¿Habrá sido el destino? ¿O fue casualidad?

* Picnic parte 3

Bella POV.

Los nervios me carcomían, iba a volver a estar con Edward ¡A SOLAS!, la última y única vez que había pasado eso casi nos besamos. Mi corazón latía furiosamente contra mi pecho y mis manos temblaban levemente, incluso sentí mis piernas como gelatina. Nos encaminamos hacia el bosque pero apenas fui consciente de eso, en mi cabeza los pensamientos volaban con abejas rabiosas en un panal. Íbamos en silencio pero era agradable, además me daba oportunidad de pensar. El hablo de pronto
-¿En qué piensas?-me preguntó con intensa curiosidad. Sus ojos me mostraban algo pero no sabía exactamente que era, era como si tratara de extraer la respuesta directamente de mi mente.
-En nada-le conteste desviando la vista y sonrojándome, aunque lo más sincero hubiera sido: “en ti y en cómo me vuelves loca”.
-¿Vamos muy lejos?-le pregunte yo en cambio.
-No falta mucho, no te preocupes, no te pienso raptar.-me aseguro con una sonrisa maligna pero aun así hermosa.
-No es eso lo que me preocupa-dije sin pensar pero me sonroje al ver de nuevo su sonrisa y pensar en lo que él pudo haber oído en mi respuesta.
-¿Entonces que te preocupa?
-Si vamos más lejos-mentí-es que no soy buena senderista-eso último era verdad.
-Lo imagine pero no te preocupes, yo te protegeré-en ese instante al oírlo decir eso con la cara de ángel que tenía mis descontroladas hormonas se aceleraron.
-Ok-fue lo único que pude decir.
Llegamos a una parte donde la vegetación era más densa y había muchas ramas en el suelo, pise con precaución para no caer y lo logre casi por completo, cuando ya divisaba una tenue luz a través del túnel de arboles me apresure y me tropecé con una roca, espere el impacto pero de nuevo los brazos de Edward me salvaron.
-Gracias.
-De nada-y me dedicó una de sus sonrisas torcidas, las cuales eran mis favoritas en el mundo entero.
Entre en el maravilloso prado, el cual era más hermoso que cualquier otra cosa que yo pudiera imaginar, volví mí vista a Edward, rectifico: más hermoso que cualquier otra cosa a excepción de Edward.
Sentí como el sol bañaba mi rostro y acariciaba mi piel, el leve viento que soplaba me alborotaba el cabello. En eso me percate de la mirada de Edward sobre mí.
-Este lugar es hermoso en serio-le asegure.
-No está mal-respondió con una expresión extraña mientras se acercaba a mi-pero diría que se queda corto a tu lado, no se le puede decir hermoso cuando tu estas aquí y se puede comparar.
Mi corazón se detuvo por un momento pero después reanudo su marcha a toda velocidad. No podía creer lo que Edward me estaba diciendo.
-Edward ¿Qué haces?-le pregunte cuando me tomo entre sus brazos delicadamente como si yo fuera algo que se podía romper.
El no me respondió solo me miró con sus hermosos ojos esmeraldas, hipnotizándome.
Tomó mi rostro con una de sus manos y lentamente esta se desplazo a mi nuca, con la otra agarro mi cintura y me acerco lentamente a él, todo se desarrollaba en cámara lenta como si él quisiera disfrutar más el momento. Cuando ya estábamos pegados el uno contra el otro me miró con ternura y parecía que me pedía permiso con la mirada, el cual yo le concedí acercándome a él un poco, inhale su aroma con el corazón saltándome en el pecho y las piernas temblándome, cerré los ojos y sentí sus labios rozar con delicadeza los míos pero el beso se convirtió algo mas demandante, sus manos viajaban por mi cintura y yo por no querer quedarme atrás entrelace mis dedos en su cabellos jugando con el pero, como no, Edward tampoco quiso verse en desventaja y con su lengua delineo mi labio inferior ¡Oh por dios! Pero que mas daba, al cabo de un segundo nuestras lenguas interactuaban libremente, por primera vez en mi vida me limite a no pensar, solo sentir, lo malo es que al fin y al cabo éramos humanos y necesitábamos aire para sobrevivir así que nos tuvimos que separar, antes de eso el depósito besitos dulces en mis labios, mi frente y mi nariz.
Abrí los ojos y su expresión, me dejo sin aliento, era una mezcla de felicidad y victoria que me cortaba la respiración.
-¿Quieres ser mi novia?-preguntó-ya sé que tal vez pienses que vamos muy rápido y lo comprendo-empezó a hablar pero lo calle poniendo un dedo sobre sus labios y le respondí:
-Sí.
Su rostro se ensancho en una amplia sonrisa y nos besamos otra vez, esto era un sueño hecho realidad.

