Historia corta Viajeros del espacio profundo

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Manuvalk, 3 Agosto 2020.

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  1. Threadmarks: Número cuatro
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Viajeros del espacio profundo
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    Viajeros del espacio profundo es una historia corta que enlaza el final de la segunda parte de Los Viajeros con el final de la tercera, dando explicación al porqué los Anixis son realmente humanos y porqué se enfrentan a la alianza formada por la humanidad, los neonianos y los sylerianos. Esta pequeña historia requiere que hayas leído al menos las tres primeras partes de la historia principal, pudiendo haber leído la cuarta o sin haberlo hecho, pues los acontecimientos son previos a esta última. Los links de las partes están en mi blog. Sin nada más que decir, espero que disfrutéis.


    Sinopsis: Año 2128. Las cinco arcas era un proyecto de La Unión con el fin de transportar un millón de humanos a la colonia que estaban construyendo en Neonia, justo antes de la destrucción del Sistema Solar por parte del Supremo. Las tres primeras lograron llegar, formando la incompleta colonia llamada Promesa, sin embargo, hubo una cuarta que logró salir a tiempo justo antes del Colapso... ésta, es su historia.






    Número cuatro




    Hasta veinte lanzaderas hacían el trayecto de ida y vuelta para recoger a las personas que habían decidido comenzar una nueva vida lejos de la Tierra, concretamente en Neonia. Con tres de cinco arcas ya en el planeta de los neonianos, la cuarta se encontraba en órbita con la Tierra tras haber sido construida en Marte. Los viajeros que subían a bordo se embarcaban así en un viaje de una semana que les llevaría a su nuevo hogar.

    El capitán de la cuarta arca, llamado Gar Xom, era un ex soldado y padre que nació en la Tierra en el año 2070, conociendo a la que sería su mujer llamada Nadia Armstrong en la AFE —Academia de Formación de Exploradores— y teniendo varios años después a dos hijos, siendo el primero Deon y el segundo Ender. El mayor de los hermanos, Deon, nació durante unas vacaciones de sus progenitores en Marte y quiso seguir los pasos de su padre para convertirse en soldado de La Unión, cosa que logró. El pequeño, Ender, prefirió velar por la seguridad y la justicia en las calles transitadas de la Tierra, dónde nació tres años después, convirtiéndose en policía de La Unión. La familia estaba feliz y unida hasta la muerte de Nadia muchos años atrás por un cáncer muy agresivo, lo que precipitó el deseo de ésta familia de obtener un nuevo comienzo en sus vidas.

    Gar se encontraba en el famoso búnker de la sede de La Unión, lugar de diversas reuniones con los Viajeros, para mantener una conversación con las tres representantes del gobierno interplanetario humano justo antes de zarpar desde la Tierra en dirección a Neonia. El capitán vestía con un traje blanco que portaba el símbolo de La Unión en la parte izquierda del pecho además de un gorro que le acreditaba cómo capitán de un arca. Una barba fuerte y con cierta tonalidad blanca dado la edad de cincuenta y ocho años del capitán no le contrastaba en absoluto con su pelo largo y negro que se rizaba en su nuca. Apenas cinco minutos de que fuera llamado a reunirse con las representantes, estas llegaron, pero acompañadas de uno de los ingenieros pioneros en la creación de las arcas, llamado Sith Regan.

    — Representante Miller, el trabajo podrá terminarlo el resto de mi equipo y compañeros — Decía el ingeniero al entrar a la sala por detrás de las representantes — Que yo me quede no implicará que las reparaciones se aceleren.

    — Regan, es usted uno de los más brillantes ingenieros que tenemos en La Unión — Chloe respondió con seriedad — Pero cómo entenderá, no nos gusta que se retrase más de una semana la salida de la quinta y última arca.

    — Lo entiendo, representante Miller, pero yo no marcaré la diferencia en esa meta de tiempo que acaba de decirme — Sith trataba de convencerla de algo, momento en el que vio al capitán Xom allí de pie frente a la mesa — Quiero ir a Neonia y contribuir en la construcción de nuestra primera colonia fuera del Sistema Solar, por lo que espero que me conceda el permiso para subir a bordo del arca número cuatro.

