Long-fic Crossover [Higurashi-Umineko]

Capitulo 1​

Mayo, Shouwa 54.​

Un mes antes del Watanagashi.​

–Hinamizawa eh, este será nuestro nuevo hogar… ¿Mamá?
–¿Si?
–¿Cómo es ese lugar?
–Vivía ahí cuando era niña, no la recuerdo bien...
–Mm…
–Pero sin duda es un buen lugar donde vivir, te encantara. Además, en un mes sera el festival que se festeja cada año, el Watanagashi.
–¿Watanagashi, que es?
–Lo veras pronto.
La chica se fijo por la ventana del auto, había unos carteles por toda la carretera: “NO INUNDEN HINAMIZAWA”. La chica se revolvió en el asiento y cerro los ojos.

***​

–Dime, ¿Por qué has querido retomar este juego cuando ya ha terminado? –dijo una de las mujeres –. Ya has ganado, no veo la necesidad de seguir con esto, además escuche que la Bruja Dorada ha comenzado un juego nuevo…
–¡Ya lo se! –replico la otra mujer –iremos después a observar el juego de la Bruja Dorada, pero primero quiero entretenerme con esto.
–¿Para que…? La chica ya sabe quien es el culpable y ha demostrado que es digna de ganar.
–Esta vez no será un juego, sino un espectáculo.
–¿Un espectáculo?
–Si, esta vez el tablero será despojado de un par de piezas y agregare otras más.
–Mm…
–Vamos, será divertido.
–Bien, dime de que se trata esto que planeas.
–Bueno, esto solo lo hago por algo de añoranza, tu sabes, tanto tiempo jugando con ellos –la mujer bebió algo de te para aclararse la garganta –Mi plan es quitar a Hanyuu del juego y ver como mi nueva pieza es capaz de crear un desastre en Hinamizawa.
–Pero si Hanyuu no esta, ¿Como va Furude Rika a recordar lo pasado?
–Ahí esta el caso, esta vez no sabrá que esta en nuestro juego.
–Y que me dices de Takano Miyo, La sacaras a ella?
–Aun no lo se, tal vez tenga algo planeado para ella.
–Esta bien, acepto. Quiero ver que tienes planeado para des aburrirnos Bern.
–Te aseguro que te encantara, Lambdadelta.

***​

–¿¡A dónde vas!? –grito la madre de la chica.
–Tan solo quiero ver los alrededores…
–Bien, pero no te alejes.
–Aja…
La chica tomo una rama del suelo y comenzó a caminar. Golpeaba las cosas a su paso.
–Uh–uh…
Los letreros llamaron su atención: “NO SE CONSTRUYA LA REPRESA”
–Terrible no –una voz le llego de detrás –. Quieren construir una represa e inundar Hinamizawa, no estoy de acuerdo, eso molestaría a Oyashiro–sama.
La chica se giro y sus ojos se cruzaron con los de un viejo. –¿Oyashiro–sama? –pregunto confundida.
–¿No eres de por aquí, verdad?
–Me acabo de mudar.
–¡Oh! –soltó el anciano.
–¿Quién es Oyashiro–sama? –la chica se rasco la cabeza.
–Es el Dios que protege la aldea, cada año se hace un festival en su honor, el…
–¿Watanagashi? –interrumpió la chica.
–¡Oh!, veo que has escuchado de eso…
–Mi madre solía vivir aquí cuando niña.
–¡Que bien!, en un mes será el festival espero verte ahí.
–Por supuesto Sr… ¿?
–Kimiyoshi, soy el alcalde.
–Mucho gusto Sr. Kimiyoshi –la chica inclino su cabeza –Mi nombre es… Furudo Erika.
–Mucho gusto…

***​

–Te he inscrito en la escuela –le dijo Furudo Haruka a su hija.
–Mm…
–Mañana tienes que ir, tendrás que levantarte temprano ya que es en el otro pueblo, Okinomiya…
–¿Okinomiya? ¿Acaso no había una escuela mas cerca, aquí en Hinamizawa?
–Si, solo que es muy pequeña y hay unos pocos niños, escuche que solo hay una maestra y tiene que atender una clase de quince chicos, todos de diferentes edades.
–¡Vaya!
–Por eso iras a Okinomiya.
–Bien… no me importa de todas formas...

 

Capítulo 2
Mayo, Shouwa 54.
Un mes antes del Watanagashi.

–Madre, yo no quiero volver a ese internado, por favor déjame vivir en Hinamizawa –se quejó Sonozaki Shion.
–Ese no es mi decisión, es elección de la líder de la familia.
–¿Tengo que hablar con esa vieja bruja?
–No digas esas cosas de la líder –la reprendió Kasai, un subordinado de su madre.
–Pero Kasai, tu sabes como es, me mando lejos… a ese lugar, para que no estorbe…
Era cierto, Shion era un estorbo para la familia Sonozaki, había nacido gemela de la heredera, Mion. Incluso cuando era bebe había sido victima de una horrible tradición en la que se estrangulaba al menor de los gemelos… su misma abuela lo había echo.
Se levanto de la mesa y salió de la habitación, no quería volver a ese internado para mujeres al que su abuela la enviaba siempre. Se sentó sobre una roca y admiro el oscuro cielo sin estrellas, incluso la luna no estaba, se sentía extrañamente sola… Aunque… ¿No estaba sola antes?, la única persona de su familia con la que se llevaba bien era con Mion, su hermana, y casi no se veían.
¡Mion! –pensó de repente. Ella podría ayudarla a convencer a esa vieja bruja para que se quedase. Una sonrisa apareció en su rostro, si, su hermana definitivamente podía ayudarla.
Se levanto y un fuerte viento agitó su largo cabello, estaba decidida, se quedaría ahí aunque la idea de Mion no funcionara. Mañana mismo se dispondría a hablar con su hermana. Definitivamente.

