Long-fic de Inuyasha - Condenados [Sessho&Kago]

Hola aqui sigo con la historia espero que les guste J

Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 9.

Narra Kagome:

Era la hora de entrenar y Kaoru me había dicho que hoy estaría ocupado porque Sesshomaru le había mandado a hacer un encargo, pero ese no era motivo para que yo no entrenara, así que tome el arco y las flechas que se encontraban en mi habitación y salí al jardín de la parte trasera del castillo posicionándome frente al árbol donde Kaoru había echo la marca, tome la posición que me había enseñado, apunte y lance con precisión pero no logre darle a la marca ni siquiera estaba cerca.

— ¿Porque no lo puedo dar a la marca?, ¿que hago mal? — pensé en voz alta sin saber que era escuchada.

— Debes concentrarte, poner tu mente en blanco y fijar tu vista en el objetivo— conocía esa voz, no entendía porque me ayudaba pero decidí hacerle caso. Me puse en posición, despeje mi mente y fije la vista en el objetivo, y dispare con fuerza, esta vez no di en la marca pero estuve mucho más cerca que las veces anteriores.

— Debes despejar tu mente y concentrarte en el objetivo.

— Eso hice.

— Si lo hubieses echo, le hubieses dado al objetivo.

Fruncí el ceño ante sus palabras pero volví a intentarlo, esta vez cerré los ojos para despejar mi mente, una vez echo apunte y dispare con precisión, esta vez le di a la marca, no pude evitar sonreír, al fin después de tantos intentos logre dar en el blanco, la verdad nunca imagine que el pudiese ayudarme pero así fue y le estoy agradecida.

— Muchas gracias Sesshomaru— le dije dedicándole una sonrisa sincera.

Narra Sesshomaru:

Era la primera vez que la escuchaba decir mi nombre y también la primera vez que la veía sonreír, sentí una sensación extraña en mi interior, ¿felicidad?, ¿satisfacción? No lo sabía, pero ninguna de las dos opciones me agradaba, sin más que decirle me marche sin cruzar más palabra con ella.

Narra Kagome:

Estaba sorprendida de que Sesshomaru me ayudara, quise saber el ¿por qué?, pero era mejor no preguntarle y dejar las cosas como estaban, es más estos días he notado a Sesshomaru un poco diferente, ¿será que ya no me odia?, difícil de creer…Decidí seguir practicando siguiendo los consejos de Sesshomaru y gracias a estos siempre daba en la marca, me encontraba muy feliz.

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Narra Hiroshi:

Humanos despreciables, los odio…Tengo que pensar en algo para que esa humana se largue del castillo, no voy a permitir un ser tan despreciable en el castillo, no me importa la advertencia del amo ni las condiciones que puso su padre, esa humana se tendrá que largar del castillo, no importa lo que tenga que hacer, no me importa si tengo que… matarla.

— Ya tengo un plan— dije mientras se formaba una sonrisa maliciosa en mi rostro.

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Narra Akira:

¿De que hablara Hiroshi?, ¿Un plan?, abrí mis ojos sorprendidas al recordar que Hiroshi odia a los humanos… ¡Kagome!, no puede ser, ¿será que Hiroshi tiene un plan para deshacerse de Kagome?, tengo que decirle a Kagome… pero el amo Sesshomaru dijo que si alguien le hace daño este pagara las consecuencias, así que no tengo de que preocuparme, el amo la protegerá, si así es…

— Akira, ¿estas bien? — escuche la voz de Kagome sacándome de mis pensamientos.

— Si Kagome, ¿por qué?

— Es que te vi perdida en tus pensamientos.

— No, tranquila no pasa nada— le dije regalándole una sonrisa — Dime, ¿como te fue en tu entrenamiento? — le pregunte para desviar el tema.

— Ah, muy bien, por fin logre darle a la marca que Kaoru había echo, pero adivina quien me ayudo.

— ¿Quién? — me dio mucha curiosidad por saber pues si Kaoru no estaba ¿quien mas podría ayudarla?

— Sesshomaru— me dijo con una sonrisa en sus labios, lo que dijo me tomo por sorpresa no me lo esperaba, ¿el amo la ayudo? Eso es muy raro…

— ¿Enserio Kagome? — le pregunte aun si poder creerlo.

— Si así es, estoy igual de sorprendida que tu pero así fue, yo estaba practicando y no lograba darle a la marca, entonces escuche que me decía que debo concentrarme, despejar mi mente y fijar la vista en el objetivo, sus consejos sirvieron pues por primera vez le di a la marca.

— El amo Sesshomaru odia a los humanos, y esto que me cuentas es difícil de creer, Kagome eres muy afortunada.

— Quizás esta dejando su odio a los humanos.

¿El amo dejar de sentir odio a los humanos?, con lo que le hizo su padre, eso es algo imposible, pero yo noto al amo diferente, trata a Kagome con indiferencia pero ya no la mira con desprecio, será posible…

— Kagome, ¿qué haces si el amo Sesshomaru se enamora de ti? — le pregunte de repente dejándola sorprendida ante mi pregunta.

— ¿Por qué preguntas eso?

— Es solo curiosidad Kagome, dime ¿tu podrías llegar a enamorarte del amo?

Narra Kagome:

La primera pregunta me tomo por sorpresa, pero la segunda me dejo pensando, ¿podría yo enamorarme de Sesshomaru?, eso creo que es imposible, el echo de que sea youkai no me importa tanto, pero él es frío, su personalidad arrogante y orgullosa, además odia a los de mis especie, ¿es atractivo? Si tengo que admitirlo pero él pudo haber sido el youkai que mato a mis padres…

— Aun espero la respuesta— hablo Akira interrumpiendo mis pensamientos.

— No Akira, no podría.

— ¿Por qué?

— Primero Sesshomaru nunca si fijara en una humana, segundo mira como es, su personalidad, su orgullo, su indiferencia, su frialdad, además el odia a los de mi especie.

— Tú sabes que eso puede cambiar.

— Puede que si, pero aun sigo pensando que Sesshomaru pudo haber sido quien mato a mis padres.

— No Kagome, ya deja de pensar en eso, nunca debí contarte, me siento culpable.

— No Akira, no tienes que sentir culpa, es que simplemente no puedo evitarlo.

— Lo único que haces es torturarte con tus pensamientos, olvídate de eso, fue una simple coincidencia.

Akira tiene razón, pensar en eso es una tortura, además quizás tenga razón y todo haya sido una simple coincidencia, lo mejor será tratar de olvidar eso…

— Tienes razón, lo olvidare— le dije para después brindarle una sonrisa, ella por su parte también me respondió con una sonrisa.

