Long-fic VIDA POR VIDA [NeTen]

Hola! ya se que algunoa diran deberias estar haciando la conti de tu ff MI HISTORIA, SU HISTORIA, NUESTRA HISOTRIA. Y he estadop trabajando en ello, esta historia la tengo bastante avanzada y finalmente decidi compartila con ustedes, hojala sea de su agrado.​

Autor: Hiemko Hyuga. Fandom: Naruto. Pareja principal: Neji y Tenten Aclaraciones: Este ff lo he publicado en otro foro (UFF) asi que si lo llegan aver, no es plagio!​

​

​

Vida por vida​

Una castaña que dormía cómodamente sobre su cama comenzó a abrir sus achocolatados orbes. Se sentó sobre su cama, reviso su celular, eran las seis de la mañana, se levanto y dirigió al baño. Se metió en la ducha helada, mas no le importo mucho, al salir se vistió apresuradamente, arreglo su larga cabellera en dos chongitos, abrió el refrigerador y salió corriendo del pequeño departamento, no sin antes gritar un “ya me voy”.
Se dirigió al estacionamiento corriendo, en el comenzó a buscar con la mirada su vehículo, cuando lo encontró una sonrisa se pinto en su rostro, se acerco apresuradamente a él y contemplo por instantes. Era una hermosa bicicleta vieja, pero era su bicicleta, su único medio de transporte además de sus pies.
Abordo su bici, con mirada fiera observo al frente, su meta: ¡la Universidad!, quedaba retirada pero la castaña tenia bastantes mañanas de practica, habia superado su propio record, esta vez también lo intentaría. Empezó a pedalear con gran energía y fuerza, perdiéndose a lo lejos en la calle.
Desde la ventana de su departamento era observada con una sonrisa por una pequeña de ocho años, quien cerró la cortina al no ver más a su hermana. Se dirigió al comedor con su uniforme ya puesto, sobre la mesa encontró un vaso de jugo de naranja, pan tostado y un poco de fruta. Junto a una nota que su hermana le había dejado.
Se sentó y con tranquilidad dio lectura a la nota. Ingirió el desayuno tranquilamente, aun era muy temprano, al terminar sonrió, mas que su hermana parecía su madre. Siempre la cuidaba y protegía de todo, la admiraba como mujer. Iba en la Universidad y trabajaba para mantener a ambas, se hacía cargo de todos los gastos, siempre había comida en su casa, nunca estaba el refrigerador vacío o la alacena. Aunque el precio de eso era solo verla en las noches.
Regreso a su cuarto y tomo su mochila para irse a la escuela, no sin antes asegurarse de dejar bien cerrado el departamento. Bajo las escaleras tarareando una canción, por un breve instante sintió como el aire le faltaba, se detuvo unos segundos y siguió su camino, sin tomarle importancia.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-
Maldecía por lo bajo un hombre de tez blanca y orbes perladas, salía furioso del hospital. La razón: se negaban a ayudarle para obtener un hijo. Sin más se retiro, al parecer el director de la clínica no se encontraba, mas advirtió regresaría si era necesario a media noche.
Abordo su auto, indicándole al chofer lo llevara a su oficina, aun tenía mucho trabajo por hacer y una importante reunión con otros empresarios y socios. Al llegar se dirigió directo a su oficina, cinco minutos más tarde entro un hombre de tez morena, cabellera negra en forma de un tazón y cejas sumamente pobladas.
— ¿Qué te dijeron?
—Lo mismo de siempre, parece que tendré que buscar yo mismo—hizo una pausa—Lee quiero que pongas un anuncio en el periódico donde pongas lo que quiero y ofrece una generosa cantidad de dinero para quien acepte.
—pero Neji…—replico el chico de enormes cejas.
El albino le dedico una mirada de fastidio, el moreno entendió que no podía negarse, soltó un suspiro, se apoyo sobre sus rodilla y se levanto de su asiento para salir de dicha oficina.
—Y lo quiero para mañana.
La puerta se cerró dejando al joven molesto. ¿Por qué se negaban a ayudarlo? Era unos incompetentes, pero no iba a ser muy paciente, lo que quería lo obtenía, siempre fue así. Considerado un genio por los demás, alabado sin cesar y sumamente respetado.
Un joven empresario con un gran futuro, lleno de vacío y soledad. Neji Hyuga era ese hombre.
Fastidiado y abrumado decidió irse de ahí, trabajaría desde su casa ese día.
—Elisa hoy no voy a estar en la oficina, toma todos los recados, si es algo urgente me avisas a mi celular—dijo a su secretaria al salir de su oficina.
Su secretaria era hermosa, poseía un cuerpo voluptuosos y bien formado, varias veces compartieron la cama e incluso no era necesario una cama, pues su oficina era muy cómoda. La joven de hebras doradas y orbes verdes lo miraban con sensualidad, se acerco a el por la espalda sujetando su corbata para jugar con ella.
—Y ¿se puede saber a donde vas? —interrogo al joven en el oído.
—Hmph, no hace falta—respondió con una sonrisa de medio lado.
La sujeto por la cintura de manera tenaz y atrajo hacía él, ambos se unieron en un apasionado beso, lleno de pasión y lujuria. Al separarse la joven sonrió satisfecha.
—En ese caso lo veo mañana, señor Hyuga—dijo al soltarse de su agarre.
El Hyuga prosiguió su camino, esa chica era una buena compañera de cama, demasiado. Le ayudaba a quitarse el estrés. Por unos minutos pensó en ¿Qué sucedería si ella se lo tomaba muy enserio? Pero se deshizo de esa idea, para él solo era una diversión más y eso debía pensar ella también.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Llego a la universidad rompiendo nuevamente su record, habia hecho un minuto menos. Pudo notar como muchos la observaban eufóricos y otros con desprecio. Rápidamente se hizo famosa por todo el campus.
Era joven con muchas ganas de triunfar y salir adelante. A sus Quince años perdió a sus padres, su única familia en un trágico accidente y estuvo a punto de perder a su pequeña hermana, quien de milagro se salvo.
Desde entonces se las arreglo para trabajar, estudiar y cuidar a su hermanita en ese entonces de escasos meses. Fue realmente duro para ella, pero con él apoyo de sus amigos logro salir adelante. Una vecina se la cuidaba mientras ella trabajaba o estudiaba.
En la escuela siempre sacaba notas muy altas, era fuerte contrincante en los deportes. Todas las mañanas la entrada de la universidad se llenaba de estudiantes esperando con ansia la llegada de la castaña. Muchos realizaban apuestas sobre el tiempo en que tardaría en llegar.
La chica descendió de su bicicleta, con una sonrisa triunfal, se coloco su mochila en la espalda y se dirigió al interior de la universidad.
— ¡Tenten! —exclamo un castaño a lo lejos.
La chica volteo a verlo.
—Kiba ¿Qué sucede?
—me preguntaba si querías... tu sabes—dijo rascándose la cabeza—unirte a nuestro equipo de fútbol femenil ¡te necesitamos! —exclamo al arrodillarse frente a la chica.
La chica le pido se levantara, era embarazoso para ella esa situación.
— ¿Por qué tan desesperado?
El chico le explico todo. Sus contrincantes eran universidad del Sonido, eran demasiado buenos y engreídos todos sus deportistas, anteriormente habían jugado contra ellos, perdiendo por completo.
—Eso no es lo malo—explico el joven—lo malo es que todas las integrantes originales o al menos la mayoría ha sufrido extraños accidentes, dejándolas fuera del juego, hemos estado reuniendo a varias chavas con grandes habilidades deportivas y han aceptado, solo nos falta una ¿puedes ayudarnos?
La chica medito unos momentos su respuesta, finalmente acepto.
—Genial, entonces te veo hoy al terminar tus clases en las canchas…o ¿tienes trabajo de medio tiempo hoy?
La chica negó con la cabeza, ese día el dueño de la tienda le dijo se iría de vacaciones por una semana, así que no estaría, ella podía tomar esos días como vacaciones o si necesitaba mucho el dinero con urgencia buscar otro empleo. La chica lo tomaría como vacaciones, necesitaba unas después de todo, el dinero no le preocupaba, pues por el momento tenía suficiente para sobrevivir un mes, siempre que recibía su salario, guardaba un poco.
Sus clases transcurrieron con normalidad, llego el fin de ellas y se dirigió a las canchas, donde Kiba le pidió fuera.
Al llegar sonrió contenta al ver a las chicas reunidas. Conocía a la mayoría de las presentes.
— ¡Chicas estaremos en el mismo equipo!—exclamo una rubia de orbes azules.
— ¡Hay, cerda! Claro ¿no es obvio? —interrogo una chica de hebras rosáceas y orbes verdes.
— ¡Cállate frentona! —respondió la rubia. Iniciando una típica discusión entre ambas.
—ya cállense las dos—pronuncio con fastidio una pelirroja de lentes.
— ¡tu no te metas, zanahoria! —exclamaron ambas al unísono. La chica les respondió y viceversa, armando un gran alboroto.
—Ignorémoslas—sugirió una rubia de cuatro coletas y orbes verdes.
Las demás asintieron con la cabeza, pero se dieron cuenta de que no podían hacerlo sus discusiones eran bobas y sin sentido, pero graciosas, lo cual las distaría.
—Intentemos calmarlas—sugirió un chica de cabellera negra, piel blanca y orbes plateadas.
—Lo sé, pero ¿como? —interrogo una chica de tez blanca, cabellera castaña hasta los hombros.
—mmm yo sé como—intervino la castaña de chonguitos. La castaña tomo un balón entre sus manos, lo coloco en el piso y pateo en dirección a las chicas quienes discutían. El balón fue detenido con una mano por Sakura.
Las demás chicas que aun eran del equipo original se sorprendieron de lo que sus ojos presenciaron. Ahora entendían un poco del porque esas seis chicas eran llamadas “las deportistas legendarias”.
—Bien iniciaremos, como pueden ver, estas son las cinco únicas chicas del equipo anterior que aun quedan sanas, por suerte son las mejores y más hábiles con las que contaba el equipo, las otras por ser más despistadas no pudieron percatarse de ciertas trampas o del peligro que las acechaba. Ahora ustedes Sakura, Ino, Karin, Temari, Matsuri y Tenten serán las nuevas integrantes, la capitana se elegirá al ver sus habilidades sobre el campo, ahora a las canchas.
Todas se dirigieron al campo, se colocaron en posición dando inicio a un pequeño partido de prueba. La capitana sería Tenten, tenía mas experiencia jugando futbol que las demás, además de tener una impecable puntería.
Siguieron entrenando toda la tarde, hasta que la noche cayó. Parte del camino se fue acompañada de Matsuri y Temari, iban caminando, a su lado llevaba la bicicleta. En una esquina se separaban todas. Tenten siguió su camino sola, aunque claro a bordo de su bicicleta, acelero lo más que pudo, seguramente su hermana estaría esperándola con ansias.
Volteo su mirada al cielo, encontrándolo lleno de espesa y negras nubes, pronto llovería y fuertemente. Para entonces ella estaría en su casa tomando una taza de chocolate caliente.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Rumbo a su escuela tuvo ligeros mareos, los ignoro pensando que eran a causa de que la noche anterior no durmió bien. En clases ya casi al concluir la escuela sentía su cuerpo sumamente débil, no podía concentrarse, de alguna manera le costaba trabajo respirar
Un golpe seco atrajo la atención de todos los presentes en el salón. La maestra corrió apresurada hasta el lugar de donde provino dicho ruido, dibujo una mueca de preocupación al ver a la pequeña niña tirada en el suelo, la tomo en brazos y llevo a la enfermería.
La enfermera le a yudo a volver en sí, diciéndole que mejor se retirara, no se encontraba bien y podría sufrir nuevamente otro desmayo ocasionado seguramente por no comer bien. La niña protesto pues si comía y muy bien, su hermana siempre la alimentaba. La enfermera no escucho razones y mando a su casa.
La pequeña regreso a su casa en el auto de su maestra, quien la llevo personalmente para asegurarse de que estuviera bien y no le pasara algo en el camino. La niña agradeció y entro al edificio donde vivía. Subió las escaleras, en el trayecto nuevamente sintió la falta de aire, esta vez más tiempo.
Llego a su departamento, sintió un alivio de que su hermana aun no llegara, no quería preocuparla, seguramente pronto se le pasaría.
Cerca de las cinco se encontraba peor, su respiración era agitada, le costaba mucho trabajo respirar, su cabeza dolía y sentía mucho mareos y ganas de vomitar, con un gran esfuerzo decidió echarse un vistazo frente al espejo que estaba en la sala sobre una pequeña mesa de madera. Su semblante era pálido, sin resistir más callo al piso, pequeñas lágrimas brotaron de sus ojos con desesperación, anhelaba que llegara su hermana y cuidara, pues se sentía fatal.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Masajeo su cienes con la yema de sus dedos, cerro la laptop que habia tenido frente a su cara durante todo el día. Aquella con la que incluso habia llegado a soñar.
Se levanto de la silla y estiro, sus hombros le dolían al igual que su espalda y glúteos, estar sentado todo el día era agotador. Tomo su saco y salió de su despacho.
Tomo las llaves de su automóvil y salió de su mansión. Esta vez iría solo, sin su chofer. Condujo varios minutos hasta el lugar que empezaba a detestar. Esperaba encontrar al director de la clínica, que supuestamente estaba de viaje. Le dijeron que volvía hoy y podría encontrarlo por la noche.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Las castaña llego al edificio donde vivía, coloco su bicicleta en un lugar donde no se mojara, no podía dejar que se oxidara o le pasara algo. Al subir por las escaleras pudo escuchar el ruido de las gotas que comenzaban a caer. Apenas y habia alcanzado llegar sin mojarse.
Abrió la puerta de su departamento esperando encontrar a su hermana viendo televisión. Sin embargo no fue así, todo estaba en absoluto silencio, llamo a su hermana con gritos mas no obtuvo respuesta. Alarmada comenzó a recorrer el departamento. Así dio con su hermana.
La encontró tirada en el piso, de inmediato se agacho y tomo en brazos, su piel era blanca, pero esta vez estaba amarilla, sudaba y su cuerpo estaba totalmente frío, su respiración era sumamente agitada, la pequeña abrió lentamente sus ojos, dejando ver unas hermosos orbes color miel.
—Al fin llegaste—pronuncio débilmente la pequeña.
La castaña quien se encontraba en shock reacciono al desbordar unas pequeñas lágrimas. Su hermana se estaba muriendo.
—Si ya estoy aquí—respondió al pegarla a su pecho.
Como pudo tomo un pequeño morral, sus llaves y el dinero que tenia ahorrado. Tomo una chamarra en la que envolvió a su hermana y ella se coloco una sudadera. Cerro la puerta tras de sí y salió con su hermana en brazos, necesitaba hacer algo o perdería a la única familia que tenía.
Tomo un taxi y pidió llevase al hospital mas cercano, jamás pensó que se sentiría tan desesperada como esa noche. En el camino su hermana respiraba con más dificultad, bajo del taxi apresurada, le pago con un billete y pidió se quedara con el cambio. Entro en la sala de urgencias pidiendo ayuda desesperadamente.
Las enfermeras se acercaron a ella, un doctor en turno le interrogo su nombre y por parte de quien estaba asegurada en ese hospital, la chica contesto que no pertenecía a ese hospital, pero podía pagar si atendían a la pequeña, mas el doctor se negó. Ese era un hospital para ricos únicamente, si no estaba registrada en dicho hospital no podían ayudarle a ella ni a su hermana.
La chica abrió sus ojos como plato, las lágrimas se hicieron más abundantes, la impotencia y desesperación se apoderaron de ella. Se arrodillo en el piso y suplico que la ayudase, que estaba a punto de morir la pequeña, sin embargo el doctor la vio con desprecio.
El doctor pidió a los guardias sacaran a la joven de ahí, pues estaba alterando a sus pacientes. Los guardias se quedaron asombrados ante la indiferencia del dolor ajeno al igual que la enfermeras, mas no podían hacer nada, el era el hijo del director del hospital, y como no estaba presente el director, se portaba como un tirano.
Los guardias tomaron a la chica y sacaron del hospital, en sus caras mostraban pesar y vergüenza.
—Perdónenos, pero es nuestro trabajo—se disculparon al dejarla en las afueras de las puertas de la sala de urgencias, llenos de indignación y vergüenza.
La chica emitió un grito desgarrador bajo la intensa lluvia ¿Por qué el mundo era tan indiferente? Su hermana se estaba muriendo y nadie la ayudaba. Detrás de ella sintió como alguien tocaba su hombro ligeramente, se dio vuelta encontrando a una joven enfermera.
—Ten esto, creemos que esto ayudara un poco a tu hermana, pero mantenlo en secreto, si el doctor se entera me despedirá. —dijo al entregarle un inhalador a la castaña.
La castaña le quito la tapa y se lo dio a su hermana, al girarse para agradecerle se dio cuenta de que la enfermera se habia marchado. La preocupación aun la invadía, su hermana ingirió el medicamento, la pequeña dijo sentirse un poco mejor después de varias inhalaciones, más aun se sentía mal. Una opresión en el pecho no le permitía respirar.
A lo lejos la peculiar escena era observada por un hombre que acababa de llegar, se acerco a ver que ocurría, era raro ver algo así y más en un hospital como ese.
La castaña quien lloraba desesperadamente sintió como alguien se colocaba frente a ella. Levanto la vista encontrándose con un hombre joven que la miraba de forma indiferente.
Él por su parte la observaba atento, cuando la chica levanto su rostro percibido su cara inundada de lagrimas, en su brazos tenia a una pequeña con un aspecto fatal, si seguía así moriría, entonces ¿Qué hacia ahí?
— ¿Qué haces?
— ¿No ves? Intentando que mi hermana no muera—pronuncio con rencor en sus palabras.
—y ¿Por qué no has entrado al hospital?
—ya lo hice, y no me quisieron ayudar ¡por no ser rica! —exclamo al desbordar su llanto nuevamente.
— ¿quieres salvarla?
— ¡Claro! Es lo único que tengo, ¿por que crees que estoy aquí?
—A ¿Qué estarías dispuesta para salvarla?
— ¡a todo!
— ¿segura?
— ¡Si, a todo!
—Te ayudare—hizo una pausa, la chica volteo a verlo sorprendida. —pero con una condición, tendrás que aceptar un trato.
La chica lo vio esperando terminara de hablar. No importaba que, debía salvar a su hermana.
—Vida por vida.
La chica no entendía de qué hablaba, pero era su única salvación, el único que estaba dispuesto a ayudarla, sabiendo que no era rica.
—Acepto—pronuncio sin titubear, su mirada reflejaba seguridad.
El Hyuga sonrió de lado.
Continuara…
---------.---------------.------------.------------
Espero comenten. Jitomatasos y demas son bien recibidos.
att:Himeko.chan♥

