamente vi una cucaracha y realmente me asustan.

    — Vale, pero procure no gritar así que podemos llegar a pensar que es algo de suma importancia, hasta luego se despide y regresa su puesto.

    *Por dios, ahora estoy alucinando cosas, necesitó descansar* pensó la chica peliazul, se tallo los ojos y se paro ya que vio que ya iba a llegar el tren. Lo abordo y se sentó en el primer asiento vacío que encontró, se recargo en el tubo de alado y cerro sus ojos ya que se iba a tardar 30 minutos en llegar a su escuela.

    Se bajo en la estación que quedaba cerca de su escuela, camino 5 cuadras y por fin llego ante la entrada de la preparatoria, estaba ya cerrada y no se veían alumnos por ahí caminando así que se podía suponer que ya todos estuvieran en sus respectivos salones asistiendo a sus clases.

    En la entrada había un prefecto, o eso parecía, vigilando quien pasaba y quien no a la preparatoria.

    — Vaya, por fin llegue.

    — Disculpe, ¿me podría dejar pasar? — pidió permiso al prefecto que se encontraba ahí, a lado de la entrada con las llaves en su mano derecha, tenía un sombrero azul que le protegía la cara de los rayos del sol y un uniforme tipo policía del mismo color — Se me hizo tarde por que había unos problemas en casa.

    — ¿Me podría mostrar su identificación por favor? — sacó de su bolsa un artefacto, como el que lee las tarjetas de crédito, y lo encendió.

    — Claro aquí esta — le dio una credencial, la cual él paso por la ranura que había en el artefacto y enseguida en la pantalla de este apareció una foto de Shizuma y sus datos personales.

    — Pase por favor señorita Fujimaki Shizuma, pase a la recepción para que le indiquen su salón de clases — le devolvió su credencial y le señalo por donde debía de ir, después de hacerlo le abrió la puerta y la dejo pasar, segundos de que pasara la cerro.
    Shizuma abrió la puerta de vidrio del edificio que tenía enfrente y enfrente de ella se encontraba la recepción de la escuela, como las que se encuentran en los hoteles de buena calidad, en esta estaba una señora, que se podría decir que su edad rondaba por los 35, de cabello negro y ondulado, la cual le iba a dar su salón.

    — Etto... ¿Usted me podría decir cuál es mi grupo?

    — Vaya, vaya — revisa el reloj y ve que son las 11:30 — El primer día de clases y usted llega a mitad del día, bueno por ser la primera vez dejare pasar esto por alto, ¿me podría decir su número de cuenta? — preguntó al mismo tiempo que se preparaba para introducir el número en la computadora y responderle su pregunta.

    — Claro, — saca su credencial y revisa la parte de atrás donde se encuentra el número de cuenta — es 310019434.

    — Vale, deme un segundo.
    Introdujo el número y espero 15 segundos a que apareciera el resultado, en la pantalla apareció la foto que se había tomado Shizuma para inscribirse a la preparatoria, en esta salía con el cabello recogido en una cola de caballo, la cual estaba amarrada con un listón de color rojo, también estaban sus datos personales como altura, peso, tipo de sangre y demás cosas que se necesitarían en caso de un accidente, también estaba su grupo, que es lo que le interesaba saber, y su horario.

    — Su grupo es el 501, el cual se encuentra en el edificio “B” que está justo atrás de este, por cierto dale al maestro esto — le pone en sus manos una carta — y te dejara entrar al salón, pero que no se vuelva a repetir, ¿de acuerdo?.

    — ¡Si, gracias! — agradeció muy entusiasmada, casi como si hubiera olvidado lo que paso hace unos momentos, ya que no tendría problemas para poder entrar a su primera clase.
    La peliazul salió del edificio y se dirigió a el edificio “B”, entre los 4 edificios que había, estaban en líneas de dos, unos a la derecha (los que estaban donde estaba la puerta) y otros a la izquierda (estos eran el edificio “C” y el “D”), estaba un pequeño jardín y un patio amplio con barias bancas y estaba vació porque todos estaban en clases, paso por dicho jardín y empezó a atravesar el patio.

    — Ah... cuanto sol hay — subió la mirada para ver el techo del edificio “B” y vio la misma sombra de la estación del metro ahí parada como si estuviera observándola.

    — ¡¿Qué demonios?! — Se preguntó un poco alarmada y se tallo los ojos para ver si no estaba imaginando lo que estaba viendo — Menos mal, solo lo estaba imaginando — al volver a ver ya no estaba parada la sombra en el techo del edificio.

    — ¿Pero que me estará pasando hoy?, ya van dos veces que la veo — siguió caminando y por fin llego al edificio “B”, entro en este pero ya no tenía idea de a dónde ir, se le había olvidado preguntar dónde estaba el salón.

    Notó que en la pared había un mapa de los salones por piso, busco el suyo y se dio cuenta que estaba en el último piso hasta el fondo, sin pensarlo dos veces se apresuro y subió las escaleras hasta que llego al último piso y camino a la puerta de su salón.

    Toco a la puerta dos veces y escucho una voz que le dijo: Adelante.

    Ella abrió la puerta con un poco de lentitud, al abrirla paso sin voltear a ver a sus nuevos compañeros y llego hasta donde el profesor se encontraba, su escritorio, en el cual estaban puestos varios materiales que serían utilizados durante lo que sobraba de clases para dar apoyo al tema que fueran a ver.

    — ¿Por qué tan tarde señorita Fujimaki? — ella lo miro con extrañeza ya que no era normal que una persona que no conocías ya supiera tu nombre — No se sorprenda, leí los documentos de cada uno de ustedes para poder identificarlos, pero dígame el por que llego tan tarde.