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Narra Sesshomaru:

Han pasado varios días, varios días en que me siento asqueado, como yo el gran Sesshomaru pude caer tan bajo, ya se ha vuelto una costumbre, algo de rutina, no había noche en que no visitara la habitación de la humana para verla dormir, no había día en que no la viera entrenar, ¿en que momento perdí el control? Y ahora me dedico a observar a la humana, a contemplarla, a admirarla…Mis pensamientos estaban perdidos, y pensar que todo comenzó cuando la humana se atrevió a gritarme y, según ella, dejo de sentirme miedo, me trata con indiferencia, me ignora, aspectos básicos que me pertenecen, cualidades que son propias de mi…

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Narra Kagome:

Ya han pasado varios días desde que estoy en el castillo, pensar que hace días estaba viviendo en la aldea siendo una humana normal con una vida normal, y ahora me encuentro en el castillo de uno de los youkais más poderosos de la región, sabiendo que estoy marcada por el, mi vida esta condenada a estar con el hasta el fin de mis días, pero no todo ha sido malo, las personas del castillos, a excepción de Sesshomaru, me han tratado muy bien e incluso Jaken ya no me grita tanto, pero aun sigue con su tono chillón, Akira se ha convertido en mi amiga, Kaoru es muy amable conmigo y gracias a el ya domino muy bien el arco; todo esta bien a pesar de todo, pero últimamente desde que Akira me hizo aquella pregunta “¿tu podrías llegar a enamorarte del amo?” Sesshomaru no sale mi cabeza e incluso otra pregunta ha llegado a mi mente, ¿qué siento yo por el youkai?, ¿odio? Hace días la respuesta hubiese sido que si con toda seguridad, pero ahora es diferente, lo siento diferente, pero ¿Por qué es diferente? No lo se…

Dándome cuenta de que ya había anochecido y empezaba a sentir sueño, me dispuse a recostarme en la cama, para así descansar…

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Narra Kagome:

No sé que paso, pero por alguna extraña razón abrí los ojos de golpe, me sentía observada, mire por toda la habitación y el miedo me invadió, al ver como unos ojos dorados estaban posados sobre mi, mi corazón empezó a latir desenfrenadamente, pensé que era un sueño, cerré mis ojos y pase mi mano por la cara, cuando los abrí me percate que ya nadie me observaba los ojos dorados habían desaparecido, esos ojos dorados que se me hacían muy conocidos, muy familiar, esos ojos fríos…

— Sesshomaru…— susurre su nombre.

Estaba realmente sorprendida, ¿acaso Sesshomaru estaba en mi habitación?, no, no lo creo, debió ser mi imaginación, si, pero… ¡Yo vi sus ojos! Esos ojos dorados y fríos, ¡era el! ¿Pero que hacia en mi habitación?, yo estoy bien, no me ha hecho daño, ¿será que vino a verme mientras duermo?, ante esa idea no pude evitar sonrojarme… Me di cuenta que era pasada la media noche y el sueño empezó invadirme…

 

Holaa, aqui va la continuacion ^^

Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 10.


Narra Kagome:

— ¡¿Por qué no lo quieres reconocer?! — la verdad estaba muy molesta, el youkai me estaba haciendo quedar como una mentirosa.

— No entiendo de que hablas.

— Sabes muy bien de que hablo, yo te vi Sesshomaru, anoche estabas en mi habitación.

— Estas alucinando— su voz fría pero a la vez serena, hacían que me molestara mucho más.

— ¡No estoy alucinando! Yo te vi, ¡eran tus ojos! — y sin querer dije lo que no debía.

— ¿Mis ojos?, ¿Cómo estas tan segura de que eran mis ojos?

¿Y ahora que le iba a decir?, ¿iba a admitir que ha detallado cada parte de sus rostro, y que sus ojos han quedado tatuados en mi mente? No, eso nunca…

— Amm, no lo se, ¿sabes que? Ya no importa, esta bien si no quieres decir nada, te entiendo, bueno Sesshomaru no te quieto más tu tiempo y me retiro…— le dije intentando salir de situación en la que me encontraba.

— ¿A dónde vas? — esa pregunta me tomo sorpresa.

— A entrenar con Kaoru, ¿por qué?

— Últimamente pasas mucho tiempo con el.

Abrí los ojos sorprendida, estaba alucinando o en verdad la voz de Sesshomaru sonaba algo ¿celosa?

— ¿Te molesta?, ¿estas celoso? — le pregunte con un tono burlón, reprimiendo una carcajada, esto no tenia sentido. Vi como frunces levemente el ceño dándome a entender que estas molesto.

— Lo que dices no tiene sentido, pero te recuerdo que es mi marca lo que llevas en tu cuello— me dijo para después salir de su habitación dejándome pasmada ante sus palabras, ¿de verdad Sesshomaru estaba celoso? No eso es imposible, seguro piensa que yo estoy interesada en Kaoru y teme que pueda tener algo con el, dejándolo en ridículo ante todos, pues la infidelidad no es permitida…

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Narra Sesshomaru:

Fui traicionado, mi youkai interior me traiciono diciéndole aquellas palabras a la humana, ¿qué es lo que esta ocurriendo conmigo?, cada pregunta que ella hace yo se la respondo, hace días la ignoraba por completo, pero ahora es diferente, ¿por qué?, ¿qué me has hecho mujer?, el odio que siento por los humanos, no lo siento por ti, algo no esta bien en mi…

Decidí pasar la tarde fuera del castillo, era lo mejor para despejar mi mete y poner los pensamientos en orden, como siempre ha de estar…

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Narra Kagome:

Kaoru me dijo que no entrenara hoy pues llevaba siete días seguido practicando y que era bueno que me tomara un descanso, puesto que mi cuerpo lo necesitaba, así que decidí recorrer el castillo pues aun no había tenido la oportunidad de hacerlo, estaba apunto de entrar a la sala principal cuando alguien me detuvo llamándome.

— Señorita, que bueno que la encuentro, el amo Sesshomaru desea verla— me hablo un youkai de cabellera morada, ojos rojos, garras alargadas, su piel blanca, y tenia una marca morada en cada mejilla.

— ¿Y en donde se encuentra?

— Esta en el bosque, si me permite yo la llevare hasta donde se encuentra.

— De acuerdo— dije algo confundida, ¿Sesshomaru querer verme en el bosque? Eso es muy raro, pero no pude hacer más que seguir al youkai que me conducía hasta donde se encontraba Sesshomaru, me percate de que no llevaba ni el arco ni las flechas, quise devolverme e ir a buscarlo pero no creo que sea necesario, Sesshomaru no me iba a hacer daño, extrañamente estaba segura de ese pensamiento.

Llevaba unos diez minutos caminando y no parecía haber señal de Sesshomaru, lo único que hacia era adentrarme más y más en el bosque, en eso recordé lo que Kaoru me había dicho “usted debe tener cuidado con Hiroshi, el odia a los humanos, y hará lo posible por deshacerse de usted, a pesar de la advertencia del amo”, acaso estaba siento llevada hacia una trampa…

— Aun no me has dicho tu nombre, ¿puedo saberlo? — le pregunte intentando sonar tranquila. Pero él no me respondió y siguió caminando ignorando la pregunta formulada.

— ¿Quién eres? — le pregunte posicionándome al frente de él impidiendo que pasara, acto seguido el youkai me dio una cachetada muy fuerte, tanto que estrelle contra un árbol.

— Oh, los del castillo no le han hablado de mi, pensé que estaría informada— me hablo con cierto tono de sarcasmo en su voz.

— Hiroshi…— murmure, dedicándolo una mirada retadora.

