Vientos a favor

Esta entrada va a ser otra un poco más reflexiva, más... introspectiva. Aviso que voy a tratar esto un poco como una "escritura terapéutica"... voy a empezar a escribir sin más lo que me vaya saliendo, así que no prometo una super coherencia ni un hilo conductor super claro. Es más un desahogo personal que quiero hacer público, una reflexión interna que, al hacer esto, de alguna manera "saco fuera", y así siento que la hago más "real" de algún modo.

Y es que me han pasado muchas cosas en los últimos tiempos y me apetecía pararme un poco a escribir sobre algunas de ellas, a hacer balance, a mirar un poco para atrás; y a mirar también hacia dentro.

Recuerdo que hace como un año y medio, en verano de 2023, escribí una entrada de blog hablando sobre el fracaso y cómo me sentía al ver que mis proyectos no parecían ir a ninguna parte, y que estaba "estancado", digamos.

Pues poco después de eso, en enero de 2024, me surgió un trabajo así, de repente, sin buscarlo expresamente ni nada. Lo acepté, y estuve cuatro meses bastante mejor económicamente, y también a nivel psicológico, porque me ayudó mucho a sentirme un poco más, no sé, "útil". Sin embargo, aunque mi trabajo duraba hasta junio, lo decidí terminar a finales de abril, dos meses antes, porque en fin... tuve problemas en mi vida personal y esos problemas me hicieron reflexionar mucho sobre mi vida, en general. Ahí fue cuando pensé que el trabajo me había metido en una "burbuja" que sí, me sacó de esa mala etapa psicológica, pero al mismo tiempo me absorbió de otras cosas, como por ejemplo mi proyección de futuro real, que es ser profesor, y no lo que hacía (trabajaba con gestiones de hipotecas, básicamente).

Así que lo dejé y me centré en las oposiciones, y en mis otros problemas personales. Las primeras fueron muy bien; saqué un 7,725 de media, que es una nota bastante alta (fui la segunda nota más alta de mi tribunal), pero dado que había poquísimas plazas y estaba todo un poco planteado en esas oposiciones para que fuesen los que ya tenían experiencia dando clases como interinos los que cogieran plaza, pues... no me dieron plaza. Entré en bolsa de interino, eso sí, pero con bastante gente por delante; no había muchas previsiones de que me llamasen, la verdad.

Sin embargo, tenía otros asuntos en la cabeza que para mi mente tenían más prioridad en esos momentos, así que tampoco tuve mucho tiempo de pararme a preocuparme por eso, la verdad xD Tras eso llegó el verano, un año después de la entrada de 2023. Estaba en un sitio totalmente distinto en esos momentos, la verdad. Por primera vez en ese verano desde hacía mucho tiempo me sentía curiosamente "bien". Sí, tenía varios problemas y preocupaciones gordas, sí, pero en ese verano tuve un "clic" en mi cabeza que me hizo verlo todo de otra forma, aunque fuese momentáneamente. Por primera vez en bastante, bastante tiempo, recuperé bastante seguridad en mí mismo, me veía realmente guapo, me preocupé mucho por mi aspecto, por mi vida social, en fin... para mí el verano fue un momento de respiro en lo que fue un mar de cambios, de preocupaciones, de angustias que venían desde hacía ya un tiempo y que iban una detrás de la otra.

El verano acabó. Septiembre de 2024. Vuelta a la rutina, pero a una rutina extraña. En 2025 hay otras oposiciones, y dado que me presentaré también, empecé a estudiar, pero a un ritmo bastante más relajado. Ahora no tenía trabajo, de nuevo. Mis nuevas decisiones y mi "cambio", por decirlo de alguna forma, durante el verano me trajo consecuencias positivas para mí, pero también trajo otra serie de consecuencias que no fueron tan buenas. Y por eso, la vuelta a la rutina en septiembre implicó un poco una lenta pero segura cuesta abajo para mí, de nuevo: no trabajaba otra vez, de nuevo me veía solo estudiando sin que la bolsa de profesorado se moviese lo suficiente, mantenía viejos y nuevos problemas personales... yo mismo noté cómo poco a poco esa seguridad que me salió de repente se me apagó un poco, y, aunque estaba muy contento con mis decisiones y la claridad mental que logré y no me arrepentía de ello, sí que noté que volví a estar otra vez más apagadillo, más triste, y más inseguro de nuevo. En general, no tanto como antes, pero a ratos puntuales, uf.

