Ciudad Wesker.

Hola, bueno les traigo algo nuevo, veamos que tal le va, espero les guste. Saludos a todos, gracias por los comentarios y me gusta que me otorgan ^-^

Prólogo.​

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El sonar de una sirena se escucha a los alrededores de la ciudad, alertando a todo ser vivo que era la hora de esconderse, la noche cae y con ella la maldición de la muerte.

A lo lejos se ve un pequeño perro faldero buscando refugio, desesperado recorre las calles fúnebres, hasta encontrar un lugar donde esconderse, la oscuridad cae poco a poco ocultando cualquier diminuto rayo de luz.

De aquel viejo edificio se puede ver el caminar de un ser, pero algo en él no es normal, su cabeza esta caída sólo ve al piso y arrastra los pies con pesadez, algo sale de lo que parece ser su boca una tipo lengua, pero esta se retuerce de un lado al otro cuando le da por un breve instante un poco de luz.

Todo está calmado, sólo el viento hace crujir los edificios abandonados, se podía sentir el miedo de aquel perro que temblaba, por que él sentía su muerte cerca.

La oscuridad se apodera de aquella ciudad Wesker, unos seres caminan con torpeza, mientras otros dan enormes saltos y sacando a todo humano de su escondite, los gritos no se hacen esperar, un miedo invade de nuevo como todas las noches, esos seres diabólicos eran de lo peor.

—Perro… —lo que parecía un joven de 20 años tomaba al can de su cuello, mientras este trataba de huir, los ojos de aquel chico eran negros y de su boca se puede observar un aguijón que sale pero este es blanco como la nieve, y brillante como un rubí. Con pasos lentos se dirige a un callejón y con la luz parpadeante se puede observar la sombra de estos dos seres, un chillido se escucha y un hilo de sangre recorre aquel lugar donde la muerte llega…


Esa ciudad esta maldita…. Ciudad Wesker, la ciudad de… Los vampiros.

Recuerda la oscuridad no será tu aliada.​

Si el miedo te invade. ​

 

Hola a todos y todas, gracias por los comentarios y me gusta que me otorgaron. Me alegra que les gusto mi prólogo.

Bueno aclaro algo, lo de los aguijones vino la idea de mi libro favorito Nocturna, no quería poner lo típico de un vampiro que te muerda con sus colmillos en el cuello, y pues en el libro estos vampiros tiene un aguijón con el cual pueden "morder" e infectar a las personas. Con el paso de los capítulos les iré aclarando como son ellos. Espero les guste la continuación. Gracias por el apoyo. Lamento los errores, tratare de estar más al pendiente de ellos.... u.ú la mayoría son las tildes T-T

Capítulo uno: Tren.​

Jueves 18 de julio del año en curso.

Hora. 17:30

Bodega número 13.

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Los pocos humanos que radican en aquella ciudad maldita, “Ciudad Wesker” buscan alimento y municiones para su supervivencia, la noche llega rápido y con ella los vampiros.


A lo lejos se puede observar la puesta de sol, todos corren a las bodegas en busca de refugio, cada día hay menos personas y las muertes no se pueden evitar. Una pequeña niña con la cara llena de tierra y lágrimas secas ve el horizonte y como poco a poco la luz se acaba y con ella la esperanza de que su salvador regrese y la proteja como lo hizo aquella noche, cuando vio como atacaban a sus padres y al final ellos dejaban de ser humanos.


La gente de la bodega trece no quería a la pequeña Marissa, más bien todos los sobrevivientes la odiaban, creían que su familia había traído la desgracia a esa pequeña ciudad. Su padre era un militar, su madre era una abogada y aunque ellos fueran personas ocupadas siempre tenían tiempo para la pequeña. Aquel día, cuando llegaron los militares todo cambio, ella recordaba todos los días aquella desgracia, para una niña de nueve años no era fácil de superar. Fue sacada de sus pensamientos por un fuerte golpe que la llevo al suelo, una mujer la vio con odio y gracia era tan débil Marissa que el único que la cuidaba era Ryan.


