Alone In The Darkness

Prologo: Esa oscura noche…

Miles de leyendas existen alrededor de los monstruos del pasado y presente, criaturas marinas, cíclopes, gárgolas, hombres lobo, entre muchos otros, pero quizá la raza con más leyendas bajo su nombre ya sean falsas o verdaderas son los vampiros, a través de las eras un sinfín de detalles sobre estos seres han sido descubiertos o inventados.

Entre los detalles más relevantes está la sed de sangre que los ha distinguido de otras criaturas por ser literalmente “sed de sangre”, beber la sangre de otros seres para sobrevivir y no la necesidad de matar. Por otro lado otras características caen en la exageración como el temor a la luz del sol, aunque es verdad que los vampiros huyen del sol e incluso para los vampiros de clase baja o los convertidos por estos las quemaduras provocadas por la luz solar pueden llegar a ser mortales este no es el caso para los verdaderos nosferatu o los vampiros de nacimiento que pueden soportar por una cantidad bastante grande de tiempo sin que llegue a ser mortal, la razón principal por la que huyen de esta brillante estrella es debido a las quemaduras que esta ocasiona, no sanan hasta después de mucho tiempo.

Incluso el tema de sus habilidades sobrehumanas recae en la calumnia, argumentando que son creaturas malditas buscan saciar su ignorancia ignorando la realidad, los vampiros al ser seres considerados “no muertos” no poseen limitadores mentales y poseen una fuerza descomunal además de velocidades increíbles sin ninguna necesidad humana como dormir o comer, mientras se abastezcan de sangre cada cierto tiempo es posible para ellos vivir prácticamente una eternidad.

Para muchos el “vampirismo” es un una maldición que cae sobre los no creyentes y herejes de la iglesia, criaturas malditas que han regresado a la vida por obra de la maldad para atormentar por los siglos a los hijos de dios. Otros lo razonan más como un virus, que afecta al cuerpo destruyendo los limitadores mentales y aplicando otros, la posibilidad de un virus se entiende cuando se aplica sobre la sed de sangre, el virus se descontrola cada cierto tiempo y esta sustancia puede tener alguna propiedad que ayuda a mantener bajo control el virus por un tiempo, diferentes enfermedades son prueba de que existe esta posibilidad, la luz del sol puede ocasionar quemaduras graves debido a alguna consecuencia de la “enfermedad” sobre el cuerpo y la piel del usuario.

Pero la verdad sobre los vampiros a ciencia cierta es posible jamás la conozcamos, aunque existen miles de historias sobre estos seres… y esta es una de ellas.

Nuestra historia comienza en el siglo diecisiete, en un año que ya no recuerdo y una fecha que dejo de importarme, en una oscura noche de invierno iluminada por las estrellas y la luz de las antorchas que sobresalían en la penumbra de la mano de lo que cualquiera llamaría una horda enfurecida… otros quizá usen el término “aterrada” por la velocidad a la que escapan a la dirección contraria a una gran mansión que se extiende en medio de un claro en el bosque que abarca toda la zona, a lo lejos, en la ventana de esa gran mansión una figura femenina se muestra sobre el balcón, sus ojos muestran una resignación que da a entender que esta no era ni la primera ni última vez que esto sucede.

La noche acompaña a una silueta, acercándose al pueblo que esta solo a un kilómetro de la mansión, una capa cubre la identidad de este personaje, se acerca al pueblo lentamente y sin hacer ruido, entre la muchedumbre que se encuentra en la plaza del pueblo avanza ágil y sin perder un segundo, nadie nota su presencia realmente, finalmente llega a su destino… la taberna del pueblo.

Entra en silencio y parece girar la cabeza buscando a alguien, con la luz del lugar se logra apreciar un par de fundas negras en su espalda, concreta mente dos espadas posicionadas en forma de equis. Encuentra a su objetivo, un joven de cabellos plateados y fuerte constitución, tez clara y una sonrisa de tonto mientras bebe de una gran taza al mismo tiempo que coquetea con un par de chicas del lugar.

– Sigues gustando de las mujeres fáciles y el alcohol barato- menciona aquella silueta con un tono de voz sencillo e incluso desinteresado, aquella voz sin duda pertenece a un hombre joven.

El joven de cabellos plateados sin voltear a ver la fuente de ese comentario sonríe, se estira sobre la silla en la que se encuentra sentado y habla con un todo de voz cansado.

– Tan puntual como siempre- gira su cabeza al par de chicas a su lado con una sonrisa– lo lamento señoritas, tendremos que continuar nuestra conversación en otro momento- dice a modo de disculpa y sin perder la sonrisa, algo resignadas las jóvenes se retiran del lugar un poco enojadas por haber perdido a un cliente– ¿Te gusta arruinar mi diversión o no?- comenta en un tono divertido.