— Veo que si te han hablado de mí, entonces te habrán dicho de mi gran odio a los humanos— sus labios se curvaron en una sonrisa burlona.

— ¿Por qué nos odias? — le pregunte mientras posicionaba mi mano en la mejilla herida.

— No pretendo perder tiempo respondiendo tu pregunta, tengo que matarte antes de que el amo Sesshomaru regrese al castillo y se de cuenta de que no estas.

Me maldije a mi misma por no llevar el arco con las flechas, ¿de que estaba sirviendo el entrenamiento, si en situaciones como esta no podría defenderme?, vi como Hiroshi se acercaba a mi con espada en mano…

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Narra Akira:

No encontraba a Kagome por ningún lado del castillo, Kaoru me dijo que hoy le dio el día libre para que descansara, por un momento pensé que había escapado, pero me desespere al no encontrar a Hiroshi tampoco, temí lo peor, estaba rezando para que el amo regresara y como si mis plegarias fuesen escuchadas el amo entro por la puerta principal.

Narra Sesshomaru:

— ¡Amo Sesshomaru! — me molesto que Akira me gritaba pero su voz sonaba desesperada y traía una cara de preocupación.

— ¿Qué pasa Akira?

— Es Kagome, no esta por ningún lado del castillo.

Ante las palabras de Akira fruncí el ceño molesto, ¿acaso la humana ha intentado escapar nuevamente?

— Eso quiere decir que escapo.

— No estoy tan segura, pues tampoco encuentro a Hiroshi por ningún lado.

— ¿Y que tiene que ver Hiroshi? — le pregunte algo confundido, pero no lo demostré.

— Amo, Hiroshi odia a los humanos y por ende odia a Kagome, además hace días escuche que decía “ya tengo un plan” no entendí a que se refería, pero temo que puede estar relacionado con Kagome.

Uno de los empleados del castillo intenta hacerle daño a la humana a pesar de mi advertencia, fruncí el ceño molesto y salí al jardín intentando encontrar el aroma de la humana, podía sentirlo bosque adentro mezclando con el de Hiroshi, sin perder tiempo fui hacia ella.

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Narra Kagome:

— ¡Ahhh! — no pude evitar gritar al sentir como la espada atravesaba sin ninguna compasión mi pierna derecha.

— Te daré una oportunidad, lárgate del castillo— me hablo de manera fría mientras clavaba su espada en mi hombro izquierdo.

— ¿Por qué me haces esto? — le pregunte con ojos llorosos, me era muy difícil retener las lagrimas.

— Al parecer aun no lo entiendes, odio a los humanos, son seres despreciables.

— Si piensas que correré o suplicare por mi vida, ¡estas muy equivocado! — le dije con tono molesto, pero lo cierto es que empezaba a ver borroso, pues estaba perdiendo mucha sangre, los mareos no tardaron en venir.

— Bien, después no digas que no te lo advertí— vi como levantaba su espada apuntando a mi corazón, yo no podía moverme, esta inmovilizada por el dolor, no podía defenderme, ¿así acabaría mi vida?, no, ¡yo dije que lucharía! Pero, ¿cómo saldría de esta?; la espada estaba por atravesar mi corazón cuando, una mano con garras y dos marcas violetas en la muñeca, detuvieron la espada, partiéndola en dos…

— Sesshomaru…— tu nombre salió en un susurro, un susurro débil.

Narra Sesshomaru:

Llegue en el momento indicado, su sangre me atrajo, te observo, tienes dos heridas profundas, una en la pierna derecha y la otra en el hombro izquierdo, tu piel estaba pálida y tus ojos empiezan a cerrarse, has perdido mucha sangre.

— Amo Sesshomaru— la mirada de Hiroshi representaba miedo, yo le dedique una mirada fría y la verdad, me encontraba muy molesto.

— Al parecer has ignorado mi advertencia, y como dije pagaras las consecuencias— saque a bakusaiga para, con un solo movimiento acabar con su vida.

— Amo perdóneme, pero es que al igual que usted yo también odio a los humanos, compartimos ese mismo sentimiento, y en ese aspecto somos iguales…— corto tus palabras de manera abrupta, dándole paso a tu muerte, ¿cómo te atrevías a pensar que éramos iguales? , sinceramente algo ridículo…

Narra Kagome:

Nunca iba a estar más agradecida con el youkai como en este momento, me ha salvado la vida y no me importa si es una condición de su padre, le estaba muy agradecida, quise ponerme de pie pero la vista empezaba a nublarse, el dolor se intensificaba y mis ojos empezaban a cerrarse, estaba por desmayarme, ¿y ahora?, ¿Sesshomaru será capaz de dejarme aquí? No lo creo, pues no tendría sentido salvarme para después dejarme morir desangrada, pero ¿iba a cargarme? El, Sesshomaru, ¿cargar a una humana? No lo creo, además…— Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir como unos brazos rodeaban mi cuerpo y me sostenían de manera segura. Abrí mis ojos lentamente y mis preguntas fueron contestadas, Sesshomaru me estaba cargando, algo difícil de creer, no pude evitar que mi cuerpo se tensara y los nervios me invadieran, pero ¿por qué ha de estar así?, la verdad me sentía segura en los brazos de Sesshomaru, él me ha salvado, mi cuerpo se relajo, y en un impulso me aferre a su armadura, en busca de protección y seguridad, mis ojos nuevamente se cerraron pero esta vez, la sensación de vacío se apodero de mi…

Narra Sesshomaru:

Vi como te aferrabas a mi armadura, en busca de ¿protección?, ¿seguridad? Si eso parecía, sin saber porque refuerzo mi agarre, veo como tus ojos se cierran, los latidos de tu corazón se hacen más lentos al igual que tu respiración, te has desmayado, y era de suponerse pues has perdido mucha sangre, Hiroshi te ha herido gravemente, veo en tu mejilla la marca de una cachetada, me molesto, Hiroshi te ha tocado la cara, pero ya ha pagado por su falta, lo he matado, estas mal, lo veo, lo noto, tu cara tiene una mueca de dolor…

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Entro al castillo y todos me miran sorprendidos, y más porque sangras en mis brazos.

— Akira, revísala y cúrala— hablo mientras intento entregarte a sus brazos, pero tu te aferras a mi, ¿acaso no estabas desmayada?...

— Amo, que le parece si usted la lleva a su cuarto y hay la reviso— ante sus palabras y tus actos no me queda más que acceder.

Te recuesto en tu cama, le digo a Akira que se encargue de ti, pero me detengo justo cuando estoy por abandonar la habitación, te miro sorprendido pero no lo hago notar, Akira también te mira sorprendida, has susurrado mi nombre, un susurro débil pero perfectamente captado por nuestros oídos de youkais, siento algo en mi interior, ¿qué es? No lo se, decido quedarme en la habitación y me siento en el marco de la ventana mientras observo como Akira te cura.