***​

–Así que no te dejan quedar… –comenzó Mion.
–Parece que jamás podre vivir una vida normal… –Shion se encogió y abrazo sus piernas.
–¡Ya se!, yo hablare con la abuela para que te deje quedarte –soltó Mion para animar a su hermana.
–No creo que funcione... –Shion la miraba de reojo. Si se hacia la victima su plan funcionaria mejor, era verdad que no le gustaba que sintieran lastima por ella, pero ahora valía la pena aguantar aquella mínima humillación.
–Yo hare que funcione, quiero que estemos juntas, Shion –agacho la mirada. Nunca decía cosas como esas a nadie, siempre se comportaba fuerte y decidida, incluso a veces se conportaba como un chico, pero su hermana le daba una extraña confianza.
–A mi también me gustaría… –Shion le mostro una media sonrisa para parecer un poco animada… Pero por dentro sabia que había convencido a su hermana, lo que realmente importaba…

***​

–¡Por favor abuela, deja que Shion se quede, no la mandes a ese internado! –imploro Mion.
–Ella no puede estar aquí, es una deshonra para la…
–¡No!, no me importa que me hagas a mi, pero no hables así de mi hermana, ella no merece esto.
–No me levantes la…
–¡Cállate!, ahora veo porque te odia, eres injusta, no porque haya nacido como mi gemela significa que tenga algo mal en ella. Incluso esa tradición de estrangular al gemelo menor es una locura.
Mion se levanto y salió de la habitación, comenzó a caminar enfadada. Sabia que convencer a la líder de la familia seria difícil, pero no esperaba un no definitivo. Necesitaba hacer algo, lo que sea…
–¡Mion, espera! –grito uno de los subordinados de su abuela.
Mion se giro –¿Ahora que?
–La líder tiene una propuesta que te podría interesar.
–¿A si? –arco una ceja.
–Regresa por favor, te lo explicara.
–Bien, pero mas vale que valga la pena –regreso a la habitación donde estaba su abuela y sus subordinados –¿Cuál es la propuesta?
–No quiero que me veas como una malvada bruja, dejare que Shion se quede con la condición de que viva en Okinomiya y estudie allí.
–¿En serio? –el rostro de Mion se ilumino.
–Si.
–Muchas gracias abuela…
Por una pequeña ventana en la habitación, Shion escuchaba complacida todo el alboroto. Una sonrisa maliciosa cubrió su rostro.
Había funcionado.

***​

–Clase, les quiero presentar a dos nuevas estudiantes –la maestra señalo a las dos chicas –Ella es Sonozaki Shion y ella Furudo Erika.
–¡Mucho gusto! –dijeron las dos al mismo tiempo.
–Soy Sonozaki Shion.
–Me llamo Furudo Erika.
–Siéntense en aquellos lugares.
Las dos se miraron y después a los asientos, uno alado del otro, se acercaron y se sentaron. Shion se volvió y le saludo, Erika sonrió.
Al parecer había una chica que se había mudado el mismo día que ella. Era una extraña coincidencia.

***​

–¡Vaya! Esto nunca había pasado antes, Sonozaki Shion quedándose en Okinomiya, jajaja, de verdad que me has sorprendido.
–Es porque esta vez, todo es diferente…
–¿Y quien es esa tal Furudo Erika?, nunca antes había estado en los otros tableros.
–Es una nueva pieza, esta pieza remplazo a Furude Hanyuu, en este mundo ¡Furude Hanyuu no existe! Y Furude Rika no sabe nada acerca de los asesinatos, por lo tanto, Furude Rika no puede predecir el día de su muerte o si morirá en este mundo, todo depende de lo que haga la nueva pieza…
–Jajaja… entonces ¿Existe la posibilidad de que Rika muera antes de que llegue el quinto año del Watanagashi?
–Este mundo no tiene esperanza… –se rio macabramente la Bruja de los Milagros, Bernkastel –Si Furude Rika se mete en el camino de Furudo Erika, estoy segura de que morirá antes del quinto Watanagashi…
–Esto será algo entretenido mientras esperamos a que el juego de la Bruja Dorada comience… –La Bruja de la Certeza, Lambdadelta, se burlo –. Pienso hacer una gran entrada en aquel juego…
–Jajaja… –las brujas se carcajearon…
Siguieron bebiendo te en la habitación donde habían pasado los últimos años desarrollando el Juego. Se miraron la una a la otra, las dos tenían una sonrisa macabra en el rostro. Lambdadelta estaba ansiosa por saber quien seria el culpable de los asesinatos en ese juego. Se volvió y siguió observando el tablero, Sonozaki Shion y Furude Erika caminaban rumbo a Hinamizawa, ver a esas dos juntas le daba la sensación de que algo malo ocurriría alrededor de ellas…
La Bruja de la Certeza, se fijo bien en Erika, ¿Cuál era la verdadera razón de que estuviera ahí…? Le lanzo una rápida mirada por el rabillo del ojo a Bernkastel, seguía sonriendo…

 

Capítulo 3
Junio, Shouwa 54.
La Noche del Watanagashi.