 

Hola! bueno aqui vengo a traerles el segundo cap. por el momento no me sera posible continuar con mi otro ff, y como este ya lo tengo escrito hasta cerca del cap 12 pues lo publicare, y gracias por comentar chicas ♥

Capitulo 2​

Una castaña abría sus orbes marrones, se levanto de sobresalto al no reconocer el lugar donde estaba, intento mover una de sus manos, mas no pudo, volteo a ver la razón. Era su hermana mayor: Tenten, quien dormida sujetaba tenazmente la mano de la pequeña.

Se examino de pies a cabeza, o al menos lo que podía, en su manos tenia una manguera conectada a una de sus venas, debía ser suero, su vestimenta consistía en una bata blanca con decoraciones en rosa claro, ya no llevaba el mismo peinado de antes, ahora lo llevaba suelto y alborotado y en su rostro una mascarilla de oxigeno; al igual que la habitación donde estaba, llegando a la conclusión de que estaba en un hospital y muy lindo.

Se retiro la mascarilla del rostro, suavemente movió a su hermana intentando despertarla, lo cual dio resultados.

La castaña mayor al verla despierta la envolvió en un abrazo, sus lágrimas estaban a punto de brotar nuevamente.

—Me alegra saber que estas bien, Yuki—pronuncio alegremente.

—Si, gracias a ti.

Siguieron charlando un buen rato. Tenten le explico a Yuki que habia sufrido un ataque de asma o cuadro asmático, en el que pudo haber muerto, pues sus bronquios se inflaron demasiado evitando la circulación del aire, como el aire ya no llegaba al cerebro sentía mareos y tal vez nauseas, además del gran esfuerzo que tenía que llevar a cabo.

—Señora Hyuga, me alegra verla despierta es hora de las medicinas de su hija—pronunció al entrar una enfermera en la habitación.

La enfermera salió y dejándolas solas nuevamente.

— ¿Señora Hyuga? —interrogo pícaramente Yuki.

Tenten no supo que decir, era cierto su hermana no sabia nada, ni debía saberlo.

>>>>>>>>>>

—Acepto—pronuncio sin titubear, su mirada reflejaba seguridad.

El Hyuga sonrió de lado.

— ¿Me vas a ayudar o no? —interrogo desesperada.

El se agacho y tomo a la niña de los brazos de Tenten para entrar con ella al hospital.

La mirada de todos se fue a Neji, extrañados se acercaron a él.

—Atiendan a esta pequeña—dijo a modo de orden.

Todos se dispusieron a acatar la orden, el doctor de antes llego para ver lo que sucedía.

—Es la niña de antes, ya le dije que aquí no podemos atenderla—dijo como si nada el doctor.

—No le pregunte, solo haga su trabajo o quiere ser despedido—dijo con una mirada amenazante el Hyuga. —además es mi hija.

Todos se quedaron callados, el doctor fue el primero en reaccionar.

— ¡¿Qué esperan?! ¡Muévanse! —ordeno el doctor.

Enfermeras tomaron a la niña en brazos para atenderla adecuadamente. Tenten quien seguía de lejos al Hyuga se quedo paralizada en la puerta ¿Qué habia dicho? ¿Acaso estaba loco? Al ver que atendían a su hermana sintió un gran alivio, se acerco al joven que acababa de ayudarla.

—Gracias por ayudarnos—dijo al colocarse a su lado.

—No te olvides del trato—sentencio seriamente sin verla a la cara.

—Lo sé, lo tendré en cuenta.

Una enfermera se acerco a ellos para pedirles información esencial acerca de la niña.

— ¿Cuál es el nombre de la pequeña?

—Yuki A... —no pudo terminar pues fue interrumpida.

—Yuki Hyuga—intervino el joven. Tenten callo por unos momentos, entendió que lo mejor era seguirle él juego a ese misterioso joven.

—Entonces ¿Cuál es su nombre? —interrogo nuevamente la enfermera.

—Yuki Hyuga—respondió la castaña.

La enfermera siguió preguntando cosas como su edad, alergias y demás. A las que respondió Tenten sin problemas. Neji la observaba detenidamente hasta que antes de terminar la conversación Neji la interrumpió.

—Quiero que también le haga un chequeo general a mi esposa.

Tenten sintió su cara hirviendo al escucharlo decir esas palabras, en otras circunstancias ya habría golpeado al joven.

—Claro señor— respondió la enfermera para sujetar a la castaña y llevarla a otro lado.

Los resultados salieron de maravilla, lo cual satisfacio al joven.

—Mañana vendré a las nueve para ponernos de acuerdo en lo del trato, te esperare en la cafetería—dijo el joven al retirarse.

La chica no dijo nada, callo y se fue buscar el lugar donde estaba su hermana.

>>>>>>>>>

— ¿Quiere decir que estas casada? —pronuncio la castaña.

— ¡¿He?! Algo así—respondió nerviosamente, no podía decirle lo que habia ocurrido realmente.

—Ahora entiendo, porque llegaste tan tarde ayer por la noche, te casaste y no me invitaste—reprocho la pequeña. —Pero esta bien te perdono—dijo con una sonrisa.

—Que generosa—respondió con sarcasmo.

Dieron las nueve y salió disparada de ahí, debía ser puntual. El la cafetería no encontró a nadie, o al menos no a quien buscaba tomo asiento y decidió esperar. Cinco minutos después llego el joven, quien al verla formulo una sonrisa arrogante.

—Me alegra ver que eres puntual—dijo el joven.

— ¿En que consiste dicho trato?

—ya te lo dije, vida por vida.

La chica mostro desconcierto, ¿a que se refería con eso?

—Yo te devolví la vida de tu hermana salvándola, ahora tú me debes dar una vida.

La chica cada vez se mostraba mas desconcertada, no era maga para sacarse del bolsillo una vida y dársela como si nada.

—Quiero un hijo—sentencio el chico de orbes opalinas.

La castaña abrió como plato los ojos ¿Acaso estaba loco? Rotundamente le diría un no, pero entonces ella sería una mentirosa, y no podía retractarse después de haber aceptado un trato. Podía sucederle algo a su hermana si se negaba.

—pe-per-ro es-s que-e yo—balbuceaba.

— ¿Qué, te vas a negar después de que te ayude? No necesitaras quedarte a mi lado después de que nazca, mas bien no te necesito a mi lado cuando nazca, solo quiero al bebe, o ¿eres cobarde?

¿Quién se creía ese idiota? ¿Como podía ser tan frio y tratar así a las personas? Ante sus ojos las personas eran simples cosas.

— ¡No soy cobarde! Aceptare, te lo habia dicho antes, aunque seas tú y no merezcas tener un hijo—respondió furiosa. —solo hay un pequeño problema—susurro.

El chico se extraño, en el chequeo medico habia salido bien ¿Qué podría ser? La observo de manera interrogadora.

—Es que, yo aun soy…—pronunciaba nerviosamente, mientras movía sus hombros y brazos de manera extraña.

La chica movió la mano, pidiéndole se acerca, al principio el joven se negó, pidiéndole lo dijera en voz alta, la chica se negó rotundamente, por lo que al cabo de unos segundos termino accediendo.

La chica se acero al oído del chico, coloco una de sus manos entre su boca y el oído del Hyuga.

—Aun soy virgen—susurro.

El chico se sorprendió, era raro encontrar a jóvenes de esa edad y vírgenes. Él joven quien al inicio no entendió para que se lo dijo, entendió segundos después.

—No te preocupes, no me interesa saber si eres o no, pues todo se realizara a través de una inseminación artificial.

La chica sintió un alivio, sin embargo el era muy grosero y frío.

—También debo decirte varias cosas, a partir de este momento hasta que nazca el bebe serás mi esposa en apariencia, todo se realizara con documentos y de manera legal, así que no habrá problema, vivirás conmigo, dormirás en diferente habitación, tomare a tu hija como mía también, dándole mi apellido, pero recuerda todo eso es temporalmente.

—No es mi hija, es mi hermana—corrigió a la castaña. El chico se sintió estúpido, era lo mas seguro que así fuese, además de que ella le dijo anteriormente que era virgen.

—Pues ahora lo será—Sentencio.

—Solo por favor hazle creer que todo esto es verdad, no quiero que sepa la verdad o se sentirá culpable, y a propósito ¿Cuál es tu nombre? Solo conozco tu apellido.

—Neji Hyuga.

—Tenten Amma.

Ambos estrecharon su mano pactando así el trato de sus vidas.

Mas tarde apareció un abogado, quien los hizo firmar varios papeles, la castaña los reviso minuciosamente antes de firmar, no quería llevarse una sorpresita, todo estaba en regla, plasmo su firma en dichos documentos, al igual que Neji.

Uno de los papeles era un acta de matrimonio.

Despues se encaminaron a la habitación de Yuki, pues debía conocer a su futuro “padre legal”. Entraron con sigilo a la habitación, la pequeña aun dormida, se sentaron sobre un sofá que permanecía en la habitación, sin darse cuenta el sueño los venció.

Ambos despertaron al escuchar una voz que los llamaba con insistencia, al abrir sus ojos se toparon con una risueña cara frente a ellos. Era Yuki la hermana de Tenten.

Tenten los presento como era debido, Neji le informo que a partir de ese momento sería su hija adoptiva. La pequeña ahogo su grito de emoción, por primera vez tendría un padre, además de que podría llamar a su hermana mamá.

Siempre habia querido llamarla así, de pequeña perdió a sus padres, así que no tenia recuerdos de ellos. Sin embargo Tenten siempre la hizo de padre, madre y hermana a la vez, era una familia en uno.

Tenten se alegro de verla tan alegre. Solo olvido un pequeño detalle: La universidad.

Sin perder tiempo se despidió de los dos, debía irse a la escuela, perdió las primeras clases, pero no las demás. Pidió le avisaran a su celular si algo le sucedía a Yuki. La castaña tomo un taxi a su departamento, ahí se cambio de ropa, tomo su mochila y se marcho en su bicicleta.

Llego a la universidad sumamente agitada, esta vez no habia una muchedumbre esperándola, de alguna forma le entristeció, sin embargo se equivoco, pues alguien a lo lejos la vio, dando el aviso a los demás.

Todos se acercaron a ella preocupados, pues era raro que ella llegara tan tarde. Les dijo su hermana habia enfermado gravemente, pero ya estaba bien, todos se alegraron. Sus compañeros de clase le prestaron sus apuntes para ponerse al corriente. Sus demás clases transcurrieron con normalidad. Al finalizar se dirigió a las canchas, debía practicar para el partido de futbol.

—Bien, les voy a presentar a una nueva integrante de nuestro equipo, ella actuara como reserva, Hyuga Hinata—dijo el Inuzuka, su entrenador.

La chica era de hebras negras, tez blanca y orbes opalinas. La chica le resulto tremendamente familiar a Tenten, claro se parecía a Neji y por el apellido debían ser familiares.

El entrenamiento fue agotador para todas la chicas, aun no entendían como Kiba era capaz de resistir tanto.

— ¿Tu eres familiar de Neji? —interrogo la castaña a la pelinegra quien bebía agua.

La Hyuga volteo a verla sorprendida.

— ¿Tu conoces a Neji Onii-san? ¡¿Lo has visto?! —interrogo la pelinegra acercándose a Tenten demasiado, luego se alejo y suspiro. — perdón, pero hace mucho que no lo veo, él se desligo de la familia y perdimos su rastro.

Al ver el semblante tan triste que tenia la chica a Tenten no le quedo más alternativa que hablar.

—Pues sí, es…mi esposo—dijo susurrando lo último. Ya que en esos momentos lo era.

La chica de orbes plateados ahogo su grito de la impresión. Nunca espero recibir esa noticia, a decir verdad nunca creyó que su primo se fuera a casar y menos formar una familia, por su carácter tan frio.

—por favor no le digas nada a nadie—pidió la castaña. La chica accedió.

El entrenamiento concluyo hasta ya entrada la tarde. Todos se despidieron, Tenten tomo su bici y se dirigió a su departamento a dejar su mochila para ir a ver a su hermana.

Al entrar se llevo una gran sorpresa, en la puerta estaban varias maletas, de una de las habitaciones salió su hermana efusivamente para recibirla.

— ¿Qué significa esto? Y ¿Qué haces aquí?

—Ya me dieron de alta, y lo de las maletas pues…—pronuncio la pequeña castaña.

—Se irán a vivir conmigo—intervino una tercera voz.

La castaña volteo sorprendida.

— ¿A caso no es normal que quiera vivir con mi esposa? —interrogo viendo una foto que colgaba sobre la pared.

—Yuki necesito hablar con Neji a solas, así que iremos a mi habitación.

La pequeña Amma los veía con incertidumbre, luego se giro para encender la televisión un rato. Ambos entraron en la habitación cerrando la puerta tras de sí.

— ¿Me puedes explicar esto? —interrogo molesta la Amma.

—Si vas a ser la madre de mi hijo, debo asegurarme de que estés bien cuidada, alimentada y vestida para eso, y la mejor manera de hacerlo es teniéndote viviendo conmigo, así que así se hará—sentencio el Hyuga al salir de la habitación.

La chica se molesto de sobremanera, pero era cierto, en esos momentos odiaba su vida, pero saldría adelante.

Resignada se marcho del departamento donde habia vivido toda su vida junto a su hermana, subieron al auto del Hyuga, él conducía hacia un rumbo desconocido para ellas.

Sus ojos casi se salieron de sus cuencas al ver el lugar donde vivirían, era inmensamente enorme, ni en sus sueños imaginaron al similar.

Bajaron del auto, inmediatamente un empleado se acerco a ellos, Neji le indico sacara las maletas de la cajuela, luego abrió las enormes puertas principales, dejando ver el hermoso interior de la mansión. Varias empleadas se acercaron a ellos, curiosas por la presencia de la mujer y la niña, pues jamás habia llevado a alguna mujer a esa casa.

—Escuchen bien, estas son mi esposa y mi hija, así que quiero que las traten como tal—sentencio al subir las escaleras. — ¿Qué esperan? síganme—ordeno al ver que ambas permanecían al pie de las escaleras.

Las dos lo siguieron rápidamente. En la planta alta caminaron por un largo pasillo, hasta que se detuvo frente a una puerta.

—Esta será su habitación, la mía esta en frente.

—Pensé que dormirían juntos, como esposos—comento Yuki.

—Yo también, pero creo que es mejor así, hasta que las dos se acostumbren a vivir aquí—respondió el genio.

Tenten no pronuncio palabra alguna, en definitiva prefería dormir con su hermana que con un hombre desconocido, aunque todo fuese una farsa, prefería seguir el juego.

Entraron en la habitación, era enorme. La cama era tamaño quinzai, finos muebles tallados en madera de color blanco, un closet que seguramente no llenarían con su ropa.

Yuki se lanzo sobre la cama, sintiendo la suavidad al instante.

Minutos después bajaron a cenar, Tenten no ingirió bocadillo alguno, no tenía ni el más mínimo apetito. Esa situación la estaba matando, y seguiría haciéndolo lentamente, en ese momento no lo pensó, pero no se creía capaz de regalar a su hijo. No podría vivir el resto de su vida tranquilamente, después de tenerlo podía escapar junto a Yuki y el bebe, a un lugar donde no los encontrar nunca, mas tampoco era capaz de traicionarlo de esa manera, seguramente él deseaba tanto a ese niño, incluso para pedírselo a una desconocida.

—Tenten no comiste ¿estas bien? —interrogo el genio.

— ¿He? ha… sí, no tengo hambre por los nervios, pero estoy bien, me retirare a mi habitación—dijo al levantarse de su silla.

Tenía tantas ganas de llorar, lo peor es que no podía decírselo a nadie, temía ser juzgada mal o ser presa de crueles comentarios. Entro en su habitación, abrió una de sus maletas, saco su pijama y se cambio, luego se acurruco entre las sabanas de esa acogedora cama para quedar al fin dormida.