A esta situación se sumó algo que a día de hoy sigue así, aunque haya ido a mejor: y es que mi madre fue ingresada en el hospital. Ella tiene desde hace mucho una enfermedad crónica, y sufrió un brote muy fuerte que bueno, la llevó a que tuviese que estar ingresada por una semana y pico para poder controlarle el dolor en lo que le hacían pruebas para verificar si podía tomar su tratamiento. Se hizo sus pruebas, le pusieron el tratamiento, y fue a mejor rápidamente... pero al repetir la dosis parece que no le ha servido y hoy vuelve a estar ingresada, en un estado mucho mejor que antes, pero por lo demás en la misma situación: a espera de pruebas, con medicamentos para el dolor y buscando un nuevo tratamiento a ver si este funciona mejor.

Y llegamos al día de hoy. Precisamente esto de mi madre es una de las cosas que me ha hecho darme cuenta de mi crecimiento personal, psicológico, emocional... no sé cómo llamarlo, pero eso, algo más "introspectivo" en mí que creo que ha cambiado a mejor. En la primera hospitalización lo pasé muy, muy mal, y lo pasé mal en silencio. Es decir, verbalizaba a mis seres queridos que estaba preocupado, por supuesto, pero creo que no mostré nunca ni una fracción de lo mal que estaba. Y era porque me lo guardaba, porque "no quería preocupar" a mi gente, y en fin, cosas así. Pero esta vez me siento muy distinto. Estoy preocupado, por supuesto, pero no tengo esa actitud. No escondo que estoy preocupado, y si veo que mi madre llora porque está cansada y desesperada por no ver final a todo esto, yo lloro con ella y no me escondo para que no me vea. Y es curioso cómo al permitirme expresarlo más naturalmente, me preocupo "menos". Hace pocos días tuve una charla con mi madre donde ella misma decía que "no quería que la viese así (llorando)" y que "le dolía mucho pero se estuvo aguantando mucho tiempo por mi padre, porque no quiere que lo pase peor", etc... y yo le dije, sorprendiéndome a mí mismo, que si tiene que quejarse que se queje, que si tiene que llorar que llore, y que no se coarte por cómo estemos nosotros, que no es bueno que no solo esté mala físicamente, sino también mentalmente. Que mi padre y yo somos los que tenemos que gestionar nuestra preocupación y que ella no es responsable de eso. Noté yo mismo cómo mi madre se alivió mucho al escucharme decirle aquello, la verdad. Supongo que son cosas que necesitamos oír.

Pongo este caso de ejemplo no porque sea lo principal de mi proceso de cambio; como digo, no es que mi madre esté terminal ni nada de eso, ni mucho menos; lo suyo es grave pero es algo controlado. No, son muchas otras cosas las que, sumadas a esto, han hecho que este último año haya sido duro para mí, pero también una oportunidad para pasar página de ciertas formas de ver la vida, de pensar y de ser que creo que me hacían daño. Y pongo de ejemplo esa charla porque ha sido como, no sé, una prueba a mí mismo de "joder, mira lo que has cambiado". Pero me lo noto en más aspectos, me noto que pienso de una forma distinta, que me tomo las cosas de una forma distinta.

Estaba mal en 2023, me puse mejor a inicios de 2024, bajé en picado a mediados de año, volví a sentirme bien en verano, volví a caer en picado en otoño, y... ahora vuelvo a sentirme mejor. Pero esta vez lo veo diferente. Ya no me veo metido en esa montaña rusa, y aunque siga con ciertas inseguridades, ciertas incertidumbres, ciertos miedos, creo que he logrado hacer ese segundo "clic" y enfocarlo todo desde otro prisma, de otra forma más sana para mí y para la gente a mi alrededor. O al menos lo intento.

