Castigo seguro.

Tema en 'Prince of Tennis' iniciado por Cerezo, 22 Agosto 2011.

  1.  
    Cerezo

    Cerezo Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    26 Abril 2010
    Mensajes:
    53
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Castigo seguro.
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1842
    Castigo seguro.

    - Sumirécita – dijo una voz melodiosa al abrir la puerta de la oficina.
    - No me llames así – hablo cantando la mujer mientras limpiaba por aquí y por allá - ¿Qué necesitas? – siguió en lo que hacia.
    El tensai entro a la habitación y se dejo caer en un sofá, uno que cierto capitán siempre ocupaba.

    - He venido a solicitar un permiso excepcional especial – dio una sonrisa diferente a la de siempre.
    - Un permiso… ¿Para que? – se detuvo y lo miro de manera inquisitiva.
    - Para faltar al entrenamiento.
    - Ese permiso entonces no debes pedírmelo a mi, sino al capitán.
    El prodigio no lo demostró, pero al escuchar que debía pedir permiso al capitán se puso muy tenso. Su sonrisa aun estaba, su aire tranquilo también, mas sus brazos se pudieron rígidos y sus rodillas temblaban levemente, respiraba con dificultad. Se repuso.

    - Sumirécita…tú eres la entrenadora, dame tú el permiso, eso es más que si Tezuka me lo otorgara – trato de zafarse.
    - Si yo te doy el permiso, tú debes avisar al capitán que faltaras.
    “Algo es mejor que nada “se dijo a si mismo. Acepto y para tratar de aparentar que estaba tan tranquilo como siempre jugó con su suerte pidiendo todo tipo de permisos que nada tenían que ver al caso. Quiso distenderse, pero el recordar lo que haría mientras todos estarían entrenando, no lo dejaba apaciguarse.

    Cada hora que pasaba antes de la salida era eterna, el movimiento del minutero era como una puñalada en la espalda.
    Compartiendo el banco estaba el capitán, varias veces lo miro de reojo con timidez, la verdad el día de hoy Tezuka Kunimitsu le inspiraba un terror impresionante nunca antes sentido, sin dudas lo que haría lo superaba incluso a el, si usualmente era un suicida al dar comentarios molestos al capitán, hoy era como un ataque terrorista.

    La campana marco el fin de las clases y el inicio de las actividades extraprogramaticas, los clubes deportivos, los de ciencias, el de debate entre algunos otros.

    Syusuke estaba sentado en una banca fuera del camarín, esperando a que alguno de sus compañeros saliera, el primero como siempre era Tezuka, quien al ver al tensai le hablo – “¿Que paso con el uniforme Fuji?” – El otro se incorporo algo exaltado – “No lo he traído” – uso un tono casi normal – “¿Como que no lo haz traído?” – Lo miro con severidad – “Es que le he pedido permiso a la entre… ¡A Sumirécita! Para faltar a este entrenamiento y me lo concedió…solo debía avisarte” – le sonrió dejando sus manos detrás de su espalda – “¿Y para que es el permiso? ¿Tienes que ir al medico?” – la verdad no solía preguntar que harían aquellos que pedían faltar al entrenamiento, pero esta vez tenia dos buenos motivos para hacerlo: estaba preocupado y Fuji, aunque no le gustara mucho y aunque después de tanto tiempo no lo aceptara, era su mejor amigo – “No, para nada, solo tengo una diligencia importante Tezuka, no te preocupes” – le sonrió a su amigo y al marcharse le dio unas palmaditas en la espalda aun cuando estuviera muerto de miedo por dentro.
    Camino a la salida con parsimonia para no desatar sospechas si es que alguien lo seguía, luego, a una cuadra de distancia de su escuela, echo a correr lo más rápido que pudo todo el camino hasta su casa.
    Entro al domicilio y apenas saludo a su hermana que lo estaba esperando. Se ducho y se arreglo lo mejor que pudo, pero trato de verse casual, lo mas posible. Unos jeans, una polera negra y una camina cuadrille abierta de colores verdes, azules y negro. No se peino, recordó que le gustaba que su cabello estuviese un poco desordenado. Tomo su cámara y la guardo en un bolso, cogio su billetera y la reviso, si tenia dinero suficiente para el tren y para comer algo. Se miro en su espejo y en la cama vio su teléfono, lo tomo y medito si quería llevar algo que en cualquier momento le podía molestar. No. Lo tiro sobre su cama y tomo su bolso.