—¡Mueve mocosa! —La voz de un protector o así se hacían llamar, la empujaba con la punta del pie y Marissa sólo lo ve con miedo, ella sabía algo, pero tenía miedo de hablar. Otros dos protectores pasaban a su lado y uno de ellos era una chica, hizo una mueca al ver como su compañero la trataba.


—¡Seth! Deja a la niña en paz, ya es suficiente como la tratan los demás para que vengas a hacerle sentir menos —la joven le daba un empujón a su compañero y se agachaba para ayudar a la pequeña, su reacción fue alejarse —. Vamos, ¿yo no soy tan fea como él o sí?, ¿Dónde está Ryan?


Marissa la ve con miedo, pero cuando le preguntó por aquel ser que añoraba ver entrar, volteó a ver a la entrada y con eso la chica entendió que él todavía no llegaba.


Una sensación extraña recorrió su cuerpo al escuchar sonar aquella sirena, ya era el toque de queda y eso significaba que los vampiros llegarían pronto. Las puertas de la bodega trece se empezaban a cerrar, la pequeña corrió para tratar de evitar el cierre, pues bien sabía que no abrirían hasta la mañana siguiente.


—¡¿Qué diablos haces niña?! ¡Apártate o morirás! —Un protector alzaba su mano para propiciarle un golpe, pero fue detenido por Ashlott, aquella joven que hace pocos segundos estaba con Marissa.


—No te atrevas a ponerle una mano enzima —tomaba a la niña en sus brazos y se la llevo lejos mientras las puertas chillaban y en los ojos de Marissa se ve el último rayo de luz, la noche sería larga.

~-~-~​

Estación Jardin Fit.

Hora. 18:05

Último tren.​

Pocos se arriesgaban a ir a lo zona con mayor infectados un grupo de valientes había podido recibir un mensaje de unos sobrevivientes en aquel lugar, Ryan era el líder de los protectores, ellos se encargaban de cuidar y buscar alimentos en zonas de alto riesgo.


—¡Vamos a morir! —Una joven de cabello rizado y muy maltratado se ponía en cuclillas y no dejaba de repetir la misma frase, ellos si estaban muy mal, tanto tiempo en la oscuridad, el ver morir a sus compañeros por un poco de comida. Esa gente ya no era normal.


Las luces del vagón empezaron a parpadear, se podían escuchar el caminar torpe de aquellos vampiros recién transformados, los gritos de las personas que corrían en la superficie no se hicieron esperar.


Los golpes en los vagones se escuchan con claridad, ellos estaban en sumo peligro, eran blanco fácil para los vampiros.


—¡Yo me voy de aquí! —La chica temerosa buscaba una salida, desesperada buscaba la forma de abrir la escotilla de emergencia.


—¡Espera! ¡¿Es que acaso quieres morir?! —Ryan la tomaba de la cintura y la alejaba del lugar más vulnerable, su única salida.


—¡Tú estás loco!, nunca debí de haber salido de la guarida, bien me lo dijeron, ahora estoy en peligro.


—Lo que debemos hacer, es estar en calma, entre menos ruido hagamos ellos no sabrán de nosotros — la chica forcejeaba hasta que tuvo la posibilidad de salir de ese agarre y volver a intentar escapar. Logro girar la manija de la escotilla de emergencia, pero al tratar de salir el metal le había hecho una herida en el rostro y la sangre empezó a fluir.


Ryan trato de ir por ella, pero un niño lo tomo de su mano, él volteó a verlo el niño reflejaba miedo, recordó a la pequeña, a Marissa y él le había prometido volver. Tomó al pequeño de los brazos y lo llevo a un lugar seguro mientras otro de sus acompañantes trataba de cerrar lo que sería una muerte segura para ellos. Un grito desgarrador se escucho en el túnel y cuando estuvieron a punto de cerrar la salida de emergencia una mano los detuvo, lágrimas no dejaban de salir de la chica que regresaba más pálida que nada.