En todo esto, tengo que decirlo, me ha servido muchísimo la terapia psicológica, porque sí, desde mayo de 2024 he ido al psicólogo por primera vez en mi vida. Y dejadme deciros que, aunque ha hecho que mi cuenta bancaria se desplome (?), merece la pena, al menos a mí me la ha merecido. Sé que es algo progresivo, pero joder, yo en la práctica lo he notado como picos altísimos y repentinos. En ciertos puntos de ir a terapia han sido esos "clics" y de repente pum, noto que algo en mí cambia, que algo me hace pensar de una forma diferente. Y creo que una enorme parte de este nuevo y reciente clic, uno que percibo como mucho más definitivo y positivo, ha sido por mi última sesión, de hecho. Es como que de repente reflexionas sobre algo concreto, te das cuenta de alguna cosa, y pam, cambia tu visión, cambia todo. Si alguna vez os sentís con algún problema gordo y podéis permitíroslo... yo os diría que vayáis al psicólogo, sin duda. Da miedo (a mí me lo daba), pero lo agradeces muchísimo. Yo lo agradezco.

Y sé que esta vez el "clic" es diferente porque no ha dependido de la otra buena noticia que ni siquiera he mencionado hasta ahora, pese a que realmente es algo super, super importante para mí. Porque de hecho, incluso cuando me la dieron aún seguía con una angustia casi inexplicable en mi pecho, y se me quitó después. Esta vez no siento que haya construido una "burbuja", quizá también porque no es solo algo conveniente, sino algo que me gusta y que me hace mucha ilusión.

¿Cuál es esa noticia? Bueno, pues que me llamaron de repente (de nuevo, sin buscarlo en absoluto) para otro trabajo, uno que solo son unas poquitas horas, que me pagaría bastante bien para lo que trabajaría y que me permitiría compaginarlo perfectamente con el estudio de mis oposiciones... pero además, uno que es todo lo que llevaba buscando por tantos y tantos años: ahora soy profesor sustituto en mi universidad. Yep, al fin logré mi primer trabajo como profesor, y en la universidad, nada menos, y además durante todo lo que queda de curso, hasta mayo-junio. Aquello que dejé de lado al final al ver que no daba resultados, ¡pum!, me surge de repente cuando estoy ya en vías de otra opción, que son las clases en secundaria.

Y lo mejor es que sé que en otra época, pese a la felicidad que sentiría, sentiría también una rabia dentro de mí, porque me daría muchísima angustia pensar que ahora que estaba en marcha para conseguir mi plaza pública como profesor de instituto, va y me surge la opción de, quizá, tener posibilidades en la universidad (porque una vez das clase, ganas puntos y se hace muchísimo más probable que te vuelvan a llamar, te sirve para en un futuro tener más posibilidades de quedarte de forma fija, en fin, es el primer paso a una posible carrera ahí, sin duda). Lo vería como una hostia de la vida, como una presión para tener que decidir qué hacer, si vuelvo a mi viejo sueño o sigo en el presente. Pero, ¿hoy? Hoy no pienso así. Hoy pienso que voy a seguir en esta vía, estudiando para profe de secundaria, porque genuinamente me hace feliz la idea. Si saco plaza o me llaman, me voy sin duda alguna, y, ¿si no? Ahí tengo la posibilidad, quizá, de seguir en universidad. El resto se irá viendo, no tengo que renunciar a una cosa para poder tener la otra, ¿no?

En fin. Sé que en todo este proceso he hecho daño a gente, o quizá he sido egoísta en muchos puntos. Sé que me ha costado saber qué quería, me ha costado soltar ciertos lastres que arrastraba, desprenderme de ciertas inseguridades y dependencias que tenía, y sé que el primero al que he hecho daño es a mí mismo. Pero ahora mismo creo que hay esperanza, por decirlo de alguna forma. No todo a mi alrededor es bueno, en absoluto: sigo teniendo inseguridades, sigo teniendo problemas en mi entorno, nada es color de rosa, pero es que ahora veo de que no se trata de eso, no se trata de esa dualidad de "todo me va mal" o "todo me va bien". No se trata de "cómo van las cosas", sino de "cómo me siento ante las cosas". Y, ahora mismo, me siento quizá no 100% bien, pero sí con esperanza.

Hay cambios, por supuesto, muchos, y seguirá habiendo: soplan vientos de cambio, como se dice, y llevan soplando tiempo. Pero, no sé. Por primera vez percibo que los vientos soplan a mi favor. Y quizá llevaban tiempo soplando así, aunque no me lo pareciese... pero es ahora cuando los noto.

Y más vale tarde que nunca.

Gracias por leerme si has llegado hasta aquí <3