Más tarde sintió la presencia de su hermana junto a ella. Se giro para verla, lucia un tanto asustada, la castaña sonrió de lado para luego abrazar a su pequeña hermana, quien a los pocos minutos se durmió.

No era una persona que pensaba seriamente las cosas, a pesar de ser una universitaria de veintitrés años, al contrario solía disfrutar cada momento antes de pensarlo. Sin embargo las cosas cambiarían, de ahora en adelante debía pensar las cosas seriamente y varias veces antes de actuar o lo podría lamentar.

Continuara…

Seguramente aun tengan dudas, mas seran respondidas conforme avance la historia
att:Himeko-chan♥

 

Bueno les traigo la conti, espero no haberme tardado mucho, pero la escuela me ha tenido muy ocupada y no habia tenido tiempo de pasar a subirla, y tambien quiero agradecerle a todos por sus lindos comentarios, y si no me equivoco son chicas, sino, corrijanme, en verdad me animo que les haya gustado tanto desde el principio​

​

​

Capitulo 3​

Por las cortinas se filtro un tenue rayo de luz, escucho ruidos en la habitación y se despertó sobresaltada ¿Quién habia entrado así a su habitación?

— ¿Se encuentra bien señora? —interrogo una voz femenina.

La castaña dirigió su vista al punto de donde provenía la voz, una sirvienta estaba parada frente al ventanal que daba al balcón, la miraba con preocupación.

—Si, pero… ¿Qué hace usted aquí? —interrogo al levantarse de la cama.

—Disculpe, ¿no le aviso el joven? —La castaña negó con la cabeza—todas las mañanas entrare a su habitación para abrir las cortinas y ventanas, y revisar que todo este en orden, por cierto el baño esta listo.

La castaña agradeció. La sirvienta salió y ella entro en el baño, se desvistió con pereza y metió en la regadera para ducharse, luego se relajo en la tina de agua caliente. La espuma cubría la superficie del agua y jugaba entretenidamente con ella entre sus manos.

Su vida habia cambiado tanto, aun no había hablado de cuando irían a la revisión para la inseminación, pero seguro sería pronto. Quería salir corriendo de esa enorme mansión, ¡mas no podía! Su mamá le habia enseñado a cumplir lo que prometía.

Sus pensamientos simplemente la sofocaban más, recargo su cabeza en la orilla de la tina, debía de dejar de darle tantas vueltas a eso, mejor lo disfrutaría mientras pudiera.
Medito eso unos segundos para levantarse emocionada de la tina, seco su cuerpo con una esponjosa toalla blanca, ¡¿Cómo no se le habia ocurrido antes?! Él era una persona fría, sin sentimientos o eso aparentaba, mimado y acostumbrado a que se hagan las cosas como él quería, y si alguien de pronto llegaba y le arruinaba eso seguramente la odiaría.

¡Si! Se portaría cariñosa, contenta, impulsiva y perturbaría la vida del Hyuga, seguramente él por su carácter la odiaría y correría, buscaría a otra persona que fuera menos insoportable.

Se vistió rápidamente con unos jeans, una playera amarilla y sus converse. Seco su larga cabellera castaña y arreglo en sus dos típicos chonguitos.
Salió de su habitación cerrando la puerta tras de si, su hermana aun seguía dormida, en el pasillo se encontró con una sirvienta que iba a entra en la habitación del Hyuga. Tenten se acerco a ella impidiéndole la entrada, diciendo ella se encargaría de eso. La sirvienta asintió y se retiro tras una reverencia.

Con sigilo entro en la amplia recamara del joven, era la habitación más grande que habia visto en su vida, la cama igual era enorme sombre ella pudo ver al genio aun dormido, se acero para contemplarlo, lucia tranquilo y sereno como siempre, no pudo evitar soltar una pequeña sonrisita que sofoco con sus manos.
Retomo su camino a las cortinas, las abriría de improvisto al igual que las ventanas matándolo de un susto, seguro lo haría enojar.

Intento recorrerlas manualmente mas no pudo, funcionaban de manera similar a las persianas, al encontrar el cordón comenzó a tirar de el, en un descuido que tuvo su cabello se vio atrapado, forcejeo intentado liberarse, hasta que lo logro, para eso tuvo que verse en la necesidad de desbaratarse sus dos chonguitos.
Sonrió con malicia, coloco sus manos sobre la puerta de cristal que daba al balcón abriéndola estruendosamente. El genio se incorporo de inmediato, ni siquiera se volteo a ver a quien habia ocasionado semejante alboroto.

—Estas despedida—sentenció apoyando su brazo sobre una de sus rodillas, con sus dedos índice y pulgar masajeaba su cabeza irritado.

La castaña sonrío ¡estaba despedida! Ya no la necesitaba más, lo habia logrado tan fácilmente.

—Gracias—respondió a punto de llorar por la emoción.

El chico se paralizo unos segundos el escuchar esa voz, no era la de una de sus sirvientas, dirigió su vista hacia ella, permanecía parada al pie del ventanal que daba al balcón, llevaba su castaña cabellera suelta y un tanto ondulada, los rayos del sol caían sobre ella resaltando sus orbes marrones. Parecía un ángel.
Sacudió su cabeza y ajusto su vista, seguía parada pero ya no parecía un ángel, seguramente fue un efecto visual provocado por los rayos del sol sobre ella, además de acabarse de levantar, observo como la castaña se dirigía contenta a la puerta.

Se incorporo totalmente de su cama caminado tras la castaña, si atravesaba la puerta de su habitación estaría perdido. Camino tan rápido como pudo y justo antes de que pusiera un pie fuera de la habitación la tomo del hombro.

La castaña se estremeció. No quería voltear, si lo hacia no podría escapar.

— ¿A dónde crees que vas? —interrogo molesto, se percibía en su voz.

—No se preocupe, no le pediré una compensación por despido injustificado, empacare inmediatamente y me iré, jamás me volverá a ver en su vida—pronuncio la castaña intentando sonar normal.

—Qué graciosa, pues no iras a ningún lado—pronuncio al meterla dentro de la habitación arrastrando.

La obligo a sentarse sobre la cama. Ahí la analizo de pies a cabeza, su vestimenta no era la apropiada para una mansión, ni tampoco para la esposa de Hyuga Neji. Debía corregir eso, además de enseñarle buenos modales y cultura, aunque como estudiaba la universidad seguramente no seria una ignorante.

Se paro frente a ella después de caminar unos segundos en círculos.

—Tenten Amma de Hyuga, no sé con certeza que pretendas pero esto se acabara cuando te pida el divorcio, no cuando te despida, y no vuelvas a entrar en mi habitación.

— ¿por qué? ¿No puedo entrar siquiera en la habitación de mi esposo? —interrogo retadoramente.

—Así que ya esta impaciente por dormir junto a tu amado esposo—dijo con algo de sarcasmo. Acerco su rostro tanto al de ella que ambos podían sentir el aliento del otro, mas eso no les interesaba, entre ellos llevaban a cabo una guerra entre miradas.

La castaña recordó que debía irse a la universidad. Analizo la situación en que estaba, Neji la tenia acorralada contra la cama con sus dos brazos, y su rostro lo tenía a escasos cinco centímetros de distancia. En un ágil movimiento se acerco al oído del genio.

—Me tengo que ir a la universidad—susurro.

Eso desconcertó al castaño unos segundos, cosa que la Amma aprovecho para escabullírsele por un lado y salir corriendo de esa habitación.
Sin tardar mucho entro en la suya cerrándola con pasador, él podría ir tras ella, no se arriesgaría. Encontró a su hermana ya despierta, vestía su uniforme y acaba de salirse de bañar.

Yuki la saludo como siempre, solo que esta vez añadió “mamá”, Tenten la corrigió pidiéndole que cuando estuvieran a solas no la llamara así. Ambas tomaron sus mochilas bajaron con sigilo al primer piso.

La pequeña castaña no entendía mucho porque tanto misterio, pero le encantaban esas cosas, así que participaría. Bajaron las escaleras a gatas, caminaron por los pasillos pegadas a la pared y se escondían detrás de muebles, macetas o cualquier cosa que sirviera para ocultarse.

Tenten estaba enfocada en encontrar su bicicleta, pues también llevaría a su hermana a la escuela. Una sonrisa surco su rostro al divisarla en la entrada principal, se dirigió hasta ella acompañada de su hermana, ambas subieron el la bicicleta.
Tenten conducía y pedaleaba y Yuki iba sentada sobre la parrilla.

A toda velocidad se dirigieron a las grandes rejas cuando un coche negro les tapo el paso. Tenten apenas alcanzo a frenar sin caerse o estrellarse. Furiosa comenzó a reclamarle quien se habia atravesado, la ventanilla polarizada del asiento trasero se abrió.

— ¿A dónde van con tanta prisa? —interrogo el castaño de orbes opalinas.
La castaña rabio ¿Cómo era posible que le arruinara todo en un instante? ¡Era inaudito! Y ni siquiera se atrevía contestarle, extrañamente no podía verlo a la cara. Lo que en verdad quería era fugarse, escapar.

—A la escuela—respondió Yuki sacando a Tenten del trance—pero como ahora vivimos muy lejos debemos irnos más rápido y temprano.

Increíblemente Neji pareció satisfecho con la respuesta, ya que era coherente. Les ordeno subieran al auto, Tenten se rehusó al inicio, Neji le dijo que si le parecía en cuanto pisaran la ciudad podría volver a andar en su bicicleta. La castaña accedió, el chofer coloco la bicicleta en la cajuela.

Yuki iba en medio de los dos, su atención estaba basada en Neji a quien no dejaba de hacerle preguntas, Tenten observaba por la ventana sin entusiasmo, su plan habia fracasado, lo que debía conseguir era que le pidiera el divorcio, no que la despidiera, algo casi imposible.

Suspiro, Yuki la reprendió por eso, diciendo que cada que suspiraba se le escapaba un poco de felicidad. La castaña sonrío y acepto gustosa el regaño. Su hermana tenia razón, ¡no se rendiría tan fácilmente! Conseguiría el divorcio a toda costa.

—Yuki ¿te gustaría tener un hermanito? —interrogo Neji con su típico tono frio.

Tenten quien en esos momentos ingería un jugo de caja casi se ahogaba, no creía lo que acaba de escuchar ¡eso lo habia hecho con alevosía y ventaja!
Las orbes miel de Yuki parecieron brillar de la emoción y respondió con un efusivo “¡Sí!”.
Ante la inminente respuesta Neji sonrío de lado, y sujeto la mano de Tenten atrayendo su atención.

—Ves amor Yuki también quiere un nuevo integrante en la familia—pronuncio el genio viéndola con una sonrisa siniestra de la que solo Tenten fue capaz de percatarse. —No te preocupes Yuki pronto comenzaremos a trabajar en eso.

El rostro de la castaña se pinto de un rojo carmín. Bajo la cabeza intentando ocultar su evidente sonrojo, Yuki no dejo de hablar sobre lo emocionada que estaba por tener un hermanito. El Hyuga avivo más la euforia de la pequeña, diciéndole lo emocionante que podría ser convertirse en la hermana mayor y cosas por el estilo.
¡Esa definitivamente se la pagaría más tarde el Hyuga! ¿Quién se creía que era? Jugar con ella de esa manera… era inteligente, debía admitirlo. Ahora Yuki no la dejaría de molestar con eso.

Al primer lugar en que dirigieron fue a la escuela de Yuki, debían arreglar varias cosas; pues ahora la pequeña tenía un nuevo apellido, su hermana se habia convertido en su mamá y tenia papá.
Tardaron cerca de media hora, después Tenten tomo si bicicleta y dispuesta a marcharse a su Universidad, se regreso con el Hyuga debía decirle algo.