 

Ah, por cierto, se me olvidaba.
Alguien sabe la fecha de nacimiento de Alice Cullen?
siempre he tenido esa duda....

 

Chicas les tengo un anuncio:
No he podido subir capi porque he tenido una semana en serio estresante pero adivinen que? PASE FISICA y CON NUEVE!
lo malo es en mate no me fue tan bien y tengo que estudiar mas asi que tal vez me tarde un poco,
pero para no tenerlas tan abandonadas he estado haciendo los perfiles de los personajes en face,
no varian tanto del contexto original pero si quieren verlos les dejo la pagina http://www.facebook.com/media/set/?set=a.149491428478087.33703.149488688478361&type=1.
Plis denle like sipi? ;)
Espero que les guste y tambien espero poder subir pronto capi nuevo.:)
xOxO

Alix Cullen

 

· El juego de las escondidas.
Bella POV

72 horas.

Llevaba exactamente 72 horas de novia de Edward y ahora contaban como las más maravillosas de mi vida. Me sentía ridículamente feliz, lo único que hacía que no fuese perfecto era que no lo podía compartir con mis amigos; no entendí al principio porque Edward me pidió que lo guardáramos en secreto pero después de que se explico lo entendí y hasta estuve de acuerdo.

Flashback.

-Nunca me he sentido más feliz en toda mi vida-me dijo mi ángel, su cabeza estaba en mi regazo y yo acariciaba sus cabellos color bronce.

-Yo también me siento asi.

