Titulo: Wapití ~Shikamaru-Hidan~ El cielo se muestra despejado, en la profundidad del bosque saltando de rama en rama, el Nara esquiva los feroces ataques del platinado sediento de sangre hasta que en uno de esos ataques lo consiguió. Una explosión derrumba el suelo donde el Akatsuki se encuentra, quedando su cuerpo hecho pedazos… —Aquí es donde permanecerás eternamente, aunque desgraciadamente, tu nombre no quedara en el olvido ya que las nuevas generaciones conocerán la leyenda del gran shinobi “Asuma Sarutobi” y de cómo murió por proteger al Rey. —¿Qué diablos pretendes, niño estúpido? —masculla Hidan sumamente alterado, enfrentando la penetrante mirada del shinobi que le a vencido. —Jamás nadie sabrá donde estas y desearas jamás haber sido inmortal pues solo las alimañas y lombrices serán tus visitas en la profundidad de este agujero —el encendedor plateado es arrojado, prendiendo con el los sellos explosivos, convirtiendo aquel agujero en la tumba del fanático religioso del dios Jashin. Al fin la muerte de su querido sensei esta vengada y aquellos nobles animales guardianes del bosque de su familia se acercan a “felicitar” a su cuidador perezoso por haber salido vencedor. —Tú mi querido Wapití como el guardián del bosque Nara, serás el encargado de vigilar que ese bastardo jamás sea encontrado —masculla el shinobi de peinado grácil al enorme “ciervo” mientras palpa con su mano el lomo del generoso animal de enormes astas. La tarde esta cayendo cada vez más, con parsimonia y su corazón lleno de paz Shikamaru Nara regresa a donde su “equipo y apoyo” seguramente le están esperando, mientras que desde los limites del bosque del Clan Nara el hermoso y enorme ciervo Wapití le observa alejarse.