–¡Oh! Rika–chama se ve tan mona –canturreo una viejecilla.
–Mm… gracias… –se sonrojo Furude Rika.
–Ya quiero verla en el festival.
Furude Rika se probaba su traje que usaría para el Watanagashi, a Rika se le consideraba como la rencarnación de Oyashiro–sama y era la encargada de personificar el ritual la noche del festival.
–¡Rika, estas preciosa! –exclamo su madre.
–¡Todo saldrá muy bien esta noche! –exclamo el monje del templo, que era también padre de Rika.
Rika se relamió los labios, no quería estar ahí, era muy molesto, quería estar con sus amigos, jugando. Se miro al espejo, esperaba que esa noche todo saliera bien.

***​

–¡Satoshi–kun! ¡Satoko! Por aquí –gritaba Shion.
Satoshi se acercó seguido de Satoko. Shion, Mion y Erika llevaban kimonos, había sido idea de Erika: “Se verán bien en el festival”, les había dicho.
–Se ven bien… –murmuro Satoshi sonrojándose.
–Gracias… –dijeron al unísono, lo que hizo que se sonrojaran aun más.
Comenzaron a caminar hacia los puestos de comida. Todos se divertían, era la primera vez que Erika presenciaba el festival, le pareció entretenido. Le interesaba mucho todo eso sobre Oyashiro–sama, se acercaron hasta el templo Furude y admiraron la estatua de Oyashiro–sama, los ojos de todos se iluminaron.
–Esto es una tontería –la voz de un hombre les llego de repente –. Ese tal Oyashiro–sama no es más que una estupidez –lanzo una colilla de cigarro hacia la estatua.
El canto de las cigarras comenzó a sonar… El hombre comenzó a alejarse. Erika se volvió para ver a sus amigos, había odio en sus rostros. Satoshi y Satoko tenían una mirada resentida, pero los ojos de Mion y Shion eran muy diferentes. Erika oculto su rostro y reprimió una sonrisa.
Erika mantuvo su rostro inmutable –¿Quién es el? –les pregunto a todos.
–El director del plan para construir la represa, es el hombre que quiere inundar Hinamizawa –soltó Mion a secas.
–Parece que hace lo que quiere, y enfrente de la futura líder de la familia Sonozaki… –la ínsito Erika.
Mion apretó las manos en puño, Erika pudo escuchar el chirriar de sus dientes, y eso le hizo saber que habían obtenido lo que quería.
Mion comenzó a dar zancadas largas y rígidas hacia donde se había ido el hombre, le preguntaron a donde se suponía que iría pero se limito a levantar la mano para que no la siguieran, ninguno le hizo caso y se fueron detrás de ella. Erika volvió a mirar la estatua de Oyashiro–sama, al momento se fue detrás de los demás.
Cuando alcanzaron al hombre, Mion fue la primera en acercarse.
–¡Oye tu! –le grito.
El hombre se volvió.
–¿Qué crees que hacías allá, crees que puedes insultar de esa manera a Oyashiro–sama? –la cara de Mion estaba roja.
–Onee… –le susurro Shion.
–Shion, déjale… –le advirtió Satoshi.
Todos se les quedaron mirando, el hombre abrió la boca para gritar algo, pero la cerro casi al instante cuando se dio cuenta de que todos lo habían rodeado y le miraban con desprecio. Kasai, un subordinado de la familia Sonozaki se acercó para verificar que todo estuviera en orden.
Mion se abalanzo contra el hombre y le dio un puñetazo en la mandíbula, un hilo de sangre escurrió por su barbilla. Le regreso el golpe, pero este fue detenido por Kasai. El hombre apretó los dientes y escupió sangre, les grito un par de maldiciones y se fue muy enojado.
Erika estaba en las sombras, observando el espectáculo. Se miro las uñas despreocupada. Los aldeanos se dispersaron y Kasai comenzó a hablar con los demás para asegurarse de que estaban bien. Escucho que alguien decía: que volvieran para ver el ritual que era parte del festival, pero no supo quien fue.
–Yo… necesito hacer algo… –farfullo Mion antes de desaparecer.
Alguien trato de detenerla sin éxito. Satoshi se llevo a Satoko a ver el ritual y Shion lo siguió, cuando iban a unos seis metros se giro y miro a Erika, estaba mirando el lugar hacia donde Mion se había ido.
–¿Vienes? –le pregunto Shion.
–Ya voy… –su rostro inmutable volvió a reprimir una sonrisa.

***​

Rika levanto el báculo y golpeo el algodón, comenzó el ritual. Mientras todos miraban el espectáculo Erika se escabullo entre la multitud. Shion, Satoko y Satoshi no lo notaron.
–¿Satoshi–kun? –comenzó Shion –¿No quieres ir a otro lugar?
–Pero si estamos viendo el espectáculo…
–Por favor, necesito que me acompañes a un lugar, podemos dejar a Satoko con… –se giro para buscar a Erika y se dio cuenta de que había desaparecido –¿A dónde se fue…?
–Seguramente al baño… –Satoshi se volvió para mirar a Shion, se veía decaída, se relamió los labios –Satoko, ¿Puedes esperarnos aquí? Volvemos en unos minutos…
–Bien.
Shion se ilumino, tomo a Satoshi del brazo y se lo llevo lejos de las personas.