En su rostro se podía observar el miedo que tenía, como pudo se metió al vagón y se dejo caer con torpeza, cuando se acercaron a verla, ella estaba cubierta de sangre.


Uno de los protectores se asomaba por la salida vio hacia ambos lados, vio una figura moverse a lo lejos, pero cuando este se dispuso a cerrar la escotilla, en un instante era agarado por aquel ser. Ryan trato de ayudar a su compañero pero fue demasiado tarde. Ellos se lo habían llevado, tenía que cerrar esa salida y cuando lo intento hacer unas manos jalaban aquel metal, impidiendo su cierre total. Fueron pocos los segundos que duro, la escotilla se cerro y por un momento estarían a salvo.


El líder Ryan, veía a la chica y ella no dejaba de temblar, esa noche sería larga y más siendo él, el único que sabía luchar contra esas criaturas, tenía que llevar con vida a unos ancianos, a la chica temerosa y a un niño que no dejaba de llorar.

Estación Jardín Fit.

Hora. 19:10

Último tren.
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Próximo capítulo: Infectado.
Por salvar mataras.

 

Hola a todos, vengo con la continuación de mi querido fic Ciudad Wesker, gracias por el apoyo y el ánimo. Si llego a tener errores, lo siento, termine de escribir el capitulo a las 3:40 a.m. hora México. La verdad estaba inspirada. Espero lo disfruten.

Capitulo dos: Infectado

Estación Jardín Fit.​

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Hora. 19:10​

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Último tren.​

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Poco a poco se sentía la presencia de esos seres más cerca, los rasguños en el metal del vagón cada vez era más. La sangre los ataría era lo más lógico, pero como iban a neutralizar ese olor, la chica estaba completamente bañada de aquel liquido tan delicioso para esos vampiros.

Poco a poco las horas pasaban, los lamentos y lloriqueos de aquella joven toda la noche se escucharon, los ancianos trataban de dormir y el pequeño niño temblaba de miedo al ver que lentamente el metal empezaba a ceder antes los rasguños de esos seres.

—Tranquilo, nada pasara eso te lo prometo — Ryan tomaba al pequeño en sus brazos y lo ocultaba en su torso tratando de hacerle sentir protección. En eso uno de los dos ancianos le llamo.

—¿Ellos… Ellos no se detendrán hasta que tengan lo que quieren verdad? —Ryan se dio cuenta que esa no era la pregunta que iba hacer él señor, pero sabia que el pequeño no necesitaba saber que morirían.

—Claro que se detendrán, pero todos tenemos que actuar como un equipo, necesito que se tranquilicen y actúen con valentía —decía esto mientras veía a la chica que con miedo afirmaba con un movimiento de su cabeza —. Amigo, necesito que seas valiente y confíes en mí — el pequeño lo vio a los ojos y se le tomó la mano.

Ryan puso al pequeño en uno de los asientos y dio unos pasos para tomar unas mochilas.

—Verán, aquí tenemos lo necesario para poder salir he ir a una bodega, que está a una estación, pero bien saben que nosotros quedamos varados a principios de la estación Jardín Fit. Y que es un largo camino, no podemos ir por la superficie porque estaríamos expuestos y no nos podemos quedar a que amanezca, puesto que ellos se ocultan del sol y bajan a estas estaciones… Entonces…

—Entonces vamos a morir, dilo de una maldita ves y no nos des falsas esperanzas, bien lo dijo la patriarca que no debíamos de salir del lugar que nos salvo la vida —la chica tomaba de la playera a Ryan y empezaba a enloquecer.

—¿Y por qué no te quedaste?, ¿por qué viniste con nosotros? Sabes uno de mis hombres murió por tu culpa y ahora me reclamas el querer salvarte la vida, que débil —esas palabras le llegaron a la chica y dio unos pasa hacia atrás.

—Él no murió por mi culpa, él no se fijo… Yo no lo mate.