-Debemos hablar de algo importante-me dijo incorporándose y viéndome seriamente. Me asuste- No te preocupes, es solo que creo que nuestra relación debe estar en secreto por un tiempo.
-¿Por qué?-mi voz sonaba un poco ahogada.
-Bueno tal vez piensen que vamos muy rápido y no quiero que lo malinterpreten.
Me puse a pensar en lo que había dicho y en las posibles reacciones de Emmett y Jasper las cuales seguramente no serian buenas para Edward, mi instinto de protegerlo prevaleció sobre el malestar que me causaba esconderles cosas a mis amigos. Mire a Edward y con su mirada me suplicaba comprensión.
-Está bien- acepte.
-Gracias amor- y me beso de tal forma que todos mis pensamientos se dispersaron.
Fin del flashback
Suspire.
Mañana empezaban mis clases y Edward me dijo que quería pasar el día conmigo porque una vez que entráramos a la escuela ya no habría tantas posibilidades de vernos. E íbamos a aprovecharlas.
Termine de arreglarme y en eso sonó el timbre. Alice había salido con Jasper a una de sus famosas “escapadas” así que estaba sola. Abrí la puerta y ahí estaba el, mi ángel, mi razón, mi novio (que bien se oía eso), en fin EL. Me miraba con alguna emoción oculta en sus preciosos ojos verdes y con su linda y a la vez tan sexy sonrisa torcida.
-Hola-saludo y me beso de sorpresa, le respondí gustosa, sentía sus emociones fluir: alegría, pasión, desesperación. Nos separamos por culpa de la falta de aire.
-Hola-dije casi sin aliento.
-¿Nos vamos?
-Claro.
Salimos del departamento y al llegar a su auto me abrió la puerta como el caballero que era.
-¿A dónde me llevas?- ayer me había dicho que tenía algo especial preparado para mí pero como era sorpresa no me dijo que exactamente.
-Es sorpresa-me dijo con una sonrisa.
Hice un mohín.
Seguimos el trayecto en un cómodo silencio hasta que llegamos a un edificio muy lujoso. Se bajo y abrió de nuevo la puerta.
-Gracias.
-Un gusto señorita.
Sentí mi corazón latir desbocadamente.
Entramos al edificio y seguimos hasta las escaleras. Al llegar, Edward me indico el camino por un pasillo.
Abrió una puerta y me dejó entrar primero.
El departamento era precioso, decorado de manera sobria y elegante pero era muy masculino en mi opinión.
-¿Es tu departamento?-pregunte estúpidamente, obvio lo era.
-Si ¿te gusta?-pregunto con una sonrisa.
-Claro, está muy lindo pero ¿no crees que es un poco caro para dos simples universitarios?
-Sí pero mis padres y los de Jasper nos lo regalaron, ya sabes cómo son los papas en algunas ocasiones.- rodó los ojos ante su propio comentario.
-Ah-fue todo lo que pude decir.
-Bueno y ¿no me vas a preguntar porque te traje aquí?
-Supuse que tú me lo dirías-conteste.
-Bueno es que quería que conocieras mi departamento, ya sabes ver unas películas, almorzar juntos y eso.
-Me encantaría-le respondí.
-Ok ¿Qué quieres hacer primero?-pregunto
-¿Podríamos almorzar? Muero de hambre- confesé sonrojándome.
-Me fascina cuando te sonrojas-dijo acariciando mi mejilla, yo en respuesta me sonroje más y mi pulso se acelero.-Vamos a almorzar.
Me tomo de la mano y me condujo al elegante comedor el cual estaba con una rosa en un florero, retiro una silla para mi, todo un caballero, y tome asiento.
-Espere aquí señorita Swan, en seguida le traigo su comida- y me dio un casto beso antes de irse.
Mi corazón resoplaba, este hombre me causaría un infarto.
Como a los diez minutos llego con dos platos de espagueti, olía maravillosamente bien.
-¿Sabes cocinar?-pregunte con escepticismo.
-Claro. -respondió con una sonrisa-¿te sorprende?
-Un poco-admití- es solo que empiezo a creer que no hay una cosa que no se te de bien.
Éramos tan diferentes. El rodó los ojos.
-Me sobreestimas un poco-replico y esta vez yo rodé los ojos.
-Mejor comemos ¿vale?
El no dijo nada y se sentó.
Comimos y ¡oh por dios! ¡Edward sí que sabía cocinar! Me lo podía imaginar frente a una estufa, cocinando, pff demasiado sexy la imagen mental para mi bienestar. Todo el rato nos la pasamos hablando y riendo, conociéndonos más. Edward era simplemente maravilloso.
-Estuvo delicioso- exclame-gracias.
-Me alegra que te haya gustado- y me encandilo de nuevo con su sonrisa torcida mientras recogía los platos y los llevaba al fregadero.
-Déjame hacerlo a mi-pedí cuando vi que se disponía a lavar los platos.
-Claro que no, tu eres mi invitada, no sería correcto ni caballeroso amor-dijo pero dejo los platos- ¿quieres conocer mi cuarto?- dijo con una sonrisa, ok si me hablaba así no me podía negar a nada de lo que me pidiera.
-Claro-respondí nerviosa.
Me condujo de la mano a su cuarto y abrió la puerta.
Su habitación era enorme y también muy elegante, tenía el estilo de Edward, había un gran estante con discos, camine hacia él y tome uno que reconocería hasta dormida.
-¿No que no te gustaba muse?-pregunte acusatoriamente.
-Nunca dije que no me gustara, solo que Matt es un primerizo a comparación de Chester Benington- lo golpee en el hombro- hahaha no es cierto, es solo que enfadada te ves adorable.
Otra vez los estragos en mi ritmo cardiaco.
