Zirahuén

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por Sheccid, 2 Septiembre 2012.

  1.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    25 Enero 2012
    Mensajes:
    493
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Zirahuén
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    823
    Ya estamos en septiembre y en este mes se celebra la independencia de mi país. Asi que decidí contar esta historia tradicional de Michoacan, México, espero les guste

    Zirahuén.

    Antonio estaba asombrado. La mujer se acercaba a él. Nunca había visto alguien cómo ella.

    Vestía una especie de vestido blanco con unos bordados extraños en la base. Sus ojos eran tan cafés cómo la madera seca y su cabello negro estaba recogido en dos gruesas trenzas. Sus labios eran gruesos, pero delicados y hermosos. En conjunto toda ella era una belleza, pues también estaba muy bien proporcionada. Su caminar era elegante y natural, casi flotante, pues sus pies apenas tocaban el suelo. Entre sus maños llevaba un recipiente dorado lleno de muchas joyas y oro.

    Debía haberle hecho caso a los recuerdos de su nana, antes de irse a Michoacán.

    El peso de las joyas que llevaba en sus bolsillos y la sangre de la dependienta de la tienda de joyas le daban una apariencia escalofríante,maléfica.

    En el lago de Zirahuén simplemente no debían irse a bañar hombres y menos de madrugada. Y mucho peor si habías dañado a la sociedad.

    Antonio estaba frente a Eréndira, una hija de el rey purépecha Tangaxoan, la sirena.

    Se contaba que Eréndira era una preciosa muchacha. Por eso, cuando un español la vio, tanto le gustó que la raptó.

    La joven estaba desesperada. No había posible salida, era vigilada día y noche y su cárcel estaba entre montes de difícil acceso.

    La princesa comenzó a llorar. Lloraba por extrañar a su padre, lloraba por encontrarse atrapada y lloraba por la conquista y la sangre vertida sobre la tierra de México.

    Tanto era el líquido salino que ponía en la tierra seca y árida que se formó un lago.

    Por fin, sin encontrar un motivo para seguir viviendo, se lanzó a el lago formado por su llanto. Quedó convertida en una sirena y en su eterna venganza a los hombres que hacían el mal salía a encontrar el medio de ahogar a los que estuvieran cerca. Algunos se dejaban llevar por la riqueza de la jícara (recipiente ) de oro, pero otros por seguir a la linda chica solitaria y que parecía inocente.

    Ahora ahí estaba él y se sentía ya bajo su efecto mágico. Se encontraba encantado perdiéndose en sus ojos tan profundos, tan parecidos a un grano de café.

    Y sus labios se acercaban peligrosamente, rojos, tan deseables. Su boca entonces formuló una simple pregunta:

    - ¿Me acompañas a mi casa?- Su voz ¡Su voz! Era tan clara y dulce cómo un sonido de flauta.

    - Claro- contestó él antes de que se diera cuenta de lo que acababa de prometer.

    - Te lo agradezco. Por favor, sígueme.- Antonio se dejó conducir por la sirena.

    Sabía que lo que hacía lo llevaría a la muerte, pero ¿eso que importaba? Eréndira estaba tan cerca del muchacho que podía oler el perfume que emanaba de la princesa, algo así cómo agua pura de manantial mezclado con nenúfares.

    Su cintura se movía cadenciosamente, tan flexible, tan parecida a el oleaje del mar.

    Se encontraban tan cerca de el lago, que Antonio dudó un momento.

    Entonces Eréndira volteó y lo tomó de la mano.

    - Vamos, ya casi llegamos. Ahí podríamos estar juntos por siempre .- trató de convencerlo susurrando lo último en su oído.

    Antonio no sabía si estaba enamorado o sólo era el influjo de el encanto de la sirena.

