Zankyou no Terror Von [Zankyou no Terror]

Hace poco terminó este anime, basta con decir que quiero hacer unos cuantos ajustes a su final.

Capítulo 1: Resonancia.

Frente a un estrado donde prensa de todo el mundo se encuentra presente un hombre culmina su discurso, sintiendo que justo ese instante es el principio del fin. Los flashes de las cámaras vuelven por segundos su figura en una simple silueta mientras que dos policías lo custodian hasta la salida del edificio donde se encuentra mientras los reporteros se obstruyen unos a otros por conseguir una exclusiva.

Cuando por fin logra salir al exterior da un respiro y una leve sonrisa de dibuja en su rostro un mundo diferente al que ha conocido toda su vida se abre hoy ante sus ojos.

De pronto, un silbido en el aire rompe esta armonía se escucha un grito y la gente comienza a correr, hay un impacto de bala a unos escasos centímetros de donde hasta hace unos momentos estaba su pie. Busca rápidamente con la mirada y nota que algo resplandece a lo lejos, un francotirador lo había esperado al salir, recuerda como los tigres son animales que se vuelven más salvajes cuando están por morir así justamente ocurre en este instante.

—Te aconsejo que alejes del arma, quien te envió, a caído—pronuncia una voz detrás del atacante.

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—Las declaraciones hechas por quien fuera un doctor respetado, Mamiya Shunzo no han sido más que la punta del iceberg para múltiples denuncias y reclamos por parte de víctimas de este tipo de organizaciones a través del mundo—declara una chica de un noticiero mientras se ven imágenes de una persona lanzando una molotov.

Cambia el canal.

—Poderosos líderes empresariales, políticos e incluso gente de la farándula se ven vinculados en ramas de proyectos similares a Athena y todos ellos pueden ver como el poder que habían forzado en sus manos se vuelve polvo…—explica un sujeto de lentes en otro noticiero mientras se ve como irrumpen las autoridades en casas de distintas personas y las sacan forcejeando.

Cambia el canal.

—La verdad es algo bastante simple, socios, televisoras, tu madre misma puede saber que hacen cosas terribles pero todo se te viene abajo cuando esto llega a oídos de terceros, surgen estos chicos de pronto y arman una revolución, nadie quiere ser visto con malas personas, entonces los dejan de lado, se ven como siempre debieron de estar esas personas cuya humanidad se ha perdido—exclama hacia un auditorio uno de esos tantos líderes de opinión, mira hacia la cámara. —solos….


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—¿Me siento aquí?—pregunta Lisa mientras sonríe tímidamente a una chica que tiene más o menos su edad que se encuentra frente a ella.

Se encuentran en una sala, es un lugar pequeño y acogedor, puede mirar como desliza dos terrones de azúcar a una taza con té y comienza a batirlo suavemente, mientras sonríe.

—Claro, toma haciendo y agradezco que hayas aceptado mi invitación, estaba terminando mi carrera cuando me enteré de todo el asunto debió de ser una locura, bueno, no más de lo que es ahora—da un pequeño sorbo—ya te he contado un poco más de lo que pretendo hacer, no hay lugar en donde no sé hable de este asunto, sin embargo—pone su mano en hombro—sé que hay mucho más que eso y quisiera contarlo. Por qué comienzas con él día en que iba a detonar la última bomba.

Lisa junta sus puños entre las piernas y da un suspiro, la observa y asiente con la cabeza, luego de dar un pequeño sorbo a su taza de té comienza a narrar.

—Esos eran los momentos más decisivos, se encontraban entre la espalda y la pared. No creo que su plan hubiera contemplado jamás el encontrarse con aquella chica, Five y menos que ella estuviese en su contra después de lo que habían vivido juntos, pero lo estaba. Nine…él había tenido que decir donde se encontraba la última bomba, creo que Twelve vio esto como el final del camino y decidió entregarse, tal vez fue su plan desde un inicio, ese día ya tenía toda la atención sobre de él y hablaría de lo que había callado por tanto tiempo.

Five, tenía otros planes nunca, yo nunca he logrado descifrar lo que quería, creo que solo es claro para ellos dos, sobre todo para Twelve.

La camioneta que transportaba a él aquella ocasión iba a toda velocidad, fue demasiado tarde cuando se dieron cuenta que lo seguían, el conductor ya había sido herido por una de las balas para cuando les pareció evidente, el auto zigzagueó pero recuperó el camino, probablemente pudo haber sido distinto, pero algo ocurría con ella en ese instante.

Twelve pudo ver como el auto que tripulaba era el que terminaba derrapando hasta chocar con la acera.

>>—¡Five!—exclamaba mientras salía de la camioneta en donde lo llevaban custodiado y corría hacia ella.