Me dirigí de nuevo al estante para no sufrir una combustión instantánea ahí pero Edward me jalo e hizo que chocáramos de frente, me tomó de la cintura y me retuvo con fuerza ahí.
-¿Te enojaste?-pregunto con su dulce aliento rozando mi cara y enviando miles de descargas eléctricas en todo mi ser. Le respondí sin ponerle filtro a mis pensamientos.
-No es solo que pierdo la concentración estando cerca de ti-admití y al instante me arrepentí, esbozo una sonrisa malvada pero aun así adorable.
-Así que te desconcentro- dijo y me acercó más todavía a él, quedando totalmente juntos, sin un solo milímetro de distancia, rozó con su nariz mi cuello inhalando dulcemente, mis piernas empezaron a temblar-¿esto te desconcentra?-asentí levemente mientras él me besaba la mandíbula, las mejillas y la frente-¿y esto?-solté un leve ujum ¿Por qué no detenía esto? ¡Ya se! ¡Porque me encantaba! En estos días que llevábamos de novios nunca habíamos pasado de besitos pero esto era diferente.- Entonces esto lo hará más todavía- y diciendo esto tomo mi rostro entre sus manos y me beso intensamente, con pasión. Delineo mis labios con su lengua y le respondí inmediatamente ya que en esos momentos no pensaba, solo sentía, lo sentía a él. Mi corazón parecía a punto de estallar y mi respiración estaba entrecortada igual que la suya pero no nos separamos por completo, él cuando no me besaba los labios besaba mi cuello, mi hombro, esto se estaba poniendo intenso, sentía mi piel arder. Nos separamos un momento y nos vimos a los ojos, vi algo en sus pupilas verdes y causo emociones hasta ahora desconocidas en mi: era deseo, el mismo que sentía yo por el o quizás más. Me estremecí de los pies a la cabeza. Pero no me importo. Me acerco a el de nuevo, hundiendo sus dedos en mi cintura y con otra mano jalando mi cadera hacia el pegándonos de una forma imposible mientras yo acariciaba su cabello, sus hombros, su espalda de principio a fin, ambos nos estremecíamos por las acciones del otro. Empezó a encaminarme en dirección de algo y me deje llevar. Me recostó en la suave cama y se puso encima de mí, me siguió besando, acariciándome en el proceso, nuestras respiraciones se volvieron jadeos. Empecé a desabrochar su camisa, Edward se tenso pero continúo besándome. El empezó a subir mi blusa y fue cuando caí en cuenta de lo que iba a pasar.
-Edward para-dije con voz débil como mi voluntad.
-¿Pasa algo amor?-pregunto con la preocupación en los ojos.
Me mordí el labio. ¿Qué le iba a decir? ¿Qué era una tonta por no poder hacer esto? ¿Qué tal si se enojaba y me dejaba? No lo soportaría. Mi silencio pareció decírselo todo.
-No estás lista-afirmo bajándose de mí y sentándose en la cama.
-Yo… lo-lo siento Edward-tartamudee sentándome también y a punto de llorar. Me sentía estúpida.
Jaló mi mentón con dulzura e hizo que lo viera a los ojos.
-¿Por qué te disculpas cariño? Si no estás lista lo entiendo, es mas yo debería disculparme por dejarme llevar, soy un idiota, perdóname.
-No tienes porque disculparte, fui yo quien no…
Me tapo la boca un dedo suyo y hablo:
-No amor, si tengo que, no te preocupes, no te presionare, esperare hasta que estés lista mi amor y estaré encantado de hacerlo. Por favor no llores-dijo secando unas lagrimas rebeldes que se me habían escapado- no quiero que estés triste.
¿Cómo podía ser tan perfecto?
-Gracias.
-¿Por qué que amor?
-Por ser tan comprensivo y dulce.
-Mi cielo tú te mereces eso y más.
Me dio un besito en los labios y luego, pasado el asunto, estuvimos toda la tarde viendo películas hasta que se hizo de noche
-Bells, ya es tarde, debería llevarte a casa.
-Claro, además no quiero que regrese Jasper y me vea aquí.-al parecer mi comentario le hizo sentirse mal porque vi culpa en sus ojos.
-Edward no te preocupes, pronto les diremos.
-Pero es que me siento mal por haberte hecho que les ocultaras cosas a ellos, me siento…
-Tranquilo, ¿qué te parece si les decimos el fin de semana?-pregunte interrumpiéndolo y asintió.
-Ok entonces llévame a casa por favor.
-Vamos mi vida.
Llegamos a mi departamento pero antes de salir de su auto le di un prolongado beso.
-¿Y eso porque fue?-preguntó sonriente.
-Por ser el novio perfecto-respondí y él me acerco de nuevo para besarme.
-¿Y eso porque fue?-pregunte esta vez yo.
-Por ser mi novia, la más hermosa, tierna, dulce y perfecta y porque mañana no nos veremos tanto así que hay que aprovechar.-y diciendo esto me beso una y otra vez hasta que me olvide del espacio y el tiempo.
-Debes entrar-dijo como no queriendo que le tomara la palabra- te echare de menos princesa.
-Y yo a ti amor-le di un corto beso mas y salí del auto-adiós.
-Adiós, sueña conmigo, que yo soñare contigo.-me derretí, empezaba a pensar que nunca me acostumbraría a esto.
-Siempre-le dije. Me lanzó un beso al aire y yo uno a él, simulo atraparlo y lo plantó en sus labios, me reí por lo tierno que era y me aleje del auto.
Entre y no había nadie. De seguro Alice llegaría tarde, así que tome una ducha y me fui a la cama, mañana seria un día importante y necesitaba estar despierta al 100%, soñé con mi dulce ángel, con mi Edward pensando que no podía haber alguien mejor que él y que era mío, solo mío.

