Viva Las Vegas [Sesshômaru x Kagome] [One-Shot]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Artemisa, 20 Mayo 2011.

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    Artemisa

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    Título:
    Viva Las Vegas [Sesshômaru x Kagome] [One-Shot]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2345
    Hola, este one-shot fue escrito para el Concurso Fanfiction de InuYasha 2011 (creo que así se llamaba). No tengo la marca exacta que obtuve, pero quedé en segundo lugar : )

    Oh, bien. Me esforzaré a la próxima. ¡Se los dejo, ojalá les guste!

    Viva Las Vegas

    El sol la irritó, despertándola. Cuando abrió los ojos, se encontró en un cuarto que no conocía; tenía una resaca terrible y no sabía con certeza qué estaba haciendo en ese lugar. De pronto, sintió algo moverse junto a ella; al voltear vio a quien menos esperaba: su insoportable jefe yacía a su lado, cubierto de marcas de lápiz labial color carmesí.

    La sola visión le hizo saltar y pegar un grito. Como consecuencia, su superior se despertó bruscamente y la miró con sorpresa, sin perder la estoica cara que lo representaba.

    — ¿Qué demonios…? — Él había intentado decir, mas nada pudo terminar.
    — ¡No sé, no sé!, ¡eso mismo me pregunto yo! — Gritaba desesperada —. ¿Cómo terminamos aquí?

    De pronto la chica se percató del actual estado de su jefe.
    — ¡Oh, Dios!, ¡ponte algo! — Volteó el rostro y se sonrojó.
    — Bueno, ni que tú fueras la más cubierta en esta habitación…
    — ¿Quieres decir que yo…? — Se miró a sí misma —. ¡No puede…!

    Inesperadamente, la puerta se abrió rápidamente, dejando ver a un anciano de baja estatura y grandes ojos saltones.

    — Buenos días, señor — saludó calmadamente hasta que pudo presenciar la escena — ¡Santo cielo! ¿Qué ha pasado aquí?

    Había muebles volcados de lado, las cortinas estaban rotas y había diamantina por todas partes, además de plumas rojas en el cabello de ambos.

    — Bueno, ya saben lo que dicen… ¡Pasó en Las Vegas! — Se adicionó una voz al trío —. Deberían haberse visto ayer…

    La risa del joven recién llegado no pudo haber irritado más a alguien.

    — Cállate, Miroku — escupió sus palabras —. Te ordeno que me digas qué pasó ayer.
    — Bueno, Sesshômaru… Con todo respeto, si quieres saber, ¿por qué no ves tu mano y la de ella y me dices?

    El youkai miró aterrado su mano y encontró el anillo más costoso que hubiese visto en su longeva vida; volteó sólo para ver uno igual en la mano de su asustada asistente personal.

    — Te despediré por esto, inútil — espetó, furioso.
    — ¡Pero yo tampoco quería casarme contigo! — La chica protestó, lamentando lo mal que se oía la palabra “casarme” en esa oración.
    — A ti no, idiota; a él — Dirigió su mirada al hombre que portaba una pequeña cola de caballo.
    — ¡Ey, ey, espera! Créeme que nadie hubiera podido detenerte, en serio.

    Sesshômaru Taisho dirigió su mirada a su ahora esposa. Aún no se lo creía, eso sólo pasaba en las películas.

    — Tú también tienes la culpa, Kagome. ¿Por qué te emborrachaste? Si hubieses estado sobria, esto no hubiese pasado.
    — ¿Disculpa? Tú sabes que yo no bebo y me obligaste a beber para quedar bien frente a tus “lindos” colegas. Además, ya quiero saber porqué estabas ebrio tú.
    — Alguien debió haber alterado la… Miroku.
    — ¡No, no! Yo no causé tal cosa. Pero si quieres culpar a alguien, Inuyasha pensó que necesitabas relajarte.

    Y fue entonces que al dueño de la compañía recordó que su medio hermano le había dado algo que si no tenía el mejor sabor, al menos le daba buenas sensaciones en la garganta. Qué tonto fue.