– El trabajo- le contesta la silueta cortando sus bromas de raíz, el otro joven suspira con cierto deje de aburrimiento.

– Contigo todo es trabajo…- sus ojos dan un giro de resignación clara e incluso una pequeña mueca de molestia.

– ¿En qué consiste este trabajo?- Se muestra claro y preciso en cada una de sus palabras, no parece gustar de desperdiciarlas inútilmente.

Reacciona justo a tiempo para atrapar una hoja de papel que le es lanzada por el otro joven de cabello plateado, al girarla logra ver la imagen de una joven, cabellos oscuros al igual que sus ojos, su piel era pálida aunque no se veía en mal estado, ella estaba sonriendo pero lo que capto su atención fue la palabra escrita debajo de su retrato… “vampiro”.

– Asesinato-


Continuara…

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Bueno, este es mi segundo fic dentro del foro, espero sea de su agrado.
Para mi gusto personal es bastante bueno y en cierta forma me encuentro bastante satisfecho con lo que e logrado con este prologo, se que no es perfecto pero mejorara poco a poco y no esperen una de esas historias monotomas y sin sentido, e trabajo duramente para mejorar mi estilo de escritura y planeo demostrar los resultados con este trabajo.

Sin mas de que decir, los dejo con la peticion de un me gusta o un comentario si lo creen merecedor y si es posible una critica constructiva ya que gracias a eso aprendo.

Un placer, hasta el nuevo capitulo.

-Dark Alloros-

 

Y si señores, e vuelto para su desgracia... no, mentira, soy un encanto :3
Perdonen mi enorme retraso pero por alguna razon se apiadaron de mi (o se les olvido que es lo mas probable xD) y no me cerraron el fic.
Este capitulo es mas que nada un pequeño vistazo a los personajes y personalidades, como se imaginaran mi comedia no es la mejor pero se hace lo que se puede :3
Sin mas que decir les dejo el capitulo.



Capítulo 1 – Conociendo al enemigo


Observa ese delicado pedazo de papel durante más de dos minutos sin cambiar por un solo segundo su semblante mientras su acompañante parece perder poco a poco una paciencia no muy desarrollada. Continúa su tarea como si trata de desvelar los misterios del universo en ese delgado cartel o como mínimo posiblemente, encontrar un error en la información.


– ¿Bajo qué cargo debo asesinarla?- pregunta seguramente con sus ojos aun clavados en la hoja por la dirección de su rostro.


– ¿Acaso importa?- contesta su pregunta con otra en un intento de calmar la tensión que se provoca por su sola presencia aunque fue inútil, tras un suspiro contesta– Algunas personas en el pueblo han desaparecido recientemente, igualmente se han encontrado los cuerpos sin vida de muchos de los animales de ganado de los lugareños, todo parece indicar que ella es la responsable- su voz es serena y segura tratando de no dejar duda en su compañero.


– ¿Pruebas?- Una sola palabra en una pregunta con solo un significado, pero con tanta importancia.


– Al parecer hay testigos oculares de las desapariciones, todos describen a una joven vestida con ropas negras y estatura prácticamente idéntica a la de la sospechosa, es normal que ella sea acusada en un pueblo donde se basan por tan poca cosa… bueno, realmente no importa, nos están pagando por esto y al final, eso es lo que cuenta- Termina con una sonrisa ladeada.


El joven guarda silencio por un momento dejando al fin el cartel de su mano en la mesa en la que se encuentra aquel que se lo entrego, mientras con un pequeño giro hace ademan de retirarse.


– Comenzare mañana por la noche, tengo cosas que hacer- sentencia sin ceremonia alguna.


– Mañana será, enviare a otros dos hombres contigo como apoyo, los vampiros son un rival fuerte… no te vayas a confiar por que tenga la apariencia de una chiquilla- informa tranquilamente culminando con una pequeña burla que obviamente el otro no responde.


Detiene su paso por solo un instante mientras él otro dice la frase anterior, menos de un segundo dura esa reacción y pasa desapercibida por el mismo… junto con la gran sonrisa que se perdió en la oscuridad.

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Cierra los ojos en un vano intento de lograr poner su mente en un blanco total y olvidarse aunque sea un mísero instante del pequeño pero evidente hecho de que el mundo está convertido en un sinsentido absoluto, cuyo único verdadero misterio era ¿Hasta dónde llegara la estupidez de los seres humanos?, no conoce la respuesta y no cree conocerla en algún momento, después de todo, por lo que ella misma puede comprobar, si la respuesta es explicada en una distancia… esta no será precisamente corta.


Exhausta, así se siente, no de la vida inmortal que se ve obligada a llevar, o por lo menos no del todo. Solo quiere poder cerrar los ojos un segundo y dejar de prestarle atención a lo que la rodea… pero eso es imposible, ella lo sabe y es que, literalmente su vida depende de ello.