— Tiene fiebre— eso explica todo, estas delirando…

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Akira cura y venda tus heridas, me dice que no tienes fiebre y que seguro no tardaras en despertar, le ordeno que se retire, es casi media noche, la verdad ya me encuentro acostumbrado a observarte mientras la luz de la luna da contra tu rostro, no entiendo el porqué de mis actos y de mis pensamientos, pero al final de cuenta son mis pensamientos y nadie sabrá de la confusión en la que me encuentro…

 

Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 11.



Narra Kagome:

Siento los rayos del sol sobre mi rostro, me remuevo un poco en mi cama y… espera ¿mi cama?, los recuerdos vienen a mi, y me levanto de golpe, fue un error pues siento un dolor punzante en mi hombro izquierdo…

— ¡Ahii! — no puedo evitar quejarme, miro mi hombro y esta vendado, miro mi pierna y esta vendada, respiro aliviada, pero recuerdo lo que paso y tu rostro viene a mi mente.

— Sesshomaru…

— Hmp, ¿aun sigues delirando? — mis ojos se abren en sorpresa al verte en la ventana, ¿cómo no me di cuenta de que estabas aquí?, pero rápidamente me repongo, y por primera vez no te miro con odio, mis ojos se posan sobre los tuyos, perdiéndome en esa mirada fría pero a la vez hermosa, tenia que admitirlo, los ojos dorados del youkai eran hermosos, me siento un poco extrañada pues tu también me miras, pero no es una mirada de odio ni dura, ¿fría? Si, pero es diferente, de repente apartas la vista de mi, posándola en el jardín, yo bajo mi cabeza y sin saber porque me sonrojo.

— Amm, Sesshomaru, muchas gracias por salvarme— te agradezco al instante que subo mi cabeza para observar tu reacción, tu frunces el ceño, estas molesto y no entiendo porque.

— ¿Intentabas escaparte? — me hablas con voz fría y dura, en esta se puede notar tu enojo.

— ¿Qué? ¡No! Hiroshi me tendió una trampa, me dijo que tu querías hablar conmigo y cuando le pregunte que donde estabas, me dijo que en el bosque y yo lo seguí.

— ¿Para que entrenas si en una situación como esa, no puedes defenderte?

— Yo caí en una trampa Sesshomaru, nunca imagine que el me fuese atacar.

— ¿Entrenas para distraerte o para pasar tiempo con Kaoru? — me preguntas, a la vez que me diriges una mirada acusadora.

— ¿Qué insinúas? — te respondo con una pregunta de manera molesta.

— ¡Responde! — me levantas la voz, verdaderamente estas molesto.

— La razón por la que entreno es porque quiero aprender a defenderme, no porque quiero pasar tiempo con Kaoru— y en un arrebato de molestia te digo mis verdaderas intenciones.

Narra Sesshomaru:

Examino tu mirada, para comprobar que tan ciertas son tus palabras, una vez echo, abandono la habitación satisfecho pues lo que dices es verdad, pero mi comportamiento es inapropiado, ¿qué pasa conmigo? ¿Desde cuando me preocupo por la humana? Es inaceptable…

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Narra Kagome:

Realmente estoy sorprendida, ¿qué fue eso? No me miras con odio y pareces estar celoso de Kaoru, no lo entiendo, pero me gusta… ¡No! ¿Qué estoy pensando? Yo no puedo fijarme en Sesshomaru, no puedo, pero…

— Adelante— digo al escuchar como la puerta es tocada.

— Kagome, ¿Cómo estas?, ¿te duele algo?, ¿quieres algo?

— Akira, son demasiadas preguntas— le digo algo abrumada.

— Lo siento, pero me preocupe mucho por el estado en que llegaste.

— Estoy bien tranquila— le dije para dedicarle una sonrisa.

— Si puedo notarlo, pero ¿Qué paso Kagome?

— Amm, pues te contare. Kaoru me dio el día libre y entonces decidí recorrer el castillo, pero un youkai me detuvo diciéndome que Sesshomaru quería verme en el bosque, me extraño eso, pero le creí y lo seguí; cuando llegamos al bosque me doy cuenta de que puede ser una trampa, pues llevábamos rato caminando y no había señales de que Sesshomaru estuviese por ahí, entonces recordé que Kaoru me había dicho algo sobre Hiroshi y su odio a los humanos, cuando me di cuenta que era el empezó a atacarme y no pude defenderme pues salí sin mi arco y flechas, estaba perdiendo mucha sangre y empezaba a ver borroso, vi como levantaba su espada dispuesto a clavármela en el corazón, pero llego Sesshomaru y lo detuvo, matándolo; yo estaba muy mareada y débil, así que el me cargo y… No recuerdo nada más pues me desmaye— le conté de manera resumida lo que había sucedido.

— Mm, ya veo, bueno el amo te trajo y me pidió que te curara, el mismo tuvo que llevarte a la habitación pues tu no querías despegarte de él, te aferrabas con fuerza a su armadura— Mis mejillas se tiñeron de un color rojo intenso ante las palabras de Akira, ¿yo no querer despegarme de Sesshomaru?, ¿qué significaba eso?

— ¿Qué más paso? — sentía la necesidad de saberlo.

— Kagome, cuando el amo te recostó en la cama y estaba dispuesto a irse, se detuvo pues tú susurraste su nombre, haciendo que el amo se quedara.

Eso lo explicaba todo, por eso se quedo, por que yo susurre su nombre… ¡¿Qué?! Yo susurre su nombre, mis ojos se abrieron en sorpresa y mis mejillas se tornaron más sonrojadas de lo que estaban, no podía creer lo que había echo…

— Kagome, ¿a que se debe tu sonrojo?

— ¿Ah? No sé de que hablas— dije intentando hacerme la desentendida.

— Kagome, ¡estas sonrojada! No me digas que tu…

— ¿Qué yo que?

— ¿Te has fijado en el amo?

Lo dijo, la pregunta que menos quería escuchar, pero a la vez esa pregunta que me hacia dudar de una respuesta, dudar de una posible negación, ¿Enamorarme yo de Sesshomaru?... Me hacia esa pregunta varias veces pero no lograba encontrar la respuesta y decir no, no parecía ser una opción…

— No lo se Akira, estoy confundida— le confesé.

— Oh Kagome, te estas enamorando— me hablas y tus ojos brillan, no entiendo porque estas tan feliz.

— ¿Por qué te da gusto?

— El amo ha vivido en soledad, el y su orgullo junto con la frialdad, pero tu lo has cambiado un poco, lo he notado, yo sabia que tu estancia aquí iba a traer sorpresas.

— Creo que exageras, Sesshomaru sigue igual, además recuerda que estoy aquí en contra de mi voluntad.

— Umm, lo se, pero eso no quiere decir que no te guste estar aquí.

— Akira, voy a caminar un poco — intento cambiar el tema y huir de la situación en la que me encuentro.

— ¿Qué dices? No puedes, aun tu pierna no se ha curado.

— Lo se, solo caminare un poco, no quiero estar todo el día en la cama.

— Se que nada de lo que diga va a hacerte cambiar de opinión, pero no te esfuerces.

