Hablemos sin decir

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por Shiu, 14 Enero 2013.

  1.  
    Shiu

    Shiu Iniciado

    Leo
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    10 Enero 2013
    Mensajes:
    19
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Hablemos sin decir
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1450
    Bien, este relato es para la actividad de "Amor vs Desamor", y mi bando correspondiente es el de amor. Ojalá les guste :)​
    Hablemos sin decir.
    leer.jpg

    Se quedó mirando la hoja con lo poco que llevaba: ese día había estado algo “inspirado”, pero justo en ese instante nada se le venía a la cabeza. De pronto se sentía algo vacío, incluso ante el alrededor calmo que debía propiciar facilidad para pensar: parecía que de un momento a otro las ideas se habían esfumado, caprichosas por no plasmarlas antes. Aún así, para Nigel no era nada nuevo, alguien que tiene un pasatiempo como el suyo llegaba a acostumbrarse a esos bloqueos mentales.


    Dejó la hoja que se encontraba leyendo y volteó hacia la puerta del gimnasio observando a una chica entrar, a una que conocía bastante bien, o al menos trataba de hacerlo. Se quedó esperando un momento a que lo localizara, nada muy difícil ya que el sitio estaba desierto. Nigel cerraba el gimnasio los viernes, y se quedaba hasta un poco tarde en caso de no querer regresar aún a casa y tan solo divagar unos instantes en la soledad que brindaba el lugar.

    Ella se dirigió hacia él con un gesto serio, el mismo que portaba durante casi todo el día. Su apariencia era algo chocante, con mucho delineador negro en los párpados y un peinado de trenzas que hacía parecer su cabeza rapada en algunos sitios, no era alguien que tuviese arraigado el concepto de femineidad, aunque sin duda a Nigel le parecía atractiva a su modo. Cuando la miraba descansaba un poco la vista de las tendencias que se copiaban de estudiante a estudiante, llegando a cansar un poco.
    Ojos.jpg
    —¿Cómo estás? —preguntó la joven, dándole un golpe suave en el zapato, como si aquello fuese parte del saludo.

    Él sonrió con una extraña suavidad propia de sus gestos.

    —Supongo que bien —acertó la otra.

    Nigel tomó la pizarrita que siempre llevaba consigo y escribió: “Sí, gracias” para luego mostrárselo a su acompañante. Esta lo miró, y él lo borró para poner algo de nuevo. “¿Y tú cómo estás?” escribió, y lo colocó a modo de que la otra lo viese.

    —Puff —Hizo aquel sonido con la boca, que tanta gracia le hacía, quería decir que se había peleado con alguien—. Ya sabes, lo normal…

    Alex Greenberg, era como se llamaba ella. Nigel no sabía si los padres de Alex eran extranjeros, solo entendía que incluso si pudiese hablar sería incapaz de pronunciar su apellido, así que estaba bien con solo saber escribirlo.

    —¿Y tú que haces? —cuestionó la muchacha, mirando con curiosidad su cuaderno de notas.

    Él lo tapó con un leve sonrojo en las mejillas. No era lo que se decía un tipo muy sociable, además de que tenía obvias interferencias para expresarse, así que mostrar algo tan íntimo como lo era la escritura se volvía algo extraño y en ocasiones vergonzoso.

    La primera semana Nigel había popular, no era normal ver un chico que no podía hablar en un colegio público, sin ninguna facilidad para él; pero la euforia pasó cuando los alumnos notaron que no era nada del otro mundo, Nigel no podía proporcionarles algo que de verdad rozase lo increíble: no servía para un tipo fetiche. Así que pasó a ser simplemente un chico algo raro, pero que no lograba atraer suficiente atención. En cambio Alex sí que era muy conocida, aunque por motivos totalmente distintos. Ella era la rara, y no en el buen sentido, Nigel recordaba haber escuchado que comía cucarachas y que sus padres la habían internado en un psiquiátrico por un tiempo; en alguna ocasión alguien le encontró una imagen de un grupo de música pesada y desde entonces le decían la “atea-satánica” como si la sola frase tuviese sentido.

    Solo había que conocerla un poco para notar que todo era mentira, sin embargo, Alex tampoco se esforzaba en que los demás cambiaran su opinión sobre ella, creía que estaba mucho mejor así, sin niños estúpidos al lado.