Y al parecer, a la vida le gusta recordárselo a la mínima posibilidad.


El ligero cambio en el viento que entra por su ventana es suficiente aviso de una presencia extraña en la habitación, aunque claro, el peso localizado a su lado en su propia cama puede que ayudara un poco.


Sus ojos siguen cerrados a pesar de ese conocimiento, es así porque no porque no logra reaccionar o simplemente no lo considera necesario… solamente ella lo sabe.


Expuesta solo con un ligero vestido negro de tirantes cuya tela parece tener un ligero brillo ante la luz de las velas, con el largo suficiente para llegar a sus rodillas, holgado y sencillo pero a la vez llamativo.


– Buenas noches- voz clara y profunda, un joven sin duda.


– Buenas noches- repite automáticamente por costumbre en vez de cortesía.


– ¿Por qué una dama se deja tirar en su cama sin ceremonia alguna?- Un tono de voz más suave es usado esta vez, quizá con un poco de curiosidad.


– Día complicado- expresa como si esas dos sencillas palabras fueran capaces de dar a entender toda la situación que ronda por su mente, que a su vez provocan una pequeña mueca en sus labios.


– ¿La turba aterrorizada en dirección al pueblo tiene algo que ver?- El profundo suspiro arrancado de ella solo confirma este hecho.


– ¿Por qué un hombre entra en la habitación de una mujer y se toma la libertad de tomar un lugar al lado de ella en su propia cama?- Es curiosa con la respuesta a esa pregunta, él sabe lo que ella es, eso es obvio y aun sabiéndolo tiene la valentía o estupidez de tomarse aquellas libertades.


– No tiene un lugar donde pasar la noche- Ella ríe ligeramente por la respuesta, no es algo que esperara y aunque no puede asegurarlo debido a que sus ojos siguen cerrados hasta este momento, ella cree que él también está sonriendo.


Con la primera sonrisa que logra poner en tanto tiempo que sinceramente ni ella misma recuerda, abre sus ojos al tiempo que toma posición de sentado en la cama para mirar nada discretamente a su “Invitado”.


Ojos oscuros sin ningún tipo de brillo en ellos, cabello negro cayendo hasta debajo de sus hombros al igual que unos mechones rebeldes intentando cubrir su frente aparte del tono claro de su piel, es lo único que el manto oscuro que lleva le permite observar, aunque el par de katanas en su espalda no es algo que pasa desapercibido para alguien con el sentido de la vista.


– Hay una posada en el pueblo- La burla es clara al igual que su sonrisa– Aunque imagino, eso ya lo sabes.


– Prefiero un lugar apartado del pueblo, es la única razón particular- Contesta mirando en dirección del balcón para tener a la lejanía una buena vista de las luces de la ciudad.


– Creo que me acaban de llamar antisocial…- Las palabras de ella son un simple susurro dirigidos a sí misma, aunque su rostro se nota caído por la declaración, el tono de su voz intenta con todas sus fuerzas no reír.


No lo logra, liberando su risa sincera… sabe que esto es una historia que termina mal, siempre es así y no es algo que ella puede evitar, no es tonta. Él está aquí por su cabeza y ella aunque deteste la idea de quitarle la vida a alguien, no piensa ofrecer la suya en bandeja de plata.


Las preguntas son ¿Cuándo? Y ¿Dónde?, pero no le molesta la idea de posponer eso el tiempo suficiente para seguir con su plática, le da un poco de pena admitirlo pero… es la charla más larga y divertida que tiene en años.


– Tu nombre- Dice ella con calma mirando el techo ganándose una mirada interrogante por parte de su acompañante– Si te vas a quedar, al menos debo saber tu nombre ¿O no?, no es bien visto que una dama coqueteé con un desconocido- Su sonrisa sigue sin desaparecer esta vez mirando directamente sus ojos.


– Puede llamarme Hourai- Contesta y provoca un silencio entre ambos, algo que ella intuye es un espacio para su propia presentación.


– Aylin, mucho gusto- se presenta educadamente sin saber en qué momento exactamente el joven se ha dejado caer en su cama cerrando los ojos, asumiendo la posición usada por ella anteriormente– Te tomas bastantes libertades ¿Sabes?- realmente el chico ni sus acciones le molestan, caso contrario le divierten bastante.


– Esta cama es cómoda- ignora olímpicamente lo dicho por ella, abre sus ojos lentamente en un gesto cansado con un suspiro.


Se acabaron los juegos.


– Ambos sabemos porque estoy aquí…- su tono tranquilo contrasta con el serio contexto de sus palabras.


Ahí está… la frase que tanto temía fuera dicha, aunque sabe que al final es inevitable, asiente con una dulce sonrisa en su rostro mientras se levanta de la cama para quedar frente a la figura recostada del joven.


