Como pudo ser posible.

Prologo.

Todo comenzó cuando el tiempo había transcurrido desde que Kagome volvió a la época Sengoku para estar al lado de Inuyasha, Rin se había convertido en una mujer, no tardo mucho como para que el gran Sesshomaru lo notara y se fijase en ella, bastara la belleza y dulzura de Rin para ablandar el corazón duro y frio del gran Diayoukai?.

La decisión de Rin.

Después de que Kagome regresara a la época Sengoku, el grupo del Diayoukai se encontraba cerca de una aldea en donde vivía la señora Kaede, se detuvieron próximos a llegar a la entrada de esta, el Diayoukai quedo viendo la aldea para luego ver a la pequeña que lo acompañaba.

—Rin, te quedaras aquí para convivir con los humanos - espeto el Diayoukai con tono de mandato.

—Si, amo Sesshomaru – respondió con una sonrisa Rin mientras se adentraba a la aldea.

Luego de eso, Rin busco a la señora Kaede para preguntarle si podía quedarse con ella, busco la choza de la antes mencionada y al encontrarla, le pregunto si podía convivir con ella, a lo cual la señora Kaede respondió con un si.

Mientras los días pasaban, la señora Kaede y Rin se conocían cada vez más, cada 5 días Sesshomaru llegaba a visitar a la pequeña la cual esta se lo agradecía mucho ya que sabía que su amo no era así con cualquiera, pero cuando la pequeña cumplió 11, el Diayoukai dejo de visitarla.

El tiempo paso y la pequeña se acostumbraba a vivir con los humanos, sin embargo no había día en que ella no pensara en su amo y en lo que le dijo antes de desaparecer de su vida.

Recuerdo de la plática entre Rin y Sesshomaru:

La pequeña y Sesshomaru se encontraban sentados en un prado cerca de la aldea de Kaede, el cual poseía una belleza sin igual, amplio y verde tierno como si el pasto acabase de crecer, Rin le contaba a su amo todo lo que había hecho durante la ausencia de él, en eso Sesshomaru la interrumpió.

—Rin, la verdadera razón por la que deje que tu convivieras con los humanos es porque quiero que tu tomes una decisión - comento indiferente.

— ¿Una decisión? - pregunto la pequeña al no comprender lo que le dijo Sesshomaru.

—Si, quiero que decidas, si seguirme o quedarte con los humanos - dijo para luego levantarse e irse.

Fin del recuerdo.

En una aldea, precisamente en una choza construida de madera muy resistente pero ya gastada debido al tiempo, se encontraba una señora con mucha edad por su apariencia sentada, charlando con una joven mujer de singular belleza, al parecer el tema que trataban era muy importante debido a la seriedad que sus rostros hacían presente.

— ¿Ya te decidiste?-preguntaba la señora.

—Si señora Kaede, aunque aun necesito un poco más de tiempo- respondía la joven y una pequeña sonrisa se hacía notaria en su rostro.

—Espero que no te arrepientas de ella, Rin- decía la señora Kaede mientras correspondía aquella pequeña sonrisa de Rin.

Rin se había convertido en una mujer muy hermosa, a pesar que tenía 19 años su singular belleza se hacía notoria a gran plenitud, sus cabellos castaños eran largos como la noche, contaba con unos hermosos ojos achocolatados, sin mencionar su esbelta silueta, en realidad es tan hermosa ahora que cualquiera la confundiría como una diosa.

—No se preocupe señora Kaede, aunque, si hablara con él me ayudaría mucho - comentaba la joven.

—Bien, ahora tengo que ir a resolver un asunto, volveré algo tarde así que no me esperes despierta, si? - dijo mientras se levantaba para partir.

Después de su pequeña charla con la señora Kaede esa mañana, Rin partió hacia el rio como de costumbre, mientras caminaba pensaba en lo que la señora Kaede le había preguntado.

—En realidad estaré lista para este paso - se dijo a sí misma.

Al llegar se dedico a ver las aguas cristalinas del pequeño rio, observaba la cascada al principio del rio, mientras pequeñas gotas rociaban su rostro al estar algo cerca de ella, admiraba la gran belleza que este lugar poseía y también miraba un amplio bosque que estaba enfrente de ella, era tan grande que parecía interminable, lo cual la hizo recordar los tiempos en los cuales viajaba al lado de su amo, estaba tan perdida en sus recuerdos que no se percato de que alguien se le acerco y la miraba como si la conociese desde un largo tiempo.

—Rin - la llamo una voz gruesa y muy conocida por la antes mencionada.

Esta levanto la mirada para encontrarse con alguien a quien más deseaba ver mas no comprendía el porqué se hacía después de casi más de 7 años de no visitarla, estaba aun mas confundida porque desconocía la razón por la que llego a verla, aun sin apartarle la mirada a ese ser que la tenia confundida, trataba de procesar esa información en su cerebro.

—A-Amo S-Sesshomaru - logro decir la joven aun confusa.

—Decidiste algo en este largo tiempo sin verme - dijo con una expresión de indiferencia en su rostro.

—Si, no estaba segura pero ahora lo estoy más que nunca - decía con decisión.

—Espero que tu decisión sea la correcta - comento mientras esperaba una respuesta de la chica.

—He decidido volver a su lado, Amo Sesshomaru - musito la joven esperando una respuesta afirmativa de su amo.

El gesto que se hizo presente en el rostro del Daiyoukai dejo impresionada a Rin, incluso hasta al mismo Sesshomaru se quedo impactado, este sonreía pero no con malicia como muchas veces lo hacía, sino con una sonrisa sincera. ¿Por qué me alegra saber que quiere volver a viajar conmigo? , esta pregunta retumbaba en la cabeza del Diayoukai mientras recuperaba su expresión normal de indiferencia, Rin aun no apartaba la vista de su amo. ¿Qué fue eso?, ¿Acaso se alegro con mi decisión? , se preguntaba la joven en sus adentros cuando una voz la sacaba de su estado de trance.

—Haz lo que quieras – respondía con indiferencia.

Cuando noto algo en la chica que hizo que se preocupara. ¿Por qué me preocupo por una humana?, se pregunta sin quitar la vista de ella. Rin bajo un poco la vista queriendo dar a entender que tenía que decirle primero a la señora Kaede para que no se preocupara por ella. Sesshomaru al parecer comprendió el mensaje emitido por la chica.

— Haz lo que tengas que hacer, en tres días vendré por ti - dijo dando por terminada la charla.

Acto seguido, dio la media vuelta y se adentro en el bosque el cual unos momentos atrás era admirado por la castaña. Rin solo de limito a mirar a su amo partir, solo pensaba en que logro verle al fin desde hace tiempo y pudo al fin escoger el camino que debía seguir, el cual se encontraba al lado de su amo Sesshomaru.