    Nigel escribió en un papel y se lo pasó a su acompañante: “estoy creando algo, solo que ya no sé qué más poner”. Ella lo miró, y se lo pensó un poco antes de contestar.

    —¿Qué cosa escribes? ¿Una canción?

    Un poema” respondió él con aquel método suyo.

    —Una canción es un poema con música —aseguró la chica, como si fuese la cosa más obvia.

    Él sonrió, y asintió, aunque no estuviese del todo de acuerdo con aquello. Luego se fijó en la mirada de la otra sobre el papel que tenía en sus manos, suspiró y se lo pasó, temiendo que Alex pudiese burlarse de lo que había escrito. Pero no, ella tan solo sonrió levemente, volviendo a releerlo una cuantas veces. El papel escribía:
    Poema.jpg

    —Suena hermoso, aunque no entiendo nada —aseguró con una sonrisa, pasándoselo mientras le miraba a los ojos—. ¿En qué piensas cuando escribes algo así?

    Nigel se lo pensó un momento y tomó la pequeña pizarra para responder. “En ti” leyó ella, y por un instante se sintió sonrojar, aunque pudo controlar sus nervios ante aquello que estaba escrito.

    —Tst, deja de decir tonterías —comentó. Se quedó pensando unos momentos en si “decir” era la palabra correcta. —. Dime Nigel, ¿quieres ser escritor, cierto? —interrogó, posando su vista en el techo del gimnasio.

    Él la imitó, y asintió, entendiendo que la otra voltearía a verle en cuanto lo hiciera. Se quedaron un tiempo callados, hasta que Alex volvió a hablar.

    —¿Por qué?

    Me gustan las palabras, creo que son una de las formas más practicas de hablar de los sentimientos”. Le pasó el papel y lo leyó, ella lo miró a los ojos por un instante, y luego suspiró.

    —Eres bueno con las palabras, yo no, así que está bien para ti —aseguró, tratando de quitarle importancia al asunto.

    De hecho desde que le había conocido hacía dos años, ella tenía miedo de que esa habilidad del otro terminase separándolos en alguna situación inesperada. Nigel también lo sabía, aunque para él era obvio que eso nunca ocurriría.

    No siempre voy a poner expresarme de esta forma, también necesitaré una voz en algún momento” escribió, mientras la otra observaba su mano comenzar a formar otra frase. “Dime, Alex, ¿serás mi voz cuando yo lo necesite”. Ella abrió los ojos al tiempo que sus mejillas se coloreaban de un color carmín, aunque luego los entrecerró, tratando de retener unas pequeñas lágrimas que sentía aflorar. Logró hacerlo y sonrió con timidez.

    —Tienes razón, no soy buena con las palabras, pero tal vez me pueda convertir en tu voz —agregó con algo de alegría en su tono.

    Nigel asintió, y tomó la mano derecha de su novia entre las suyas, depositando un pequeño beso entre sus dedos. Ella se acercó, y acarició su mejilla antes de besarla con suavidad, tal vez debido a su limitación Alex sentía que él era mucho más delicado que cualquier otra persona, y sus gestos rudos se tornaban calmos al estar a su lado.
    beso mejilla.jpg
    Nigel nunca podría decirle “te amo” y ella lo sabía, jamás lo escucharía de sus labios, pero eso estaba bien, porque desde el principio nunca lo necesitó; sus silencios estaban llenos de calidez. La pizarra quedó a un lado, y sus manos se entrelazaron desprendiéndose de cualquier objeto, y él sonrió pensando que a diferencia de otras personas que podían hablar, Alex sí sabía cuando callar.

    Sabía hablar en silencio y amar sin decirlo.
     
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  2.  
    Lexa

    Lexa Fanático

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Awww *--* Demasiado hermoso! Me encantó, en serio.

    Su amor florece sin darle mayor importancia a la discapacidad que él posee, es más, así es mejor para ellos; según entendí. Es muy hermoso que se sigan amando y no vencer ante los obstaculos. El poema es muy lindo, sí. Y es que una pareja es para eso, para complementarse, y ellos dos se complementan a la perfección.

    Debes cuidar más el uso de la coma, y vi ciertos dedazos. Te recomiendo, una vez que hayas terminado de escribir, leerlo con antención y calma :3 Narras bien, es fluida y no cansa. Me gustaron las imagenes~.

    Un escrito muy lindo, gracias por participar ;3


    Saludos.
     
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