—Pero si no actúas y te calmas nos mataras… Me escuchas, nos mataras —paso a un lado de la chica y siguió hablando sobre el plan que tenía, sabía que era algo arriesgado, pero no había otra forma —. Verán, yo soy él que sabe más sobre estas cosas así que seré la carnada. Escuchen, esta pequeña bolsa tiene unos químicos que les afecta por un tiempo a esos seres, cuando vean uno cerca la rompen y lanzan el liquido, tendrán un poco de tiempo para correr…

—¡¿Co...Correr?! —La voz de la anciana se entre corto —.!¿Tu plan es que nosotros salgamos de aquí?!

Un suspiro dejo salir, pues la anciana sabe que ese plan es un suicidio—Si, ese es el plan, yo distraeré a los vampiros, mientras ustedes corren a la estación Doctor Swon… Pero antes de llegar hay unas tablas amontonadas cubriendo un pasaje, ustedes quitaran esas tablas y tomaran ese pasaje tratando de ir lo más rápido, no se perderán, puesto que sólo tiene una salida y esta llega a una casa que esta a escasos metros de la bodega número cuatro deberán tocar cuatro veces y decir que yo los guió. Desconfiaran de sus palabras pensando que son infectado, pero recuerden esto “la ciudad de sus cenizas se alzara” diciendo estas palabras los dejaran entrar.

Yo los distraeré, tendrán poco tiempo para salir de aquí. Con un poco de plata y luz infrarroja podrán defenderse, si llegan a necesitar matar alguno, deben recordar que su punto para su muerte es el cuello, si les rompen el cuello ellos morirán, la luz infrarroja sirve para debilitarlos y que sus ojos se quemen, pero esto los pone más agresivos… Lo sé, es peligroso, pero si quieren vivir harán lo que les dije entendido —vio a los cuatro y era lógico que expresaran miedo y fatalismo —. Deben hacerlo o no podrán salir de este lugar, deben de ser fuertes y querer vivir, si lo desean lo lograran.

El pequeño se acerco a los ancianos los tomó de la mano y los ayudo a ponerse de pie.

—Nosotros lo lograremos, ¿verdad? —Era impresionante como un pequeño fuera más valiente que los adultos.

Ryan le paso su mano sobre su cabello y le dio una mochila, se acerco a la chica y le digo “se fuerte” tomo una mochila y la ya no escuchar tantos ruidos, saco las llaves y abrió una pequeña compuerta del vagón, bajo y ayudo a los demás a salir cuidando no hacer ruido alguno.

—¡Vamos corran! —Los ancianos afirmaron con leve movimiento de su cabeza y el niño no dejaba de voltear a ver a Ryan que poco a poco su figura desaparecía.

Unos pasos lentos y torpes se escucharon sobre las vías, los cuatro se pegaron a la pared pero un gemido salió de los labios de la chica al ver un como el rostro de una persona rodaba por el piso, cuando por accidente ella lo toco con la punta del pie. El vampiro alzo su cara y se empezó a acerca más y más hacia donde ellos estaban; a lo lejos se escucharon unos pasos que se movían rápido, era Ryan que con una tacleada tiro al vampiro vio que ellos se trataban de esconder y no hacían nada.

—¡Con un demonio corran! —Grito mientras era sujetado por un vampiro, estos dos forcejearon un poco, el vampiro ya tenía un tiempo de infección y era más rápido, varios golpes le propicio a Ryan haciendo que este quedara en el suelo, con un poco de cansancio se levanto, se quito un poco de sangre que salía de su boca, bajo su cabeza y espero el ataque del vampiro el cual no se hizo tardar, pero de un ágil movimiento Ryan le rompió la pierna y con un pequeño cuchillo que saco de su bota se lo enterró en el cuello, llegando así a la columna y quebrándola.

