Gran Capitán Usopp

A pesar de no decir palabra por mi inactividad, Nami dijo que puedo participar en la actividad "Piratas escritores", así que aquí está. Lo he hecho en una hora o poco más. Tras leer la historia de Patri-chan no creo llegarle ni a la suela de los zapatos xD Es corto. Pero bueh. Disfruten de la lectura.

Gran Capitán Usopp​

—¿Mentira? Esa palabra no está en el vocabulario del Gran Capitán Usopp. Los verdaderos y fuertes guerreros nunca mienten. Es así como se convierten en héroes de la justicia. Como yo. Si algún guerrero fuera capaz de mentir se le tiraría al agua del mar, donde se hundiría con su honor dañado.

—¡Hala! ¿En serio? —Preguntó Chopper emocionado.

—Pues claro. ¿Te he mentido yo alguna vez?

—Cada vez que le cuentas una de tus aventuras —comentó Nami desde el otro lado de la cubierta, que había oído toda la conversación desde el principio.

—¿Es eso cierto?

—¡Pues claro que no! ¡Exijo otro ejemplo más!

—Yo te lo daré: “¡Alto ahí! Soy el capitán de ocho mil bucaneros, si aprecias tu vida, no te acerques a mi.” —dijo Zoro imitando la voz de Usopp dejando una de sus pesas en el suelo.

—Eso es verdad… —reconoció el renito triste.

—P-pues claro que no. Chopper, no les hagas caso… E-eso es mentira…

—¿Qué pruebas tienes? —cuestionó Sanji pasando por su lado con una bandeja en la mano.

El silencio inundó la cubierta. ¿Qué pruebas tenía para demostrar que nunca había mentido? Esa afirmación era totalmente falsa.

La voz de la arqueóloga lo alejó de sus pensamientos.

—Naricitas.

—¿Eh? ¿Ocurre algo, Robin?

—Te han pillado.

Aquellas palabras resonaron en su cabeza una y otra vez. Le han pillado. Por primera vez se rendiría antes sus compañeros y diría la verdad.

—Vale. Está bien, he mentido. Lo siento mucho. Ya podéis reíros de mí y todo lo que queráis.

—No nos vamos a reír de ti —dijo Nami levantándose de la tumbona y acercándose a él; al igual que los otros dos muchachos.

—¿De verdad?

—Claro. Tú dijiste: Si algún guerrero fuera capaz de mentir se le tiraría al agua del mar, donde se hundiría con su honor dañado.

Rápidamente se arrepintió de haber abierto la boca siquiera. ¿Por qué nunca se callaría? Ya se imaginaba ahogado en el mar siendo devorado por un rey marino o algo peor. ¿Ése era el fin del Capitán Usopp?

Ambos hombres lo agarraron y levantaron del suelo. Uno lo sujetaba por los hombros, mientras que el otro por los pies.

—E-esperad, chicos. ¿No os estáis precipitando? Venga, que no es para tanto.

—Si no quieres ver como te tiramos al mar cierra los ojos y espera a ser comido.

Aceptó el consejo que le propinó la navegante y cerró los ojos fuertemente, intentando no gritar como loco.

—Tres, dos, uno… ¡Al agua!

En aquel instante los dos chicos soltaron a Usopp, que calló fuertemente en el agua. Asustado, decidió pedir ayuda desesperadamente e intentar no ahogarse.

—¡S-socorro! Mamá, soy muy joven para morir. No quiero morir ya. Lo siento, no volveré a mentir nunca-

Se había golpeado el pie con algo al fondo. ¿Dónde se encontraba? Decidió abrir los ojos lentamente, temeroso.

Miró a un lado. Y luego al otro. Miró al techo. Y después al suelo. Sorprendido, dirigió su mirada hacia la puerta, donde sus compañeros se encontraban riéndose en silencio.

—C-chicos, Nami. ¿No me habéis tirado al mar? ¿Por qué?

—Te lo explicaré en una sola palabra: Men-ti-ra —respondió Nami abandonando la sala, al igual que los otros dos.

¿Todo eso era una mentira? ¿Le habían gastado una broma? ¿Una broma al Gran Capitán Usopp, el mentiroso?

A partir de allí, Usopp no volvió a ser el mismo. ¿Dejó de mentir? No. ¿Sus mentiras aumentaron? Tampoco. ¿El narrador está mintiendo a los lectores? Sí.

+The end+