    Lo único que pudo murmurar a Eréndira al verla cerca de él, ya a un paso de una muerte segura y con el agua hasta el pecho fue:

    - Ámame o mátame – La vengativa princesa sonrió enigmáticamente y lo jaló hacia el fondo del lago. Su recompensa fue un beso de la sirena, un beso de ola. Al poco tiempo le faltó aire, pero ¡que más daba! Eréndira le sonreía y lo tomaba una vez más de las manos. Podía verla a cada instante, a cada segundo. Ahora no necesitaba otra cosa que ella. La belleza de ojos oscuros se acercó y utilizo sus besos de ola nuevamente.

    Sólo quedó un círculo concéntrico grande.

    De Antonio nada se volvió a saber nada.

    Más tarde sólo se encontraron las joyas robadas muy bien acomodadas en la orilla.

     
    • Me gusta Me gusta x 6
  2.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos:
    Interesante leyenda o es más bien una fábula.
    Me gusta la forma en que narras, parece una historia corta que aparecería en un libro.
    Solo vi un par de detalles, al principio escribiste mal manos, más abajo pegaste dos palabras con la coma, por donde dice maléfica.
    Y por último no se si tiene un "nada" extra o le falta una coma.
    Nada más que notara.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    25 Enero 2012
    Mensajes:
    493
    Pluma de
    Escritora
    Gracias, es que lo escribí a toda prisa ayer, de nuevo gracias por comentar
     
  4.  
    Artemisa

    Artemisa Usuario VIP

    Tauro
    Miembro desde:
    12 Marzo 2008
    Mensajes:
    888
    Pluma de
    Escritora
    Hola, Sheccid. Me gustó mucho la forma en la que narraste la leyenda de la sirena de Zirahuén. Tengo que admitir que ésta fue una perspectiva muy diferente de la leyenda que yo conocía. Verás, hace un año mi grupo y yo representamos esa leyenda para unas ofrendas que se hacían en la escuela. En esa versión, Eréndira y el español se enamoraban y el papá de ésta y el caballero pelearon hasta que este último ganó. Desoladísima de haber perdido a su padre, Eréndira se tiró al mar y le pidió a la diosa de la luna (mi papel, por cierto) que, con la ayuda del dios del sol, la ayudaran a no sufrir más. Entonces los dioses le dieron lágrimas tan copiosas que alrededor de ella se formó el lago de Zirahuén y ella se convirtió en sirena para habitar ahí.

    Bastante diferente, ¿verdad?

    En fin, fuera de la falla que ya te mencionaron, no hay nada grave. Solamente te aconsejaría usar guión largo en los diálogos (se inserta presionando [Alt] al mismo tiempo que [0151], para que quede así: —).

    Tu narración es sencilla, pero muy ágil, lo que hace que la historia se lea fácilmente y que no aburra por motivo alguno. Por otra parte, me encantó la descripción, las palabras y las acciones de Eréndira, pues reflejaron una típica naturaleza de cruel dama de mar. Y Antonio, siempre dejándose llevar por aquella hipnótica belleza. En fin, sí, sonó bastante a leyenda, lo cual favorece mucho al texto.

    Saludos. <3
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  5.  
    Dororo

    Dororo Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    1 Marzo 2011
    Mensajes:
    85
    Pluma de
    Escritora
    Siempre me resulta muy agradable leer sobre mitología, por algo es mi sección favorita, pero el gusto es mucho mayor cuando, además, aprendo una nueva leyenda; ya sabes que me emociono con esas cosas.

    Como no conocía la historia no puedo comentar acerca de la versión que de la misma utilizaste, aunque puedes estar segura de que me dedicaré a indagar acerca de Zirahuén.

    La descripción de los personajes, así como tu fluida narración y el entorno que detallas me mantuvieron atenta en todo momento y resultó una lectura entretenida e interesante. Aunque ya estoy acostumbrada a que todos tus fics mitológicos lo sean, no dejas nunca de sorprenderme.

    No me fijé demasiado en la ortografía, ya que la trama y las palabras acapararon toda mi atención por lo que si hay algún error, yo no lo vi.

    Siento no haber comentado antes, sinceramente se me pasó. Un abrazo Sheccid y muchas gracias por la invitación, la verdad es que es un placer leerte.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso