Microrrelato Vigilando al solitario

Vigilando al solitario​

Cuando vas a través de un tumulto de gente el que más llama la atención es aquel que camina por los rincones apegado a los edificios; buscando soledad entre el tumulto. Cuando entras a una sala, el que más llama la atención es el que está solitariamente apartado de los demás. Cuando vas por una calle vacía y te topas con un desconocido, a veces darías lo que fuera por no estar solo en ese momento.

Soledad, muchas veces, significa peligro y es una verdad muy fuerte. "Ten a tus amigos cerca, pero a tus enemigos más cerca"

A la persona iracunda, a la persona melancólica, a la persona eufórica, a la persona apática... Que esté sola hay que vigilarla. De que no vaya a hacer algo malo, de que no vaya a hacer algo alocado, de que no vaya hacer algo estúpido, de que no se le ocurra hacer algo arriesgado.

Si es una persona que conoces, tendrás que saber cuando darle espacio a esa persona solitaria, y cuando entrar a indagar en los problemas que le opacan. Si aquella persona solitaria, iracunda, melancólica o alocada es un ser preciado y querido por ti, con mayor motivos no tienes que dejarle solo; debes tenerlo "a la mano" y presente...

Porque una persona realmente solitaria es una que no mide el riesgo de sus acciones, porque nunca a nadie le afectó lo que hiciera; si en algún momento lo mide, es porque está dejando de ser realmente solitaria... Y eso está bien...

Intentemos ser menos solitarios y, cuando podamos, más solidarios.