    — Pro... problemas familiares — tartamudeo un poco ya que estaba levemente nerviosa. — Lo siento — inclino su cabeza mientras pidió perdón. — Esto es para usted, se lo manda la recepcionista — de su mochila saco la carta que le habían dado hace unos minutos y se la entrego esperando que eso la salvara.

    El maestro la tomo y se puso a leerla rápidamente, después de eso la guardo en la bolsa de su saco negro y se volvió a sentar en su silla.

    — Que no vuelva a pasar, siéntese en esa banca, la que está a la izquierda de la vacía — la señalo para que tuviera mejor ubicación.

    — Si, gracias profesor — le agradeció y enseguida paso por en medio de sus compañeros y se sentó en su lugar.

    Las clases prosiguieron normalmente, primero matemáticas, luego historia y al final tuvo educación física, pero como ella todavía no tenía el uniforme de deporte no pudo participar en la clase y se quedo en una banca observando a sus compañeros.

    — ¡Hola! — la saludo una chica de cabello hasta los hombros y de color verde, con ojos de
    color amarillo, de mediana estatura y un buen aroma, mientras se sentaba a lado de ella.

    — Ah... hola — le contesto mientras volteaba a verla — me llamo Shizuma, Fujimaki Shizuma
    — le tiende la mano.

    — Kusanagi Kaori — le toma la mano y se la estrecha mientras esbozaba una sonrisa.

    — Shizuma-san si llegas a necesitar algo puedes contar con mi apoyo, si quieres cuando terminen las clases te puedo dar un tour por la escuela para que la conozcas mejor.

    — Muchas gracias, estaría perfecto — dio las gracias alegremente ya que, al parecer, Kaori era una buena persona.

    — Entonces nos vemos cuando terminen las clases — respondió esta con entusiasmo mientras regresaba a hacer los ejercicios que estaban haciendo.
    Pasaron alrededor de 30 minutos para que terminara la clase, Kaori, la chica peliverde, se puso su chamarra y agarro su mochila.

    — ¡Vamos! — la tomo de la mano y empezó a guiarla por la escuela.
    Pasaron por los laboratorios de computo y le mostro que estaban muy bien equipados, con computadoras sofisticadas y demás complementos, pasaron por las regaderas y la alberca y luego de eso se dirigieron al último destino mientras platicaban un poco sobre ellas para conocerse mejor.

    — Y el último lugar y mi favorito es... — le señalo la cafetería, que estaba un poco grande para ser cafetería — ¡La cafetería! — la jalo y las dos entraron a esta.

    Kaori le dijo a Shizuma que se fuera sentando que ella iba a pedir comida para celebrar su primer día de clases.

    *Se nota que es una chica muy alegre y energética* pensó Shizuma al pensar en Kaori mientras esperaba sentada en una mesa a lado de la ventana que daba hacia el patio.

    — Listo — regreso Kaori con dos platos de ramen — Están deliciosos y aparte huelen muy rico — le pasa su plato y palillos.

    — ¡Gracias!, ya tenía mucha hambre. Itadakimasu — y empezó a comer al igual que Kaori.
    Mientras comían platicaron sobre a qué escuelas habían ido y el por qué Shizuma había llegado tarde, mientras le contaba esta ultima parte Kaori se le quedo mirando extrañadamente.

    — ¿Estás segura que no estabas un poco dormida y alucinaste eso?

    — Si... — contesto bajando la mirada — Bueno no estoy tan segura, lo más seguro es que tengas razón.

    — Mmm... Bueno ya hablaremos de eso mañana, ya es tarde, mira que horas son — le señalo el reloj que estaba en la pared, ya eran las 8 de la noche, vaya que el tiempo pasa rápidamente.

    — ¡Oh no!, me van a regañar, no les avise que llegaría tarde — recogió su plato y los dejo en donde estaban todos los demás — Hasta mañana Kaori-san — le grito mientras corría hacia la entrada de la escuela.

    A esa hora ya no había trenes que la llevaran a su casa, así que decidió tomar un taxi que la dejara cerca de su casa, pasaron muchos pero ya estaban llenos, espero 20 minutos y llego uno vacio y lo tomo.

    — ¿A dónde la llevo bella dama? — pregunto el taxista mientras le cerraba la puerta y regresaba a su lugar.

    — A Time Square por favor — contesto con un tono de preocupación ya que su mama estaría preocupada por ella, recargo su cabeza en el espejo del auto y dejo que su hermoso cabello azul descansara sobre su rostro.

    El taxista siguió el camino indicado pero unas 10 cuadras antes de llegar al lugar acordado, dio vuelta por otro lado, se metió por otras calles y llego a una zona en construcción, la cual por la hora estaba vacía.

    — Aquí... aquí no es señor — le notifico más nerviosa de lo que ya estaba, era bastante obvio que el conductor estaba planeando algo.

    Se bajo del auto y le abrió la puerta a Shizuma, le ordeno que se bajara con un tono bastante fuerte, ella no pudo hacer otra cosa y se tuvo que bajar y luego seguirlo por orden de este. Él la llevo a la parte más obscura donde apenas se alcanzaba a distinguir la silueta del conductor.

    La tomo fuertemente del brazo y la azotó al suelo con una rapidez increíble, se puso encima de ella y la empezó a mirar con ojos de hambre, como los de un animal que ve comida después de llevar una semana sin alimentarse.

    — ¡No, no por favor! — rompió en llanto mientras suplicaba que no la fuera a violar, pero esta se llevo un mayor susto cuando en vez de que la fuera a violar le empezó a morder el cuello y de este empezó a salir sangre, nótese que no era como los vampiros, el se la quería comer.

    — ¡Ayuda!, ¡auxilio que alguien me ayude! — grito mientras forcejeaba con el hombre, pero sus intentos fueron inútiles, estaba claro que este hombre era demasiado fuerte y hábil para que pudiera quitarlo de encima de ella.