    - Acompáñame – pidió la hermana cuando el prodigio ya estaba en el primer piso.
    - ¿Qué? ¿Acompañarte a donde hermana? – le dijo con suavidad y su habitual tranquilidad, aun cuando estaba ansioso por salir.
    - Al mercado, papá regresa hoy de Italia y quiero preparar algo especial para comer – le hablo mirándolo extrañada por su aspecto - ¿Por qué llegaste antes? Y ¿Por qué estas arreglado? ¿Tienes planes?
    - ¿Ah? Bueno si… – quiso inventar algún compromiso falso para no revelar lo que haría, pero nada se le ocurrió.
    - ¿A dónde? – pregunto sin detectar nada aun.
    - Pues…al parque – miro su reloj – ya voy tarde, no me quiero hacer desear demasiado – bromeo para cambiar un poco el tema.
    - ¿Es una chica? – la mujer ahora si se daba cuenta y sorprendida por la reacción prefirió no esperar respuesta alguna – bueno, iré a comprar sola, buscare ajonjolí para hacer salsa – le dio una sonrisa y dejo que su hermano se marchara.

    “¡Tengo un calor!” se dijo el prodigio mientras caminaba, pasó junto a la tienda de la esquina y miro su reflejo, habia algo raro, extraño, inusual, anormal, se acerco más al cristal y abrió los ojos. Un color rojo estaba asentado en sus mejillas, estaba ruborizado, ese era el calor inexplicable que sentía.
    Trato de calmarse y refrescarse un poco al llegar al parque acordado, se dirigió a un bebedero y se mojo el rostro con el líquido cristalino y fresco que salio.
    Espero veinte minutos y al fin la diviso al principio de un camino de álamos no muy largo. Se veía bella, llevaba el cabello medio recogido y este brillaba de un color llamativo con la luz que se colaba entre los árboles. Llevaba una falda color crema un poco más arriba de las rodillas y una blusa sin mangas color turquesa con un lazo en forma de mariposa detrás. Estaba usando una cadena de plata que según habia dicho su hermano le trajo de regalo al volver de Alemania. Sus zapatos eran bajos y del mismo color de la falda.

    Se acerco - “Hola, lamento la demora” – hablo con pena – “descuida, tu sales mas tarde que yo de clases, además tu escuela esta un poco mas lejos” – le entrego una sonrisa y la invito a tomar asiento. Pasaron un rato sin hablar, pues todo era silencio si el prodigio no iniciaba una conversación, ella era tan callada como su hermano, hablaba lo justo y necesario, pero a diferencia del otro, ella si lograba sonreír y dejar traslucir sus emociones.
    “¿Quieres comer algo?” – Le dijo sonriendo apenas, no sabia que le ocurría, se sentía agobiado y ahogado – “Claro, con los apuros de venir no almorcé” – ambos se levantaron y fueron en busca de algún lugar para comer. Ahora todo estaba un poco más relajado. Al terminar salieron a caminar junto a ese canal que pasaba cerca, trataron de subir a los juegos que estaban en una orilla, pero no lo lograron, pues estos eran demasiado pequeños para ellos, eran para niños, juegos para niños.
    Estaba atardeciendo temprano pues poco a poco se les aproximaba el invierno y con el, un tiempo que avanzaba ágilmente. Se detuvieron junto a un barandal y Fuji saco su cámara del bolso, comenzó a fotografiar todo, era un paisaje hermoso, el agua tranquila y limpia se veía algo anaranjada por el reflejo de los rayos del sol que comenzó su descenso. Se giro y le tomo varias fotografías a Yui, los dos disfrutaban esto. De pronto se dieron cuenta de que las estrellas estaban titilando en el cielo, así que se marcharon lentamente hacia la casa de la niña, ninguno quería que todo ese soñado día acabara.
    La casa era conocida, ya habia ingresado muchas veces; un patio grande adornado con muchas plantas típicas japonesas, la residencia tenia un estilo característico y muy bien cuidado por esta familia.
    “Bueno, muchas gracias Syusuke, la pase muy bien” – le dio una sonrisa dulce – “No me agradezcas que yo también me la pase bien” – le hablo mirando de soslayo al jardín de la casa esperando que por nada del mundo saliera Kunimitsu a ver cuando llegaría su hermana. Los dos quedaron de pie mirándose de frente y no sabían que hacer.