¡Hola niñ@s! sé que me tarde un montón y merezco que me golpeen, ah no verdad, pero han pasado tantas cosas y entre tareas, exámenes y confusiones no me ha dado tiempo así que para compensar un poquito el capi es un poco más largo de lo normal y con un poquis de pasión desbordada por aquí hehehe, espero en serio que les guste y me dejen sus lindos comentarios con críticas, sugerencias, me gusta, etc.
XOxO
Alix Cullen Bellamy

 

* Desilusion y cambio de vida.


Me levante temprano. ¡Hoy sería mi primer día en la universidad! No sabía ni como sentirme, me metí a darme una ducha y oí mi celular sonar con la canción que había programado para Edward: “Neutron Star Collision” de Muse. Lo deje pasar porque sabía que era un mensaje, eso sí al salir de la ducha lo primero que hice fue checar el mensaje:

“Buenos días amor, espero que hayas dormido bien,​

Yo lo hice, soñé contigo toda la noche,​

Suerte en tu primer día.​

Te amo.​

Edward.”​

​

Sentí como me derretía interiormente, Edward era tan lindo, aun no me podía creer tanta suerte. Lo que seguía sin gustarme era ocultárselo a mis amigos, bueno no a todos, se lo había contado todo a Jake que era mi mejor amigo de toda la vida, el me escucho atentamente y me felicito pero me dijo que tuviera cuidado, yo solo le asegure que sería cuidadosa y me despedí, como lo quería, a pesar de ir a distintas escuelas nos veíamos siempre que podíamos y él como el buen amigo que era siempre estaba ahí para mí.

Estaba tan abstraída en mis pensamientos que no me di cuenta que sobre mi cama había una blusa nueva, era más bien un top de color vino estaba junto con unos vaqueros ajustados y una cazadora de cuero, esto es obra de Alice pensé, ni loca me iba a poner esto, simple y sencillamente no me sentía a gusto así. Tome un conjunto como cualquier otro que usara otro día, me arregle solo lo necesario y salí. Afortunadamente Alice no estaba ya así que no se dio cuenta que no use la ropa que había dejado para mí. Pero si dejo una nota y el almuerzo. Estaba realmente delicioso, mi amiga sí que sabía cocinar. Llegue a la escuela y las primeras horas hasta el descanso fueron relativamente tranquilas. Empecé a sentir una especie de desesperación apoderarse de mí y no sabía por qué.