— Lo prometo — te digo regalándote una sonrisa, con tu ayuda me pongo de pie, y si mi pierna no ha sanado y el dolor en inevitable, así que con mucho es fuerzo logro caminar, pero mi paso es lento y no puedo mover mucho mi brazo izquierdo, ¡genial! Debo agradecerte Hiroshi por lo que me has hecho…

— ¿Estas bien Kagome? — me preguntas y puedo ver en tu cara la preocupación.

— Si. ¿Cuánto tardara en sanar mis heridas?

— Las medicinas que te estoy dando son muy buenas, yo calculo que en dos semanas estarás en perfectas condiciones.

— ¿Dos semanas? Es mucho tiempo— mi cara se torna en disgusto.

— Las heridas son profundas y considerando que eres humana, el proceso de sanación es un poco lento.

— Tienes razón— te digo resignada, pues tus palabras son ciertas.

Salgo al pasillo, me preguntas si necesito ayuda yo te respondo que no, estoy bien; me crees, me dedicas una sonrisa y me dejas sola, camino lentamente pero me encuentro con unas escaleras, doy un gran suspiro dándome cuenta de que no puedo bajar y no me queda de otra que caminar por el pasillo, pero solo hay puertas, y más puertas, pero una es conocida para mi, me detengo en esta, siento el impulso de entrar pero los nervios me invaden y me doy cuenta de lo que estoy haciendo, me atemorizo pues tu tienes un gran sentido del olfato, y sin pensarlo dos veces a paso lento me regreso a mi habitación, pero sigo nerviosa y mi corazón late desenfrenadamente….

Con algo de esfuerzo me siento en el marco de la ventana para relajarme, pero ocurre todo lo contrario al verte sentado bajo un árbol en el jardín, me tranquilizo un poco pues no sabrás que estuve frente a tu puerta, mis ojos se clavan en ti me es difícil dejar de mirarte, tus parpados están cerrados, la brisa pasa entre tu cabello jugando con este, tu pierna izquierda esta estirada y la derecha esta doblada mientras una de tus manos descansa sobre la pierna doblada, hay que admitirlo es una escena hermosa, y tengo que admitirlo Sesshomaru es atractivo, ¿fijarme en ti? No lo se pues tu frialdad, tus amenazas, y bueno tampoco es que me trata muy bien que digamos… “tu sabes que eso podría cambiar” tus palabras vienen a mi mente Akira, ¿Sesshomaru cambiar? Esa pregunta me hace dudar… ¡No puede ser! ¿En que momento abrió los ojos? Noto que tienes tu mirada clavada en mi y yo no puedo despegar mi vista de tus ojos, mis mejillas se adornan de un color rojo intenso, al ver como tus labios se tornan en una sonrisa, quedo sorprendida pues es la primera vez que te veo sonreír, logrando embobarme ante ella…

No se si esta bien, no se si es la decisión correcta pero correré el riesgo, “¿Podrías enamorarte del amo?” ya tengo la respuesta Akira, y aunque puede ser un gran error, digo que si.


Espero que les haya gustado ^^

 

Hola, mil gracias por sus comentarios, me motivan *-* Pero he visto que están siendo eliminados, razón: spam… (?) Y la verdad no me gusta para nada :c Así que porfa, traten de no hacer comentarios “spam” pues odio que sus comentarios sean eliminados, pero ni modo, son reglas :c Tratemos de evitar eso….Si más que decir aquí esta la continuación espero que les guste *--* Espero su opinion ^^

Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 12.



Narra Kagome:

Mi corazón no deja de latir desenfrenadamente, no sales de mi cabeza y el sonrojo no desaparece de mis mejillas, tu sonrisa ha quedado grabada en mi mente y quizás Akira tenga razón, si puedes cambiar y como pensé con anterioridad correré el riesgo. Por culpa de la vergüenza me aleje de la ventana, no quería que me vieras sonrojada, además no quiero ser tan obvia, pero muero de curiosidad, quiero saber si todavía estas debajo del árbol, estoy por asomarme cuando el sonido de la puerta interrumpe mi acción…

— Adelante.

— ¡Kagome! ¿Cómo estas?

— Oh Kaoru, estoy bien, gracias— digo al instante que mis labios se tornan en una sonrisa.

— Me alegro. Me preocupe mucho por ti— y en tu cara se refleja que es verdad.

— Muchas gracias por preocuparte, pero estoy bien. Sesshomaru llego a tiempo — sin poder evitarlo mis mejillas se sonrojan levemente al pronunciar tu nombre.

— Si, ya me entere de todo, bueno tendrás que esperar a sanar para seguir con los entrenamientos.

— Si Akira me dijo que en dos semanas, ya mis heridas habrán sanado por completo — te digo para luego sentarme en mi cama, pues me siento algo cansada.

Narra Kaoru:

Kagome, últimamente no sales de mi cabeza, tu voz, tus ojos, tu personalidad, eres especial y tengo que admitirlo eres muy hermosa pero… ¿que hago?, ¿y si ella no siente lo mismo por mi? No quiero arriesgarme…

— Oye Kagome, tengo que decirte algo.

— Dime.

— Tú… ¿alguna vez te has enamorado? — es la primero que viene a mi mente, pues me acobardo a la hora de confesarte la verdad.

— Oh, bueno ahorita estoy empezando a sentir algo especial por alguien, ¿Por qué?

Lo que dices, me duele, sientes algo especial por alguien, ¿Quién será?, ¿el amo? Seria lo mas lógico pues tu eres su mujer, soy un tonto al pensar que podías sentir algo por mi…

— Curiosidad — te digo para que no notes mis verdaderas intenciones. — Bueno tu sabes que puedes contar conmigo, para lo que sea— te digo de manera sonriente para cambiar el tema.

— Gracias— me dices al instante que me abrazas y me susurras al oído “tu también”, sorprendido te correspondo el abrazo, sintiendo algo especial en mi… Pero rompes el abrazo de manera abrupta, te miro confundido pensando que te arrepientes de lo que has hecho, pero noto que tus ojos reflejan sorpresa.

— ¿Interrumpo? — y ahora lo entiendo todo, también me sorprendo pero me repongo rápidamente, dándome vuelta.

— Para nada amo, con permiso— hablo haciendo una reverencia mostrando respeto, pero la verdad estoy nervioso, no por mi, si no por Kagome… Sin más que hacer me retiro de la habitación sintiendo en mi espalda la mirada acusadora del amo.

Narra Sesshomaru:

La escena que presencie causo una gran molestia en mí, ¿Por qué? No lo se, pero ver a la humana abrazada a uno de los empleados del castillo no era de mi agrado…

— ¿Necesitas algo? — escucho tu pregunta, y aprecio algo de nervios en tu voz, pero no huelo tu miedo, entonces ¿por qué estas nerviosa?...

— Hmp— es lo único que sale de mi boca y me retiro de la habitación, ¿decirte el verdadero motivo? Nunca, ¿decirte que mi intención es interrumpir esa escena tan ridícula?, no era ni siquiera una opción.