Sesshomaru, después de abandonar el lugar donde se encontraba Rin, decidió descansar en una de las ramas de un árbol, subió de un salto, cerca se encontraba Jaken que se había quedado dormido de tanto esperar a su amo bonito. Ya estando arriba trato de descansar mas no lo consiguió ya que seguía pensando en el encuentro que tuvo con Rin y lo linda que se había hecho. ¿Por qué no lo logro dejar de pensar en ella?, se preguntaba sin poder responderse, pero al cabo de un rato se quedo dormido de tanto pensar.

Al día siguiente, en la aldea de Kaede, Rin y la antes mencionada se encontraba comprando algunas verduras para el almuerzo ya que Inuyasha, Kagome, Shippo, Sango y Miroku llegarían a visitarlas. Cuando ya se encontraban de camino a la choza que ambas compartían, unos hombres miraban de manera pervertida a Rin, lo cual esta no paso de desapercibido.

—Señora Kaede, podríamos apresurarnos, es que no me siento cómoda, esos hombres me miran de manera rara - musito la castaña, con clara expresión de desagrado.

—Claro que si, caminemos más rápido niña - decía mientras ambas apresuraban el paso.

Mientras caminaban más aprisa las dos llegaron a la choza sin notar que alguien las observaba desde que estas salieron de la choza y las seguía con la mirada y también se dio cuenta de lo que le sucedió a Rin, lo cual lo hizo enfurecer de una manera muy peligrosa que hizo que sus ojos se tornaran rojos, pero se controlo al instante. ¿Por qué me enojo por algo asi, si ella no es nada mío?, se preguntaba el Diayoukai de las tierras del oeste.

Al mediodía, se hicieron presentes Inuyasha, Kagome, Shippo, Sango y Miroku, lo cuales fueron bien recibidos por el par de mujeres e invitaron a pasar adentro al grupo, ya que Rin les había comentado que les tenía una gran noticia, pasaron adentro y se sentaron a comer amenamente.

—Y dinos Rin, que es eso importante que tienes que decirnos - rompió el silencio Kagome.

—Si, dinos, nos tienes intrigados - adjunto Sango.

—Pues he decidió irme con mi señor Sesshomaru.

Continuara…..

Ohaiyo, soy una nueva escritora, este es mi primer fanfics, espero les guste.

 

Hola, espero que le haya gustado el primer capítulo, gracias por tomarse la molestia de pasar a leer el fanfics, estaré publicando cada miércoles para que ya estén informados, sin más sermón aquí les deja la conti, que la disfruten.

Charla antes de partir.

—Está segura Rin - comento el hanyou.

—Claro que si Inuyasha-sama, ya he tomado esa decisión – dijo la Rin muy segura de sus palabras.

—Pero, ¿Qué dirá él sobre tu decisión? – pregunto Miroku.

—Por eso no se preocupen, yo ya hable con mi señor – respondió la joven, dejando a todos boquiabiertos.

— ¿Ya hablaste con él?, ¿Cuándo? – dijeron al unísono todos los presentes.

—Ayer cuando yo fui al rio, me encontré con él y…- respondía Rin ante las preguntas de sus amigos.

Y comenzó a contarles la pequeña plática que el día anterior tuvo con Sesshomaru.

Relato de la plática de Sesshomaru con Rin:

Al llegar se dedico a ver las aguas cristalinas del pequeño rio, observaba la cascada al principio del rio, mientras pequeñas gotas rociaban su rostro al estar algo cerca de ella, admiraba la gran belleza que este lugar poseía y también miraba un amplio bosque que estaba enfrente de ella, era tan grande que parecía interminable, lo cual la hizo recordar los tiempos en los cuales viajaba al lado de su amo, estaba tan perdida en sus recuerdos que no se percato de que alguien se le acerco y la miraba como si la conociese desde un largo tiempo

—Rin - la llamo una voz gruesa y muy conocida por la antes mencionada.

Esta levanto la mirada para encontrarse con alguien a quien más deseaba ver mas no comprendía el porqué se hacía después de casi más de 7 años de no visitarla, estaba aun mas confundida porque desconocía la razón por la que llego a verla, aun sin apartarle la mirada a ese ser que la tenia confundida, trataba de procesar esa información en su cerebro.
—A-Amo S-Sesshomaru - logro decir la joven aun confusa.
—Decidiste algo en este largo tiempo sin verme - dijo con una expresión de indiferencia en su rostro.
—Si, no estaba segura pero ahora lo estoy más que nunca - decía con decisión.
—Espero que tu decisión sea la correcta - comento mientras esperaba una respuesta de la chica.
—He decidido volver a su lado, Amo Sesshomaru - musito la joven esperando una respuesta afirmativa de su amo.
El gesto que se hizo presente en el rostro del Daiyoukai dejo impresionada a Rin, incluso hasta al mismo Sesshomaru se quedo impactado, este sonreía pero no con malicia como muchas veces lo hacía, sino con una sonrisa sincera. ¿Por qué me alegra saber que quiere volver a viajar conmigo? , esta pregunta retumbaba en la cabeza del Diayoukai mientras recuperaba su expresión normal de indiferencia, Rin aun no apartaba la vista de su amo. ¿Qué fue eso?, ¿Acaso se alegro con mi decisión? , se preguntaba la joven en sus adentros cuando una voz la sacaba de su estado de trance.
—Haz lo que quieras – respondía con indiferencia.
Cuando noto algo en la chica que hizo que se preocupara. ¿Por qué me preocupo por una humana?, se pregunta sin quitar la vista de ella. Rin bajo un poco la vista queriendo dar a entender que tenía que decirle primero a la señora Kaede para que no se preocupara por ella. Sesshomaru al parecer comprendió el mensaje emitido por la chica.
— Haz lo que tengas que hacer, en tres días vendré por ti - dijo dando por terminada la charla.

Fin del relato.

Terminando de contarles, Rin tuvo miedo de que sus amigos no aceptaran su decisión y se disgustasen con ella, en cuanto a los demás solo se lanzaban miradas para luego posarlas sobre Rin, quien esperaba ansiosa y a la vez nerviosa la respuesta de sus amigos en cuanto a su decisión.

—Bueno Rin, si esa es tu decisión te apoyaremos – decía Kagome mientras se levantaba de su lugar para ir a abraza a Rin.

—Puedes contar con nosotros para lo que desees – adjuntaba Sango mientras imitaba a Kagome.

—Gracias por apoyarme – comentaba Rin abrazaba a la castaña y la pelinegra.

El sol estaba por caer, después de una tarde de charla de amigos, el grupo de Inuyasha opto por partir a su aldea, ya que Kagome se había sido invitada por otra aldea para ser su sacerdotisa, pero antes de partir, el grupo se despidió de Rin.

—Bueno, nosotros nos retiramos, gracias por la comida – decía Kagome dirigiéndose a Rin y Kaede.