Creo que era como volver a vivir lo que había ocurrido hace años, esa misma pesadilla recurrente. Rogaba por que pudiera ser distinto, es por eso que corría, tal vez eso era lo que transmitía pues ni los oficiales de policía ni la persona que iba con Five lo detuvieron.

La tomó en sus brazos, podía sentir de cierta manera que su vida escapaba y se dio cuenta en ese momento que era algo que a pesar de todo no quería.

>>— Twelve está vez no me dejaste atrás…—murmuró la chica antes de perder el conocimiento mientras sonreía.

Él la abrazaba hacia su pecho esperando que en cualquier momento volvieran por él, cuando de pronto sintió una suave brisa, alguien pasaba frente a él en una motocicleta y disminuyendo un poco la velocidad le saludaba, él afirmaba con su cabeza había comprendido al instante su plan, cuando segundos después se detenía por completo frente a los oficiales…


Continuara.

 

Bueno aquí la segunda parte.

Capítulo 2: Detonación

Se transmite en televisión de un documental con motivo del aniversario de este suceso.

Han pasado algunos años en los que el mundo vio encendida la mecha aquello que aún en nuestros días se disemina como la pólvora y ha marcado nuestra vida para siempre, con un solo hombre, pero la historia nos ha enseñado que solo basta uno para que ocurra así.

En una pantalla gigante en el centro de la ciudad como en cada televisor encendido, se transmite lo siguiente.

— Hola Japón, me temo que esta sea la última vez que nos veamos, quiero agradecer que hayan jugado con nosotros, ya nos conocen somos Spinx—surgía la imagen de un muchacho cubierto con una máscara haciendo una ademán con las manos dibujando un medio circulo pareciendo un tanto divertido— hay una última bomba, una cuyo alcance no tiene límites, no podrán detener ni acabar, no hay nada que pueden hacer, solo, observar…

La gente alterada especula sobre la naturaleza de las palabras de estas amenazas, pueden sentir aquel miedo que produce lo desconocido. Se abrazan, lloran, se molestan y algunos incluso aplauden, para cada uno significa algo distinto que ha surgido por aquellos que denominan terroristas.


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Frente a Lisa se encuentra una chica morena de ojos grandes y labios delgados, es apenas un poco mayor que ella, es una escritora reconocida a pesar de su corta edad, está aquí por la misma razón que han estado tantos quiere escuchar esa historia que hizo temblar al mundo, pero desde el punto una persona que lo vivió en carne propia, de lo que sentía en ese momento su corazón. Es la quinta ocasión que se reúnen, para que la chica no se sienta tan incómoda ha decidido citarla en una plaza y allí compartiendo un helado de cono ha continuado esperando su historia.

—Ya me has contado casi todo respecto a lo que ocurrió con Spinx, estoy segura que cuento con cosas que ninguno de los medios a presentado hasta ahora, pero ¿sabes?—sonríe de una manera gentil—yo he venido aquí contigo para saber qué es lo que hubo más haya—puso su mano en su rodilla— tengo entendido que uno de ellos bueno…

Ella sonrie bajando la mirada y presionando tus labios, la miró.

—Quisiera que me contaras un poco sobre eso, por favor…

Lisa toma con sus labios un trocito de la galleta que formaba el cono de su helado y la mastico, dio un suspiro y comenzó a hablar.

>>—La última ocasión que intentaron poner un explosivo todo se le vino en encima, Five había comenzado a jugar su juego y había decidido ir varios pasos más adelante que ellos, usando sus mismos recursos contra ellos, ella, ella creo que pensaba inculparlos haciéndole creer a la policía que harían detonar una bomba en el aeropuerto, aun no entiendo por qué, era una carrera contra el tiempo y una batalla de inteligencia, yo quise ayudarlos, pero…solo logré que me atraparan, me habían amarrado a una bomba en un avión, al final lograron desactivarla, lograron salvarme de la detonación, pero con los problemas que les causaba yo…terminaron atrapándome de nuevo…

La chica se quedó ensimismada unos segundos, este episodio de su vida aún parecía afectarme de cierta manera.

>>—Nine, fue a salvarme, sabía lo que conllevaba, él sabía que era arriesgado y aun así estaba allí, recuerdo que tenía mucho miedo, me pregunte a cada segundo mientras estuve cautiva si podría sobrevivir, no sabía que estaba ocurriendo la mayoría del tiempo pues me tuvieron con los ojos cubiertos y mis manos amarradas, escuchaba conversaciones, sabía que era un señuelo, por eso al verlo, al ver a Nine correr hacia donde me encontraba una mezclas de sentimientos emergía, me sentía culpable pues sentía que los había separado, que había arruinado todos los planes que tenían, sentía miedo pues sabía que estaba allí como trampa para él y no sabría que le harían una vez que estuviera en ese lugar, pero, más que nada me sentí feliz, porque estaba allí, había ido por mí.