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Narra Kagome:

La brisa acaricia mi piel, mientras el árbol en que me encuentro recostada me brinda la sombra necesaria, mi vista esta clavada en la rosa blanca que descansa en mis manos y mis pensamientos están siendo ocupados por un solo ser: Sesshomaru, ¿en que momento invadió mi cabeza? Me encuentro recordando cuando me viste abrazada con Kaoru, la mirada asesina que le dedicaste era impresionante, ¿estabas celoso? Ante esa pregunta no puedo evitar sonrojarme, si estabas celoso es que sientes algo por mi, ¿será posible? Últimamente has cambiado conmigo y esos cambios, para mí, son buenas señales, pero eres un ser muy orgulloso, youkai al fin… Esperare pues no tengo prisa, pero espero no terminar como mis manos se encuentran ahora: lastimadas, yo sabía que al cortar la rosa mis manos terminarían así, pero decidí correr el riesgo pues sentí que valía la pena…

-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-​

​

Narra Sesshomaru:

Mis pensamientos han sido invadidos por la humana, ¿qué me ha hecho? Ella sin permiso se ha adentrado en ellos, ¡maldición! ¿Qué ocurre conmigo?... Fruño en ceño molesto al ver como Kaoru se acerca a ti, últimamente este no se aleja de ti, siento la necesidad de ir a interrumpir, pero me doy cuenta de mis pensamientos, ¿Qué es lo que ocurre conmigo? Me siento aliviado al ver como Kaoru se aleja de ti, tú te encuentras sentada bajo un árbol, la brisa juega con tu cabello y la rosa que descansa en tus manos hace la combinación perfecta…. Abro, mis ojos sorprendidos ante mis pensamientos, esto no esta bien, estos pensamientos no son propios de mí y lo peor es que son causados por una humana y a este paso terminare como mi padre… ¡Nunca! Primero muerto antes que fijarme en una humana, pero de algo estoy seguro ella lleva mi marca, ella me pertenece…

Bueno es corto, lo se :/ pero el proximo tratare de hacerlo más largo, lo prometo ^^ Igual espero que les haya gustado...

 

Hola, como lo prometí un capitulo relativamente largo, y bueno con este espero compensar que no podre publicar continuación el fin de semana L

Gracias a todos los que leen la historia, también por sus comentarios y “me gusta”. Aquí esta continuación J Espero que les guste ^^



Condenados/ (Sesshomaru&Kagome)

CAPITULO 13.



Narra Kagome:

Ya han pasado dos semanas, mi recuperación ha sido excelente, no puedo estar más contenta; el dolor ha desaparecido y mis heridas están cicatrizando, Akira me ha dicho que mi proceso de recuperación ha evolucionado gracias a los remedios y a que he descansado; al principio me rehusaba a estar todo el día en cama pero Akira y Kaoru me hablaban de que era lo mejor, que mi cuerpo necesitaba descanso y bueno no me quedo de otra que aceptar, además estaba agradecido con ellos, por la manera en que me cuidaban; en cuanto a Sesshomaru, bueno mejor dicho señor orgulloso; no he cruzado palabra con el desde que insinuó de que yo quería estar con Kaoru, aunque el todo los días pasa por mi habitación me observa y después se retira, no entiendo el porqué de su acción; por las noches siento que me observa pero no lo he descubierto desde aquella vez… No puedo evitar sonrojarme ante ese pensamiento pero como dije señor orgulloso, nunca admitiría que me observa…

— Kagome, aquí esta el kimono que pediste que se lavara— la voz de Akira logra sacarme de mis pensamientos.

— Muchas gracias Akira, este kimono es importante para mí— le digo mientras agarro la prenda lavada entre mis manos; el color morado de este y las flores blancas que lo adornaban me recordaban a mi madre, la verdad la extrañaba mucho.

— Kagome ¿estas bien?

— Si Akira, ¿por qué lo preguntas?

— Es que al ver el Kimono tu mirada se torno triste.

¿Tan obvia soy?

— Lo que pasa es que este Kimono me lo regalo mi madre, Azumi; y bueno no puedo evitar recordar.

— Oh te entiendo, hace ya mucho tiempo que no la ves.

— Si, desearía verla— suspire mientras pensaba en ella, madre te extraño, quiero verte pero para que Sesshomaru me deje ir necesito un buen motivo que no sea el hecho de que te extraño… “La gente cuando se va de viaje por mucho tiempo, envía cartas” Eso es, ¡las cartas! Lo había olvidado, escribiré las cartas que le había prometido a mi madre y le preguntare a Sesshomaru si se las puedo dar personalmente, ojala diga que si…

— ¡Kagome! — el grito de Akira hizo que diera un pequeño brinco.

— Akira, ¿por qué me gritas? — te pregunto confundida pues tu nunca acostumbras a gritarme, solo cuando…

— ¡Sera por que llevo rato llamándote y no me respondes! — estas molesta lo noto en tu voz, y bueno no es para menos, no es la primera vez que me pierdo en mis pensamientos y me olvido de que estas aquí.

— Akira lo siento, es que estaba pensando, ¿me disculpas? — te hablo regalándote una sonrisa inocente.

— De acuerdo— me hablas pero ruedas tus ojos como siempre lo haces, provocando que se me escape una pequeña risita — y ¿en que estabas pensando? — me preguntas mientras suspiras, esta escena es de rutina.

— Antes de irme de la aldea, le prometí a mi madre que le enviaría cartas, bueno ha pasado un tiempo y creo que es hora de que les escriba las cartas.

— Oh, esta bien, ¿quieres que te consiga papel y tinta?

— Si por favor.

— De acuerdo, ya regreso.

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— Oye Kagome, ¿Cómo vas a enviar las cartas? — me preguntas mientras me entregas las hojas y el frasco de tinta.

— Pues pensaba ir a entregárselas personalmente.

— Pero si la vas a ver, ¿para que escribir las cartas?

— Bueno si Sesshomaru me deja ir, no creo que me deje estar en la aldea por mucho tiempo y por ende no va a dar tiempo de decirle todo a mi madre.

— Entiendo ¿crees que el amo te deje ir?

— Eso espero, pero le insistiré tanto que no tendrá opción que dejarme ir —te digo mientras una sonrisa traviesa se refleja en mi rostro.

— Tú no tienes remedio, te dejo pues tengo que lavar unos kimonos y sabanas.

— ¿Quieres que te ayude?

— ¡No! Tú quieres que el amo me mate al ver a su mujer trabajando, tú escribe las cartas, tranquila.

— De acuerdo— suspiro resignada, siempre es lo mismo.

Una vez que Akira sale mi habitación me dedico a escribir, al principio se me hace difícil pues no se como empezar, además no se si contarte todo pues si te cuento que he estado al borde de la muerte dos veces te preocuparías demasiado y bueno la verdad es que estoy bien… Así que decido escribir diciéndote que me encuentro muy bien y que Sesshomaru no están malo como pensábamos…

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Las quiere mucho, Kagome… ¡Listo! Ya acabe de escribir y ahora solo me queda la parte más difícil, hablar con Sesshomaru… Decidida me levanto, dispuesta a conseguir ese permiso, estoy frente a tu habitación, seguro sientes que estoy frente a tu puerta y no hay marcha, toco esta con firmeza…

— Adelante.

Haciendo caso en lo que dices, entro a la habitación. Te encuentras sentado en el marco de la ventana y tu mirada clavada en el jardín.