—No, gracias a ustedes, sino hubiera sido por su apoyo aun estaría triste de irme y dejarlos – dijo Rin con una tierna sonrisa.

—No te preocupes por eso, podrás venir a visitarnos las veces que tú quieras – añadió Sango tomando del hombro a Rin y dedicándole una sonrisa cálida.

A la mañana siguiente, ambas se levantaron temprano ya que ese era el día en que Rin partiría, Kaede le obsequio un Kimono a la joven la cual se lo puso inmediatamente y al terminarse de cambiar se veía realmente hermosa.

El kimono era de un tono celeste bajito que le llegaba hasta el tobillo, con un trozo de tela simulando una faja color rosa bajito el cual estaba a la altura de su abdomen que hacía que se esbelta figura se realzara.

—Señora Kaede no se hubiera molestado – musito la joven mientras de admiraba así misma.

—No fue una molestia, además es el último regalo que te daré – dijo Kaede, y luego la abrazo tiernamente.

—También quería darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí todo este tiempo – agradecía con un poco de diamantes brotando de sus ojos.

—No era necesario que lo agradecieras, para mi fuiste como mi hija – dando por terminado aquel abrazo.

—Bueno creo que es hora de que me vaya – decía Rin dejando de abrazar a Kaede.

—Si, es mejor no hacerlo esperar – dijo por último, secando las pocas lagrimas de los ojos de la joven para después ver a Rin alejarse de la aldea.

Rin estaba rumbo al rio, lugar en el cual había quedado de verse con su amo, mientras caminaba hacia el sitio, observaba por última vez es lugar que fue testigo de parte de su niñez y adolescencia, recordaba las innumerables veces que había visitado ese sitio para jugar con sus amigos que había hecho en el tiempo que vivió en esa aldea, que ahora consideraba su hogar.

El aspecto que aquel lugar poseía era único y a la vez hermoso, estaba dotado se grandes árboles cuyas flores eran de un bello color rosado haciendo que ese lugar fuera aun más hermoso, el cielo estaba de tono celeste y despejado sin ninguna nube cerca, el césped de un color verdoso cual esmeralda permanecía corto y sutilmente el viento resoplaba aquel jardín haciendo que las flores de los arboles descendieran hacia al suelo y algunas fueran atrapadas por el largo cabello de la chica.

Al verse con algunas flores en su cabello, comenzó a quitarlas, no obstante un vago recuerdo atravesó su mente haciéndola recordar los ramos de flores que formaba cuando era pequeña, rápidamente sacudió su cabeza para tratar de apartar esos pensamientos y concentrarse en lo que estaba por venir.

 

Hola queridos lectores, aqui les dejo la conti a como se los prometi, gracias por tomarse la molestia de leer mi fanfics, aqui se las dejo, espero comentarios XD .Arigato.

Un percance fatal.

Al aproximarse más al rio, la joven pudo divisar una silueta que estaba sentada en las raíces de un árbol cerca de las aguas cristalinas, al irse acercando, la chica reconoció a el dueño de esa silueta, no era nada más ni nada menos que el gran Diayoukai de las tierras del oeste que yacía con su mirada fija en la nada.

—Al fin viniste – dijo Sesshomaru con indiferencia.

—Si, es que me entretuve un poco con la señora Kaede – se excusaba Rin.

—Pensé que habías cambiado de opinión sobre si seguirme o no – espeto el Diayoukai.

—Claro que no, esa es mi decisión y no me retractare de ello – musitó Rin más decidida que nunca.

Esta respuesta por parte de Rin, dejo impresionado a el Diayoukai quien la volteo a ver a los ojos, el antes mencionado quedo embelesado con la belleza que se hacía presente en Rin al usar el kimono que le fue dado de regalo por Kaede.

—Que hermosa que se ve, será que está usando un nuevo kimono – pensaba el Diayoukai para luego desviar sus obres dorados hacia la nada.

—Señor Sesshomaru….- se disponía a comentar la joven, pero fue interrumpida por el Diayoukai.

—Andando - musitó Sesshomaru al mismo tiempo en el que se ponía de pie.

La joven al ver tal acción de parte del Diayoukai, lo siguió de inmediato para no quedarse atrás, cruzaron las aguas por medio de un pequeño puente de madera similar a las de las chozas, que se conectaba las orillas del rio, mientras caminaba hacia el profundo bosque que se encontraba al otro lado del rio, la chica miro por última vez ese jardín que momentos atrás fue atravesado por la misma para luego tratar de alcanzar al Diayoukai, que por su paso lento y elegante no había avanzado tanto.

Caminaban por aquel gran bosque frondoso y profundo, cuyos arboles parecían tocar el cielo, sus hojas eran de una tono verdoso, también en aquel lugar se podían apreciar unos pequeños arbustos de un color más claro que las de las hojas y estaban adornados con pequeñas flores de Jazmín, cuyo aroma inundaba el ambiente.

Después de unos momentos de caminar dentro de ese bosque, llegaron a una claro del bosque, esta lugar era amplio e iluminado, parecido al lugar donde cuando era pequeña acostumbraba platicar con Sesshomaru, en ese sitio se encontraba un pequeño demonio verde y bajito, de apariencia conocida, junto a un dragón de dos cabezas.

—Aaahhhhh, pero ¿qué hace ella aquí? - espeto mientras casi le da un patatús, pero la fría mirada de su amo lo hizo calmarse, o más bien ponerse nervioso de la mirada emitida por Sesshomaru.

—Señor Jaken, que bueno volver a verle - dijo con alegría la chica de cabellos castaños.

—Quisiera decir lo mismo - masculló el pequeño demonio.

—Ah-un - grito la joven mientras corría para abrazar al dragón con una gran sonrisa que se dibujaba en su rostro.

—Vámonos - decía el Diayoukai, mientras volvía a caminar con su mirar perdida la lejanía enfrente de él.

Ante lo dicho por Sesshomaru, Jaken, Ah-un y Rin se encaminaron detrás de él, mientras caminaba, Sesshomaru olfateo a varios demonio que se acercaban a ellos, pero este no los tomo en cuenta y siguió su camino, no obstante el poco tiempo vio como los demonios llegaban a montones interponiéndose en el camino del Diayoukai.

—Jaken - dijo el Diayoukai con tono de seriedad, dando a entender que se ocultaran.

—Si amo bonito, vámonos Rin - musitó el pequeño demonio verde.

—Si señor Jaken - decía la joven mientras seguía a Jaken.

Al ver que sus acompañantes abandonaron el lugar, se dispuso a acabar con los demonios quienes empezaron a atacarlo sin lograrlo, y Ah-un no se quedo atrás, él ayudo a Sesshomaru en todo lo que pudo. En cuanto a Jaken y Rin, ya se habían apartado lo suficiente, tal vez demasiado internándose en el bosque de nuevo, pero esto no les pareció importante ya que sabían que Sesshomaru los podía encontrar después.

