Historia larga Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad

Tema en 'Novelas' iniciado por LordSombras, 17 Marzo 2022.

  1.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    650
    Volumen 1: Nosotros - La Invasión de la Academia Jikû

    Prologo: Encarando a la Muerte

    Joder.

    Estoy en un enorme problema.

    Me encuentro acurrucado en un rincón, mirando a la entrada con mis ojos saliéndose de sus órbitas. El edificio está lleno de polvo flotando en el aire, dando la impresión de estar abandonado.

    Bueno, en parte así es. No había nadie en este lugar hasta hoy, que se desencadeno una batalla campal.

    Él está ahí.

    Es ese maldito sujeto enorme de tres metros de altura, con esos gigantescos músculos abultados capaces de destrozarlo todo. ¡No parecen algo normal! ¡Tienen tanto volumen que ya llega al punto de ser deforme!

    Me está cazando porque le robe la información que había robado. ¿No me hace eso un ladrón lícito? Pues la verdad, ahora mismo no importa. Porque él ya me ha encontrado, y me tiene en sus manos.

    ¡¿Qué hago?! ¡No tengo maneras de huir! La Niña Fantasma desapareció, a ese tal ‘K-sama’ ni lo he visto, Kazami-kun debe estar peleando con Uragirimono, Kiyoshi se quedó en los pisos inferiores con Nonomiya, Shiro no tengo idea de si está bien o no, y Mirai-sempai podría estar enfrentándose a un asesino peligroso en este momento.

    Joder, ¿cómo es que terminé así? Ahora que él está dándome sus últimas palabras, luego de esta persecución que casi me mata de varios infartos consecutivos, mi cabeza comienza a pensar rápidamente. ¡No encuentro ninguna posibilidad! ¡Nada de nada! Huir es imposible, él es más rápido, y ni hablar de una pelea.

    Tal vez, si le doy la información… ¡No, tampoco va a funcionar! ¡Ya le hice ese truco antes, y ahora está muy enojado! ¡No es mi culpa! Si la maldita organización lo utilizó todos estos años, ¿qué diablos pinto yo en su venganza? ¡Sólo soy un mocoso que tuvo la mala suerte de intentar meterse en su camino a una semana de terminar en esta desquiciada Academia!

    ¿Suplicar es una opción?

    Entonces, en esta situación de total desesperación, veo como levanta ese enorme y muy musculoso brazo. La fuerza que tiene que usar para alzar esa masa de carne tiene que ser tremenda, ¡y es más que suficiente para destrozarme!

    Va a aplastarme. ¡Va a aplastarme de un sólo golpe! Vi lo que le hizo a las paredes. Me convertirá en un manojo de carne con apenas bajar el brazo. Su ira lo desborda. Siento el enorme y poderoso rastro que viene de su cuerpo, esta tan lleno de furia que mi cuerpo se estremece. Lo hice enfadar con este juego.

    Un juego que, al final, no llevó a ninguna parte.

    Esto es gracioso. Si, muy gracioso. Hace apenas una semana, me aburría en clase, imaginando ser un héroe de manga con grandes poderes. Y ahora… Voy a morir. Voy a ser destrozado por un enorme sujeto. Y es mi culpa, por entrometerme en donde no debía.

    Es la primera vez que veo a la muerte a la cara. Y, sin embargo, no le tengo miedo. ¿Por qué será? Es como si… Fuera una vieja amiga, a la que he estado esperando desde hace tiempo. Sólo puedo reír, y no de puro nerviosismo.

    Reír de lo extraña que es esta situación.

    El puño, como una fuerza de la devastación, cayó hacia abajo a gran velocidad.

    Directo hacia mi cara, con la fuerza de un mazo industrial.



    Esperen un momento, me estoy adelantando mucho, ¿verdad?

    Necesito explicar cómo llegué a esa situación tan desesperada.

    Lo sé, pero denme un momento. Es una larga historia. Bueno, no tanto, pero me tomara algo de tiempo. Han pasado tantas cosas esta semana, que me cuesta siquiera comenzar a recordarlas.

    Ah, pero ahora que recuerdo, esta historia comienza mucho antes. Ese día en que me encontré con esa persona.

    El día que vi, por primera vez, a la Niña Fantasma.
     
    Última edición: 15 Mayo 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    3233
    Alias: Por motivos de seguridad, el dar un alias a sus miembros se ha convertido en algo fundamental para todas las organizaciones en general. Incluso se podría decir que es una tradición mas que una necesidad, pues por la época tecnológica actual ya no es muy útil ocultad identidades. Esta practica comenzó a finales de la Edad Media, buscando impedir que el enemigo descubriera datos personales de sus soldados, y se extendió masivamente.

    Notas del Narrador: Ya que es evidente que se producirán confusiones, cada vez que vean palabras en cursiva, ese es un alias y no el nombre real o apodo de esa persona. ¿Por qué a estos inútiles de la organización les gusta hacerlo? Ni idea, pero queda jodidamente genial...




    Capítulo 1: La Niña Fantasma

    Yo sé lo que vi. Sé que la vi. Aunque fuera imposible. Primero pensé que me estaban jugando una broma. Luego empecé a preocuparme. ¿Un fantasma, tal vez? ¿Algún espíritu? No tengo idea. Sólo sé que fue una situación muy extraña.

    En un momento, vi algo que no debería haber visto. Y eso sería algo que me abriría las puertas a un mundo nuevo, un mundo para el que no estaba preparado. Un mundo de verdades escondidas, de engaños poco claros, de mentiras a rienda suelta. Pero, sin embargo, un mundo que aún ahora controla al nuestro.



    Sucedió un día como cualquier otro. Soy un chico normal de 15 años, de clase media, viviendo en Tokio. Estaba con unos amigos de la escuela, o algo parecido, en un parque. No hacíamos nada en particular, sólo mirar algunas chicas y tratar de matar el tiempo. Ya saben, haciendo tonterías sin ninguna razón, para entretenernos.

    Lo extraño ocurrió cuando vi a alguien sentado en un pequeño muro. Estaba seguro de que era una niña.

    -¿Y esa chica? –pregunté a Hiramaki Toto, mi mejor amigo hasta el momento. Bueno, creo que llamarlo tanto como ‘mejor amigo’ es exagerar, sólo es con quien me llevo mejor y me parece más divertido pasar el tiempo.

    Él volteó de inmediato, un pervertido como siempre sin esconderlo, pero luego me miró como si estuviera tratando de jugarle una broma.

    -¿Qué chica?

    -La que está sentada en el muro. Allí, encima, agitando los pies.

    En realidad, era todo lo que podía decirle. No notaba nada más, por extraño que parezca. La estaba viendo, pero no podía notar ningún detalle. No podía ver su rostro, su ropa, el color de su cabello, nada. No estaba muy seguro de cómo puede ser eso posible. ¿Se puede ver a una persona sin mirarla? En ese momento, creo que pensaba que era un espejismo o algún reflejo de luz medio extraño.

    -No hay nadie ahí, Tomonori-kun. Y me hiciste creer que pasaba alguna linda chica… Eres un malvado –comenzó a reírse malignamente, la broma que solía hacerme cada vez que lo engañaba por diversión-. Seguro que estas imaginándote a tu victima ideal, lolicon.

    -¡Que no lo soy! ¡Ya deja de decir eso, imbécil! –le chillé. ¿No se le mete en la cabeza? ¡Siempre lo dice! ¿Qué tiene por cerebro?

    -Como digas, Tomonori-kun. Sigue mirando a tu loli imaginaria –dicho esto, comenzó a ignorarme con una sonrisa idiota.

    Ahora si comenzaba a asustarme. ¿Hiramaki no podía verla? Pero ella seguía allí, aunque aún estaba… Transparente. Entonces fue que empecé a pensar que era un fantasma. Sin embargo, no parecía aterradora.

    De hecho, aunque podía asegurar que sonreía, notaba también que estaba muy triste.

    Si hay algo en lo que soy bueno, es en leer las caras de la gente, por más que se den cuenta. No me pueden esconder sus expresiones verdaderas. La de Toto me decía a las claras que no la estaba viendo. Traté de actuar como si fuera una broma de las que solíamos hacer. Pero con el rabillo del ojo, noté que esa chica seguía mirándome. Y sonreía. Pero ahora estaba terriblemente afligida.

    Y así estuvimos todo el día. Durante cada minuto mientras el sol descendía en el cielo, mientras Hiramaki hacia tonterías y molestaba a nuestros otros compañeros de clase, mirando las piernas y los escotes de las mujeres y estudiantes sin esconderlo. Yo no tuve más remedio que soportar escalofríos continuos, mientras la niña me seguía mirando incesantemente.

    ¿Por qué me está observando a mí? No soy nadie especial. No debería haber ninguna razón para que ella este allí. ¿Qué tengo? Mi espina dorsal envía una señal de peligro detrás de otra, pero no siento pánico. No tengo intenciones de escapar, no hay miedo en ninguna parte de mi cuerpo.

    Me estoy emocionando.

    Ser observado por esa fantasma con tal mirada triste me excita.

    Y no entendía porque diablos ocurre eso.



    Han pasado un par de semanas. La chica no ha vuelto a aparecer después de que volví a casa ese día. En mi mente, la llamo ‘La Niña Fantasma’.

    Investigué en Internet, pero no había nada sobre eso. Ni leyendas urbanas, ni historias de fantasmas, ni tampoco nadie dijo nada de una niña difícil de ver. En otras palabras, la cosa rara me estaba pasando a mí.

    Tal vez se estén preguntando lo siguiente: ¿Realmente investigaste bien? Podría tratarse de un malentendido, o alguna broma pesada de un grupo bien organizado, entre otras explicaciones completamente racionales. Sin embargo, debo estar en contra de tales teorías. No soy un novato en el tema paranormal.

    Digamos que mi estilo de vida es… Algo raro.

    Para empezar, aunque mis notas en la escuela son buenas, no me esfuerzo en lo más mínimo. Mi único objetivo es que sean adecuadas, para que mis padres o los profesores no se quejen. No lo hago para salir con chicas, ni por que busque juntarme con amigos. La idea es que nadie me moleste mientras disfruto de mis pasatiempos.

    Por cierto, estos hobbys míos incluyen tanto anime como manga, creepypastas y rituales de magia negra, algunas leyendas urbanas, además de mitos y leyendas de todo el mundo. Incluso soy un lector empedernido de light novels y best sellers. ¡Y también videojuegos! ¿A que soy una persona con demasiados pasatiempos? Y no me llamen ‘otaku’ así nada más, montón de imbéciles discriminadores.

    Sin embargo, todavía me aburría. Es que todo lo que sucedía en la ficción era tan interesante, que nuestro mundo se ve muy soso en comparación. Por esas razones siempre tuve ganas de que llegara ese momento en que me llegara un digivice, la llave de un mecha por correo, una Mahou Shoujo para protegerme de algún ser mágico (de preferencia, sin Kyubey), o algo parecido.

    Sin embargo, tal cosa no ocurrió. Y yo sólo podía aburrirme mortalmente, suspirando a cada momento mientras mi monótona vida escolar toma lugar. Por esa razón, investigué arduamente para descubrir la verdad detrás de esta Niña Fantasma. Sin embargo, lo único que pude lograr fueron fracasos tras fracasos. Empecé a preguntarme si era algo que sólo pasaba una vez en la vida.

    No sabía que eso sólo era el comienzo, un preludio para lo que estaba por venir.



    Ese día, acabábamos de llegar al parque. Algunos estaban jugando con unos naipes, y parecía que Hiramaki los estaba desplumando a todos. Probablemente hiciera trampa, pero no lograba captar la manera exacta.

    Yo observaba el muro, esperando verla aparecer de nuevo. Como las dos semanas pasadas, nada. Estaba ya casi seguro de que me lo había imaginado. Tengo una mente un tanto problemática, además de mí retorcida personalidad.

    No me gusta tanto socializar. Sólo intento caerles bien a todos. Pero, en secreto, no dejo de pensar que son un montón de perdedores. Por ejemplo, siempre creí que Hiramaki era un idiota que sólo pasa tiempo conmigo para verse friki y que las chicas tengan esa impresión de él. Me gustaría pasar de su compañía, pero era divertido, así que no me quedaba más opción que soportarlo.

    Ya ven, soy un poco retorcido. Y no han visto la manera en que analizo a la gente.

    Me gusta ser cruel.

    Pero ese día, conocería a gente que era por demás extraña. Sin mencionar sospechosa. Y, para rematar, peligrosa. Sin embargo… Digamos que no me quedó otra opción.



    Ese día, noté que me estaban observando. Me dio ese cosquilleo que siente la gente cuando se dan cuenta de que alguien los está mirando desde un punto ciego. Siempre pensé que era una tontería. Pero igualmente tuve ese presentimiento, o tal vez sólo los noté por accidente, subconscientemente.

    Con disimulo, miré hacia todas partes. Y vi a mis perseguidores.

    Un chico y una chica.

    El primero parecía de mi edad. Tenía un peinado alborotado, como si se acabara de levantar de la cama, en su cabello negro oscuro como plumas de cuervo. Sonreía estúpidamente, como si pensara que todo estaba saliendo perfecto. Era tan guapo como para molestarme su apariencia de niño bonito, un completo ikemen. Jugueteaba con algo que parecía una moneda. Estaba vestido como un estudiante, aunque ese uniforme no me parecía nada familiar. Era azul y negro, con una insignia curiosa: Una mano enguantada que sostenía una ciudad en miniatura. Que diseño tan extraño. Sus ojos rojos, literalmente rojos, parpadeaban con aburrimiento.

    La chica era alta, probablemente mayor que yo. Tenía el cabello corto, azul oscuro. Unos pechos enormes, que se notaban muy bien con su ropa: Un cosplay de esas niñas mágicas de anime cliché, con vara terminada en corazón y todo. Ya saben, ese traje tan súper vergonzoso y de tantos colores que era más llamativo que un elefante caminando por las calles. Sus ojos eran blanquecinos, como si fuera ciega, pero claramente podía ver.

    No dejaba de mirar en mi dirección.

    No parecía feliz. Es más, me daba la sensación de que prefería largarse, pero no podía. Se volteó para mirar al otro chico. Y enseguida se exaltó, preguntándole algo a su compañero. Él negó con la cabeza, mirando a su lado. Allí no había nada. En ese momento se le borró la sonrisa del rostro, como si hubiera tenido que haber algo allí.

    Por sus reacciones, deduje que ellos habían perdido algo. O, peor aún, a alguien. Una persona estaba con ellos antes, y ya no. Discutieron. Parecía que no se decidían si buscar a esa persona, o seguir vigilándome. Finalmente, terminaron eligiendo lo primero, y se largaron. Estaban apresurados.

    Y, no sé porque lo hice, decidí seguirlos.

    Me escurrí sin que me vieran mis compañeros, y los perseguí a través de la multitud. Doblaban a cualquier parte, así qué deduje que la persona que buscaban tenía un mal sentido de la orientación, porque no lo encontraban.

    Entraron a un callejón. Me oculté tras unas cajas vacías de una tienda, en plan James Bond, y traté de escuchar lo que decían.

    -…Si lo estabas vigilando! ¡Te dije que no podíamos sacarle los ojos de encima a Shiro ni un segundo! –le gritaba la chica al chico.

    Si, definitivamente perdieron a una persona. Que tontos.

    -Yo te sugerí que no lo trajéramos, pero como estabas pensando que ese niño tenía un rastro, dijiste que no pasaba nada si nos quedábamos a mirar, Mirai-san –el chico no parecía muy preocupado. ¿Se refiere a mí? Es lo más probable.

    -Tú también lo sentiste. Era muy débil, pero allí estaba. No podíamos saber si uno de Ellos lo dejó, o si venía del chico, pero en cualquiera de los dos casos teníamos que vigilar. ¡No me vengas con tus excusas, Yuuki! ¡Tenías que tener visto a Shiro, y nada más! ¡No era nada difícil! –le decía la tal Mirai.

    ¿Ósea que el perdido se llama Shiro? ¡Qué nombre más raro! ¿Y por qué me estaban observando? ¿Qué pinto yo con estos raros?

    -No me llames por mi nombre en público, Mirai-san. ¿Te parece Master Piece muy difícil de pronunciar? –replicó el tal Yuuki, o Master Piece, pero sin estar enojado. Parecía divertirse, ya que no quitaba esa sonrisa burlona e irónica muy mal puesta.

    -¡Impronunciable! Además, no es hora de distraernos, sino de encontrar a Shiro. Tendrás que usar uno de tus centinelas –Mirai parecía muy irritada.

    -Está bien, si tú lo dices… Hay que encontrarlo antes de que haga algún problema. ¿Desde el cielo está bien? –me asomé, y quedé sorprendido.

    Allí estaba Yuuki, sosteniendo esa moneda entre sus dedos, que logré reconocer como una ficha de plástico verde y roja. La arrojó al aire, donde se quedó flotando, antes de soltar un destello de luz pálida y salir volando hasta perderse de vista. El chico tenía los ojos cerrados.

    -Ya estoy revisando el parque. Shiro no está. Tampoco el niño –¿qué tenía con decirme niño? Era molesto. Todo en este idiota, desde su apariencia a su actitud, es muy irritante.

    -Se llama Tsuruya Tomonori. 15 años, tipo de sangre A+, estudiante de Primer Año en la Preparatoria Shibanashi. Nació el 31 de Diciembre de 1997 –comenzó a decir la chica, como si fuera algo obvio.

    Me quedé helado. ¿Cómo sabia mi tipo de sangre y mi fecha de nacimiento? Era imposible. Y espeluznante. Incluso emocionante. Sin mencionar lo de la ficha voladora. Mejor irme de aquí antes de que se den cuenta de que los estoy espiando.

    Y, como buen torpe que soy, al retroceder apenas tres pasos, tropiezo. Caigo al suelo, seguro de haberme chocado con algo. Me levanto rápidamente, mirando que es. Y mi sorpresa aumenta.

    Hay un chico tirado en la calle.

    Es albino, al parecer. Piel pálida, pelo blanco. Unos 15 años. Parece que llevara el mismo uniforme que Yuuki, si, definitivamente es el mismo. No se movía. Estaba allí, tirado en medio de la calle.

    No me costó nada darme cuenta de que él era Shiro. El apodo le quedaba bien. Busque en su muñeca, como enseñaron en una clase. Había pulso. Por lo menos estaba vivo.

    Lo mejor sería largarme de allí, sus amigos lo hallarían enseguida con sólo salir del callejón. Ahora que lo pensaba, ¿cómo había terminado aquí? No lo había visto antes, detrás de mí. Sin embargo, no quería que me encontraran. Si ese joven de verdad podía ver cosas a la distancia con esa ficha, entonces sería mejor que volviera con mi clase antes de que notaran que los había seguido y espiado.

    Sin embargo, un solo comentario acabo con mi plan.

    -Oh… ¿Y quién eres tú? ¿Eres uno de Ellos? –una voz extraña de chica dijo eso a mis espaldas.

    Me voltee lentamente. Una loli acababa de aparecer allí, dos metros detrás de mí.

    El mismo uniforme azul y negro, con unas largas medias en sus muy bonitas piernas. Los brazos cruzados alrededor de su pecho casi completamente plano. Una melena negra oscura le caía lacia por la espalda. Ojos rosas, por más raro que parezca. Su cara daba a entender que estaba interesada en escuchar mi historia. Debía de tener un par de años menos que yo. No estoy seguro de porqué, pero intuí que debía de ser pariente del chico del callejón. Tenían algo en común, un parecido.

    -Yo… ¡Sólo pasaba por aquí! Este chico parece estar en problemas, habría que llamar una ambulancia o algo… –la chica me interrumpió con un movimiento. Había sacado algo de su bolsillo. Una hoja de acero, probablemente de una navaja para afeitarse. La sostenía entre sus dedos. Su mirada paso de ser curiosa, a estar enojada. ¡Sospecho que ya no quiere escuchar lo que yo diga!

    -Eres un mentiroso. Tu Espacio es muy torpe. Tu rastro es evidente, aunque sea débil. No me engañaras. Tú debiste atacar a Shiro-chan. Acabas de cometer un gran error. Así que vas a morir. ¡Lo siento! –con una vocecita y gestos que sonaban muy lindos, agitó la mano en donde sostenía la hoja de afeitar. No sé porque, pero tuve una sensación de peligro. Aunque no parecía estar hablando en serio, la forma en que decía estas cosas seguía siendo muy extraña.

    Rápidamente, salté a un lado.

    ¡Fiu! ¡Ziz!

    En donde había estado yo un segundo antes, había ahora una línea apenas ella movió la mano. Esa chica, de alguna manera, al agitar esa hoja de afeitar, acababa de… ¡Cortar el suelo! Una hendidura de dos centímetros de ancho en la baldosa, justo al lado del chico albino.

    La chica, no muy preocupada de que casi le saca la cabeza a Shiro, me miró un tanto sorprendida, pero tenía una sonrisa aterradora y lunática.

    -¿Lo esquivaste? Qué extraño. Eres el primero. Pensé que usarías una barrera. Casi me haces matar a Shiro-chan. Mi Onii-san se enojaría conmigo si hago eso –la loli volvió a levantar la mano.

    Iba a volver a cortar. ¡Tenía que apartarme, y ya mismo, antes de quedar rebanado! ¡Si le hace eso al piso, no creo que haya algún hospital capaz de coserme de vuelta!

    ¡Fiu! ¡Ziz!

    Nuevamente, salté en el último segundo. Sentí el aire correr junto a mi oreja. Y, nuevamente, se abrió un corte en el suelo. Y este era aún más largo que el anterior. Unos cuatro metros. Sin mencionar que me parecía todavía más profundo. La chica estaba sorprendida, y preocupada. Aunque su expresión era en realidad muy linda. ¿Qué diablos le pasa? ¿¡Y por qué me preocupo por lo que piensa ahora mismo!?

    -Pero… Si no te mato… Mi Onii-san se va a enojar… Mucho… ¿Por qué no me dejas matarte? –lo decía como si estuviera esperando que me quedara quieto con una sonrisa mientras me destripaba con su hoja de afeitar mágica.

    ¿Estaba loca o qué? ¡Una loli loca, lo que me faltaba!

    -Bueno… Entonces tendré que ponerme seria, antes de que contraataques. ¿Podrás esquivar esto? –sacó más hojas de afeitar. Ahora sostenía tres cuchillas en cada mano, entre sus dedos.

    No estaba seguro de poder esquivar seis a la vez. Y aunque lo hiciera, terminaría cansándome. Tenía que huir de allí, antes de que me convirtieran en rodajas. Pero si escapo… ¡Me cortara por la espalda! ¡Ni siquiera conozco el alcance de sus ataques, no puedo correr y darle la espalda en esa situación! Seria suicidio asistido.

    -¡Adiós! –canturreo, cruzando sus dos manos. ¡Está a punto de atacar!

    Entonces, se escuchó una voz conocida.

    -¡Suficiente, Kiyoshi!

    Me di la vuelta. Yuuki, con su sonrisa divertida, nos miraba. Arrojaba la ficha al aire y la volvía a atrapar. Parecía entretenido de ver que estaban a punto de matarme. ¡Maldito chico guapo!

    -¡Onii-san! –Kiyoshi salió corriendo, pasando a mi lado sin problemas, y saltó a abrazar al chico. Si, tenían el mismo cabello, y unas sonrisas iguales. Ese era el parecido que noté-. Estaba a punto de matar a este espía de Ellos…

    -No es un espía –le interrumpió Mirai, parada junto a Yuuki. Me miraba con mucho interés, mientras agitaba su varita mágica de un lado a otro-. Es un problema. Uno que debemos solucionar de inmediato.

    Me acabo de meter en un gran problema.

    ¡Joder!

    Continuará…


    Miembro 00: Kronos

    Alias: Desconocido.
    Nombre: Tsuruya Tomonori.
    Fecha de Nacimiento: 31 de Diciembre de 1997 (15 años).
    Origen: Desconocido.
    Apariencia: Hombre, 168 cm de altura. Cabello negro, ojos oscuros.
    Tipo de Sangre: A+.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Preparatoria Shibanashi.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: ¿Lolis? ¿Piernas de lolis con largas medias?
    Tipo de Entendimiento: Desconocido.
    Clasificación: Desconocida.
    Técnicas: Ninguna.
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 22 Mayo 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos

    Comenzaré diciendo que te faltaron como tres o cuatro tildes. Me da flojera señalarlas.

    Lo siguiente es que no entendí esto:
    No podía ver ningún detalle, ni su rostro. Nota mental hecha.

    ¿Cómo sabe esto si a la loli yokai/fantasma/ilusión o lo que sea (no queda claro por el momento) no le podía ver detalles, ni el rostro.

    El prota nota microexpresiones faciales y es como un detector de mentiras humano. Entiendo. Pero, a la niña traslúcida a la que no le ve detalles no debería ser capaz de leerle el rostro si nisiquiera se lo ve y menos si la ve con el rabillo del ojo.

    Ya me saqué del pecho eso. Continúo.

    Veo que tienes personajes, por el momento, poco desarrollados, como que se sienten algo genéricos. Es cierto que son distintas personalidades entre sí... Aunque puede ser porque veo mucho anime y he visto personalidades parecidas por todas partes. Clásicos de shonen.

    Lo mismo con lo poco que lleva la historia. Se nota la influencia que has tenido de animes y mangas. Sobretodo el prólogo que cuenta mucho y nada a la vez, ahora la historia debe llegar a ese punto con coherencia.

    Narrar en primera persona me suele resultar difícil, ya que deja por fuera cosas que el narrador protagonista no puede saber. Por el momento lo has hecho bien con esa clase de narración.

    Es el tipo de historias que me atraen. A como se van desarrollando voy viendo si la sigo o no. Por el momento diré que es un buen comienzo de historia, con personajes fáciles de identificar y buena ortografía.

    Ya me pasaré después a ver si la continúas.
     
  4.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    ¡Gracias por comentar! Sobre todo eso...
    Lo de las tildes lo sé, se las dejo a Word porque siempre me confundo con ellas. ¡Lo siento! Si puedes señalármelas con cuidado (osea, si te pasa la flojera, xD), las corrijo en un momento.
    Jajaja, lo de reconocer caras traslucidas tiene sus motivos. Pero no voy a decirlos ahora. ¿Suspensión de la incredulidad?
    Y bueno, muchas gracias por seguir...
     
  5.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    3439
    Academia Jikû: Escuela financiada por Nosotros (Europa), siendo la única en Japón que admite solamente a entendedores, de distintas edades desde la Guardería hasta la Preparatoria. El lugar esta ubicado en un terreno oculto mediante ilusión; la locación exacta es confidencial, pero se sabe que es en algún lugar de Tokio.

    Todo el personal académico, desde los profesores hasta la gente de mantenimiento, son empleados directos de Nosotros (Europa). El director actual es el Gran Maestro Kaminari, siendo sucesor del Gran Maestro Bouhatei.

    Notas del Narrador: Tal vez deberíamos explicar qué es un Gran Maestro antes de hacerlo aparecer... ¿No? ¿Tampoco sobre las organizaciones secretas? Entonces, supongo que no hay problema en adelantar cosas como que este lugar esta lleno de... ¿No se puede? ¡DECÍDANSE DE UNA MALDITA VEZ!



    Capítulo 2: Academia Jikû

    Los secuestros no son raros. A la gente le ocurren cosas malas. Muchos desaparecen cada día en todo el mundo. Pero, lo que no es habitual, es ser secuestrado por una pandilla de chicos locos con superpoderes. Y eso me pasó hoy.

    Joder, tengo una suerte de mierda.

    Los cuatro me estaban conduciendo a alguna parte. Mirai (la chica del cosplay), Yuuki (el idiota sonriente), Kiyoshi (la loli con cuchillos en el cerebro), y Shiro (el chico albino perdido), aunque este último no contaba. Desde que lo despertaron, no había hecho más que caminar con esa mirada de tonto que ni sabe adónde está.

    Los pájaros se posaban en sus hombros cuando pasaban por aquí, los insectos se pegaban a su piel sin picarle, e incluso los perros y gatos callejeros se frotaban con sus piernas. Este chico parecía un imán de animales. Y, aún peor, un imán de atención. Como era una especie de mancha blanca y negra, debido a su piel y cabello contrastando con el color del uniforme, la gente nos volteaba a mirar en cualquier parte.

    Yo intentaba poner una sonrisa que sugiriera a los transeúntes que me estaban secuestrando, pero era difícil, pues tenía a esa loca de las hojas de afeitar mirándome como si fuera una amenaza inmediata para su Onii-san que debía ‘limpiar’. De hecho, estaba tan pegada a ese chico, que ya me imaginaba unas escenas para adultos entre ellos dos.

    Joder, que el incesto no es uno de mis temas favoritos de anime. ¡Es tu maldito hermano mayor, no te le pegues tanto!

