Marvel What if? Vampiros

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Fénix Kazeblade, 29 Octubre 2021.

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    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    What if? Vampiros
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5113
    Tiempo, espacio, realidad es más que un sendero lineal, es un prisma de posibilidad ilimitada donde una sola elección puede dividirse en realidades infinitas y crear mundos alternos a los que ya conocen; yo soy el Vigilante, soy su guia en estas nuevas y vastas realidades, siganme y consideren la pregunta.



    ¿Qué pasaría si?....



    En una de sus múltiples batallas en el pasado durante la segunda guerra mundial, el heroico Capitan América se enfrentó varios enemigos mismos que aprovechaban encontrar en el conflicto el caos suficiente para poder obtener el poder para hacerse de la supremacía en este mundo: desde hombres cuya ciencia rayaba en la magia, amenazas de otros mundos o dimensiones e incluso criaturas tenebrosas que habitaban en la oscuridad.


    El Barón Sangre, era una criatura monstruosa que se alimentaba de sangre se enfrentó al centinela de la libertad como un aliado de las fuerzas alemanas. En muchas líneas de tiempo, el Capitán salió victorioso y culminó en el destino que todos conocemos, pero no en esta, un descuido bastó para que Steve Rogers fuera presa de aquella criatura dejándolo moribundo, sin embargo este no contaba con la voluntad de aquel hombre, quien contra todo pronóstico se alzó de nuevo ahora transformado en un ser similar y terminó destruyendo al Barón, luego.


    El evangelio de la sangre se extendió por el mundo rápidamente, el Capitán América ahora como el rey de los vampiros aliado con los Invasores se extendió por el mundo, siendo el símbolo, un líder muchos lo siguieron a voluntad, así el mundo cambió para siempre, unos siguiendo su mismo sendero y otros siendo consumidos hasta la extinción.


    Desde aquel evento habían pasado cincuenta años, la sociedad se encontraba forjada de acuerdo a quienes ahora la habitaban, mientras que en ciertos aspectos encontrabamos ciertos paralelismos que pueden parecernos familiares en otros veíamos el torcido y sombrío resultado de los vampiros, como la raza dominante.



    ************************


    El firmamento permanecía en una oscuridad perpetua a causa de un domo que combinaba la magia con la alta tecnología, las calles se iluminaban con una luz frívola y apagada que propiciaba el ambiente sombrío que imperaba en la ciudad de Nueva York.


    Una sorpresiva explosión, una bóveda de acero inoxidable resultaba expulsada con fuerza hasta estrellarse hasta los edificios del otro lado mientras que lenguas de fuego serpenteaban en el edificio del banco bajo asedio.


    El autor de este crimen avanzaba entre los escombros apoyado en los brazos mecánicos sujetos a su espina dorsal, es un hombre fornido, calvo y con lentes de sol oscuros, en cuatro de sus ocho brazos mecánicos llevaba varias bolsas repletas de dinero.


    Unidades de policía aparecían frente a él, un escuadrón completo le rodeaba rápidamente, todos llevan en sus uniformes una estrella en el centro, en reminiscencia de quien fue, es y será por siempre su líder, su guía y emperador, sin dudas apuntaban sus armas de alto calibre.


    — Profesor Otto Octavius, bajo la ley suprema de la sangre, ríndase en este momento y se tendrá clemencia— indicó uno de los oficiales accionando observando la mirilla de su rifle.


    Éste solo sonreía con sorna accionando dos de sus brazos mecánicos en forma de garras, preparándose al inminente ataque.


    Sin embargo antes de poder mover un músculo, una lluvia de balas arremetía contra el cuerpo de Octavius, su ropa se iba desgarrando al igual que el tejido de su cuerpo, sin embargo este último parecía restituirse casi al mismo tiempo que es destruido, una vez que uno de sus manos caía al piso destrozada por los disparos y sus gafas de sol se transforman en añicos, lanza su contraofensiva, pegaba un salto golpeando con sus brazos mecánicos a dos oficiales dejándolos fuera de combate, un tercero pretende seguir disparándole, cuando este le arrebata el arma de sus brazos junto con ellos, observa una salida, un hueco entre la formación que le permitiría escapar con algo de suerte, la mano que había perdido a vuelto a restituirse y solo había perdido solo una de las bolsas de su botín.