Las personas seguían sin moverse, veían como mataba aquel ser, pero el pequeño les empezó a jalar de la mano, no era tiempo para ver como asesinaban a esos seres; empezaron a moverse mientras los otros vampiros corrían tras Ryan eran demasiados y no podría salir con vida de aquel ataque…. Los ancianos se empezaban a fatigar y la chica corría sin ver atrás, no le importaban los demás ella quería estar a salvo, pero no sería su día de suerte. Vio las luces de la estación cerca y a lo lejos se escuchaba un pequeño grito “espera” pero ella no hacía caso omiso al grito.

Del techo se dejo caer un vampiro parándose frente a ella, la tomo del cabello y abrió su boca, ella no podía hacer nada, sus piernas empezaron a temblar y sus ojos se empezaron a poner cristalinos. Ella vio como el vampiro empezaba a enrollar su lengua y dejo salir un aguijón y este se movía como si tuviera vida propia, empezó a acercarse poco a poco a su cuello, iba de un lado a otro se alejo un poco y de un brusco movimiento se clavo en el. Pero ni una gota de sangre broto, en lugar de eso algo se movía en su cuello, su vena se resalto y por ella un pequeño movimiento se notaba, algo le introducía.

Se escucharon pasos, el vampiro se alejo y la vio a los ojos ella se quedo quieta un breve segundo agito su cabeza y empezó a caminar con torpeza, cuando llegaron los ancianos y el niño ella ya había quitado las maderas, con la cabeza baja les indico que avanzaran y ellos no le prestaron atención. Caminaron unos minutos, la chica iba atrás de ellos, pero en su mirada se veía diferente.

Ryan había podido esquivar ya varios ataques con aguijones unos los cortaba y otros los arrancaba, no por nada era el líder, pero el cansancio se hacía notar, si seguía así él terminaría muerto. Dio unos pasos hacia atrás y corrió lo más rápido que pudo tirando a varios vampiros a su paso. A lo lejos se podía ver la luz de la estación y vio unas maderas tiradas, ellos habían podido llegar, tomo el pasaje que lo llevaría a la bodega número cuatro, no tardo mucho en alcanzarlos, era lógico que tardaran más pues los ancianos se veían cansados.

—Al parecer… Todos están bien…. —decía un poco agitado viendo a los cuatro que se encontraban al final del pasaje, vio algo extraño en la chica no decía ni actuaba raro, pero pensó que ella había recapacitado y sería más fuerte. Bajo unas escaleras y subió primero ayudando a los demás a salir del túnel.

El niño se acerco a una de las ventanas que estaba cubierta por tablones gruesos, y no muy lejos se podía ver la bodega número cuatro.
Ryan al ver a los ancianos tan agotados, decidió que no era mala idea darles un respiro.

—Descansen un poco… Estamos cerca.

Cercanías de la bodega 4.​

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Hora. 03:21 a.m.​

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Casona vieja.​

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Pasaron varios minutos, ya era hora de partir, ayudo a los ancianos a ponerse de pie, salió por la entrada asegurando que no hubiera nada extraño, observo que todo era silencio y eso no era buena señal, lo más seguro es que ya los tenían cazados.

—¡Corran! —Aviso Ryan tomando su cuchillo en sus manos, mientras jalaba a los ancianos, la chica corría con un poco de torpeza y a sus espaldas empezaron a salir los vampiros. Ryan soltó a los ancianos y corrió a la puerta de la bodega para que pronto le abrieran.

Toco cuatro veces y nadie respondía, volvió a insistir y una voz familiar le contesto

—Si no estás infectado decir la clave.

—“La ciudad de sus cenizas se alzara”.

Pero no se movía ni un poco la puerta la volvió a golpear desesperado a su lado ya se encontraban los cuatro, y cada vez más cerca los vampiros estaban. Una voz algo familiar le contesto.

—¿Ryan?

—¡Maldición abre la puerta! — Ryan empezó a lanzar junto con el pequeño los químicos mientras la pesada puerta se movía, entraron los ancianos y la chica, tomo al niño y corrió a los adentros de la bodega.

—Ryan… Líder… —esa voz le era familiar, Ryan vio a uno de sus guardianes y era un amigo suyo el cual dirigía aquella bodega.