    Además, tenía que ser una chica linda.

    Pero lo peor, sin duda, era que estaba seguro de que era una Yandere.

    Una verdadera Yandere, joder, existen de verdad. Chicas locas que manejan demasiado bien los cuchillos, y están enfermamente enamoradas de alguien. Pero su propio hermano… Eso es delirante. Y, a juzgar por la sonrisita de ese chico, definitivamente alguien los había dejado así de traumados. No me malinterpreten, es que es evidente que están pasando por alguna situación horrible que los volvió locos. O al menos así suele ser en los mangas, ¿verdad?

    -Así que… Ustedes tienen superpoderes… –traté de romper el hielo.

    Y, como esperaba, la idea fue muy mala. La chica que iba delante, Mirai, se detuvo y me volteó a ver.

    -¿Eres idiota? –me preguntó.

    Y yo, como siempre, sentí que algo se me escapaba. ¿Qué quiere que responda? Digo, no hay muchas cosas que pueda decir.

    -No –respondí.

    Al parecer, esa era la réplica equivocada. La chica se enfadó, y me pegó un puñetazo en el estómago. Sí, dolió, joder. Tenía bastante fuerza. Me quedé en el suelo, sin aliento. Desde aquí podía ver su ropa interior, verde con lunares rojos. Era muy visible con esa minifalda del cosplay que llevaba. ¿No es demasiado infantil? ¿O es parte del cosplay?

    -Lo eres. ¿Sabes qué hubiera pasado si te encontraba alguno de Nosotros, de Ellos, o de los Extraños? Lo mismo que estaba a punto de hacer Kiyoshi-chan. No la llaman Chijouyoku por nada. Como habrás notado, le gusta cortar gente –no la estaba acusando ni nada, pero Kiyoshi retrocedió un par de pasos. Parecía avergonzada. Su cara estaba enrojeciendo.

    Me incorporé con dificultad.

    -No digas esas cosas, Mirai-nee. No en frente de Onii-san… –entendí entonces porque le había llamado -chan. Se veía muy adorable sonrojada. Esa chica podía ser linda, cuando quería, y cuando no trataba de matarte. Yuuki se rio disimuladamente.

    -Sí, así es Kiyoshi. Una linda hermanita cuando no piensa en convertirte en rodajas de carne –me comentó, como si fuéramos grandes amigos.

    La reacción de la loli fue muy exagerada. Se tiró al suelo, apoyando la frente en el suelo, y suplicando a su Onii-san que la perdonase. Ridículamente adorable, especialmente cuando levantó la cabeza y tenía lágrimas en los rabillos de sus ojos.

    En serio, la iba a secuestrar algún lolicon. Y luego moriría, convertido en picadillo. Diría que es un pobre tipo, si llegara a pasar, pero odio a esa inmunda gente.

    -Cómo iba diciendo… Si alguien te encontraba, te matarían pensando que eres un enemigo. Y tendrían razón. Seria tu culpa, por no ocultar tu rastro bien –continuó Mirai. Espero que no se dé cuenta de que también estuve mirando su escote cuando se distrajo. En serio, ese traje es ridículamente tonto, por no decir bastante provocativo. ¿No puedes hacer cosplay con un vestido menos sugerente? Se de algunas Mahou Shoujo que no andan mostrando los pechos y las bragas así de fácil, pero no me atreví a hablar.

    -De hecho, todavía no sabemos si es uno de Ellos, Mirai-san –aclaró Yuuki. No sé qué seria eso de ‘Ellos’, pero sonaba bastante mal. La chica del cosplay empezó a mirarme muy intensamente, como si evaluara si era o no un enemigo.

    ¿Qué diablos pasa?

    -Eso es cierto. Tal vez esta sea una trampa. Pero si es así, está muy elaborada, o es demasiado burda. No hay otros en el área. Y encima, este tonto tiene un rastro demasiado obvio, aparte de que casi lo mata Kiyoshi-chan. No, estoy segura de que es un novato –me miró como si fuera una sempai que me hubiera atrapado entrando al baño de chicas en mi primer día-. Ahora lo llevaremos a la Academia, para asegurarnos.

    -¿No tengo voz ni voto en esto? –pregunté, tratando de sacar algún dato en blanco.

    -¡No! –respondió Mirai. Ahora que lo pensaba, ese probablemente era un apodo, ya que no reaccionaba como si fuera su nombre. Eso lo deduje por su anterior conversación, cuando hablaron de alias que estaban usando.

    Y, pensando en eso, recordé algo.

    -Antes, dijiste mis datos muy precisamente. ¿Cómo los supiste?

    -¿Estabas escuchando? ¿Y aun así casi te mata Kiyoshi-chan? Realmente eres un idiota –esta chica tenía un problema. ¡Sin duda alguna! ¿No puede dejar de ridiculizarme por cualquier excusa?-. Llamé a mis jefes, y ellos me pasaron tus datos. ¿Qué no es obvio?

    -Mirai-san, creo que él niño no sabe nada de nada. Trátalo un poco más amablemente –me defendió Yuuki. Bueno, si no fuera por el ‘niño’, seria agradable. Pero… Su sonrisa de idiota no ayudaba para nada-. Un gusto en conocerte. Soy Yuuki Kazami, 16 años, alias Master Piece. Y esta es mi hermanita, Yuuki Kiyoshi, 13 años, alias Chijouyoku.

    Su tono era amable. Sin embargo, no me sacaba de la cabeza la idea de que era una amabilidad actuada. Este chico era un hipócrita, un guapo idiota odiable. Y su hermanita loli Yandere era un gran problema. Tendría que ser cuidadoso con esta gente.

    -Yo soy Tsuruya Tomonori, 15 años, alias nada. Y agradecería que dejaras de llamarme niño, Yuuki-san –respondí, tratando de parecer indignado.

    Aunque realmente no necesitaba presentarme, ya que esa loca haciendo cosplay sabía más de mí que yo mismo. No, en serio, yo ni recordaba cual era mi tipo de sangre.

    -Si me dices Kazami-kun está bien. Y yo te diré Tomonori-kun, si no te molesta –eso era normal para mí. Hasta Hiramaki, mi único amigo, me decía así. ¿Qué tiene la gente con ser muy cercanos conmigo tan rápido? ¡Podría ser un homicida serial!-. Si quieres decirle a mi hermana Kiyoshi-chan, mi amor, o zorrita, no me molesta.

    ¿¡Era en serio!? ¿Estaba tratando de que acosaran a su hermana? Bueno, esa chica podía defenderse sola. Yo, al menos, no pensaba acosarla por nada del mundo. Tal vez sólo un poquito… No, mejor no. Ella está emitiendo un aura muy siniestra, y obviamente quiero conservar mi cuello en su lugar.

    Bien, eso estaba resuelto, al menos. Kiyoshi se había sonrojado, pero seguramente era sólo por lo que dijo su hermano. Yo le importaba poco y nada, más que para afilador de cuchillos, por supuesto.

    Ahora, había algo que llamaba mi atención.

    -¿Y este chico? –señalé a Shiro.

    Debía de tener unos 15, o menos, a juzgar por su apariencia. No sólo era pálido, sino también enfermizo, débil y frágil. Parecía que se estuviera por caer a cada momento. Y además se perdía fácilmente, como ya noté. ¿No deberían tenerlo en alguna especie de hospital?

    -¿Shiro? Él es así. Sabemos que se ve mal, pero los médicos no han podido hacer nada. Esta perfectamente sano, aunque no lo parezca –respondió Mirai, distraídamente, haciéndonos caminar de nuevo-. Al menos, está bien físicamente. Casi nunca habla.

    -¿Su poder es hablar con los animales? –quería averiguar algo más sobre esos poderes.

    No me gustaba la idea de que hubiera gente capaz de cortar el suelo, o espiar con fichas de plástico. ¿No creen que sería muy peligroso? ¡Estas personas podrían hacer lo que se les venga en gana y nadie sabría cómo lo hacen! ¿Qué le diría a la policía?

    “¡Oficial, estos cortes los hizo una loli con magia!”

    Sí, claro. Me lo creerá perfectamente. Hasta me imagino su reacción:

    “Chico, no molestes, estoy trabajando.”

    -Sí, algo así. Los ‘entiende’ –la forma en que Kazami-kun respondió eso sonó como si fuera una expresión más profunda. ‘Los entiende’. ¿A qué se referiría con eso? ¿Tiene que ver?

    -Ya casi llegamos –informó Mirai-. Bueno, ya que eres novato, te perdono lo de esta ocasión. Pero no vuelvas a ‘entender’ algo en público. Si no, tendré que castigarte, como miembro de la Brigada de Alumnos para Controlar el Uso Clandestino del Entendimiento.

    -BACUCE, para la mayoría –me susurró Kazami-kun, en plan ‘soy tu amigo’. Habría que seguirle el juego. Su hermanita nos miraba como si fuera su amante… ¿Su amante? En serio, esta chica me va a traer problemas. Todavía sostenía esas hojas de afeitar.

    ¡No las lleves en público, loli Yandere!

    -¿Adónde estamos por llegar? –pregunté, confundido. Estaba pensando mucho en la niña loca, así que ni siquiera vi adonde diablos me dirigían mis secuestradores.

    Y entonces me quedé de piedra.

    Joder.

    Estábamos en frente de un terreno baldío. Y, allí, mirándome con una expresión bastante aterradora, estaba la Niña Fantasma. Como antes, no podía verla. Sólo podía percibir unos pocos detalles. Y nuevamente sonreía, pero ahora era todavía más obvio que estaba deprimida. Y la manera en que me miraba… Parecía que dijera: “¡Fuera de aquí! ¡Corre ahora, antes que sea tarde!”

    Ojalá le hubiera hecho caso.

    -¡Llegamos! –anunció Mirai. Me pregunte a quien se lo decía, porque no parecía a nosotros. Tampoco a la Niña Fantasma, que estaba parada en medio del terreno-. Y traemos un novato.

    -¿Contraseña? –preguntó una voz que salía de la nada. Parecía venir de justo en frente de nosotros, donde comenzaba el terreno, pero no había nadie allí.

    ¡Ah, ya entiendo, es un hombre invisible! Estaba oculto, guardando la puerta, y a menos que dijéramos la contraseña no nos dejaría entrar. Esperé a que Mirai la dijera, pero…

    -¿La contraseña? ¡Tú ya me conoces, Danger! ¡No necesitas pedírmela!

    -¿Te conozco? ¿Cómo sé que no eres uno de Ellos? Si no hay contraseña, no pasas –refunfuño la voz cascarrabias.

    La supuesta sempai nos miró. Parecía que suplicara. Un momento, ¿no se acordaba la contraseña? ¡Maldita estúpida! ¿Me traen hasta aquí para dejarme tirado? Con razón la Niña Fantasma me miraba con esa cara de terror. Esta gente era de lo más tonta y sospechosa. Me secuestraban, me llevaban por todas partes, me decían cosas inentendibles, y ahora no sabía la contraseña. ¿Qué tenía en esos pechos? ¿Un montón de grasa? ¡Se supone que las miembros de una organización de lo que fuera tendrían que ser buenas sempai!

    -¿Otra vez, Mirai-san? La contraseña es “Entendemos el mundo, de la manera que hay que entenderlo, y porque debemos entenderlo por el bien de la humanidad” –dijo Kazami-kun, con su sonrisa de tonto. Por fin, alguien avispado usaba su cabeza. Kiyoshi sonreía de oreja a oreja, pero Mirai se veía molesta. A Shiro parece que todo le da igual.

    -¡Muy bien, Onii-san! ¡Ese es mi Onii-san! ¡Nadie se iguala a Onii-san! –la loli le dio un fuerte abrazo a su hermano mayor. En serio, hasta podía ver cómo le aplastaba su pequeño busto en la espalda. No me quiero imaginar lo que debía estar pensando Kazami-kun en este momento. O estaba disfrutándolo, o se sentía asqueado.

    Yo, en este momento, estaba en un punto medio entre las dos.

    -Oh, no lo digas así, hermanita. Me haces sonrojar –mientras decía esto, pasó algo sorprendente.

    El terreno baldío desapareció. Ahora, frente a mis sorprendidos ojos, había una enorme escuela. Estaba pintada de color dorado con mucha elegancia. Había jardines preciosos alrededor. El terreno no era tan grande para contenerla, así que además de invisible, debía tener algún truco de expansión. El muro estaba pintando primorosamente con el nombre de este edificio: Academia Jikû.

    El portero era un hombre mayor de cabello canoso. Vestía un uniforme azul y negro del mismo diseño que estos chicos, pero en versión de profesores. Ahora notaba que la insignia de la mano enguantada que sostenía la ciudad miniatura estaba grabada en todas partes.

    Lo que yo estaba pensando en este momento, era que me estaban llevando al mundo de las hadas. Pensar que había una escuela en este lugar, oculta a simple vista, y nadie lo notaba. Y con ese nombre ya condenaban el asunto. ¿Por qué parece sacado de un anime? ¿Alguien me lo explica?

    En medio de los terrenos, en un lugar que parecía sospechosamente una arena de combate, estaba la Niña Fantasma con una expresión que decía: “Lo siento. Esa era tu última oportunidad. Buena suerte.”



    Y aquí estaba yo, fuera de la oficina del director. Y a mi lado estaban parados una Yandere, una cosplayer de Mahou Shoujo, un chico pálido y enfermizo, y un joven con graves problemas para dejar de sonreír. Lindo séquito. ¿Por qué sospecho que esta reunión no acabara bien? ¡Prácticamente estoy gritando que me maten con esta gente al lado!

    -Adelante –dijo una voz profunda. Mirai nos hizo pasar.

    La oficina no estaba mal. Parecía que estuviéramos en una entrevista con un abogado exitoso, no un director. Se notaba que esta gente ganaba muy bien. ¿Lo mismo iba para los graduados? No me molestaría… Un momento. ¿Qué están tratando de hacer aquí? Si todo sucede como en manga y anime, entonces…

    -Así que piensa entrar en la Academia, ¿verdad Tsuruya-kun? Y con el grupo de Kirisaki-san, además –y tenía que decirlo. Lo que sospechaba. Estaban tratando de unirme a este colegio de magia. ¿Estaban locos o qué?

    Bueno, este director parecía normal. Traje negro con corbata, bien peinado, escritorio impecable. Si, este hombre parecía dar el ejemplo. Qué bueno saber que había alguien responsable en este lugar. Los directores de ficción suelen desnudarse cada cinco minutos. Muy gracioso, pero inútil e irresponsable, a fin de cuentas.

    -En realidad… –revisé el nombre en la placa del lindo escritorio-. Kaminari-sensei, yo no estoy pensando en inscribirme a esta escuela. Para empezar, no soy mago –traté de parecer amable.

    Y entonces, Kaminari-sensei comenzó a reírse. Sospeché que se reía de mí. No, estaba totalmente seguro de que se burla de mí.

    -Tsuruya-san, usted no es un mago. Ni yo tampoco, y menos estos chicos. Pero todos nosotros podemos entender –otra vez con eso. ¿Qué significaba ‘entender’, exactamente?-. Y por eso, somos diferentes. Esa es la razón de que me llamen Kaminari. Pero si lo desea, le haré una demostración. ¿Arakawa-chan?

    -¿Si? –una maid apareció de detrás de una pared. Y si, dije maid. Una mujer joven y atractiva con un vestido negro y blanco de maid. No hay otra forma de describirla.

    Mi ilusión de que este hombre era normal se desmoronó.

    Justo a tiempo.

    La ropa del director se disolvió, como si fuera hielo seco convirtiéndose en gas. Ahora estaba en ropa interior, unos horrendos calzones de corazoncitos. El sujeto se… No, no pienso decir lo que hizo en frente de su asistente, pero háganse la idea de que normalmente se hubiera comido una docena de bofetadas, y más de una denuncia por acoso sexual. ¡Qué asqueroso! ¿Se da cuenta de que somos menores?

    Justo después, con una expresión de éxtasis, dijo algo muy irrazonable.

    -¡Dispárame! ¡Dispárame primero, Arakawa-chan, para mostrarles a estos niños la pasión! –la asistente-maid sacó una pistola de su vestido, dejándome en la duda de porque la tenía, y le disparo directamente a Kaminari-sensei en la cara.

    Estaba a punto de correr, pero me quedé de nuevo helado al ver que la había atrapado con los dientes. ¿Y no era un mago?

    -Lo que aquí ves, Tsuruya-san, no es magia. Es simplemente el poder del entendimiento. Yo ‘entiendo’ esta bala –continuó, escupiendo el proyectil en su mano.

    De inmediato, la bala se disolvió igual que el traje, y se convirtió en un gas metálico que volaba regresando al arma.

    Ahora sí que estoy confundido.

    -Ya lo he inscripto en la clase de Yuuki-san. Enseñadle la Academia. ¡Vamos, adelante niños, disfrutad de la juventud!

    Prácticamente nos dijo “¡Fuera de mi oficina!”, y no había que ser un genio para saber que planeaba hacer. La mirada que le echaba a la maid era inconfundible. Me quedé afuera, sin saber mucho más de lo que ya sabía.

    Bueno, sí sé una cosa: La gente aquí está loca. ¡Muy, pero muy loca!

    -Parece que seremos compañeros, Tomonori-kun. ¡Qué suerte la nuestra! La clase de hoy ya termino, así que te mostraré los dormitorios. ¡Acompáñame, por favor! –dijo Kazami-kun con una sonrisa.

    Maldito idiota. ¿No ves que estoy aterrado? ¡Ustedes dan miedo!

    -Perfecto. Parece que te han añadido a mi Grupo. ¡Asegúrate de comportarte! –me amenazó Mirai, justo antes de irse corriendo mientras agitaba la varita mágica.

    Diablos, no daba mucho miedo con ese cosplay, pero recordaba el puñetazo de hace un rato, y había dolido. Mejor no provocarla. Además, estaba pensando en cómo le había dicho el director. Kirisaki. Lindo apellido. ¿Por qué no se presentó? ¿Habrá algún problema?

    Vi a Kazami-kun llevando a Shiro de la mano, como si fuera un niño, y me dispuse a seguirlo. Pero alguien me sujetó de la ropa. Kiyoshi. Tenía la cabeza inclinada hacia abajo, así que no podía verla a los ojos. Pensé que tal vez preferiría no quedarse sola. Era una niña, casi, así que debía tener algo de miedo.

    -Oye… ¿No deberías seguir a Mirai-sempai? –intenté decir eso tranquilamente.

    Entonces levanto la vista. Un aura oscura la rodeaba, extremadamente maligna, y los ojos le brillaban como faros luminosos rojos. Hablo con una voz terrorífica, muy lento.

    -Tomonori-sempai… Onii-san… Los dos… El dormitorio…

    Oh, diablos. Joder. ¡Ya me podía imaginar lo que pasaba por su cabeza! Tuve el tiempo justo de salir corriendo, mientras una Yandere enloquecida me perseguía agitando sus navajas de afeitar. Gritaba algo que sonaba como:

    -¡No te acerques a Onii-san, Tomonori-sempai!

    Y el maldito sólo se reía mientras yo corría por mi vida. ¡No estamos jugando!

    En serio, quiero matar a este tipo. Si sobrevivo, por supuesto.

    Y, sin molestarse en decir ni una palabra, Shiro sólo miraba a los pájaros que le trinaban desde la ventana abierta.

    Continuará…


    Miembro 2: Hera

    Alias: Mirai.
    Nombre: ¿Kirisaki?
    Fecha de Nacimiento: 5 de Mayo de 1995 (18 años).
    Origen: Desconocido.
    Apariencia: Mujer, 172 cm de altura. Cabello corto azul oscuro, ojos blanco grisáceo. Bella, en forma.
    Tipo de Sangre: AB+.
    Ocupación: Estudiante. Líder del Grupo S. Miembro de BACUCE (Brigada de Alumnos para Controlar el Uso Clandestino del Entendimiento).
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: ¿Mostrar el escote y las bragas?
    Tipo de Entendimiento: Desconocido.
    Clasificación: Desconocida.
    Técnicas: Desconocidas.
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 22 Mayo 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos.

    "pasó"
    "está"
    "Sí"
    "quedé"
    "rió"
    "Río" es en primera persona.
    Yo me río. Ella se rió.
    "levantó"
    "comentó"

    Lo intenté, pero si sigo señalando falta de tildes no avanzaré nunca.

    Entonces hay tres grupos o clasificaciones. Algo confusos los nombres. Para ser justos todos son Nosotros y consideran a los demás Ellos. Los Extraños no tienen ese problema. Y supongo que se explicarán en un futuro capítulo a quiénes o qué se les llama así.

    Esta gente está dando mucha información a alguien que acaban de conocer, o más bien dicho secuestrar.

    Danger tiene más sentido común que el resto que soltaron mucha información al "novato" que bien pudo ser un espía de alguno de esos grupos. Aunque hasta este punto no me queda claro qué o quiénes son Ellos, Nosotros o los Extraños.

    A eso me refería, xD

    No, quién va a culpar a nadie por no aprenderse esa frase.

    Creo que a Tsuruya lo secuestraron los malos de la historia. Eso o a la BACUCE le urge conseguirse unos psiquiatras y psicólogos de forma urgente.

    ¿Nadie va a preocuparse por su desaparición? El prota es menor de edad, aunque no tenga familia, si no llega a dormir, donde sea que lo haga, generará preocupaciones, a quién sea que lo tenga bajo su responsabilidad.

    A ver si en el futuro aparece alguien serio en esa... ¿institucion? (Ya sé que le pones academia, pero por ahora no lo parece) Porque están muy dispersos todos. Y el director, cuyo poder realmente no me urge expliquen, no parece capaz de mantener el orden entre personajes tan pintorescos.

    Este capítulo me generó más dudas que respuestas. Aunque admito que los personajes me están gustando.

    Espero el siguiente.
     
  7.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Carajo, que malo soy para esto... ¿Tantos? Para la próxima, hago revisión exhaustiva, y quizá algo de edición para que algunos conceptos queden mas claros.
    Muchas Gracias
     
  8.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    4214
    Rea: Misteriosa niña que otorga el poder del entendimiento. Lleva alrededor de mil años de actividad ininterrumpida. Se desconoce absolutamente todo sobre ella, desde su identidad hasta sus objetivos reales. Su belleza es legendaria, hasta el punto en que miles han tirado sus vidas a la basura por la mera idea de volver a verla.

    Siempre sonríe cuando otorga el poder para entender. Es bien sabido que nadie la puede ver dos veces. La única excepción es Tsuruya Tomonori, que por alguna razón la ve en todo momento, pero sólo puede apreciar su silueta transparente.

    Hay varios cultos formados para adorarla, siendo uno de estos el instaurado por la familia Ishida de Japón, que llevan siglos tratando de probar su existencia sin lugar a dudas.

    Notas del Narrador: ¿Cultos? ¿Esta gente no será peligrosa? ¿Y qué pasa si saben de mí y de que la he vuelto a ver? No me da buena espina...




    Capítulo 3: Entender


    Los dormitorios eran casi tan magníficos como el resto de la escuela. Dos edificios largos y bajos, pintados de un amarillo patito, rodeados de jardines bien cuidados. Docenas de chicos iban de aquí para allá, cargando maletines. Todos usaban los uniformes, a pesar de que varios de ellos parecían muy jóvenes para estar aquí. De hecho, ahora que lo pienso, Kiyoshi debería estar en Secundaria. Así que la Academia Jikû tenía incluso Primaria, si no me equivocaba con esos niños pequeños. ¿También guardería? No me malinterpreten, no hay infantes, pero sólo me lo preguntó.

    -Nos pusieron en la misma habitación –declaro Kazami-kun al ver una placa que me acababan de entregar al salir del edificio principal. Decía que estaba en el Grupo S.

    Algunos alumnos tenían letras que iban desde la A a la Z, aunque no todos las mostraban en público. Eso sí, noté que había algunas letras que se repetían muchísimo, como la A o la B.

    -Comida… –dijo una voz misteriosa, que venía justo de mi lado. Se trataba del joven albino. Este niño acababa de decir una palabra. Debía de ser un milagro. Su voz era rara, rasposa, como si tuviera algo en la garganta.

    -Sí, es cierto, nos hemos perdido el almuerzo por toda esta situación. Será mejor ver si podemos conseguir algo con Youhin-san –concedió Kazami-kun.

    Nos llevó a través de las habitaciones, pasando por lugares de lo más raros. Adentro, las paredes estaban pintadas de cualquier manera, en combinaciones de muchísimos colores. Llovía en algunas zonas, y me refiero a dentro del edificio. En serio. La gente evitaba esas nubes grises como si fueran más una molestia que algo raro. Dos veces nos cruzamos con pasillos dañados por completo, como si hubiera pasado un tornado por allí.

    -¿Qué paso aquí? –pregunté, luego de ver un agujero que daba al patio. Era perfectamente redondo y liso, como si lo hubieran hecho con una maquina ultra-precisa.

    Kazami-kun se encogió de hombros.

    -Ni idea. Alguien se lució para hacerlo hoy, al parecer –lo miré con una expresión alarmada, pero como siempre, él no parecía preocupado-. Lo arreglara el vigilante cuando venga a dar la hora de dormir. Nadie ha conseguido hacer un cambio permanente al edificio, a excepción de Daimondai, pero ese fue un caso especial.

    Me pregunte quien sería tan problemático para que lo llamaran ‘Gran Problema’. Probablemente fuera algún tipo de loco, o algo así. Mejor no preguntar.

    Pasamos por más salas raras. Había incluso habitaciones de cabeza. Bueno, al menos así parecían. Probablemente fueran ilusiones. Probablemente.

    Nos detuvimos frente a un pasillo bastante normal. Lo máximo de peculiaridad era una telaraña de oro en una esquina. Me estaba preguntando si sería oro de verdad, lo cual era posible, pero Kazami-kun nos llevó dentro de una habitación.

    Allí había una sola persona. Un muchacho de la edad de Mirai-sempai, unos 18, estaba sentado en un sillón de cuero.

    Y, hay necesidad de mencionarlo, era extremadamente gordo.

    No exagero. El tipo debía de pesar unos… 200 kilos. Sus mejillas estaban llenas de piel extra, su cuerpo rebosaba de grasa bajo una camiseta que sin duda superaba la talla XXL. Sus dedos eran como salchichas, los ojos se les salían de las órbitas, las piernas parecían gritar debido al castigo que supondría caminar con ellas.

    No creía que existía gente de ese tamaño… Hasta ahora. Bueno, también debería serme extraño estar siendo acompañado por un chico de pelo negro revuelto y ojos rojos, y otro que era pálido como cera hasta en el cabello, ambos vestidos con esos uniformes negros y azules.

    -Youhin-san –llamó Kazami-kun.

    El chico gordo respondió con dificultad.

    -Kazami… ¿Almuerzo para tres?

    -Si, por favor, Youhin-san.

    ¿Así nada más? En serio, este lugar es raro. Y me quedé de piedra, mientras el gordo posaba las manos en el escritorio, y en este aparecían de la nada tres bandejas repletas de comida que olía excelente.

    Joder, ¿es en serio? Este chico puede hacer aparecer comida de la nada… ¿No podrías hacer algo mejor con esa habilidad? ¿Algo cómo, no sé, solucionar el problema del hambre en el mundo? ¡Creo que le saldría perfectamente bien!

    ¿Qué se supone que estoy haciendo aquí, con esta gente que entiende no sé qué cosa?

    Kazami-kun le entrego al chico unas monedas, bastante poco si era un pago, y nos hizo señas para tomar las bandejas e irnos.



    -Ahora, Kazami-kun, ¿me explicas qué estoy haciendo aquí?

    -Por supuesto, Tomonori-kun. Veras, tú al igual que nosotros, eres uno de los que entienden… –la razón de que no pudiera continuar, es que un gato con una espesa cola de zorrino le tapó la boca. Había otros como ese. Y un par de perros. Y varios pájaros. Y… Puedo seguir con esto un buen rato.

    Este lugar, nuestra habitación, estaba repleto de montones de animales. No tenían que decirme la causa, era obvio que se trataba de Shiro. Estaba recostado en su cama, con una pareja de loros sobre los hombros, una ardilla en el bolsillo, y varias mascotas en su regazo. En cierta manera, era tierno. Y en otra, era terrorífico. En serio, no pienso dormir en este lugar. No importa que tan genial sea esta Academia.

    Kazami-kun se sacó la cola del gato arrojándole una sardina en un costado, y continuó con lo que iba diciendo.

    -Veras, Tomonori-kun. Todo comienza de la misma manera. Hace poco tiempo, debiste de ver a una niña, ¿verdad? –me quedé sin habla, de nuevo. ¿Cómo sabia de la Niña Fantasma?-. Veo que así es. No me sorprende. Casi todas las personas aquí, desde el director a los alumnos, la han visto. Algunos, caminando en la calle. Otros, sentada en alguna parte. Unos pocos, en sus propias habitaciones. En cualquier situación, los que podemos entender llevamos siglos viendo aparecer a la misma niña sonriente de la nada. Y luego desaparece. Algún tiempo después, notamos cosas extrañas. Cambios. Conseguimos el poder para entender, que nos permite hacer esto que ves frente a tus ojos.