    — ¿Cómo es que no me di cuenta? — Se puso una mano en la cara y apretó el puente de su nariz —. Maldición. Kagome — la miró —. Necesitamos el divorcio lo antes posible.
    — O una anulación de matrimonio — sugirió Jaken.
    Miroku rodó los ojos antes de tragar saliva.
    — Eh… Me temo que no es posible — Los recién casados lo miraron con desaprobación e incredulidad mezcladas —. Verán, déjenme explicarles… Digamos que cuando tomaron de más…
    — ¡Yo no tomé de más!
    — ¡Y yo no tomo!
    — Como sea. Cuando estaban ebrios, la señorita Kagome me veía muy feliz y Sesshômaru no se veía tan anormal… Sólo un poco… Eh… “Caliente” — El interpelado iba a protestar por lo que su agente había dicho, pero este último siguió hablando —. Y digamos que hay ciertas fotografías… Y algunas entrevistas… No pude contener a los medios.
    — ¿Cómo dices, infeliz?

    Sesshômaru estaba perdiendo los estribos. ¿Cómo Inuyasha pudo haberse atrevido a embriagarlo en tales circunstancias? Ahora se armaría un gran escándalo puesto que él no salía con nadie… Si no es que ya se había armado.

    Comprendiendo la incredulidad de su jefe, Miroku decidió aclarar las cosas por completo, prendiendo la televisión del cuarto de hotel.

    Inmediatamente, se pudo ver a una emocionada reportera, con una fastidiosa sonrisa en la cara.

    — “Y después de esta crónica, vamos a presentarles el video de la boda del poderoso empresario Sesshômaru Taisho… Qué curioso, ¡en Las Vegas!”

    Entonces salió al aire una toma de ellos dos en frente de un ministro.
    Kagome estaba radiante y muy sonriente, recargándose en el hombro de su jefe. Usaba un vestido blanco y muy corto, con un velo largo y unos tacones que dolían los pies sólo de verlos. Una persona se acercó a ellos con un micrófono y Sesshômaru no pudo verse más impaciente e irritado.

    — ¡Señor Taisho, antes de que se case! ¿Quién es la novia?
    — Mi asistente — respondió como si se tratase de lo más natural.
    — ¿La ama?
    — Ah, qué estúpido eres, me irritas — se volteó —. ¿Podemos continuar?

    Una vez que la pequeña ceremonia acabó, una bola de reporteros los acosaron; aunque tuvieron ciertas dificultades al encontrase con Miroku, que los alejaba con desesperación y enojo.

    — ¡Aléjense, esto no es…!
    — Oh, cierra la boca, Miroku. Ni en mi boda puedes callarte — lo reprendió la novia, risueña —. ¡Mejor ven a celebrar! — Lo tomó por la camisa y lo jaló hacia ella —. Estoy muy feliz.

    Sesshômaru apartó a su agente de su nueva esposa, empujándolo con fuerza. Luego se dirigió a la joven y le sonrío maliciosamente.

    — No. Tú y yo vamos a celebrar arriba, preciosa.

    Ante tal declaración, los reporteros se volvieron locos. Y acabó la toma.

    Sesshômaru no podía creerlo.

    — Y eso significa que un divorcio sería el fin de mi reputación. ¿Cierto, Miroku?
    — Por eso te enseñé el video.
    — Demonios.
    — No es tan malo… Sólo tienes que fingir frente a las cámaras por unos meses, luego decir que no resultó y game over.

    — Bien.

    Y aunque a la chica no le gustaba para nada la idea de fingir que estaba feliz de haberse casado con su jefe, supo que no tenía otra opción.

    Siendo así, los siguientes tres meses significaron enormes cambios. Desde conservar el anillo de bodas para no crear chismes… Hasta ella mudarse al penthouse de su esposo. Dormían en cuartos separados y parecía que sólo eran un par de universitarios compartiendo departamentos.

    Todo había dado un giro que aunque planeado, nunca dejaba de sorprenderla. Recordaba una vez que habían salido — como usualmente hacían cada semana, para no despertar sospechas — y habían estado a la merced de la prensa…

    — ¡Kagome! ¿Cómo ha sido vivir al lado de Sesshômaru Taisho?
    — Nos llevamos muy bien, platicamos mucho — sonrió. Después de todo, no era una total mentira. Ella y su esposo llegaban a soportarse ahora, y a veces hasta platicaban mientras comían.
    — ¿Por qué no le da un beso a su esposa? — Inquirió el irritante reportero.
    — Bueno, es que no nos gusta besarnos en público — trató de alegar la chica.
    — Ah, ya entiendo. ¿Tienen problemas en su relación?
    — No es así — el youkai no tardó en contestar.