    Un hombre con una armadura oscura le hace frente, despliega sus manos frente a él mientras destellan una luz.


    — Mandroides…— escupió Otto entre dientes.


    Un destello repulsor de aquellas armaduras que Stark construyó lo reducirán a cenizas en segundo, jamás podría olvidar al pedante estupido de Osborn con su traje de duende gritando mientras se desvanecía. Esta era su sentencia de muerte.


    El rayo sale desde las palmas de la armadura con un zumbido aterrador, Otto presiona los ojos pensando como consuelo en la imagen casi desvanecida de su esposa que se refugia en su memoria, ella, ella era humana.


    Algo lo sujeta de las cosquillas y lo jala en el último momento, cuelga del brazo de una persona que se balancea por los aires.


    — Más vale que sueltes eso Doc, puedo salvar a los sacos de dinero o a tu persona, personalmente ando algo corto de efectivo por lo que te convendría no dejar en mi la elección.— declara su salvador


    Octavius con un suspiro aflojaba sus brazos y los sacos de efectivo se deslizaban dejándolo caer como lluvia en la ciudad


    — Hola, Peter.


    — Una frase así hubiera roto el internet si estuviéramos en una película, por ahora dime Spiderman esa es la idea llevar la máscara sobre el rostro — indicaba el muchacho señalándose la cara.


    Con un salto y una pirueta descienden sobre los techos de un edificio.


    — ¿Por qué ayudas a una persona como yo?,se supone que soy el villano— indicó Otto mientras lo miraba a los ojos con un extraño sentimiento en los suyos.


    Peter permanece unos momentos en silencio parece a la expectativa, probablemente con sus sentidos aumentados revisa los alrededores si aún se encuentran en peligro


    — Será mejor que te vayas, antes de que envíen más mandroides a buscarte, es difícil que pases desapercibido con esos brazos mecánicos en tu espalda.


    — Entonces es cierto, que tú y otros héroes callejeros se han puesto de nuestro lado.


    — No exactamente


    — Acabas de ayudarme, luego de que robé un banco.


    — Tal vez, yo no coincida con la manera en la justicia existe actualmente, no sé si puedo llamarla así.— declaró el arácnido mientras rascaba su cabeza.


    Justo en ese instante en las pantallas de los edificios de abajo la imagen del Capitán América aparece con milicia detrás de él avanzando con inquebrantable disciplina, Steve lucía exactamente igual que en los tiempos de la guerra con excepción de la piel que parece ser casi transparente, observando detenidamente sus ojos de aquel azul apacible ahora destellan cierto brillo depredador, despiadado y autoritario.


    Spiderman parecía sentirse asfixiado en ese momento, presionó sus lagrimales, sus hombros cayeron y como si su fuerza le hubiera abandonado tuvo que sostenerse del borde de la barda. Respiró profundamente hiperventilado, mientras se retiraba la máscara de pronto.


    Otto podía leer en su rostro la misma expresión de terror que él recordaba en sí mismo, sin embargo, a diferencia de él, este solo era un muchacho.


    — ¿Quién fue?— preguntó Octavius aproximándose lentamente. — Viste a alguien con tus propios ojos ¿no es así?


    — Se llamaba Frank Castle, estaba intentando matarme cuando ocurrió. Fue dos años atrás, en ese momento yo creía hacer lo correcto, cumplir con mi responsabilidad donde había una línea bien trazada entre los buenos y los malos, detenerlos y llevarlos ante la ley.— Peter hizo una pausa, se viró, se recargó en la pared y se tiró mirando a Otto hacia arriba— Castle tenía una idea más radical a lo que yo percibía en ese momento, él los mataba, cuando lo derroté mientras estaba enredado en una de las telarañas me puso señaló una sus armas y suplicó que terminará con su vida, estaba molesto, le grité que no era como él,tal vez hubiera sido lo mejor, ellos usaron rayos uv para desintegrarlo parte por parte.