—Por poco nos matas Saul — tomo del brazo a su compañero y una sonrisa le brindo. Al parecer todo iba bien, los ancianos tomaron un lugar para descansar, el niño no se alejaba de Ryan y la chica, la chica empezó a palidecer, sus ojos se tornaron de negro y eran torpes sus movimientos. En el fondo de la bodega se escucho un grito estremecedor, la chica empezó a atacar sus víctimas los ancianos que los acompañaban.

Los gritos empezaron a escucharse, Ryan había llevado a una infectada a la bodega, eso era un gran error.

Bodega 4.​

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Hora. 04:15 a.m.​

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Infectado.​

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Bueno espero les guste este capítulo. Saludos

Próximo capitulo: Sobrevivientes.

 

Hola~~~~~ Lamento toda esa tardanza, de verdad lo siento, :c soy mala, lo sé, pero es que se me fue la inspiración para este escrito. Pero bueno, a petición de Shani busque inspiración. Es un honor que esta sea una historia que siga esta historia nuestra querida líder *-*

Bueno, espero les guste, creo que me quedo raro .-. no sé.... Pero en fin, agradezco sus comentarios siempre son bienvenidos. C:



Capítulo 3: Sobrevivientes.

Jueves 18 de julio del año en curso.

Hora. 22:34

Bodega número 13.
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—¿Marissa?, ¿dónde estás? —Ashlott la había perdido de vista, normalmente cuando Ryan se iba a buscar sobrevivientes o tenía que hacer algo especial en la noche Marissa se encontraba en donde dormía Ryan, la niña lo quería mucho, él era mucho para ella y en ese lugar, donde estaba las cosas del chico ella se sentía segura pero Ashlott no la encontró.

—¿Qué se te perdió Ash? —Ella lo vio con malestar y siguió su camino Seth no le ayudaría en nada, él preferiría que dieran a la niña con aquellos seres para que la mataran y no era el único que pensaba así, todos los sobrevivientes de esa bodega pensaban que la niña había traído desgracia.

—Nada, sólo déjame en paz —dijo ella al ver que él la comenzaba a seguir.

—De seguro buscas a la alimaña esa ¿Verdad?, por suerte para nosotros escapo —decía mientras se sentaba y ponía cómodo entre un par de bultos de harina, azúcar y otros alimentos.

—¿Qué dices? —Ashlott volteó a verlo con molestia —No es tiempo para tus tontas bromas Seth, si la viste dime donde está.
Él la vio con un poco de arrogancia, como le encantaba hacerse sentir necesario.

—¡Contesta!

—Calma Ashlott, ya te dije que ya se fue la niña, fue a buscar a Ryan.

—Pero demonios Seth ¿Cómo la dejaste ir? —Ella estaba más que furiosa, tomo al chico del chaleco y lo acerco a su rostro poco a poco mientras lo miraba con furia.

Varias personas comenzaron a ser atraídas por aquella conversación de los guardianes.

~ ° ~​

Jueves 18 de julio del año en curso.

Hora. 00:15

Parque Halmilton.
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—Ryan debe de estar por aquí —la pequeña Marissa caminaba entre las oscuras y silenciosas calles del vecindario paso cerca de un parque, no había nadie cerca para ella eso era bueno, pero para alguien con experiencia sabía que era algo malo. Ellos normalmente andaban en las calles, caminando como zombis en busca de carnada, algo de comer, un poco del liquido rojo carmesí.

—Papá... —Susurro la pequeña al ver un columpio moverse, recordó como su padre la traía al parque y la sentaba en el columpio, podrían pasar horas y ellos no se cansaban eran buenos recuerdos antes del accidente. Todos los que sabían quién era la veían con rencor, le echaban la culpa a ella, pues sus padres habían muerto. Ella era sólo una pequeña que buscaba cariño y el único que se lo daba era Ryan, así que no importo arriesgar su vida por aquel que quería tanto.

