One-shot what hurts the most

Tema en 'Bleach' iniciado por Titaniia, 16 Agosto 2015.

  1.  
    Titaniia

    Titaniia Entusiasta

    Aries
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    Título:
    what hurts the most
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    Romance/Amor
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    1
     
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    1228
    What hurts the most

    “One-shot”

    Bleach no me pertenece



    ..

    .


    —¡Ichigoo! – Rukia estaba desesperaba, observaba a su alrededor y sólo había desolación, horror y desesperación. Su cuerpo se encontraba cada vez más débil por la pérdida de sangre, con sus últimas fuerzas estaba decidida a encontrar a Ichigo. Sus intentos de gritar eran en vano, no recibía respuesta alguna, las lágrimas pronto comenzaron a bañar sus pálidas mejillas, tenía tanto miedo…

    La nieve caía, y al momento de tocar el suelo se teñía de un hermoso carmesí, sólo había muerte alrededor. Rukia caminaba a paso lento, arrastrando sus pies, sujetándose una herida de gravedad en uno de sus costados, no lo podía creer estaban perdiendo la guerra, eso no podría estar pasando, tenían a los capitanes más fuertes, diablos, tenían a Ichigo, ¿acaso eso no bastaba?.

    La pelinegra se distrajo con sus pensamientos y tropezó —Maldición…- no podía más, apenas tenía fuerza para ponerse de pie, esperaba…realmente esperaba que Ichigo apareciera frente a ella y la salvara…como siempre.

    ¿Dónde diablos estaba Ichigo? ¿Por qué no aparecía? Aquellos eran los pensamientos de la pequeña Kuchiki, sus ilusiones se disiparon cuando un frío viento le hizo sentirse ligera. ¿Acaso estaba muerta?...

    —No.

    Aquella negación salió con seguridad de sus labios, tambaleándose, sufriendo y apenas pudiendo con su peso logró ponerse de pie y continuar con su labor de encontrar al pelinaranja.

    —Ichigo….-su voz cada vez era mínima. Afonía —¡Demonios!, contesta.

    Las lágrimas seguían cayendo impotentes, ya había recorrido un gran sector de aquella sangrienta batalla y su esperanza se perdía. Su herida dolía cada vez más. Antes de caer de nuevo, su vista se posó en un pequeño camino de sangre que estaba frente a ella, asustada comenzó a seguirlo, y su peor pesadilla estaba frente a sus ojos.

    Ahí frente a ella, estaba Ichigo, estaba apoyado en uno de sus costados, una gran cantidad de sangre salía de su pecho, boca, nariz y oídos, Sus ojos estaban sin brillo, con vanos intentos, intentaba por todo lo posible detener su hemorragia, pero más no podía.

    Rukia horrorizada observaba como Ichigo se esforzaba por respirar, de repente, Ichigo comenzó a toser, el pelinaranja estaba escupiendo sangre. En ese instante la Kuchiki reaccionó, olvidó todas sus heridas, olvidó todo su malestar e intentó correr al lado de Kurosaki. Una vez ahí, a su lado, le tomó de las mejillas, estaban heladas y completamente pálidas, sostenía su mirada con la miel de Ichigo. Violáceo y miel chocaban convirtiéndose en uno solo.

    Ichigo sintió el cálido tacto de Rukia pero no pudo verla y eso le hizo sentirse vivo por un instante, joder, se estaba muriendo, no había que ser un gran genio para saberlo. Él no quería irse, no quería dejar a su pequeña enana sola, quería poder acompañarla de por vida, y su para eso tenía que dejar de ser humano lo sería, sólo por ella, pero su deseo estaba truncado, se estaba muriendo. Cada vez le costaba más respirar, y su cuerpo dolía a inmensidades, miles de agujas se insertaban en su cien, deseaba poder verla, pero no veía nada, ni siquiera estaba seguro de que fuera Rukia quien sujetaba sus mejillas.

    La sangre se atoró en su garganta —R-rukia, ¿eres tú…? – el líquido escarlata comenzó a caer en pequeños hilos desde sus comisuras.