>>—¡Lisa! —exclamó a la rueda de la fortuna conmigo.

>>Segundos después, se activaba y un pip indicaba algo que tenía pero no quería creer, antes de subir allí habían activado una bomba y la habían activado cuando justo subió como si quisieran que los últimos pensamientos en mi mente fueran que por mi causa él había fallecido.

>>—Five….esto es demasiado para ser una broma—murmuró mientras golpeaba el vidrio.

>>En este instante el juego mecánico también se encendía, poco a poco nos separábamos del suelo mientras nuestras miradas se cruzaban con angustia.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunté mientras miraba como comenzaba analizar el mecanismo de lo que me habían puesto.

>>El contador no se detenía. Él me sonrió, se acercó a mí, he de confesar que no era la primera vez que ocurría algo así, mi vida no ha sido buena llevaba una mala relación con mi madre, no tenía amigos en la escuela, sentía que no pertenecía a este mundo, que todos me gritaban y agredían, pero estando frente a él, observando sus ojos todo cambiaba.

>>Seguía nerviosa, pero no tenía miedo, no al menos por que esto pudiera salir mal, confiaba en él.

>>—Espera un segundo—me respondió sin voltear a verme.

>>—Twelve…

>>—Está bien, no te preocupes

>>Así fue comenzó a desmantelar uno a uno la bomba, trozando con sumo cuidado cada cabe y colocando los explosivos en el piso, podía escuchar su respiración, podía casi sincronizar los latidos de nuestros corazones, me observaba de vez en cuando dibujando de nuevo una sonrisa en su rostro cuando sentía que me comenzaba a alterar, me parecía increíble que cuidara esa clase de detalles justo en medio de esta situación, segundos después volvía a su tarea con toda la determinación del mundo.

>>—Lo siento…lo siento…me atraparon—le dije sollozando.

>>En ese instante el dejo lo que hacía, me tomó del rostro y me miró a los ojos.

>>—Ya no tienes por qué disculparte más, no es tu culpa.

>>Me sonrió y yo lo hice, unas lágrimas descendieron por mis mejillas y…

Lisa presionó sus labios interrumpiendo su narración quien la entrevistaba logró ver una leve sonrisa dibujándose en su rostro.

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El video del mensaje de uno de los que para muchos fueron terroristas seguía transmitiendo, el chico había continuado hablando la multitud esta había enmudecido de nuevo, probablemente esperaban poder hacer algo más, que les diera algún tipo de clave, que les diera esperanza.

—No existe un contador, no existe una pista, solo esto—diciendo eso mostraba una pendrive—contiene nombres, direcciones, todo lo necesario para encontrar a los verdaderos responsables… Shibazaki-san—en ese momento se miraba otra persona tras él no era otro más que el detective que le había seguido la pista hasta ese momento. —Gracias por resolver el acertijo de spinx—diciendo esto el muchacho retiraba la máscara roja con blando que llevaba puesta y sonreía ampliamente hacia la cámara.

Casi al mismo tiempo en todas las principales bases de datos del mundo, redes sociales y páginas de internet se filtraba la información y las pruebas sobre el proyecto Athena al que habían estado sujetos, su última bomba había estallado.

 

Aquí el final y la razón que debió de ser.

Capítulo 3: VON

“Alguna vez le pregunte a Nine que era lo que siempre estaba escuchando, me dijo que la música de un país frío, de Islandia, de allí venía aquella palabra que usaron VOB, significa esperanza”


La media luz de su habitación iluminaba las lágrimas que caían en la pasta de libreta, presionó sus puños tomando sus sabanas y suspiro mientras se ensimismaba mientras escuchaba los reclamos de su madre mientras golpeaba la puerta insistiéndole que saliera.

—Lisa, ¡Lisa!... tienes que salir de tu habitación…¡hazlo ya! —gritaba su madre mientras se escuchaba sollozar.

Su padre las había dejado hace tiempo, desde ese instante la chica no había significado más que un mal remplazo de todo, por más que hiciera y se esforzara, su madre le hablaba de todo lo que hacía mal, de los problemas que causaba, era molestaba por varios chicos en la escuela pero la única que vez que había intentado hablarle de eso la había culpado de en pocas palabras, provocarlas.

Con el tiempo, comenzó a creer que realmente todo lo hacía mal y no había nada que pudiera que decir.