    -¿Dónde la viste tú? –pregunté rápido, sin pensar.

    Su expresión se volvió sombría. Entendí que no era algo agradable de contar.

    -Yo y Kiyoshi la vimos a la vez, hace tres años. Pasó frente a nuestro hogar. La vimos, ambos, mirándonos con una sonrisa. Eso es todo lo que sé. Si quieres saber más, pregúntale a mi hermanita –supuse que habría algo malo en ese momento. La manera que evadía decir detalles sonaba a trauma. Tal vez eso había pasado-. Mirai-san la vio desde un coche, cuando era niña. La llamamos Rea. Aunque, por supuesto, nadie ha podido hablar con ella. Aparece, deja a algunos flipados con su extraña aura, y desaparece, dejando atrás su recuerdo grabado a fuego y el poder de entender.

    -Vaya… Entonces, esta chica Rea es un enorme misterio. ¿Y lleva apareciendo por siglos?

    -De hecho, el reporte más viejo parece ser de hace casi diez siglos, si hacemos caso de los rumores. No ha cambiado ni un ápice. No sé por qué. Nadie sabe demasiado de ella realmente. Pero todos la recordamos con mucha claridad…

    -No es necesario que me digas si tienes problemas –le interrumpí, notando la manera en que parecía entristecerse.

    ¿Qué habría pasado hace tres años que los dejara así a él y su hermana?

    -Es que tuve un pequeño accidente. Olvide algunas cosas… Y me han costado caro. Con suerte, podré recordarlas pronto –eso que acaba de decir es una enorme mentira, y se nota-. Bien, como te iba diciendo, el poder de entender es la razón de todo lo que viste. Te lo diré sin rodeos: El poder para entender es… La habilidad para alterar la realidad de lo que entendemos. Así de simple.

    -Un momento –aparté a un pájaro raro que se me había posado en la cabeza-. Entonces, quieres decir que puedes modificar la realidad… Me parece raro. Si alguien pudiera hacer eso, causaría pánico en el mundo.

    -De hecho, Tomonori-kun, somos unos 7 millones, aproximadamente. Y la razón de que nadie lo sepa, es que todo incidente es encubierto magistralmente. Hay gente de la organización en cada gobierno del mundo, y tienen mucha experiencia y trucos para hacer su trabajo. Desde la creación de la organización, Nosotros ha dominado al mundo de forma ininterrumpida durante los últimos seiscientos años. Los únicos que se oponen son Ellos. Se trata de otra organización que se hace llamar ‘Nosotros’, y ambas llaman ‘Ellos’ a la otra. Se han enfrentado durante siglos para conseguir el control del mundo. Y, como te lo imaginaras, las cosas no van exactamente bien.

    -Si encuentran a uno de Ellos, lo matan. Y si los encuentran a ustedes, los asesinan –comprendía. No era raro. De hecho, era tan cliché que no me sorprendí en absoluto. ¿Dos organizaciones súper secretas que intentaban matarse desde tiempos inmemoriales? Súper obvio. ¿No tienen ningún argumento más original?

    -Correcto. También están los Extraños, que son neutrales, y tratan de vigilar para minimizar los problemas que podríamos causar a la humanidad. Y además hay algunas mini facciones que tratan de sobresalir. Es peor que la política, porque hay una hostilidad permanente, y además nos jugamos el destino del mundo entero.

    -Sin presiones, ¿eh?

    -Sin presiones –confirmó irónicamente Kazami-kun, encogiéndose de hombros-. Si ‘entendemos’ algo, creamos un rastro, similar al que experimentamos cuando aparece Rea, que nos obligó a mirarla. Había un resto de ese rastro en ese parque, y cuando pasamos por allí, vimos que nos guiaba a ti. Has debido de entender algo sin darte cuenta. Algo pequeño, que no notaste. Así fue que te descubrimos.

    -¿Y cómo puede ser eso? Si ese poder es real, entonces cualquiera podría destruir el mundo entero. Ni hablemos de siete millones de personas –sospechaba que había algo más detrás de todo eso.

    Kazami-kun soltó una risita, y saco una de sus fichas. Una típica pieza de plástico, verde y roja. Me la arrojó.

    -Intenta hacer algo con ella.

    Lo intenté. De veras lo intenté. Pero no funciono para nada. No logré ni un cambio.

    Kazami-kun parecía divertido. En serio, este idiota parecía intentar burlarse de mi ignorancia. Eso me molesta, pero no me quedaba otra opción si quería averiguar más.

    -Veras, para cambiar algo, se necesita conocerlo perfectamente. Entender no es sólo una expresión. Hay que saber muy bien lo que haces. Yo puedo hacer unas cosas, pero sólo con estas fichas, y no es demasiado. Por ejemplo, mírala ahora.

    Volví a mirar la ficha en mi mano. Para mi sorpresa, el color verde se había convertido en azul, y el rojo en amarillo. Era muy impresionante, aunque inútil.

    Kazami-kun realizó otro pase, y el azul se volvió negro. Otro más, y el amarillo era blanco. El cambio no era gradual, simplemente ocurría. Un último pase, y volvió a su estado original. Entonces se desvaneció, apareciendo en la mano de Kazami-kun, que la guardo en un cajón junto a otras. Debía de tener un centenar, o tal vez más.

    Me pregunté de donde las habría sacado. ¿Se robó un casino?

    -Entonces… ¿Lo que mejor podré cambiar será algo que entienda perfectamente? –pregunté.

    -Así es. Al igual que mi hermanita con sus espadas, necesitas saber muy bien como es el objeto, y la manera de hacer el cambio. No puedo convertir las fichas en otros colores que los que te mostré. Pero puedo moverlas, modificarlas, multiplicarlas, y usarlas como órganos sensoriales, entre otras cosas. Es muy útil poder hacer eso.

    -Que difícil –me imaginé pensar en todo eso a la vez. Si, parecía complicado. Imaginar que todas las personas aquí podían hacer eso era muy difícil. Se necesitaría un mínimo de inteligencia, paciencia, concentración, y otro par de cosas más.

    -Muy bien, espero haber podido contestar tus preguntas. Ahora será mejor que vengas a la práctica de la noche. Es una buena manera de adaptarse a esta escuela –dicho esto, se recostó en la cama, y debía estar bastante cansado.

    Veamos, ¿qué otra cosa todavía no me cierra?

    -Oye, Kazami-kun, ¿por qué dices que debo adaptarme? Ya tengo escuela, amigos, y una casa –sospechaba la respuesta, pero quería ver lo que me decía.

    -No podemos dejar que estés allí afuera. Es orden absoluta de los jefes. Si eres capaz de entender, y dejas un rastro, hay que traerte y controlarte. No podemos perder un posible talento. Y si te dejamos afuera, alguien te asesinara, y eso no sería muy bonito. Ni pienses que alguien se hará responsable, la policía nunca encontraría tu cadáver, serias catalogado como desaparecido para siempre.

    Eso suena aterrador. Joder, estamos hablando de una clara forma de corrupción.

    -Los trámites de traspaso ya deben estar hechos y entregados. No creas que porque Kaminari-sensei es un excéntrico también es idiota. Él sabe que le conviene tenerte aquí. También se enviará una notificación a tu familia de que estarás internado en la Academia toda la semana. Los abogados se encargaran del resto.

    ¿Tan rápido? Si Kazami-kun está diciendo la verdad, entonces es evidente que hacer todas esas gestiones no es ningún problema para una organización así. Nosotros podían controlar al mundo. De hecho, ya lo hacían. Esa era la verdad del mundo. La única verdad.

    Diablos, me acabo de enterar de algo súper-ultra-archí-secreto, y nadie me lo creería, aunque les dijera. La vida es cruel, sin duda alguna.

    Fue entonces que note algo raro. ¿Cómo decirlo? Tuve, de nuevo, el presentimiento de que me estaban observando. Kazami-kun seguía con los ojos cerrados. Shiro se había dormido entre varios animales que deberían haberse almorzado unos a otros. Además, esta intención asesina era… Familiar.

    Y, era imposible no notarlo, la vi. Yuuki Kiyoshi, actuando como si fuera un gato más, con un curioso y erótico cosplay de Neko-Girl que sin duda alguna no era adecuado para usar en los terrenos de una escuela. Mostraba demasiado de su suave y tersa piel…

    ¿Suave y tersa? ¿De dónde saqué eso? ¡Nunca la he tocado!

    Mi cerebro esta comenzado a freírse con esta situación. ¡A este paso, está linda y atrevida chica de 13 años va a volverme lolicon! Sacudía la cabeza como pude, tratando de calmarme, pero un nuevo vistazo a esas tiras de cuero negro me dio un golpe crítico.

    Mi nariz se sentía húmeda y pegajosa. ¿Me estaba dando una hemorragia nasal?

    -¡¿Qué haces aquí, Kiyoshi, y así vestida?! –pregunté de un grito, aterrado ante la posibilidad de volverme lolicon. En serio, joder, yo suelo discriminar a esa gente.

    Salté a la pared de atrás, y me pegué a ella, tratando de estar lo más alejado posible de esta sexy Yandere. No es que tenga un fetiche por las chicas con orejas de gato, pero la manera en que le quedaban a ella era fenomenal…

    ¡Basta, por lo que más quieras! ¡Todavía soy virgen, no puedes volverme un maniático de las niñas animales de esta manera!

    -Hermanita, creo que ese traje es mucho para Tomonori-kun. Agradecería que fueras a cambiarte –le pidió Kazami-kun, quien recién se dio cuenta de que ella estaba aquí por mis gritos.

    Por fin, dejemos que su Onii-san se encargue del asunto. Ella debería hacerle caso… ¿Verdad?

    -Onii-san… –oh, no. No me gusta el tono con el que susurró eso-. ¿No te gusta? Si quieres, me cambiare. Pero con una condición.

    Sonrisa malévola. Joder, esto está empeorando a cada momento.

    -¡Ayúdame a cambiarme! –esa petición es… Indescriptiblemente erótica.

    -¡Eres mayor como para hacerlo sola! –chillé repentinamente. No debí de hacer eso.

    Ella me lanzo una mirada que decía “Después te cortaré en trocitos, Tomonori-sempai”, y continuó coqueteando con su propio hermano.

    -¡Por favor, Onii-san! Está muy apretado. Es difícil hacerlo sola –se puso a cuatro patas, levantó las caderas, y quedó en una posición tan erótica que creo que me desmayare.

    Mi nariz sangraba como si me la hubieran agujereado. Saqué la cabeza por la ventana, tratando de respirar aire que no oliera a ese aceite corporal que era seguro que Kiyoshi estaba usando, mientras los hermanos seguían discutiendo entre excusas y frases zalameras.

    Allí afuera, mientras los estudiantes caminaban de un lado para otro, algunos entendiendo cosas en el camino, vi algo raro. Un movimiento inusual. Una figura se acababa de acercar a mí.

    La Niña Fantasma estaba aquí.

    Miré alrededor, pero nadie se había percatado de su presencia. ¿Significa que sólo yo puedo verla ahora? Que gracioso. Exactamente no la veo, sigue borrosa, así que no sé qué palabra usar para definir esto.

    -Oye… Rea… ¿Qué significa todo esto? ¿Por qué yo? –pregunté. Ella sonreía. Y yo seguía notando que estaba muy triste. Como si ya estuviera eligiendo las flores de mi tumba.

    Parecía estar diciéndome “¡Te lo dije!” a gritos. Yo sólo me quedé allí, esperando, mientras ella me observaba con mucha atención. Y entonces ocurrió algo.

    Ella me tocó. Rozó mi cara con el dorso de su mano, o eso creo.

    Estaba fría. Muy fría. Podía casi imaginar la tristeza de esta chica. ¿Por qué era tan infeliz? Llevaba unos mil años creando gente capaz de entender. ¿Sería que vivir tanto tiempo la ponía triste?

    Intenté ser alegre. Le sonreí.

    -Sabes, no esta tan mal. Al menos, me sabe mejor que seguir siendo una marioneta de los gobiernos marionetas. Después de todo, debiste de elegirme por algo, ¿verdad? –me miró, muy seria. Parecía preocupada. Bueno, al menos era un avance-. ¿Te gusta que te llamen Rea? Es el nombre de la madre de los dioses olímpicos. Una sabía titan que, por amor a sus hijos, traicionó a su marido. Suena un poco extraño, pero… Creo que te va bien.

    Lo que escuché me sorprendió. Una risa. Pequeña, corta, que se desvaneció de inmediato, pero una risa alegre por primera vez. ¿Por qué se está riendo? ¿Por mis comentarios tontos? ¿Por qué digo todo esto mientras me sangra la nariz?

    Me pregunté si habría logrado un avance con esta diosa del entendimiento.

    -Ya se fue, Tomonori-kun –me dijo Kazami-kun.

    Me di la vuelta un segundo, comprobando que había logrado deshacerse de su loca hermana. Quería seguir hablando con Rea, pero cuando miré fuera, ella ya no estaba. Se había ido de nuevo.

    Dos veces en un día. ¿Se trataría de un récord? Mejor no lo mencionaba. Además, no sé si alguien había sido tocado por ella antes. La sensación había sido demasiado íntima para revelarla a alguien más. Y aún no confiaba en nadie de aquí.

    Y con buenas razones, como vi después.



    (Cambio de Narrador: Kiyoshi)

    Y, al final, Onii-san me echó de la habitación, y tuve que caminar con este apretado traje de cuero por todos los dormitorios masculinos para salir. ¡Qué vergüenza! Todos me estuvieron mirando. ¡Pervertidos! ¡Sólo mi Onii-san puede mirarme así! ¡El resto que se atrevan a insistir! ¡Los haré pedazos!

    No confió en Tomonori-sempai. Estoy casi segura de que va a lanzarse sobre Onii-san cuando pueda. ¡Qué horror! No me quiero imaginar las cosas malvadas que le haría a mi Onii-san. Es una bestia. Ya atacó al pobre Shiro-chan hace unas horas. ¿Qué clase de monstruo es?

    Estoy segura de que es de Ellos. A la primera sospecha que encuentre, lo mataré justificadamente, y entonces yo, Onii-san, Mirai-nee y Shiro-chan podremos ser el Grupo S de nuevo, felices como siempre.

    No necesitamos intrusos. Y menos un traidor.

    -¡Kiyoshi-chan! ¡Ya casi es hora de la práctica de la noche!

    ¡Kyah! ¿De dónde salió Mirai-nee?

    Oh, qué alivio, no es ella. Es la alarma de mi celular, me la programó para que no me olvide de ir. La apagué, suspirando de alivio. Casi me da un ataque. Sólo pensar que podría verme con esta ropa… ¡Me daría un larguísimo regaño!

    Me gritaba cuando me acercaba mucho a Onii-san. No es que ella intentara robarme a Onii-san, es sólo que no le gustaban mis sentimientos por Onii-san. Decía que eran demasiado atrevidos para alguien que compartía su misma sangre. Y tiene la razón.

    Hubiera querido ser media hermana de Onii-san, o hermanastra, pero éramos hermanos reales de ambos padres. Mi amor por Onii-san es difícil, pero no me rendiré.

    Porque amo a Onii-san.

    Me escapé lo más rápido que pude, me colé por la ventana del dormitorio de un salto, y empecé a tratar de quitarme el traje. Pero era mucho más difícil que ponérselo.

    ¡No! Iba a necesitar ayuda para poder sacármelo a tiempo.

    Si se lo pido a Mirai-nee la voy a pasar muy mal, y Onii-san se negó, así que no me queda más opción que llevarlo a la práctica. Y morirme de vergüenza.

    Intenté disimularlo bajo el uniforme de gimnasia, espero que funcione. ¡Bien! No se ve. Pero será mejor que no me mueva mucho. O pasaré por una horrible humillación, y Onii-san pensará mal de mí.

    Casi estaba tarde, así que corrí lo más rápido que pude. En la oscuridad, no debería de verse el cuero negro, así que estoy a salvo.

    Logré llegar a tiempo a la arena de combates, y me puse tras Tomonori-sempai. Onii-san y Mirai-nee estaban delante. Shiro-chan nunca venia, así que no lo esperábamos. En el centro del campo, ardía una fogata de campamento, la cual contribuía a dar un aspecto misterioso a la velada. Era lo normal.

    El entrenador principal, Akire-sensei, un veterano de la guerra contra Ellos, supervisaba todo. Era un hombre de mediana edad gruñón, que prefería estar en el frente que enseñar a los novatos. Sacó una lista.

    Oh, de nuevo. Iba a elegir a alguna pareja al azar para dar una batalla. Esta sería bastante salvaje, ya que Akire-sensei nunca intervenía. Por lo menos la enfermera, Shinjinfuka-sensei, estaba preparada, sentada en una silla cercana. Un herido grave en un entrenamiento era una mala situación.

    Perfecta para devolver al frente al entrenador, que buscaba ser despedido. Y, debido a eso, solía elegir a los peores alborotadores de toda la Academia. Por ejemplo…

    -Choukyouryoku, un paso al frente –un chico de 15 años, cabello oscuro y pajoso, con grandes ojos café y una enorme sonrisa.

    Sus compañeros empezaron a corear su alias. En realidad, se llamaba Nonomiya Jun. Era el alumno más molesto y bárbaro de toda la Secundaria. Tenía una banda de tontos que no paraban de aprovecharse de los nuevos, robar los zapatos, hacer bullicio general, y causar malestar.

    Su especialidad era entender el aire, para transformarlo en varias cosas. Pero él lo usaba siempre para levantar las faldas de las chicas y hacer que salieran volando las cosas importantes. Un auténtico bravucón, y el preferido de las prácticas nocturnas de Akire-sensei. Me compadecí un poco del pobre que tuviera que enfrentarlo.

    -Su oponente será… ¡Chijouyoku! –me tomo un instante reconocer ese alias.

    ¿¡Yo!? ¡Justo hoy! ¡Qué mala suerte! Y encima debía pronunciar tan fuerte ese apodo ridículo que me habían inventado. De hecho, había sido Nonomiya-sempai.

    El año pasado entregó una docena de documentos de otros alumnos para elegir sus alias. Creímos que era una petición, y el chico que pedía las firmas no tenía fama de ser una mala persona, así que no preguntamos para qué era. Después nos enteramos de que había sido siempre un amigo de Nonomiya-sempai, en secreto, buscando hacer una broma pesada como esa.

    No me cayó nada bien, y encima Onii-san lo encontró divertido. Sólo por eso no había cambiado ese tonto alias. Pero me daba vergüenza. ¡Parece que fuera una especie de loca pervertida! ¿Qué diablos se supone que piense?

    Chijouyoku! –repitió Akire-sensei.

    No quedaba de otra, tenía que combatir con él, un alumno dos años mayor. Mi Onii-san y Mirai-nee me hicieron señas de buena suerte. ¡Gracias! Necesitare toda la ayuda posible. Nonomiya-sempai era famoso por lastimar demasiado a sus oponentes en estas prácticas.

    ¡Y yo usando este cosplay vergonzoso bajo el uniforme! ¡Qué mala suerte!

    Continuará…


    Miembro 0: Rea

    Alias: Niña Fantasma.
    Nombre: Desconocido.
    Fecha de Nacimiento: Desconocida (cerca de 1000 años).
    Origen: Desconocido.
    Apariencia: Mujer. Hermosa.
    Tipo de Sangre: Desconocido.
    Ocupación: Fantasma. Creadora de entendedores.
    Afiliación: Desconocida.
    Carta del Tarot: Negro 1 (El Pacto).
    Fetiche: Desconocido.
    Tipo de Entendimiento: Desconocido.
    Clasificación: Desconocida.
    Técnicas: Invisibilidad total, Espacio perfecto.
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 4 Noviembre 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  9.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos.

    Esta vez no marcaré las tildes. Puedo decir que hay menos errores que en el anterior capítulo.

    Interesante. Me pregunto qué otra clase de habitaciones hay.

    Creo que va a ser interesante conocer más habilidades. Y me surge la teoría que Youhin tiene que estar con exceso de masa corporal para activar su habilidad, algo así como Fatgum de Boku no Hero. Quizás me equivoque.

    Curiosamente, esa explicación es más clara de lo que esperaba.

    Porque escoger mejores nombres en 600 años era muy difícil. Justo como comenté antes.

    Se llama secuestro. Y de seguro si la familia trata de ir a la policía o los medios terminan muertos. Lo secuestraron los malos, porque si resultan ser los buenos lo ocultan muy bien.

    Si Choukyouryoku puede hacer lo que creo, no solo es el bully del BACUCE, es el arma de destrucción masiva de la academia.

    En espera del siguiente capítulo.
     
  10.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    4096
    BACUCE (Brigada de Alumnos para Controlar el Uso Clandestino del Entendimiento): Organismo creado por alumnos de la Academia Jikû, con el objetivo de impedir que se pierda la disciplina en esta institución. Sin embargo, no tienen ningún poder ni autoridad real, ni siquiera aprobación por parte de Nosotros.

    Esta conformado, en su mayoría, por alumnos de tercer año de Preparatoria; y de la gran mayoría de lideres de Grupo.

    Notas del Narrador: Seguramente se estén preguntando porque formar parte de un grupo que literalmente no tiene casi ninguna utilidad. Pues es porque alguien tiene que hacerlo, o si no, esta escuela se convertirá en un desastre. Y cómo vivo aquí, tengo que asegurarme de que mis condiciones de vida son adecuadas. ¿O les gustaría tener a un grupo de mocosos insoportables molestándote todos los días? No, ¿verdad? Entonces, hay que poner un esfuerzo para evitar eso. Si no lo hago yo, ¿quien lo hará si no?

    Notas del Narrador 2: Mirai-sempai, si no explicas que eres tú quien esta narrando, nadie aquí lo va a notar. ¿O piensas que son todos unos Sherlock Holmes?

    Notas del Narrador 3: Tomonori-sempai, no te metas en la sección de narración de
    Mirai-nee, o tendré que cortarte las manos para que ya no puedas escribir nada...

    Notas del Narrador EX: Teniendo en cuenta que TODOS USTEDES son quienes se están metiendo en mi escritura, es bizarro que se quejen unos de otros por eso. Ah, pero claro, yo no aparezco hasta el capitulo que viene... ¿¡Por qué ninguno de ustedes me conoció antes!? ¿Y por qué estoy rompiendo la cuarta pared? Como sea, ignoren estas ultimas notas...




    Capítulo 4: Peligrosas Sospechas


    A ver, vamos a dejar las cosas en claro: No soy ningún fanático de la violencia, fuera de la ficción. Cuando Kazami-kun me dijo de las prácticas nocturnas, pensé que se referiría a alguna actividad extracurricular. Cuando vi que nos dirigíamos a la arena, sospeché de inmediato que se trataba de un combate.

    Ahora que lo pienso, tiene sentido, ya que estamos en un mundo en pleno estado de guerra. Es Nosotros contra Ellos, y estamos en medio de ese conflicto. Si no estabas en forma, y tenías alguna capacidad de combate con el poder de entender, ibas a morir. Serias asesinado apenas te encontraran, seguramente sin piedad alguna.

    Le pregunté a mi sonriente compañero de habitación, y me explicó que, si quieres estar afuera, tienes que ser muy bueno en combate, o pasar desapercibido con facilidad. Si no tenías uno de estos dos talentos, cualquier oportunidad de salir al mundo exterior mucho tiempo era peligrosa.

    El día de hoy, habían sacado un permiso para poder salir, ya que sólo Shiro califica para un pase de salida permanente. Y eso porque a nadie le interesaba su poder, y no tenía rastro alguno. En cuanto a los demás, a Mirai-sempai le daban permisos ocasionales, pero sólo con la condición de que llevara a Kazami-kun con ella, y tenía que ponerse en contacto a la mínima señal de algún suceso anormal.

    Así que nos pusimos los uniformes de gimnasia, aunque aún no entiendo como lograron conseguir uno de mi medida tan pronto y dejarlo en la habitación antes de que entráramos, y nos dirigimos a formar con el Grupo S.

    Allí estaba Mirai-sempai, y Kiyoshi llegó más tarde. Por lo menos, ambas están vestidas como deberían, aunque noté nerviosismo en la mirada de esa Yandere. No me importa, así que lo ignoraré.

    El entrenador parecía un tanto hosco, y no pude evitar pensar que elegir a ese chico que parecía un bravucón era mala idea. Aunque cuando dijo el alias de la hermanita de Kazami-kun, empecé a sentir pena por el pobre chico. Lo iban a cortar en rodajas.

    Pero cuando ambos se ubicaron en los respectivos lugares, noté que mis dos compañeros de Grupo se veían tensos. ¿Acaso algo iba mal? A mí me parecía que Kiyoshi era lo suficientemente fuerte con sus cuchillos-invisibles-corta-todo. No había manera de que perdiera.

    Como de costumbre, me suelo equivocar a lo grande.



    (Cambio de Narrador: Mirai)

    Y aquí vamos de nuevo. Como siempre, nuestro entrenador es un total idiota, y elige parejas muy malas para las prácticas. Busca que lo despidan.

    Por mi podrían hacerlo, hasta voté por eso en la última reunión, pero Kaminari-sensei insistió en que lo quería con nosotros, y sin su visto bueno no tenemos más alternativa que dejarlo donde está. Aún no entiendo la razón de quererlo tanto en ese puesto. Cualquier otro estaría bien. Pero el director no nos quiere escuchar.

    En primer lugar, Nonomiya Jun es un problema. He dicho mil veces que deberían disciplinarlo, pero la Brigada de Alumnos para Controlar el Uso Clandestino del Entendimiento es un organismo realmente impotente. Su única autoridad es representativa.

    No tenemos ninguna forma de castigo real, sólo podemos amenazar con eso. Y aunque me encantaría darle su merecido, eso sólo causaría que este lugar se sumiera en el caos total.

    Un alumno con dos dedos de frente se daría cuenta, como bien le sucedió a Nonomiya, la manera en la cual funciona este lugar. Si el encargado de la supervisión no dice nada, ¿qué reglas puede haber? Respuesta: Ninguna.

    Nadie quiere hacerse cargo de mantener el orden aquí. Incluso parece que quisieran provocar problemas adrede. Y eso me molesta mucho.

    La BACUCE está formada por alumnos de los cursos superiores, como yo, Kirisaki Ruri, alias Mirai. Sólo entré en ella porque es algo necesario; ya que hay demasiada gente que me detesta o envidia, y debido a mi fama, todo el mundo en este lugar sabe quién soy. Y como mi libertad está muy restringida, apenas puedo salir de aquí.

    Eso tiene un motivo: Poseo una habilidad terriblemente rara, y hay demasiada gente que pretende usarme para sus propios fines.

    Me han dicho que llegare lejos. Y yo sé que no es así. Aunque posea este tipo de entendimiento tan raro, que a los jefes les encanta conseguir, sé que nunca le llegare a los talones a mi tutor personal, por ejemplo. No tengo control total de este poder.

    Mi apodo, Mirai, representa que soy el futuro. Pero las dos ocasiones en las que perdí el control, cosas espantosas ocurrieron. No murió nadie de casualidad, pero sí que causé algo que no me puedo perdonar. He estado intentando arreglarlo, pero hasta ahora demostré una completa falta de habilidad para eso. Soy un fracaso monumental.

    Y ahora, por mi total ineptitud para lograr disciplina, Kiyoshi-chan tiene que enfrentarse a un sempai con graves problemas de conducta. Y ella tiene un complicado problema. Y tanto yo como gran parte de la Academia sabemos cuál es.

    -¿Preparada para morir, niñita? –le amenaza Choukyouryoku. En verdad, ese alias es patético. Me imaginaba que ese chico no tenía imaginación, pero pareciera que lo invento con muchas prisas. ¿En que estaba pensando para elegir un apodo tan ridículo?

    -Lo siento, Nonomiya-sempai, no estamos en tus sueños –replicó provocadoramente Kiyoshi-chan. Se oyeron algunas risas aisladas.

    Oh no, acaba de empeorar la situación. Nonomiya se ha enojado porque se ríen de él. Esto no terminara pacíficamente.

    ¡Fiu! ¡Ziz!

    Y allí estaban los cuchillos de Kiyoshi-chan. Seis cortes simultáneos. No está jugando.

    Sin embargo, lo que todo el mundo sabía, era que no importaba que tan fuerte fuera la técnica que usaba. Tenía una debilidad clave, que ella misma había revelado.

    Y, tal como esperaba, rápidamente había un muro de viento frente a Nonomiya Jun. Él es hábil con eso. Pero no importaba que usara eso o una barrera, el resultado sería el mismo.

    Las barreras, que se formaban entendiendo el aire para convertirlo en otros materiales en forma plana, era la más básica de las defensas que se enseñaba. Casi cualquier alumno sabía hacerla. No era difícil, pues el proceso se explicaba de manera completa, y terminabas memorizándolo.

    El problema es que estas barreras resultaban perfectas para detener los cortes de Kiyoshi-chan. Y el muro de viento era como una barrera en movimiento, aún más resistente, y mucho más peligrosa.

    En otras palabras, las espadas de Kiyoshi-chan eran incapaces de cortar a través del muro.

    Ella salió repelida hacia atrás por el efecto rebote. Las hojas de afeitar volaron en todas direcciones. Por suerte, previniendo este resultado, varias barreras habían sido erigidas por los estudiantes. No hubo heridos. Pero ahora, a Kiyoshi-chan sólo le quedaba una navaja que había logrado sujetar de pura suerte. Y su oponente no tenía ni un rasguño.

    -Y, como siempre, eres pura farsa. Toda la escuela sabe que tu debilidad son las barreras. ¡Y ni siquiera sabes hacer una! En realidad, eres la más patética que he visto –Choukyouryoku empezó a burlarse.

    Siempre lo hacía. No era el mejor de toda la Secundaria en combate, pero nadie quería ganarle y pagar el precio. Cada oponente que elegían para él, cada noche, sólo se dejaba ganar para salir lo menos lastimado posible.

    Desafortunadamente, esto no aplicaba a Kiyoshi-chan. Ella no le tenía respeto o miedo alguno a este tipo.

    ¡Fiu! ¡Ziz!

    Nonomiya levantó un muro de viento ultra rápido, pero no logró protegerlo del todo. Un corte apareció justo debajo de su ojo izquierdo.

    Tragué saliva. Eso había sido un ataque a matar. Si no lo hubiera detenido, le habría rebanado gran parte de la cara. Hubiera penetrado hasta su cráneo, causando heridas de gravedad. Lo habría dejado como un vegetal, en el caso de que sobreviviera. Y había sido a traición.

    Kiyoshi-chan realmente había puesto una temible intención asesina en ese último corte. Algo que Nonomiya no podía perdonar. Las cosas se estaban por poner mucho peor.

    Lanzó una ráfaga de viento de alta potencia. Kiyoshi-chan lo esquivó. Pero, aunque no recibiera el golpe principal, múltiples vendavales secundarios se movían alrededor. Uno de ellos la empujo, arrastrándola varios metros por el suelo.

    Por alguna razón, sus movimientos son más rígidos que de costumbre. Es extraño. Ella debería poder esquivar ataques de esa velocidad.

    Choukyouryoku aún no había terminado. Un nuevo movimiento trajo consigo múltiples torbellinos que avanzaban velozmente. Kiyoshi-chan no tuvo ni una oportunidad. Cada vez que lograba evadir uno, se daba de bruces con otros dos.

    Este parecía el jardín de juegos de Nonomiya, mientras sus matones se mataban de risa.

    -¡Sensei! ¡Ya ha ido demasiado lejos! –grité.

    Estoy en contra de golpear a un chico de Secundaria, pero si sigue hiriendo a mi Kiyoshi-chan, tendré que enseñarle respeto a la manera mala.

    El último impacto la había golpeado en el estómago con una fuerza terrible. Escupió sangre, cayendo de rodillas. Alguno de sus órganos había sido dañado. Y era seguro que tenía al menos una costilla rota. Apenas logró quedar sobre sus rodillas.

    Pero, y había que admirar su valor, aún tenía una sonrisa en su rostro. Me quedé helada. Quería gritarle que se rindiera, que no valía la pena ser gravemente herida aquí. Pero sospeché que no me escucharía.

    Porque ella, por más herida que estuviera, seguía riendo.

    -Y esto… Es todo lo que puede lograr… Un sempai al que todos temen… Patético… Podría ganarte… Con una mano atada a la espalda… –suficiente de fanfarronadas, este tipo era peligroso. Ya veía como se preparaba para lanzar una nueva ráfaga-. ¡Vamos! ¡Muéstrame de verdad lo que puedes hacer! ¡Jamás me vas a ganar con esto, inútil!

    Con hilos de sangre corriendo por su barbilla, se volvió a poner de pie.

    Lo sabía. Esta chica no entiende el concepto de peligro. No le importa lo que le pase, con tal de que logre dar buena impresión a Yuuki.

    Lo observo de reojo, y noté que su sonrisa esta endurecida. Casi veía en sus ojos el miedo, la angustia, el pánico. ¿Dónde estaba Tsuruya? Había desaparecido. Qué extraño.

    En ese momento, escuche un ruido aterrorizante en frente. ¡Nonomiya se había salido completamente de sus cabales! ¡Había disparado un auténtico mini-tornado!

    Suficiente de mirar. Ya no puedo ver esto. ¡Voy a pararlo ya!

    Pero algo ocurrió, antes de pudiera intervenir. Algo detuvo la técnica a mitad de camino.

    Una barrera había sido puesta entre ellos, y había alguien parado detrás de ella.

    Un muchacho. Cabello verde lima, ojos azules, un rostro bien definido y guapo, brazos musculosos. Lo reconozco. Es Amano Haruka.

    Ese chico era de la clase de Yuuki, Grupo E. Y también un estudiante muy conocido.

    -¿Amano Haruka? –preguntó Nonomiya, reconociéndolo. Se puso rígido.

    Detrás de él, justo enfrente de Kiyoshi-chan, estaba Tsuruya. ¿Fue allí con intención de ser escudo humano para ella? Incluso aunque intentó matarlo… Este chico no es rencoroso. Pero es un loco. ¿Lanzarse de frente a recibir eso? Podría haber resultado malherido de no ser por Amano.

    Entonces notó algo interesante. Había una ficha volando sobre el hombro de ella, sin que nadie la advirtiera. Sin duda, es uno de los centinelas de Yuuki. Iba a detener también esta locura unilateral, pero se le adelantaron.

    Vaya, Kiyoshi-chan, tres chicos intentaron protegerte por separado. ¿Es por tu valor, o por tu lindura? Cualquiera de las dos, da igual, sirve para protegerte de ti misma.

    -Sí, ese soy yo –respondió el muchacho, haciendo un gesto amenazante.

    Algunos grititos ahogados. Ese chico tenía muchas pretendientes, dado lo guapo que era. Desde ya, aviso que no soy una de ellas. Tengo otras cosas en las que pensar. Además, no me interesa alguien que sólo se la pasa presumiendo que tan guapo y fuerte es.

    -Es suficiente. Ganaste. No hay necesidad de esa violencia extra. Además, recuerda que ella es la hermana menor de Master Piece. Y la consentida de Mirai-san.

    Casi se podía ver el cerebro de Nonomiya trabajando. La hermana menor de Yuuki, amiga de Amano-kun, y mí… No creo que suene bien consentida. Diría que nuestra relación se define mejor con la palabra ‘familia’.

    El matón dio un paso atrás, desentendiéndose de la situación. No, no tenía suficiente valor para seguir atacándola. Se metía en un lío gordo si lo hacía. Cualquiera de nosotros tres podría darle una paliza fácilmente.

    Akire-sensei, a regañadientes, dio el encuentro por finalizado. Los matones de Secundaria parecían decepcionados. Pero no tenían nada que hacer contra nosotros. No por ahora.

    -No necesitaba que me protegieran… –farfulló Kiyoshi-chan con dificultad. La entiendo, ser protegida así era humillante. Yo habría dicho lo mismo-. Yo podía sola… ¡Hm! ¡Argh!

    Escupió un buen chorro de sangre. Tenían que atenderla, y pronto.

    Tsuruya la ayudó a recostarse en el suelo con cuidado, pero se desmayó enseguida, mientras Shinjinfuka-sensei la revisaba. Ella entendía del cuerpo humano. No importa que heridas tenga, se puede hacer cargo.

    -Bien, el siguiente enfrentamiento… –deje de escuchar al profesor. Ese hombre era un bárbaro.

    Por el bien de los estudiantes, debía ser despedido. ¡No vengas aquí a descargar tu enojo!

    -Ve con tu hermana –le dije a Yuuki. Él sólo me miró un segundo. Fue hasta allí con calma, pero lo notaba tenso.

    De verdad, si Choukyouryoku hubiera lastimado sólo un poco más a Kiyoshi-chan, hubiera terminado con deseos de matarlo. Y eso sólo si quedaba algo después de que Yuuki y Amano-kun se encargaran.

    Sólo hay una persona por encima de Akire-sensei y ese chico como problema. Había alguien aún peor. No, no el director inútil, pervertido e irresponsable.

    En esta Academia, hay alguien que valora las vidas de los demás como basura.

    Porque yo, Kirisaki Ruri, alias Mirai, he afirmado ante el BACUCE muchas veces que tenemos un infiltrado. Alguien les está pasando información a Ellos.

    Y están a punto de atacar.



    (Cambio de Narrador: Tomonori)

    ¡Ese chico debería ser expulsado! Herir a una chica menor que él de esta manera era imperdonable. ¿Qué no sabe qué tan mal visto esta la violencia contra las mujeres estos días? Por más que sea un combate de entrenamiento, muchos de esos ataques fueron gratuitos. Ella ya había perdido.

    Le pregunté su nombre a Kazami-kun. Nonomiya Jun, el peor buscapleitos de Secundaria. Si lo atrapo, le daré una buena paliza. O moriré en el intento.

    Esa pelea fue muy desigual. Ahora me doy cuenta de que, realmente, Kiyoshi no es fuerte. Ella no tuvo ninguna oportunidad. Y su carácter por poco hace que la maten. Suerte que este chico la salvo, y me salvo a mí también.

    No pude evitar intentar ayudarla. No me gustan los bravucones. Odio esa manera en que se aprovechan del débil… Porque lo he sufrido. Siempre hay de esos en toda escuela. Y entre más friki eres, más se fijan en ti.

    -Muchas gracias…

    Me detuve cuando noté que no sabía el nombre del chico del pelo verde que nos había salvado el trasero. Joder, soy muy torpe socialmente.

    -Amano Haruka –si le pareció tonto que intentara agradecerle sin conocer ni su nombre, no lo mencionó-. Soy amigo de Kazami-kun y Kiyoshi-chan, o algo parecido. Supongo que debes ser el nuevo miembro del Grupo S, Tsuruya Tomonori. Un gusto. Puedes llamarme Haruka-kun, si lo prefieres.

    Me estrechó la mano. Una sonrisa amable, autentica.

    Si hay algún dios viendo esto, por favor, le suplico que Haruka-kun sea normal, dentro de lo posible en esta Academia. Quiero poder hacer un amigo que no esté loco, o sea un pervertido, por una vez en la vida. Y sospecho que más de una persona en este lugar seria pedir demasiado.

    -Vaya, sabes bastante –y aquí tenemos una buena comparación. Yo no sabía quién era, y él si conoce mi nombre-. Sí, soy Tsuruya Tomonori, Tomonori-kun si lo prefieres. Gracias de nuevo. Ese chico es un peligro, y el sensei no ayuda para nada.

    -Akire-sensei está resentido. Tuvo el título de Gran Maestro a su alcance, y lo perdió por muy poco –explicó Haruka-kun. Digo que lo explicó, porque no hay justificación para su actitud. No le importaba en lo absoluto que mataran a Kiyoshi.

    -¿Gran Maestro? –esperó que a Haruka-kun no le moleste mi ignorancia.

    -Ah, cierto, eres un novato. Mis disculpas por no explicarlo. Un Gran Maestro es un entendedor especialmente fuerte que recibe una distinción militar. Hace tres años, Akire-sensei estuvo a muy poco de conseguirlo. La gloria eterna, un boleto directo a la cúpula de los más importantes de Nosotros, y la satisfacción de haber llegado a la cima, junto a aquellos que controlan el mundo. Pero fue derrotado por un costarricense, llamado Abismo, y perdió la posibilidad. Ese hombre lo hirió de gravedad, lo dejó en un estado crítico, y reclamo la gloria de ser Gran Maestro. Pertenece a Ellos, tenía los mismos méritos que Akire-sensei, y sólo faltaba determinar quién de los dos lo lograría. Lo han enviado para que se recupere, pero eso melló gravemente su confianza, y ahora deberá esperar varios años más para ir por el título de nuevo. Está un poco frustrado, furioso de hecho, y se descarga como puede. Pero no, no es excusa. Le diré a mí sempai que hable mal de él en la próxima reunión de la BACUCE. Espero que logren solucionar el asunto.

    ¡Por fin! ¡Una persona responsable y amable! Y parece ser que estará en mi clase, si no me equivoco. Enfocaré todos mis esfuerzos en llevarme bien con él.

    ¿Eh? ¿Qué hace aquí la Niña Fantasma?

    Rea señala desde atrás a Akire-sensei. Y luego señala a Haruka-kun. Y también a Nonomiya Jun. Y ahora a Kiyoshi. ¿Está intentando decirme algo? Lo siento, no te entiendo nada.

    Pero ella pasa detrás de un par de alumnos, y se desvanece en el aire. ¿Por qué no habla simplemente? ¿Será muda? Antes de que se me ocurriera una explicación, la enfermera nos dice que debemos trasladar a Kiyoshi a la enfermería.

    Con esas heridas, no le discuto nada.

    Kazami-kun la toma en brazos, de una manera que creo que la haría sonrojarse si estuviera consciente.

    -Será mejor que vayan a descansar. Esta noche ya les ha dado demasiadas emociones –recomendó la mujer vestida de blanco.

    No está nada mal, pero no me van las mujeres tan mayores. Prefiero a las chicas de mi edad. En serio, joder, no me atraen esos enormes pechos.

    Tal vez sólo un poquito.

    -Por supuesto, Shinjinfuka-sensei –respondió Haruka-kun. Yo asentí, observando la cantidad de sangre que había en el suelo de la arena. ¿En serio había tanta en un cuerpo tan pequeño? Porque parece demasiada.

    Kiyoshi se veía muy mal. Realmente, me daba mucha pena verla así. Tenía 13 años, no se merecía algo como esto, por muy Yandere que fuera.

    Si, realmente ese tipo me las iba a pagar.



    (Cambio de Narrador: Mirai)

    Escuché lo que dijo Tsuruya sobre Nonomiya y el sensei. Tiene razón. No se podía decir nada más, tan sólo eso.

    Desafortunadamente, aun el sempai de Amano-kun era impotente en estos casos. Él opinaba igual que yo, pero el director nada más se reía de lo que le decíamos. Como si sólo fuéramos unos niños que no entienden nada.

    Por algo habíamos hecho la Brigada, ¿no?

    Por otra parte, yo estaba segura de que había un traidor. Un informante. Alguien que pasaba información a Ellos, buscando favoritismo y prestigio.

    Déjenme explicar la base de estas sospechas:

    1-Los ataques a los que la Academia Jikû era sometida por parte de Ellos habían cesado desde el año pasado. Todos lo atribuían a que se habían hartado, o que consideraban que nuestros sistemas de seguridad los habían superado. Yo estoy segura de que era porque estaban preparando un gran golpe.

    2-A pesar de que estos ataques habían cesado, la cantidad de encuentros en el exterior se incrementó desde hace algún tiempo, pero disminuyeron nuevamente el año pasado. Esto me llevaba a pensar que un estudiante emboscado nos ha vendido para salvarse.

    3-Recientemente, la cantidad de miembros de Ellos que vivían cerca de Tokio disminuyo, según mis informes. Otra coincidencia. Y, para rematar la faena, se había informado de muy pocos vuelos donde hubiera agentes, pese a que solían trasladarse a la zona de Oriente muy seguido. Era demasiado evidente que encubrían a muchos soldados que habían llegado al país clandestinamente.

    4-Ciertos datos de la Academia se habían filtrado al exterior. Y, con ciertos datos, me refiero a que sabían cosas que no deberían saber. Información de los graduados del año pasado, adonde vivían, con quien, sus habilidades, esa clase de cosas. No había explicación alguna, más que coincidencias. Demasiado ilógico.

    5-Ahora mismo, el ánimo de todos estaba débil. Eso ocurría por los problemas que causaban los bravucones, Akire-sensei, y la falta total de responsabilidad de Kaminari-sensei. El estado anímico era perfecto para lanzar una emboscada, y que no pudiéramos defendernos. ¿Qué harían los fanfarrones contra asesinos que venían a matar y robar información? Nada, absolutamente nada.

    6-En esta escuela, ahora mismo, se guardaba un tesoro muy preciado de manera provisional. Los datos sobre Nosotros estaban dispersos en diferentes bases protegidas. Esto evitaba que hubiera daños graves de un ataque sorpresa. Justamente, y me había enterado de ello sólo por un comentario tonto del director mientras ‘Jugaba’ con su secretaria, había en nuestras computadoras un importante archivo donde se daba información sobre muchos usuarios del poder para entender en Japón. Se lo iban a llevar en breve, trasladándolo a una locación más segura. Un objetivo demasiado jugoso para dejarlo ir, especialmente si Kaminari-sensei lo divulgaba con tanta facilidad.

    7-Intuición femenina. Pueden callarse, machistas idiotas, ya los escucho quejarse. Eso realmente existe, créanme. Hay una tensión peligrosa en el ambiente. Sin duda, es lo que antecede a un suceso terrible.

    Creo que son suficientes razones para pensar que están planeando un ataque en breve. Y será grande. Lo más probable es que ocurra un fin de semana, cuando hay menos profesores.

    De hecho… Podría ocurrir incluso este fin de semana. Hoy es miércoles. En un par de días, veremos si mi teoría estaba equivocada.

    Y si no lo está, estaremos en grandes problemas.

    Continuará…


    Miembro 8: Artemis

    Alias: Chijouyoku.
    Nombre: Yuuki Kiyoshi.
    Fecha de Nacimiento: 3 de Marzo de 2000 (13 años).
    Origen: Despertada.
    Apariencia: Mujer, 149 cm de altura. Cabello largo negro cuervo, ojos rosa pálido. Bella, en forma.
    Tipo de Sangre: A-.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: Incesto. ¿Hacer cosplay erótico?
    Tipo de Entendimiento: Tipo Material. Modificación de Armas (acero).
    Clasificación: Regular, Tercera Clase (1/10 mil de humanos).
    Técnicas: Manipulación de armas blancas (acero).
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 12 Noviembre 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  11.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos

    Es repetirme, pero aún hay falta de tildes. Siempre con palabras en tiempo pasado que terminan en vocal.

    ¿En serio no hay nadie que controle esto? Si alguien se pone en plan berserker y mata a media academia sería el fin para estos Nosotros.

    Obvio. Si secuestran a cuanto extraño con entendimiento que encuentran. Más de uno debe haber.

    Vaya, un paisano es Gran Maestro.

    Pregunta, para ver si entiendo este entendimiento. Si alguien entiende como funciona una bomba atómica y entiende sobre geografía, ¿puede hacer aparecer una bomba en el aire de un lugar lejano?

    O, si entiende sobre química, ¿puede cambiar algún compuesto del aire por otro y crear un área tóxica?
     
  12.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Mmm... Suena como que me falta alguna regla gramatical que no conozco. Inútil educación tercermundista.

    Oh, de hecho, si eso pasara, por un lado seria un gran desperdicio de gente posiblemente útil, pero por otro tendrían a alguien muy útil a futuro... No hay que desperdiciar nada, ni siquiera las balas perdidas.

    Si, quería hacer un casting mas internacional en lo que respecta a Grandes Maestros, hay unos cuantos de todo el mundo.

    Mmm... No exactamente. Saber geografía no te hace conocer el lugar donde quieres hacer aparecer o transportar algo. Si fuera un lugar donde viviste por años, y lo recuerdas perfectamente, entonces si, pero de otro modo, los recuerdos vagos no son suficientes.
    Y tampoco es tan sencillo hacer armas nucleares. Ni otras cosas similares. Un técnico que ha armado y desarmado muchas si podría hacerlo, pero otra gente no podría ni hacer el Plutonio. Y si, puedes hacer dicha área si tienes conocimientos de química al nivel de un experto, y has interactuado con dichos gases tóxicos, como por ejemplo una persona que sufrió sus efectos.
    Por otro lado, no es tan sencillo hacer estas cosas AUNQUE tengas el conocimiento. Hay un cierto grado de talento involucrado. Incluso si hay un técnico nuclear o químico capaz de hacer armas nucleares y biológicas por medios físicos, hacerlas mediante poderes es otro cuento. Por eso nadie ha bombardeado medio mundo con entendimiento... Porque no pueden.
     
    • Informativo Informativo x 1
  13.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    3872
    Formas Básicas de Entendimiento: Existen cuatro técnicas comunes que se enseñan por repetición en la actualidad. Se consideran lo más básico de lo básico, por lo que cualquier alumno graduado de la academia Jikû las ha aprendido.

    Barrera por Alquimia de Aire Simple: Tipo Material. Se utiliza el aire para crear un muro de vidrio, siendo la principal técnica defensiva del mundo, y el entendimiento mas común y utilizado que existe. Versiones superiores incluyen materiales mucho más resistentes, o el cambio del vidrio por un material más compatible con el usuario.

    Golpe de Gravedad Esencial: Tipo Elemental. Se deforma una minúscula cantidad de la gravedad del planeta para arrojar un orbe de vacío, siendo la principal técnica ofensiva a escala mundial. Versiones superiores aumentan el tamaño y la velocidad del orbe.

    Transmutación de Agua Potable Fundamental: Tipo Elemental. Se transforma una sustancia cualquiera para crear agua potable, siendo la principal técnica de supervivencia. Versiones superiores permiten incrementar el área de transformación.

    Creación de un Espacio Pequeño: Tipo Mental. Se genera un área que impide el paso de rastros y evita la detección, siendo la principal técnica de sigilo utilizada. Versiones superiores consiguen crear Espacios tan potentes como para bloquear cantidades masivas de rastro, siendo el 'Espacio perfecto' la forma definitiva.

    Notas del Narrador: Indispensables para sobrevivir allá afuera, en cualquier situación cotidiana. Aunque no te ayudarán mucho en caso de que un entededor fuerte intente matarte. Sólo están recomendadas para usarlas en caso de toparse con gente armada.

    Notas del Narrador 2: Entonces, supongo que Mirai-sempai sabe usarlas todas, ¿no es así?

    Notas del Narrador 3: ¿Quieres probar mi golpe de gravedad en tu cabeza?

    Notas del Narrador 4: Eh... Olvídalo...


    Notas del Narrador EX: ¿¡PUEDEN PARAR DE CONVERSAR EN ESTA SECCIÓN!? ¡Se supone que es sólo para datos informativos! Por otro lado, ahora que recuerdo, ustedes me trataron bastante mal en ese tiempo, cuando apenas nos conocimos.

    Notas del Narrador EX 2: Te lo merecías, por ser una idiota ridícula manejada por sus hormonas adolescente.

    Notas del Narrador EX 3: Estoy de acuerdo.

    Notas del Narrador EX 4: ¡Miren quienes lo dicen, ustedes dos, par de... (CENSURADO POR SPOILERS).





    Capítulo 5: Aptitudes Innatas


    Abrí los ojos, parpadeando débilmente.

    A la luz del nuevo día, pensé que todo lo que había pasado ayer había sido producto de mi imaginación retorcida. Pensé, sólo por un delicado y efímero instante, que toda esa locura sobre el poder para entender, Rea, las fichas locas, cuchillos que cortaban el asfalto y tornados manipulables; eran nada más que una pesadilla por ver demasiado anime.

    ¿Hubiera sido una lástima o me sonrió la fortuna? La verdad, no tengo idea. Es curioso como no sé si estoy disfrutando este supuesto sueño, o lo aborrezco.

    Pero en cuanto me desperté, capté el olor que recordaba de aquella vecina con muchos gatos: Un tufo horrible a orina, pescado, carne cruda, y pelo mojado. Ni hablar del escándalo que hacían entre los diferentes sonidos animalescos.

    Las sábanas no se me hacían familiares, y la iluminación era extraña. Nada de esto concordaba con mi habitación.

    Me incorporé, sentándome en la cama.

    Shiro estaba tapado por un par de San Bernardos, mientras varios felinos se acomodaban en los espacios libres. Un gallo le cantaba al amanecer, mientras los loros y gorriones entraban y salían por la ventana como torpedos con plumas. Una lagartija sacaba la lengua en el alfeizar, tomando sol panza arriba.

    Y en ese momento, recordé que el delirante día de ayer había sido bastante real.

    -Joder, esto sí que es tener una suerte muy rara –murmuré en voz baja. No sabía si Kazami-kun estaba despierto, mejor que no saliera eso de mi boca en frente suyo. Quién sabe, tal vez a él si le agrade este lugar de locos.

    De repente, algo jaló las mantas, sacándolas de mi cama. Allí estaba Rea, tan invisible como siempre. Parecía sonreír de verdad para variar. Tuve la molesta sensación de que se reía de mí. Le lancé una mirada fulminante, pero ella sólo se limitó a sentarse a mi lado, con una gran sonrisa en su rostro transparente.

    -¿Te has despertado, Tomonori-kun? –preguntó la voz de ese fanático de las fichas, apareciendo desde el baño. Estaba con un cepillo de dientes en la boca.

    Parecía recién levantado, excepto por unas leves ojeras. ¿Se había quedado hasta tarde?

    Bueno, con una hermana menor en la enfermería, yo lo haría. Pero tengo un hermanito. No es que nos llevemos mal, pero me habría gustado tener una hermanita.

    Entonces pensé en la mirada psicópata de Kiyoshi, cuando ayer intentó convertirme en lonchas. Se me sacaron las ganas de una niña que me llame ‘Onii-chan’.

    -Sí. ¿Podrías decirle a esa condenada fantasma que elija un método menos brusco? –tenía una tía obsesionada con despertarme de una manera parecida. Detestó cada vez que lo hace. La cama, a fin de cuentas, es mi lugar favorito de toda la vida.

    Rea pareció ofenderse por mi comentario, y se cruzó de brazos, como haciendo un puchero. Me pareció evidente que era falso, porque no dejaba de sonreír.

    Kazami-kun sólo parecía desconcertado.

    -¿Fantasma? –me preguntó.

    Parpadeé, confundido.

    Rea estaba allí mismo, sentada junto a mí. Negaba con la cabeza, señalando a Kazami-kun. Luego apunto a mis ojos, y asintió.

    Creo que entiendo. ¿Significaba que sólo yo podía verla?

    -Me refiero a Rea. Esta allí –señalé a la Niña Fantasma. Ella hizo ademán de golpearse la frente. Había visto un gesto parecida en algunos programas extranjeros.

    Me estaba diciendo que era un idiota.

    -¿Rea? ¿Aquí? Eso no es posible, Tomonori-kun. Nadie ve a Rea dos veces –me reprendió mi compañero de clase.

    Si, di lo que quieras, pero ella está ahí. Y seguía haciéndome señas de que me callara. ¿Es que no puede hablar?

    -Y entonces, ¿quién me jaló las sábanas? –pregunté a ambos.

    Los había pillado. Kazami-kun no lo había hecho. Y por supuesto que tampoco Shiro, que seguía durmiendo como un tronco.

    -En eso tienes un punto… ¿Quieres decir que Rea se te apareció una segunda vez? –parecía sorprendido. Y reaccioné a eso demasiado tarde.

    -De hecho, es la quinta vez que se me aparece. No ha dejado de molestarme desde ayer –más tarde, lamenté amargamente haber dicho eso. Y lo hice aún peor-. Empiezo a pensar que me está acosando. Hasta me ha rozado con su mano. Bastante fría, por cierto.

    A Kazami-kun se le cayó el cepillo de la boca. Rea parecía sorprendida. Se tocó las manos. ¿Será que no sabía que las tenía heladas? Parecía un poco preocupada.

    -¿Ella te tocó? ¿En verdad? Jamás había escuchado que eso pasase en los últimos… Mil años –la forma que lo dijo me asusto.

    Su sonrisa, por primera vez, había desaparecido del todo.

    Me acababa de meter en algo bien grande. Y como si no tuviera problemas de por sí.

    -¿En serio? –traté de encontrarle algún punto desde el cual no pareciera tan anormal. Pero sólo lo empeore. Otra vez.

    Había olvidado completamente todo lo que pensé ayer, sobre callarme la boca respecto a estas cosas. Siempre me pasa cuando recién me despierto. Me toma mucho levantarme de la cama, además de que siempre lo hago de malhumor y algo adormilado.

    -Todos la hemos visto una sola vez en nuestras vidas. Y guardamos su recuerdo en nuestras mentes por todo el tiempo que nos resta en este mundo. Su belleza y misterio han hecho que muchos pierdan la cordura, y la busquen desesperadamente. Si alguien supiera sobre esto, estarías en graves problemas. Tomonori-kun, eres toda una caja de sorpresas –por la forma en que lo dijo, deduje que él si la había visto. No como yo.

    Había visto su cara, sus rasgos. ¿Por qué yo no podía entonces? No me gustaba como sonaba ese discurso, así que me ahorré mencionarle que ella era… Indistinguible para mí. No quería sonar como un tonto.

    -Ah, entonces… ¿Será que soy su tipo o algo? –teoricé.

    En realidad, sólo trataba de ser amable con Kazami-kun para sacármelo de encima, pero como siempre, olvide que la chica estaba aquí y si podía oírme.

    Se puso muy tensa. Juraría que, si pudiera verle la cara, esta estaría roja como un tomate. Aparentemente avergonzada, Rea dio un paso atrás, y su silueta se difumino hasta desaparecer.

    Me quedé mirando una pared, mientras mi compañero de cuarto empezaba a creer que era un bicho raro.

    Joder, que buen comienzo del segundo día.



    (Cambio de Narrador: Kazami)


    ¡Hola, soy Yuuki Kazami! Es un gusto ser su narrador de hoy. Bien, ¿por dónde empiezo? Lo mejor será que continúe el relato por donde Tomonori-kun lo dejó.

    Luego de prepararnos, y tener una pequeña charla al respecto sobre la situación de esta mañana, le enseñe el camino hacia la clase. Somos el salón 1-4.

    Haruka-kun está en esa clase también. No es que sea muy amigo suyo, como todos dicen. Simplemente nos emparejaban a menudo, debido a ciertas razones. Ciertas razones que Tomonori-kun no tardo en averiguar. Es un niño muy listo, e increíblemente perceptivo.

    -¡Ustedes dos son genios! –estaba sorprendido.

    Si, así nos llamaban.

    Genios.

    Por alguna razón, tanto Haruka-kun como yo éramos notablemente superiores al resto del curso. Esto era tanto en forma teórica como práctica. Por eso nos solían emparejar tan a menudo.

    Master Piece y Azuma no Ryuu. Los dos prodigios que marcaran la siguiente generación de personas capaces de entender en Japón. A mí me parece un tanto exagerado, pero a Haruka-kun le gusta recibir esta atención, así que yo solamente sonrío y ya está.

    Muy simple, ¿verdad?

    La clase estaba por empezar. Tal vez Tomonori-kun esperaba algo más extravagante, pero la verdad es que esta es una escuela mucho más normal de lo que parece. Después de todo, el entendimiento sólo era útil si tenías un avezado conocimiento de lo que puedes manipular. En otras palabras, entre más sabio fueras, mejor lo harías.

    Poco que pudieran decirte otras personas te ayudaría. Los profesores eran más una guía que otra cosa, cada alumno debía hacer su propio camino a entender. Y si no tenías ningún tipo de aptitudes innatas… Se volvía muy difícil lograr que funcione. Esa era la razón por la que yo y Haruka-kun éramos considerados genios. Nosotros si las teníamos.

    Y Tomonori-kun, definitivamente, no las tenía.



    -¡Sólo un poco más! ¡Ya casi lo logro! –decía él.

    Y, como antes, acababa en el suelo. Este chico es un poco cabeza dura.

    -Tomonori-kun, es evidente que no podrás hacerlo tan rápido. Cada uno se toma su tiempo propio al entender estas técnicas. Hacerlo en un día es muy difícil –le repitió Haruka-kun.

    Si, repitió.

    Ya había intentado convencerlo en las anteriores veinte ocasiones, pero no había forma de sacárselo de la cabeza. Y luego de fallar las primeras veces, le pidió a Haruka-kun que lo atacase para hacerle mejorar más rápido.

    Las clases de la mañana han acabado, y luego de eso, Tomonori-kun se ha empeñado en despertar sus poderes lo más rápido posible. Seguía empeñado en lograr hacer una barrera para detener los golpes de gravedad de Haruka-kun. Pero siempre fallaba, y terminaba en el suelo del patio.

    Las formas básicas de entendimiento que eran enseñadas por repetición en la Academia son tan sólo cuatro: Barrera por Alquimia de Aire Simple, Golpe de Gravedad Esencial, Transmutación de Agua Potable Fundamental, y Creación de un Espacio Pequeño.

    Y la más fácil, por supuesto, suele ser la barrera.

    No se dejen engañar por los nombres, son sólo por un tema protocolario. Realmente no son tan complicadas como parecen. Casi todos los alumnos saben hacerlas. Tal vez no debería habérselo comentado a Tomonori-kun, ya que eso parece haber provocado esta situación.

    Ay ay ay, tengo un compañero de habitación bastante cabezota.

    -Es suficiente, Tomonori-kun. No serás un Gran Maestro, pero aprenderás a hacer barreras pronto. A mí me tomó dos días, y me llaman genio –Haruka-kun terminó la práctica.

    Yo sólo sonreí. Sera mejor que lo acepte rápido, o terminara con muchos moretones.

    -Es que ver que soy el único de todos aquí que no puede hacer absolutamente nada es frustrante –se quejó él.

    Ese sentimiento es normal. Muchos me han dicho que así es al principio.

    -Y además resulta que mis dos conocidos son genios. Es bastante increíble. ¿Alguno de ustedes llegara a Gran Maestro?

    -¿Quién sabe? –respondí.

    Con el rabillo del ojo, vi acercarse una figura. Oh, no, estamos en problemas. Si ella viene hacia aquí, significa que van a haber dificultades. Ya notaba el grupo apretado de chicas que la seguían a la distancia, como si eso ayudara a que no las viéramos.

    La razón de que estuvieran aquí era Amano Haruka.

    Y la chica que se acercaba era nada más, ni nada menos, que la líder de su club de fans, Shinkawa Takane-san. Con su pelo de color azul cielo, su figura trabajada y gimnástica, y su sonrisa generosa y perfecta con blanquísimos dientes, era una de las chicas más guapas de toda la Academia.

    Iba al último año de Secundaria. Y estaba totalmente enamorada de Haruka-kun, al igual que unas treinta o cuarenta chicas más, que supiéramos. No me extrañaba en nada, teniendo en cuenta que Haruka-kun era un chico muy guapo, soltero, y popular.

    Yo no tenía tanta suerte con las muchachas. Parece que Kiyoshi había hecho correr un pequeño rumor por toda la Secundaria. No estoy seguro de las palabras exactas, pero era algo como “La que se acerca a mi Onii-san, morirá”.

    Que chica tan traviesa. No intenté discutir sus palabras, ya que me ayuda que ninguna chica se ponga a perseguirme con cartas de amor.

    -Amano-sempai –le llamó esta chica.

    Takane-san tiene su propio alias, pero mejor no lo menciono. Ella no deja que nadie lo diga, y mucho menos frente a Haruka-kun. No le favorece, y se enoja si alguien siquiera se atreve a mencionar el tema.

    Se enoja de verdad. Da mucho miedo.

    -¿Takane-chan? ¿Necesitas algo? –preguntó el muchacho guapo.

    Ya veía el rostro de Takane-san sonrojándose. Las chicas de atrás estaban tan exaltadas como si el músico más popular del país estuviese firmando autógrafos.

    No les entiendo, pero todos somos personas diferentes, así que no diré nada al respecto.

    -No… Sólo quería ver que estabas haciendo. Tal parece que entrenas a un nuevo amigo –murmuró tímidamente.

    Comprendí que sucedía. De nuevo, esta chica empezaba a sospechar que Haruka-kun era gay, y venía a confirmar que no había una relación amorosa entre él y Tomonori-kun.

    Ay, esta chica, realmente se pasaba con esa forma de pensar. Era un poco sospechoso que alguien tan guapo como Haruka-kun no tuviese novia, pero no tanto para empezar a creer teorías disparatadas de la nada. ¿Será que era una fujoshi o algo así?

    -¡Oh, así es! Este es Tsuruya Tomonori. Está en mi clase. Se ha unido al Grupo S –respondió con alegría.

    Él siempre era capaz de verle el lado bueno a todo. Aún más que yo. Es una persona sumamente optimista. Me agrada ese lado suyo.

    -Es un gusto. Soy Shinkawa Takane –sonrió a Tomonori-kun, aunque era evidente que le estaba lanzando una mirada fulminante y maliciosa. ¿Las mujeres siempre eran tan celosas?

    Mi compañero de cuarto no pareció impresionado. De hecho, juraría que está bastante molesto. Su expresión lo hace ver… Algo malhumorado. Probablemente tiene que ver con su fracaso en el asunto de hacer una barrera.

    -A ver, Takane, vamos a aclarar algo. Soy perfectamente heterosexual. Puedes llevarte tus fantasías fujoshis a otro lado –respondió él.

    ¡Es incluso más perceptivo de lo que imaginaba! ¿Cómo supo todo eso a un minuto de conocerla? Yo me tarde unos meses en deducir las razones de que nos espiara continuamente.

    Entonces, de la nada, comenzó a reírse a carcajadas. Se cayó al suelo, ahogándose de la risa, mientras sus pies se movían sin control. Ha de haber recordado algo realmente cómico.

    Noté entonces que observaba justo al lado de Takane-san. Y le agarró otro ataque de risa todavía peor. ¿Qué estaría mirando? Recordé la conversación de esta mañana. ¿Rea, tal vez? Le dije que fuera discreto, pero creo que no le parece necesario.

    -¿En serio? En el baño, ¿verdad? ¡Qué pervertida! –se agarró el estómago, sin aliento a causa de tanto humor.

    No estoy seguro de que se trata, pero Takane-san empezó a quejarse.

    -¿De qué estás hablando? –empezó a preguntar.

    Haruka-kun parecía convencido de que debía ser algo gracioso, así que también reía un poco. Yo sólo me quedé sonriendo, esperando a que se desvelara el misterio.

    -¡Vaya! –Tomonori-kun se limpió las lágrimas-. Actúas como una normal, pero acabas de tocarte en el baño, seguramente imaginando a Haruka-kun. Y tienes el descaro de venir a hablarle después de eso. ¡Además de fujoshi, pervertida!

    Al instante, Haruka-kun dejó de reírse, y la cara de Takane-san quedó carmesí. Casi parecía que estuviera saliendo vapor de lo rojo que tenía el rostro.

    -Ya entendí, puedes parar. Esas señales que haces son demasiado. ¡Una niña no debería de hacer esas cosas! –le dijo Tomonori-kun al aire.

    Ah, ya veo, Rea le había dicho de las actividades privadas de Takane-san. La cual, por cierto, estaba por caerse desmayada de la vergüenza. Haruka-kun la tomo en brazos inmediatamente. Las chicas del club de fans soltaron grititos.

    -Será mejor que la lleve a la enfermería. Ha debido de tener un golpe de calor –nos guiñó un ojo. Ya estaba más que acostumbrado a esas niñas locas que lo perseguían. No le molestaba en lo más mínimo.

    -¡Sólo ten cuidado de que no intente abusar de ti en el camino! –en serio, eso fue mucho más descarado que cualquier cosa que pudo haber hecho Takane-san.

    Tomonori-kun, eres una mala persona. Bueno, no soy nadie para quejarme.

    Hablando de la enfermería, recordé algo.

    Oh, es cierto. Debo ir a ver como esta Kiyoshi. Bueno, Tomonori-kun, te dejo aquí practicando. ¡Nos vemos! –lo saludé, mientras caminaba detrás de Haruka-kun y su club de fans, que lo seguían de manera furtiva pero obvia.



    (Cambio de Narrador: Mirai)

    -¿Dónde lo pusiste? –pregunté.

    La niña tendida en la cama no quiso contestarme. Parecía enfurruñada. Pero no era capaz de soportar mi mirada, así que finalmente cedió. Señaló el cajón del escritorio junto a ella.

    Lo abrí, y me encontré con una cosa sencillamente lasciva. Un cosplay negro de gata, sumamente pervertido y totalmente fuera de lugar en una escuela.

    ¿En serio había llevado puesto esto? Y lo peor, para seducir a Yuuki. No sé qué parte me fastidia más. Esta no es la clase de cosas que esperas de una chica de 13 años.

    -Kiyoshi-chan, realmente te pasaste en esta ocasión, ¿sabes?

    -Mirai-nee… No es mi culpa… Onii-san… –tartamudeó unas excusas.

    Esta chica era un problema. Y no dejaba de crear más a cada momento.

    -¡No le eches la culpa a otros por tus acciones! ¡Asume la responsabilidad! –se quedó callada.

    Sus costillas estaban arregladas sin ningún percance, y sus moretones casi habían desaparecido, pero igualmente tenía recomendación de no levantarse en todo el día. Nonomiya no había tenido ningún tipo de consideración. Ni Kiyoshi-chan tampoco. Ambos habían atacado a matar.

    Qué vergüenza, se supone que eso era una práctica. Aunque, teniendo en cuenta a ese incompetente de Akire-sensei, que Nonomiya era un matón de primera, y el carácter agresivo de Kiyoshi-chan, era evidente que el resultado sería algo problemático y violento.

    Ahora entiendo porque ella se movía tan lento anoche.

    -Oh, no sabía que estabas aquí, Mirai-san –allí venia Yuuki. Y detrás de él, Amano cargando a esa loca de Takane-chan en brazos.

    Esperemos que esas admiradoras locas no los estén siguiendo. No estoy de humor para soportarlas.

    -Sí. Vine a ver qué tal esta Kiyoshi-chan. Deberías controlar un poco más a tu hermanita, Yuuki –la forma en que esa niña enloquece cuando intenta seducir a su propio hermano me enferma. Un par de hermanos no deberían tener esa clase de relación.

    Es tan asqueroso que no lo puedo creer. Me repugna muchísimo.

    -No es tan sencillo. Ella es una persona muy especial –Kiyoshi-chan se sonrojó ante estas palabras.

    Y ahí vamos de nuevo. Un solo comentario positivo de Yuuki, y ella ya se pone así.

    Siento. Un. Horrible. Asco. De. Sólo. Verla.

    -Sólo inténtalo un poco más. Ah, casi lo olvido, luego reúnete conmigo frente al dormitorio de chicas. Hay algo que tengo que comentarte –le dije, saludé a Amano, y abandoné el lugar.

    Era muy probable que Kiyoshi-chan no necesite decirle a su hermano sobre el traje. No estoy de humor para reprenderla más tiempo. Quiero comprobar primero mi teoría del ataque.

    Y sé quién puede ayudarme con eso.



    Sin embargo, apenas salí de la enfermería, me encontré con un enorme problema más.

    Que día tan agitado.

    -¡Lo hizo de nuevo! ¡Tienen que ver esto! –gritó alguien en el parque.

    Corrí lo más rápido que pude, pensando que tal vez el ataque ya había comenzado, pero me encontré con otra cosa. Alguien había puesto un enorme, y me refiero al tamaño de una ballena azul, conejo de peluche negro abrazando una parte del edificio.

    Me tranquilicé. Era sólo otra broma de mal gusto de Daimondai. Esa persona, quien fuera, era un genio que no paraba de hacer grandes bromas tontas a la gente de la Academia. Nadie sabía quién era.

    Muchos lo trataban como un héroe.

    A mí me parecía sólo un tonto queriendo llamar la atención.

    -Increíble –murmuró una voz a mi lado.

    Una chica de mi edad, cabello entre rubio y plateado, con una expresión amargada y grandes ojos verdes. La conozco. Su nombre es Yamanaka Aya.

    Su alias es Radio. Por lo menos, era más sencillo de recordar que el de Yuuki. Ella podía hacer lo que quisiera con equipos electrónicos de ondas, como las radios y los teléfonos. Desarmaba fácilmente todo aparato que se le ponía en frente, y era capaz de hacer cosas que no sabía que se podían hacer. Una cómplice muy útil y discreta. Y una buena amiga.

    Le había encargado una pequeña tarea, a cambio de que la nominara a secretaria en la BACUCE. Por alguna razón, ella quería serlo. No sé cuál sea, ni quiero entrometerme en su vida más de lo necesario, así que no pregunté más al respecto.

    -Yamanaka. ¿Cómo ha ido? –le pregunté. Se puso un dedo en los labios, y miró alrededor.

    -No aquí. Las cosas se han complicado. Ven a mi habitación. Ahora.

    No me gusto la manera en que susurró eso. Ni un poco.

    Continuará…


    Miembro 7: Apollo

    Alias: Master Piece.
    Nombre: Yuuki Kazami.
    Fecha de Nacimiento: 23 de Septiembre de 1997 (16 años).
    Origen: Despertado.
    Apariencia: Hombre, 169 cm de altura. Cabello despeinado negro cuervo, ojos rojo rubí. Guapo.
    Tipo de Sangre: A-.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: ¿Sonreír como idiota?
    Tipo de Entendimiento: Tipo Material. Manipulación de Centinelas.
    Clasificación: Genio (1/1 millón de humanos).
    Técnicas: Control de centinelas, multiplicación de centinelas, alteración de centinelas, enlace sensorial (vista y oído).
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 4 Noviembre 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  14.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos.

    "ayudarán"
    "intentó"
    "Sí"
    "tocó"
    "traté"

    Y me detengo aquí de buscar errores. Pero creo entiendes que palabras son las que mayormente le faltan tildes. Nada que volviendo a leerlo no arregle.

    Un capítulo bastante tranquilo sin mucho que pueda comentar. Me parece interesante la explicación de las cuatro técnicas que se enseñan a los estudiantes.

    A esperar el siguiente a ver qué averiguó Radio.
     
  15.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    6132
    Nosotros/Ellos: Dos organizaciones se disputan el nombre 'Nosotros', mientras llaman despectivamente 'Ellos' a la otra. Como ninguna de las dos se pone de acuerdo en cual es la que debe regir el mundo por el bien de la humanidad, se encuentran en una guerra de desgaste desde hace siglos. Entre ambas, se suman al 80% de los Grandes Maestros entre sus filas.

    Actualmente, el conflicto esta estancado. Un enfrentamiento en toda regla, incluyendo Grandes Maestros, podría causar consecuencias catastróficas al planeta, por lo que ambas evitan ese tipo de batallas. En general, el objetivo de ambas organizaciones es ir sacando ventaja poco a poco, preparándose para un futuro incierto.

    La Academia Jikû esta financiada y patrocinada por la Nosotros con sede en Europa, quienes tienen un dominio relativo del archipiélago japones. Por supuesto, sus rivales no pierden la oportunidad para actuar en el país, desde las sombras. Esta otra Nosotros tiene sede en Estados Unidos.

    Existen organizaciones menores, siendo la más destacada 'Los Extraños', como fueron apodados. No se sabe el objetivo real que persiguen, pero los mismos afirman que buscan reducir el impacto del conflicto entre las dos Nosotros, protegiendo a la humanidad. En el último siglo, los extraños han acumulado poder, contando con el 20% de los grandes Maestros restantes.

    Notas del Narrador: Típico, siglos peleando y lo único que logran es terminar con una guerra Fría. Parece que estas organizaciones son bastante incompetentes. ¿No se les ocurrió trabajar juntos, para variar?

    Notas del Narrador 2: Eso si ha ocurrido en la Historia, Tomonori-kun. Durante la segunda Guerra Mundial, ambas organizaciones se aliaron para combatir al enemigo de la humanidad. Y consiguieron la victoria frente a un miembro del TOP 10, no es para menos.

    Notas del Narrador 3: Otra vez están hablando de cosas que no han sido explicadas aún. Pero seguro que si yo trato de decir algo sobre los... (CENSURADO POR SPOILERS) ...Pasa eso. ¿Quién es el idiota que determina qué podemos decir o no?





    Capítulo 6: Objetivo Confirmado


    Es muy frustrante.

    Muchísimo, joder, no esperaba algo como esto.

    He cambiado totalmente de opinión respecto a mi compañero de habitación con su sonrisita estúpida. Aunque estuve pensando que su poder era inútil, me acaba de demostrar lo contrario.

    ¡Puede utilizar los cuatro entendimientos comunes con cada ficha por separado! ¿Comprenden lo que eso significa?

    Es como tener a varias personas en una sola. Ciertamente, puedes detener un golpe de gravedad con una barrera. Pero no puedes detener varios de ellos, todos desde diferentes direcciones, porque las barreras son planas. Y lo peor es que no importa cuántas fichas destruyas, siempre habrá más.

    Kazami-kun puede estar en hasta diez lugares a la vez sin problemas, estando él escondido en cualquier parte, siendo imposible averiguar dónde.

    Es una habilidad que no tiene debilidades.

    Y, por lo que he oído, Haruka-kun es el mayor experto en combate directo aquí en la Academia en estos momentos. Mencionaron algo sobre unos sempai que estaban de vacaciones, pero los chicos a los que les pregunté no quisieron hablar más del tema.

    Susurraban algo llamado Nameless, que me supongo será un alias, pero no dijeron más.

    En todo caso, Haruka-kun y Kazami-kun son unos genios.

    Y yo, por el contrario, soy el novato que no sabe hacer nada, ni siquiera lo más simple. Sé que me dijeron que se necesita tiempo para lograrlo, pero esto es un asunto de hace mucho.

    Aprender cosas por repetición es inútil para mí. Soy horrible cuando se trata de memorizar. No sé porque exactamente, pero siempre que intento repetir algo, no puedo. Olvido todo al instante. Esa es la razón por la que mis calificaciones en varias materias jamás han pasado de la media, y tengo que usar algunos trucos bajos para aprobar.

    Tal vez sea porque la repetición me irrita. No lo sé.

    La Academia Jikû se ve genial, es un lugar de lo más interesante. Pero en un instante, me di cuenta de que es también una locura. Los estudiantes van por ahí, entendiendo lo que se les da en gana, y nadie los supervisa generalmente. El viejo del dormitorio masculino vigila por las noches, pero poco más.

    Y estos profesores… Bueno, si el entrenador de anoche era un ejemplo de lo peor, pensé que los demás eran normales.

    Que iluso fui.



    Cuando entramos a la clase de ciencias, y me encontré con que la profesora estaba sepultada en una montaña de papeles, perdí las esperanzas.

    Para peor, esta mujer apenas podía llamarse tal, estaba casi seguro de que no tenía más de 21. Cuando la logramos sacar de allí, me di cuenta de que era muy bajita y torpe.

    Se tropezó y cayó encima de mí.

    Tenía unos pechos enormes, que me aplastaron los pulmones y me dejaron sin aliento. Se puso de pie demasiado despacio, disculpándose a gritos.

    Con eso, mi impresión de ella se vino abajo.

    Ese sería un buen ejemplo de que este lugar esta descontrolado. Los demás profesores no eran mejores. El de japonés era un enano octogenario que se la pasaba gritándonos. Y el de matemáticas tenía una rara sonrisa, especialmente al ver a Haruka-kun.

    Esos eran todos los que conocí hasta el momento, pero sospeché de inmediato que los demás eran aún peores. Y por lo que averigüe, no me equivoco.

    El único consuelo era Haruka-kun, un verdadero chico con estilo. Que agradable era poder tener a alguien que estuviera cuerdo cerca. Además de eso, su alias era genial, le decían Azuma no Ryuu.

    Me mantenía con los pies en la Tierra. Y parece que no le molesta que siempre consulte cualquiera de mis dudas con él. Una excelente persona. Lástima lo del grupo de acosadoras. Supongo que le daré una mano, si puedo.



    -¡Miren quién está aquí! –llamó una voz que yo reconocí.

    Mientras cavilaba en silencio, abstraído de la realidad, un grupo de chicos se habían aparecido a mi lado, y me cercaron con velocidad. Tenían todo el aspecto de matones de Secundaria.

    Quien los lideraba era ese chico del pelo pajoso, Nonomiya Jun. Su cara parecía haberse hecho únicamente para sonreír de manera perturbadora. Sostenía una piedra, arrojándola al aire como si fuera una pelota.

    Genial, yo solo y rodeado por bravucones que si sabían entender. Es demasiado pronto para tratar de tomarme la revancha contra él que planeaba anoche, dada la enorme diferencia de poder.

    Joder, que linda situación.

    -¿No es el novato del Grupo S? –murmuró uno de sus acólitos, un enano más bien feo y rechoncho.

    -Sí, es él –confirmó otro, que parecía un idiota con toda la cara pintada estilo camuflaje militar.

    -Pues era obvio quien era, genios –se quejó Nonomiya. El coro general se río, dándoles empujones a los dos metiches.

    Yo ya estaba evaluando como salir disimuladamente, pero tenía la sensación de que no me dejarían. Esos tornados que había hecho la noche anterior eran demencialmente peligrosos. Me harían trizas en unos segundos.

    Joder, espero que haya reglas sobre atacar a otros estudiantes en pleno patio.

    -¿Cómo está tu novia? –puso una sonrisa estúpida.

    No tengo novia, así que no se de qué me habla.

    Un momento, ¿se refiere a Kiyoshi?

    -No es mi novia –solté rápido.

    Soy un tremendo idiota, no debería hablar así con este chico peligroso. ¡Cualquier comentario fuera de lugar y acabare medio muerto!

    -Ah, cierto. Esta enloquecida con su hermano. Pff, que lastima de belleza. Si sabes lo que te conviene, es mejor estar del lado correcto, ¿me entiendes? –comprendí bastante bien, pero igualmente me lo aclaró-. Métete en mi banda. ¡Es muy divertido! Puedes hacer lo que se te da la gana en este lugar. Mientras no molestes a otros dioses, claro está. No hay que meterse en peleas donde no puedas ganar.

    Le hecho una mirada sombría a uno de sus matones, uno que tenía vendas en varias partes del cuerpo y un brazo en cabestrillo. Sospecho que se habrá entrometido donde no le llamaron, porque parecía avergonzado.

    -¿Dioses? –pregunté.

    Me hacía una idea de a qué se refería, pero quería ganar algo de tiempo para evaluar la situación. Era algo extraño ser amenazado por un chico menor que yo, pero en esta situación no hay mucho que considerar. No dejaba de mirar esa piedra que Nonomiya arrojaba hipnóticamente al aire.

    -Pues obvio. Nosotros somos dioses. El poder que tenemos sólo puede ser llamado así. ¿No te has dado cuenta lo mucho que estamos por encima de los humanos? Ellos son patéticos. Lo único bueno que han hecho es traernos al mundo. Somos elegidos, los que dominan esta Tierra. Harías bien en tenerlo siempre en mente –tal parece que no es un idiota. No tanto.

    Sin embargo, su tono no me agradaba nada.

    ¿Para qué quería en su banda a un inútil como yo? Probablemente sólo buscaba un espía, molestar a Mirai-sempai y los demás, o burlarse de mí. Tal vez las tres cosas a la vez. En todo caso, nada bueno. No necesitaba leer su cara para saber que esta era una jugada tonta y provocadora, posiblemente una venganza por lo de anoche.

    Él no metería en su banda a un chico de Preparatoria, siendo que todos los demás eran de Secundaria.

    -Lo siento, no estoy interesado… –me dispuse a marcharme, pero una ráfaga de viento me bloqueo el paso. Nonomiya tenía la mano levantada. Me daba mala espina.

    Parece que esperaba oír esa respuesta, y estaba listo para hacérmela pagar.

    En ese instante, se escuchó un grito.

    -¡Nonomiya! ¿Qué haces con mi kouhai?

    Mirai-sempai. Estaba acompañada de una chica baja con coletas. Miraba hacia acá como si fuéramos un problema que le molestaba bastante, más o menos igual que ayer cuando Kiyoshi casi me mata.

    -Lo necesito, así que lárgate.

    -¡No te hagas la importante, bruja del tiempo! Estoy discutiendo con él sobre su futuro. ¿No crees que sea mucho más importante que ir por ahí, inventándote cosas sobre una invasión? –ella no pareció impresionada. Más bien, era como si estuviera evaluando algo.

    -No tienes nada de qué hablar. Si nos atacaran a gran escala, lo único que podrías hacer es ser un imbécil muerto. Después de todo, también tienes esa gran debilidad de las barreras. Y tu trasero ya ha tenido bastante trabajo últimamente –este último comentario hizo que Nonomiya se pusiera rojo de ira.

    Le arrojo la piedra a Mirai-sempai inmediatamente, y debió de hacer algo para acelerarla, porque fue demasiado rápida para ser normal. No tuve tiempo ni para gritarle a la líder que tuviera cuidado.

    El guijarro se detuvo en el aire. Inmediatamente, se convirtió en polvo, y el viento se lo llevo. Hubo un sonido raro, y el molesto bravucón de Secundaria fue empujado un par de metros, acabando tirado en el suelo. Los chicos de su banda, sin intervenir, sólo se quedaron parados incapaces de reaccionar.

    Entendí ese último movimiento, era el Golpe de Gravedad Esencial. Sin embargo, no sé cómo hizo que la piedra se desintegrara, eso no fue una barrera. Si hubiera usado una, la piedra se hubiera desviado por el muro. Sin embargo, literalmente se pulverizo.