    — ¿Acaso no escuchaste? — preguntó una voz que provenía de más al fondo.

    — Akuma** déjala en paz que tus días a su fin llegaron — lo amenazó y de la sombra se distinguió una cuchilla muy grande, como la de una Oz y una sombra acercarse rápidamente.

    El hombre volteo a ver al personaje que estaba acercándose, salto hacia él con su mano derecha en el aire y en cuestión de segundos se materializo un martillo, el cual agarro con su mano derecha y lo blandió para intentar partirle la cabeza a su adversario, este uso la hoja de su Oz para parar el martillo y con la parte inferior del mango le arremetió en medio de la frente y le rompió el cráneo, salió sangre disparada en todos lados pero antes de que tocara el suelo se desintegro a causa de un fuego color negro que arrasó hasta el cuerpo de aquel akuma.

    Volteo a ver a la peliazul y noto que ella había perdido mucha sangre, estaba palideciendo y su mirada se empezaba a notar un poco lejana, si no hiciera algo ese sería el fin para la joven Shizuma.

    Se acerco y la sostuvo con una mano, y con el otro toco su cuello para ver el tamaño de la herida, esta estaba un poco profunda y de ella estaba saliendo sangre.

    — ¿Quién... quien eres? — cuestionó Shizuma a este personaje misterioso, puesto que a podía ver, no le quedaban fuerzas, lo último que alcanzo fue tocarle el rostro para imaginarse como era su salvador.

    — ¿Puede verme? — se sorprendió ya que un humano normal no le podía ver ni aunque quisiese, pero no era el momento de cuestionarse cosas como esas cuando una vida se le estaba escapando de sus brazos.

    Se hizo una cortada en el brazo y dejo que su sangre cayera sobre su herida, esto provoco que si herida se cerrara y quedara como nueva, reviso la bolsa de la peliazul y en esta encontró su credencial, una vez que supo donde vivía la cargo en los hombros y la llevo a su casa, abrió la ventana del segundo piso, ya que pensó que ese cuarto podría ser de ella, la recostó sobre su cama.

    — Las preguntas tendré que dejarlas para mañana, ¿verdad Shizuma? — dejó la credencial en donde estaba y salió de un gran salto por la ventana.

    Sonó el despertador, ya era hora que se despertara Shizuma, y así lo hizo pero se despertó muy asustada, con una cara que podrías notar el horror que había sentido la noche anterior.

    — ¡Aaa! — gritó y una gota de sudor se le resbalo de la frente a su mejilla derecha.

    — ¿Acaso... fue una pesadilla? — se preguntó a si misma mientras se tocaba el cuello, donde se suponía que tendría la mordida, y notó que todo seguía normal, solamente sentía que parte de su cuerpo estaba poniéndose un poco caliente.

    Pensando que todo había sido una pesadilla, claro sin poder explicar el cómo había regresado a su casa sin darse cuenta, se vistió y emprendió su viaje a la escuela como si nada hubiera pasado.

    Al llegar a su aula de clases se sentó en su lugar, volteo a lado y saludo a Kaori, luego puso su mirada en el pizarrón para ver qué es lo que estaba escribiendo el profesor.

    Sintió un poco de aire y vio que la ventana estaba abierta, se paro para cerrarla ya que hacía frío por que ya era noviembre y se acercaba el mes “hielo”, que así ella llamaba a diciembre por el intenso frio que se da en ese mes.
    Después de cerrarla se volteo para volver a sentarse, se llevo una gran sorpresa al ver que la sombra que había visto estaba sentada en su escritorio observándola, esta vez ya lo pudo distinguir mejor, tenía aspecto de hombre, cabello blanco como la nieve que le llegaba a un cuarto de su espalda y tenía ojos rojos, tan intensos como el fuego.

    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Bueno espero y les haya gustado el primer capítulo, y con fin a poder mejorar les dejo unas preguntas a contestar :)

    -¿Qué les pareció?
    -¿Qué les gusto y que no?
    -¿Que le cambiarían?
     
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  2.  
    Alyss Alice No Akuma

    Alyss Alice No Akuma Ritornata

    Escorpión
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    Holaaa Ryuuji-kun! XD
    asdf i ♥ shinigamis, XD sera por que soy uno jaja :P
    mi gustar mucho *-*

    -¿Qué les pareció?
    genial, buena trama, lo de la guerra, demonios, genial ... lo unico, es que te faltan varios acentos
    -¿Qué les gusto y que no?
    todo me gusto :D
    -¿Que le cambiarían?
    nada, asi esta bien, xD por cierto, wwaaa quisiera tener el cabello asi hasta las rodillas *-*

    jeje, gracias por invitarme, Nakama~ bye, sigue asi, nos vemos en la conti, cdt y cuidado con los acentos ;)
     
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  3.  
    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Lamento la demora, acosaron mi perfil creo que comprenderas los motivos de que no comentará rápido xD

    Hola, gracias por el aviso C:

    -¿Qué les pareció? Excelente imaginación y convinación de Britannia. ¡Gran idea la de este texto! Para ser el primer capítulo fue de mi agrado C:
    -¿Qué les gusto y que no? En sí todo me pareció esplendido, algunos errores de tildes/acentos en ciertos verbos en pasado pero nada grave, todo me gustó, así que me niego rotundamente a decirte cual me pareció mala o simplemente no fue de mi agrado.
    -¿Que le cambiarían? Nada, tienes una buena estructuración de idea a mi parecer.

    Esperaré la continuación C:
    Adiós.
    At: Fer-chan.
     
