¿Habrá sido el destino? ¿O fue casualidad?

Tenia ganas de hacer una historia de los personajes de Twilight (creados por la fabulosa Stephenie Meyer) pero todos humanos asi que aqui estamos.
Espero que les guste y dejen sus comentarios, criticas y sugerencias por favor. XoXo.


Edward

Bella


Alice


Jasper

En lo personal Bella Swan nunca había creído en el destino pero todo cambiara cuando se tope con Edward Cullen, encantador si pero muy mujeriego. Ahora Bella deberá tratar de no enamorarse de él y no ser una más en la lista.

· * Primer encuentro.

No sé porque Alice me hacia esto. ¿Acaso había sido tan mala en mi otra vida que ahora la duende me hacia purgar todos mis pecados? Ella sabía perfectamente que si hay algo que yo odiaba en esta vida era ir de compras. Pero no, la pequeña duende malvada me tenía que traer a la fuerza con los argumentos de que necesitábamos (el plural era suyo, no mío) ropa nueva para una ocasión especial (la cual no revelo, por supuesto). Intente negarme, pero con Alice era inútil y tras varias sutiles amenazas hacia mi camioneta, la cual adoro aunque sea un poco lenta y puede que según los fanáticos de los autos como mi amiga “sea chatarra”, amaba mi camioneta y no me quedo más remedio que acompañarla.

-¿Qué te parece este?-exigió saber sacándome de mis pensamientos y sosteniendo un vestido plateado.

Le lance una mirada desesperada.

-Me parece bien Alice, igual que los otros diez que ya me enseñaste.


Lanzo una risa musical ante mi comentario y mi tono.


-Creo que deberías probarte…-dudo mientras buscaba entre los ganchos- ¡este!- exclamo triunfante al enseñarme un vestido azul strapless muy bonito aunque me costara admitirlo. Con Alice siempre era lo mismo, siempre encontraba la prenda perfecta. Se me quedo viendo con una expresión que conocía muy bien, era su cara de “di que si o moriré”, era una mezcla de su mejor mirada de cachorrito abandonado más un puchero al que nadie, absolutamente nadie decía que no. Me rendí con un gruñido.


-Dame el maldito vestido Alice- dije con el tono más acido que pude. Me lo dio con una gran sonrisa en el rostro.


Entre en el probador y me lo puse. Realmente se me veía muy bien aunque me costara aceptarlo. Salí antes de que Alice sintiera la necesidad de entrar a la fuerza por mí pero no estaba. ¡Maldita duende! Primero me hacia ponerme el dichoso vestido y después se largaba, pagaría por esto. De repente me sentí observada, voltee hacia la ventana que daba hacia afuera de la tienda y fue cuando lo vi. Era el chico más guapo, lindo y sexy que hubiera visto jamás en toda mi corta vida (ugh que mal sonó así me dijo una voz en mi cabeza, pero era cierto). Era delgado pero aun así sus músculos se marcaban debajo de su camiseta, su cabello era de color bronce y se veía despeinado. Su rostro era hermoso, su mandíbula era cuadrada, su nariz era recta, perfecta, sus pómulos eran marcados pero solo servían para aumentar su perfección; sus ojos de eran de un color verde esmeralda hipnotizante, sus labios eran delgados y finos pero aun así de un aspecto redondeado y carnoso, deseables y su sonrisa perfecta se veía un poco torcida al notar mi escrutinio pero no podía apartar mis ojos de él. Sonrió más todavía y yo me sonroje hasta el imposible.
En ese momento la pequeña Alice me rompió la burbuja en la cual estaba y ocupo todo mi campo de visión ya que daba saltitos de alegría y sonreía de tal forma que parecía que se le romperían las mejillas con el esfuerzo.


-¡Sabía que era perfecto!- dijo triunfante.


-Si Alice lo sabías, eres la pequeña duende vidente- dije con sarcasmo mientras volvía a mirar la ventana pero ya no estaba el chico, sentí como se me notaba en el rostro el desencanto y Alice también.


-¿Qué tienes Bella?- pregunto Alice mientras yo rehuía su mirada.

