One-shot "¿Recuerdas?" [Pokémon Rol Championship | Alpha x Mimi]

Me motivé tras publicar el anterior así que decidí arreglar y publicar aquí este otro que tanto me gusta :'D

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—¿Recuerdas? —Una grave voz fue aquella que penetró el silencio al momento de que sus cuerpos se alejasen. Por el otro lado sus miradas chocaban, logrando hacer entrar en sonrojo el rostro de ella. De inmediato él volvió a recortar la distancia con ella, haciendo que la cama sonase. —, ¿Recuerdas nuestra primera cita?


—¡C-Claro que sí! —Le respondió de forma inmediata, al mismo tiempo que su rostro terminaba de tomar tonalidades rojizas y el calor se apoderaba de ella. —No podría olvidarlo... —Terminó con su mirada un poco baja, poniendo su mano en el accesorio que portaba en su cuello.


La boca de él se abrió y entonces comenzó a hablar:


“La tarde ya se comenzaba a manifestar, la Ciudad de Acuarela mostraba unas calles llenas de jóvenes que aspiraban a los últimos dos torneos posibles para aquellas metas puestas por sí mismos: El Torneo Pokémon y el Concurso Pokémon. Entre las multitudes dos de ellos destacaban, y no por algo común y corriente, sino por una discusión un tanto agitada donde ella llevaba la gran mayoría de alegatos.


— ¡Sabes que deberías ser más cuidadoso con mis ropas! —La joven rubia de ojos azules le reclamaba, utilizando su incriminador dedo índice para apuntar al suelo, donde estaba su principal motivo de ira.

—¡No necesitas gritar solo porque tus ropas se caigan! —Se quejó él al momento de mirarle. Realmente no había sido tanta la que salió de las bolsas, pero a ella le encantaba exagerar las cosas.


—¡Sabes que mis ropas son muy importantes! —Refutó de inmediato. —. Eres un idiota que no tiene remedio.. —Dijo entonces, desviando su mirada moviendo toda su cabeza hacia el lado.


—¡Si hubiese podido ir a dejar estas bolsas no hubieran caído! —Le reclamó de vuelta. —. Gah.. —Suspiró levantando su cuerpo de la fría acera que cubría las calles. —. ¿Y si mejor nos vamos a divertir un rato? Como si fuese una cita.


Las palabras soltadas en el aire fueron como un gran golpe para la mujer de orbes azules. “¿Cómo podía salir con algo así tan de repente?” Pensó de inmediato.


—¡T-te has vuelto muy atrevido! —Sin llegar a mirarle siquiera respondió, con el rostro lleno de un color rojizo. —, p-pero deberías alegrarte de que Mimiko Honda se deje invitar por ti. —Terminó en voz baja cuando su mirada se posó en él.


La sonrisa de su pareja, Alpha Xenodis, logró encontrar la mirada de ella. Con eso tomó la confianza y se acercó a ella abrazándole, pero queriendo evitar un golpe se alejó lentamente y, entonces tomó nuevamente todas aquellas bolsas de múltiples tiendas comerciales que se encontraban, antes de su caída, totalmente llenas de prendas. Con ellas en manos comenzó a caminar al centro Pokémon de la ciudad.


—Vamos rápido a dejar esto. —Finalizó, comenzando a caminar.


Al entrar en el C.P tras un largo rato de caminata fueron directamente a la habitación solicitada, logrando dejar las cosas sin que volvieran a caer. Tiempo después se retiraron del lugar en camino a la primera idea que Alpha había tenido para ir con Mimi: La primera ronda del Concurso de Carisma.


Pero al salir las cosas no fueron muy lindas..


—¡De seguro quedaste embobado con la chica del Delcatty! —Le dijo de inmediato al estar un poco lejos; no iba a hacer un escándalo en público como el de antes solo por sus celos. —¡Vi como le mirabas! ¡De seguro te gustan las mujeres con pechos así de enormes! —Siguió recriminando al campeón de dos Torneos. —, ¡Ditto pervertido! —Continuó. —... N-no soy tan pequeña, ¿verdad..?. —Y entonces aquella hervida sangre que estaba salpicando cual Magikarp en el cuerpo de Mimi comenzó a aumentar drásticamente.


Ante la situación el chico de cabellos castaños claros le comenzó a mirar detenidamente el cuerpo de su novia, lo cual era algo que pocas veces lograba darse tiempo de hacer.


—A mí me gustas tal cual como estás—Le dijo de primera mano besando su mejilla. —, n…”


Y entonces el narrador de aquella situación se detuvo un momento mirando a su acompañante, quien atentamente escuchaba todo lo que él contaba, al mismo tiempo que su rostro respondía al sonrojo que su pasado portaba.


—¿A las mujeres les importa tanto tener el pecho grande? —Preguntó de inmediato, dando un suave toque en Mimi, lo cual no fue una muy inteligente decisión; el golpe que recibió le dolería hasta el alma.


—¡B-B-Baka! —Le gritó de inmediato cuando él cayó de la cama en la que ambos se encontraban sentados. Ya al cruzarse de brazos, para proteger su cuerpo, se dignó a volver a mirarle. —. Es importante... —El sonrojo en su rostro entonces comenzó a aumentar y ella no tuvo más opción que retomar el relato de su primer paseo como pareja.