    La mujer nacida en la Luna miró a sus dos compañeras representantes, Cleo Allier y Hillary Murphy, para finalmente asentir y acceder a la petición del ingeniero Sith Regan ante la mirada del capitán Gar Xom, a la espera de que hablaran con él.

    — Permiso concedido, Regan.

    — ¡Muchas gracias, representante Miller! — Sith se mostraba entusiasmado mientras se marchaba de la sala.

    — He oído que solicitabais mi presencia, representantes — Dijo Gar con su particular tono grave.

    — Así es, capitán Xom — Musitó Hillary, apoyando sus manos sobre la mesa — Antes de marcharse, debe saber que en Neonia hay una investigación secreta sobre una nave de origen desconocido hallada en su superficie recientemente.

    — ¿Y qué tiene que ver eso conmigo o con el arca?

    — Nada, pero creíamos que debía saberlo — Indicó Cleo — Para que una vez se acople a las otras tres primeras arcas que formarán la colonia, permanezcan allí sin salirse del radio, ¿entendido?

    — Por supuesto.

    — Puede marcharse, capitán — Dijo la representante Miller.

    — Buen viaje — Musitó la representante Murphy con una sonrisa.

    — Contacte por radio si hay algún problema durante el trayecto — Añadió la representante Allier.

    El capitán Xom asintió y salió de dicha sala que se encontraba en un búnker subterráneo para coger un ascensor y salir en la sede de La Unión. El hombre tomó una de las lanzaderas que seguían recogiendo gente, encontrándose en ella con el ingeniero Regan.

    — Es el capitán del arca número cuatro, ¿verdad?

    — Así es — Musitó Gar con seriedad — ¿Es usted ingeniero?

    — Exactamente, Sith Regan, ingeniero jefe.

    Ambos se estrecharon la mano con cordialidad entre la multitud apretada en la lanzadera.

    — Por lo que he visto, no estaba inscrito en el viaje hasta hace nada — Murmuró el capitán Xom, pues acababa de vivir cierta parte de la conversación que el ingeniero y la representante Miller habían mantenido.

    — Lo estaba, pero a bordo de la quinta y última arca — Dijo Sith entre risas — Sin embargo, no he podido esperarme y al conocer que el arca tiene varios problemas que no pueden arreglarse en menos de una semana, he decidido subirme en la cuarta.

    — ¿Qué tiene de malo esperar una semana más? — Gar estaba muy extrañado.

    Sith observó a ambos lados y se aproximó al capitán con la intención de revelarle algo.

    — Porque realmente no es una semana más, sino varios meses más — Indicó el ingeniero, seriamente — Verá, capitán, el proyecto de las cinco arcas ha sido creado por varios ingenieros entre los que me encuentro. Cada uno ha diseñado las arcas y su distribución a su antojo... y siéndole sincero, al tipo que le ha tocado diseñar la quinta, no le ha salido tan bien cómo esperaba.

    — ¿Qué problemas tiene?

    — Pues por ejemplo, los propulsores no aguantan la potencia de energía que deberían aguantar y además la gravedad artificial del arca no logra mantenerse, comienza a bajar progresivamente hasta quedarte flotando cómo si fuera una estación espacial y no una maldita nave.

    El capitán Xom asintió, comprendiendo los problemas que la quinta y última arca cargaba, prolongando la espera de los doscientos mil humanos más que irían en ella a lo largo de los meses. La lanzadera que le llevaba hasta su arca finalmente lo hizo, saliendo de la atmósfera terrestre para atracar en la nave que viajaría a Neonia durante una semana. Sith y el resto de las personas a bordo de dicha lanzadera también salieron de ella una vez la compuerta presurizada se cerró para que no se perdiera el oxígeno del interior.

    — Ha sido un verdadero placer charlar con usted, capitán Xom — Dijo el ingeniero Regan antes de perderse por entre la multitud que se dirigía a sus respectivas habitaciones o viviendas.

    El capitán se despidió del hombre y acto seguido tomó la radio que portaba sujeta a su cinturón para contactar con lo que quedaba de su familia: sus dos hijos.

    — Deon, soy tu padre — Musitó el capitán por la radio mientras avanzaba a trompicones entre la gente — El arca va a salir de órbita en quince minutos, espero que tú y tu hermano estéis ya a bordo.