Erika estaba entre los arboles, vio alejarse a Shion y a Satoshi, le lanzo una rápida mirada a Satoko y después siguió a los otros. Los encontró enfrente del santuario Furude, Shion abrazo a Satoshi.
Erika abrió los ojos como platos –¡Vaya!, con que así son las cosas… –esa noche parecía divertida, no recordaba cuantas veces había sonreído así.
Shion levanto el rostro y ella y Satoshi se miraron por un largo rato, él se inclino y sus labios se rozaron. Ella se sonrojó y se apretó aun más contra él.
Erika se saco el kimono, debajo llevaba una blusa y un short cortos. Lo escondió entre las ramas de un arbusto y comenzó a correr, tenia que encontrara a Mion, estaba segura de donde estaba.
–¿Qué quieres niñata? –una voz masculina y conocida llego a sus oídos.
–No dejare que insulte así a Oyashiro–sama… –dijo Mion.
Erika se dispuso a salir a la luz, pero de repente una sombra se asomo por un lado –¿Una pelea? –una voz femenina susurro.
No conocía a esa mujer, tenía el cabello rubio y llevaba un suéter verde. –¿Quién es usted? –dijo el hombre.
–Takano Miyo.
El hombre la ignoro y se fue, Mion le lanzo una rápida mirada a la mujer y se escabullo entre los arboles, Erika se oculto detrás de un arbusto y vio pasar a Mion junto a ella.
–¿Dije algo malo? –escucho decir a la mujer.
Volvió a sonreír.
–¡Hola! Soy Furudo Erika, acabo de presenciar la disputa entre aquellos dos y note que tú los detuviste, Takano, ¿No?
–Exacto –dijo con voz tranquila.
–No te había visto antes…
–¡Oh!, acabo de llegar a la aldea para ocupar el cargo de enfermera en la Clinica Irie.
–Mm… –Erika la miro de arriba abajo.
–¿Estabas en el festival ese, el de Oyashiro–sama? Vcomenzo la mujer –. Es fascinante, todo sobre él me atrae… Estoy estudiando acerca de algo, en realidad es la razón por la que estoy aquí –dijo sin que le preguntaran nada.
–¿Así, y de que va? –las dos se miraron fijamente, el canto de las cigarras comenzó a sonar.
–Es sobre la verdadera naturaleza de Oyashiro–sama, es un secreto, ¿Sabes? –la mujer se quito el pelo de la cara –sabias que la aldea solía llamarse Onigafuchi…
–Lo se… –Erika interrumpió –Ya me han contado todo acerca de él, sobre los demonios que llegaron a la aldea y como Oyashiro–sama salvo a todos… lo se.
–¡Que linda! –exclamó Takano –tal vez pueda darte unos escritos que he descubierto –la mujer saco una libreta de su bolsa, en el rezaba: ARCHIVO 34.
Erika los miro y solo dijo –Dudo que eso sea útil… aquel hombre, el que viste pelando con la chica, es el director que construirá la presa en Hinamizawa, sin duda todo un estorbo para tus estudios. No le doy ni dos meses a la aldea para que sea “Inundada”.
–¿Tu crees? –la mujer se puso a pensar.
–Bueno, me voy…
–¡Espera!, llévate esto… –le tendió la libreta.
Erika la tomo y se fue. Leyó las primeras hojas y descubrió que esa mujer había escrito acerca de una conspiración alienígena.
Tonterías… Pero aunque lo fueran, esa libreta le vendría bien en un futuro…

***​

Al día siguiente:
–¡Oishi–san! –un policía entro gritando.
–¿Qué sucede? –pregunto un viejo con un cigarrillo en la mano, le dio una calada y lo apagó en un cenicero.
La voz del policía se volvió un susurro –Encontramos el cuerpo de un hombre… él estaba… m–muerto… –tartamudeo.
–¿Dónde y cuando fue eso?
–Anoche, después del festival… cerca del basurero… hay algo más…
–¿Qué sucede?
–Solo pudimos encontrara algunas partes del hombre… él fue… des–descuartizado, era el hombre encargado del plan para construir la presa… Y eso no es todo, el segundo al mando del proyecto… ha desparecido, acaban de denunciar la desaparición…
El viejo encendió otro cigarrillo, se levanto de su escritorio y salió a la calle.
–Oishi–san… ¿Qué va hacer?
El viejo se limito a mirarlo, desvió su mirada al cielo y el llanto molesto de las cigarras comenzó a sonar. Nunca le había gustado ese sonido, sentía que era un presagio de mala suerte.
Seguramente el hombre que lo masacro es el segundo a cargo del proyecto, se debió echar a la fuga después de cometer el asesinato… si, eso debe ser… ¿Pero porque lo habrá echo? Tal vez conflictos entre ellos…
El viejo dejo de divagar en su mente y volvió adentro. Para él era un caso cualquiera, nunca se imagino que el año siguiente y el siguiente a ese, ocurriría lo mismo: Una muerte y una desaparición.
–Dígales a todos que busquen al hombre desaparecido. Estoy seguro de que él tiene algo que ver con el descuartizamiento.
El policía asintió y se puso a trabajar…

 

Bueno... este es el cuarto capitulo de mi fic, creo que debo aclararles que este capitulo solo lo entenderia alguien que ya vio Umineko no Naku koro ni pues no se adentra mucho en la serie, tan solo muestra una breve descripcion de las cosas... :/
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Capitulo 4
Abril, Shouwa 57
Dos meses antes del Watanagashi

