Yo siempre te protegeré, Nami.

Tema en 'One Piece' iniciado por SusanDMerry, 28 Agosto 2013.

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    SusanDMerry

    SusanDMerry Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    7 Mayo 2013
    Mensajes:
    87
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Yo siempre te protegeré, Nami.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1523
    Nota: este one-shot no tiene nada que ver con mis últimos relatos en los que Nami se queda sola.

    Me desperté sobresaltado al escuchar a alguien llorar. Me levanté a gran velocidad y tambaleándome me dirigí a cubierta ya que aún seguía adormecido. Caminé como un alma en pena guiado por lo que ahora empezaban a ser gritos de ayuda. Gritos que me llamaban.

    Rápidamente sacudí la cabeza varias veces para despertarme y corriendo llegué hasta el cuarto de las chicas. Sabía que tenía prohibido entrar en aquella habitación. Pero esos gritos, me llamaban. Me llamaban de verdad. Decidido agarré el picaporte y abrí la puerta. Di un pasó al interior pero me quedé helado al oír su voz.

    - Luffy...- iba a salir corriendo pero el tono con el que me llamó no me trasmitía enfado ni rabia. Sino, tranquilidad.- Acércate.

    Ahí lo noté, la tristeza en su voz. Casi pronunció esa palabra como una súplica. Sería ella la que lloraba? Caminé despacio dudando a cada paso que me acercaba a su cama y al fin llegué a su lado. Me arrodille y agaché la cabeza intentando descifrar lo que decía y la escuché susurrar mi nombre una y otra vez.

    - Y-ya estoy aquí, Nami. ¿Qué te ocurre? ¿Eras tú la que lloraba?- Se revolvió entre las sábanas mientras suspiraba. Me sentí impotente cuando se giró y me miró. En su cara había rastros de lágrimas y sus ojos trasmitían una gran tristeza. Aquellos enormes ojos castaños.

    - Nami. ¿Podrías decirme que te pasa?- susurré con la voz temblorosa como si intentara no despertarla. Ella seguía en silencio, mirándome y eso me impacientaba. Me fui a levantar, ya que las piernas se me estaban durmiendo, cuando me agarró con fuerza del brazo y empezó a acariciarlo. Desvié la mirada hacia un lado buscando ayuda, pero la cama próxima estaba vacía.

    - ¿Y Robin? ¿Por qué no vino ella a ayudarte? ¿Por qué me llamaste a mi?- se notaba que estaba nervioso y eso no me gustaba.
    - Robin no está.- susurró.- Te llamé porque ahora te necesito a ti. Solo quería saber que estabas en el barco. Que no eras sólo otro sueño.- terminó hablando con la cabeza escondida en la almohada.
    - Nami, ¿qué estás diciendo? ¿Cómo no voy a estar en el barco?- fruncí el ceño.- Debería llamar a Chopper.- en ese momento apretó más mi brazo y se quejó.
    - No hace falta. Lo siento, yo... solo tuve una pesadilla.

    - Todos tenemos pesadillas.- afirmé vacilando. Soltó mi brazo y giró en la cama quedando al extremo opuesto en el que me encontraba.

    - Ven.- dijo casi en una orden. Tragué saliva.
    -¿Qué? ¿Que vaya donde?- Apartó la sabana dejándose ver tapada solo con una camiseta de tirantes que no tapaba demasiado. Dió golpecitos en la cama llamando mi atención.- ¿Eh? ¿Yo? Pero, ¿ por qué?
    - Solo ven.- sonó frustrada pero al final de la frase su voz se quebró y parecía que empezaría a llorar de un momento a otro. Moví las manos nerviosos sin saber que hacer. No quería que Nami llorase, pero no entendía por qué quería que me metiera en su cama. Puse los ojos en blanco.
    - Por favor.- vi las lágrimas resbalar por sus mejillas. Cuandp me dí cuenta ya estaba tumbado a su lado.
    - Gracias.- volvió a susurrar y se giró dandome la espalda y yo no entendí por qué.

    - Abrázame.- ordenó y la miré atónito. Pero no pregunté. Me acerque y pase el brazo por encima suya. Noté el calor de su cuerpo y su respiración acelerada de tanto llorar. Con cuidado pasé el otro brazo por debajo suya y sellé el abrazo. Suspiró aliviado como si le hubiera quitado un peso de encima y abrazo mis brazos. Yo me sentía un poco incómodo. No entendía por qué actuaba de esa manera.
    -Nami, si necesitas algo voy a por ello.- me excusé intentando salir de allí.
    -No. Así esta bien.- y apretó ,mis brazos para que la abrazara más fuerte. Empecé a temblar un poco nervioso. Demasiada proximidad. Ella pareció darse cuenta y me soltó escabulléndose de mis brazos.

    - Si te sientes incómodo puedes irte. Yo, me las arreglaré sola.- me quedé unos segundos meditando. Me sentía un poco tonto. Nami me había pedido ayuda y yo quería irme y dejarla sola.
    -Tranquila, yo... no me iré de tu lado si es lo que quieres.- terminé la frase que tanto me había costado pronunciar y sin dejar que me respondiera, la abracé. Entonces empezó a llorar, a llorar fuerte y sin contenerse. Se giró quedando frente mía y escondió su cara en mi pecho depositando sus manos en mi piel, haciendo que me estremeciera.

    Seguía llorando, mojándome, aunque no me importaba. La dejé calmarse un poco. Mientras tanto me percaté de que no llevaba el sombrero y empecé a recordar haber donde podría haberlo dejado. Me pasé la mano por el pelo pensativo.
    -Puedes ir a buscarlo. Te espero aquí.
    No, creo que lo dejé en mi cama. De todas formas ya lo buscaré luego. Me quedaré contigo.- La habitación quedó en silencio y mis tripas rugieron fuertemente.
    -Tengo hambre...- suspiré y la abracé más fuerte. Levantó la cabeza dejando ver una sonrisa y cuando fue a pronunciar algo tapé su boca.
    - No iré a por comida.- Sentencié y empezó a llorar de nuevo tapándose los ojos.

    - Ay, Nami. Estás muy rara. ¿Podrías contarme esa pesadilla que tanto te hace llorar?
    -Luffy, me aprietas demasiado.- susurró y aflojé soltando una risilla.
    -Yo...Vosotros...Tú...- intentaba hablar pero se le trababa la lengua. Traté de ayudarla a sacar las palabras. Le quité las manos de la cara, le limpié las lagrimas y la atraje más a mi.- Soy una tonta por soñar que no estáis con migo. Que desaparecéis y que solo quedo yo en este barco...- mientras la escuchaba hablar el corazón se me encogía con cada palabra y casi sin darme cuenta la apretaba más contra mí. - Luffy, sueño que os morís y que yo no lo hago. ¿Por qué yo no? ¿Por qué tengo que quedarme sola sin vosotros? No es justo. Y no hago nada para salvaros. Es como si quisiera que os fuerais.- empezaba a dar voces mientras lloraba más fuerte.- ¡Yo no quiero eso! ¡No lo quiero! ¿Y por qué lo sueño tantas veces? ¿En verdad quiero que pase? ¿Quiero que...- tapé su boca antes de que siguiera. Esto se me estaba yendo de las manos. Yo también empezaba a llorar.

    No me pude contener de pensar que Nami se quedaría sola y me la imaginaba llorando en un rincón, desprotegida. me desagradaba esa idea completamente, al igual que tenerla en mis brazos y no poder hacer que se sienta bien.
    - No. para. Yo, prometí que nunca perderías tu sonrisa y mírate.- Ahora Nami tapó mi boca.
    - Luffy no llores. Lo siento de verdad.- se quedó en silencio.
    - No. Yo lo siento. Estos dos años estuviste sola y de seguro que por eso tienes esas pesadillas.- me estremecí. Nunca me había perdonado por haberla dejado sola tanto tiempo y aun encima ahora tenía aquellas pesadillas por mi culpa.- El caso es que no te preocupes. Solo son sueños. Tu no decides lo que sueñas, ¿vale? Y si te pasa otra vez, vendré y me quedaré a tu lado si es lo que necesitas.
    -¿Enserio?- dijo con un hilo de voz sonriendo y mirándome.
    - Claro, yo siempre cumplo mis promesas. Shishishi.- mi risa retumbó por la habitación lo que hizo que me tensara.

    - ¿Ocurre algo?- Nami se notaba preocupada así que me apresuré a excusarme.
    - Es que pensé que no te gustaría que nos vieran así y como me reí tan fuerte.- le miré preocupado pero ella se limitó a sonreír.
    -No importa.
    Suspiré aliviado.
    -Me gusta verte sonreír.- y lo hizo más ampliamente dejando escapar una risilla.
    - Buenas noches.-. bostezó y se volvió a recostar en mi pecho. Solté un suspiro agradado y la abracé ya que nos habíamos separado mientras hablábamos.
    -Buenas noches Nami.- pero no hubo respuesta. Note su respiración rozar mi piel y yo me estremecía cada vez que lo hacía. La observé dormir y me sentí muy bien.

    Siempre me había gustado protegerla pero esta vez era diferente. Porque ella me dejaba hacerlo gustosamente. Me encantaba saber que no sólo podía protegerla luchando, sino también de otras formas. Que podía protegerla de todo. Lo que no sabía era que aquello se iba a convertir en algo rutinario. Cada vez que Nami tenía una pesadilla yo estaba a su lado. Y aunque no la tuviera también. Los dos temíamos que volvieran así que estaba bien.

    Todas las noches ella tenía mis brazos para protegerla y pronto yo tendría sus besos como recompensa.
     
    Última edición: 28 Agosto 2013
  2.  
    Shayury

    Shayury Guest

    Hola!
    Un relato muy tierno. Me ha gustado mucho porque en mi opinión ha sido diferente. Esta pareja me encanta así que le ha dado bastante puntos a la historia. xD Tengo que decirte que a veces me ha costado seguir la lectura, pues no sabía quien hablaba si Luffy o Nami. Esto se debe que no has separado lo que decía cada uno. Por ejemplo:

    -Yo...Vosotros...Tú...- intentaba hablar pero se le trababa la lengua. Le quité las manos de la cara, le limpié las lagrimas y la atraje más a mi.- Soy una tonta por soñar que no estáis con migo. Que desaparecéis y que solo quedo yo en este barco...- mientras la escuchaba hablar el corazón se me encogía con cada palabra y casi sin darme cuenta la apretaba más contra mí. - Luffy, sueño que os morís y que yo no lo hago. ¿Por qué yo no? ¿Por qué tengo que quedarme sola sin vosotros? No es justo. Y no hago nada para salvaros. Es como si quisiera que os fuerais.- empezaba a dar voces mientras lloraba más fuerte.- ¡Yo no quiero eso! ¡No lo quiero! ¿Y por qué lo sueño tantas veces? ¿En verdad quiero que pase? ¿Quiero que...- tapé su boca antes de que siguiera. Esto se me estaba yendo de las manos. Yo también empezaba a llorar.

    Al principio sabes que es Luffy, pero de repente pones soy una tonta y hay me has descolocado. Debes separarlo y también utilizar el guión largo.

    —Yo...Vosotros...Tú...— intentaba hablar pero se le trababa la lengua. Le quité las manos de la cara, le limpié las lagrimas y la atraje más a mi.

    — Soy una tonta por soñar que no estáis con migo. Que desaparecéis y que solo quedo yo en este barco...— mientras la escuchaba hablar el corazón se me encogía con cada palabra y casi sin darme cuenta la apretaba más contra mí. — Luffy, sueño que os morís y que yo no lo hago. ¿Por qué yo no? ¿Por qué tengo que quedarme sola sin vosotros? No es justo. Y no hago nada para salvaros. Es como si quisiera que os fuerais.- empezaba a dar voces mientras lloraba más fuerte.— ¡Yo no quiero eso! ¡No lo quiero! ¿Y por qué lo sueño tantas veces? ¿En verdad quiero que pase? ¿Quiero que...- tapé su boca antes de que siguiera. Esto se me estaba yendo de las manos. Yo también empezaba a llorar.

    He visto otros fallos como por ejemplo: Por favor, que lo has puesto así: porfabor. Un fallo de dedazo cuand que es cuando. Con fijarte no creo que te vuelva a pasar.

    Ahora me centro en la historia, como he dicho al principio me ha parecido un relato tierno y hasta inocente. Lo de inocente lo digo por Luffy y su actitud. Su actitud me ha parecido entre adorable y divertida. Por ejemplo cuando se pone nervioso cuando la abraza. Ahora centrándome en Nami, que horrible pesadilla ha tenido, pero menos mal que ha aparecido Luffy para consolarla y por el final puedo deducir gracias a esa pesadilla los dos va a dormir juntos varias veces. Por cierto, ¿dónde esta Robín o mejor dicho dónde se ha metido? No se me ocurre que decirte más, solo que corrijas esos fallos (que espero no haberte ofendido) y que me ha gustado mucho, así que me despido.

    Adiós!! =)
     
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