-Nada Ally- respondí viendo al suelo y luego observe su expresión de “ a mí no me engañas Bella Swan”, bueno siendo sinceros ni a ella ni a nadie mi madre decía que mi rostro era un “libro abierto”, que con solo verme se me notaba como me sentía y Jacob, mi mejor amigo, decía lo mismo, aparte de que siempre miraba a otra parte al mentir y según él era un error de novatos, bueno según él y “lie to me”, se burlaba y me decía “que nunca la ves, por dios Bella” o algo por el estilo. Alice seguía esperando- está bien, es que vi a un chico que se me quedo viendo, me quede como idiota viéndolo y cuando llegaste me distraje y ya no estaba. Fin de la historia.

La cara de Alice se ilumino, ya me imaginaba que raras historias sobre el destino rondaban su cabeza.

-¿Y era guapo?-pregunto con impaciencia.

-Guapo es quedarse corto-dije y me metí en el probador, no quería que me preguntara más pero con Alice eso era imposible.

Afortunadamente cuando salí había llegado mi salvación. Jasper y Alice eran novios y habían quedado de verse aquí. Pagamos la ropa, bueno Alice lo hizo, pago este y como doce mas, sabía que no me gustaban los regalos caros y este vestido entraba en la categoría pero como no tenía muchos ánimos de pelear la deje con la promesa de que un día le retribuiría de una forma que no me afectara gravemente todo lo que me había comprado en no lo sé, los últimos diez u once años que teníamos de conocernos. La deje con Jasper porque no quería hacer mal tercio y me fui a mi departamento con mi adquisición. Me subí a un taxi, ya que habíamos llegado en el auto de mi amiga y me descubrí pensando en el chico de los ojos verdes.
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Alice llego a eso de las once, compartíamos departamento desde que entramos a la universidad, yo estaba en el sofá comiendo palomitas y deleitándome con el guapo Dr. Shepherd de Grey’s Anatomy.

-Hola Belly-saludo muy animada.

-Hola Alice. ¿Cómo te fue?-pregunte pues ya sabía que tema abordaría, aunque sabía de sobra que no iba a funcionar.

-Nada nada, no te salvaras y lo sabes.- dijo sentándose en el sofá.

Puse los ojos en blanco en mi interior, tendría que recurrir al escape.

-No sé a qué te refieres Ally, pero estoy muy cansada- bostece- me voy a dormir.- y me dirigí a mi cuarto.

Y no sé cómo pero llegue a salvo a mi habitación. Suspire aliviada.

-¡Ni creas que te has escapado Isabella Swan!, ¡este departamento es muy pequeño como para que te escondas para siempre!-amenazo afuera de mi cuarto.

Bueno estaba a salvo por ahora. Trate de no pensar en el interrogatorio tipo policial que Alice me impondría mañana y puse un disco de música clásica en el reproductor. Así con claro de luna sonando me fui durmiendo y en mis sueños aparecieron un par de ojos verdes que me hipnotizaban.

 

· * Primer encuentro.
Edward POV

Me fastidiaba salir con Tanya pero ya que.
Se suponía que era mi “novia oficial” pero realmente no engañaba a nadie, todo mundo sabía que yo no la quería, es mas ni siquiera me caía especialmente bien para ser sinceros pero ella se había presentado en mi casa alegando ser mi novia cuando solo teníamos una relación ocasional aunque no suene caballeroso que lo diga, en fin al presentarse en mi casa como mi novia no me quedo otra que decir que si y mantener una “relación” ya que no quería disgustar a mi madre con la noticia de que su hijo era un descarriado mujeriego, así que aquí estamos.



La esperaba afuera de una tienda de ropa para chicas ya que había impuesto mi voluntad al no ir con ella, ya soportaba mucho haciéndola de su novio cuando ella… bueno no era precisamente la mujer que yo quería que fuera la madre de mis hijos y todo eso. Aunque fuera un “poco” o tal vez muy mujeriego yo creía firmemente en el compromiso siempre y cuando hubiera amor, mis padres eran el ejemplo, pero simplemente ese sentimiento nunca había llegado a mi hasta ahora porque todas las chicas que conocía aunque tuvieran fueran distintas de cierta forma todas terminaban siendo iguales, así que seguía buscando solo que experimentando un poco en el camino.

Estaba aburrido de esperar escuchando música de mi Ipod, muse sonaba y voltee hacia una de las ventanas de la tienda que tenia frente a mí y fue cuando la vi.
Era una de las chicas más hermosas que había visto, si es que era la más hermosa, lucía un vestido strapless color azul que hacía ver su pálida piel de un lindo color crema y realzaba su esbelta y delicada figura, parecia buscar a alguien y me dieron ganar de decirle "soy yo al que buscas", sonrei para mis adentros, su larga cabellera castaña le llegaba a la cintura y fue mientras la admiraba volteó, me miro con sus hermosos y profundos ojos chocolates que enmaracaban su rostro y sonreí a la que ella correspondió ruborizándose de un lindo color carmesí, no había visto nada más lindo en mi vida pero cuando iba a empezar a caminar en su dirección Tanya apareció y bloqueo mi vista.