    -¡Ya me las pagaras! –le gritó Nonomiya, levantándose con rapidez-. Tú y todos en este lugar me lamerán las suelas de los zapatos. ¡Sólo espera al domingo! En dos días, veras que soy el más grande de los dioses.

    Se fue tan rápido como pudo, seguido de cerca por su banda. Me dirigió una última mirada oscura.

    No tengo que preguntar sobre su oferta anterior, es obvio que ahora quiere darme una paliza. ¡Maldito niñato insoportable! ¡Ese es el tipo de personas a las que no le deberían dar poderes!

    Por otro lado, recordé un par de cosas. Kazami-kun me había comentado, más temprano, que Mirai-sempai era famosa por tener un entendimiento raro. Y ese chico la había llamado ‘bruja del tiempo’.

    Se me ocurrió una teoría increíble, pero razonable.

    -Mirai-sempai… ¿Su poder es manipular el tiempo? –le pregunté.

    La chica a su lado asintió con la cabeza.

    Joder, eso es increíble. Me encantaría poder hacer eso. Convertir a la gente como Nonomiya en bebés… Sería muy divertido.

    Solté una risita.

    -No sé en qué estás pensando, Tsuruya, pero te advierto que el entendimiento no es para jugar. Ya has visto lo que pensaba ese idiota que lastimo a Kiyoshi-chan. No somos dioses en absoluto. Quienes piensan eso están totalmente perdidos respecto a la realidad, completamente metidos en su propio ego. Y el egoísmo no está permitido en el Grupo S, por cierto. Si quieres hacer algo malicioso, dímelo ya, para que te expulse –me reprendió la sempai, leyendo bien mi expresión.

    Tiene razón. Además, según lo que había leído en la guía para principiantes que me había escrito Haruka-kun amablemente, alterar un cuerpo humano es algo extremadamente difícil. Muy pocos eran capaces de manipular seres vivientes. Aunque Mirai-sempai intentara convertir a alguien en bebé, no lo lograría.

    -Mirai, tenemos que darnos prisa –señaló la chica a su lado.

    Parece de la misma edad que la líder. Tenía un color de pelo ridículo, entre rubio y plateado. Entre el azul de Mirai-sempai, y el tono verde de Haruka-kun, empecé a sospechar que mucha gente aquí tenía características estrafalarias, pero esto lo confirma.

    -Ese comentario fue muy sospechoso. Sin duda está involucrado –estaba muy nerviosa.

    ¿Involucrado? Si hablaban de Nonomiya, perfectamente me lo imaginaba robando cualquier cosa. ¿O estaba planeando alguna broma pesada de mal gusto?

    Entonces vi algo moviéndose detrás de las chicas. Una figura irreconocible.

    Joder, otra vez ella.

    La Niña Fantasma, apareciendo por tercera vez hoy, como para decírmelo claramente: “No te libraras de mi tan fácil”.

    Rea me hizo señas apresuradas. ¿Quería que fuera a alguna parte?

    -¿En serio? Entonces vamos. No me gusto para nada la forma en que lo dijo –Mirai-sempai y su amiga solamente se marcharon, no sin antes darme una clara mirada que decía “No es tu asunto”. Supongo que eso de que me necesitaban para algo era pura mentira.

    ¡Como si me interesara lo que hacían en secreto! Ahora mismo, intentaba ignorar a esa Niña Fantasma que me hacía frenéticos gestos.

    ¡Ah!, maldita sea, no hay manera. No deja de molestarme. Está dando saltitos delante mío, poniéndome nervioso.

    -Está bien, ya voy –le dije.

    Pareció alegrarse, y salió corriendo en dirección a… Bueno, no sé qué era exactamente. Todavía no estoy familiarizado con todos los edificios de este complejo tan grande. Y pensar que la gente normalmente ve un terreno baldío.

    Que increíble.

    La sigo lo más rápido que puedo. Nunca pensé que esta chica invisible podría ser tan rápida. Un momento, habría que considerar que tenía unos mil años, y que había viajado por todo el mundo otorgando el poder para entender. Tenía sentido que fuera muy veloz. ¿O si no como diablos creas entendedores en el otro lado del mapa?

    Se detuvo cerca de una ventana en la parte trasera de uno de los edificios. No había nadie alrededor. La zona parecía casi abandonada. Un cartel señalaba ‘Cobertizo’.

    Así que este enorme edificio era un cobertizo.

    Sí, claro, y yo soy un caballo.

    Ella me hizo una seña de silencio, y se quedó agachada, escuchando. Me senté a su lado, y pude oír unos susurros. Dos voces hablaban dentro del edificio, pero estaban demasiado lejos. No lograba entender ni una palabra. Al parecer, Rea notó esto, porque me cubrió la oreja con su mano, y de repente pude entender la conversación como si estuviera junto a ellos.

    -También me preocupa. Jun dice que todo se resolverá, pero no confió en esos tipos. Después de todo, son asesinos profesionales…

    Joder. Me acabo de meter en algo gordo.



    (Cambio de Narrador: Mirai)

    Entramos a la habitación de Yamanaka.

    Ella está en el grupo U, junto a su hermana menor y dos chicos de tercer año. En esta Academia, compartes habitación con tus compañeros de grupo, separados por géneros. Al menos, esa es la regla cuando es un Grupo pequeño. En el Grupo A, por ejemplo, esa regla sería muy contraproducente. No alcanzaría el espacio ni para asfixiarse.

    El lugar está completamente lleno de peluches. Esto era cosa de Ayano-chan, su hermanita. Tenía un pequeño problema.

    Bueno, en realidad, es uno grande.

    -¿Ya volviste, Onee-chan? –una niña de 12 años nos dio una mirada, e inmediatamente se ocultó tras una pared.

    Tan tímida como siempre. Todas las decoraciones eran suyas. Le encantaba vivir entre todos estos colores, y Yamanaka no ponía ninguna objeción. Sin importar cuánto le dijera que tenía que sacarla, no había logrado que Ayano-chan pisara el exterior de esta habitación en dos años.

    Era una tremenda Hikikomori.

    -Mirai-san. No sabía que venias –dejó de esconderse apenas me reconoció, pero no se acercó. La puerta aún estaba abierta.

    La cerré rápidamente. El exterior le daba terror.

    -Ayano-chan. Eres demasiado retraída. Tendrías que salir alguna vez. Allá afuera hay todo un mundo para conocer –pude notar claramente como tembló, y sólo ante la idea de salir. Sinceramente, no quiero recordar lo que ocurrió cuando nos presentamos. Su hermana mayor tuvo que sacarla a rastras del baño, y tenerla sujeta mientras yo observaba todo.

    Que horrible escena acabo de recordar. Sólo ignórenla.

    -Ya intenté de todo. Es inútil, no saldrá jamás –dijo Yamanaka, suspirando de resignación.

    Ayano-chan se entristeció. Yo sabía que ella no quería ser así, y traer tantos problemas a su hermana mayor. Tenía algún horrendo trauma con respecto a eso, pero nunca fui capaz de preguntarle a Yamanaka qué diablos había sucedido.

    Hay cosas que es mejor dejar enterradas.

    -Lo siento –se disculpó, bajando la mirada.

    Sus ojos eran verdes también. Su melena amarillenta estaba muy desordenada, nunca la peinaba, o al menos jamás la vi hacerlo. Tenía la piel tan pálida que parecía un zombie. Era mucho más pequeña que Yamanaka, así que imagínense su diminuto tamaño.

    Su apariencia, en general, se ve más enfermiza que la de Shiro. Y no sólo es como se ve, también como se debe de sentir. No puede continuar así. Terminará como un cascaron vacío sin alma. Pero no encuentro manera de hacer nada. Si ni siquiera su hermana mayor puede ayudarla, no se me ocurre ninguna solución factible.

    -No importa. Necesitamos que insonorices la habitación de adentro para afuera –ordenó Radio.

    Ayano-chan tenía un entendimiento excelente de esta habitación, después de pasar dos años de manera ininterrumpida. Dio una palmada, y las paredes destellaron un instante. Lo hacía ver muy fácil, pero en realidad se trata de toda una hazaña.

    -Pon el té para cuatro. Y trae la grabadora de esta mañana.

    -¡Eso me asusto! –replicó inmediatamente. Le temblaban los parpados-. ¡Tengo miedo, Onee-chan! Lo que decían esas personas era horrible. No quiero morir…

    Le cayeron un par de lágrimas. Era muy fácil hacer llorar a Ayano-chan. Rápidamente, saqué un pañuelo de mi bolsillo y las sequé, con sumo cuidado. Esta niña era de porcelana, tanto física como emocionalmente.

    Cada vez me preocupaba más lo que sucedería el fin de semana.

    -Nadie va a morir –le prometí. No estaba alardeando, realmente espero que todos sobrevivamos. Voy a poner cada gramo de mi esfuerzo en conseguir eso-. Si alguien morirá, serán ellos.

    Mi declaración pareció tranquilizarla un poco. Pero sólo un poco.

    -En realidad, no sé si podrás cumplir eso, Mirai.

    Radio abrió la ventana, la que daba a unos setos de la parte trasera. Un rayo de sol invadió la estancia. Ayano-chan se apartó rápidamente, y se escondió en las sombras. El sol le daba mucho miedo también.

    -Las cosas pueden ser muy adversas. Nuestros enemigos no tendrán piedad. Ellos nunca han conocido la misericordia –murmuró, con desprecio.

    Tampoco sé porque odia tanto a Ellos, pero probablemente está relacionado con lo que dejó a Ayano encerrada en un lugar tan pequeño.

    A través de la ventana abierta ingresó una persona. Con una hábil combinación de un entendimiento para pegar una ficha en las suelas de sus zapatos, y otra para levitarlas, Yuuki se paró en el alfeizar y saludo a Yamanaka.

    Al ver esto, Ayano-chan soltó un gritito y se escondió en el baño.

    -No hay necesidad de tener tanto miedo, Yamanaka-san. Soy yo, Yuuki Kazami –murmuró él, siendo lo más cauteloso y amable que podía.

    La pequeña se asomó para revisar que realmente fuera la persona que conocía antes de relajarse, pero no perdió su aire nervioso.

    La última vez que Ayano-chan vio a este chico fue hace meses, pero considerando su buena memoria, tan sólo se asustó por el método brusco que uso para ingresar. Por algo lo llamaban genio. No cualquiera puede volar. Si no hubiéramos usado este truco, no hubiera podido asistir a esta reunión.

    Entrar al dormitorio de chicas estaba prohibido para los varones. La guarda era una veterana que había perdido un ojo hace algunos años, y por supuesto, era muy estricta. Si llegaba a ver a Yuuki, se pondría hecha una furia, y demostraría porque la llamaban Gyakusatsu Oni.

    -Ya que estamos todos, vengan –llamó Yamanaka.

    Todos nos sentamos alrededor de la mesilla. Ayano-chan le trajo nerviosamente una grabadora pequeña. No importaba el tamaño, con Radio cualquier cosa podía tener un rendimiento imposible. Ella era así de hábil.

    -Esto lo grabe en la mañana. Ellos están usando algún técnico en las compañías telefónicas, que pasa estas llamadas encriptadas. No pude eliminar el distorsionador de voz, ni rastrear las señales. Y tiene algunos cortes. Es todo lo que pude conseguir –oprimió el botón y la cinta comenzó a reproducirse.

    -…Sin problemas. Kaminari estará lejos de la ciudad este fin de semana. Conseguí también los horarios de los demás profesores. En un espacio de tres horas, la seguridad tendrá su punto más débil. Los peores problemas serán… –hubo un corte de un minuto, aproximadamente. La interferencia era muy fuerte, se oía mucha estática- …En verdad, así que también queda descartado. Y al final esta Danger, pero a él ya lo conoces.

    -Si –esta nueva voz era casi indistinguible de la anterior, el tono del distorsionador era idéntico, pero se podía notar que era otra persona por la forma en que hablaba. Pronunciaba algunas palabras de manera muy distinta, como si no fuera de la región de Kanto-. De Danger y sus ilusiones me puedo encargar. Será muy regocijante encontrarme con él después de lo que paso en Hokkaido. Se lo haré pagar con mucho dolor…

    Hubo otra interrupción.

    -¿Hokkaido? ¡Danger enfrentó a Hanshakaiteki en Hokkaido! ¡Ese sujeto es tremendamente peligroso! –recordé.

    Hanshakaiteki era un experto en entendimiento de locura. Sus víctimas acababan, en el peor de los casos, con muerte cerebral debido a las terribles cosas que les hacía. Pocos lograron mantener la cordura, y uno de ellos fue Danger.

    Sin embargo, se supone que eso ocurrió hace mucho tiempo, incluso antes de que yo naciera. ¿Le guardara algún rencor? No sé mucho más sobre lo que paso en esos tiempos.

    Si ese hombre era quien había planeado esta invasión, podíamos esperarnos un plan especialmente retorcido y maléfico.

    Yamanaka me hizo una seña de silencio. La grabación continuaba.

    -…Masacrar sin ninguna piedad. Dos años es mucho tiempo de espera, pero va a valer la pena cuando cobre mi venganza –continuaba el supuesto Hanshakaiteki, soltando un monologo-. El equipo está organizado y preparado, con instrucciones de capturar a todos los que puedan servirnos. El resto…

    Hubo una nueva interrupción, de aproximadamente un minuto. Sólo se escucharon algunas palabras entrecortadas como ‘Sepultaremos’, ‘Estratega’, ‘Recursos’, etc. Cuando las voces se hicieron comprensibles de nuevo, volvía a hablar la primera persona.

    -…Apoyo extra. No son para tanto, pero no se esperan que haya un asalto interno. Con excepción de esa chica, por supuesto. No sabe quién soy, pero está bastante segura de que estoy en algún lado. No es para nada tonta. Podría representar el peor de los problemas.

    -Te estás refiriendo a Kirisaki Ruri, ¿verdad? –dijo la segunda persona-. Tengo órdenes de más arriba, Uragirimono. La quieren con vida. El entendimiento del tiempo vale oro. Yo me encargare de su cerebro en cuanto haya acabado con ese maldito de Danger.

    Me dieron escalofríos.

    Se suponía que era posible alterar los recuerdos y las emociones con el entendimiento. Si Hanshakaiteki era capaz de hacerlo, podría perfectamente hacerme creer que estaba en su bando, o algo peor.

    Pero algo como eso no debería ser fácil. No le dejaría, bajo ningún concepto, convertirme en un arma sin cerebro.

    Prefiero suicidarme.

    -Muy bien. Ah, ya que estamos en eso, recuerda pasarles la foto a todos tus subordinados. Nadie debe hacer daño a esa joven, bajo ningún concepto. La capturaran con la mayor delicadeza posible. Será sencillo, es muy cercana a Kirisaki. Está en su mismo Grupo. Las capturaremos a las dos juntas –¿de qué está hablando el tal Uragirimono? La única chica en mi Grupo aparte de mí misma es Kiyoshi-chan.

    ¿La querían a ella también? Eso no tenía sentido. Su entendimiento no era raro, y pese a ser muy mortífero, tenía graves fallas. ¿Por qué la primera persona había ordenado que la capturaran sin daño? Algo se nos estaba escapando.

    Odio cuando eso pasa.

    Yuuki no había cambiado su expresión ni un ápice. Seguía sonriendo de esa manera tan espeluznante como siempre. Pero casi parecía que se hubiera endurecido. Yo también hubiera reaccionado así si estuvieran hablando de mi hermana menor de esa manera.

    Si tuviera una, claro está. Lo único que tengo son puros hermanos mayores. Y son cada uno más odioso que el otro.

    -Ya lo he hecho. Con respecto a ese apoyo extra, ¿son confiables? No quiero tener problemas imprevistos si el grupo que reuniste es demasiado débil –respondió Hanshakaiteki.

    -No son fuertes. Diles a tus subordinados que no confíen en ellos ciegamente. Pero podrán encargarse de la masa general, a excepción de los profesores y los alumnos más destacados –el espía era ciertamente inteligente. Así que tenía un equipo dentro. Más traidores, lo que nos faltaba-. Si hace falta, pueden servir como escudos.

    -Buen trabajo. Sin duda recibirás un ascenso. Y si todo sale bien, tendrás más de una recompensa. No diré nada al respecto, las niñas no son mi tipo, pero algún día será una bella mujer. Buena elección… –aquí se cortó de nuevo.

    Yamanaka apagó la cinta, lo que daba a entender que no había más que esto.

    Considerando que la puse a interceptar todas las llamadas de la Academia, bajo riesgo de ser descubierta por el espía o los profesores, nos logró traer un material muy bueno. No sólo confirmó mi teoría, incluso recibimos detalles muy específicos que serán útiles.

    -Creo que están pensando lo mismo que yo. Este Uragirimono ha hecho un excelente trabajo. En cualquier momento, seremos atacados desde dos frentes. No me gustan las opciones –ella dio un sorbo a su té, sin levantar la vista-. Sospecho que será este domingo, si las palabras de Nonomiya Jun son ciertas. Él tal vez sea el espía, o está en el equipo que ha reunido.

    -La segunda opción. No es tan listo para diseñar todo este plan. Y si lo fuera en secreto, no lo habría revelado tan estúpidamente hace un rato –repliqué-. Ellos están planeando atacar la Academia, robar la información clasificada, secuestrar a los estudiantes útiles, eliminar a los inútiles, y reducir la cantidad de futuros activos en Nosotros. Nonomiya no podría hacer todo este complicado plan, lo quiera o no. El espía es alguien más. Alguien de verdad inteligente. Y su colaborador es Hanshakaiteki, un asesino experimentado y despiadado. Tenemos que hacer un plan.

    -Será difícil. Kaminari-sensei no nos escuchará, irá a esa reunión que tiene el fin de semana. Akire-sensei no va a retrasar su descanso, considerando que se irá de la ciudad. Tal como dijo el espía, es el momento más vulnerable en muchos meses –concluyó Yuuki.

    Decir que el director va a una ‘reunión’ es realmente adornarlo demasiado. Iba a una cita con su secretaria. Y un par de cosas más mundanas, pero no venían a cuento en este momento. No hay razón para preocuparnos por la situación amorosa de ese tipo.

    -No podré hacer mucho para ayudar. Soy pésima en combate directo. Y debo proteger a Ayano, además –se justificó Yamanaka.

    Era muy cierto. No había manera de sacar a Ayano-chan de la habitación, con o sin asesinos aproximándose. Tendríamos que detenerlos de alguna manera.

    -Puedo convencer a los líderes de los Grupos A, B, D, F, I, K, M, U, W, y Z. Además, hay varios alumnos relacionados a la BACUCE que definitivamente elegirán pelear. Y después están los estudiantes que permanecen internados todo el año, como Yuuki y Shiro. Entre todos esos, creo que puedo reunir a unos doscientos miembros fácilmente, en su mayoría de Preparatoria –propuse.

    -Y si se lo pido, Akagiri-sensei nos ayudará –aseguró Yuuki. Ese sujeto era gay, y por más que fuera el maestro de matemáticas, sus alumnos le parecían muy lindos-. Shinjinfuka-sensei no dejara a ningún herido a su suerte, y es muy seguro que Kazekami-sensei desee pelear.

    -¿Qué hay de Jakuten-sensei? –preguntó Yamanaka.

    -Podemos convencerla… Espero. Sería un gran aporte. Lo importante ahora es prepararnos, hacer una estrategia, y no dejar que Nonomiya u otros traidores se enteren de esto. Yamanaka, será mejor que guarden esa grabación bajo siete llaves. Si se enteran de esto, irán primero a por nosotros –aconsejé.

    Estaba comenzando a pensar en algo. Si pudiéramos poner a Haruka-kun y Yuuki peleando hombro con hombro, nadie los detendría.

    El primero tenía una excelente habilidad en combate, y el segundo era el mejor explorador y desarma trampas. Mientras que no tuvieran que pelear con Hanshakaiteki, estarían perfectos.

    Con eso podríamos tomar ventaja.



    (Cambio de Narrador: Tomonori)

    Me quedé helado. No en el mismo sentido que esta Niña Fantasma, que su piel es como hielo, me refiero a que me sorprendí tanto que me paralicé.

    Reconocí las voces, que las oí hace muy poco. Eran los dos matones de Nonomiya de los que se había burlado antes. El que había dicho lo de los asesinos era el enano feo. Y el raro de la cara pintada le respondió.

    -¡Ya sé que son asesinos! Pero recuerda, están de nuestro lado. Lo único que tenemos que hacer es desactivar las defensas para que puedan entrar. Ahí entro yo, por algo soy el increíble Koumeisai

    -Tu entendimiento sólo sirve para anular ilusiones, es patético. Mientras no te enfrentes a alguien que las use, no puedes lograr nada. Y no estás al nivel de Danger, apenas puedes anular un pequeño espacio…

    -¿¡Y cómo van a entrar si no les ayudo!? –gritó ensordecedoramente el del camuflaje militar-. Si te metes directo a la ilusión, quedas atrapado en un laberinto de cosas extrañas que es tremendamente difícil de soportar. Te vuelves loco poco a poco, y tu cuerpo en el mundo real es vulnerable. Es una técnica insuperable. Aún no sé cómo fue que Danger no resultó ser un Gran Maestro.

    -Pues porque alguien la superó. Su pelea con Hanshakaiteki fue un empate, así que no le dieron el título a ninguno de los dos. Ya sabes, la batalla por ser Gran Maestro no es justa. El que gana es el elegido, sin importar que trucos haya usado. En cierto sentido, el título no se da por ser un gran entendedor, sino por ser muy fuerte peleando –replicó el feo.

    En ese momento, se escucharon unos pasos.

    -¡¿De qué están hablando, idiotas?! ¿Qué haremos si alguien los escucha y se entera de todo? –Nonomiya Jun. Al parecer, los dos tontos de su banda no lo esperaban, porque pude oír como ahogaban unos gritos y farfullaban excusas-. ¡Ya cállense! No sabemos quién puede estar oyendo.

    Sus pasos se hacían más fuertes. Me di cuenta de que venía hacia acá, a mirar por la ventana. Miré alrededor, pero no había donde esconderse. Estaba atrapado. Ellos hablaban de algo sobre un invasor, y yo no podría explicar que hacía aquí.

    Me dio un escalofrío al pensar en lo que me harían. Tengo que pensar en algo, ¡pero ya!

    Al parecer, Rea era más rápida que yo. Inmediatamente, me abrazó, helándome con su temperatura corporal. ¿De qué va a servir esto?

    Vi a Nonomiya asomarse por la ventana, la cual no estaba cerrada. Me miraba directamente a los ojos.

    Hice una sonrisa tonta, como queriendo decirle que no había escuchado nada.

    Y sólo miró alrededor, y metió de nuevo su cabeza.

    -Tienen suerte. No hay nadie. Bien, ¿estaban dudando de mis contactos?

    No entendí nada.

    Entonces pude notar que mi compañera se reía. Me miré las manos. No podía verlas.

    ¡Joder, soy invisible! Ella debió de hacerlo.

    Le sonreí, articulando la palabra “Gracias”.

    Me asomé por la ventana, para descubrir que toda la banda estaba ahora reunida, con Nonomiya en el centro. Quería acercarme más, pero la Niña Fantasma me detuvo, negando con la cabeza. Parece que considera demasiado riesgoso acercarse más.

    -No es que dudemos, Jun. Es que… Nos ponemos nerviosos. Son asesinos, después de todo –dijo el enano.

    -¿Y qué? Cuando termine todo esto, nosotros también lo seremos. Vamos, no sean quejicas, estamos en guerra. El que sobrevive gana. ¡Y nosotros sobreviviremos! –hizo un ademán de triunfo. Sus compañeros no parecían muy entusiasmados, pero respondieron como les salió.

    Yo empecé a tomar nota mental de lo que pudiera.

    -Entonces conoceremos a Hanshakaiteki. ¡Ya quiero verlo! Dicen que está loco de remate –dijo uno, intentando levantar el ambiente.

    -Según Uragirimono, no esta tan loco. Es sólo que se emociona un poco en combate. Pues lo verán de las dos formas, si sobreviven. Así que ya saben: Estén preparados. La prioridad es bloquear el camino al ala científica. Dado que los edificios principales están reforzados por el anterior director, el Gran Maestro Bouhatei, son indestructibles –hubo murmullos de asentimiento. ¿Un Gran Maestro fue director? ¿Quién lo cambió por el torpe imbécil que tenemos ahora?-. La única forma de entrar o salir del recinto donde se guarda la información es a través de la puerta principal. Nuestro objetivo es dominar esa zona, y darles tiempo a nuestros colaboradores de conseguir la información. Luego, dejar inconscientes a las chicas del Grupo S. Y no usen violencia innecesaria, las quieren vivas.

    Las chicas del grupo S… ¡Mirai-sempai y Kiyoshi! ¿Por qué ellas dos?

    -¿Podemos aprovechar cuando estén desmayadas? –preguntó Koumeisai.

    Pervertido. Violador. Hijo de puta. Bastardo miserable. Enfermo de mierda.

    Tengo más, pero creo que entienden mi punto.

    Jun negó con la cabeza.

    -Pregúntaselo a Hanshakaiteki sobre la bruja del tiempo, pero a la loquilla de las navajas la quiere Uragirimono intacta. Dijo que, si le encuentra una sola marca, nos convertirá en barbacoa –¡mira quién lo dice! Tú lastimaste bastante a Kiyoshi ayer.

    Si este sujeto que se hacía llamar así la quería intacta… ¿Será que es un lolicon embobado? Hay otras chicas lindas en la Academia, las vi por todos lados, aunque ninguna se acercaba a esa loli Yandere. ¿Por qué tan especifico?

    -Tomoki y Yuu, ustedes ayudarán a Hanshakaiteki con Danger. El resto, me seguirán a mí. El sábado a las cinco de la tarde nos reuniremos de nuevo, ¿ha quedado claro? –todos asintieron.

    Yo estoy preocupándome. Tengo que decirle a alguien de todo esto. ¿El director? No. ¿Algún maestro? Menos. ¡Nadie va a creerme! ¿Quién queda?

    Miré a Rea, que supo lo que quería preguntar antes de que lo hiciera, y me hizo una seña obvia. El gesto de un cabello cortó.

    Si, lo mejor sería decirle a Mirai-sempai. Tal vez ella sepa que hacer.

    Y si no, joder, estoy en un enorme problema. ¿Es que allá arriba me tiran toda la basura a mí, o es sólo mi imaginación? ¡Diosa mía, tírame un cable o algo!

    Continuará…


    Miembro 2: Hera

    Alias: Mirai.
    Nombre: Kirisaki Ruri.
    Fecha de Nacimiento: 5 de Mayo de 1995 (18 años).
    Origen: Despertada.
    Apariencia: Mujer, 172 cm de altura. Cabello corto azul oscuro, ojos blanco grisáceo. Bella, en forma.
    Tipo de Sangre: AB+.
    Ocupación: Estudiante. Líder del Grupo S. Miembro de BACUCE (Brigada de Alumnos para Controlar el Uso Clandestino del Entendimiento).
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: ¿Mostrar el escote y las bragas?
    Tipo de Entendimiento: Tipo Material Raro. Manipulación del Tiempo (objetos).
    Clasificación: Genio Raro (1/50 millones de humanos).
    Técnicas: Campo de manipulación temporal (objetos), Golpe de Gravedad Esencial.
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 22 Mayo 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  16.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Con profesores así, me pregunto cómo ha sobrevivido este Nosotros durante tanto tiempo sin sucumbir al caos.

    Si lo pueden expulsar para qué lo secuestran y hacen tanto papeleo en primer lugar.

    ¿Esto no le quita la capacidad de insonoridad a la habitación? Quizás las paredes estén tan insonoras como estudio de grabación, pero cualquiera al otro lado de la ventana o algún entendimiento de escucha distante se enterarán de todo. Entiendo que fue para que Yuuki ingresara, pero no me parece haber leido que cerrara la ventana. Y si hace insonoro el espacio y no las paredes, nadie adentro debería poder escuchar nada. Puede que no entienda lo que el entendimiento hizo realmente.

    "irá"

    "superó"
    "título" Este sería la segunda vez que pones la palabra. La primera si está acentuado.

    Me parece que "idiotas" debería estar dentro de la interrigación. O, ir en mayúscula la i si no es parte de la oración.
    ¡¿De qué están hablando, idiotas?!
    ¡¿De qué están hablando? Idiotas!

    "cambió"
    Me pregunto lo mismo.

    Buena pregunta. ¿Acado hay alguien del profesorado o administración cuidando realmente ese instituto?
    Me pregunto como no se ha convertido en una tierra sin ley ese lugar.

    "Continuará"

    Este capítulo tuvo mucho más contenido y presenta una amenaza directa para toda la Academia Jiku. Aunque claro, si los invasores pasan la ilusión de Danger ya entraron y no veo mucho futuro a la supervivencia de los estudiantes, a menos que los invasores sea un grupo muy pequeño, inexperto o estudiantes de otra academia.
     