    Peter en ese momento presionó su mandíbula, fue más evidente los prominentes colmillos que sobresalían de su boca.


    — Por tu seguridad deberías de dejar esta vida profesor— le señaló Parker mientras lo miraba por encima de su hombro.


    — Dudo que el régimen simplemente me deje ir, ya lo dijiste es difícil pasar desapercibido con los brazos.


    Peter le dedicó una sonrisa triste.


    —Siempre fuiste un excelente alumno.


    Otto suspiró, le dio una palmada al muchacho y descendió del edificio con ayuda de sus brazos mecánicos para luego desaparecer entre los callejones. Peter respiró de nuevo profundamente y se puso la máscara de nuevo y de un salto se arrojó de nuevo hacia la jungla urbana lanzando su telaraña.


    Peter intentaba despejar su mente de los recuerdos que una y otra vez se repetían ante sus ojos torturándolo, fue la vibración en su pierna derecha causada por su celular la que lo hizo volver en sí, lo tomó entre su palma y respondió.


    — ¿Qué pasa Scott?— preguntó Spiderman.


    — Las hormigas detectaron otra emergencia, el gps indica que estás por la zona— declaró la voz en el teléfono.


    — Seguro amigo, la noche aún es joven ¿de qué se trata?— señaló el arácnido.


    — Es un rescate, en Central Park, la zona norte, ten cuidado— concluyó para luego colgar.


    El joven superhéroe guardó el dispositivo de nuevo y aumentando la velocidad se deslizó a través de los edificios a su destino.


    Gran parte de este sitio actualmente era una selvática jungla donde algunos acudían a cazar por la diversión de los viejos días. Actualmente los seres humanos no eran más que un recuerdo, la horda vampírica se encargó de consumir a más de tres cuartos de la población mundial en menos de tres años, luego de esto, los que lograron sobrevivir o optaron por transformarse se percataron tarde que habían precipitado sus acciones, antes de que nuevas guerras comenzarán por el hambre fue el mismo Capitán América quien tomó las riendas de este nuevo mundo y con mano dura reguló todo aquello que quedaba por consumir, con el pasar de los años nuevas tecnologías surgieron y ahora existían estos sitios, habían animales de muchas clases siendo perseguidos por personas que querían recordar cuando devoraban humanos.


    Cuando Spiderman ingresó a este lugar, tuvo apenas unos segundos para saltar hacia atrás y evitar ser embestido por un hombre de mediana edad, sus ojos estaban inyectados en sangre con su boca y boca y cuello segregando la misma, entre sus manos una masa de pelo que había sido un roedor, Parker sintió su estómago comprimirse y buscó alejarse intentando encontrar el enjambre de hormigas voladoras que lo guiarán a su objetivo.


    — Vamos Ant-hony ¿dónde estás?


    Un zumbido en su oído a sus espaldas le hizo girarse encontrando sus guías y comenzar a seguirlas. Mientras iba entre las ramas torcidas observó a varias figuras trepar y saltar entre ellas, su sentido adicional y su intuición le hicieron percatarse al momento que tanto él como los cazadores fueran al mismo sitio no era una simple casualidad.


    Debajo sobre el piso había dos pares de pies inquietos corriendo sin mirar atrás, a sus lados varios vampiros emitiendo sonidos de caza que se asemejaban a los rugidos y chillidos de las hienas, uno de ellos se lanzó sobre la figura más pequeña y Spiderman por instinto intervino lanzando con una patada a los arbustos provocando que chillara, un segundo vampiro se lanzó hacia ellos pero el arácnido lanzó una red sobre él, casi al mismo tiempo que se viraba y golpeaba a un tercero con un puñetazo.


    Los perseguidos eran una niña y un hombre ya mayor, estaban huyendo, el sentido arácnido de Spiderman vibró de una manera anormal en ese momento, generalmente era una especie de picazón en la nuca, pero en este momento parecía recorrer las células de su piel de una manera sutil pero vibrante, hasta acelerar su corazón.


    De una manera casi instintiva, al ver aquellos rostros aterrados, lo entendió, eso era el resultado de la parte primitiva de sus poderes reaccionando, de la misma manera que una araña rápidamente se sentiría estimulada cuando una presa quedase atrapada entre sus telarañas y esta se lanzara a devorarla, así ocurría en este momento, por que ellos eran humanos.


    Era imposible.


    Los humanos se habían extinto y él personalmente, unos meses atrás había detenido al Chacal destruyendo cualquier vestigio de su investigación que prometía poder traerlos de vuelta por medio de la clonación. Las personas en la actualidad, se alimentaban de un plasma sintético desarrollado por Michell Morbius y en ocasiones especiales del fluido sanguíneo de animales.


    — Por favor ayudanos…— suplicó con un hilo de voz el anciano.


    Esa mirada, aquella mirada cansada, profunda, aquella mañana llena de bondad, le recordaban a aquel hombre por el que había aprendido todo lo importante que se debe saber, incluyendo la filosofía con la que regía su vida, su tío Ben.


    Esto lo hizo volver en sí, renunciar de manera definitiva a cualquier instinto que reclamaba consumir su sangre.


    El impulso seguía allí, pero podía contenerse, no como aquellos que recordaban cómo se sentía, que su organismo entero les exigía su sangre como lo habían hecho en el pasado.


    Peter contuvo a otros cuatro con ayuda de sus telarañas, pero el fluido parecía apenas contenerlos, sin pensar demasiado sus acciones, tomó al anciano y este a la niña en sus brazos y se lanzó hacia los árboles.


    — Sujétense fuerte, mi intención es sacarnos de esta zona lo más pronto posible— les ordenó.


    Le sujetó con fuerza y tomó impulso, se lanzó hacia arriba y usó su cuerpo para protegerlos lo más que puso, observó el exterior dejando los rugidos atrás. Se alejó lo más rápido que pudo sintiendo que su sentido arácnido centelleaba tanto que lo aturdía hasta marearlo, tanto por el peligro inminente como por aquel instinto.


    Una vez que avanzaron algunas calles descendió erráticamente hasta un callejón y terminó precipitándose contra algunos botes de basura.


    — Hijo ¿estás bien?— preguntó el anciano mientras se aproximaba.


    Peter levantó su mano derecha de manera defensiva.


    — Por favor, mantenga su distancia, no quiero hacerle daño— declaró con una voz temblorosa.


    — Pero tú nos ayudaste…— respondió el anciano con una sonrisa.


    — Por favor…


    — Solo queremos volver nuestro hogar— explicó el anciano— terminamos aquí por error.


    Parker levantó su mirada intrigado, aquella persona le estaba indicando que había un sitio habitado por humanos.


    — No es posible, hace años revisaron cada parte del planeta, lo han hecho más de una ocasión, no hay ser pensante este lugar que no sea un vampiro.


    El anciano retrocedió entonces, comprendiendo que aunque Spiderman lo había ayudado, él también era uno de ellos


    — Venimos de otro sitio— dijo el anciano con un semblante más serio.


    La niña se acercó pero él la refugió en sus espaldas.


    — ¿Puedes ayudarnos a volver?— preguntó la niña con una sonrisa


    El anciano resignado a que ellos por sí solos no llegarían lejos, secundo la propuesta. .


    — Me llamo Samuel, ella es mi nieta, Haydee.


    — Soy Peter Parker…soy Spiderman


    El anciano se acercó y estrechó su mano.


    — Los ayudaré.


    La niña sonrió entonces y el anciano registró sus bolsillos como en busca de algo, extendió su mano mostrando una pequeña gema de color verde.


    La gema destelló por un momento y una pequeña figura apareció proyectada encima de esta.