-Lista amor-dijo mientras cargaba muchas bolsas, en un intento de ser cabelleroso le ayude, con impaciencia trate de ver de nuevo a la bella chica del vestido azul, si me iba ahora tal vez no lo volveria a ver, Washington es una ciudad grande y senti mi animo caer - vámonos- y diciendo esto Tanya me arrastro de la mano por lo que solo alcance a ver a la chica hablando con otra más bajita y de cabello negro, espera yo la conozco... ese corte de cabello es inconfundible, cavile mientras caminaba… Alice. Mis esperanzas se elevaron, si Alice la conocía me la podría presentar y entonces lo demás seria regalado. La loca novia de mi amigo me ayudaría… me fui al lado de Tanya fingiendo que la escuchaba pensando en esos hermosos ojos cafes.

 

· Interrogatorios.

Edward POV .

Al otro día….

Tal vez fue difícil pero fue la mejor decisión que pude haber tomado. Tanya ni siquiera lo vio venir cuando nos sentamos en una de las bancas del parque.

Flash Black
-Tanya- empecé mientras pasaba mis dedos nerviosamente por mi cabello- creo que esto no está funcionando- “nunca ha funcionado” dije para mis adentros pero no era necesario que lo expresara en voz alta, ella me miró con confusión y decidí que necesitaba ser más claro - me refiero a esta relación, tu bien sabes que yo nunca quise formalizar contigo…
-Pero lo hiciste- dijo interrumpiéndome- y eso solo pudo ser porque realmente me quieres.
-No Tanya, no te equivoques- necesitaría ser un poco más rudo para que ella entendiera y me dejara en paz de una vez por todas- realmente lo hice porque tu no me dejaste otra alternativa al presentarte en mi casa como mi novia.
Ella me miró con furia.
-¿Quieres decir que yo te obligue?- inquirió enojada.
Yo solamente me limite a mirarla y ella se paró de la banca.
-¡Esta humillación nunca se me olvidará Edward Cullen!- juró y diciendo esto me planto una cachetada. Las personas que pasaban por el parque se nos quedaron viendo pero yo los ignore mientras ella se iba y si una cachetada era todo lo que tenía que tener por romper con ella entonces no me quejaría, me parecía sumamente corto para lo que obtenía a cambio, mi preciosa libertad.
Fin del Flash Black.

Recordé todo esto mientras entraba en el departamento que compartía con mi mejor amigo, Jasper se encontraba sentado frente al televisor viendo un partido de soccer.

-¿Qué hay Edward?-me preguntó casi como si supiera que tenía que contarle algo.
-No mucho, solo que termine con Tanya.- dije yo como quien no quiere la cosa ya que si revelaba algo más Jasper se daría cuenta y me senté a en un sillón. Mi amigo era muy perceptivo.
-Que bien- me felicitó.-Pero yo sé que hay más Edward, te conozco desde que usábamos pañales y a mí no me puedes engañar, lo sabes.

Suspire. “Maldito Jasper y sus poderes intuitivos” gruñí para mis adentros pero sabía que era mejor contárselo y no dejar que lo descubriera por Alice, porque esa pequeña seria mi salvación, y abriera la boca en el momento menos oportuno así que no me quedo de otra.