  17.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    En realidad, como el entendimiento no trabaja de manera física, si no conceptual, no está sujeto a leyes físicas. Abrir la ventana no cambia nada en absoluto. Eh... Y se me olvido poner que la cierran, xD. Sorry.
     
    Última edición: 22 Mayo 2022
    • Gracioso Gracioso x 1
  18.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    4984
    Gran Maestro: Entendedor destacado por su organización debido a servicios militares prestados en el frente. El reconocimiento sólo se le da al más destacado soldado, que no sea derrotado por ningún otro candidato, y que contribuye a una victoria táctica. Es el máximo honor para un entendedor, brindando fama y gloria eternas, además de acceso especial a las cúpulas de mando mas importantes de la organización correspondiente.

    Cada pocos años, luego de una batalla particularmente encarnizada, es nombrado un Gran Maestro en el bando ganador. Se le otorga una placa de piedra indestructible, como reconocimiento a sus logros. Los Grandes Maestros son respetados y temidos en todo el mundo, tanto por su poder como por su influencia.

    Notas del Narrador: A ver si entiendo... ¿No parece esta la clásica agrupación de enemigos que aparecen en un manga Shounen? Ósea, ya saben, como los Espada, Akatsuki, o Shichibukai. Seguro que nos vamos a topar con ellos algún día. Es más, estoy seguro de que si esto fuera una obra de ficción, el autor ni ha pensado en cómo serán esos supuestos entendedores de élite, y se los inventa sobre la marcha...

    Notas del Narrador 2: Tsuruya, claramente tienes problemas para entender la diferencia entre realidad y ficción. Y te equivocas por completo. Todo el mundo conoce sus alias y apodos, y también se saben los nombres, poderes, y personalidades de varios de ellos. Mira, aquí están sus alias:


    Abismo
    Arsenal
    Death´s Game
    Digital Phantom
    Fēngkuáng de Yīshēng
    Heaven
    Kaminari
    Kurokami
    Mtume wa Roho
    Skynet
    Stalin
    Stoßwelle
    Tóudàn Shǒu
    Vishnu
    Yadernyy Soldat

    Notas del Narrador 3: No me jodas... ¿En serio?





    Capítulo 7: Confesión


    ¿Alguna vez han tenido la sensación de que las cosas pasan sin explicación alguna? ¿Y qué, de repente, te encuentras metido en algo que pensabas que era lo opuesto? Ya sabes, esa sensación loca cuando sucede un resultado completamente equivocado.

    Así me sentí yo luego de decirle a Mirai-sempai que nos iban a invadir. No le sorprendió la noticia, si no que yo la supiera. ¡Y comenzó a interrogarme como si fuera el criminal!

    -¿Qué sabes al respecto? –me preguntó. Casi parecía que me estuviera apuntando con una linterna, al estilo de los policiales viejos.

    ¿Que espera que le responda? ¡No va a creerme!

    Da igual, se lo tendré que contar.

    No tuve más remedio que explicarle todo lo que había pasado desde que me crucé con ella al mediodía, incluyendo como llegué a ese ‘Cobertizo’.

    Puso mala cara cuando terminé.

    -¿¡Has visto a Rea más de una vez!? ¿Te crees que soy estúpida?

    -¡Es la verdad! –farfullé.

    Kazami-kun observaba todo. Y también esa chica extraña, Aya-sempai. Su hermanita había salido a esconderse apenas este maniático de las fichas me hizo subir volando y me metió por la ventana.

    Fue... Extraño. Y aterrador. Ni siquiera me lo explicó. Apenas me lo encontré por aquí, y le dije que había algo muy importante que necesitaba decirle a Mirai-sempai, él mencionó que justo venia de allí y me podía hacer llegar. De repente, yo estaba en el aire, incapaz de controlar mi cuerpo, y siendo metido a la fuerza por la ventana.

    ¡Fue realmente aterrador! ¡Y emocionante! ¡Pero sobre todo aterrador!

    La entiendo, esta gente es aterradora. Y la habitación es todavía peor, demasiado adornada, me estoy asfixiando. ¿Soy el único al que le afecta a decoración excesivamente linda? ¡No hay lugar donde mirar! ¡Todo es demasiado abrumador! ¡Me va a dar un ataque al corazón, o como mínimo diabetes!

    -¿En serio? En ese caso, ¿dónde está ella ahora? –señalé junto a Ayano, espiando desde la esquina.

    La niña dio un respingo, y saltó hacia atrás. La fantasma invisible estaba allí, observando el cabello amarillento de ella hasta hace un segundo. Me lanzó una mirada de lo que parecía ser un reproche por asustar a Ayano.

    ¿Ahora tengo la culpa de que sea una Hikikomori?

    -No veo nada –objetó Kazami-kun, con una sonrisita que se veía tres veces más molesta de lo habitual.

    ¿Te puedes callar, joder? Sólo lo estas complicando más todavía. ¡Además, tú ya lo sabes, deja de fingir que no!

    La líder del Grupo S se puso de pie, y con las manos tras su espalda.

    -Si realmente está detrás de mí… ¿Cuántos dedos tengo extendidos?

    Rea alzo una ceja, o eso creo. Al parecer, se le hacía gracioso la prueba que nos estaba imponiendo Mirai-sempai. Soltó una risa alegre, y levantó sus dedos. No me pregunten cómo pude verlos si ella es transparente, no sé cómo lo hice, pero pude notar sus señas.

    -Siete. Uno. Dos. Nueve –dije. Al parecer, incluye ambas manos. Mirai-sempai abrió mucho los ojos, y empezó a cambiar con más velocidad-. Dos. Cuatro. Ocho. Siete. Cuatro. Cinco. Cinco de nuevo. Dos. Uno. Nueve. Seis. ¿Un círculo?

    -Es un cero –objetó ella. Parecía muy sorprendida-. ¿Desde cuándo tienes capacidades extrasensoriales?

    -Que yo sepa, no las tengo.

    -¡Pero es ridículo! ¡Cientos de personas buscan a Rea hasta la muerte, sin lograr nada, y tú la ves a cada momento! No es para nada justo, ni tiene sentido –¿cree que no lo sé? No soy tan idiota, me doy cuenta de que esto es muy extraño.

    -No la veo exactamente. Ella es como… Transparente. Ni siquiera sé su color de piel –mis ojos saltaron a ella instintivamente, como si pudiera verla mejor que antes.

    Pero no, para nada, seguía igual. Aunque noté que estaba arrepentida de algo, probablemente de las muertes en vano de toda esa gente. Iba a decírselo a Mirai-sempai, pero la niña pareció adivinar lo que haría y negó enérgicamente con la cabeza.

    Es cierto, tenemos otros problemas de los que ocuparnos.

    -Rea-san es muy hermosa –la elogió Ayano.

    La aludida soltó una risita, y trató de acariciar el cabello largo de la niña rubia. Su mano traspaso el cuerpo de la chica sin esfuerzo.

    Ok, eso es aterrador.

    Ayano no mostró ninguna reacción, al parecer no se dio cuenta.

    ¡Esperen un momento! ¿Cómo es que a mí si puede tocarme? Hasta me ha abrazado.

    Joder, no les puedo decir esto, sin duda alguna. Causaría muchos problemas, y ya estoy hasta el tope de ellos.

    -En caso de que estés muy distraído con tu amiga invisible, tenemos una invasión en curso que tenemos que parar –me riñó esta chica de pelo azul. ¿De que esta tan enojada siempre?-. ¿No mencionaron quién era Uragirimono?

    -No. Nonomiya dijo que quería a Kiyoshi intacta, pero no dijo por qué. No parecía importarle que sus matones hicieran lo que quisieran contigo, pero no toleró nada contra ella –por respeto a Ayano, que es una niña; y a Kazami-kun, que debe de estar un poco sensible con todo esto de su hermanita; evite ser demasiado específico sobre que querían hacerles-. ¡Ah, y dijo que los haría barbacoa! Me pareció raro. ¿Uragirimono tendrá un entendimiento de fuego? Debe de ser alguien muy fuerte si hasta asusta a Nonomiya.

    Ante mi suposición, Mirai-sempai se echó a reír. ¿Qué se supone que es tan gracioso?

    -Te has equivocado en algo, Tsuruya. Nonomiya no es fuerte, aunque su ridículo alias sea Choukyouryoku. Él tiene una debilidad clave: No puede atravesar barreras. Como casi todos los estudiantes pueden hacerlas, no atravesarlas sin importar que tan fuerte sea tu entendimiento te hace muy difícil atacar. En una batalla entre gente que puede entender, esté es un error gravísimo –me explicó.

    -¿Y Kiyoshi? –pregunté, aunque empecé a deducir el sistema.

    -Ella también tiene esa debilidad, pero es todavía peor, ya que su entendimiento es puramente directo. Nonomiya puede atacar desde otros ángulos que la barrera no cubre. Además, Kiyoshi-chan no puede hacer barreras. Por eso perdió. Sin embargo, en una situación de combate real, la mayoría de los estudiantes de Preparatoria podrían derrotar a ese abusador sin problemas.

    -Entiendo –murmuré. Al menos, Mirai-sempai era un poco sincera, y considerada. Siempre dijo que la mayoría. Yo, efectivamente, no podía derrotar a ese maldito, aunque lo intentara-. Pero, si el entendimiento de Kiyoshi es un ataque directo… ¿Qué se supone que es? Lo único que he visto es que agita los cuchillos, y de repente lo que tiene en frente acaba en lonchas.

    -Hojas de acero gigantes. Lo que Kiyoshi-chan hace es aumentar el tamaño de las navajas, convirtiéndolas en espadas largas por una fracción de segundo. Lo hace y deshace tan velozmente que no se las puede ver a simple vista. Sin embargo, por más mortífera que sea esta técnica, no puede competir contra el control del viento de Nonomiya Jun –explicó nuevamente.

    Oh, por fin entendía. Cuando ella me atacó, tuve una extrema suerte de sobrevivir.

    Tal parece que allí arriba no me odian tanto. ¡Gracias, diosa mía!

    -Y, además, el entendimiento de Nonomiya-san es sólo una copia muy debilitada del de Kazekami-sensei, así que ya todo el mundo conoce su repertorio de ataques –aportó Kazami-kun. ¿Llamaba a Nonomiya con el honorífico -san, incluso después de lo que le hizo a su propia hermana? Este chico es súper tolerante-. No lo conoces, pero es el profesor de Morales. Es un veterano de la guerra, y probablemente ayude si le damos buenas razones. Le agrada pelear. Por eso se lleva bien con Nonomiya-san, aunque luego se pelearon por ese incidente de los pantalones.

    -¿Qué incidente? –pregunté, curioso.

    Aya-sempai, la chica que había interceptado esa llamada tan espeluznante, empezó a reír descontroladamente. No había dicho nada mientras teníamos nuestra charla de Grupo, y por su actitud general y rasgos faciales, parecía que era bastante retraída. Esta forma de reírse fue tan repentina, y tan opuesta a su naturaleza tranquila y calmada, que me sorprendí un poco.

    Puse mi habitual cara de sorprendido que espera que le expliquen algo que no sabe, y ella la notó perfectamente.

    -Kazekami-sensei estaba enseñando a Nonomiya como levantar faldas, como buen pervertido, y algo salió mal. Dicen que Daimondai alteró el entendimiento, y provocó que se le bajaran los pantalones y la ropa interior a ese tonto de Secundaria. Y, oportunamente, alguien le saco una foto y distribuyo copias por todas partes. La gente se burló de él por meses. Aún no descubrieron quién fue el atrevido que logró usar una lente de tan largo alcance para…

    -Yamanaka, sé que fuiste tú. La BACUCE investigó, y encontramos donde se inició la distribución de las fotos. Seguí los rastros hasta ti. No te preocupes, nadie más lo sabe –añadió la líder, antes de que se inquietara-. Lo que no sé es como te las arreglaste para saber el momento exacto, y como Daimondai hace ese truco de modificar entendimientos.

    Supongo que eso explica porque está interesada en el tema. Por su propia implicación, claro.

    -Daimondai da miedo –murmuró Ayano.

    ¿Conocía al bromista de la Academia? Si estaban de acuerdo, perfectamente podrían haber planeado esa humillación pública.

    -Nos hemos visto en persona. Su poder es bastante complicado, pero es… Alguien que se especializa en anular y reemplazar los entendimientos ajenos. Lo toman demasiado en serio, especialmente por ese asunto del graffiti del dormitorio de chicos. En realidad, es una persona bastante agradable… La mayoría del tiempo –explicó Aya-sempai.

    -¿Tantos problemas por un graffiti? –pregunté.

    -Tomonori-kun, ese graffiti abarca toda la pared trasera exterior del edificio. Son cientos de imágenes extrañas de banderas piratas, guitarras en llamas, símbolos hippies, y un montón de cosas más. El jefe del dormitorio entiende por completo ese edificio, pero hasta ahora no ha podido anularlo. Realmente, es el trabajo de un genio –explicó Kazami-kun. Vaya, está muy bien informado de casi cualquier cosa. ¿Será por esas fichas espías? Debe de ser un acosador temible-. Pero creo que nos desviamos del tema. Estábamos en que Kazekami-sensei combatiría. Debes saber, Tomonori-kun, que hay otros veteranos de guerra entre los maestros. Por ejemplo, Shinjinfuka-sensei fue la médica más prestigiosa de los últimos conflictos armados, llegando a salvar a docenas de pacientes que se daban por perdidos. Y el profesor de japonés, Kouri no Hauto-sensei, es un estratega de primera clase. Sin ir más lejos; Jakuten-sensei, la profesora de ciencias; y Akagiri-sensei, el profesor de matemáticas; fueron candidatos a Grandes Maestros en su tiempo.

    Casi me desternillé de risa cuando dijo eso. ¡No puede hablar en serio!

    -¿La mujer súper torpe y el homosexual pervertido fueron candidatos a Gran Maestro? ¿Y el viejo es un estratega? –estoy sin palabras.

    ¿Esos profesores raros y medio locos son gente tan importante? No puede ser. ¿Verdad?

    -Ser Gran Maestro no es fácil. Como dijeron los lacayos de Nonomiya, una derrota y ya has perdido la oportunidad. Ellos no llegaron al enfrentamiento final, pero estuvieron cerca. Es una lástima que no contemos con Akire-sensei y Kaminari-sensei. Ellos podrían derrotar a Hanshakaiteki sin dificultad –señaló Mirai-sempai.

    Ah… Eso no contesta mi pregunta. Lo que de verdad quería saber es como gente tan excéntrica puede tener tales habilidades de combate.

    Entonces, comenzaron a ignorarme.

    -Bueno, Akire-sensei perdió con Abismo en la batalla final, y por poco. Su cuento de que aún está lesionado es pura farsa, a Shinjinfuka-sensei no le toma más de unos meses curar esas heridas fatales que tenía. ¿Por qué será que se queda a molestarnos, en vez de intentarlo de nuevo? –se quejó Aya-sempai.

    Intenté preguntar, pero no me prestaron atención.

    -Quien sabe –respondió Kazami-kun-. ¿Seguros que no podemos convencerlo a él, o al director, de que realmente habrá un ataque? Hasta escuche que Kaminari-sensei tiene un True Understanding.

    ¿Qué es eso? ¿¡Alguien me lo explica!?

    -Yo escuché lo mismo. Pero ninguno de los dos ayudará, el primero es un patán malhumorado, y el segundo es un pervertido idiota e irresponsable –Mirai-sempai parecía bastante enojada.

    Y yo me había quedado afuera de la conversación. No tenía idea de que era eso del True Understanding, y tampoco quería averiguarlo, pero no me sacaba una duda de la cabeza.

    -Escuche que el anterior director era un Gran Maestro. ¿Por qué pusieron al inepto de Kaminari-sensei si había alguien tan competente? –tuve que gritarlo para que por fin me escucharan. La habitación esta insonorizada, así que no debería haber problemas, ¿no?

    -Porque murió, claro –aclaró Aya-sempai-. Y no deberías subestimar el entendimiento de nuestro director. Será un pervertido irresponsable, pero peleo de una manera increíble en su juventud.

    -¿En serio? –no me lo podía creer.

    ¿Tanto había cambiado ese hombre en unos treinta años? ¿Qué diablos le pasó? ¿Le hicieron una lobotomía fallida?

    -¿Recuerdas su oficina, la pared derecha, en donde había algunos trofeos? ¿No viste algo muy llamativo? –Kazami-kun me hizo estrujar mi cerebro.

    Recordé un poco de eso, bastante más de lo que creía considerando la cantidad de cosas que había pasado entre ayer y hoy. Había muchas copas doradas, medallas, listones, y…

    -Una placa de piedra. Me acuerdo de que había allí una placa de piedra. Me pareció muy raro. Y decía… –masajeé mí maltratado cráneo para estimular mis células cerebrales-. ‘Shibata Kousuke, Kaminari, 1982’.

    -Que memoria increíble –me halagó Mirai-sempai-. Esa placa es un reconocimiento. Según la tradición, han continuado haciéndose en piedra desde hace ochocientos años. Son indestructibles. El nombre es de Kaminari-sensei, su alias, y la fecha en la que se le hizo entrega. La gano al derrotar de manera aplastante a todos sus oponentes –dejó un instante de silencio dramático-. Esa placa sólo se la entregan a un Gran Maestro. Y, a lo largo de la historia, esta Academia siempre ha tenido a uno de ellos como director. Kaminari-sensei se graduó aquí en 1987. ¿Lo entiendes, Tsuruya? A sus 13 años, el director fue nombrado Gran Maestro. Y, hoy en día, después de disfrutar de los lujos de la posición más respetada del mundo, trabaja aquí sólo por diversión.

    Me quedé paralizado, de nuevo.

    ¿Ese sujeto, con sus calzones de corazoncitos, era un Gran Maestro?

    Maldita sea. No, diez veces maldita sea.

    Joder, no me lo puedo creer, pero el tono de Mirai-sempai es serio. El director está en la cima del mundo. Y, sin embargo, viene aquí a causar problemas.

    ¡Que maldito idiota!

    ¡Y además de todo, lo hizo a los trece años! ¿Qué tan poderoso era en ese entonces? ¿Qué tan poderoso será ahora?

    -¿No había nadie más para el puesto? –pregunté-. ¡Miren como está la Academia! No hay forma de controlar a los alumnos, los profesores hacen lo que se les viene en gana, y están por invadirnos y ni siquiera lo sabe. ¿No lo podemos cambiar o algo?

    Los tres negaron con la cabeza, resignados. Ayano no quiso ni mirarme cuando sugerí eso. Me di cuenta de que mis quejas iban a oídos sordos. ¿Cómo iba a lograr yo que despidieran al director?

    Como Gran Maestro, tranquilamente podía acallar cualquier protesta haciéndonos volar en pedazos. Me retiré de la empresa.

    -Sí, ya entiendo. Entonces tendremos que hacer algo con el ataque por nosotros mismos. ¿No hay alguna manera de advertir a Danger? O podríamos secuestrar a ese Koumeisai y así no podrían entrar.

    -Si lo secuestramos, causaremos mucho revuelo, y entonces la invasión no se produciría. Seguiríamos teniendo a Uragirimono escondido, preparando un ataque más fuerte y furtivo. Y si le advertimos a Danger, lo precipitaran o cancelaran y estaremos de vuelta en el inicio. Lo que tenemos que hacer es detenerlos, demostrarles a Ellos que no se puede jugar con nosotros, y que aprendan la lección –lindo discurso, Mirai-sempai. Muy motivador.

    Pero creo que se le olvido que esos sujetos son asesinos experimentados, ¡y nosotros estudiantes de Preparatoria!

    ¿Qué se supone que haremos contra ellos, arrojarles bandejas de comida de Youhin?

    -¿Y si nos robamos la información y escapamos? Tal vez así preferirían no venir –sugerí.

    Kazami-kun puso una objeción de inmediato.

    -No podemos. Sin la cubierta de Espacio de Danger, Ellos seguirán nuestro rastro y nos buscarán por todas partes. Es por eso que es más seguro quedarnos en los terrenos pese a que sepan dónde estamos. Él único que podría lograrlo serias tú solo, Tomonori-kun, que tienes un rastro muy raro. ¿Seguro que no estás usando algún Espacio? Ningún entendedor podría encontrarte a menos que se te acerque a tres metros.

    -Eso es diminuto –opinó Aya-sempai-. A mí me pueden seguir el rastro desde doscientos metros, y eso que mi Espacio es regular –me puso una mano en la frente, para mi sorpresa.

    ¿Esta sempai no entiende el concepto de espacio personal? Bueno, es linda y tiene ese factor del gap moe, así que se lo dejare pasar.

    -Lo raro es que, al estar cerca de ti, el rastro se vuelve muy intenso. Es como si lo hubieras concentrado todo a tu alrededor. Es bastante extraño. ¿Será un Espacio accidental, o quizás inconsciente? La verdad, eres una caja de sorpresas.

    -Discúlpame por eso, Yamanaka-sempai –murmuré, un poco inhibido. Ella me sonrió.

    -Sólo Aya, o Radio. No me gusta que me traten tan formalmente –hizo una seña a Ayano, la cual se acercó lentamente, con mucho miedo. Incluso llegó a esconderse detrás de Mirai-sempai-. Y esta es mi hermanita, Ayano. ¡Si no se comporta como es debido, dímelo!

    La niña inclinó la cabeza, intentando hacer una reverencia, pero estaba demasiado nerviosa. Tropezó con sus propios pies y cayó al suelo de cabeza.

    Me precipite a sujetarla, aunque con esta alfombra rosa tan gruesa, la verdad estaba preocupándome demasiado.

    Logré atraparla, más por suerte que por habilidad.

    Todos los presentes se quedaron mirando. ¿Por qué esas caras preocupadas? Nadie se acerca para ayudarme a poner a Ayano de pie. Sólo están inmóviles, intranquilos, como si estuviera a punto de pasar algo importante. Por sus caras, parece que hubieran visto un fantasma.

    ¿Ah? ¿¡Cómo es que mi mano llegó ahí!?

    -Eso hace cosquillas… ¿Eh? –la niña estaba diciendo algo, pero al darse cuenta de que es lo que le daba cosquillas, se congeló.

    Mi mano derecha, la cual estaba destinada a sostener su cintura, acabo un poco más debajo de lo debido.

    Se siente algo suave y redondo.

    ¿Esto es lo que creo?

    -Tsuruya… Muévete muy, pero muy despacio… Y hazlo rápido…

    El rostro de Mirai-sempai estaba muy tranquilo… Como la calma antes de la tormenta. Pude leer el claro mensaje en esos ojos fríos:

    “Si no te mueves ya mismo, te mataré”.

    Con absoluta seriedad, tragué saliva.

    Aparte mi mano, con sumo cuidado, poniéndola de pie lo más tranquilamente que pude. No me atreví a ver qué expresión tenia, pero sospecho que estará llena de miedo.

    -¡Lo siento mucho! –gritó Ayano, antes de salir corriendo a su dormitorio.

    Se oyó la puerta, bien fuerte. Todos aquí desviaron su mirada hacia mí.

    -Eso fue realmente tenso, Tomonori-kun. Casi parecías un abusador de menores –murmuró Kazami-kun, con una sonrisa muy nerviosa.

    -Dilo con propiedad, Yuuki. ‘Casi’ se queda corto –susurró furiosamente Mirai-sempai-. Yamanaka, tienes todo el derecho de hacerlo sufrir cuanto quieras. Insisto en que utilices ese derecho para castigar a este lolicon.

    -¡No soy un lolicon! –me defendí, pero la mirada penetrante de la líder me dejó petrificado, cual ojos de Medusa.

    -No hay problema –las sorpresivas palabras de Radio hicieron que Mirai-sempai diera un respingo.

    -¿Estás segura? Yo que tú, destrozaría a este desecho de humano sin vacilar.

    -Como dije, no tengo problemas al respecto.

    ¿Me salvé? ¡Me salvé! No sé cómo la situación llegó a este punto, pero por lo menos conservare mi cuello un tiempo más en su lugar.

    Tal parece que a Mirai-sempai no le ha hecho gracia alguna, porque está casi echando fuego por la boca. ¿Segura que no eres tú el espía?

    -¡Como sea! Hablare en privado con mis contactos. Confió en ellos, ninguno está relacionado con Uragirimono, pero tenemos que estar atentos. Tal vez intenté algo. Nonomiya debe de haberle contado que yo sospecho de un ataque, aunque dudo que se haya enterado de que lo confirme. Sin embargo, ese comentario que hizo del domingo fue demasiado obvio, así que no sabemos si está seguro de que sospechamos –que forma tan complicada de ponerlo, Mirai-sempai-. En otras palabras, tenemos que cuidarnos las espaldas mutuamente. Y ya que Kiyoshi-chan es un objetivo, uno de nosotros debe estar vigilándola siempre.

    -¿No está sola justo ahora? –pregunté.

    Y entonces, hablando del tema, noté que la Niña Fantasma había desaparecido en algún momento. ¿Cuándo se fue? No tengo ni idea.

    Espero que no haya visto esa lamentable escena de la caída.

    -No, Haruka-kun dijo que se quedaría a cuidarla a ella y a Takane-san –respondió Kazami-kun.

    -Perfecto. Shinkawa hará lo que sea para proteger a Amano. Y él es el mejor alumno de Preparatoria en términos de combate directo, sin contar a NamelessMirai-sempai soltó unas palabras en voz baja, probablemente nada bonito.

    Oh, cierto, debemos contarle a Haruka-kun de esto. Con lo fuerte que es, seguramente estaremos seguros si nos quedamos cerca de él.

    Ah… ¿Por qué será que siempre que supongo algo, fallo de manera catastrófica?



    (Cambio de Narrador: Kiyoshi)

    Mirai-nee se enojó mucho conmigo. Hice preocupar a Onii-san. Tomonori-sempai y Haruka-sempai tuvieron que defenderme…

    Que humillante. ¡Tengo tanta vergüenza que me gustaría desaparecer! Por suerte, Shinjinfuka-sensei prometió que nadie sabría lo del cosplay. No necesito a los de la BACUCE dándome sermones otra vez.

    Si Onii-san se llegara a enterar de que me dejé atacar para encubrir que llevaba esa cosa vergonzosa bajo el uniforme de gimnasia…

    Mis mejillas se pusieron rojas.

    -¿Estás bien, Kiyoshi-chan? –preguntó Haruka-sempai.

    Estaba sentado junto a la cama donde Takane-sempai descansaba. Sonreí. Si ella supiera quién la trajo, se habría puesto muy nerviosa. Oh, pero me dijeron que mi Onii-san también me trajo de la misma manera, cargándome como princesa.

    Qué suerte que ambas estábamos inconscientes.

    -Sí, no es nada –respondí.

    Pero, igualmente, Haruka-sempai se sentó en la cama, y puso una mano en mi frente.

    Me sonrojé de nuevo.

    No me gusta él, como a todas esas chicas, pero tener a un chico que si me cae bien sintiendo mi temperatura corporal es vergonzoso. Si hubiera sido Onii-san, mi frente estaría tan ardiente como si tuviera una fiebre terrible. Lo sé por experiencia.

    -Tu temperatura es normal. Shinjinfuka-sensei dice que podrás volver a caminar mañana, y el sábado estarás perfectamente –Haruka-sempai sonreía. Esa linda y perfecta sonrisa blanca que dejaba a las chicas sin aire. Pero, enseguida, se puso serio-. Aun así… Te aconsejo que no te levantes hasta el domingo.

    -¿Eh? ¿Por qué no, Haruka-sempai?

    La enfermera no se equivocaba nunca. Había curado casos gravísimos, al borde de la muerte. Mis heridas no eran tan delicadas. Haruka-sempai no tenía ninguna razón para discutirlo.

    Sin embargo, en ese momento, estaba raro. Actuaba con mucha cautela. Miró a Takane-sempai, todavía inconsciente, y parecía que estuviera cerciorándose de que estuviera dormida. Tomó aire, y pude notar que sus mejillas estaban ligeramente rosadas.

    -No quiero que te pase nada. Estuve escuchando a escondidas a Nonomiya Jun y sus amigos, y hablaban sobre cosas muy malas que ocurrirían este domingo. Decían de romper la ilusión de Danger, y dejar indefensa la Academia. Y también hablaban sobre alguien que se hacía llamar Uragirimono, y sobre el asesino de la locura, Hanshakaiteki. Estoy seguro de que planean algo. Y es por eso que te pido que no te levantes. Aquí estarás a salvo –me dijo, con una expresión temerosa.

    Sus ojos estaban fijamente clavados en los míos. No me había dado cuenta, pero sostenía mi mano entre las suyas. Comprendí que me estaba suplicando.