Marissa sin estar consciente de que era muy tarde y que estaba sola, comenzó a recorrer el parque caminando con nostalgia tantos recuerdos, tantas cosas que quería sentir, aquellos bellos tiempos donde ella era feliz y no simplemente odiada.

~ ° ~​

Jueves 18 de julio del año en curso.

Hora. 00:15

Bodega número 13.
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—¡Tenemos que buscarla, tiene que estar por aquí! —Ashlott comenzó a organizar un pequeño grupo.

—Esto es muy arriesgado, vamos a arriesgarnos por una niña —uno de los guardianes se interponían ante lo que decía Ashlott.

—Esa niña es alguien querida por Ryan. Así que el que quiera acompañarme que lo haga, quien no, se las arreglara con él cuando regrese —y aun así, bajo esa amenaza nadie se preparo para ir con ella, la dejarían sola, si la niña moría pagaría por los "crímenes" de sus padres —, si así lo quieren.
Ella camino con sus cosas y ordeno que se abriera la puerta y ella salió de la bodega en busca de la pequeña.

Jueves 18 de julio del año en curso.

Hora. 02:15

Parque Halmilton.
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—R-ryan... Eres tú —con miedo tomo su cuello, en el portaba una cadena que su querido Ryan le había hecho en el viaje, ese collar es una promesa, promesa de vida —. Tengo miedo... Papá... Ma-mamá... Tengo miedo —se sentó bajo las raíces de un árbol y abrazo sus piernas con temor —Estoy sola...

A unos cuantos metros de ella se encontraban davalando esos vampiros, la sangre estaba escasa ya era difícil que encontraran humanos, últimamente comenzaban a comerse los unos a los otros, lo cual los hacía más peligrosos y más fuertes.

—San..Sangre... —su cabeza la de ladeo y sus huesos crujieron, la mirada la tenía vacía el aguijón común en esos seres comenzó a latir y salir de su boca. Esa cosa podía sentir el calor del cuerpo humano, tenía la capacidad de oler el hierro y demás componentes de la sangre, y era más fuerte cuando no se había comido nada en bastante tiempo.

Sus ojos brillaron en el momento que encontró su alimento, una pequeña e indefensa niña llorando en la oscuridad de la noche. Corrió lo más rápido para atacar pero algo se interpuso, o más bien alguien en su camino cortando ese aguijón que salía de su boca.

—Ni se te ocurra tocarla bestia —ese ser se quito la capucha de su cabeza y dejo salir su cabello negro y largo. Entre sus manos se encontraban un par de manoplas con navaja en la punta, la vampiresa se retorció al sentir su valiosa extremidad hecha añicos, el filo de las manoplas con navaja tenían un fuerte liquido en ellas, un veneno poderoso para ellos.

—Marissa, quédate en ese lugar —aquella guardiana se ponía en posición de atacar, las horas pasaban pasarían lento. Pero ella protegería a la pequeña.

Un grito de desesperación se escucho al momento que aquel veneno llego al corazón infestado de la vampiresa matando a cada uno de sus gusanos, su dolor era similar a ser quemado por dentro el calor se incrementaba poco a poco matando todo rastro de vida en su camino.

Ese grito alerto a más seres, cada uno aspiro el dolor de aquel ser que sufría y moría poco a poco. Sus cabezas retorcidas vieron a sus dos presas.

Cercanías de la bodega 4.

Hora. 03:25 a.m.

Casona vieja.
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—¡Ryan! —Gritó Saul al tener a la chica sobre él y Ryan de una fuerte patada alejo a la chica y a su aguijón.
"Como no me di cuenta" pensaba Ryan al ver a la chica tumbada en el fondo de bodega.

Los gritos desesperados se escucharon en la bodega, la chica se levanto y giro terroríficamente su rostro a Ryan quien se ponía en guardia mientras Saul se levantaba.

—Es la hora Ryan —su camarada le puso la mano en su hombro y fueron a atacar directamente a la chica...