    Una mano rozo su mejilla derecha, otra mano al mismo tiempo rozo la izquierda, el tacto era suave y calido, uno de los pulgares paso acariciando la piel, de pronto sintió un olor muy dulce, pero tenue que se hacia mas cercano y palpable. Un beso en la frente del muchacho, esos labios eran dóciles y tibios, pasaron casi como una pequeña brisa, luego la mano se despego de la mejilla derecha y los mismos labios besaron en ese lugar, luego la otra mano se desprendió y un nuevo beso, las manos que se habían dejado libres pasaron delicadamente por los ojos cerrados del castaño que sonreía mucho, los labios besaron cada ojo y un temblor estremeció a la muchacha que sintió las manos firmes del tenista en su cintura, sujetándola con ternura. Se detuvieron los dos. Ella se separo un poco y dejo caer sus brazos a cada costado esperando. Un beso en la frente de la muchacha, luego una pausa y una caricia en la mejilla derecha, un beso, otra caricia en la mejilla izquierda, otro beso, una nueva pausa, los dos se miraron con ternura y Yui se paro en las puntas de sus pies para quedar mas alta, casi tanto como el tensai – “Te quiero” – era la primera vez que ella decía algo sin que se lo preguntaran. Se besaron. Se separaron y ella se despidió entrando a la casa. Syusuke Fuji se quedo parado esperando un poco, miro a una de las ventanas que tenia la luz prendida, era la habitación del capitán, después se fue caminando a su casa con una sonrisa en los labios, los mismo labios que besaron a Yui Tezuka.
     
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    Valithoo

    Valithoo Iniciado

    Sagitario
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    uuuh.... beso a la hermana del capitan, este chico si que esta buscando una muerte segura xD pero bleh nuestro Mitsu no se tiene que meter en nada y sinceramente me encanto (L)
     
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    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

    Aries
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    neh, neh hola amiga n.n bueno demore un poco en pasar pero ya estoy por aca n.n
    así que para eso era el permiso, con razón que no se lo pedía al capitán (o su futuro cuñadito jojo) después de todo si se enteraba no iba a ver nadie quien lo salvase jaja, pero bueno al menos disfruto su día, lo que jamas pensé era que se pondría nervioso, quien lo diría >.<...
    bueno amiga gracias por la invitación, avísame cuando subas alguno, y mas si es de mi lindo ochibi o el neko, un beso n.n
     
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    Heros

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    Piscis
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    Por favor, no hagan mensajes spam donde no se dice nada de la historia ni hagan off-topic. sino tendré que ir borrando mensajes. Hay una discusión en este foro donde se indica como se puede hacer comentarios.
     
  5.  
    Cerezo

    Cerezo Entusiasta

    Cáncer
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    jajaja quien podria salvar a Syusuke? jajaja ni Yui seguro :)
    gracias Kagome-chan por leerlo :D y tranquilidad que yo te avisare si subo otro one-shot :D lo prometoooooo
     
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