    En cuestión de segundos, la besó apasionadamente y ella se dejó llevar… ¿Qué más podía hacer?

    Desde ese entonces, y hacía ya dos meses y medio, no había pasado nada. a veces ella se preguntaba si en realidad había pasado. Suspiró y levantó los hombros con indiferencia.

    De pronto, oyó a su jefe llamarla.

    — ¿Sí?
    — Ya nos vamos. ¿Llevas los papeles? — Su tono parecía más familiar, pero eso no lo hacía romántico.
    — Ajá.

    Ambos subieron al auto del empresario y pronto estuvieron en el edificio de la compañía, donde estaba un muchacho con una cara alegre que raramente se presentaba en él. Kagome lo saludó y se retiró a hacer papeleo y organizar algunas juntas, dejando a los dos hermanos solos.

    — Inuyasha, si no quitas esa cara, voy a partírtela. Me fastidias.
    — Mira, sé que no puedes aguantarme aún más desde que te emborraché y te casaste con Kagome por accidente. Pero, vengo a darte una buena noticia: ya puedes divorciarte de ella.
    — Eso es muy arriesgado, tienen que pasar varios meses.
    — ¿Sabes que en quince días cumplen seis meses?

    Sesshômaru se sorprendió, aunque no lo dejó ver. Ahora que lo pensaba, era verdad. Llevaban algún tiempo y todo lucía perfectamente normal, y ya era capaz de terminar su matrimonio indeseado.

    — De todas maneras, yo decido cuándo me divorcio.
    — Pues yo te pediría que lo hicieras rápido — dijo entre dientes.
    — ¿A ti qué te importa?

    Era de noche y ambos regresaban a casa. La joven de cabello negro bostezaba y se acurrucaba en el asiento, estaba muy cansada.
    A pesar de su sueño, ella pudo notar como Sesshômaru no le había dirigido la palabra en todo el camino; lo cual le parecía extraño ahora que hablaban tan bien. Se mantuvo callada todo el trayecto, pero cuando iban a despedirse y separarse como cada noche, no contuvo la tentación de saber qué le pasaba.

    — ¿Sesshômaru?
    — Dime — decía él, con la mirada desviada.
    — ¿Qué pasa contigo, por qué estás tan amargado hoy?
    — No lo estoy. Ahora ve a dormir ya.

    Kagome me dio la media vuelta. Pero algo la hizo mirar hacia atrás, lo cual la hizo ver a su esposo con la mirada perdida y el ceño fruncido. Después de seis años de trabajar con él, lo conocía bien…
    Y sabía que algo le perturbaba. Se acercó lentamente hasta que él notó su presencia.

    — Ya, en serio. ¿Qué tienes?
    — Inuyasha es insoportable — resopló.
    — Bueno, esa no es novedad para ti — rió ella y el la miró —. ¿Qué más?

    El demonio se quedó en silencio por unos segundos. Cómo se notaba que no le era fácil adentrarse en cualquiera que fuese ese tema.

    — Insiste en que nos divorciemos ya — finalmente dijo.
    — ¿De verdad? — Hizo una breve pausa —. Bueno, ¿no es eso lo que vienes esperando? Además, es cierto que ya pasó tiempo, así que si quieres…
    — Lo dice porque te quiere, ya lo sabes. Quiere una relación contigo.
    — ¡Mira, sería bueno! Así yo sería la mala del cuento que te dejó por otro y tu reputación estaría intacta… De todos modos, no soy famosa sin ti. Ya me dejarán en paz — resopló. No sabía porqué no estaba del todo emocionada. Sería que se estaba muriendo de cansancio.
    — Como quieras.

    Tras estas palabras, se apartó de ella y cerró la puerta de su recámara. Ella no comprendía: ¿qué había dicho mal?

    Cuando se cansó de esperar por si salía, decidió irse a dormir de una vez. Mañana sería otro día. En esas estaba, cuando repentinamente oyó una puerta azotarse… La puerta de él. Abierta, casi zafada. Saltó del susto.