–Levántense, quiero que conozcan a la nueva estudiante –comenzó Chie–sensei.
Se abrió la puerta y una chica se asomó por ella, su cabello castaño era corto y vestía un traje de tipo marinerita.
–Eto… Mi nombre es Ryuuguu Rena –la chica se sonrojó.
–Siéntate Ryuuguu–san –le pidió Chie–sensei.
Rena se acercó hasta su asiento y le sonrió a un par de chicas que la miraban. Una llevaba el cabello suelto y largo de un color verde, vestía una blusa blanca con una pequeña corbata y una falda; la otra llevaba coletas hasta la cintura y su cabello era de color azul oscuro, esta vestía unos jeans y una blusa ambos de color negro. A un lado de Rena estaba sentada una chica idéntica a la de cabello largo, solo que esta lo llevaba en una cola de caballo, la saludo. Todas parecían muy amables, tal vez sería diferente que en su escuela en Ibaraki.
Las clases comenzaron, Rena noto que en el salón había niños de diferentes edades, su padre le había contado sobre ello antes de ir a la escuela. Cuando las clases terminaron los chicos comenzaron a salir, ella recogió sus cosas y cuando se disponía a levantarse para irse, la chica junto a ella la detuvo.
–Hola, soy Sonozaki Shion.
–H–hola… –susurró apenada.
A su alrededor se juntaron varios chicos, estaba la de coletas y la otra chica que era idéntica a Sonozaki Mion. Detrás de ella estaba un chico rubio y escandiéndose en su espalda una pequeña rubia de pelo corto.
–¡Nipa~! –una chica le sonrió en la cara. Era menuda y de pelo largo color azul. El rostro de Rena se ilumino. –Uh–uh, es tan mona, quiero llevarla a casa… –se lanzó contra ella y la abrazó.
La chica la miró y sonrió.
–Esa es Furude Rika –dijo Sonozaki Mion –esta de coletas es Furudo Erika, esta que se parece tanto a mi es mi hermana Shion –fue señalándolos –ese chico es Houjo Satoshi y la que se esconde detrás de él es su hermana Satoko.
–Un gusto… –Rena seguía abrazando a Rika.
–Queremos que te unas a nuestro club –Erika sonrió.
–¿Qué te parece? –Shion le preguntó.
–Es divertido, jugamos juegos de todo tipo… –agregó Satoshi.
–Es muy divertido… –Satoko salió de detrás de su hermano.
–¿Y bien?, ¿Qué te parece? –Mion se llevó las manos detrás de la cabeza.
Rena se sentía feliz, definitivamente Hinamizawa iba ser mejor que Ibaraki, pronto podría olvidar todo lo que había vívido en su ultima escuela. Todo acerca de su madre y sobre… el “otro” asunto…

***​

–Este tablero tiene muchas similitudes con los otros, aunque también existen unas cuantas diferencias… –la Bruja de la Certeza, Lambdadelta bebió otro trago de té.
Las brujas seguían en la sala del juego, habían estado observando las acciones de las piezas durante todo ese tiempo. Las similitudes que veía Lambdadelta en el juego eran obviamente el descuartizamiento y la desaparición del primer festival. El siguiente año habían muerto los Houjo y los niños habían quedado a cargo de su tía, el año consecutivo habían muerto los padres de Furude Rika y ese año, si recordaba bien, moriría la tía de Satoko y Satoshi desaparecería.
Pero aun le intrigaba la pieza nueva, Furudo Erika, la había visto hacer un par de cosas que no eran del todo buenas, como haberse quedado con el Archivo 34, ¿Para que lo quería? Además fingía ser otra persona que no era en realidad, por dentro era tan retorcida como ella y Bernkastel.
Lambdadelta abrió la boca para decir algo, pero la cerro casi al instante. Miro a Bernkastel de reojo, ¿Para que había metido realmente a Furudo Erika en el juego?
–Mira, este año te sorprenderás… –Bernkastel señalo el tablero.
–¿Qué pasa? –Lambdadelta se asomó.
–Este año, Houjo Satoshi no desaparecerá…
–¿Eh? –Lambdadelta se sorprendió. Le acababa de decir algo muy importante sin que siquiera hubiese pasado. Ella ya sabía el desenlace. No debía estar tan entretenida si conocía la historia.
¿Qué pasaría si de repente su historia se distorsionara un poco? –Lambdadelta se levantó.
–¿A dónde vas? –le cuestiono Bernkastel algo irritada, era de muy mala educación no ponerle atención a su juego.
–El juego de la Bruja Dorada ya comenzó, ¿Por qué no detenemos por un momento el juego y vamos a revisar como va? –propuso Lambdadelta.
Bernkastel se quedo callada, le lanzó una mirada al tablero y dijo: –Vale, no creo que sea tan importante pausarlo por un rato… –asintió y miro una vez más al tablero:
Satoko estaba siendo maltratada por su tía, le golpeaba por algo sin importancia, ese mundo estaba lleno de tragedia. Satoshi se interpuso entre ellas y protegió a su hermana lo que causo que el también fuese golpeado, un hilillo de sangre se resbalo de la frente de él. A pesar de todo, esas personas seguían siendo valientes…
Bernkastel sonrió y su cola hizo un respingo. Por más valientes que fueran, la tragedia no se podía evitar…
Las brujas se miraron y salieron del lugar, necesitaban ver ese juego de la Bruja Dorada, tal vez eso las entretendría un rato más…

***​

Shouwa 59
Justo después de haber terminado el primer juego de la Bruja Dorada.