Presionó un poco la herida de su hombro, esta se la habían causado el día de hoy unas chicas al empujarla con la pared, lo hizo como una forma de castigarse por no poder hacer nada al respecto y provocar que esto le ocurriera así.

—¡Solo déjame sola! —gritó la chica mientras se ocultaba entre las sabanas.

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Miraba las luces fugaces de los autos por la ventana de la habitación aún se encontraba un tanto mareada por la falta de alimento y sueño por la que había pasado hace días. Estaba exhausta pero los pensamientos que bombardeaban su cabeza no la dejaban dormir. Escuchó ruido muy cercas de ella y al voltear encontró a Twelve observándola.

—¿Qué haces despierta? —preguntó sonriendo

—Yo, pues, realmente no puedo dormir…

—¿De verdad?, es bueno tener algo de compañía, algo hay en mi cabeza que nunca me ha permitido dormir más de tres horas en el día, no sé si sea algo malo o bueno, pero prefiero no pensarlo—explicó mientras se ponía al lado de ella y le ofrecía un caramelo.

Ella negó con la cabeza al ofrecimiento pero él insiste y entonces lo toma.

—Yo pues…

—Escapaste de casa ¿no es así?

Ella bajó la mirada avergonzada.

—Tienes es misma mirada, nosotros también escapamos de nuestro hogar porque era malo ¿también lo era el tuyo?.

—Si…

—Lo siento—pusó su mano en el hombro—Nine no quiere dejarte con nosotros presisamente por ese temor, no es mala persona, solo que hay personas que no quiere estar cerca de nadie más, por lo que le puedan hacer o les pueda hacer…él paso por muchas cosas

—Yo no creo que tú me puedas hacer daño—dijo la chica recargándose en su hombro—me salvaste…

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—Lisa por favor, puedes continuar, ¿acaso ocurre algo? —pregunta la escritora acercándose a la chica.

Ella sonrió levantando la mirada.

—Es solo que me trajo un buen recuerdo—dice sonriendo con cierto brillo en sus ojos

Dio un suspiro profundo y continuó su relato.

>>—El resplandor de la ciudad se combinaba por el brillo artificial fluorescente del juego mecánico donde estábamos, escuché caer una más pieza de la bomba, el contador seguía contando pero no tenía miedo, él me sonreía, había que nos había unido hace tiempo éramos dos espíritus lastimados, dos almas que se unían para curar sus heridas y al estar así justo frente a los dos nos completábamos.

>>Él acaricio mi mejilla, sentí como un suave rubor invadía mis mejillas mientras casi podía saborear su aliento mientras se aproximaba a cada segundo a mí, fue un breve roce con nuestros labios, pero una eternidad para nuestro corazón, nos sentimos completos, felices, una felicidad que no creíamos posibles, mientras nuestros labios se palpaban de nuestros labios emergían lágrimas, como la lluvia lavando la impureza de un prado para que puedan surgir de nuevo la vida en él, para que haya esperanza de una vida nueva.

—Si tengo que irme, ¿me esperaras? —me preguntó como un susurró al oído.

—Por supuesto que lo haré—le respondí al instante.

El miró el contador de la bomba se levantó y observó a la cámara decidido.

—La última bomba está en la escuela—indicó.

Y con estas palabras el contador se detuvo, ambos dimos un suspiro de alivio aunque se notaba inquieto, al bajar del juego mecánico, los hombres solo nos observaron y observé que en la chica que nos había tenido cautivos se dibujaba una sonrisa.

—Nos dará tiempo—indicó Twelve cuando y estábamos lejos—tengo que ayudar Nine, tenemos algo que hacer juntos, no olvides tu promesa Lisa…

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Nine se levanta del piso luego con la ayuda de uno de los oficiales, presiona su mano en un comunicador que tiene en el oído y sonríe.

—Te dije que resultaría Shibazaki-san, ya tienes al último tirador, estoy seguro que no enviaran más.

—Estaba seguro que lo haría, solo dudaba de la parte de ti siendo el señuelo—respondió el detective del otro lado.

—Confiaba en que pudieras con eso—responde Nine sonriendo.

En ese momento un auto se detiene frente a él, Twelve baja la ventanilla y le sonríe saludándole.

—Hola Nine, ¿salió todo bien?

—De maravilla amigo ¿qué tal contigo?.

En ese momento Lisa surge del asiento de atrás y besa al chico en la mejilla.

—Los últimos estudios indican que el mal que les producía el suero en el cerebro está disminuyendo, el doctor explica que ha ayudado la forma más relajada en la que se maneja ahora, que si sigue esta manera puede curarse—explica la chica sonriendo.

—Siempre hay esperanza Nine.

—Siempre la hay, hasta instante más difícil.

"Un beso basto para cambiar un mundo devastación"

FIN