—Como buen padre que eres, amor—hizo una pausa—te toca ir por nuestra pequeña, sale a las cuatro de la tarde ¡adiós!—dijo montándose en su bicicleta.
Neji se marcho a su trabajo y Tenten a su universidad.

Llego a su oficina, en su rostro dominaba una engreída sonrisa. La primera en recibirlo como siempre fue su secretaria, le ordeno mandara llamar a Lee inmediatamente.

Minutos después llego un joven de enormes cejas, toco y entro, tomando asiento en una silla frente al escritorio donde estaba su amigo y jefe.
Conversaron acerca de varios negocios, contratos y firmas pendientes. En sus mentes no habia otra cosa que no fuese trabajo.
Cuando terminaron las cosas pendientes por ese día ambos se desparramaron sobre la silla donde estaban.

— ¿y bien? Dime ¿Qué tal te ha ido?
El genio lo miro fijamente unos momentos, cerró sus ojos y suspiro.

— ¿Qué te puedo decir? Es alegre, optimista y esta desesperada por liberarse del contrato, estoy seguro que será capa de usar cualquier cosa para hacerlo, pero ya he tomado ciertas medidas y me le he adelantado.

— ¿No crees que es injusto eso que le estas haciendo?

—la vida es injusta.

— ¿y si te llegas a enamorar?
El Hyuga se paralizo unos segundos, no habia considerado eso, pero tampoco creía que sucediera, ella lo odiaba y él… no sentía interés por ella.

—Lo dudo. Ella usa eso de ser mi esposa para sus conveniencias, hoy fue a levantarme bruscamente, pensado que era una criada la despedí y alegre lo acepto, cuando me percate de eso la detuve, le prohibí volver a entrar en mi habitación y ella me dijo ¿que si no podía entrar en la habitación de su esposo? Hazme el favor.

El genio se encontraba molesto, tendría que domarla. Era salvaje e independiente, no le gustaban las ataduras.

—Neji… recuerda que si es tu esposa, y tiene todo el derecho a exigir esas cosas, al igual que tu también lo tienes, creo que harían linda pareja—Hizo una pausa—Ella es lo que tu necesitas y tú lo que ella necesita. Acércate más a ella y todo saldrá mejor.

Era increíble pero el pelinegro tenía razón. No habia tenido intención de acercarse más a ella, se portaba amable y hasta cierto punto “cariñoso” con Yuki, su ahora hija, sólo para tener una carta a su favor.
Dirigió su vista al reloj sobre su escritorio.

—Me voy, tengo que ir por Yuki—pronuncio al levantarse de su asiento.

Lee le pregunto ¿quien era? Sin tapujos le dijo que era su nueva hija, la hermana de Tenten. Su voluptuosa secretaria se acerco a ellos, al escuchar que él tenia una hija casi se desmaya, todo el tiempo que habia estado trabajando para él creyó que era soltero.

El pelinegro se le pego al castaño como sanguijuela pidiéndole le dejara acompañarlo a recoger a la pequeña, tenía muchas ganas de conocerla, ya que seria como su sobrina.

La entrada de la escuela estaba abarrotada de niños. Neji intento divisar a Yuki, se acerco a la entrada caminado y ahí la encontró de pie junto a la entrada. Se dirigió hasta ahí, muchas miradas se fueron sobre él, provenientes de las mujeres que iban por sus hijos.
Prácticamente se lo comían y desnudaban con la mirada, a sus oídos llegaron los murmullos sobre lo apuesto y atractivo que les resultaba incluso escucho algunos de varias niñas.

Llamo a Yuki por su nombre, la niña levanto la vista buscándolo, cuando lo vio se abalanzo sobre él.

—Creí que nadie vendría—susurro abrazándolo.


Esa reacción lo tomo por sorpresa, en su vida habia recibido un abrazo de alguien que no fuera su madre. No sabia que hacer, en esos momentos necesitaba a Lee, su amigo para que lo ayudara.

A lo lejos lo vio riéndose divertido. Se puso a pensar que haría un padre en esa situación. Se agacho y la abrazo.

—Pues estoy yo aquí—respondió intentando sonar amable.

La niña lo soltó y le decido una dulce sonrisa, luego estiro una mano con una pequeña flor blanca que le obsequio.

Lee quien veía desde lejos la escena divertido, se acerco para presentarse.

— ¡Hola! Yo soy Rock Lee, puedes llamarme tío—concluyo haciendo una reverencia.

La pequeña castaña lo observo unos segundos, en su vida habia visto a un ser tan raro como él, ni en sus peores pesadillas, pero parecía amble y divertido, se reprendió mentalmente a sí misma al recordar lo que su hermana le decía “no juzgues a un libro por su portada”.

—Hola, mucho gusto. Yo soy Yuki Am...Hyuga—corrigió moviendo su cabeza de un lado a otro.
El pelinegro le sonrió. Fueron a la oficina donde siguió con su habitual trabajo el genio mientras Lee entretenía a Yuki.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Corría con gran velocidad por el campo de entrenamiento, con una patada dio un golpe certero al balón que tenia en su pies mandándolo directo a la portería.

—Muy bien hecho Tenten, ahora sigue Sakura—indico su entrenador.

La nombrada procedió a hacer lo mismo, su golpe no era tan directo como el de la castaña, pero estaba lleno de una fuerza sobrehumana, difícilmente un portero normal la pararía.

Siguieron entrenando hasta que quedaron exhaustas. Kiba estaba satisfecho, todas habían logrado acoplarse perfectamente de manera increíble, incluso las miembros originales del equipo.

—Tomen un descanso—indico levantando la mano para atraer su atención.

Todas sonrieron. Con sus brazos limpiaron su sudor en la frente, se acercaron a su entrenador por un poco de agua con la intención de eliminar esa sed que las agobiaba.

—Necesito hablar contigo—pidió amablemente la pelinegra a Tenten, hizo una pausa—si no es mucha molestia para ti.
La castaña accedió, se alejaron un poco de las demás que reían y disfrutaban de los nuevos chismes en la escuela.

—Sabes hace mucho tiempo, cuando era pequeña vivía con mi primo, él era muy lindo, sensible, amable y me cuidaba mucho, eran buenos tiempos y reíamos seguido—hizo una pausa rememorando esa época—pero… mi tía murió junto a mi madre en un accidente, mi tío culpo a mi padre del accidente, rompió lazos con nosotros e hizo que mi primo también lo hiciera, después del funeral jamás lo volví a ver. —concluyo la pelinegra con la cabeza baja.

—y ¿Por qué me cuentas esto a mi? —interrogo la castaña despreocupadamente.

—Porque mi primo es Neji, tú esposo y quiero verlo de nuevo—levanto la cara y con los ojos vidriosos y en modo de suplica tomo las manos de la castaña entre las suyas— ¡por favor! Te lo suplico, ayúdame a verlo nuevamente.
La castaña se quedo sin habla, ¿Qué debía hacer? Se supone odiaba a Neji, así que no haría nada para alégrale la vida, sin embargo Hinata era otra cosa, era linda, tierna y amable, no podía decirle que no.

—Esta bien, pero déjame encontrar el momento adecuado, yo te avisare.

La pelinegra asintió con una sonrisa, y regreso con las demás chicas. Tenten se quedo parada en el mismo lugar ¿Qué habia dicho? Tania ganas de golpear su cabeza contra un poste o pared, ahora ¿Qué haría? Era muy cierto que eran una pareja, y ¿Eso qué? Eso no le otorgaba ningún beneficio, entre ellos no habia amor, ni siquiera amor.
No podía llegar y decirle que iba alegrarle el día y llevaría a Hinata sin avisar, contento la alzaría por los aires y besaría, ¡era patético! No era capaz de imaginar una escena como esa.

Kiba las volvió a llamar, entrenaron una hora más y se marcharon su casa. Tenten monto su bici nuevamente, emprendió una carrera que fue parada nuevamente por un auto negro.

Furiosa no pudo hacer otra cosa que inflar sus mejillas y esperar a que el señor se dignara a bajar la ventana del auto para decirle “¿a donde vas?” con su típico tono frío.

—Sube y no hagas pucheros—ordeno el Hyuga al bajar la ventana.

A la castaña no le quedo más que obedecer, por esa ocasión aceptaría, ya estaba exhausta y donde ahora vivía quedaba demasiado lejos.

El chofer acomodo la bicicleta mientras Tenten abordo el auto sentándose junto a Neji en el asiento trasero. El auto comenzó a andar
Cabeceaba constantemente, el sueño y agotamiento la estaban venciendo, ver por la ventana y el silencio sepulcral que abundaba en el auto no ayudaban mucho a mantenerla despierta.

Un repentino peso sobre su hombro lo hizo volver su cabeza en esa dirección, un poco de sorpresa lo invadió, la castaña que tanta guerra le daba se habia quedado dormida y apoyaba su cabeza sobre el hombro del Hyuga, definitivamente se veía mejor dormida que despierta.

Continuara…

les dejare unas preguntas, es su desicion y las contestas o no
¿Cual fue su parte favorita?
¿Les agrado o hubieran esperado cualquier otra cosa?
¿que creen que suceda en el proximo cap?
¿Quien creen que lleva la ventaja en esto Neji con su maipulacion de Yuki o Tenten y su plan de portarse mal?

att:Himeko-chan

 

Hola! muchas gracias a todos por sus comentarios!! he tenido algunos problemas en la escuela y la casa, parece que ya mejoraron. El dia de ayer pase y vi sus lindos comentarios y me animaron bastante ay que andaba muy, pero muy deprimida y eso me animo, asi que por eso una recompensa ¡conti!

y a continuacion:...