— Sesshomaru…

— ¿Qué quieres?

— Vengo a pedirte permiso— te digo y esta vez tu mirada se centra en mí.

— ¿Para que?

— Quiero ir a la aldea en donde vivía, para entregarle una carta a mi madre, que le había prometido.

La habitación se sume en silencio y yo estoy ansiosa por tu respuesta.

— No.

Bueno no debo sorprenderme ante tu respuesta, ya me lo esperaba.

— ¿Por qué? — mi voz suena molesta y lo estoy.

— Podrías escapar— me hablas con tu tono frío y una mirada acusadora.

— No, yo no voy a escapar, simplemente les llevo las cartas y me dejas estar unas horas en la aldea — te digo a la vez que mis labios se tornan en una sonrisa, para así demostrarte que mis palabras son verdaderas.

— Humana… — me hablas y siento que me vas a decir que no nuevamente, así que sin pensarlo me coloco frente a ti y agarro una de tus manos.

— Por favor, no voy a escapar— te hablo, bueno te ruego, pero tu mirada esta clavada en la mano que te sujeto… Espera, ¿mano que te sujeto? Abro mis ojos sorprendida y retiro mi mano rápidamente.

— Lo siento— mi voz suena un poco entrecortada y mis mejillas se tornan de color rojo intenso, no podía creer lo que había echo y sentí que mi oportunidad de ir a la aldea se había esfumado…

Espero que hables pero tu mirada sigue clavada en la mano que tuve entre mis manos, pareces algo desconcertado y lo entiendo…

— Entonces, ¿qué dices? — te pregunto algo asustada, temo que me digas que no y esta vez si lo haces no tendré argumento para replicar…

— De acuerdo— sorprendida me encuentro, pero llena de felicidad, y en mis labios se forma una gran sonrisa gracias a tus palabras.

— Pero te acompañare, partiremos mañana al amanecer después de la comida.

Por la manera en que hablas, sé que son tus últimas palabras, me sorprende que quieras acompañarme pero no me importa igual veré a mi madre y me encuentro agradecida.

— Gracias— sin poder evitarlo mi voz suena emocionada, sin más que hacer y para no echar todo a perder, me retiro con una sonrisa en mis labios dispuesta a buscar a Akira para darle la noticia.

Narra Sesshomaru:

“De acuerdo, pero te acompañare”, con que derecho esas palabras salieron de mi boca, desde cuando accedo a las peticiones de la humana, ¡maldición!... Abro y cierro la mano que tocaste, con la intención de que esta extraña sensación desaparezca, pero el hormigueo no cesa, ¿qué me has hecho humana?

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Narra Akira:

— ¡Akira!

Escucho como gritan mi nombre y esa voz le pertenece a Kagome, ¿qué ha pasado?... Haciendo uso de mi velocidad hago acto de presencia frente a ti.

— Kagome, ¿qué pasa? — te pregunto preocupada pero tu rostro refleja una gran felicidad.

— Sesshomaru me dejo ir a la aldea.

Sorprendida ante tus palabras se dibuja una sonrisa en mi rostro.

— ¿Enserio?, ¿cómo accedió?

— Bueno al principio dijo que no pero después accedió con la condición de que el me acompañara, pues piensa que voy a escapar.

— Bueno lo importante es que vas a ver a tu madre, ¿cuándo te vas?

— Si, mañana al amanecer después de la comida.

— De acuerdo.

Estoy impresionada, Kagome consiguió el permiso que quería, definitivamente Kagome es la humana que va a cambiar al amo, ella es diferente, ella es especial…

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Narra Kagome:

Es hora de entrenar, después de estar incapacitada por dos semanas, me encuentro emocionada, la verdad me gusta mucho manejar el arco; salgo al jardín y Kaoru me esta esperando pero tu rostro refleja cierta molestia...

— Llegas tarde.

— Lo siento— te sonrió como siempre lo hago, pues llegar tarde es una mala costumbre que poseo.

— Bien— suspiras resignado — la última vez que entrenamos dominabas muy bien el arco a la distancia que marcamos, ahora veamos como te va a una distancia mucho mayor, así que retrocede unos quince pasos.

Hago caso a tus indicaciones y me sorprendo al ver que si es una gran distancia, pero sé que lo lograre, hoy siento que la suerte esta de mi lado. Me das el arco y las flechas, yo tomo la postura que me enseñaste y apunto a la marca, recuerdo las palabras de Sesshomaru “Debes concentrarte, poner tu mente en blanco y fijar tú vista en el objetivo”, haciendo caso a esas palabras disparo con precisión; ¿mi sorpresa? Es que le di a la marca, miro a Kaoru y este se encuentra sorprendido, no puedo evitarlo y una sonrisa se cuela en mi rostro.

— ¡Le di! — exclamo contenta, definitivamente hoy la suerte esta de mi lado.

— Ya veo, felicidades, no me lo esperaba.

— Ah es que hoy es un día diferente, la suerte esta de mi lado.

— ¿A que se debe eso?

— Kaoru mañana iré a mi aldea— te digo sonriendo pero tu rostro se torna sorprendido y algo desconcertado.

— ¿Te vas? — me preguntas con un deje de tristeza en tu voz.

— Oh no, creo que no me exprese bien, voy de visita, supongo que al atardecer estaré de vuelta.

Narra Kaoru:

No puedo evitar soltar un suspiro aliviado ante tus palabras, pensar que te vas del castillo para siempre era, para mi, mortificador.

— ¿Vas a ir sola?

— No, Sesshomaru me acompañara.

Me sorprendo ante tus palabras ¿el amo accedió a acompañarte? Algo difícil de creer, pero últimamente el amo ha cambiado su actitud con Kagome, ¿será posible que el amo se haya enamorado de Kagome? Si es así, mis posibilidades son nulas.

— Entiendo.

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Narra Kagome:

Me di un refrescante baño después del entrenamiento, me encontraba muy feliz pues en todas las oportunidades le había dado a la marca, he mejorado mucho y todo gracias a las enseñanzas de Kaoru, siento que le debo mucho, es una gran persona. Siento en mi cuerpo un gran cansancio, decido recostarme en mi cama, y antes de cerrar los ojos y caer en el sueño profundo, sonrió pues mañana va a ser un gran día.

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​

Siento los rayos del sol sobre mi rostro y por primera vez me siento feliz de sentirlos, pues anuncian el amanecer; así que antes de que Akira venga a despertarme como todas las mañanas, decido levantarme y darme un baño; una vez hecho me coloco un kimono color celeste con flores blancas bordadas, Akira y sus grandes creaciones…

— Adelante— pronuncio al escuchar como la puerta es tocada levemente.

— Kagome, ¿ya estas lista? — me preguntas sorprendida

— Sí — te digo de manera sonriente, mi felicidad es evidente.

— Bueno baja, la comida esta lista.

— Gracias Akira.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras rápidamente, llegando al comedor puedo ver a Jaken y Sesshomaru sentados en sus respectivos lugares; así que sin perder tiempo me siento en mi lugar, mientras sirven la comida…

— Huma…eh, Kagome ¿a que se debe esa gran sonrisa? — me pregunta Jaken y siento como me examina con la mirada.