–¡Jamás voy admitirlo! –gritó Ushiromiya Battler –Porque algo como la magia ¡No existe!
–Jajaja –se burló Beatrice, La Bruja Dorada.
Estaban en una sala de juegos, había sillas alrededor de un tablero, las paredes estaba cubiertas de linóleo blanco y el piso estaba hecho de mármol. La primera ronda entre Beatrice y Battler había terminado. Los dos estaban discutiendo acerca de quien seria el ganador definitivo cuando de repente hubo una explosión en medio de la sala. Una mujer de cabello rubio y corto que llevaba un vestido rosa con una pequeña calabaza apareció.
–Hola a todos, soy “la Gran y Esplendorosa” Bruja de la Certeza, Lambdadelta –fanfarroneo.
Battler se quedó mirándola sin decir nada. Beatrice fue la que hablo: –¡Vaya! ¿Qué haces tú aquí?
Hubo otra explosión y en el cuarto apareció una mujer de cabello largo y azul, llevaba un vestido blanco con encaje y tenia una cola de gato que se movía sin parar.
–¡Así que tú también estas aquí! –exclamó Beatrice –Bruja de los Milagros, Bernkastel. Escuche que ustedes acaban de terminar un juego… –se acercó a ellas ignorando completamente a Battler.
–Vinimos a ver tu juego… ¿De que va, eh? ¿Y quien es él? –se acercó a Battler invadiendo su espacio personal, lo tomo por la barbilla. –Jijiji… este niñato es tu oponente… Es un humano… –dijo con desagrado.
Bernkastel se sentó sin invitación, en un instante se le unió Lambdadelta. Hubo una tercera explosión y apareció Ronove, un demonio que llevaba cuerpo humano y traje de mayordomo. Les ofreció té al par de brujas.
–¿Quiénes son ellas? –Battler las miró con desagrado…
–Ya lo dije, Lambdadelta, la Bruja de la Certeza y Bernkastel, la Bruja de los Milagros. Supongo que se quedaran a observar… la segunda ronda comenzara…
–Esperamos que sea bueno, ya sabes que las brujas solemos aburrirnos con facilidad… –Bernkastel rompió su silencio.
–Así será… –sentenció Beatrice.

***​

Segunda Ronda del Juego de la Bruja Dorada.

La escena comenzó con un par de chicos, Ushiromiya George, uno de los cuatro nietos de Ushiromiya Kinzo, el líder de la familia quien había echo un especie de trato con Beatrice en el pasado, algo que tenia que ver con levantar a la familia. Lambdadelta estaba ansiosa por que avanzase rápido, necesitaba conseguir aquella pieza para su propio juego con Bernkastel. La chica que estaba con George se llamaba Shanon, era la sirvienta de la familia, el par parecía tener un amorío… (Nada de esto era de mucha importancia para Lambdaddelta)
El juego siguió, la Bruja de la Certeza observo a cada pieza del juego.
Descarto rápidamente a varios que no le parecían lo suficientemente ambiciosos para serle útil, todos los sirvientes parecían leales pero no inhumanos, no tenían esa maldad que necesitaba. El líder era un viejo que no le agradaba, Ushiromiya Kinzo, no le gustaba su forma de hacer las cosas.
El oponente de Beatrice, Battler, era demasiado buena persona…
El juego de Beatrice era muy diferente al de Bernkastel y ella. En este trataban de hacer al otro que se rindiera mediante el método Magia–Misterio. Le encantaba el misterio pero la magia le parecía excesiva.
Si fuera mi juego seria mucho mejor… –pensó.
El epitafio de la bruja, sin duda el agradaba. Las piezas fueron eliminándose entre ellas, era grandioso ver la sangre correr. Bernkastel estaba sin apenas moverse, parecía otra, no la juguetona Bern que conocía.
Planea algo…
Al final se quedo con unas pocas piezas que parecían dar la talla para lo que buscaba.
Los hijos de Kinzo parecían dispuestos a todo, eso le gusto: Ushiromiya Rudolf y Eva estaban sin duda calificados. La única nieta de Kinzo que parecía digna era Ushiromiya Maria, una niña algo desequilibrada. Sin duda Ushiromiya Natsuhi era alguien decidido y a pesar de no llevar la sangre de la familia por ser esposa de uno de los hijos de Kinzo, era digna de llevar el apellido.
Cuando el juego termino, Lambdadelta tenía a cuatro posibles participantes.

Tercera Ronda del Juego de la Bruja Dorada.

Bernkastel disfrutaba del juego de Beatrice, pero le hubiese divertido más si pudiera participar. Aprovecho la distracción de Lambdadelta que insultaba a Battler. Desapareció en un parpadeo, si quería estar en el juego, necesitaba una pieza. Además eso le podía echar una mano a Beatrice ya que su oponente parecía cansado, parecía como si se quisiera rendir.
Siguió con su rostro impasible tratando de reprimir un millón de carcajadas a la vez. Desapareció sin que se diesen cuenta, no le importaba mucho perderse un par de escenas del tercer juego, cuando volviera podría entrar en el cuarto juego y se divertiría aún más, sin duda valía la pena.