  4.  
    Shu

    Shu Super Highschool Level Despair

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    Me alegra mucho que les haya gustado ^^ y perdón por los acentos, ya la siguiente vez procurare que tenga todos :)
     
  5.  
    xxxMidori Sama

    xxxMidori Sama Entusiasta

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    Amigo, este fic está muy interesante, ya quiero saber que viene a hacer ese chico ;) Quiero hacer unas correcciones, por ejemplo: no escribas un diálogo de una misma persona separado, en una parte escribiste "Obscura" y es oscura, aunque se puede escribir de las dos formas :) Y creo que no hay nada más que decir. Me gustó mucho! Sigue así. Suerte :D
     
  6.  
    Shu

    Shu Super Highschool Level Despair

    Leo
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    Kuro no Shinigami
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    Capítulo 2: ¿Quién eres?
    Shizuma se le quedo viendo por unos segundos con una cara de susto, el profesor notó que estaba parada y pasó su atención a ella.

    — ¿Señorita Fujimaki se encuentra bien? — preguntó mientras todo los alumnos volteaban a verla.

    — S...Si, solamente recordé algo no muy bueno... — mintió y se sentó en su asiento, ignorando al ser que estaba sentado en su escritorio, cuando todos volvieron su mirada al pizarrón ella lo empujó y logro tirarlo a su izquierda, tomó su pluma y siguió tomando la clase.

    — ¡Ah!, ¡eso no fue nada agradable! — Le reclamó mientras se paraba — ¡¿Me estas escuchando?! — viendo que la hermosa chica no le hacía caso floto unos 20 centímetros arriba de su escritorio y se puso de cabeza, dejando que su blanco cabello resbalara y tapara el cuaderno la chica, logrando así impedir que esta siguiera escribiendo.

    — ¿Ya me vas a hacer caso? — esbozo una sonrisa de victoria mientras que la peliazul se irritaba.

    *Ok, me tengo que calmar, simplemente es un producto de mi imaginación, ¡sí! Eso es, sería como hablar con un amigo imaginario, aunque ya estoy un poquito grandecita para eso* pensó la joven Shizuma mientras apartaba el cabello de aquel “amigo imaginario”, una vez que ya su cabello no estorbaba su cuaderno lo tomó y de la parte de atrás arrancó una hoja y en ella escribió “¿Qué quieres?”.

    — Preguntarte varias cosas — contestó el peliblanco mientras dejaba de estar de cabeza y se sentaba en la banca que había a un lado, la peliazul le escribió en el cuaderno que hablarían más tarde.

    Sin más que hacer el joven Shinigami recargo sus brazos en el escritorio y su cabeza la apoyo en sus manos, después de unos minutos se quedo dormido. Las clases siguieron normalmente, Shizuma se sentía rara, desde que tenía 7 años dejo de tener amigos imaginarios porque sus familiares la creían loca y a lado de él se encontraba uno, o al menos eso ella creía.

    — Shizuma-san ¿te gustaría comer con nosotras? — la invitó Kaori, la cual estaba acompañada de varías chicas.

    — Gracias, pero... Etto... iré a la Biblioteca a buscar un libro para estudiar Literatura, ando mal y no quiero reprobar — puso una cara de insatisfacción mientras recordaba que había sacado 6 de pura suerte el periodo pasado.

    — Bueno, si necesitaras ayuda sabes dónde encontrarme, ¡Suerte! — ofreció la peliverde mientras salía con sus amigas a la cafetería, ya era la hora del receso.

    Shizuma le pico la capucha al Shinigami con su lápiz para intentar despertarlo, este no despertó y tuvo que utilizar una de sus técnicas despierta personas “El sape* del despertar” o así ella lo llamaba, el Shinigami despertó enseguida y empezó a quejarse del porque lo había despertado así.

    — Vamos, ya deja de quejarte pareces bebe — hizo que se parara y la siguiera.

    — ¡¿A quién demonios le gusta que lo despierten así?! — se quejó una vez más y planeaba seguirle más para fastidiar a la joven que tenía a un lado pero al notar el peligro que lo fueran a golpear otra vez decidió pararle.

    — Te responderé lo que quieras pero tendrás que irte después, no me gusta tener amigos imaginarios o alucinaciones o lo que seas — le dijo sintiéndose un poco mal al tratarlo así, pero para ella era una alucinación así que realmente no importaba mucho.

    — ¿Por qué insistes en que soy imaginario o una alucinación? — pregunto bastante irritado el joven shinigami mientras la miro a los ojos.

    — Porque las alucinaciones no son reales y nadie más que yo te puede ver y hablar — contestó la peliazul mientras se dirigía a la ventana de la biblioteca, desde esta se podía ver el patio ya que esta se encontraba en el último piso del edificio “B”.

    — Bien, te probare que no soy una alucinación — se acercó a ella y con el brazo derecho la tomo de la cintura y la pego a su pecho, con la mano que tenía desocupada abrió la ventana y se fijo que la ventana del edificio que estaba enfrente de este estaba abierta.

    — ¿Pero que... que haces? — lo cuestionó mientras se sonrojaba, jamás había tenido a un hombre tan cerca, pero enseguida se empalideció al ver que el joven shinigami iba a saltar con ella por la ventana.

    — ¡No basta!, ¡esto es un suicidio! — usó todas sus fuerzas para separarse de él pero fracaso, el peliblanco salto por la ventana a una gran velocidad, Shizuma sentía como el aire pasaba rápidamente alrededor de ellos dos, las personas que se encontraban abajo ni siquiera los notaron de lo rápido que iban.

    Le parecía que el tiempo iba lentamente mientras iban en el aire, sentía la brisa del viento y el calor que emanaba del cuerpo del joven, sentía como la adrenalina actuaba en ella al sentir que podía morirse ahí pero al mismo tiempo se sentía segura en sus brazos, era un sentimiento contradictorio.