— Estoy feliz Jaken, ¿por qué?

— Bueno eso quiero saber, ¡¿por qué tan feliz?! — no había día en que Jaken no me gritara.

— ¿Acaso no puedo estar feliz? — te pregunto mientras te dedico una mirada retadora

— ¡Niña insolente! Solo te estaba preguntando.

— ¡Que mi nombre es Kagome!

— No me interesa tu nombre, te llamo como quiera, además…

— Jaken— el mencionado al escuchar su nombre en los labios de Sesshomaru, detuvo sus palabras y con la mirada llena de terror siguió comiendo; no pude evitarlo y una pequeña risita salió de mi boca; me miras con molestia y estas apunto de replicarme cuando nuevamente la voz de Sesshomaru te detiene.

— Jaken, prepara a Ah-Un, saldremos.

— ¿A dónde amo Sesshomaru? — escucho tu pregunto pero Sesshomaru solo te dirigí una mirada fría, que estremece a cualquiera.

— Como ordene— le respondes rápidamente y en tu voz se siente el temor que posees.

Sesshomaru es el primero en terminar de comer, pero antes de retirarse de la mesa dice unas palabras…

— En una hora bajo, espero que este todo listo para salir— hablas mientras me mira fijamente, yo solo muevo la cabeza en afirmación.

— Kagome, ¿A dónde vamos? — me pregunta Jaken una vez que Sesshomaru abandona el comedor.

— A mi aldea, de visita— mis palabras salen con un deje de felicidad en mi voz, tú solo te quedas pensativo y no me respondes.

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​

Me encuentro montada sobre Ah-Un y la felicidad me invade al saber que falta unos minutos para llegar a la aldea, me imagino la cara de felicidad de mi madre y Yuri, los extraño mucho…

Mis pensamientos son detenidos al darme cuenta de que me encuentro en la entrada de esta, no puedo evitar sonreír, bajo de Ah-Un y estoy por entrar cuando tu voz me detiene…

— Tienes dos horas— me hablas con voz fría y dura, en realidad suena como una orden, pero no le tomo importancia.

— De acuerdo, muchas gracias Sesshomaru— te regalo una gran sonrisa y sin más que decir entro en la aldea…

Narra Sesshomaru:

Era la primera vez que veía a la humana tan contenta, extrañamente me gustaba verla así, ¿por qué? No lo se; pero quizás venir aquí no están malo después de todo.

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Narra Kagome:

Al entrar todos me veían con gran sorpresa, la verdad no creo que ellos no esperaban volver a verme, unos me miraban con miedo y otros con confusión pero no preste atención a sus miradas y me dirigí a la cabaña de mi madre, estaba realmente emocionada por verla y quería ver su reacción.

— ¡Madre! — grito y tu saltas levemente asustada, me miras con sorpresa y tus ojos se cristalizan pero rápidamente sonríes y me abrazas con fuerza.

— Mi niña, te he extrañado mucho, ¿cómo estas? — tu voz suena entrecortada pero a la vez llena de felicidad.

— Muy bien ¿y tu? También te he extrañado mucho— no puedo evitarlo mis ojos se cristalizan también.

— Bien, pero ¿cómo es que estas aquí? — me preguntas mientras dejas de abrazarme y me miras confundida.

— Sesshomaru… — al pronunciar ese nombre tu confusión se hace mayor— El youkai que me llevo así se llama, bueno el me dio permiso de venir a visitarte.

— Oh, entiendo, me alegra que estés aquí, pensé que no volvería a verte más.

— Pues yo prometí traerte cartas — te las muestro y tu cara se torna de felicidad mientras se dibuja una sonrisa en tus labios.

— Y como yo te prometí las leeré con Yuri.

— Hablando de ella, ¿dónde esta?

— En su cabaña, ¿vas a verla? — mi cabeza se mueve en afirmación ante tu pregunta.

Me dirijo a tu cabaña, y la felicidad no me abandona.

— ¡Yuri! — grito tu nombre provocando que te voltees y tus ojos se abran de sorpresa.

— ¿Kagome? ¿Eres tú?

— Claro— digo mientras te abrazo fuertemente.

— Amiga te he extrañado mucho— me dices con voz llorosa, mientras me correspondes el abrazo.

— Yo también— susurro junto a ti.

Fueron las dos horas más alegres de mi vida, mi madre decidió hacer una rica comida e invito a Yuri a comer, yo casi no comí pues ya había desayunado, les conté todo, pero claro omitiendo las parte donde fui atacada, les conté de Kaoru y de Akira, y que también Sesshomaru no tan malo con se pensaba pero que era sumamente orgulloso, ellas se sorprendieron pero comprendieron; sin más que decir les entregue las cartas hay se especificaba todo; dándome cuenta de que ya las dos horas habían pasado decidí regresar con Sesshomaru pues lo menos que quería era que se enojara; la despedida fue difícil pues ninguna de las dos me quería dejar ir pero no les quedo de otra…

— Adiós Kagome, cuídate mucho— hablan al unísono, yo sonrió y las abrazo con fuerza.

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— Ya volví— anuncie mientras veía como Sesshomaru se levantaba del árbol en que hace minutos se encontraba recostado, el tenia en su mano una piedra que dio contra el rostro de Jaken, despertándolo y haciendo que se levantara sobre Ah-Un en donde hace minutos dormía plácidamente; una risita escapo de mi boca haciendo que Jaken me dedicara una mirada acusadora.

— Vámonos— hablo Sesshomaru mientras nos poníamos en marcha de regreso al castillo.

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Llevábamos unas horas caminando y empezaba a notar que este no era el camino por el cual llegamos a la aldea…

— Este no es el camino — comente.

— Obvio que no, es un atajo— me aclaro Jaken.

¿Atajo?... Extrañamente este camino se me hace muy conocido, pero ¿por qué?; ¿acaso yo he pasado por aquí? Siento que si… Intento recordar pero nada llega a mi mente; pero la duda es aclarada cuando pasamos cerca de una aldea, aldea que yo conozco a la perfección, mis ojos se cristalizan, los recuerdos vienen a mi; intento no mirar pero es imposible, siento una fuerte opresión en el pecho; como deseaba que no hubiésemos tomado un atajo…

— Mire amo, la aldea que hace diez años destruyo aun no la reconstruyen.

Me paralizo ante las palabras de Jaken y proceso cada palabra que ha dicho “Mire amo, la aldea que hace diez años destruyo aun no la reconstruyen”; ¿la aldea que Sesshomaru destruyo?, eso quiere decir que el… Mis ojos se abren en sorpresa y lagrimas amargas escapan rodando por mi mejilla, ¡no puede ser!, no quiero creerlo, cierro mis ojos con fuerza y sacudo la cabeza con la esperanza que todo sea un mal sueño…

— ¿Qué te pasa? — escucho tu voz dándome a entender que nada es un sueño; mi respiración se hace agitada, las lagrimas no cesan, los recuerdos no me abandonan; abro los ojos y te miro con odio, mientras en un grito suelto la verdad…

— ¡Tu mataste a mis padres!