Drabble Waka waka [Ayúdame a volver]

Era tarde y el transporte de 11 estaba por salir, caminaba constantemente en la banqueta ya que la penumbra llenaba el sitio. No me gustaba estos rumbos y mucho menos en la noche. El aire revolvió mi cabello. Me dolían los pies por tanto estar parada. Entonces algo sonó.


Waka waka waka


Instintivamente miré hacia atrás rápidamente, solamente pude observar a unas personas unas cuadras atrás. El ruido sonó cercano así que no podía ser posible. Al mirar de frente me quedé estática al tener enfrente mio una pelota amarilla de mediado tamaño ¿cómo era posible? Y a la pelota le salieron ojos y una línea se formó bajo los ojos y emitió ese característico sonido.


Waka waka waka.


Me quedé ahí, parada y contemplando sin poder creer lo que mis ojos veían.

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Tenía que buscar la manera de regresarlo a donde pertenecía o eso es lo que había entendido cuando transformó su ¿cara? En varios gestos para comunicarse. Y había un tiempo específico. Me mantenía positiva ya que él parecía saber lo que hacía; lo seguía por las calles que despertaban con la luz del sol y los puestos abrían sus puertas a los clientes bombardeandolos con propaganda y trucos para atraerlos. Suspiré, la gente no parecía darse cuenta del pequeño amigo o simplemente habían visto cosas más estupendas.


─ ¿A dónde vamos?─pregunté un poco desesperada al caminar tanto y no ver un indicio de llegar al destino.


Miraba alrededor observando los vegetales y frutas que vendían, regateaban a los pasantes casí obligandolos a comprar. Choqué sin darme cuenta con Pacman quien se había detenido súbítamente por alguna extraña razón. La gente comenzó a empujarme ya que habia demasiada y si te detenías, te arrastraban. Me alejaron de la pelota amarilla, quien miraba una pequeña naranja con los ojos en forma de corazón.

Este iba a ser un largo día.

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Pasó a mi lado “corriendo” de alguna manera, iba a una gran velocidad; similar a cuando estas en el juego y los fantasmas quedan de color azul oscuro, comencé a seguirlo sintiendo como el aire salía de mis pulmones al ser aplastada por la gente. Doblaba y seguía recto; el tiempo estaba acabándose. Preocupada aceleré el paso.

─ ¿Qué pasa?─pregunté angustiada.


Waka waka waka

Se escuchó a lo lejos, estaba por llegar a su lado cuando entró a un baño público. Me detuve y observé como venía hacía mí. Un poco indignada lo miré y todo el enojo escapó de mi cuerpo cuando vi como se pintaba de un color más pálido. En ese momento me percaté de algo escrito en su espalda, en letras negras.

“Propiedad de la plaza grande”

No lograba entender a qué se refería ¿plaza grande? No tenía sentido, porque en la plaza grande había un parque y no había ninguna juguetería ni nada de eso. Suspiré, intenté tocarlo, mi brazo lo atravesó, algo que anteriormente no sucedía.

Tragué saliva preocupada y lo empujé mientras corríamos por toda la ciudad hacia ese lugar, la única pista que podría llevarlos a algún lugar.

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─ ¿No tienes alguna otra pista?─ lo miré fijamente.

Él me miraba fijamente, comenzaba a volverse transparente. Si él supiera como volver lo hubiera hecho sin mi ayuda, estaba perdido e iba a desaparecer, la culpa estaba llenándome y la tristeza en su rostro era más presente.

Pasamos frente a una pequeña plaza que frecuentaba de joven, no había nada que hacer; no podía evitar ser pesimista.

─Podemos ir a casa y comer algo mientras…─lo miré mientras entraba corriendo a la plaza.

Como si fuera costumbre, comencé a seguirlo, rápidamente, pasando entre la gente. Al final pude observar como estaba la pantalla de juegos. Cuando era un poco más chica venía todos los días a jugar… ¡eso es! Ahora todo tenía sentido y sonreí aliviada, después de todo, lo habíamos logrado.

Pacman se estrelló en la pantalla, como consecuencia un apagón llenó todo el lugar. La gente comenzó a gritar pero la luz volvió segundos después. Miré a mi alrededor, todos se encontraban tan extrañados y confusos, siguieron caminando despacio, como esperando que el edificio colapsara. Me acerqué a la pantalla y pude ver a mi pequeño amigo moviéndose libremente por sus caminos y unos pequeños fantasmas de colores siguiéndolo.

Sonreí al escuchar ese particular y curioso sonido mientras Pacman se comía las bolas pequeñas, en el centro de la pantalla apareció una pequeña fruta, aquella que sale para darle bonos si lograbas alcanzarla, algo particular llamó mi atención. Era una pequeña naranja con un ¿moño? En la parte de arriba, así que Pacman resultó ser hombre.