    El peliblanco notó que la ventana que iba a atravesar para aterrizar en el cuarto estaba un poco más pequeña así que abrazó a Shizuma y se juntaron más para caber por la ventana, al pasar por la ventana se voltearon y el peliblanco se llevo un golpe en la espalda impidiendo que la peliazul se lastimara, como el salón estaba apagado no se había dado cuenta que a lado de la ventana había un escritorio y a causa de eso se llevo ese golpe.

    — Ah... — musitó la peliazul, perdió la conciencia y su cuerpo se quedo encima de el cuerpo del joven shinigami, este la envolvió con su capa y la tomó en sus brazos.

    — Los humanos no aguantan nada hahaha — se rió en voz baja ya que era seguro que había asustado a la chica, se levanto con la peliazul en sus brazos y camino a fuera del cuarto, gracias a su capa la gente no veía a Shizuma ni al shinigami, la llevó hasta la azotea del edificio para que le diera aire.

    *Creo que me pase un poco* pensó el peliblanco mientras la acomodaba en el suelo, se sentó en la orilla de la pequeña barda que había para que los estudiantes no se fueran a caer por ahí, y observó que los demás alumnos estaban comiendo,

    — Tal vez después de ese susto tendrá hambre — dicho esto transformó su ropa en un uniforme de la escuela, sus orejas se transformaron en las de un humano normal, su cola desapareció y así ya parecía un humano normal, nada más que con cabello largo blanco y ojos rojos.

    Se dirigió a la cafetería para comprar algo de comer, cuando se coló en la fila varias personas se le quedaron viendo con extrañeza y curiosidad “Miren su cabello”, “sus ojos son rojos”, “kawaii” y demás cosas musitaron los presentes, el peliblanco no les prestó atención, tomó todo con naturaleza para no levantar más sospechas ya que se podrían dar cuenta de que no era un alumno.
    Se quedo observando la vitrina con comida, *Que cosas tan más raras comen los humanos” se dijo a si mismo mientras pensaba en que le podía llevar a la chica.

    — ¿Te pasa algo? — le cuestionó la cocinera al ver que ya llevaba unos cuantos minutos sin decidirse, provocando que la fila no avanzara.

    — No sé que llevar.

    — ¿Me recomendaría algo?

    — Todo, ahora elige rápido que hay demasiadas personas esperando en la cola — señaló a las personas que estaban detrás de él y si, efectivamente eran muchas personas.

    — Ah... ¡Quiero una de esas cosas blancas con cuadritos verdes y uno de esos rollos con cosas adentro! — pidió lo primero que se le ocurrió — ¡Y un poco de agua!

    — ¿Te refieres al Sushi y al Onigiri? — le preguntó con cierto tono de burla, era raro que una persona de su edad no supiera cómo se llama la comida de su país.

    — Ah... si eso — le respondió mientras metió la mano en la bolsa del pantalón.

    — Son 4000 yenes, pero antes muéstrame tu credencial — el joven recordó cómo era la de
    Shizuma, materializó una con datos falsos, era idéntica a una normal así que era casi imposible que se diera cuenta que no lo era.

    Una vez que se la enseño la metió de nuevo a la bolsa del pantalón y la transformo en dinero, no sabía manejar el dinero así que decidió aparecer todo lo que le cupiera en su mano y se lo dio.

    — Oye niño, se te olvida el cambio — le advirtió mientras el otro se alejaba rápidamente.

    — ¡Quédese con el cambio! — le respondió este.

    La señora se sorprendió ya que al contar el dinero que le había dado era 10 veces más de lo que había de haberle cobrado, metió los 4000 yenes en la caja registradora y lo demás se lo guardo en su bolsa “Quien desaprovecharía una oportunidad como esta” se dijo a si misma mientras atendía a los demás alumnos.

    Varias chicas lo siguieron con la mirada hasta que se adentro en el edificio donde había dejado a Shizuma, luego se pusieron a comentar acerca de él, ya saben como cuando pasa un chico guapo y todas se sorprenden.

    Llegó a la azotea y se volvió a su forma normal, al ver que la peliazul estaba recuperando la conciencia le quitó la capa y se la volvió a poner este cubriéndose las orejas y la cola.

    — Compre comida porque pensé que tendrías hambre.

    — ¡¿Pero qué te pasa, casi nos matas?! — lo regañó con enojo.

    — Eso no es nada, además ¿no decías que yo era una alucinación?

    El peliblanco hizo una mueca de dolor, debido a que le había dado mucha sangre a ella la otra noche para impedir que se muriera y eso provocó que se debilitara, el golpe que se había llevado hace unos cuantos minutos le había golpeado como a cualquier humano normal y hasta este momento empezó a sentir el dolor.

    Perdió la conciencia y su cuerpo cayo de lado, la chica se preocupo y apoyó su brazo alrededor de ella y lo levantó para llevarlo a la enfermería, para su asombro él era muy ligero así que no le costó gran trabajo llevarlo, sobre todo porque la enfermería estaba dos pisos abajo.

    Tocó dos veces la puerta de la enfermería pero al ver que nadie respondió abrió la puerta y acostó al shinigami en una camilla al fondo del blanco cuarto. En la enfermería se sentía un aire un poco frio, había tres camillas y en la cual se encontraba el peliblanco estaba hasta el fondo a lado de un armario viejo y café donde se supone que se guardaban las medicinas, había unas cortinas alrededor de cada camilla y el escritorio de la doctora estaba justo enfrente de la entrada.

    Al recordar que este se había dado el golpe en la espada le quito la capa negra que parecía estar hecha de sombras, tenía una playera de manga corta con unas hombreras de metal flotando muy cerca de sus hombros, también tenía un objeto muy raro en su brazo izquierdo pero eso era irrelevante. *¿A caso será un cosplayer?* se dijo a si misma cuando observo que en su cabeza tenía unas orejas muy similares a las de un zorro ártico y tenía una cola blanca, larga y esponjosa, a la peliazul, aunque no lo demostraba, le gustaban los peluches “peludos” así que sintió la necesidad de comprobar si era “cosplay” y procedió a tocarle la cola *¡Kawaii, está muy esponjosa!* pensó y muy emocionada quiso quitársela para probársela.