Capitulo 4​

Oculta entre las sabanas de su cama se refugiaba intentando escapar de la realidad, su realidad. Estaba en posición fetal y agradecía que Yuki no estuviera esa tarde.
Maldecía la hora en que habia aceptado dicho trato.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Flash Back<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
Sobre una silla de madera con forro de cuero permanecía sentada esperando a que el genio se dignara a hablar.
El castaño la observaba con detenimiento, cada que lo hacia suspiraba decepcionado, ¿en vedad podría logarlo en tan poco tiempo? Masajeo sus sienes y tomo asiento en la silla detrás de su escritorio.
—Bien, me imagino que tienes idea de para que te he llamado—Hizo una pausa dirigiendo su vista a la castaña quien asintió con la cabeza—la inseminación artificial se realizara en una semana, en pocas palabras de este domingo al otro.
La castaña palideció, no era capaz de articular palabra alguna.
— ¡Tan pronto! —exclamo alterada levantándose de su silla.
—y eso no es todo, como mi esposa debes cumplir con ciertas obligaciones, un día antes habrá una importante fiesta a la que abras de acompañarme, varios de mis actuales y futuros socios quieren conocerte.
—Me temo que no será posible, no conozco nada sobre comportamientos de la alta sociedad, ni pienso aprenderlos—refunfuño cruzando sus brazos al sentarse nuevamente.
—Eso lo veremos—pronuncio con un tono de voz que estremeció a la Amma. A pesar de estar casada y ser ahora una Hyuga seguía siendo una Amma.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Fin Flash Back<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
Insistentes golpes en la puerta de su habitación le reclamaban y ordenaban abriera la puerta. Con más fuerza se aferro a la cama, ¡ni loca abriría la puerta! Antes muerta.
El infierno que la habían hecho pasar las sirvientas que Neji comisiono para que la educaran, no se lo deseaba siquiera a su peor enemiga.
Una voz grave al otro lado de la puerta atrajo su atención. Ese era el único culpable de todo su sufrir, Neji Hyuga.
Pudo escuchar como les decía a sus sirvientas que se retiraran, que a partir de ese momento él se encargaría de entrenarla, ellas obedecieron sin protesta alguna.
—Tenten abre la puerta— ordenó una voz grave.
Dudo unos segundos en si contestar o no, pero debía dejar claro que no lo haría.
— ¡No! Ni loca lo haría—respondió cerrando su ojos.
—Es una orden o ¿quieres que entre por ti?—sentencio el genio.
— ¡No! No abriré, no iré a la fiesta y no tendré un hijo—respondió intentando sonar convincente.
No hubo respuesta por parte del Hyuga, lo que desconcertó a la joven, minutos después el ruido de una llave introduciéndose en la chapa la hizo pegar un pequeño brinco.
La puerta se abrió, dejando entrar un poco de luz en la obscura habitación. La luz se encendió y unos fuertes pasos se encaminaron a ella, cerró aun más sus ojos y aferro a la cama.
Las cobijas que la cubrían salieron volando, abrió lentamente los ojos, frente a la cama se encontraba Neji con una cara de maldad innata, tenia el ceño fruncido. La sujeto de los tobillos y jalo en un vano intento por separarla de la cama.
La Amma se aferro con más fuerza a la cama, el genio también la jalaba con más fuerza, hasta que después de minutos de forcejeo logro jalarla por completo, siendo aplastado por la castaña.
Sin pensarlo se incorporo y salió corriendo de la habitación, debía encontrar otro refugio, ese ya no le servía. El Hyuga le pisaba los talones, no dejaría que se le escapara ¡la alcanzaría!
Al atravesar la sala, el chico de orbes perladas se abalanzo contra ella, ambos cayeron sobre uno de los hermosos sillones blancos que hacían presencia ahí.
Despues de eso la arrastro hasta su despacho.
—Tenten Amma de Hyuga, por lo que veo no quieres cooperar, mientras más te rehúses menos te daré el divorcio—dijo un una sonrisa de lado—tu primera lección será manejar los cubiertos adecuadamente en la mesa. Ahora sígueme.
La chica permanecía sentada sin afán de moverse. El genio suspiro.
—Si no vienes le diré a Yuki la verdad—amenazo sin más.
La castaña sintió un balde de agua fría y termino accediendo, por nada dejaría que Yuki se enterara de la verdad.
. .
— ¿Ves como es mejor si cooperas? —pronuncio burlescamente el castaño.
Tenten inflo sus mejillas e introdujo un gran pedazo de carne en su boca, lo mastico un par de veces y respondió con la boca llena.
—Traga primero lo que tienes en la boca y después habla—reprendió el Hyuga con asco.
La castaña por su parte formo una distorsionada sonrisa en sus labios, haría que la odiara, que sólo verla le provocara asco, así se hartaría de ella y la dejaría libre.

— ¡Te he dicho que mastiques con la boca cerrada y hables cuando no tengas comida en la boca! Y ¡ese no es el tenedor que debes usar, es el mediano de la izquierda! ¡Tienes las mejillas llenas de comida como un cerdo! ¡Entiende que ese tenedor es el equivocado!—exploto el Hyuga. Tenia más de dos horas intentando enseñarle a comer decentemente, pero era un caso perdido, todo lo hacia mal.
La chica disfrutaba ver la cara de frustración de su “querido esposo” se habia puesto rojo de ira, parecía un semáforo que se encendía y apagaba, eso era señal de que iba por buen camino ¡Pronto conseguiría el divorcio!
De sobresalto se paro de su lugar, se dirigió a la castaña la vio con sus ojos fulminantes, la sujeto de la muñeca y saco del comedor llevándola a otro lugar. . .
—Vaya, linda biblioteca—pronuncio la Amma impresionada por la sorprendente cantidad de libros que la rodeaba.
—Muy bien, tu siguiente lección será aprender a tener una postura al caminar y sentarte correctamente—dijo mientras mantenía varios libros en sus manos—esperemos que esto lo sepas hacer.
La chica se sintió ofendida y al mismo tiempo feliz, claro que se esforzaría, pero por hacerlo mal.
Inicio a caminar sobre una línea que el Hyuga trazo con un libro en la cabeza. No resulto gran problema dominarlo por completo, hasta que fue aumentando el número de libros.
Ahora llevaba cinco gruesos y pesado libros sobre su cabeza, era hora de continuar su plan. Simulo perder el equilibrio y con pasos torpes llego hasta el Hyuga donde dejo caer los libros.
Su cabeza y su rostro salieron lesionados por los libros que llovieron sobre él. Intento controlar su enojo, después de todo ya habia dominado caminar con cuatro libros sin caerse, coloco nuevamente los libros sobre la castaña, quien nuevamente fallo al caminar y el genio se vio golpeado nuevamente por una lluvia de libros.
La acción se repitió un sinfín de veces cerca de dos horas, él acomodaba los libros y ella los tiraba sobre el Hyuga.
— ¡Basta! —Exclamo harto de recibir tantos golpes, seguro estaría lleno de moretones—ya es suficiente.
La castaña quien en ese momento llevaba libros sobre su cabeza se emociono y resbalo provocando que los libros cayeran nuevamente sobre el chico, esta vez dejándolo inconsciente. Se sorprendió bastante, sin planearlo su plan avanzaría bastante con ese accidente.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Una familiar voz lo llamaba con insistencia, lentamente abrió sus opalinas orbes topándose con una cálida y discreta sonrisa.
— ¿Qué me paso? —interrogo tocando ligeramente su cabeza.
—Se quedo inconsciente al ser golpeado por un libro en la cabeza—respondió el ama de llaves.
El castaño recordó lo sucedido. Su sangre hirvió, ¡eso no se quedaría así! Si creía que se libraría tan fácilmente de él ¡estaba equivocada!
Se levanto de su cama sin escuchar a las sirvientas que le pedían reposara en su cama, que aun no estaba bien y debía descansar, cosas que no escucho él.
— ¿Dónde esta mi esposa? —interrogo al ama de llaves.
—En su habitación señor, se sentía muy culpable y apenada por lo sucedido, fue a nosotros casi llorando desesperada, se nota que lo quiere mucho—respondió el ama de llaves.
El genio no dijo nada y se dirigió a la habitación de su “linda y delicada esposa”. Abrió la puerta sin tocar encontrándola frente al escritorio que habia en la habitación sentada y recortando pedazos de papel muy contenta y entusiasmada.
La femenina se sobresalto ante el brusco ruido, giro su cabeza en dirección a la puerta encontrando a su “esposo” enfurecido.
— ¿ya tan pronto te despertaste? —interrogo con fastidio la castaña haciendo una mueca de decepción.
—Qué preocupada estabas por mí, amor—respondió con sarcasmo el Hyuga.
—Claro, después de todo eres mi esposo, cariño—respondió de igual manera.
El ama de llaves junto con otras sirvientas se detuvieron en la puerta, creían que ese matrimonio era una farsa, pero al ver la conversación que sostenían en la que incluso se llamaban “cariño” y “amor” se dieron cuenta de lo equivocadas que estaban, ¡si se amaban! O al menos eso creían ellas.
—Entonces ¿Por qué no vienes corriendo a los brazos de tu amado esposo? Te veo ansiosa por hacerlo—pronuncio abriendo su brazos con notorio sarcasmo y una sonrisa de medio lado, frunciendo el ceño.
—Claro, en este mismo instante lo hare—la castaña se incorporo y dirigió corriendo al genio, quien se sorprendió. A los pocos instantes su sonrisa se borro y una mueca de dolor apareció en su lugar.
Cuando estuvo en los brazos del genio, la Amma le proporciono un inesperado gancho sofocándolo, desvaneciéndose sobre la castaña.
—Creo que te hace falta descansar cariño, debes recostarte y descansar, te dejare quedarte en mi cama—sugirió la castaña con evidentes intenciones ocultas.
Si lograba dejar dormido o inconsciente un buen rato a Neji, podría relajarse un buen rato. Sin tener que esconderse o huir.
Las sirvientas no se atrevieron a entrara en la habitación o a interrumpir la escena, se limitaban a escuchar a escondidas la conversación de la pareja. Su esposa era tan cariñosa, se preocupaba tanto por él, que hasta lo llevaba a la cama para que descansara.
—Muchas gracias, que generosa eras mi amor—respondió con dificultad que se notaba en su voz, al ser encaminado a la cama por la castaña—pero no seria igual si me dejaras solito, así que te quedaras conmigo. —En un ágil movimiento se arrojo a la cama llevándose entre sus brazos a la castaña.
A la Amma le tomo por sorpresa la acción del genio, intento zafarse pero fue inútil, la tenía presa entre sus fuertes brazos, comenzó a patalear y moverse de manera brusca sin resultado alguno.
—Lo mejor es que te quedes en una cama para ti solito, yo te quito mucho espacio, así que mejor me voy.
—Claro que no, me sentiré mejor si tu estas conmigo—Si lo que quería era una guerra, se la daría, tarde o temprano se cansaría. Aunque tuviera que seguirle el juego o embarrarse de lodo ¡nunca aceptaría una derrota!
Las sirvientas no pudieron sentirse emocionadas, ¡eso era amor! Ambos se amaban de eso no habia duda, se retiraron, no querían estar de metiches en la intimidad de otros. Ellas tenían sus propios asuntos.
— ¿No creen que hacen una maravillosa pareja? —interrogo una sirvienta suspirando.
—Si, nunca pensé que el joven fuera tan amable y romántico, pensé que nunca se casaría ni tendría hijos, claro a menos que tuviera un matrimonio arreglado—respondió otra.
Ambas recibieron un golpe en la cabeza.
— ¿Cómo pueden decir algo así sobre el joven? Tienen prohibido murmurar cosas sobre nuestros señores y lo saben—corrigió el ama de llaves con un periódico enrollado en manos.
— ¿De que hablan? —intervino una voz grave.
Todas dirigieron su atención al dueño de dicha voz, era el chofer.
—Sobre el matrimonio de los señores, ¡si es real! Nosotras misma lo vimos con estos ojos y oímos con estos oídos—respondió una moviendo las manos.
—Eso ya lo sé, incluso planean tener otro hijo, los escuche hablar de eso con la señorita Yuki sobre tener un nuevo hermanito para ella—respondió sin gran interés.
Gritos de emoción inundaron la mansión, tendrían muy pronto a un pequeño Hyuga corriendo por toda la mansión, debían realizar los preparativos correspondientes para cuando llegase el momento.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Yuki llegaba del cine a la mansión, habia ido con su tío Lee, se habia divertido bastante, pero lo que deseaba en eso momentos era ver a su mamá y hermana Tenten.
Subió corriendo las escaleras sin esperar a su tío, se dirigió a la habitación donde se encontraría Tenten, entro con efusividad en dicha habitación y paro en seco.
En la habitación se encontraban Neji y Tenten profundamente dormidos y abrazados. La escena emociono sobremanera a la pequeña, al principio no se habia tragado eso del dichoso matrimonió, ninguno se besaba o abrazaba como una pareja normal, tampoco se dedicaban muchas palabras de amor.
Esa escena cambiaba todo. Eso demostraba que si se querían, se sintió egoísta al no dejar que su hermana durmiera con su esposo, ya que lo amaba tanto.
Con leves movimientos comenzó llamarlos, sonrió al ver que comenzaban a abrir sus ojos cada uno respectivamente.
— ¡Mamá! ¡Papá! Ya llegue—anuncio con efusividad.
—Me alegro Yuki, ¿te divertiste mucho? —interrogo la castaña aun adormilada.
— ¡si! El tío Lee me compro muchos dulces—hizo una pausa y su mirada cambio a una picara—pero veo que ustedes también se divirtieron—dijo señalándolos.
Ambos se vieron fijamente, el Genio mantenía sus brazos en la cintura de la castaña y la Amma sus manos sobre las del Hyuga. Esa escena parecía muy linda y tierna, mas era el resultado de una constante pelea por intentarse zafarse del Hyuga y de intentar mantenerla presa para hacerla enojar.
Se separaron al instante e incorporaron. Con el pretexto de la cena se marcharon de la habitación, no querían hablar sobre el tema, no era agradable.
Bajaron a la cocina separados por una considerable distancia de un metro y medio. Los dos se dedicaban mutuas miradas de odio.
En la cocina varias sirvientas tejían con entusiasmo varias prendas.
— ¿por qué están tejiendo? —interrogo con curiosidad la Amma.
— ¡hay señora! Pues para… es que pronto llegara alguien y debemos estar preparados—respondió una sirvienta, se suponía era un sorpresa, así que no le dirían todo.
— ¿Quién va avenir? Neji ¿esperas a alguien?
El chico negó al tomar un vaso de jugo. Decidió no hacer caso a lo que decían, no tenía mucho sentido. Minutos después apareció el ama de llaves anunciándoles que la cena se serviría en diez minutos. Lee ceno con ellos, ansiaba conocer a la esposa de su mejor amigo.
La conocía por comentarios que realizaba el genio sobre ella, todos siempre resaltando lo fastidiosa y molesta que era.
En la cena salió a relucir el tema de la fiesta a la que Tenten se vería obligada ir. Cosa que no le hacia mucha gracia, en cambio a Yuki la ilusionaba, ella no iría pero le fascinaba la idea de ver a Tenten con uno de esos hermosos vestidos elegantes.
Otro tema que tocaron fue el partido que tendría el viernes, Lee dijo que estaría ahí apoyándola con su llama de la juventud al igual que Yuki.
La cena concluyo y Lee se marcho. Yuki se adelanto a la habitación, cuando Tenten apareció la puerta estaba cerrada, al pie de esta estaba su pijama y una nota.
La tomo entre sus manos, abrió la nota llevándose una gran sorpresa.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>Nota<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
Querida madre:
Creo ya es tiempo de que te duermas con tu esposo, ni siquiera los deje disfrutar su noche de bodas, he sido muy egoísta y lo pienso cambiar.
A partir de este momento eres libre, dormirás con tu esposo todo lo que resta de tu vida. Por mi no te preocupes, yo estaré bien, ya me acostumbre a mi nuevo hogar.
Att: Yuki♥