    — Observó que te encuentras atrapado en una de las zonas prohibidas— señaló el hombre de la grabación, era un hombre maduro, tenía barba y bigote, pero resaltaba más su vestimenta estrafalaria, ropas holgadas y una capa ondeando en sus espaldas— este sitio es una de las más peligrosas, si haz logrado activar este mensaje sigue las instrucciones para salir de allí de inmediato, identificate.


    — Samuel Wilkenson— indicó el hombre.


    La gema crispeó como el carbón alimentando llamas.


    — Soy Steven Strange y te ayudaré a regresar a casa, dirígete a 177A Bleecker Street, desde allí podrán transportarse de vuelta — ordenó el holograma.


    La gema volvía a destellar y se apagaba luego.


    — No está muy lejos de aquí— indicó Spiderman.


    — Aún recuerdo un poco la ciudad.— dijo el anciano


    — No hay muchos niños aquí— explicó Spiderman mientras comenzaban a andar— creo que eso los delató— el anciano lo miró de cierta manera que reflejaba lástima— nosotros no podemos reproducirnos, nadie envejece nunca.


    — Debe ser algo triste


    — Lo es, suba a mi espalda, llevaré a su nieta cargando, tenemos que movernos antes de que envíen a alguien por mí— explicó.


    Samuel se colgó del cuello del arácnido y la niña se aferró a su cuerpo mientras Peter la sostenía con su mano izquierda, tomó impulso y de un saltó se lanzó al cielo.


    Afuera de aquella bruma oscura que ahora envolvía la tierra el sol comenzaba a salir y era el momento más que nada por costumbres arraigadas a su humanidad perdida que la actividad en la urbe disminuía. Bastaban un par de calles más y estarían en la calle señalada, ellos podrían irse y estar a salvo.


    — Spiderman, tal vez mi perspectiva no sea la correcta, pero tú no pareces de la época que comenzó todo— señaló el anciano.— ¿Qué edad tienes?


    — Tengo dieciocho años— indicó el muchacho.


    — Creí que dijiste que desde entonces, nadie más había vuelto a nacer.— remarcó el Samuel.


    Las personas no suelen cuestionar en los aspectos que nos son familiares, aceptamos verdades absolutas incluso en nuestras realidades como la hora que a la que hay que dejar de estar fuera, aspectos de cordialidad o el acudir al colegio, solo ser realizan, solo se aceptan. De esa misma manera Peter aceptaba la historia contada, su realidad, misma que en un segundo se había visto quebrantada.


    — Yo…yo no lo sé…


    Su sentido arácnido vibró en ese momento, tuvo unas milésimas de segundo para poder esquivarlo, un proyectil de un tamaño pequeño se fue a estrellar al edificio cercano mientras que él con el anciano la niña se habían impulsado hacia arriba, algo voló a toda velocidad casi alcanzandolos, un segundo segundo proyectil explotó y los tres quedaron divididos en el aire, el arácnido lanzó telarañas hacia adelante para interceptar la caída de las dos personas y viró para hacerle frente a uno de los dos atacantes.


    — Tu entre muchos no creí que fueras un hereje de la sangre arácnido— indicó su atacante mientras desplegando sus alas mecánicas para luego embestirlo.


    — ¡Falcon!— exclamó Spiderman sofocado.


    En un movimiento doble le lanzó a la cara a Falcon una telaraña y se lanzó hacia los que protegía, porque sabía que si una de la mano derecha estaría, el sargento Barnes también estaría y con estos, la brigada de los soldados del invierno, asesinos infalibles, despiadados y certeros.


    Apenas se arrojó sobre ellos mientras que una lluvia de balas les seguía detrás, se lanzó entre los edificios mientras que veía que por la cima de ellos varios soldados saltaban siguiendoles el paso.


    — Podemos lograrlo Spiderman— le animó el anciano.


    La niña que se aferraba a él lo miró esbozando valientemente una sonrisa.


    La arquitectura neogótica de los edificios de la que en otro momento se había tratado de una área residencial de Greenwich Village, ahora se encontraba ruinosa y abandonada sin perder la majestuosidad de sus viejas glorias.