    — Grrrr — gruñó el kitsune cuando la chica le jaló la cola — No me jales mi cola — se quejó y se sentó en la camilla.

    — ¿En dónde estamos? — se toco la cabeza, tenía un ligero dolor pero no era nada para que se preocupara.

    — Te colapsaste y te traje aquí, estamos en la enfermería — se sentó en una silla, la cual estaba enfrente de la camilla — Pero no creas que estaba preocupada o algo así... no podía dejar a alguien tirado allí.

    — Si, como no — esbozó una sonrisa — Como sea, gracias.

    — Voltéate tantito — le pidió y al peliblanco se le hizo rara la petición, pero le hizo caso y se volteó, Shizuma le agarro la playera y se la alzó, como ella lo suponía tenía un moretón grande en el centro de su espalda, habían unas vendas en el cajón de al lado así que las tomó y se las puso alrededor del moretón pensando que así estaría mejor.

    — Así está mejor — quería comprobar si en verdad la cola y las orejas no eran ficticias así que dirigió su mano a la oreja derecha del ser tan extraño y misterioso que tenía en frente pero el peliblanco lo notó y antes de que se la jalara, como a su cola, le tomó la mano y le dijo que no la jalara, le llevó su mano a su oreja, cuidando así que no se la jalara, la chica se asombró al ver que no era un peluche, estaba tocando la oreja de un kitsune.

    — ¡¿Eres un... kitsune?! — le preguntó con asombro y miedo.

    Cuando ella era chiquita su mamá le contaba acerca de muchas criaturas místicas y entre ellas estaban los kitsunes, ella le contaba que ellos eran demonios zorros con forma de humano, que eran sádicos ya que disfrutaban matar lenta y dolorosamente a sus víctimas, que eran maestros del engaño, en pocas palabras que eran una de las pocas criaturas que se podría decir que eran el propio mal encarnado.

    Al pensar que ella podría acabar muerta, retrocedió lentamente mientras el kitsune se le quedaba mirando con extrañeza.

    — No... No te me acerques... asesino... — musitó mientras seguía retrocediendo.

    — ¿Asesino? ¿De qué estás hablando? — La alcanzó y le tomó del brazo — ¿Acaso no te salve la vida?

    — S-suéltame...

    Intentaba quitarle la mano de su brazo, tenía miedo, él la miro a los ojos y la abrazó, la chica se desconcertó, su madre le había contado que los kitsunes tenían la piel muy fría y que cuando miraban a su presa a los ojos esta vería la intención de matar, pero no sentía nada de eso sino al contrario en su mirada notaba un poco de soledad, no sentía frío sino un calor agradable.

    — ¿Vez algo de asesino en mi? — le susurró al oído, la peliazul se sonrojaba cuando le susurraban al oído así que oculto su rostro en el pecho del shinigami.

    — Yo... perdón...

    Le correspondió el abrazo, tenía miedo pero al mismo tiempo se sentía protegida, era un sentimiento contradictorio, su cabeza le decía que se alejara de él lo más pronto posible pero su corazón se sentía protegido y feliz a lado de ese ser misterioso.

    La puerta del cuarto se abrió y de ella entró una persona vestida de sacerdotisa, la parte superior de su atuendo era blanca y la inferior azul marino, traía unas sandalias cafés, como las tradicionales de Japón, su cara estaba cubierta por una máscara blanca con símbolos religiosos y tenía cabello verde hasta los hombros, en su mano derecha portaba un arco rojo y largo y por último en la derecha tenía una espada corta.

    — Suéltala — ordenó con tono secante.

    — ¿Pero que... fue interrumpido por una flecha amarilla que salió disparada rápidamente del arco de la sacerdotisa, apartó a Shizuma de él pero para cuando volteó ya era tarde y la flecha le atravesó el brazo izquierdo, muy cerca de su codo.

    El peliblanco se sacó la flecha de su brazo, la observó y vio que no era una flecha normal, podía notar mana emanando de esta, la apretó con su mano derecha hasta que se rompió, no lo pensó dos veces, tomó a la peliazul de la cintura con su brazo derecho y se desplazó rápidamente hacia la ventana, saltó y de una patada la rompió y aterrizó a la mitad del patio, como ya era tarde estaba vacío.

    — ¿Qué está pasando? — preguntó asustada Shizuma mientras se separaba del kitsune.

    — No tengo idea, pero no creo que sea nada bueno — le respondió y materializó en su mano derecha su Oz.

    Las puertas del lobby del edificio “D” se abrieron de par en par y al fondo del corredor se notó una sombra muy parecida a la de la sacerdotisa corriendo a toda velocidad hacia donde estaban.

    — ¡Apártate! — gritó y la peliazul corrió hasta el otro lado del patio.

    La sacerdotisa cubrió rápidamente la distancia entre ella y el kitsune, saltó y en el aire abalanzó su espada para intentar decapitarlo, este bloqueó el ataque con la chuchilla de su Oz, dio un giro y lanzó una patada con la intención de darle en el brazo pero ella también lo esquivo.

    La sacerdotisa dio un salto hacia atrás y con su arco empezó a disparar una ráfaga de flechas amarillas, el shinigami corrió eludiendo las flechas, saltó y siguió corriendo por la pared del edificio “B”, las flechas estaban rompiendo todo vidrio que tocaban y dejando hoyos en la pared, el kitsune blandió su Oz, de esta salió disparada una onda de energía negra la cual paso rozando el brazo de la sacerdotisa, haciéndole un pequeño corte en el antebrazo y rasgándole su atuendo.