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>fin de la nota<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
La Amma parpadeo varias veces, toco instantáneamente la puerta de la habitación, Neji quien pasaba por ahí se dirigió a ella para interrogarle sobre lo que ocurría.
Le mostro la nota dejándolo mudo, ambos tocaron la puerta ¡ni loco dormiría con esa criatura que le provocaba dolor de cabeza! La dulce voz de Yuki hizo cesar los golpes en la puerta.
—Lo siento, pero esta ya no es tu habitación mamá, ahora dormirás con mi papá. Con él debiste dormir desde un inicio… perdón, ¡pero ahora lo podrás hacer! Incluso tu ropa, mochila y todas tus cosas ya están acomodadas en su habitación. ¡Buenas noches!
La chica sintió venírsele el mundo encima ¡dormiría con su peor pesadilla, su enemigo mortal! Toco nuevamente la puerta con la esperanza de que le abriera o respondiera y convencerla, cosa que no ocurrio.
El genio se dio la media vuelta y dirigió a su habitación.
— ¿A dónde vas? ¿No me piensas ayudar? —interrogó desesperada.
—No veo porque, además después de todo somos esposos ¿no? amor—dijo la ultima palabra entre dientes con gran rencor.
La Amma de petrifico. ¡¿Eso era una declaración de guerra?! Lo siguió hasta su habitación, entro en ella permaneciendo parada junto a la puerta.
El genio parecía ignorarla, abrió el closet y para su disgusto encontró todas las cosas de su esposa ahí también. No dijo nada, se comenzó a desvestir sin pena alguna.
Un cojín se estampo en su cara, molesto volteó a ver a la única que seria capaz de hacer algo así. Su cara estaba totalmente roja, parecía haber corrido un maratón deportivo.
— ¡Eres un descarado! Ten un poco de vergüenza—reprendió la Amma.
—Recuerda que esta es mi habitación.
—Y ahora también mía, así que ten un poco de decencia—ofendida se dirigió al baño que habia en la habitación con su pijama.
Al salir lucia un lindo conjunto de algodón. Consistía en un pantalon y playera holgada, tenía un lindo estampado de changuitos, lo cual causo gracia en el Hyuga. No creía que alguien de esa edad usara cosas tan infantiles.
La castaña le interrogo bruscamente la causa de su evidente risa. Él se limito a guardar silencio, minutos después sonrió otra vez.
El genio se encontraba en el costado derecho de la cama, con una de sus manos comenzó a tocar el espacio vacío con pequeñas palmadas.
—Ven amor, es hora de dormir…juntos—pronuncio con malicia evidente.
La castaña sintió que esas palabras eran veneno, su cuerpo tembló al escuchar “dormir juntos”. Era cierto que de pequeña solía soñar con situaciones románticas respecto a su vida de casada, pero esto no era lo que habia imaginado, ¡No señor! Mas no tenía otra alternativa.
Con dificultad comenzó a avanzar a esa enorme cama. Se paro frente a ella examinándola detalladamente ¿De verdad podría dormir en esa cama?
Continuara…
-.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
espero que lo hayan disfrutado

att:Himeko-chan♥

 

Hola! a todosmuchas gracias a sus comentarios me hace mucha ilusion leerlos, y coo lo pidieron... conti!!!!! si señor! con cariño para ustedes =)

Capitulo 5​

Las ojeras se hacían evidentes en ella. Su habitual entusiasmo se desvanecía día con día.
—Señora debería comer mucho más—sugirió el ama de llaves.
—No gracias, últimamente casi no tengo apetito, descuide estaré bien.
El ama de llaves se retiro dejándola sola en el comedor. Minutos más tarde Neji bajo y sentó a deglutir sus alimentos junto a la Amma.
Ninguno pronunciaba palabra alguna. La castaña estaba sumida en sus pensamiento ¿Cómo le haría para librarse del Hyuga? Ya no soportaba dormir más junto a él, ¡era un infierno! Y particular. Se pasaban la noche entera discutiendo por cosas tan absurdas y sin sentido, pero ninguno aceptaría la derrota.
Odiaba que le dijera “ven a dormir amor” ¡por dios! Lo que quería decir era otra cosa como “vete y no regreses” o “mejor regresa con Yuki” ¿Por qué no lo decía? Seria más fácil conciliar el sueño para ambos, ella se veía fatal y no rendía lo suficiente en los entrenamientos. En cambio él, lucia tan fresco como una lechuga, ni un sólo signo de cansancio.
—Me voy a la oficina, no olvides llegar temprano, faltan dos días para la fiesta, debes estar lista—anuncio parándose de su asiento.
La femenina no dijo nada, lo ignoro y prosiguió con su comida ¡era cierto! Falta tan poco para la fiesta y lo que era peor ¡la inseminación artificial! Tampoco habia logrado avanzar con su plan de conseguir el divorcio.
¡Era un fracaso! Claro, ya no dormía y no rendía igual. Tomo su mochila dirigiéndose al auto que la llevaría a la universidad. Tenia prohibido usar su bicicleta, una para evitar tanto desgastamiento físico para el partido y otra por órdenes de Neji.
Al entrar a la universidad muchos le comunicaron estarían apoyándola en el partido de futbol para el que faltaba un día, se dirigió a donde tomaría su clase.
Nada relevante sucedió durante sus clases. Reviso su reloj era muy temprano, ya no tenia nada que hacer… o ¿si? Una sonrisa maliciosa se formo en su rostro, le harina una visita sorpresa a su “amado esposo”.
Llamo a su chofer y pidió la llevara a la oficina de su esposo.
El enorme edificio que se levantaba frente a ella la dejo sin habla, nunca imagino que fuese tan grande, a decir verdad no sabia a que se dedicaba el joven.
Se adentro en el edificio guiada por el chofer que conocía bien el lugar, durante el recorrido fue presa de varias miradas curiosas e inquietas. Abordaron el elevador hasta el último piso.
Una indescriptible calma se respiraba en ese piso, se dirigió hasta el final del pasillo y paro frente a la puerta que decía presidencia. La secretaria no se encontraba, pero no la necesitaba, después de todo ella era la señora Hyuga.
Con cautela se escabullo dentro de la oficina, se sorprendió al ver al gran Neji Hyuga dormido como un bebe sobre el escritorio, ahora entendía porque nunca se veía cansado, ¡claro! Dormía plácidamente en su trabajo.
Era hora de la venganza. ¿Qué haría el joven si lo despertaba de manera brusca como la primera vez? Aquella en la que él la despidió. Seguro esta vez conseguía el divorcio. Nunca esperaría ser molestado en el trabajo, eso le daba una ventaja.
Con sigilo avanzaba a él cuando alguien la jalo fuera de la oficina.
Con fuerza era sujetada por una rubia de larga cabellera y verdes orbes. Se zafo del agarre molesta.
— ¿Qué es lo que iba a hacer? ¿Sabe quien es él? —interrogo con notable furia.
—Si, mi esposo—respondió tranquilamente la Amma.
La rubia casi se caía de la impresión, el destino le jugaba una cruel broma ¿cierto? Esa mujer de horribles fachas no podía ser la esposa de un joven como su jefe. ¡Se negaba a creerlo! Una mueca de terror se hizo presente.
—Miente...usted no puede…—tartamudeaba señalándola con el dedo índice.
—Claro que sí, ¿sorprendida? Yo también— si ella también lo estaba, su secretaria era más hermosa que la castaña ¿Por qué no se le propuso a la rubia? —No pensé que tuviera una secretaria como usted tan linda y joven—alago con la intención de llevarse bien.
Si lograba que el genio se fijara en la secretaria podría hacerlo cambiar de opinión, hasta que le dijera algo como “ya no te necesito más, he decidido que tu lugar lo ocupara mi secretaria” dejándola en libertad.
—Si, gracias. Así que usted es su esposa—dijo examinado a la castaña—en ese caso no tengo de que preocuparme, tengo el juego a mi favor.
La rubia se recargo sobre su escritorio segura y relajada. Desde que supo que él tenia esposa no dejo de hacer conjeturas sobre como sería, incluso se habia asustado demasiado ya que se volvió invisible para él, no la miraba por más que ella le coqueteaba.
— ¿A que se refiere? —interrogo confundida.
La rubia sonrió de lado arrogantemente, al parecer se la habían pegado algunas mañas del Hyuga.
—Es obvio. Pronto yo seré la nueva señora Hyuga, comparada con usted soy mil veces mejor, tan solo véase, parece alguien tan…
Ese cometario a medias era suficiente ¿quería guerra? ¡Guerra tendría! Nunca en su vida la habían tratado así ¡Nunca! Ni lo permitiría.
— ¿En que se basa para decir eso?
Mantenía sus brazos cruzados frente a la rubia que movió un mechón de cabello que caía sobre su rostro.
—En las noches de pasión que yo y él hemos pasado juntos, ¡ups! —Pronuncio al colocar sus manos sobre sus labios—se suponía que usted no lo debía saber.
La castaña tenia ganas de despellejar a la engreída secretaria, mas no se dejaría vencer tan fácilmente, ni de Neji se dejaba ¡menos de una extraña!
— ¡hay! Querida, no te hagas tantas ilusiones, si fuera algo serio ya me hubiera dejado desde antes. Y no dudo que se haya entretenido contigo mientras yo estaba de viaje, es mas que claro que necesitaba jugar un rato con alguien, pero ya llegue así que eso se acabo.
— ¿De viaje? Si claro encerrada en tu casa.
— ¿No me crees? Lastima por ti, pero sí, me fui a roma, España, Italia, Francia y ¿a donde más? Fueron tantos lugares que ya se me olvidaron.
Ambas se dedicaban miradas asesinas. No se soportaban. La amante y la “esposa” se encontraban por fin.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Una fuerte plática lo hizo abrir los ojos, por increíble que pareciera Neji Hyuga tenia que irse a dormir a su oficina, en las noches no era capaz de conciliar el sueño. Ahí era el único lugar donde podía hacerlo y relajarse para llegar al infierno en que se habia vuelto su casa.
Presto atención a la plática, conocía esas dos voces a la perfección, una que siempre le susurraba al oído con voz erótica y otra que sólo chillaba y se quejaba todo el tiempo a su lado.
Salió de la oficina y casi de inmediato deseo nunca haber salido, ¡ahí estaba! Sí, su gran pesadilla.
—Sabes, estoy perdiendo el tiempo contigo, tengo cosas más importantes como escoger el vestido que me llevare a la fiesta del sábado—pronuncio la castaña. — ¡ups! Pero creo que tu no iras.
Él recordó que aun no lo habia comprado, se reprocho y dio golpes mentalmente por haberlo olvidado, era un fiesta muy importante, la entreno con tanto énfasis que olvido detalles como ese.
— ¡claro que iré! Allá te veré.
Era hora de salir o la conversación se volvería más caótica.
Frente a las dos femeninas apareció la imponente figura y presencia de Neji. Se notaba molesto.
Tenten lo vio con un tic de desagrado. En su mente cruzo la idea de irse de ahí, no tenía ganas de hablar con él, no después de saber que mientras ella no dormía, él sí y muy tranquilamente. Se detuvo al recordar la presencia de la secretaria, una sonrisa maliciosa apareció en ella, no se iría sin antes hacerla enfurecer.
Con pequeños pasos se acerco a él y colgó del cuello, pudo ver la sorpresa en el Hyuga, eso la mataba de risa y más la ira que reflejaba la rubia.
—Hola cariño —pronuncio con ternura la Amma.
El genio la miraba fijamente ¿Qué intentaba? Y más con ese saludo.
—Hola, amor—respondió sin prestar atención a la última palabra que pronuncio. Se le habia hecho costumbre usarla con ella sólo para fastidiarla.
La rubia sintió su corazón despedazarse lentamente. A ella nunca la llamo así, ni siquiera le dedico una palabra cariñosa en sus encuentros íntimos.
—Señor vino a buscarlo, esta…—pronuncio con la cabeza baja.
—Esta es mi esposa, Tenten. Así que dirígete a ella con respeto como a mi—reprendió el genio para luego entrar abrazado de Tenten en la oficina.
En cuanto cerraron la puerta la castaña se separo bruscamente del joven, quien sonrió sarcásticamente.
Interrogo a la castaña que se recostó sobre el sofá que habia en la amplia oficina, sobre la razón de estar ahí. La castaña le respondió que habia ido a visitarlo, no tenia nada más que hacer; esa tarde no habia entrenamiento, ya no tenia trabajos de medio tiempo, renuncio a ellos por ordenes del genio, y Yuki estaba en la escuela.
— ¿hasta que hora piensas quedarte?
—Me quedare toda la tarde contigo, cariño—Hizo una pausa, jugaba como gato con un cojín—como ya te dije no tango nada mejor que hacer.
El Hyuga respiro, sería una tarde larga. Minutos después la llamo a su lado, en la computadora tenia un catalogo de hermosos vestidos, junto a la castaña los revisaron con el propósito de escoger uno para la fiesta. Ninguno les satisfizo.
Se recargo sobre su silla, cruzando sus manos. La tarde habia resultado más tranquila de lo normal. Ella jugaba sobre el sofá, se notaba cansada, no tardaría en caer dormida.
—Te propongo un trato —pronuncio dejando de jugar para ver al chico, él le dedico una mirada dando a entender que prosiguiera—hay que hacer las pases, ya me canse de no poder dormir bien en las noches por tú culpa.
Él arqueo una ceja, ¡ahora era su culpa!
— ¿mi culpa? —Él arqueo una ceja, ¡ahora era su culpa!