    Su traje estaba roto, parte de él estaba quemada, adherida de cierto modo a su piel, estaba herido pero se regeneraba, pero ellos estaban bien, había logrado protegerlos ante cualquier costo. Sacando fuerzas inhumanas se arrojó con ellos por la ventana del último piso, sin siquiera haberse recuperado uno de aquellos soldados del invierno entró por la venta y lo alzó del piso con una patada, lo tomó del cuello con su mano mecánica y lo estrelló contra la pared.


    — ¡Vayanse…ya!— declaró Peter con la voz suprimida.


    — Methahumano conocido como Spiderman, por el altísimo delito de herejía a la sangre, aliándote con humanos serás ejecutado.— dijo una voz casi robótica el soldado detrás de su máscara táctica.


    Peter miró a su alrededor buscando de que podría valerse para salir de esta, en todo el piso, sospechaba que en todo el edificio había toda clase objetos detrás de varios estantes de cristal, Parker accionó su lanza telaraña y jaló con fuerza valiéndose de su fuerza aumentada para arrancar con todo y el estante que contenía un jarrón, este se estrelló en el militar y al romperse el contenedor el jarrón absorbió en su interior a este.


    — Vaya, eso no esperaba.


    Su sentido de alarma le alertó de aquella presencia pero no tuvo tiempo de hacer algo al respecto, Falcon lo embistió provocando que descendiera rompiendo el piso hacia el piso inferior.


    — Terminaste rompiendo los huesos que faltaban— indicó Peter aturdido— veremos si mi estrategia funciona de nuevo.


    Diciendo esto extendió sus manos atrayendo hacia ellos dos de los contenedores, ambos se rompieron y al mismo tiempo sus objetos en el interior se accionaron, el primero accionando varias mecanismos se extendió sobre Sam Wilson apresándolo, él segundo rodeó a Peter colocandose en su cuello, justo en el instante en el que un segundo soldado del invierno comenzaba a descargar una metralleta que llevaba en sus manos, la capa mágica que envolvía el cuello de Peter como si contara con conciencia propia le protegió con la misma resistencia que malla a un caballero


    — Tengo bastante suerte hoy, comenza todas aquellas etiquetas de “suerte para la próxima” en toda mi niñez.


    Peter protegido con la capa ahora, avanzó hacia el militar y ya estando frente a él lo golpeó derribandolo.


    Descendió por las escaleras buscando encontrar a las dos personas que había llevado allí, sus rivales en ese momento no se detendrían con algo tan simple como aquellos ataques.


    Apenas retrocedió una morning star le iba a volar la cabeza, la niña le miraba con una sonrisa nerviosa mientras soltaba del todo la pesada arma en el piso.


    — Perdona, creí que eras otra persona, no te reconocí con la capa.


    — Los niños no deberían jugar con cosas así.


    El anciano estaba al fondo de la habitación quebrándose la cabeza intentando averiguar de que manera podrían irse de allí, moviendo los libros de las estanterías o buscando derribar alguno de los estantes.


    —¿Los derrotaste Spiderman?— preguntó Samuel con cierto brillo en el rostro, Peter soñó con imaginar que le daba gusto que estuviera bien.


    — Al menos el tiempo suficiente— respondió Spiderman. — ¿Tienes alguna pista de cómo podrían irse?


    — Ninguna, somos las únicas personas en años han sido tan estúpidas para terminar en la tierra— dijo el anciano cabizbajo mientras golpeaba la pared frustrado.


    — ¿Cómo llegaron aquí?


    — Una especie de puerta, un portal, creo que le llaman así.


    Peter examinó el sitio a su alrededor, dadas las circunstancias parecía bastante similar a las otras habitaciones donde había estado, los mismos estantes con objetos mágicos, las mismas paredes, los mismos pilares.