-Es que ayer en el centro comercial vi a una chica-comencé, mi amigo rodó los ojos porque si alguien sabia a la perfección como era yo ese era el- no es lo que crees- me defendí- esto es diferente, ella lo es.
Jasper se me quedo viendo con gesto pensativo.
-¿Y cómo se llama?-preguntó.
- No lo sé-admití- solo sé que tu novia la conoce.
-¿Alice?
-¿Acaso tienes otra novia de la que no me hayas contado?-me burlé.
-No seas tonto Edward, claro que no- se defendió- y ¿cómo es la chica?
-Es… es hermosa- me di cuenta de la cara de baboso que debía tener en estos momentos- es un ángel, castaña y de ojos color chocolate preciosos, delgada y se ve linda cuando se sonroja- continúe yo todavía en el limbo hasta que la risa de mi amigo me interrumpió.- ¿Qué?- exigí saber.
-Es que deberías haber visto tu cara- dijo entre paroxismos de risas- nunca te había visto así.
-Ya basta de reírse a mis costillas-dije y su risa cesó en el acto pero continuó sonriendo.- ¿Tú la conoces?
-Está bien- se rindió- si la conozco, también es amiga mía, se llama Bella.
Bella... no se me ocurria otro nombre más apropiado para ella.
-Debes contarme más de ella- le pedí.
-No, si quieres algo serio con ella, y si no es así Emmett y yo te daremos una paliza, te tiene que costar- me respondió.
-¿Emmett?- pregunté yo.
Emmett era el novio de la hermana de Jasper, Rosalie, y por si fuera poco era hermano de Alice.
-Sí, el la quiere como a otra hermana y la cuida mucho- dijo sencillamente-y yo también Edward así que tengo que advertirte que si solo vas a jugar con ella es mejor que ni te le acerques.
-No Jasper, claro que no- inquirí.- Créeme que no será así.
En eso me di cuenta de la hora. Me di un golpe en la frente.
-Jasper fíjate que horas son- exclamé alarmado-mis padres me mataran si no llegamos temprano.

Debía apurarme a ducharme y cambiarme si no sería Cullen muerto.

Bella POV.

Me desperté un poco confundida al otro día. No sabía exactamente qué pasaba conmigo pero cuando pensaba en ese chico sentía mariposas en el estómago. Sabía que era estúpido y quizá hasta enfermizamente loco que un completo desconocido que tal vez nunca volvería a ver causara estas sensaciones en mí pero así era.
Un aporreo en mi puerta me sacó de mis cavilaciones.
-¡Isabella Marie Swan, se que estas despierta! ¡Será mejor que abras!-gritó Alice. ¿Cómo lo sabía? Quién sabe, tal vez se trataba de los dones de precognición de Alice.
Sabía que no podía aplazarlo más así que le abrí la puerta.
Me senté en mi cama y ella hizo lo mismo en su habitual postura de cotilleo frente a mí.
-¿Ahora si me vas a contar? ¿O te voy a tener que obligar?-inquirió buscando mi mirada a la que rehuí, su cara cayó -¿O ya no me tienes confianza?
Lo dijo en un tono tan lastimero que me hizo sentir mal.
-Claro que confió en ti Alice, eres mi mejor amiga- le dije tratándola de hacerla sentir mejor, como no respondió decidí hablar-. Mira, las cosas son así solo lo vi y él me vio y todo lo que ya te conté pero de ahí no pasó, es todo.
La sonrisa de Alice me avisó que todavía no acababa.
-¿Y no sabes nadita nada de el?
-No, absolutamente nada-le dije y me creyó pues ella también sabía que era mala para mentir y me conocía perfectamente.
-Bueno está bien te creo, ahora tenemos que hablar de algo más - el tono en el que lo dijo alerto a mi instinto de supervivencia cuando de sesiones de maquillaje se refería.
-Ok- dije cautelosa-¿de qué se trata?
-Quiero que mantengas una actitud serena ¿Ok?- pidió, asentí levemente- me invitaron a una fiesta de los papas de un amigo de Jasper, creo que cumplen 25 años de casados o algo así pero harán una fiesta para celebrarlo y como mamá se lleva con ellos y los padres de Jazz también, nos han hecho una invitación para asistir.
-Ajá- dije yo tratando de librarme del asunto-¿y yo que vela tengo en ese entierro?
-Bella es obvio, tu también estas invitada y no acepto un no por respuesta, iras conmigo.-dijo determinante.
--¿Dónde y cuándo es?- pregunte sabiendo que cualquier oposición era inútil.
-Hoy en la casa de los Cullen-respondió sabiendo que habia ganado.

 

* La fiesta.


Bella POV.