Apareció en la azotea de un edificio. Había indagado en la vida antes de llegar a Rokkenjima (la isla de la familia Ushiromiya) de cada pieza. Había encontrado algo muy bueno, al parecer Battler tenia una hermana menor…
Su nombre era Ange, se había enfermado antes de que la reunión anual de la familia Ushromiya en Rokkenjima. Después de las masacres que hubo en la isla, quedo huérfana y su tía estaba a cargo de ella. Bernkastel recordó a Houjo Satoko y a su tía, le recordaba un poco a Ange, ella tampoco se llevaba bien con su tía.
Vio a la chica, tenía los ojos cerrados y estaba a punto de saltar.
Una suicida… –era perfecta.
–¿Quieres volver a ver a tu familia? –soltó Bernkastel.
Ange abrió los ojos y descubrió a una mujer con un vestido con encaje que flotaba en medio del cielo. La miro algo asustada.
–¿Quién…? –comenzó.
–Soy una amiga… –la interrumpió Bernkastel –. He venido a ayudarte, ¿Quieres volver a ver a tu hermano?
–¡Battler!, pero el esta muerto, toda mi familia esta… –se detuvo.
–Él esta en un juego contra una Bruja… en Rokkenjima, esta atrapado ahí hasta que gane. Yo quiero ayudarte así que vine a ofrecerte mi ayuda…
–No entiendo…
–Te puedo convertir en una bruja, y puedes ir a ese lugar en donde esta atrapada tu familia, ¿No quieres volver a verlos a todos?
–¿Qué debo hacer? –Ange preguntó, no tenia tiempo para reflexionar, extrañaba demasiado a su familia.
–Tan solo ven con migo… pero claro, si quieres ganar, necesitas seguir las reglas –Bernkastel sonrió macabramente.
–¿Cuáles son esas reglas?
–No debes revelar tu identidad a Battler… ¡Oh! también toma esto –le tendió una libreta.
–¿Qué es eso? –Ange le lanzó una mirada de desconfianza.
–Es el diario de Ushiromiya Maria…
Ange apretó la mandíbula, recordó a su prima. Se sujeto de la reja que rodeaba la azotea del edificio y dijo: –¡Acepto!
Bernkastel sonrió, le tendió la mano y saltaron del edificio…

***​

Después de la Cuarta Ronda del Juego de la Bruja Dorada.

Ange murió frente a los ojos de Battler. Beatrice supuso que eso era lo que planeaba Bernkastel desde un principio, era una clase de motivación para que Battler siguiera en el juego. Pero… ella sentía que ya no podía con todo esto… Battler comenzaba a odiarla y por alguna razón no podía evitar sentirse mal.
Me rindo… –pensó.
Lo último que recordaba fue que le gritaba a Battler que la matara, estaba a punto de rendirse cuando la Bruja de la Certeza creo una regla que le impedía rendirse. Ahora solo podía mirar al frente… no sentía nada, estaba cansada del juego… Entonces Battler propuso:
–Pospongamos el juego por un rato, tengamos un descanso, ¿Qué te parece Beato? –no contesto, siguió sin moverse. Su maestra, Virjilia, seguía peinando su cabello.
–Bien… –Lambdadelta se levanto –. Si van a posponer el juego, Bernkastel y yo nos iremos hasta que empiece la próxima ronda, aun tenemos cosas por hacer. ¿Bern?
El par de brujas se levantó. Beatrice las vio sonreír y eso la hizo saber que habían conseguido lo que se proponían, desaparecieron al mismo tiempo y su carcajada hizo un eco en la sala. Estaba segura de que volverían a por más, sino por qué Lambdadelta había creado esa regla. Beatrice se quedo callada mirando al vacío, esperaba estar equivocada acerca de las brujas, no las quería ver otra vez por ahí.
¿A dónde se habían ido de todas formas?, no importaba, el caos ya había sido creado…

 

Capitulo 5
Junio, Shouwa 57
Unos días antes del Watanagashi.

Lambdadelta estaba más feliz que nunca, al principio del juego Bernkastel había dicho que eso tan solo era un espectáculo, pero ella lo iba a hacer un juego, cuando incluyese a la pieza que había conseguido en el juego de Beatrice. Ese si que era un gran juego después de todo, aunque eso de que ella se quisiese rendir no podía permitirlo, al final había tenido que intervenir para ayudarla, es que si te rindes en un juego la victoria ya no tiene mucho sentido, siempre había pensado que la victoria era más jugosa cuando podrías burlarte de tu oponente en la cara. Aun seguía algo resentida porque Bern le había ganado el juego anterior pero eso ya era pasado, ahora estaban ahí solo para divertirse con su viejo tablero.
–Hinamizawa –pronunció. Bernkastel la miro, su rostro reflejaba confusión. Le sonrió –¿Comenzamos?
–¡Claro!
Las dos se inclinaron para ver mejor el tablero.
Bernkastel esperaba a que Ryuuguu Rena muriera y Sonozaki Shion desapareciera, era su plan desde un principio. Ese año la tía de Satoko y su hermano no serían las victimas de la maldición de Oyashiro–sama, como siempre. Ella ya tenía planeado todo el espectáculo, pero lo que no sabía, era que Lambdadelta la miraba de reojo, esperando su reacción al ver como cambiaba su plan de juego…