    — ¿Qué te ocurre?
    — Estoy harto de no poder decirte tu verdad.
    Ella portó una mueca furiosa en su rostro.
    — ¿Tanto me odias? Yo que pensé que estábamos llevándonos bien, que ya no era tan “insoportable”… Pero, tú…

    Empleando zancadas, se acercó a ella en dos pasos. Le cubrió con su dedo índice la boca.

    — Cállate, si hablas más no podré soportarlo más — observó que la misma furia de la chica la había hecho guardar silencio —. Kagome, no quiero terminar con nuestro matrimonio.

    Ella se quedó observándolo, incrédula. No podía procesarlo, ¿qué?

    — ¿Y tú? Yo descubrí que no deseo divorciarme de ti.

    La aludida suspiró y lo miró con sus enormes ojos.

    — ¿Sabes? Desde un tiempo sabía que yo tampoco.

    Y, como dicen… Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. Pero hoy te vengo a comprobar que a veces puede resultar falso.
     
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    andi-chan

    andi-chan Entusiasta

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    jajajaj muy bueno lo ultomo me encanto one-shot y felicidades por gamar segundo premio seguro que si te esfuerzas ganas sigue se te da muy bien esto de ecribir

    bye,bessos
     
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    Tarsis

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    NOOOOOOOOOOOOOO! WTH? No puedes dejarlo así chica! Muero lento, me suicido con un lechuga, me lanzo de un edificio! Como se te ocurre hacer semajante barbarie?! Me ha fascinado! debes continuarla! no me importa que sea un One-Shot, conviertelo en un long-fic! Cada palabra me ha encantado, claro me hubiera gustado que hubieras narrado mucho más el período en el que se fueron conociendo hasta llevarse bien! No vi nisiquera faltas ortográficas...Anda, anda porfissssssssssssssssssssssssss! no me dejes así! La fuente de sangre de mi nariz está en mi auge!
     
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    Artemisa

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    Oh, God. Quizá lo haga un two-shot o un three-shot, depende. Perdona el sangrado de nariz que te causé xD.
     
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    Me encanto, en primer lugar felicidades por ganar el segundo lugar, volviendo a la trama Sesshomaru tiene razón esas cosas pasan solo en las películas, pero en su caso no fue así, como te menciono Génesis Montes, ojala hagas una continuación, también encontré un pequeño error de dedo te lo remarco:
    • puso presenciar (pudo presenciar )
    En fin espero el próximo. Adiós.
     
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    lunabetz

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    Hola Miss Love, leí tu one-shot de consurso y debo decirte una cosa: OMG, está muy bien mira que con Sesshomaru, realmente me encanta esa pareja SesshxKag, nunca me los imaginé casados por accidente wow que imaginación la tuya de verdad, muy gracioso y también cómico cuando Sesshomaru le dice que no se quiere divorciar de ella (yo tampoco lo haría xD) y celoso por Inuyasha, vaya, ¿quién lo diría?
    Con un poco más de descripción hubiera quedado magnífico, pero igual está extraordinario, felicidades ¿eh? Muy bien merecido tu premio :)
    Saludos y NTR
     
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  7.  
    Asurama

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    Creo que en verdad es un clásico esto de Las Vegas, pero este cuento me gustó, porque quedó genial y bastante verosímil, desde mi punto de vista, en el sentido de que es una relación construida al paso del tiempo y de conocerse —pese a la brusquedad con la que todo comenzó— y no un enamoramiento súbito, como suele suceder en este tipo de historias, en especial, historias que involucran a esta pareja.
    Eso le da un aire fresco y bastante realista desde mi punto de vista y, aunque SesshoumaruXKagome no es para nada mi pareja favorita —soy del lado conservador, no partidaria del crack—, debo admitir que este texto me ha agradado por lo muy bien hecho que está.
    De todas maneras, ha visto que tus historias corren un poco intempestivas y deberías haber narrado más. Las personalidades las manejaste bastante bien.
    Excelente trabajo, ha sido una experiencia de verdad interesante, pocas veces se encuentran textos como estos… aunque sigo creyendo que pudo ser mejor.

    Luchy te saluda.
     
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