    El alma de la pequeña teniente se estremeció, escucharlo así de abatido la destrozaba a ella —Aquí estoy, aquí estoy…-aquella voz tranquilizó al herido sustituto —…idiota.

    Y eso no cambiaría nunca, una pequeña sonrisa ladina apareció en los labios de Ichigo. Ambos estaban en silencio, no había nada que decir. Rukia comenzó a llorar.

    —No te vayas por favor …-la verdad había caído sobre ella -…por favor no.

    A Ichigo se le quebró el alma escucharla tan desgarradora —No llores…te ves más linda c-cuando no, no lloras enana – e intentó reír, más sólo un gruñido salió de sus labios, no podía verla, pero estaba seguro que aún con todas las heridas que ella tuviera, la enana se vería hermosa, como siempre.

    No sabían cuando tiempo estuvieron ahí, en medio de la nieve manchada de escarlata haciéndose compañía mutuamente. Compartiendo su dolor, aferrándose el uno al otro, no queriendo dejar que ninguno se fuera, querían seguir juntos aun si significaba que la muerte los llevara a ambos, ambos enamorados.

    Rukia no quería admitirlo, no quería soltar el rostro de Ichigo. Ichigo se removió lentamente, aún estaba luchando por seguir ahí, con poca fuerza tomó una de las manos de Rukia, y le susurró.

    Reunió sus últimas fuerzas para hablar —No quiero que estés triste, no quiero que sufras, no quiero que termines con tu vida tan pronto, quiero que vivas, que vivas por ti, por mí, pero sobre todo vive por ambos —pausó y respiró —Nunca estarás sola, nunca me olvidaré de ti, siempre serás la luz de mis ojos, tú…tu detuviste mi lluvia interior, lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido conocerte…no sabes cuanto…

    Rukia lloró, y una mínima sonrisa adornaba su rostro —Te amo.

    Rukia quiso escuchar un -te amo- de regreso pero nada salió de los labios de Ichigo, sabía que él la amaba pero quería escucharlo viniendo de él, pero aquello quedaría sólo como un deseo imposible de cumplir. Porque Ichigo ya había dejado de luchar, aquella lucha con él mismo fue una derrota, una derrota imperdonable.

    Las lágrimas ya no corrían, estaba seca, no sentía nada, se sentía como un cascaron obligado a vivir, pero sabía que no estaría sola, es decir los que sobrevivieron estarían con ella, e Ichigo, él jamás se iría de su lado…o eso es lo que creería…por la eternidad…

    Su alarma comenzó a sonar, indicando un hollow cerca, dejó de leer los mangas que tenía y salió apresurada a terminar con aquella bestia, el viento golpeaba su rostro y mecía su corto cabello. Cuando llegó al lugar pudo observar como alguien se le había adelantado, lo observó de lejos. Era un muchacho alto, contextura delgada y cabello naranja. Kurosaki Ichigo, shinigami sustituto.

    —Oye enana, te gané el trabajo otra vez —la voz burlona del muchacho hizo que Rukia volviera en si.

    Le estaba hablando —Sólo por esta vez idiota.

    Y cada uno se fue por su lado. Ichigo no la recordaba y eso le dolía, la destruida por dentro. Contuvo sus ganas de llorar, quería ir a abrazarle y decirle –hey cabeza de zanahoria, soy yo, Rukia tu enana- pero sabía que eso sería imposible.

    “Nunca estarás sola, nunca me olvidaré de ti”

    Sentía que aquellas palabras no tenían significado, pero no sentía que fuera una promesa no cumplida por parte del shinigami, si ese era el precio que había que pagar por haberle vuelto a la vida…entonces sufriría en la soledad, ahora, mañana, por días, meses, años, por toda su vida si era necesario…Porque a pesar de todo lo sucedido, cuando Ichigo murió y algo extraño pasó, volviéndolo a la vida, ella nunca le dejó de amar y nunca lo haría, sólo tenía la vaga esperanza de que algún día, no muy lejano…él la recordara…y la volviera a amar.

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    Shu

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    Hace mucho que no escribo asi que no te corregire por que no me acuerdo bien, pero dejame decirte que me agrado leer tu One Shot, mucha suerte en tus proximos!
     

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