—Esta bien, nuestra culpa ¿Qué dices?
El suspiro, lo medito unos segundos. También estaba harto de dormir en su oficina. Termino accediendo. La chica feliz sonrió y se arrojo nuevamente sobre el sillón.
A los pocos minutos no escucho ruidos, dirigió su vista a ella encontrándola profundamente dormida.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El gran día del partido habia llegado.
La universidad del sonido vestía su uniforme en gris con blanco, en equipo de la hoja en azul marino y blanco.
Se colocaron al centro las capitanas, sonó el silbato y dio inicio el encuentro. Las del sonido eran demasiado rápidas y veloces, desconcertando a las de la hoja unos segundos. Al recuperarse les dieron una ardua batalla.
En las bancas gritaban Lee y Yuki con gran entusiasmo. Neji se limitaba a ver, no creía que la ruidosa de su esposa jugara tan bien o fuera buena en algo. Fácilmente hubiera anotado tres goles, que apenas evito la portera del otro equipo.
Una de las jugadoras le era familiar. Mucho a decir verdad, algo en sus viejas memorias le decía que la conocía, el punto era ¿de donde?
En el medio tiempo, Lee y Yuki fueron a darle ánimo a Tenten y su equipo, dejando a un pensativo Neji solo.
El partido concluyo. Con una inminente victoria: Sonido un gol, hoja dos goles. Como buenas jugadoras estrecharon sus manos y dieron abrazos amistosos, deseando volver a tener un encuentro con ellas.
El torneo por el que jugaban, llegaba a su fin. La Hoja celebraba su triunfo elevando por los cielos el enorme trofeo, el sonido no se quedaba atrás. El segundo lugar no era tan malo.
Esta ocasión fueron los tres a encontrarse con la castaña afuera de los vestidores.
—Neji, necesito que me sigas—comunico al tomarlo de la muñeca y arrastrarlo a un lugar desconocido para el Hyuga—bien amm…bueno Neji ella es Hinata.
Frente a ellos estaba la pelinegra, llevaba su cabello recogido en una coleta alta, lucia unos jeans y playera lila. Se notaba nerviosa, veía constantemente el suelo.
—Hola, Neji-onisan, s-soy Hinata—se presento sumamente nerviosa.
El Hyuga estaba boquiabierto. Su cuerpo no reaccionaba, no podía articular palabra alguna. ¿En verdad era ella? Incrédulo, se acerco a la pelinegra, la tomo de los brazos, examino de pies a cabeza, luego la envolvió en un abrazo.
—En verdad eres tu—susurro débilmente.
Frágiles y diminutas lágrimas resbalaban por las mejillas de ambos, habían deseado con tanto anhelo reencontrarse.
De pequeños siempre estaban juntos, eran como hermanos, inseparables, fueron brutalmente separados. Sin una razón justa. Esa fue una de las causas que ayudo a que su carácter se volviera tan amargado.
Tenten contemplaba la escena enternecida. Nunca imagino ver a se chico tan serio, arrogante, engreído y frio, llorando como un bebe.
Los dejo conversando a solas, no quería ser una entrometida, y arruinarles ese momento.
.-.-.-..-.-.-.-.-.-.
— ¿Quién quiere un hot dog? —Interrogo entusiasmada al llegar con los demás— ¡Lee paga!
Todos gritaron efusivamente, se morían de hambre y lo mejor era que no pagarían. Lee se sorprendió, ¿Cuándo habia dicho eso? La parecer a los demás no les importaba, checo su cartera y acepto resignado.
—Tenten y ¿Neji? —interrogo Lee al verla sola.
—Esta bien, luego nos alcanzara.
Afuera en el puesto de hot dog habia una enorme fila esperando por uno, seguro les llevaría tiempo adquirir uno.
Cuando por fin tuvieron en sus manos el delicioso y calientito hot dog se sentaron sobre la banqueta. Nadie conversaba, estaban totalmente concentrados en comer, hasta que Lee decidió romper el silencio.
Hizo publico el matrimonio que Neji y Tenten mantenían, la castaña casi se atragantaba, no le habia dicho de eso a nadie. Miradas picaras llovieron sobre ella, al igual que preguntas en relación al tema.
Deseo que la tierra se abriera y callera dentro de la grieta formada. Fulmino a Lee con la mirada, Yuki comenzó a hablar cobre su papá, lo bien que se llevaban y lo guapo que era.
Todos comprendieron porque ahora llegaba en un lujoso auto, y tenia a un chofer a sus servicios. Insistentes interrogaron cuando lo conocerían, deseaban charlar con él. En especial Kiba, quien se sentía como el padre de Tenten, ya que muchas veces la ayudo, cuido y protegió hasta donde pudo.
—Nunca pensé que llegaría este momento, entregare a mi retoño—dijo pasando su dedo índice por debajo de la nariz—un momento, ya se casaron y no me avisaste.
—Descuida solo fue por el civil, cuando me case de blanco les avisare.
—Bien, ¡yo seré quien te entregue! —exclamo Kiba. Ahora debía pensar en comprarse un traje de gala.
—Nosotras seremos tus damas de honor—exclamaron Ino y Sakura al unisonó.
—y ¿nosotras que? —Interrogo ofendida Temari— ¡yo y Matsuri también! Y ¿tú, Karin?
— ¡por supuesto! No podría faltar—respondió contenta.
Comenzaron a hablar sobre el color de los vestidos, el diseño estaría a cargo de Ino, el banquete sería inspeccionado y escogido por Sakura, Karin sobre el salón y la música, Temari y Matsuri sobre la iglesia.
Todas hablan felices, sin tomar en cuanta a Tenten.
— ¡Chicas! —Grito desesperada atrayendo su atención—por el momento no me casare por la iglesia, no será posible—pronuncio.
La verdad era que ¡no sería posible! No, una porque no quería y otra porque era una farsa ese matrimonio, tarde o temprano se divorciaría.
— ¿por qué? ¿No se aman? ¿Es un tacaño? —interrogo con una ceja arqueada la Yamanaka—si es eso, yo me encargo.
—No, no es eso—debía buscar una excusa convincente pero ¿qué? A lo lejos diviso al genio acompañado de la pelinegra con su habitual apariencia— ¡ahí viene, es él! —dijo apuntando en su dirección.
Todos dirigieron su vista en esa dirección.
En cuanto llego a ellos, fue abordado con un sin fin de preguntas. No sabia a cual responder, cuando respondía una le llovían diez más. Parecía que eso nunca iba a acabar.
Cuando se tranquilizaron, Tenten los presento como era debido.
—Bueno, él es Neji, mi esposo y ellas son Ino, Sakura, Karin, Temari, Matsuri y él, Kiba—dijo señalándolo respectivamente la Amma.
Todos se despidieron y se marcharon a su casa, era tarde y tenían cosas que hacer.
Olvido todo lo relacionado con la fiesta y la inseminación artificial por completo, ese día se divirtió bastante, y lo que era más importante en esos momentos ¡gano el torneo! Y también habia visto llorar al Hyuga como un bebe. Seguro esa imagen la acompañaría por mucho.
Continuara…
--------------

¿Les gusto? espero que si, pongan su comenatrio donde expongan sus dudas, sugerencias y dem{as XD

att:himeko-chan♥