Alice ya había acabado con su sesión de bella-muñeca de papel de tres dimensiones y tamaño gigante así que íbamos camino a casa de los Cullen en el coche de mi amiga- un bettle de color verde pastel pero duraría poco así ya que le cambiaba la pintura cada poco tiempo- , me obligó a usar otro vestido diferente al que me había regalado últimamente aunque también era azul, cuando le pregunte porque solo me dijo que creía más conveniente que no llevara ese y no discutí, de todas formas no ganaría y este vestido también me gustaba solo por tratarse de mi color favorito. Alice había hecho un gran trabajo conmigo pero ella lucia despampanante, sus cabellos negro azabache no tenían el mismo aspecto erizado de costumbre sino que lo había acomodado de tal forma que tuviera onditas suaves y en el centro de su cabeza llevaba un listón atado en un moño del color de su vestido el cual le sentaba muy bien. Me empecé a sentir nerviosa cuando llegábamos a la casa la cual estaba en una de las mejores colonias de la ciudad y no sabía la razón. Me quedé con la boca abierta al ver la casa, era simplemente magnifica, de color blanco y era de tres pisos, tenía grandes ventanas de cristal, recompuse mi expresión al bajarme del auto, solo para ver que todos los autos que había eran de lujo, sin duda esta era gente rica, por si me faltaba confirmarlo. Note el frío que hacía y baje mi suéter color crema que Alice me había dado y hacía juego con el vestido. No fue necesario tocar el timbre. Nos abrió la puerta una chica de cabello rubio oscuro y ojos cafés.
-Hola Alice- se saludaron de beso y se dirigió hacía mi- hola ¿Cómo te llamas?
-Bella Swan-respondí, me tendió la mano y la estreche.
-Mucho gusto Bella yo soy Ashley Cullen.
-Igualmente Ashley.
-Pasen.
El interior de la casa Cullen era tan magnífico como el exterior y estaba adornada de forma elegante y sobria. Mientras pasaba la mirada por el salón vi a Jasper y Emmett platicando con otro chico, todos vestidos de traje. El otro chico estaba de espaldas pero el tono cobrizo de su cabello y su aspecto despeinado… oh por dios. Como si lo hubiera llamado por su nombre, volteó a ver hacia donde estaba yo y me traspasó con sus ojos verdes. Mi primer instinto, cobarde como era, fue huir y deje a Alice y Ashley y me fui caminando hacia donde estaba el ponche, me serví un vaso y simule beberlo mientras el caos reinaba en mi interior. ¿Cómo es posible? ¿Acaso el mundo es tan pequeño para que me lo vuelva a encontrar? No es que me quejara claro pero sentí un torrente inmenso de emociones palpitando dentro de mí y el palpitar desbocado de mi corazón. Sentí la presencia de alguien a mi espalda, volteé y vi a Alice con Jasper y el chico de ojos verdes.
-Belly ¿Por qué te fuiste así?-me preguntó pero no podía responderle, mis ojos estaban clavados en el chico que tenía delante-¿Bella?- volvió a preguntar solo que esta vez un poco preocupada.
-Mmmm… tenía sed-respondí dándole un sorbo al ponche. Por una vez en mi vida decía una mentira más o menos creíble.
-Ah, bueno quería presentarte a un amigo de Jasper, es hijo de Carlisle y Esme y es hermano de Ashley.
El chico me tendió la mano con una sonrisa en los labios. La tome pero la mía temblaba, su contacto envió miles de pequeñas descargas a mi cuerpo y mi corazón latió con furia de nuevo.
-Edward Cullen-dijo con voz aterciopelada, seductora y hermosa.
-B… Bella Swan.
Me acercó más a él para saludarme de beso en la mejilla y me sonroje tanto que creí que mis mejillas explotarían.
-Un gusto Bella-dijo sonriendo de nuevo al ver mi sonrojo. Le sonreí tímidamente mientras Alice y Jasper nos miraban con una sonrisa.
-Alice, querida necesito tu ayuda-le dijo a mi amiga una mujer de cabello color caramelo y de ojos verde iguales a los de Edward iba de la mano de un hombre de cabellos rubios y ojo azules-¿Quién es esta chica tan linda?-preguntó al verme a mí y me sonroje de nuevo.
-Es Bella, mi mejor amiga, Esme-respondió Alice antes de que yo lo hiciera.
-Mucho gusto Bella-dijo Esme amablemente y señaló al hombre a su lado-el es Carlisle, mi esposo.
-Igualmente señora Cullen, señor.
-Nada de eso linda, llámame Esme y a mi marido solamente Carlisle- me pidió- de otra forma nos harás sentirnos viejos.
-Está bien Esme, Carlisle- dije y ella asintió. De repente volteé a ver a Edward y me di cuenta que el nos miraba a Esme y a mí con… ¿ternura? Tal vez me estaba volviendo loca.
-Bueno Esme vamos y me explicas que pasa- dijo Alice llevándose a Esme con una mano y a Jasper con la otra mientras Carlisle los seguía pero se detuvo unos pasos después- Edward ¿puedes quedarte con Bella?
Mis ojos se abrieron como platos.
-Claro.