    -Haruka-sempai… Yo no sé qué decir… Si todo eso es verdad, entonces hay que decirle a Mirai-nee, o a algún maestro…

    -No creo que nos tomen en serio. Nonomiya fanfarronea seguido. Sin embargo, tengo un mal presentimiento. Y es por eso que voy a encargarme. Conmigo y un par de amigos será suficiente para detener a esa banda, pero sólo puedo actuar sabiendo que quien me es más preciado está a salvo –mi cara se sentía caliente. ¿Haruka-sempai estaba diciéndome estas cosas en serio? Parecía apenado-. Sé que no vas a escucharme. Eres muy rebelde. Por eso, te lo pido, déjame encargarme de todo. Eres la única a la que se lo pido. Y es porque… Realmente me gustas.

    ¡Eso era una confesión! ¡El chico al que todas esas bellas adolescentes perseguían se me estaba confesando a mí! ¡No lo puedo creer! ¡No puede ser!

    Pero aquí está, sosteniendo firmemente mi mano.

    No sé qué decir. Yo amo a Onii-san, pero sé que Haruka-sempai habla en serio. Si de verdad está enamorado de mí… Me da vergüenza decirle que no. ¡No puedo romper sus sentimientos así! Pero… No sé qué hacer. No puedo corresponderle, no puedo negarme.

    ¿¡Que le digo!?

    -Yo… Sempai… ¡Uh! –tartamudeé, buscando las palabras adecuadas. Por fin, logré pensar en algo. La única respuesta que podía darle ahora mismo-. No puedo.

    -¿Eh? –me miró, sorprendido.

    -¡Digo que todavía no puedo decidirme! –dije rápidamente. ¡Estoy muy nerviosa! ¡Demasiado nerviosa! ¡Esta situación es incomprensible!-. No puedo amar a alguien más, no todavía. ¿Me darías un poquito de tiempo?

    -¿Tiempo? –murmuró Haruka-sempai. Me estaba apretando fuertemente la mano. Se quedó así por un instante. Finalmente, me sonrió-. ¡Claro! Eres muy joven todavía. No planeaba confesarme tan pronto. Estaba esperando a que crecieras un poco, pero supongo que me apresure demasiado. Tienes todo el tiempo del mundo.

    Levantó despacio mi mano, y beso mis dedos, como si fuera una damisela con su caballero de la blanca armadura.

    -Te prometo que volveré. ¿Estarás aquí, lista o no para responderme?

    -Lo prometo –murmuré, con la cabeza gacha.

    Sentí su mano acariciando mi cabello.

    Se sentía muy bien.

    Por un instante, sólo un instante, estuve a punto de decirle que sí. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede ser esto? Yo amo a Onii-san.

    ¿Será que también amo a Haruka-sempai? ¿¡Eso es posible!? Tal vez yo soy una malvada que no puede amar. O, todo lo contrario, alguien que no sabe sus propios sentimientos.

    Sí, eso debe ser.

    Escuche los pasos que se alejaban por el pasillo. Levanté la cabeza. Pude ver su cabello verde lima junto a la puerta. Y, detrás de su nuca, por un instante, me pareció ver algo. ¿Eso era un insecto? Nunca había visto a uno que fuera verde y rojo.

    Lo que haya sido, se acaba de desvanecer en el aire.

    Haruka-sempai me sonreía. Cerró la puerta, dejándome sola con Takane-sempai dormida.

    Yo le había prometido a él que no me iría hasta que volviera. Onii-san dice que es malo romper promesas.

    Sin embargo, hay una cosa que Haruka-sempai no supo. Mi mano, la que no estaba sosteniendo, había estado todo el tiempo tras mi espalda.

    Con los dedos cruzados.

    Murmuré la verdadera respuesta que no me atreví a decirle a él.

    -Lo siento, sempai, pero no puedo prometerte nada. Porque si Nonomiya-sempai es una mala persona que quiere hacerle daño a Onii-san y Mirai-nee… Tengo que matarlo.

    Continuará…


    Miembro 13: Hades

    Alias: Shiro.
    Nombre: Desconocido.
    Fecha de Nacimiento: Desconocida (cerca de 15 años).
    Origen: Despertado.
    Apariencia: Hombre, 158 cm de altura. Cabello blanco nieve, ojos rojo sangre. Albino, escuálido, enfermizo.
    Tipo de Sangre: AB-.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: Desconocido.
    Tipo de Entendimiento: Tipo Mental. Telepatía (animales).
    Clasificación: Especial, Primera Clase (1/600000 humanos).
    Técnicas: Comunicación telepática (animales).
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 12 Noviembre 2022
    • Me gusta Me gusta x 1
  19.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
    Miembro desde:
    20 Marzo 2012
    Mensajes:
    1,641
    Pluma de
    Escritor
    Saludos

    ¿Fue esto una confesión?

    Yo también quiero saberlo.

    Muchas malas ideas en ese plan de proteger la academia por ellos mismos. Según entiendo hay cientos de personas en la academia, algunas muy jóvenes e impresionables, si ocurre un ataque a gran escala van a haber muchas víctimas. Tanto por manos de los invasores como por los estudiantes que no se lo esperan y usen su entendimiento a lo loco para protegerse. Los profesores estarán ocupados protegiendo a los débiles. El grupo invasor tiene ganada la lucha si logran ingresar. La idea de sacar de la ecuación al que puede romper ilusiones es muy buena idea.

    Voy a suponer que los hechos del primer capítulo son el ataque y que es inevitable.

    Debo decir que no hubieron muchas faltas ortográficas. Un par de tildes por ahí, pero mucho mejor.
     
  20.  
    LordSombras

    LordSombras Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2022
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Yuiitsu no Shinjitsu - La Única Verdad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    12
     
    Palabras:
    3613
    Entendimiento: Habilidad paranormal dada por Rea a los seres humanos. Una de cada mil personas, aproximadamente, la posee. Luego de tener contacto con ella, al cabo de un tiempo, comienza a manifestarse esta capacidad sobrenatural. Se sabe que sucesos extraordinarios pueden acelerar el proceso.

    La naturaleza verdadera de este poder es desconocida, pero se sabe que permite a sus usuarios alterar la realidad, hasta cierto punto. Esta fuertemente influenciado por la personalidad del individuo, y sus conocimientos actuales. Diversas teorías giran alrededor de la idea de que el entendimiento esta relacionado a la Paradoja de Schrödinger, pero eso implicaría que hay mecánica cuántica involucrada, y eso contradice todo lo conocido actualmente.

    Notas del Narrador: ¿Esta nota sirve para algo? Porqué, como yo lo veo, debió aparecer hace bastante tiempo, como por el Capítulo 3. ¿Y qué pasa con esa explicación? ¿Ósea que el entendimiento funciona como los poderes ESPER? ¿Significa que puedo convertirme en Accelerator? ¡Eso suena genial! Aunque, uno de esos poderes que permiten desaparecer de la conciencia de otras personas tampoco suena mal, jejeje... ¡Argh!

    Notas del Narrador 2: Cierra el pico si sólo vas a quejarte, Tsuruya. Y ni hablemos de lo que estabas pensado, que era excesivamente obvio. Por cierto, si quieres convertirte en personaje de anime, ¿por qué no eres un pirata? Ese 'Argh' te salio bastante natural.




    Capítulo 8: El Pecado de Kazami

    ¡Hola a todos, soy Yuuki Kazami, narrando nuevamente para ustedes!

    Espero que nuestras aventuras sean de su agrado, pues nos esforzamos mucho para entretenerlos. Tomonori-kun siempre hace esos chistes de mal gusto que deben de apreciarse mucho, pero lamentablemente no tengo su sentido del humor, me hubiera encantado narrar como él.

    Bien, ¿en dónde quedamos? Oh, sí, luego de que hiciéramos nuestro plan de acción.



    Mirai-san fue a reunirse con esos estudiantes de confianza. Nos dijo que debíamos guardar las apariencias, era probable que nos estuvieran vigilando debido a todo el ruido que había provocado ella respecto a este ataque. Parece que tendremos que ser muy cuidadosos, para que Nonomiya y ese tal Uragirimono no noten nada.

    Por si acaso, hicimos acuerdo de no hablar de ello mientras no estuviéramos protegidos por el entendimiento de Yamanaka-san.

    Esa niña es realmente muy útil.

    Luego de eso, caminamos hacia el dormitorio de chicos con naturalidad, para no llamar la atención. Tomonori-kun se veía algo forzado, pero creo que sólo se nota si lo ves de cerca.

    En cuanto a mí, intento disimular lo mejor que puedo. No soy un actor profesional tampoco. Espero que nadie noté nada.

    En cuanto llegamos a nuestra habitación, encontramos a Shiro dando de comer a los animales. Aún no sé de dónde saca la comida. Tal vez sea de Youhin-san, pero él pide un par de monedas, y nunca escuche que Shiro tuviera dinero. El olor de esta mañana se había ido, siempre lo limpiaba durante las clases.

    Si se lo preguntan, Shiro jamás asiste. Nunca escuche la razón, pero probablemente sea una combinación de factores: Los animales que le siguen a cualquier parte, su falta de interés total en aprender, su aspecto enfermizo lo hacía verse un poco amenazador, y su vocabulario es realmente escaso.

    Rara vez habla. En ocasiones, puede pasar una semana sin que diga una sola palabra. Sé que su entendimiento habla con los animales, pero sería más exacto decir que es un intercambio de pensamientos, emociones, u otra cosa similar.

    -¿No habría que invitar a Shiro a la fiesta? –preguntó Tomonori-kun.

    ¿A qué fiesta se refiere?

    ¡Ah, debe ser un eufemismo de que deberíamos contarle del ataque!

    -No sería buena idea. Aunque le dijéramos, es poco probable que se divierta. Igualmente, participara. Es un estudiante anual. Nunca se va de la Academia. Lleva en el Grupo S más tiempo que Mirai-san. Creo que lo admitieron cuando era bebé, aunque no estoy seguro –respondí.

    Estaba tratando de explicar que Shiro no comprendería ni una palabra si intentaba decírselo. Probablemente lo ignoraría.

    -¿En serio? Que chico más raro. ¿Y tú y Kiyoshi? ¿Cómo acabaron así de chiflados?

    Tomonori-kun, acabas de dar en un punto doloroso. Y, además, esa forma de decirlo es un poco cruel.

    Pero no debería ocultárselo, ¿verdad? Él es una buena persona. Alguien digno de confianza.

    -Eso es una larga historia –respondí, algo evasivo.

    -Tenemos tiempo, y estoy de humor para oírla –Tomonori-kun se sentó en la cama, viéndose impaciente.

    -Muy bien, si quieres. Pero… Advierto que no es algo bonito.

    -No espero que sea bonito. Considerando el nivel de locura de tu hermana, seguro será muy ‘sad’ –Tomonori-kun, no seas malo. No uses lenguaje de Internet para referirte a la vida real. Le quitas su realismo.

    -Muy bien, tú lo pediste. Todo comenzó cuando yo tenía 7 años. Nuestra madre murió de una enfermedad, y los gastos de los médicos se llevaron todos nuestros ahorros. Kiyoshi ni siquiera la recuerda. Nuestro padre quedó devastado. No logró reponerse. Perdimos la casa. Nos mudamos a unas viviendas precarias en las afueras de Tokio, y él nos decía que todo mejoraría.

    Mi relato es más bien simple. No intento que se vea triste ni nada, sólo informativo.

    -Pero no fue así. No lograba mantener un trabajo. Se volvió irascible. Cortó todo contacto con sus conocidos y nos llevó a una casa precaria, en un barrio un tanto peligroso y recóndito. Los familiares de mamá nunca supieron dónde estábamos, nos alejó de ellos a propósito –Tomonori-kun parece estar escuchándome con mucha atención-. Pasaron los años. Papá intentó ganar dinero fácil en un casino cercano, pero era muy mal apostador, así que siempre perdía. Luego, comenzó a robar a los demás jugadores, consiguiendo muchas fichas. Pero lo descubrieron y por poco lo atrapan, así que nunca pudo cambiarlas. Esas fichas quedaron como meros adornos en casa, mientras buscaba una manera de cobrarlas. Yo jugaba mucho con ellas.

    De allí es de donde salieron, por supuesto. Estas son esas fichas. La manera en la que conseguí tenerlas es realmente desastrosa, pero el tiempo no se puede retroceder.

    Al menos, no que yo sepa. Ni Mirai-san puede.

    -Y, por esa época, a mis 13 años, cuando papá estaba fuera, Kiyoshi y yo vimos a Rea frente a la casa. Pensamos que era un fantasma, y se lo dijimos a nuestro padre, pero fue en muy mal momento. Estaba muy irritado, y lo que le dijimos lo enfureció. Tuvimos una amarga pelea, y terminó echándome de la casa.

    -¿Te echó? ¿A un chico de 13 años? Que despreciable. Y ya me lo imagino… ¿No ibas a irte sin Kiyoshi? –adivinó Tomonori-kun.

    Este niño sería un gran detective.

    Cerré mis ojos para continuar.

    -Correcto. Pero para él, eso era inaceptable. Y no iba a dejar a mi hermanita de 10 años con una persona tan inestable –llevé una mano a mi torso, levantando mi camiseta. Allí, una cicatriz pequeña pero visible aún sigue presente, incluso hasta el día de hoy-. Intenté llevármela, y papá me atacó con un cuchillo. Me hizo un pequeño corte en el costado, como puedes ver, no tan grave, pero si me sorprendió. Choqué con la mesa, y las fichas se esparcieron por el piso.

    -Se ve feo. ¿Cómo puede un padre hacerle eso a su hijo? –murmuró él.

    -No es nada, estoy perfectamente. El problema fue cuando lo vi allí, con esa expresión aterradora, sosteniendo ese cuchillo manchado con mi sangre… Me asusté. Y entonces, active mi entendimiento por primera vez, y las fichas lo atacaron. Lo golpearon de repente, y una se metió en su boca. De la sorpresa no pudo reaccionar. Se asfixió. Y murió.

    Esta es la parte que realmente me duele contar. Sinceramente, no me enorgullezco de ello, y lo lamento hasta este mismo día. No puedo afirmar que no intenté atacarlo, pero no quería llegar tan lejos.

    Soy un asesino, que se ha manchado las manos con la sangre de su propio padre. Un parricida. Mi compañero de cuarto debe de estar pensando, en este preciso momento, que…

    -Se lo merecía –abrí los ojos de la sorpresa. ¿Qué acababa de decir? Soy un malvado asesino. ¿Me está defendiendo?-. Protegiste a tu hermana, Kazami-kun, de un hombre que estaba fuera de sí y arruinaba sus vidas. Y también fue un accidente. ¿Te estás culpando de lo que paso? Ni te molestes. No puedes revivirlo, ni arrepentirte te servirá de nada. Tienes que continuar con tu vida. ¿Qué pasó después de eso?

    No me lo creo. ¡Este niño no siente ningún reparo en confiar en mí, un parricida!

    Vaya, parece que eres una persona sumamente inmoral, Tomonori-kun. Cualquier otro se habría asustado, o al menos habría tenido una reacción… Diferente. Mirai-san no me dirigió palabra durante una semana después de escucharlo, aunque eso también fue porque me contó su propia historia, bastante horrenda también.

    ¿O será nada más que no tiene ningún aprecio por la vida humana? Quién sabe…

    -Bueno, no hay mucho más que decir. Nos escapamos de allí, llevándonos todas las fichas, y fuimos adonde pudimos. Finalmente, Mirai-san nos encontró, y me dio una paliza. Nos trajo a la Academia, nos unió a su Grupo, nos enseñó a entender, y se convirtió en una hermana mayor para nosotros. Hasta logró que la policía pase todo por alto, y que los parientes de mamá nos acepten en vacaciones, aunque siempre fueron un poco fríos porque el asunto es muy turbio para ellos. Y llevamos casi tres años aquí, siendo una familia improvisada.

    -Qué historia increíble. ¡Parece sacada de manga! –opinó Tomonori-kun. Es cierto, es una historia muy particular, lo siento-. ¿Y por qué Kiyoshi se hizo Yandere?

    -Oh, mejor no le digas esa palabra, la pone muy sensible. No sé qué sucedió exactamente con ella para que se comporte así. Te puedo asegurar que su personalidad cuando tenía 10 años era la que a veces muestra, la de una linda y nerviosa jovencita que quiere mucho a su hermano mayor. Empezó luego de que papá murió –evité decir ‘lo asesiné’, porque no quería insistir en el tema-. Cada vez, Kiyoshi se mostraba más violenta y apegada a mí. Intentaba disimular, pero era realmente mala actuando, y lo sigue siendo. Eventualmente me di cuenta del fanatismo que tenía con las hojas de afeitar, y la forma en que las manejaba. ¡Pero no te asustes! Nunca ha matado a nadie. Digamos que… Es muy buena amenazando, pero nada más –afirmé.

    Tomonori-kun asintió.

    -Perro que ladra no muerde. Aunque en este caso, dudo un poco.

    Nos reímos ante esta nueva ocurrencia. El ambiente está ahora muy relajado, no parece que hace unos minutos estaba contando una historia triste. ¿Y de verdad no le importa que yo sea un parricida? Ni siquiera se inmutó.

    Mientras tanto, Shiro estaba jugando con esa ardilla que siempre se metía en su bolsillo, mientras unos gorriones se enredaban en su cabello blanco. Siempre ajeno a todo, el chico albino ignorará siempre cada cosa que suceda.

    Mientras no dirija sus ojos hacia aquí, su presencia es imposible de notar.


    (Cambio de Narrador: Mirai)


    Todavía no puedo creer lo de Tsuruya. ¿El novato con un rastro tan irregular veía a Rea a diario? Ni me imagino lo difícil que debe ser tener que aguantar a ese chico idiota y lolicon observándote donde fueras.

    Pobre Rea, ella no se merece semejante castigo.

    Es una suerte que Tsuruya no pueda verla correctamente. No dudo de sus palabras, la mayoría de los hombres no pueden controlar su baba cuando hablan de la misteriosa niña que nos otorgó el entendimiento. Ella está en un nivel de hermosura aparte.

    Y él es un lolicon de los peligrosos.

    Corrijo, de esos que tarde o temprano acabaran en la cárcel.

    Es todo en lo que puedo concentrarme en este momento, porque a mí alrededor está teniendo lugar una escena tan molesta e irritante que hace ver tranquilo a ese pervertido.

    El cuarto de la BACUCE es muy pequeño, sólo había espacio para una mesa y algunas sillas. La sala esta silenciada, pero a diferencia del perfecto aislamiento de Ayano-chan, sólo rebotaba los sonidos. Y esto causaba que rebotaran en ángulos sorpresivos, resultando ser de lo más horripilantes.

    Tengo los dedos en mis oídos, intentando conservar mis tímpanos sanos, pero parece que no hay caso. No me extrañaría si empiezan a sangrarme.

    Un ruido sordo silenció a todos.

    -¡Suficiente! ¡Tenemos que discutir las cosas de manera ordenada! –el director de la Brigada de Alumnos para Controlar el Uso Clandestino del Entendimiento había golpeado la mesa con un grueso libro de matemáticas. Su nombre es Takayama Shun.

    No me pregunten por los demás nombres de la veintena de personas reunidas en la sala, nunca me tome la molestia de memorizarlos. Hay demasiada gente en esta Academia que se las da de importante cuando no llegan a ser ni siquiera el ‘Aldeano A’.

    -Si esta información es cierta, entonces estamos en grave peligro. Hanshakaiteki fue un candidato a Gran Maestro. Nada que podamos hacer le llegara a los talones –opinó una chica, la líder del Grupo F.

    -Según lo que escuché, es una persona sumamente rencorosa. Su principal objetivo será vengarse de su empate frente a Danger. Mientras no complete esto, no nos prestara atención –informó el líder del Grupo U.

    -¿Esa información es confiable? –preguntó Takayama.

    -Escuché eso mismo yo también –expuso el líder del Grupo B.

    Muchos parecieron tranquilizarse de inmediato.

    -¿Qué hay de Uragirimono? –preguntó el líder del grupo Z-. ¿Alguien escuchó algo?

    Todos negaron de inmediato. Probablemente hay gente con alias similares, pero en este caso, sospecho que se trata de uno nuevo. Probablemente, no es el que suele usar. Así que será difícil identificarlo con esa información.

    Tenía que ser alguien sumamente inteligente.

    -Aun así, si planeamos correctamente las cosas, podremos crear una defensa sólida. También debemos otorgar protección a Mirai-san y Yuuki Kiyoshi, que parecen ser objetivos prioritarios. En cuanto a esa información… ¿Alguien sabe que hacer al respecto? –Takayama es un excelente orador. Por algo es el director de la BACUCE.

    -No podemos entrar, el lugar donde se lo guarda es el edificio de ‘Archivos’. Como bien deben saber, allí monta guardia ese soldado con una katana peligrosa, tanto que su alias es Chi no Ken. Afirmó que cualquiera que se acerque a la puerta será rebanado, sin importar si es un estudiante –intervine yo misma. Fui la primera en discutir con él, pero hace su trabajo demasiado bien-. Está en camino para ser un Gran Maestro. Por lo que escuché, aún no ha sido derrotado ni una sola vez. Si piensan enfrentarlo, tendría que haber un guerrero de alto rango, como Hanshakaiteki.

    Que ese tipo este allí tiene lado bueno y lado malo. El bueno es que tenemos defensa extra en caso de que alguien intente pasar. El malo… Fue una de las razones de que se filtrara el rumor de la información. Supongo que, en primer lugar, ni lo estaban ocultando.

    -¡Eso es cierto! Chi no Ken se veía realmente fuerte. ¿Podría ser que Uragirimono es lo bastante poderoso para vencerlo, o tienen a alguien con un entendimiento que anula su habilidad? –preguntó la líder del Grupo K.

    -No podemos saberlo. Ni siquiera conocemos tal habilidad. Y no podemos acercarnos a ese edificio –respondió el líder del Grupo Z.

    -En ese caso… Dejémosle el trabajo a él. Nos encargaremos de cubrir la zona lo más posible. Si un enemigo es capaz de derrotarlo, no hay manera de que nosotros lo paremos –concluyó Takayama-. Mejor no discutamos más sobre la información o Uragirimono. Pasemos directamente a lo que nos interesa: ¿Quiénes pondrán sus vidas en riesgo para defender la Academia Jikû?

    De inmediato, todos los líderes se pusieron tiesos de miedo.

    No era para menos. Se trataba de Hanshakaiteki, el monstruo que asesinaba a sus víctimas sumiéndolas en la locura. En esta situación, se necesitaba que alguien diera el primer paso para darles algo de valor a estos habladores.

    -¡Yo lo haré! –exclamé alto y claro, poniéndome de pie.

    Sólo por un instante, pude notar los ojos de esta gente que me miraban, saliéndoseles de las órbitas.

    Y, acto seguido, impulsados por mi muestra de coraje, dos personas más se pusieron de pie.

    Mi plan maestro ha funcionado. Una sola persona puede manipular a todo un grupo, si sigue los pasos correctos. ¿Es esto lo que llaman ‘Carisma’?

    -¡Y yo también! –la líder del Grupo A, la orgullosa hija de la familia de entendedores más antigua de Japón, Ishida Kitsumiya, alias Kibou. Una hermosa joven mujer de cabello rosado y ojos azules, con una figura generosa y una actitud perfecta.

    Supuestamente, es el genio más prometedor de la Academia, y de toda la generación actual de Nosotros. Sus tres hermanos y cuatro hermanas mayores ostentaron títulos parecidos, siendo herederos de la familia más poderosa del país afiliada a Nosotros.

    Sin embargo, yo sé la verdad. No tiene la habilidad ni el talento adecuados para cumplir esas expectativas. Y en el mundo en que vive, es muy peligroso decepcionar a la familia. Es por eso que lo intenta compensar con una ardiente determinación.

    -¡Nadie me dejara atrás! –con su peinado de puntas en un cabello largo y rojizo que parecía fuego, y unos ojos que llameaban de igual manera, sin duda debía ser el líder del grupo E, Morimura Kengo, alias Owari no Sensou.

    Era exactamente lo opuesto a Ishida, un chico de campo que intentaba ganar el sustento de su familia. Había reclutado a Amano con muy buen ojo, y ahora lo alababan por conseguir a uno de los estudiantes más hábiles en combate directo.

    Además de todo eso, su personalidad es muy agradable, es un tipo optimista y brutalmente sincero, y nada puede pararlo cuando se lanza al ataque.

    Uno tras otro, todos los líderes expresaron su apoyo en formas un poco más calmadas.

    Sonreí. Era aún más de lo que esperaba. Para este domingo, seguramente habría más de veinte Grupos defensores. Necesitaríamos todo lo que podamos reunir, por escaso que pareciera.

    No estoy dispuesta a morir todavía. Aún tengo que hacer algo muy importante.

    Cumplir mi venganza.


    (Cambio de Narrador: Tomonori)

    Me desperté en plena noche.

    Según mi celular, eran las tres de la mañana. Shiro y Kazami-kun estaban dormidos como troncos, rodeados de la multitud de animales que atraía ese niño de pelo blanco.

    Sospecho que la razón de mi insomnio es la preocupación. ¡Iban a atacarnos en tres, corrección, ahora dos días! No sé cómo estos dos se mantienen tranquilos.

    Hacía frío. Más frío del que yo imaginaba. Estamos en otoño, se suponía que la temperatura debía ser un poco mayor. ¿Algún Gran Maestro había alterado el clima de Japón? Cuando me levanté, descubrí que el suelo estaba más cálido que mis mantas.

    ¿Qué está pasando aquí?

    Tuve una pequeña sospecha.

    Si, tenía razón. Allí, sobre las sábanas, estaba la Niña Fantasma. Puedo ver su pequeño cuerpo transparente recostado justo al lado de donde estaba yo hace un minuto. ¿Esa es la razón de que la temperatura haya bajado tanto?

    Ella estaba perfectamente despierta, mirándome con una expresión un poco arrepentida.

    -No importa –murmuré.

    Me recosté de nuevo, intentando tener el mínimo contacto con ella. ¿Qué hacia esta diosa entre dioses colándose en mi cama a las tres de la mañana?

    -¿No puedes dormir? –negó con la cabeza, y note que se ponía triste. Comprendí que sucedía-. ¿No duermes? –su expresión me daba la razón.

    Que horrible debía ser eso. Sin embargo, ella continuaba recostada allí, a pesar de que no era capaz de descansar. Sus ojos invisibles parecían mirarme con una enorme nostalgia…

    ¿Nostalgia? ¿De qué?

    Aquí había algo que yo no entendía.

    -Woof –un suave ladrido.

    Un perro lanudo se había subido a nuestros pies. Creo que era de la raza Cooker. Su suave y cálido pelaje negro compensaba en gran medida la frialdad de la Niña Fantasma.

    -Gracias –le susurré al animal. Tuve la sensación de que me entendía.

    Se recostó sobre los tobillos de Rea. ¡Puede tocarla! Parece que los sentidos de los animales, como siempre, sobrepasan a los humanos.

    -¿Te gustan los perros? –le pregunté a ella.

    Ha sido un día agotador. Estoy agotado. Ya sentía como mis sensaciones se iban diluyendo, señal de que estaba por dormirme.

    Algo cayó sobre mi mejilla. ¿Agua? ¿Teníamos una gotera? No, no es posible. No ha llovido en días, no hay manera de que caiga agua del techo.

    Con mis últimos segundos de conciencia, pude notar que una mano helada acariciaba mi cabello. Podía sentir algo que parecía una lacia melena en mi hombro.

    Y otra vez, una gota de agua cayó sobre mi mejilla.

    En el instante en que me dormí, tuve la sensación de que eran lágrimas.

    Las lágrimas de la Niña Fantasma.

    Heladas, pero a la vez ardientes, lágrimas de tristeza.

    Continuará…


    Miembro 7: Apollo

    Alias: Master Piece.
    Nombre: Yuuki Kazami.
    Fecha de Nacimiento: 23 de Septiembre de 1997 (16 años).
    Origen: Despertado.
    Apariencia: Hombre, 169 cm de altura. Cabello despeinado negro cuervo, ojos rojo rubí. Guapo.
    Tipo de Sangre: A-.
    Ocupación: Estudiante.
    Afiliación: Nosotros. Academia Jikû. Grupo S.
    Carta del Tarot: Desconocida.
    Fetiche: Sonreír como idiota. ¿Incesto?
    Tipo de Entendimiento: Tipo Material. Manipulación de Centinelas.
    Clasificación: Genio (1/1 millón de humanos).
    Técnicas: Control de centinelas, multiplicación de centinelas, alteración de centinelas, enlace sensorial (vista y oído), Barrera por Alquimia Avanzada, Golpe de Gravedad Esencial, Transmutación de Agua Potable Fundamental, Espacio parcial.
    True Understanding: Desconocido.
     
    Última edición: 12 Noviembre 2022
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso