Novela Twitter Ya no te aferres más

Ya no te aferres más
​

I​

De camino a casa, Marisol y yo tuvimos un accidente. No recuerdo cómo fue que pasó, sólo que la gente gritaba y el mundo se tornó negro.

 

II​

El doctor nos llama. Nos informa que la vida de Marisol está fuera de peligro y que pronto despertará. También dice que lo siente mucho.

 

III​

Madre se lo agradece y rompe a llorar. Jamás la había visto actuar así, tan dolida y asustada. Intento calmarla, pero no me sale la voz.

 

IV​

Una enfermera aparece y nos lleva aparte. Permite que madre se desahogue sobre su hombro, manchando la tela con sus lágrimas y maquillaje.

 

V​

No sé cuánto tiempo pasa hasta que nos dejan entrar a la habitación de Marisol. Sigue incosciente y llena de moretones, pero aún está viva.

 

VI​

Madre ocupa la silla junto a la cama y yo me hago un sitio sobre el espacio de colchón libre. Permanecemos en silencio y expectantes.

 

VII​

La hora de visita está por terminar cuando Marisol despierta. Madre es la primera en abalanzarse sobre ella, ocultándola entre sus brazos.

 

VIII​

El doctor y la enfermera no tardan en llegar y pululan también sobre Marisol. Madre se niega a soltarla mientras ellos controlan su estado.

 

IX​

Luego vienen las preguntas. Marisol recuerda todo hasta el momento del accidente y seguir pensando le hace doler la cabeza. Ya somos dos.

 

X​

La enfermera le asegura que así está bien y la deja descansar. El doctor le concede a madre quedarse durante la noche junto a Marisol.​

 

XI​

Sé cuál será la respuesta porque es imposible para madre faltar un día a su trabajo. Siempre ha sido así desde que nuestro padre la abandonó.

 

XII​

Le pido que me deje quedarme, le prometo que cuidaré de mi hermana mientras duerme, que velaré por su seguridad. Madre ni siquiera me mira.

 

XIII​

Intento sonreír para Marisol mientras me despido. Pero la indiferencia de nuestra madre me duele tanto. A duras penas le prometo regresar.

 

XIV​

Una vez en casa, madre apaga las luces y se encierra en su habitación, sin despedirse. Quiero decirle: Yo también estuve en ese accidente.

 

XV​

Deambulo por la casa, sin saber qué hacer. No tengo sueño ni hambre. Tampoco estoy aburrida, es sólo que no sé cómo gastar tanto tiempo libre.

 

XVI​

Cerca de las tres, caigo rendida sobre la cama. Madre y sus trasteos en la cocina me despiertan a las siete. No me siento tan descansada.

 

XVII​

Media hora después, cuando me quedo sola en casa, decido levantarme y alistarme. Iré al hospital ahora, no importa lo que diga madre después.

 

XVIII​

Y es cuando descubro que he perdido la billetera y mi juego de llaves. De haberlo sabido, no habría evitado a madre.

Soy una estúpida resentida.

 

XIX​

Como puedo, salgo por la ventana e inicio un ritmo tranquilo. Todavía es temprano y lo que menos quiero es perturbar el sueño de Marisol.

 

XX​

El hospital luce tan ajetreado como el día anterior, pero como sé hacia donde ir me apresuró a tomar el ascensor y esperar el piso indicado.