“—, no necesitas más que eso para ser linda. —Le sonrió, poniendo su mano derecha sobre la cabeza de ella.


Ante esa respuesta el sonrojo de Cabellos Rubios aumentó. Su cuerpo se apegó al de Alpha y tomada de su brazo le agradeció y al mismo tiempo le advirtió:


—Ya sabes que no pienso compartirte... Así que no mires para otro lado.


El Campeón de Témpera solo accedió a asentir, desviando la mirada por la Ciudad, donde muchos anuncios de películas y Torneos eran los que aparecían en pantallas y carteles; Nada del interés de Alpha hasta que eso apareció: La promoción a un parque de atracciones recién abierto estaba ahí. Al parecer era el lugar más divertido, al menos para él.


—¡Vamos a ese parque!—Exclamó Alpha comenzando a caminar en dirección al lugar, el cual al parecer se encontraba al centro de la ciudad.


El tiempo pasó y la pareja había llegado al lugar. En el pasaron una buena parte del tiempo en atracciones como la Montaña Rusa, la Noria, donde Alpha aprovechó la bella vista que otorgaba la altura para poder unir sus labios a los de Mimi unos momentos, y demás. Ya tras un rato ellos escogieron descansar con un helado.


—Mimi—Dijo el no muy inteligente entrenador.—, no te muevas.—Y entonces cuando ella dirigió su mirada hacia él lo primero que le azotó fue el frío en la mejilla. Alpha le había ensuciado, utilizando aquel cono de helado recién comprado.


Pero cuando ella iba a reclamarle su voz no logró salir; el sonrojo llenó su recién limpiado rostro, su mirada se quedó en un Alpha con la lengua afuera con una mínima porción del gélido alimento. Mas esto no se quedaría así: La rubia se le acercó un poco y entonces estampó completamente su cono contra él. Segundos después arrebató de manos de Xenodis el helado con el que fue manchada.


—Sabe mejor éste.—Dijo riendo, luego de haberlo probado.


Él, por su parte no tuvo otra reacción fuera de pasar su mano limpiando su rostro de aquel pegajoso comestible. Y al ver a ella frente a sus ojos solo pudo decir un par de palabras:


—Eres una pasada…


—¡Tú fuiste quien me manchó!—Le recriminó sin que la sangre de sus venas comenzase a arder.—, deberías agradecer que una persona tan importante como yo se rebaje a jugar contigo—Entonces sin nada más que opinar Mimi se acercó a Alpha y mostró una sonrisa.—. Ve y límpiate.


El rato pasó hasta que el macho de la pareja regresase, mas para su sorpresa no había logrado encontrar a aquella rubia que le cegaba de manera amorosa.


Tras minutos de búsqueda ahí estaba: Frustrada, de brazos cruzados, con unas gotas de sudor en el rostro y frente a un puesto donde podrías ganar premios a cambio de derribar unos pinos utilizando una bola.


—Senpai, ayúdame—Dijo ella con una sonrisa serena, sabía que esa palabra era un especie de pase para convencer a su amado.—; Quiero ése.—Índice levantado y mirada fija lograban dar en un Oshawott hecho de felpa, el cual tenía una anatomía un tanto hinchada y pequeña.


Cuando el objetivo estaba fijado la billetera de Alpha salió al campo de batalla y entonces comenzaron los rápidos y cortos intentos.

...

Lástima, pues a pesar de la confianza y habilidad que él mostraba para las capturas Pokémon sus intentos terminaron junto a su dinero. Más que mirar a Mimi con una sonrisa y la mano en la nuca no pudo hacer, pues la vergüenza le había llenado.


—Cierra los ojos—Las sorpresas de aquellas palabras habían sorprendido a Mimiko, mas no se negó y entonces juntó sus parpados; su visión se había apagado, su cuerpo se había comenzado a entrar al estado de nerviosismo, él se estaba acercando mucho, a tal punto que podía sentir su respiración.—. Ya puedes abrir—Le volvió a hablar Alpha cuando sus cuerpos habían vuelto a entrar en distancia.—. Considera eso una compensación.


Al abrir los ojos ella pudo encontrarse con su sonriente pareja… Algo estaba mal, no era el mismo de siempre. Pensando así lo recorrió unos pocos segundos con la mirada hasta que logró encontrar en “defecto”: No estaba el collar con la campana. Era evidente el qué había pasado.


—G-gracias…—Agradeció de inmediato entrando en sonrojo, al mismo tiempo sus puños se comenzaron a forjar y la cercanía con su compañero se hizo más grande.—. Nya~—Le habló haciendo sonar aquella campana haciendo entrando en estado de sorpresa a Alpha…”


—Eso fue algo muy tierno, Mimi—Le interrumpió ya incorporado Alpha adulto. Además de que no esperó respuesta alguna se abrazó a ella acercando sus labios a la oreja.—. Te amo.


La separación que ella efectúo fue totalmente rápida, Alpha solo pudo mirar a esa mujer sonriendo: Ella estaba cruzada de brazos y con mirada recriminatoria que le ponían un tanto nervioso.


—N-no hagas esas cosas de la nada—Le regañó de inmediato.—. Yo también te amo, Baka-Senpai.—Ella simplemente se le acercó y apegó sus labios.


Luego de eso su charla continuó recordando más momentos de su juventud de pareja.