– No te precipites- Exclama el joven con cierto nivel de somnolencia en su voz, cosa que término descolocando al vampiro femenino frente a él– Estoy cansado y esta cama es muy cómoda para desperdiciarla, podemos hacer lo que quieras mañana- ella asiente monótonamente intentando captar lentamente la información recibida… Aunque se da cuenta de un detalle.


– Esa es mi cama- comenta ganando solamente un si con los ojos cerrados– Yo duermo ahí…- intenta otra vez pero el resultado es el mismo– Estas acostado en mi cama…- trata de persuadirlo para que se retire de su lugar de descanso y esta vez logra una reacción mayor… una sonrisa.


– Sigo sin ver el problema- ríe discretamente tras ver con un solo ojo el sonrojo de la chica.


Esta sonrojada, lo sabe y no le importa, es tiempo de vengarse y es que aún tiene orgullo. ¡Es una vampiro de ochenta años! Y no piensa dejar que un chiquillo mal educado se burle a su costa, pasos suaves y una sonrisa traviesa es todo lo que necesita para acercarse seductoramente al joven, posicionarse justo encima de él y susurrarle en el oído.


– No pienses que puedes intimidarme con tan poca cosa- coloca su mano derecha en el pecho de el para darle fuerza a sus palabras mientras ve como él lentamente abre los ojos desafiando los suyos.


– Si así es como piensas jugar…- Él sonríe junto a sus propias palabras, gira en un movimiento sorpresivo para la chica, termina con el joven encima de ella en una posee bastante singular estando él entre las piernas de ella– No me molestaría pasar una buena noche contigo- culmina en un suave susurro en el oído de la vampiro para luego mostrar una sonrisa tan perfectamente seductora que ella puede jurar sin temor a perder que ha sido practicada bastante tiempo… Ese fue el punto máximo para la pobre chica.


3… 2… 1…


– ¡Aléjate de mí! ¡Maldito degenerado!- con esas dulces palabras bastantes objetos que anteriormente estaban ordenados por la habitación salieron volando con un objetivo claro… dejar herido, si es posible de muerte a cierto pelinegro.


Este solo esquivaba con cierta facilidad los ataques mientras retrocede a la puerta de la habitación y salir justo antes de que una cantidad exagerada de navajas se clavaran en la puerta dejando al pelinegro solo con un pensamiento, “¿De dónde salieron esas navajas?”.


– ¿Ya te tranquilizaste?- Pregunta asomando su cabeza por la puerta segundos después, esa actitud precavida logra calmar en cierta medida a la pelinegra que asiente dejando la almohada que estaba a punto de tirar.


– Jamás le digas a una chica que se tranquilice- es un comentario pero suena más a un reclamo.


– Lo tomare en cuenta- concede la razón sonriendo ligeramente.


– Puedes dormir en la habitación de al lado, la mantengo limpia por si acaso- Aclara con un notable sonrojo en toda la cara y evitando la mirada del pelinegro.


– Te lo agradezco- una pequeña reverencia para fortalecer sus palabras mientras daba vuelta sobre sí mismo y empieza a retirarse al lugar antes mencionado.


– Hourai- exclama seriamente bajando el tono de voz y el rostro, él se detiene tras la mención de su nombre pero aún no se da la vuelta– ¿Puedo hacerte una pregunta?


– Adelante- Contesta evitando el posible comentario obvió por parte de ella.


– ¿Por qué?, ¿Por qué no me atacaste?- el semblante caído de ella era el claro reflejo de muchas malas experiencias y le daba miedo la respuesta, él solamente soltó un suspiro.


– Aun no sé si eres culpable o no- Responde con tono claro dejando muchas preguntas en el cerebro de la chica pero antes de que pueda formular una sola se le adelanta– Y matar a una mujer me habría dejado un pésimo sabor de boca.


La pelinegra se descoloca un poco con la respuesta y se sonroja ligeramente, sonríe discretamente aunque no sabe exactamente como tomar lo que dice, él avanza nuevamente solo por un segundo para detenerse otra vez.


– ¿Por qué no lo hiciste tú?- Pregunta el pelinegro sin darse la vuelta confundiendo a la vampiro– ¿Por qué no me atacaste cuando entre?


– Sonara raro pero… sabía que no me atacarías, llámalo instinto o lo que sea, solo sé que sentí que no corría peligro alguno- Responde con una sonrisa algo torpe y un ligero sonrojo en su rostro, él solo asiente.


– Buenas noches- Se despide mientras atraviesa la puerta y gira para tomar la dirección indicada.


– Buenas noches- hace lo mismo pero en dirección a su cama.


Nuevamente se deja caer en su cama, liberando el enorme suspiro que llevaba tiempo en su garganta, no sabe cómo puede terminar todo esto y puede casi asegurar que no le gustara el resultado, pero una cosa es segura, mañana tendrá todas las respuestas.



Continuara…