Cerca de donde se encontraban los acompañantes de Sesshomaru, estaban unos ladrones, para ser especifica cuatro, alrededor de una fogata con la que cocinaban sus alimentos, pero ellos se percataron de la presencia de Rin y Jaken y decidieron jugar con ellos o quizás matarlos, y así lo hicieron, se acercaron cautelosamente hasta los casi indefensos Rin y Jaken.

—Pero si son unos “gatos” asustados – dijo uno de los hombres, poniendo al descubierto a sus camaradas ladrones.

—Aun así, les robaremos todo lo que anden y luego los mataremos – decía otro de ellos mientras daba la señal a sus amigos para que hicieran lo dicho por los mismos.

—Rin, ponte detrás de mí, báculo de dos cabezas…– musitó Jaken mientras vaporizaba a tres de los ladrones.

—No fastidies – masculló el único que se salvo del ataque de Jaken, acto seguido, le propino un fuerte golpe al demonio verde y esta cayó desmallado del golpe al suelo. – Ahora solo faltas tú – dijo el ladrón mientras volteaba a ver a Rin.

—Señor Jaken – grito Rin al ver que el demonio verde estaba desmallado. – Si corro de seguro me seguirá y así no le hará mas daño al señor Jaken – pensó la joven mientras se echaba a correr.

—Regresa aquí – chillo el hombre para luego correr tras ella.

La joven al ver que paso lo que ella pensaba, se puso alegre pero luego pensó en que haría si la atrapaba, ¿gritar? Pero nadie lo escucharía, al poco momento que corría se encontró con el sitio donde momentos antes se encontraban esos hombres y se sorprendió al ver las armas de esos hombres tiradas en el suelo alrededor de donde antes había una fogata.

—Hasta que al fin te rindes – dijo el hombre al ver a la joven detenerse.

—Aléjate de mí – masculló la chica.

—O sino ¿qué?, me mataras – musitó altaneramente mientras se echaba a reír.

Poco a poco, el hombre se acercaba peligrosamente a la asustada chica, que en esos momentos no sabía ¿qué hacer?, pero entonces recordó a las armas que estaban a su lado y ágilmente tomo una de ellas, el hombre al ver tal acción por parte de la chica, solamente se limito a burlarse de ella, sin embargo no se dio cuenta en qué momento la joven le propino una estocada en el estomago, dejándolo en estado agonizando al ladrón, el cual de tanto dolor, murió al instante.

La chica miraba como moría el hombre, aun con la espada cubierta de sangre en la mano, en ese preciso momento se quedo en estado de shock y casi inmóvil.

— ¿Qué hice? – se decía la joven volviendo a si.

—Rin – menciono un ser que la miraba indiferente.

—A-Amo S-Sesshomaru – dijo la chica mientras daba lentamente la vuelta para ver a los ojos al Diayoukai.

Continuara...

Gracias otra vez por leer la conti, espero que les haya gustado. Nos vemos el siguiente miercoles.

Matta-nee

 

Hola, quería dar las gracias a todos los que se toman la molestía de pasar a leer mi fics, en especial a mi Imouto-chan Josefina que nunca se pierde de una conti ni de comentar, gracias a ti Josefina he podido mejorar mucho tus consejos me ayudan mucho, sin mas, la conti.

El reencuentro de Sesshomaru con alguien del pasado.​

​

—¿Qué hicistes? – musitó Sesshomaru mientras miraba los ojos de la aturdida Rin, llenos de lagrimas.

—Amo Sesshomaru – gritó la joven para luego correr hasta el antes mencionado a abrazarlo.

Sesshomaru a ver tal acción por parte de Rin, hizo algo inesperado, este pareció compadecerse de la chica y correspondió aquel abrazo que deseaba ser devuelto, Rin solo se limitó a llorar en el pecho del Diayoukai, este a su vez dejaba que la joven se desahogara, ya que sabía lo sensible que es Rin, pero pocos minutos después se separaron un poco y Sesshomaru tomó el menton de Rin haciendo que esta lo volviera a ver.

—Tranquila, todo va a estar bien – musitó Sesshomaru mientras que con su otra mano, secaba aquellas lágrimas que habían descendido de los ojos de Rin.

—A-Amo S-Sesshomaru y-yo…- intentaba explicar la joven, pero fue silenciada por Sesshomaru.

—Shhh…- mientras colocaba su dedo en los delicados labios de la chica —no necesitas explicar nada, sé que no lo hiciste a proposito – dijo e hizo que la chica inclinara su rostro para besar su frente con delicadeza y ¿ternura?.

—¿Y, el Señor Jaken? – preguntaba a ver darse cuenta que el demonio verde no se encontraba presente en ese lugar.

—Buscalo y continuemos nuestro camino – dijo Sesshomaru mientras dió media vuelta y se retiró del lugar.

—¿Soy yo ó el Amo Sesshomaru fue tierno conmigo?, pero que estoy pensando será mejor encontrar al Señor Jaken antes que nos deje el Amo Sesshomaru – pensaba durante el tiempo en el que buscaba al demonio verde.

En otro lado, no muy lejos de donde se encontraba Rin, estaba Sesshomaru esperando a sus acompañantes, sentado en una rocas con Ah-un a su lado exhausto por la pelea.

—Pero ¿Qué pasa conmigo?, yo, el gran Lord Sesshomaru ¿me compadecí de una humana?, no me lo creo, aunque ella se miraba muy afectada – pensaba Sesshomaru mientras recordaba el rostro de su “querida” Rin – Espero que no se siga sintiendo mal, aunque tampoco puedo creer que en el primer día en que ella decidió acompañarme le pasara esto, debe sentirse fatal – continuaba pensando y por alguna estraña razón se sentía mal por ella.

Volviendo con Rin, esta aún no encontraba al demonio verde, buscaba entre los arbustos hasta que al fin dió con él, por su apariencia parecía que aún estaba inconsiente, la chica lo tomó en brazos y se dirigió hasta donde se encontraba el Diayoukai, Sesshomaru al ver que al fin aparecian sus acompañantes se puso de pie de inmediato.

—Vámonos – dijo y acto seguido, comenzó a caminar.

Rin se montó en Ah-un que a su vez, seguía a Sesshomaru, se dirigian hacias las tierras del este ya que el mencionado necesitaba saber algo, pasaron como 2 horas caminando.

El sitio por el cual caminaban era un prado amplio y sin ningún árbol cerca, solo contaba con pequeños arbustos de color verde tierno sin ninguna flor , el cesped de igual color que los arbustos permanecía corto haciendo que ese lugar estuviera en un limbo, entre lindo y nada, el paisaje seguía igual a pesar de ya haber ingresado a las tierras del este.

Jaken ya se había despertado y ahora caminaba al lado de Sesshomaru, Rin ya que iba montada en Ah-un no sentía cansancio alguno, no obstante la falta de agua la inquietaba, también quería lavarse las manos ya que aún permanecían cubiertas de gotas de sangre, pero decidió no decirlo ya que no había visto ningún río cerca, además no quería cruzar palabras con Sesshomaru por lo ocurrido, pero el antes mencionado se dió cuenta que ella requería agua y recordó que más adentro de esas tierras se encontraba una pequeña laguna.

Mientras Sesshomaru se disponía a encontrar dicha laguna sintió que alguien se les acercaba a gran velocidad por lo cual Sesshomaru supuso que sería algún youkai, así que detuvo su andar para esperar a quién quiera que sea que se les aproximaba, de repente alguien se hizo presente en el lugar donde se encontraba el pequeño grupo.

—Vaya, vaya, pero ¿Qué tenemos aquí?, si no es nada más ni nada menos que el gran Lord Sesshomaru – decía mientras observaba sus uñas con cierta vanidad para luego mirar los dos soles de Sesshomaru.

—Es ella otra ves - pensaba Jaken al ver a quién se trataba.

—¿Qué es lo que quieres? – preguntó el Diayoukai con tono de molestia ya que no le gustaba que lo hicieran perder el tiempo.

—Es lo que yo te pregunto a ti, hasta donde sé, estas en mis tierras – respondía con una dulcura fingida pero bien creibla en su rostro.

—¿Tus tierras? – hizo otra pregunta Sesshomaru al no comprender lo que quizo decir con “sus tierras”.

—Claro, estabas tan ocupado en tus tierras que no te diste cuenta que yo soy la dueña de estas – aclaraba la duda del Diayoukai delante de ella.

—KimiYuna, lo ultimo que supe de ti fue que estabas merodiando por estas zonas, pero ni estaba enterado de que te volvistes la dueña de estas – decía Sesshomaru mientras notaba la sonrisa dulce de ella.

KimiYuna es una Diayoukai del mismo nivel que Sesshomaru, tienen parecido en su cabellos, estola, ojos, marcas en la cara y manos, lo que los diferenciaba además de ser de diferente sexo, es que ella es amable y tierna con los que la conocen y respetan, tiene piel clara, sus largos cabellos le llegan un poco debajo de la rodilla, labios pequeños y carnosos de color rosado, sus ojos dorados expresan confianza y ternura a la vez. Su esbelta y delgada figura dejaba mucho que decir, parecia una diosa enviada a la tierra.

—Al menos recuerdas mi nombre, bueno, según me lo que me dijeron, tú pasastes más de 7 años encerrado en tus tierra, te juro que si no me lo hubiera dicho alguien de confianza no me lo hubiera creído – adjuntaba la Diayoukai.

—ahh…?, estaré escuchando bien, ¿el Amo Sesshomaru estubo encerrado en sus tierras el tiempo que pasó sin verme? – pensaba Rin sin poder creer lo que pensaba.

—Vaya veo que esta muy informada – confirmaba Sesshomaru aclarando que lo mantenía vigilado aquella Daiyoukai.

—Aja, tengo informadores por todas las tierras, incluso en las tuyas, perono te preocupes no mates a ninguno de tus sirvientes, ellos no saben nada, pero ahora que lo piensoya debiste matarlos a todos, ¿no es así, Lord Sesshomaru? – preguntaba con cierta malicía al entrometerse en la vida de él.

—Eso no te incumbe – respondía Sesshomaru algo molesto por ese comentario de KimiYuna.

—Tienes razón – dijo mientras desviaba su mirada hacia Rin que hasta ahora permanecía callada. —Veo que una humana te acompaña – decía examinando a la joven de pies a cabeza.

—No la metas a ella en esto – musitó el Diayoukai con molestía notoría al ver como la Diayoukai miraba a Rin.

—Tranquilo, no me la comeré – espetó KimiYuna – Ahora ¿Quieres decirme que se te ofrece? – Dando por terminada la pelea por Rin.

—Jaken, quedate con Rin – dijo Sesshomaru.

Luego le dió una mirada a KimiYuna, ésta entendió el mensaje y se fueron del lugar llegando a un claro, no muy lejos de Rin y Jaken pero lo suficiente como para que ellos no escucharan nada.

—Entonces, ¿Qué es lo que quieres? – dijo ella rompiendo el silencio con un tono de curiosidad.

—Quisiera que entrenaras a Rin – dijo miranda hacia el horizonte.

—¿Qué entrene a quién? – preguntaba ya que desconocía que ese era el nombre de la humana que lo acompañaba.

—La humana que me acompaña, ¿Lo harás? – decía mientras volteaba a ver el rostro de KimiYuna.

—Sabes que me tomará tiempo hacerlo, ¿Qué pretendes con eso?, si es que luche contigo, no duraría ni un minuto en una batalla, además es solo una humana y nesecita protección, en este caso, de tu parte. – respondía mirando los ojos del Diayoukai.

—¿Protección eh? – pensaba Sesshomaru mientras recordaba en las palabras de su padre: “Sesshomaru, ¿Tienes a alguien a quién proteger.—Solo necesito que le enseñes a defenderse. – dijo al fin.

—Veo que esa humana te importa mucho – dijo KimiYuna algo conmovida por ver una pizca de cariño de Sesshomaru hacia Rin.

—Si, me importamucho Rin y no sabes cuanto – pensaba Sesshomaru mientras regresaba con su grupo seguido por KimiYuna.

—Pequeña, perdón por no presentarme antes – espetó KimiYuna con una sonrisa cálida hacía la joven —Mi nombre es KimiYuna Tukusama, y soy la Diayoukai de las tierras del este – dijo esperando que Rin le respondiese.

—Yo me llamo Rin – musitó temerosa la joven. —Y acompaño a Lord Sesshomaru – dijo para luego quedarse callada.

—Bueno ya que nos conocemos qué tal si vamos a mi castillo para pasar la noche – dijo KimiYuna casi preguntando al grupo esperando una respuesta.

—Vamos – dijo Sesshomaru con indiferencia notoria.

Terminada esta plática, KimiYuna dirigió al grupo hacia el castillo sin no antes pasar por un camino que parecía sacado de un cuento de hadas.

Los árboles crecían solamente a los lados del camino dando la impresión de un sendero, en las copas de dichos arbole crecían flores de Sakura dandole un toque primaveral a aquel sitio, el cesped se teñia de un tono verde claro y las flores de Sakura caidas en el camino adornanban el andar del grupo.

Mientras caminaban una onda de aire los inundó haciendo que los cabellos de todos jugaran con el aire que se hacía presente. Luego de un corto momento de andar, todos pudieron divisar un castillo imponente, del cual el pequeño grupo del Diayoukai observaron asombrados, no obstante el antes mencionado no dejaba su rostro serio.

—Que enorme castillo, veo que KimiYuna no ha perdido el tiempo como solía hacerlo, definitivamente cambio mucho desde que nos separamos cuando éramos cachoros - pensaba Sesshomaru mientras veía a KimiYuna que iba al frente guiandolos.

Continuara...



Gracias por leer, espero sus comentarios jejeje,nos vemos el proximo miércoles, besos y abrazos. Matta-nee

 

Hola mis queridos lectores, gomen por el retraso es que… ahorita les explico. Yo estaba tranquilamente escribiendo la conti el martes, dándole los toque finales y luego viene mi madre y me dice que le preste la computadora a mi hermano, la cosa es que el torpe me borró la conti y esto es lo único que pude recordar, gomen en verdad pero bueno, otra cosa, por ahí me dieron que voy muy rápido con mi historia, y ahora aclaro que este fics no ha hecho más que comenzar, bueno sin mas sermón aquí les dejo la conti, disfrútenla.

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Trato en duda​

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—Bien llegamos – espetó KimiYuna al estar enfrente de la entrada de su hogar.

— ¡Wau!, es enorme – decía Rin mientras miraba asombrada al imponente castillo.

—Tienes razón Rin – musitó Jaken impresionado y por no quedarse callado.

—Jajaja – se rió disimuladamente la Diayoukai, con sus manos en sus labios —Entremos de una vez – dijo por fin para luego avanzar hacia la puerta del castillo.

El castillo del cual hablamos era enorme, tenía aspecto antiguo pero con un toque actual, su color era gris fúnebre y a la vez llamativo, la combinación perfecta de lo antiguo y nuevo, de lo muerto y lo vivo.

— ¡Señorita Tukusama! – gritó un youkai mientras se acercaba a esta agitado.

—Cálmate Shiori –decía tiernamente KimiYuna mientras le daba algunas palmadas leves a la espalda del youkai – Ahora dime ¿Qué sucede? – finalizó la Diayoukai esperando respuesta alguna.

—Otra vez, sucedió lo mismo – dijo ahora más calmado Shiori – Volvieron más de ellos – adjuntó el yokai para luego quedarse callado.

—¿En serio?, pero ustedes dieron combate o ¿Me equivoco? – musitó la albina ligeramente alterada en su interior pero no lo mostraba.

—Si señorita – respondió el capitán del pequeño ejercito de KimiYuna.

—Y ¿No murió alguien de los nuestros? – preguntó nuevamente la Diayoukai, esta vez, un tanto preocupada.

—Afortunadamente no, ya que ellos eran menos fuertes que los anteriores y pudimos eliminarlos fácilmente- informó Shiori a KimiYuna.

—Gracias, ¿Eso es todo?, si lo es ya puedes retirarte, estén alerta y cualquier cosa háganmelo saber – dijo por ultimo la albina.

—Si señorita, con su permiso – dijo el youkai, hizo una pequeña reverencia a su jefa y acompañantes que hasta ahora solo escuchaban y luego se marcho del lugar.

—Bien, entramos – espetó la Diayoukai dirigiéndose al grupo de Sesshomaru.

— ¿De qué estaban hablando señorita KimiYuna? – preguntó Rin volteando a ver a la Diayoukai.

—Nada que deba preocuparte – respondió con una mirada tierna dedicada a la castaña, pero rápidamente su expresión cambio a una preocupada — ¿Pero que te pasó?, esta sangre ¿Es tuya o no? – preguntaba al ver las vestimentas y manos de Rin manchados con gotas de sangre.

—No, no es mía, es de…- decía la joven pero se quedo callada al recordar lo que había hecho y su rostro se torno triste.

—No es necesario que me lo digas – se adelantó a decir KimiYuna al ver que la pregunta hecha por ella, incomodó a Rin. — Sera mejor que te des un baño y te cambies ese kimono – añadió dulcemente la Diayoukai.

—Gracias – alcanzó a decir la joven mirando los ojos dorados de la albina.


—Ven, te mostrare el lugar donde puedes asearte y te daré un kimono mientras lavan este – dijo KimiYuna —Lord Sesshomaru y…demonio verde, ¿Me esperan aquí? – preguntó ella esperando respuesta.

—Me llamo Jaken – dijo el demonio verde, pero luego sintió la miraba asesina de su amo bonito y mejor se quedo callado.

—Ya vuelvo – dicho esto, KimiYuna y Rin se encaminaron hacia el lugar ofrecido por ella.
El cuarto no era muy grande pero lo suficiente para lo que estaba destinado a ser, era del mismo color pero aún así había algo diferente en este lugar era muy limpio y relajante.

— ¡Qué lindo lugar! – dijo la chica al mirar el cuarto.

—Jajaja – otra vez se rió KimiYuna de la misma manera – Ahora aséate y te estaré esperando con Lord Sesshomaru – dijo la Diayoukai para luego retirarse.

Luego de eso, KimiYuna se dirigió al lugar donde se encontraba Sesshomaru, el Diayoukai se encontraba en el cuarto principal con su acompañante Jaken y como de costumbre el ambarino permanecía callado al igual que el pequeño demonio.

—Lord Sesshomaru, tengo una duda –



Bueno ¿qué les pareció?, si ya se que esta corta pero les prometo que la otra será más larga para compensar, espero sus comentarios sobre el tema y nos vemos el próximo miércoles.
Matta-nee.

 

Bueno mis queridos lectores aquí les dejo la conti, es algo corta pero espero que la disfruten, otra vez vuelvo a disculparme por el pequeño incidente con la conti anterior y espero que no se repita, sin más que decir, la conti.

Un nuevo miembro en el grupo de Sesshomaru.​

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—Lord Sesshomaru, tengo una duda —dijo KimiYuna llegando con ellos.

—Dilo — se limitó a decir el albino.

— ¿Para qué quieres exactamente que la entrene? — preguntó la Diayoukai.

—Para que sepa cuidarse sola — respondía secamente Sesshomaru.

—Mmm... ya veo, pero, ¿De quién la proteges? — hacía otra pregunta KimiYuna.

—De alguien que tú y yo conocimos cuando éramos cachorros — volvía a responder el Diayoukai.

—Pero, ¿Porque acudiste a mi? — preguntaba nuevamente la peli plateada.

—Porque te tengo confianza — respondía de nuevo Sesshomaru — La confianza suficiente para dejar a Rin a tus manos— pensaba.

—Amo Sesshomaru, de quién a hablan es...— hablaba por fin Jaken pero fue interrumpido bruscamente por Sesshomaru.

—Si— dijo el albino casi completando la oración del demonio verde.

—Si es así, la entrenaré con cuanta arma yo pueda usar, le enseñaré toda posición de lucha, como atacar, esquivar y corresponder, la convertiré en una guerrera— exclamó KimiYuna muy segura de sus palabras.

—Entonces que no se hable más, mañana comienza con su entrenamiento— musitó el ojidorado mientras se levantaba y se retiraba rumbo a las afueras del castillo.

—Y tu demonio verde ¿No vas a acompañarlo?— preguntó la albina al ver que Jaken no se movió del sitio.

—Me llamo Jaken, y no creo que el amo Sesshomaru desea que lo siga— dijo Jaken —Tal vez quiera estar solo para pensar— pensaba el pequeño demonio.

Al terminar la plática, luego de que el Diayoukai ya no se encontraba en el cuarto, entró al lugar Rin con el kimono que le fue dado. El kimono que portaba la joven se parecía al que usaba cuando era pequeña, a cuadros naranjas y blancos con una cinta verde rodeando su abdomen y cintura.

— ¡Wau!, pero que linda te ves —espetó KimiYuna al ver llegar a Rin.

—Gracias — agradeció la joven pero notó algo — ¿Donde está Lord Sesshomaru? —preguntó volteando a ver a todos los lados del cuarto para luego posar la vista en la ojidorada.

— ¡Ah!, él salió a caminar, supongo — respondió la Diayoukai.

— ¡Oh!, ya veo —dijo casi resignándose.

—Oye, ¿Quieres que te muestre algo?— preguntó KimiYuna cambiando totalmente de tema.

—Está bien, vamos — dijo respondiendo la chica.

—Bien, sígueme — musitó la albina.

Dicho esto, ambas salieron del cuarto en el cual se encontraban y se dirigieron al claro que tenía el castillo, al lado inverso de la entraba de este. Luego de caminar un poco, detuvieron su andar en medio del claro.

— ¡Kokoro!, ¡Ami! —gritó la Diayoukai y enseguida se hicieron presentes dos kitsunes.

— ¡Aw! que lindos son — exclamó Rin al ver tales criaturas.

— ¿Verdad que si?— KimiYuna hizo una pregunta de obvia respuesta.

—Si— respondió la joven.

—Un día vi una joven con unos kitsunes, ella iba montada en uno de ellos que se llamaba... creo que Kuroro, Kuroro es la madre de Kokoro, Ami y de otro kitsune mas, pero, fueron Kokoro y Ami las que decidieron que yo fuera su cuidadora y la joven me los obsequió— relató KimiYuna a la chica que estaba fascinada con la historia.

—Son tan bellos — dijo Rin alagando a las kitsunes.

— ¿Quieres uno? — preguntó la Diayoukai al ver tal alegría en el rostro de Rin.

— ¿En serio? — respondió Rin con otra pregunta.

—Claro, veremos quién te elige— dijo KimiYuna mirando a las pequeñas kitsunes.

De pronto una de ellas maulló y saltó al hombro de la joven, se sobaba cariñosamente en el cuello de esta mientras le lamía el cachete a la chica.

— ¡Vaya!, fue Ami, ahora tú serás su cuidadora, Ami no te abandonará en ninguna batalla, siempre estará ahi para ti, será tu mejor amiga, como lo dice su nombre — explicaba la Diayoukai a la chica que lucía encantada con la pequeña Ami.

—Comprendo— dijo Rin dando a entender que escuchó todo con atención.

—Bien, vamos, como te dije, quiero mostrarte algo— decía la albina mientras se levantaba y miraba una choza en el claro en el cual se encontraban.

—Pero... yo pensé que eran las kitsunes las cuales me quería mostrar— espetó igualmente levantándose y mirando en la misma dirección que KimiYuna.

—No, no era eso, en aquella choza esta lo que quiero mostrarte—musitó desviando su mirar para ver a la castaña.

— ¿En aquella?— preguntó temerosa Rin al ver la choza un tanto antigua y tenebrosa.

—Sí, vamos quiero que elijas— dijo la ojidorada mientras se encaminaba en dirección a dicha choza.

— ¿Que elija qué?—preguntó de nuevo la chica al no comprender que quiso decir.

— ¡Oh! veo que no estás enterada aún —afirmó la Diayoukai al ver la confusión en el rostro de Rin y detenía su caminar.

— ¿No estoy enterada?, ¿De qué? —volvía a preguntar la joven buscando respuestas.

—Pues, ¿Sabes la verdadera razón por la que estás aquí?—pregunto esta vez KimiYuna para ver si se daba cuenta.

—La verdad no, de hecho nunca me lo pregunté— contestó la castaña y en su rostro se hizo presente una expresión de confusión.

—Bueno, ahorita te explico, estas aquí porque Lord Sesshomaru quiere que yo te entrene, para que sepas defenderte— dijo la albina observando el rostro de la joven que cambio drásticamente de confuso a impresionado.

—No lo sabía— decía Rin tratando de procesar esa información en su cerebro.

—Ahora ya lo sabes, y por eso quiero que vayamos a la choza de allá—dijo la ojidorada caminando una vez más en dirección a la choza.

Continuará…

Bueno espero que la conti haya sido de su agrado, también espero sus comentarios y por favor al poner comentarios, traten de hacerlo conforme a las reglas, han borrado varios de sus comentarios por considerarlos Spam.

Ahorita pondré los significados de los nombres “raros”, por así decirles:
KimiYuna Tukusama, ese nombre es una fusión que yo hice de dos nombre, Kimi significa: la que no tiene igual y Yuna significa: poder, el apellido Tukusama significa: guerrera, yo lo traduje así: Poderosa guerrera sin igual. Ami, el nombre de la kitsune de Rin significa: amiga, he de ahí la referencia de KimiYuna: “como lo dice su nombre”, Kokoro esta demás que diga su significado, el cual es: corazón. Creo que son todos y si me faltó uno, no mas díganmelo y se los daré.

Sin más aclarar o decir me despido y gomen por no avisarles de la conti pasada, pero es quería ver quienes no se pierden mis contis sin necesidad de que yo les avise. Hasta el otro miércoles y Feliz año nuevo, Matta-nee.

 

Hola, mis queridos lectores, aquí les traigo la conti, lo se, con algo de retraso, pero es que me fui de viaje a apenas ayer llegué a mi casa y me puse a escribir la conti, acepto tomatasos por el retrazo xD , bueno sin mas sermón y antes de que se ocurran mas ideas sobre como castigarme por el retraso, la conti, disfrutenla.

El tesoro guardado en la choza misterios.​

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—No lo sabía— decía Rin tratando de procesar esa información en su cerebro.

—Ahora ya lo sabes, y por eso quiero que vayamos a la choza de allá—dijo la ojidorada caminando una vez más en dirección a la choza.

—Bien— dijo Rin—Mejor no digo nada y espero a ver lo que quiere mostrarme—pensó en ese instante la chica y camino tras la Diayoukai.

En seguida llegarin hasta la puerta de dicha choza, KimiYuna abrió lentamente la puerta y Rin quedó facinada y a la vez extrañada por lo que veia.

—Pero, ¿Qué es esto?— preguntó la joven mientras miraba al interior de la choza.

—¿No son maravillosas?— contestó la albina con otra pregunta.

—Si, pero ¿Para que me las queria usted enseñar?— volvio a preguntar la chica.

—Porque vas a elegir una para tu entrenamiento— dijo la ojidorada con la sonrisa tierna que la caracterizaba.

—¡Ah!— exclamó la castaña al comprenderlo todo.

—Te las mostraré—y dicho esto, KimiYuna tomó en sus manos un arma.—Ella es Amairani, una excelente katana, similas a Colmillo de Acero, pero esta es menos poderosa— al terminar de explicar, colocó a la katana es su lugar.

—¿Dijo que ella es similar a Colmillo de Acero?—preguntó aún incredula Rin.

—Exacto, es decir, fue forjada para intentar igualar a Colmillo y sus tecnicas, pero fue imposible ya que esa espada fue hecha con uno de los colmillos de Inu No Taisho, por lo cual no resultó igual, pero poderosa—explicaba KimiYuna a la chica, la cual escuchaba atentamente.

—Quiere decir que, ¿Esta espada posee los mismos poderes de Colmillo?—volvía a preguntar la castaña.

—Si—se limitó a responder la Diayoukai, acto seguido, tomó otra arma—Esta se llama Akari Mari, una guadaña increible, puede atacar tanto a vivos como a muertos y es usada generalmente por los Shinigamis—dicho esto, la albina devolvió a la guadaña a su sitio.

—Dice que es usada por los Shinigamis, si es así, ¿Por qué la conserva?—preguntó la chica.

—Es un arma muy poderosa y puede ser usada por todo aquel que quiera y que se sepa controlarla, claro—aclaró la peliplateada y luego tomó una tercera arma.—Y ella es Nube veloz, mejor conocida como Soun, es una alabarda de doble filo, como la alabarda Ken-Kon, pero a diferencia de Ken-Kon, esta alabarda es buena, es mi tesoro más preciado.—y terminando de mostrarsela, colocó a la alabarda en su lugar.

—Es una alabarda de doble filo, ¿Cómo se atacaría con ella?—hizo una nueva pregunta la de ojos castaños.

—Bueno, con ella puedes atacar como su fuera una espada, puedes lanzarla como si fuera un bomerang—respondió la albina.

—¡Ah!, comprendo—dijo Rin.

—Ahora elige una— decía KimiYuna mientras miraba a la chica indecisa.

—Creo que esta—espetó Rin tomando una de las armas.

—Lograstes tocarla—expresó la Diayukai y en su rostro se torno sorprendido.

—¿A que se refiere?, yo solo la tomé—preguntó la joven mirando los ojos dorados de la albina.

—Es que, la alabarda Soun solo se deja empuñar por aquellos seres que tienen ninguna ambición o pensamiento malignos—hablaba la ojidorada tomando al arma de las manos de Rin.

—Eso quiere decir que yo soy pura, pero usted también puede tocarla—musitó la castaña frente a la Diayoukai.

—Por supuesto, yo no tengo ninguna ambición, ni pensamientos impuros—aclaró KimiYuna devolviendo el arma a las manos de Rin.—Salgamos ya esta oscureciendo, mañana comenzaras tu entrenamiento—dijo la albina y ambas salieron del lugar.

El astro mayor estaba por caer, dando paso a una noche cálida y tranquila de luna llena, mientras un ser merodiaba el bosque del este cercano al castillo de KimiYuna, caminaba en dirección a dicho castillo, con un paso lento y pausado, su rostro no expresaba ninguna emoción, pero el brillo de sus ojos ámbarinos expresaba lo pensativo que se encontraba.

—Supongo que KimiYuna y Rin ya deben de estar dentro del castillo puesto que ya es de noche—pensaba el ser de larga cabellera plateada.

—Lord Sesshomaru, pero que gusto verlo.—hablaba otro ser, mientras que el de ojos ámbar detenía su andar.

—Pero, ¿Como es posible?, ¿Qué haces tu aquí?—preguntaba con la frente en alto Sesshomaru sin dejar su expresión seria.

—Eso no es lo que mas importa, solo vengo a decirte que este preparado y que cuides muy bien a esa humana, puede que desaparesca—decía un ser mientras retiraba tan repentinamente a como apareció.

—Pero, ¿Qué hacía él aquí?—pensaba Sesshomaru mientras reanudaba su camino que fue interrumpido momentos antes.—Será mejor que llegue al castillo los antes posible antes de que algo malo suceda—al pensar esto, millones de imágenes acudieron a su mente en las cuales se podía apreciar muchas muertes, entre ellas, la de Rin.

El Diayukai corrió como alma que lleva el diablo y en un parpadeo, llegó a las orillas del castillo en el cual entró buscando con su mirada algo, hasta que topó con ese algo, Rin.

—Lord, veo que ya está aquí, ¿Por qué no se sienta a comer con nosotros?—preguntó amablemente KimiYuna.

El albino solo se sentó al frente de Rin, quien lo miraba tiernamente y luego desviaba su mirada para posarla en la comida que ingería. En ese momento una youkai llegó con una bandeja de comida la cual puso enfrente del Diayoukai, no obstante no se animaba a olfatear siquiera.

—Sesshomaru, come—KimiYuna susurró al oido del Diayukai.

—Esto es comida de humano, ¿verdad?—preguntó el albino igualmente susurrando.

—No, es comida de demonio—respondió la ojidorada.

—¿Rin tambien come esto?—volvió a preguntar el peli plateado, aún incrédulo.

—No, pedi comida especial para ella, no te preocupes—respondía la ojidorada apartandose de Sesshomaru.

Dando por terminado el cuestionario, por asi decirlo, Sesshomaru se animó a probar la comida frente a él, dscubriendo que para él, estaba totalmente delicioso.

La cena fue silenciosa pero no incomoda, al terminar, KimiYuna se encargo de mostrarle sus habitaciones que ocuparían esa noche, al estar cada uno dentro de su habitación se dedicaron a dormir, excepto alguien que pensaba impacientemente.

—¿Qué será lo que quieres?—preguntaba en sus adentro, un ser peliplateado, sin obtener respuesta alguna.

Continuara…

Aquí les dejo el sinficado de los nombre que use para las armas:

El nombre de la espada, Amairani significa “eterna”; el nombre de la guadaña, Akari Mari son dos nombre muy diferentes pero ambos eran tan bonitos que no me pude decidir asi que puse a los dos, Akari significa “Luz”, y Mari significa “Verdad” y en mi punto de vista, juntos significarían “Luz de la Verdad”, pero eso se los dejo a ustedes si lo aceptan o no; y el de la alabarda esta de mas que lo diga ya que lo aclaré en la narración, pero aun asi lo pondré, Soun significa “Nube Veloz”, esos son todos.

Gracias por tomarse la molestia de leer mi fics, espero que les haya gustado y también espero sus comentarios, hasta el otro miércoles, Matta-nee.