Tal vez se debía a que no había visto a Edward, me decidí que después de la escuela iría a buscarlo a su departamento. Las clases me gustaron mucho pero estaba deseosa de salir de ahí. Al fin cuando estuve libre me dirigí a mi auto y salí en dirección del departamento de Edward. No le avise así le daría una sorpresa. Entre al lujoso edificio con una espantosa sensación en el pecho, sentí la necesidad de apurarme y me detuve frente a la puerta del departamento de Edward que estaba abierta, que raro pensé pero no me detuve, cuando me asome dentro de este sentí como mi corazón se detenía.

Edward.

Edward y una tipa.

Edward y una tipa besándose en el sofá.

Mis ojos empezaron a humedecerse y solté mi bolso que llevaba en las manos haciendo que la estancia quedara en completo silencio después del sonido de caída. Edward volteó lentamente hacia la puerta y cuando sus ojos se clavaron en los míos percibí su sorpresa. Claro que se sorprendía. Alejo a la tipa esa y vino en mi dirección, yo estaba inmóvil como una estatua.

-Bella, esto no es lo que parece- empezó, que clásico sonaba su discurso-déjame explicarte.

Me recompuse y limpie las primeras lágrimas que salían apenas.

-No tienes nada que explicar Edward, todo está demasiado claro para mi gusto.-me di la vuelta rápido y empecé a bajar las escaleras. Sentí como gritaba mi nombre pero ni siquiera voltee a verlo.

Ya estando en mi departamento, sin saber cómo llegue ahí, me derrumbe en mi habitación. Alice no iba a llegar ese día porque, según me explico en una nota otra vez, pasaría unos días con Jasper en su departamento, ese maldito departamento al cual nunca volvería. Necesitaba desahogarme así que le hable a Jake para que viniera a verme, vi mi celular y tenía como veinte llamadas de Edward y muchos más mensajes, ni siquiera me moleste en abrirlos. Llame a mi amigo.

-¿Jake?-mi voz sonaba espantosamente mal.

-Bella, ¿qué tienes?- preguntó preocupado.

-¿Puedes venir?

-Voy para allá.-diciendo esto corto.

Los quince minutos que tarde Jacob en llegar estuvo llorando tanto que creí que iba a vaciarme y en cuanto sonó el timbre me levante de un salto y abrí la puerta.
Me abrace de mi gigante amigo por unos segundos hasta que me metió a mi casa.

-¿Qué paso Bella?

-¿Me prometes que si te lo cuento no harás nada estúpido o imprudente?- sentí a mi amigo tensarse- promételo-insistí.

-Está bien, pero cuéntame que paso.

Le conté absolutamente todo con calma para que no salieran mas lagrimas pero fue inevitable llorar cuando llegue a la parte de lo que vi hoy, entonces el mal humor de Jacob explotó.

-¡Ese maldito!!Te juro que le voy a partir la cara! Bella no llores pero sabes que te dije que tuvieras cuidado, desde el momento en que me dijiste que te pidió que se lo ocultaras a tus amigos me dio mala espina, el no te merece cariño no llores.

-¡Ay Jake!-dije entre sollozos-fui una tonta al pensar que él podía fijarse en alguien como yo, en alguien que no es interesante ni especial.

-Bella no digas tonterías, el un estúpido si no puede ver lo que eres, eres una de las personas más especiales que conozco.

-Entonces no debes conocer a muchas-dije.

-Tonta Bella, te prometí que no le haría nada pero no puedo asegurarlo, ahora ve a darte una ducha mientras hago de comer. No voy a dejar que te hundas en la depresión.

Obedecí y me duche, bajo el agua sopese mis dos posibilidades.

· - Dejarme abatirme por el dolor y darle el gusto a ese estúpido.
· - Seguir adelante como si nada y cambiar.

La última alternativa me gusto mas, en ese momento decidí que ya no sería la misma Bella tonta, ya no. Edward Cullen sabría con quien se había metido.