 

* La fiesta parte 2

Cuando Alice desapareció de la vista me volví hacia él, quien me miraba con ojos hipnotizantes.
-No tienes porque quedarte conmigo-le dije, no quería que se viera comprometido a quedarse conmigo.
-¿No quieres que me quede a acompañarte?-preguntó y noté algo en sus ojos… ¿era tristeza?
-No es eso- me apresure a contestar- es que Alice… bueno no quería que te vieras obligado o algo así-admití bajando la mirada.
-Créeme, quiero acompañarte- y cuando dijo esto sentí el latir desbocado de mi corazón.
-Ok- le dije medio minuto después cuando fui capaz de hablar. En eso reconocí una canción y vi que había algunas parejas bailando en la pista, antes ni siquiera lo había notado.
-¿Me concedería esta pieza, señorita Swan?- preguntó extendiendo su mano hacia mí.
Me quede embobada mirándolo hasta que al fin reaccione.
-Es que no sé bailar- le dije cuando me regresó la voz y esta sonaba un tanto avergonzada.
-No hay problema por eso- y diciendo esto me tomó de la mano y me llevo a la pista de baile- solo tienes que dejarte llevar- tomó mi brazo y lo colocó sobre su hombro, tomó mi mano entre la suya y puso la otra en mi cintura, me estremecí de pies a cabeza.
Empezamos a bailar con flightess bird de American mouth y me sentí en las nubes. No sé cómo lo logre pero no le di un solo pisotón, tal vez era porque Edward lo hacía todo tan fácil y mágico.
Cuando la canción acabó la sonrisa de Edward se ensancho.
-¿Ves como si sabes bailar?
-Si ya veo- dije sonrojada.
-¿Quieres ir a dar un paseo conmigo?-me preguntó y cuando lo vi a los ojos me sentí hipnotizada, dios que tenia este hombre que me dejaba la mente en blanco.
-Si-respondí sin titubear ni dudar un segundo.
Atravesamos el salón hasta el jardín de atrás el cual también estaba decorado con luces, me llevó de la mano hasta un quiosco blanco y nos sentamos en una banca.
-Bueno cuéntame sobre ti- espetó
-¿Cómo quieres saber?- le pregunté un poco confundida, no concebía que esa criatura divina que tenia al lado se interesara por mi sosa vida.
-Pues no sé, cuántos años tienes, estudias, trabajas, vives con tus padres, con tu novio, eres casada, soltera, comprometida o cosas así.
-Bueno tengo 18 años, mi padre vive en Forks y mi madre en Jacksonville, este va a ser mi primer semestre en la Universidad y vivo con Alice.
- ¿Y tienes novio?
-No, no tengo- respondí desviando la mirada por que el me miraba tan intensamente que dispersaba mis pensamientos-¿Y tú tienes novia?- le pregunté repentinamente ansiosa.
-No- dijo y suspire aliviada en mi interior-¿Y qué tipo de música te gusta?
Así seguimos platicando hasta que el crepúsculo apareció en el horizonte, el a la tenue luz que había era lo más hermoso que hubiese visto jamás. Edward aparte de guapo era interesante y listo, no las pasamos discutiendo tranquilamente por qué muse era mejor que likin park, el cual según él era superior pero yo defendí a muerte a Matthew Bellamy, era tan divertido. No sé cuánto tiempo estuvimos hablando hasta que empecé a tiritar de frio y caí en la cuenta que ya había anochecido. El se dio cuenta.
-Deberíamos entrar para que te pongas algo más abrigable.
-Estoy bien.
-Vamos Bella, por favor, no quiero que te enfermes.
-Ok
Me pare y empezamos a caminar pero me tropecé por culpa de los estúpidos tacones que traía y bueno también por quedarme viendo a Edward como tonta y no vigilar mis pasos, estaba segura que iba dar al suelo pero sus brazos me atraparon, alcé la vista, estábamos muy cerca. Me miro directo a los ojos y yo me perdí en sus pupilas verdes. Bajó sus brazos hasta mi cintura y me apretó contra el, no había un solo centímetro entre su cuerpo y el mío. Se inclinó lentamente hacia mi hasta que nuestras frentes se tocaron y acorto la distancia entre nosotros.
-Bella- susurró...