    La punta de la capa que portaba se levantó como señalando algo, portandola Peter se sentía más en control de sí mismo, si bien con el tiempo su instinto vampírico había amainado, ahora había desaparecido, su mente podía estar lúcida para pensar, así pudo observar la peculiaridad de un par de ventanales al fondo de la habitación que daban a ningún sitio. El tiempo y el polvo se encargaban de encubrirlos mostrarlos como parte de la misma pared agrietada y vieja, pero observando con detenimiento se podía ver el brillo opaco del cristal.


    Restos de hormigón y varios estantes volaron por los aires, Samuel tomó a su nieta y corrió hacia donde había señalado Spiderman, este fue al lado opuesto deduciendo que era el sargento Barnes, la mano derecha de Steve teniendo como objetivo, terminar con su vida.


    Spiderman lo detendría el tiempo suficiente.


    La mano del anciano temblorosa se alzaba para tocar una especie de interruptor circular que se encontraba en medio de los dos ventanales, algo en él desprendía la misma energía mística de la gema que llevaba en su bolsillo una vez que se encontraba cerca, Haydee su nieta permanecía aferrada a su ropa mientras que detrás de ellos ocurría el caos.


    Todos los infectados por la sangre de los vampiros adquirían con esto ciertas capacidades sobrehumanas, como fuerza, rapidez y capacidad regenerativa, cuando Peter había sido mordido por una araña radioactiva se le habían sumado más capacidades a las mismas, era aún más fuerte, todavía más ágil y rápido, hasta ahora no había tenido que medir el límite de su regeneración, mientras que luchaba con el armamento cibernético y la voluntad del sargento Barnes, aún buscaba restituir uno de sus brazos mientras bloqueaba con el otro los golpes fulminantes de la mano de hierro del Soldado del invierno original,bastó unos segundos de descuido, pensó en asegurarse que los humanos hubieran escapado, para que este lo derribara de un puñetazo.


    Su vista nublada observó aquella silueta, una que asociaba con uno de los peores días de su vida y hasta ese momento había permanecido hundido en su memoria en un intento de protegerlo, el día en el que perdió a su tío Ben. La historia oficial de la policía indicaba que un hombre había entrado a robar a su domicilio, su tío le había hecho frente y así lo había asesinado, Peter entonces pensó en utilizar las habilidades que había adquirido como un defensor y de esta manera evitar que algo así, le ocurriera a alguien más.


    Sin embargo, la realidad era otra, una igual de trágica, pero más sombría, una que todo a su alrededor se habían esforzado por hacerle olvidar.


    Aquella noche llovía, Peter Parker había acudido a un programa de lucha libre con la intención de hacer algo de dinero, había salido victorioso pero el organizador había terminado estafándolo dándole la mitad del dinero acordado, Peter frustrado había vuelto a su casa antes de lo planeado, entrando por la ventana, pensó en dormir, pero el ruido abajo no le permitió hacerlo, por lo que motivado por la curiosidad se asomó para ver lo que ocurría.


    — May, por favor sube con Peter en este momento— indicaba la voz del tio Ben impregnada en tensión.


    — Ben… ¿qué está pasando? ¿Quiénes son estos hombres?— preguntaba la anciana apenas con un hilo de voz.


    Al menos tres personas se encontraban en la entrada, llevaban el rostro cubierto y el que iba en el frente tenía el pelo largo, eran personajes sombríos incluso para este mundo.


    — May… por favor… Peter, él no tiene porque estar solo.


    La tía May subió las escaleras sollozando, se encontró a Peter en las escaleras y lo abrazó con fuerza aferrándose a él.


    — Benjamin Parker, bajo la ley suprema de la sangre se le acusa de herejía, el mayor crimen en nuestro mundo, su sentencia es ser ejecutado.— dictó la voz de uno de los hombres.


    — Por favor no aquí…


    — Tía May ¿dijo ejecutado?...¿Qué le van a hacer al tío Ben?...¡Tenemos que hacer algo!.


    — Peter por favor, él no quiere que nada te ocurra.


    — ¡Yo puedo detenerlos tía May! ¡Tengo el poder para detenerlos!

    — Peter…Peter, escuchame, ¿cuál es esa frase que siempre te ha repetido el tío Ben?...


    — Un gran poder…— Peter sintió que su voz se ahogaba y sus ojos se le llenaban de lágrimas, afuera destellaba una intensa luz— …conlleva una gran responsabilidad. -- concluyó mientras se aferraba al cuerpo de su tía.


    Peter Parker entonces presionó sus puños con fuerza mientras que sus heridas infringidas hasta ese momento se cerraban, presionó su mandíbula y se levantó desatando toda aquella rabia contenida hasta ese momento, lanzando hasta el segundo piso a su atacante, sin embargo antes de que este terminara estrellándose contra el techo, lanzó una telaraña hacia él y lo atrajo para propinarle un fuerte puñetazo, sin necesidad de voltear a ver comprimió como cartón el arma de otro soldado que le apuntaba, se la arrancó de los brazos y lo expulsó hacia afuera con una patada.


    Corrió hacia ellos, hacia los humanos, sin detenerse detuvo entre sus manos un proyectil lanzando desde el exterior, guiado por infrarrojo, que iba hacia ellos para impactarles, lo detuvo y lanzó con su telaraña.


    — Dime que ya lo resolviste— declaró Peter aproximándose a ellos.


    — Lo tengo, solo tengo que encontrar nuestro sitio. -- respondió el anciano mientras giraba el interruptor.


    Frente a ellos en los dos paneles aparecían distintos lugares de la tierra y otras dimensiones, con cada giro se materializaba uno nuevo y le daba paso al siguiente.


    — ¡Abuelo allí, la luna!— exclamó la niña para luego cubrir su boca con sus manos.


    La imagen proyectada era una metrópoli compuesta por edificios delgados de color planetado compuestos por una especie de cristal, estaban allí, a lo lejos cientos y cientos de humanos, vivos y felices.


    — Sabía que podía contar contigo para hacer lo correcto, Peter Parker, tu familia siempre lo ha hecho, tus padres, tus tíos, los conocí a todos ellos, la mayoría de ellos pagaron un alto precio por ello, pero siempre serán recordados. — indicó Samuel mientras le ponía su mano en el hombro. — gracias por salvar a un viejo tonto y descuidado y a su nieta.


    Peter lo miró a través de su máscara rota con los ojos llorosos y le dio una palmada, la niña se despidió de él con la mirada y ambos atravesaron el portal dejando atrás este mundo.


    — Y yo que te creía un traidor Spiderman— declaró una voz siniestramente familiar, James Barnes descendía del segundo piso malherido pero con el brazo de metal intacto, desde su mascara se proyectaba la imagen imponente y tenebrosa de Steve Rogers.— ni uno solo de nosotros lo sospecho, creí que Strange había caído sin ofrecer mucha lucha, creo que lo subestimé— en su rostro se dibujó una sonrisa siniestra en la que sobresalían sus dos largos colmillos— pero mira esto, queda un sitio repleto de humanos y el recurso perfecto para no solo asediar esa realidad sino esparcir nuestro evangelio por cientos de mundos.


    Peter caminó hacia el Soldado del invierno con paso firme y decisión, convencido de que este era su camino a elegir, el destino que le pertenecía, que ahora seguía por completo los pasos de las personas que habían sido las más importantes en su vida, aunque su final pudiera ser el mismo que ellos.


    — No lo creo, todo este sitio está apunto de estallar— declaró Spiderman mientras señalaba el proyectil contenido en el techo por una de sus telerañas.


    El tejido comenzó a esparcirse de manera violenta hasta que perdió por completo su forma, entonces para todos, todo se transformó en un simple destello y el 177A Bleecker Street no existió más.


    *******************************


    En ocasiones del hombre más correcto puede surgir oscuridad y de una criatura sombría emanar luz, las acciones y nuestra voluntad son las que definen quienes somos y estás mismas nos permiten incluso hacer cosas que parecen imposibles.


    Peter Parker sabe eso, mientras se abre paso entre los escombros.






























    cuando una llamarada de
     
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