    — Hpmf, no eres nada malo, pero no duraras tanto — le amenazó y de nuevo cargo contra él, pero esta vez mientras se iba acercando le disparaba con el arco, una de las flechas logro rozarle la mejilla haciéndole un pequeño corte horizontal.

    Una vez que lo alcanzó el shinigami blandió de nuevo su Oz, la sacerdotisa se agachó rápidamente, dio un giro y se colocó detrás del kitsune, blandió su arco para asestarle un golpe en el cráneo pero el peliblanco giró y paró el golpe con el mango de su Oz.

    — Parece que tienes tus manos ocupadas demonio — intentó clavar su espada en el pecho de su contrincante, este sin más opciones tuvo que usar su cola para desviar el ataque logrando así que este se desviara evitando que le diera un golpe a un punto vital, pero de todos modos le dio en la pantorrilla.

    El peliblanco hizo una mueca de dolor y se quejó, sin desencajarse la espada dio otro giro y le metió un colazo en la cintura a la sacerdotisa, esta salió despedida en el aire y fue a chocar contra la pared del edificio A, esta se cuarteó y se formó un hueco en la pared.

    La máscara de la sacerdotisa se cuarteo y se le cayó una parte y quedo a descubierto su boca, después de unos instantes cayó al suelo y con dificultad volvió a pararse, notó que se iba a volver a caer así que se apoyó del mango de su espada, la cual metió un poco en el suelo, volteó a ver al shinigami, alzó su cara y tocio un poco de sangre.

    — Ríndete, no... podrás ga... narme — ya no podía más, cayó en el suelo, empezaba a ver borroso, *por lo menos ella ya no puede pelear* pensó con un poco de alivio, pero pronto su pensamiento se esfumo, en las azoteas de los edificios cercanos se formaron varias sombras que usaban mascaras similares a las de la sacerdotisa, cada una apuntó con su arco al kitsune, esperando que dieran orden de disparar.

    — ¡Kitsune! — Gritó la bella joven de cabello azul mientras corría hacia donde estaba este, se agachó y lo tomó por los hombros — ¡Hey! ¡Vamos despierta, no puedes terminar así, no nos podemos morir aquí!

    — ¿Qué haces baka?, vete de aquí — tosió sangre y sus ojos cada vez se veían más profundos, como si se estuviesen apartando de la realidad.

    — No... Tú me salvaste, No... No te puedo dejar así — con miedo pero decidida tomó en sus manos la Oz del peliblanco, trató de alzarla como lo hacía él pero estaba muy pesada para ella así que recargo la base en el suelo y las manos le temblaban, en parte por el miedo que sentía al saber que de nuevo su vida corría peligro y en parte porque no tenía las suficientes fuerzas para controlar esa arma.

    — Fuego — susurró una de las sombras, la cual tenía una máscara muy diferente ya que tenía adornos dorados y su arco no era rojo sino dorado con signos de color rojo sangre.
    Cientos de flechas amarillas empezaron a llover encima de los dos, la peliazul se tiró al suelo y le salieron lagrimas al ver que era imposible salir de esas, el kitsune con las fuerzas que le quedaban le tomó la muñeca y la jaló hacia él, puso rápidamente a la chica debajo de él, intentando protegerla por última vez.

    — ¿Cuándo vas a dejar de pretender que eres el héroe? — preguntó con una sonrisa de diversión marcada en su rostro una persona que apareció a lado de estos, muy velozmente movió sus brazos y cientos de shurikens rodeadas por electricidad salieron disparadas chocando contra las flechas impidiendo que les cayeran a ellos, luego lanzó otra ronda de estas, pero esta vez las lanzó a una velocidad mucho mayor logrando derribar a varias de las sombras.

    — Tsk, retirémonos — volvió a musitar la sombra de la máscara con adornos dorados, una de las sombras que no habían sido derrumbadas por la ráfaga de shurikens bajaron corriendo por la pared y se llevaron a su compañera herida y a los que murieron los incineraron con una de sus técnicas hasta que ya no quedo nada de ellos, después de eso se fueron saltando de tejado en tejado, perdiéndose entre lo oscuro de la noche.

    — No me digas que pensabas derrotarlos tu — se burló y le dio la cara a la chica, esta persona era su mismo maestro, con sus mismos ojos negros penetrantes, orejas muy similares a las de un canino, más bien parecidas a las de un lobo negro y una cola igual parecida a estos, venía vestido con un traje muy similar al del peliblanco, pero este no portaba una Oz.

    — ¡¿Profesor?! — preguntó con gran asombro al ver que la persona que los había salvado era su mismísimo profesor, puso unos ojos de plato, como si estuviera llena de preguntas y quisiera las respuestas.

    — Si tienes dudas pregúntale al kitsune que esta a lado tuyo, yo solo vine para salvarles el pellejo — le aventó una botella con líquido rojo en ella — que se la tome y estará bien.

    — ¿Qué es? — la destapó u la olió, olía raro pero el olor le era familiar.

    — ¿Tú qué crees que tomaría un akuma como él? — preguntó con cierto sarcasmo, a esta le resultó extraña la actitud que tenía él ahora comparada con la que tenía en clase.

    — ¿San... gre? — sintió que el miedo que había sentido hacia él iba a volver así que se sacudió esas ideas pensando que no era el momento para preocuparse por eso, él la había salvado de nuevo así que este no podría ser un asesino de humanos, le tomó de la cabeza, se la inclinó y le dio a beber el frasco.