***​

Ushiromiya Eva iba en el asiento de copiloto, observaba los árboles desaparecer conforme avanzaba el auto. Antes de comenzar ese viaje había investigado acerca de Hinamizawa, parecía un buen lugar para relajarse, si tan solo pudiese hacer eso, la verdad es que estaba ahí solo por negocios.
Una mujer la había contactado hacia dos semanas, parecía que tenía influencias, pues era difícil enconarla. La mujer había dicho que se llamaba Takano Miyo, le había hablado acerca de una extraña enfermedad que había en ese lugar. La mujer le había propuesto que financiara su investigación, prometía mucho.
Como una de las familias mas acaudaladas de Japón, los Ushiromiya eran reconocidos y tenían mucho dinero, todos les pedían ayuda para levantar sus proyectos. Al final Eva acepto, la mujer también había dicho que estaba en una organización llamada Tokio, Eva había escuchado algo de eso.
Se sentía complacida, de los cuatro hermanos Ushiromiya, la habían escogido a ella, si el proyecto era un éxito, lo que esperaba, podía presumir sus logros a su padre y restregárselos a Rudolf en la cara.
Rudolf era su hermano mayor, era un ególatra, nunca lo pudo soportar. Estaba destinado a ser el líder de la familia a la muerte de su padre, cosa que no podía soportar.
–¿Estas bien, cariño? –se volvió y miro a su esposo, Ushiromiya Hideyoshi. Había conservado su apellido debido a lo que este le proporcionaba y a su esposo no parecía molestarme.
–Si, solo estoy ansiosa por llegar… –le sonrió.
Miro por el espejo retrovisor, su hijo, George estaba en la parte trasera del auto con su… prometida, Shanon. George había insistido en llevarla, Shanon era la sirvienta de la familia y su hijo le había propuesto matrimonio, él era mayor y tomaba sus propias decisiones, además Shanon parecía una buena mujer, le agradaba.
–¿Están bien allá atrás? –les preguntó.
–Si –susurro Shanon –¡Gracias por invitarme a venir!
–No tienes que agradecer, pronto serás de la familia… –Eva le sonrió.
Shanon inclinó la cabeza en modo de respuesta, miro a George y le sonrió. Estaba feliz de estar ahí, miro por la ventana y noto un montón de letreros alrededor de un templo, hablaban acerca de una presa que inundaría la aldea. Había una chica en las escaleras que subían al templo, era menuda y llevaba un vestido verde, era muy mona. La observó hasta que se alejaron…

***​

–Lo siento todas las noches, esta sentado junto a mí mientras duermo, me observa. A veces escucho pasos entrecortados y cuando me doy la vuelta no hay nadie…
Satoshi se cubrió la cara, Rena estaba junto a él y le daba palmadas en la espalda.
–Yo… yo también lo escucho… –ella miraba al vacío –. En Ibaraki, es Oyashiro–sama, él estaba enojado porque me fui de Hinamizawa cuando niña… Tal vez ahora esta enojado contigo por lo que me contaste la otra vez, yo creo que Satoshi–kun no debe irse…
Él levantó la mirada, seguía mirando al vacío, era algo siniestro…
Furudo Erika los vigilaba detrás de la puerta, era perfecto. Desde que se había cambiado de escuela junto con Shion, las cosas habían sido más divertidas. Y ahora con la llegada de esa nueva chica las cosas cambiarían. Jugueteó con sus manos y sujetó una cámara instantánea. Sacó una foto y se alejó de la escena.
Sacudió el papel hasta que la foto reveló a un chico rubio y una chica castaña muy juntos. Puso el papel frente a Shion.
–¿Qué es esto? –dijo la del pelo verde.
–Satoshi–kun y esa tal Ryuuguu han pasado mucho tiempo juntos, ¿No lo crees? –la de las coletas sonreía tan sínica como siempre –Shion, tu eres mi amiga y sé que te gusta mucho Satoshi–kun así que no quiero que te sientas mal…
La peliverde abrió los ojos como platos, apretó la foto entre sus manos, su mirada se ensombreció –Creo que Rena necesita un escarmiento…
La otra le puso una mano en el hombro y sonrió a sus espaldas. Parecía que ese año el festival iba ser igual de divertido, ya tenía en mente quienes serian las victimas de Oyashiro–sama.

El día del festival [En la mañana]

Shanon salió a caminar, la aldea era realmente hermosa, era muy tranquila, aunque el llorar de las cigarras la llegase a molestar un poco. Esa noche sería el festival que se hacia cada año en Hinamizawa.
El viento sopló con fuerza y levantó la falda que llevaba, se la sujetó apenada.
–El viento esta fuerte hoy, ¿No? –se giró y su mirada chocó con la de una chica con coletas. Asintió en respuesta –. No te había visto por aquí antes…
–En realidad vine solo de visita…
–Mm… entonces debes tener cuidado, a Oyashiro–sama no le gustan los extranjeros, puede que esta noche seas victima de su maldición… –la chica observo el cielo.
–¿Maldición?, ¿Oyashiro–sama?
–Oh perdona, no sabes nada de eso… es algo que tienen los habitantes de aquí, creen que cada año el Dios que protege la aldea mata a alguien y se lleva a otro…
Las cigarras comenzaron a llorar y el viento arreció.
–Debes tener cuidado…
–No creo en esas cosas…
–Los escépticos son los primeros en desaparecer –la chica de coletas se llevó la mano a una bolsa que cargaba, sacó una libreta y se la tendió –. Mira, a mi me dejaron esto para leérmelo, habla sobre la verdad acerca de Oyashiro–sama, te lo dejare para que te cultives un poco…
Shanon aceptó la libreta, la abrió y comenzó a leer, hablaba acerca de una enfermedad que había en los habitantes. Cuando se dispuso a preguntarle a la chica ¿Por qué se lo daba?, se dio cuenta de que se había ido.

–George mira esto –le tendió la libreta que le había dado la chica misteriosa.
El muchacho leyó un poco de las primeras líneas y abrió los ojos como platos –¿De dónde has sacado esto?
–Una chica me lo dio…
–Es extraño… –él guardó la libreta –no le hablemos de esto a nadie, ¿De acuerdo?
Ella asintió.