    El pelinegro la llevó hasta su casa, cuando entró a su casa se encontró con que sus padres estaban preocupados, su madre la abrazó cuando la vio. Antes de que llegaran le había dicho aquel lobo demonio que la ventana del segundo piso que daba para la calle era de su cuarto, que ahí adentro dejara al kitsune, este le hizo caso y lo colocó en la cama de la chica, luego de eso bajó y se cambió a la apariencia que tenía en la escuela, entró a la casa de Shizuma y le dijo a sus padres que ella se había quedado trabajando con él y con varios alumnos para la producción de varios artículos para el festival, estos se la creyeron y nada más le pidieron que para la siguiente les avisaran para que no se preocuparan.

    Después de que cenaron, él se despidió y se marchó como si nada hubiera pasado, Shizuma se dirigió a su cuarto, miró con preocupación al ser que estaba acostado en su cama, todo lleno de sangre, pero no le preocupaba que fuera a manchar algo, después de todo era al día siguiente no tendría que ir a la escuela y podría lavar su colcha. Lo cobijó con unas sabanas delgadas y sacó un futon de su closet, agarró su pijama y se la puso, después cerró su puerta con candado para que sus papas no vieran un bulto de sabanas en su cama y ella acostada en el futon.

    *Qué día...* se dijo a sí misma y entre una marea de preguntas y preocupaciones se quedó dormida. Pasaron 32 horas y el kitsune estaba abriendo los ojos por primera vez desde aquel incidente, miró a su izquierda y estaba Shizuma dormida, apoyada en su cama, se podía deducir que ella había estado cuidándolo mientras no despertaba.

    — ¿Ya despertaste? — preguntó la chica mientras se estiraba y bostezaba.

    — Creo que sí, gracias por cuidar de mí — esbozó una sonrisa mientras se empezaba a poner de pie.

    — No, gracias a ti por salvarme de nuevo, kitsune.

    — No me llamo kitsune, Ryuuji, Takahashi Ryuuji — le tendió su mano para ayudarla a levantarse.

    — Mucho gusto, Ryuuji.

    Y en ese momento los dos estrecharon manos, formando un nuevo lazo entre los dos, un lazo que los haría pasar por peligros inimaginables, emocionantes aventuras, lugares maravillosos que los dos no se imaginarían que iban a ver y más cosas que solo el destino sabría.

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    Bueno ese fue el segundo capítulo, espero les guste por que medio me medió bloqueo de escritor xD

    Esta vez no habrá preguntas, solo quiero, claro si ustedes gustan, que me dijeran como va y que les pareció, ya saben cosas así :3
    De antemano gracias por leer.

    Su amigo, Ryuuji.
     
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  7.  
    Alyss Alice No Akuma

    Alyss Alice No Akuma Ritornata

    Escorpión
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    wow... y soy la primerita *-*
    muajaja... eer, uppsy!
    bien, dejando de lado mi psicotica fresada de hace un momento... cof cof, i am crazy XD ...
    me gusto, yeah, ryuuji-kun, vas mejorando nakama ;)... hey, siento haberme tardado ... larga historia, que luego te contare ... si quieres haha...
    narras bien, y la historia esta muy interesante, wow, enserio, me atrapaste del capitulo pasado a este, todo va muy bien ^^
    ame cuando se desperto y se dieron la mano *---*
    jojojo! epico ** ..
    sigue asi, gracias por tu invitacion, ya nos veremos luego, bye bye.
     
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  8.  
    Rusbell

    Rusbell Magique.

    Tauro
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    Waa, me quedé con ganas de saber más :D
    Buen Fic amore, me gustó mucho la trama n_n
    Tienes algunos detallitos con los acentos, nada grave.
    No soy mejor que tú baka ¬¬ también me gusta como escribes :3
    Gracias por invitarme, espero contii :D
    PD: Te adoro <3
     
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  9.  
    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
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    Pluma de

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    Escritora
    Gracias por la invitación :')

    x`D Es como si hubieran pasado años desde que supe algo de ti e.e desde CG sólo hemos hablado muy poco gracias a este FF ='33
    Es un gusto pasar a leer algo de ti Ryuuji-kun.
    Tienes algunos errores de acentuación, nada grave, pero sí notables.

    Todos quisieran vencer al bloqueo del escritor, pero por ahora nadie ha tenido suerte por lo que veo x`D

    Esperaré el siguiente capítulo, me gustó.

    Adiós y buen día.

    At: Fer-chan.
     
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  10.  
    zuki

    zuki Usuario común

    Sagitario
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    252
    Diooooos!! Te has lucido en este capitulo! :confused:
    Waaa Dx me has dejado con ganas de mas, quiero saber que sucede despues *---* Ademas también me ha encantado la historia, se me hace muy original, y tambien los personajes. Bueno en realidad todo me encanto x3 (Aunque lamento haber tardado en responder)
    Aunque no se como shizuma pudo pensar que el es malo a pensar de esas historias que leyó >-< Si hasta le ha salvado la vida! ^^
    Kyaaaa!! Que tierno ryuuji cuando intento salvar a shizuma de esas sombras! *---* Me volvi loca con esa parte!
    Hey que rayos eran esas sombras (o como se llamen) y que querían? Darme curiosidad >-< Ademas ya tengo cierta sospecha sobre quien era la primera de esas amm no se como decirles ¿sombras? :/
    Gracias por la invitacion! x3 Chao!! :D

    PD: Exijo conti x3
     
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  11.  
    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

    Tauro
    Miembro desde:
    28 Marzo 2011
    Mensajes:
    1,267
    Pluma de
    Escritor
    Vaya, cuanta imaginación.

    ¿A ti te gusta mucho Britannia no? xD.
    Riuuji, hay un personaje llamado igual que tú, que bien. Aunque el es tierno, y lindo :3... ¡kya! que lindo xD.

    Me encantó tu historia. Si, hay varios errores como dijo FernandO-San (?) xD, pero bueno ¿Quien no tiene errores? Como sea, bonita historia, quiero saber lo que les depara el destino xD.
     
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