    Lo estamos, padre — Murmuró Deon Xom, el primer hijo del capitán — Ender está organizando el desembarco del muelle A3 y yo estoy en el B1.

    — Entendido, después quiero veros en casa — Dijo Gar, pese a que la vivienda fuese a ser temporal hasta llegar a Neonia — Avisa a tu hermano.

    Ahora mismo.

    Mientras el capitán Gar Xom ponía rumbo al extenso puente de mando, con distintos trabajadores de La Unión que lo tendrían todo listo para zarpar de la Tierra, su hijo mayor se encontraba en el muelle de atraque B1. Deon era uno de los tantos soldados de La Unión que viajaban en el arca para mantener el orden allí y en la que sería la nueva colonia humana fuera del Sistema Solar una vez aterrizaran en el planeta neoniano y aliado.

    En todos los muelles ya habían sido dejados los últimos pasajeros del arca, por lo que las lanzaderas se retiraron de regreso a la superficie terrestre mientras soldados y policía de La Unión se coordinaban para indicar a la gente a dónde dirigirse para llegar a su temporal hogar. Deon le indicaba a una familia con sus dos hijos pequeños a dónde debían dirigirse y qué controles debían pasar cuando unos brazos le rodearon por la cintura, sorprendiéndole. Mientras la familia asintió tras haber comprendido las indicaciones, el soldado se volteó para ver el rostro de la que era su novia.

    — Sorpresa... — Musitó la chica, mientras tomaba de las manos al hombre — Sé que nos íbamos a ver después pero no he podido evitar acercarme cuando te he visto.

    — A la próxima acércate de frente porque sino a la siguiente podría reducirte creyendo que eres una criminal...

    Deon tomó de la cintura a su chica y comenzó a besarla apasionadamente, gesto que correspondió ella también.

    — No puedo esperar a que me reduzcas luego... — Murmuró la mujer en un tono sensual que erizó la piel del soldado — Mantén cerca esa radio, luego de que el equipo científico esté asegurado en el almacén, tendrás una llamada mía...

    — No puedo esperar a tenerla, entonces — Deon volvió a besar a su pareja y luego la abrazó, para finalmente dejarla ir a realizar su tarea — Hasta luego, Bar.

    Bar, qué era un abreviativo de Bárbara, lanzó un beso al aire y se marchó. La mujer formaba parte del amplio equipo de científicos que viajaban a Neonia para quedarse pero principalmente para estudiar la nave estrellada en su superficie, de origen desconocido. Bárbara Mason apenas tenía unos meses de experiencia en su especialidad, pues no hacía mucho que se había graduado en la AFE pese a su edad de treinta y seis años. La chica había nacido y vivido toda su vida en la Tierra, y por suerte nunca tuvo que usar las habilidades que su padre militar le enseñó para defenderse, pues en el asalto de los Rhajik al Sistema Solar, el planeta capital y su satélite pudieron repeler las naves enemigas sin demasiados problemas.

    Ender Xom, el hermano pequeño de Deon y segundo hijo del capitán Gar Xom, se encontraba en el muelle de atraque A3 junto a otros soldados y policías de La Unión. Estos últimos estaban simplemente para mantener el orden y resolver conflictos e investigaciones que no eran gran cosa, siendo los soldados un apoyo adicional por si las cosas empeoraban en cualquier situación. Ender indicaba a algunas personas a dónde dirigirse cuando una niña pequeña y rubia de unos seis años se le aproximó, cosa que llamó su atención.

    — ¿Ocurre algo, pequeña? — Le preguntó el policía con cierto entusiasmo, rompiendo con el estereotipo de que los cuerpos de la ley eran siempre serios y amargados.

    — No encuentro a mi papá... — La niña comenzó a llorar al instante, temiendo haberse quedado sola.

    — Tranquila, ahora le buscaremos.

    Ender tomó en brazos a la pequeña niña, decidido a que le indicara dónde buscar a su padre. El policía comenzó a buscar con la vista a otro de sus compañeros para avisarle de su marcha hasta encontrarse finalmente con uno.

    — Perdone, Harper — Ender observó que en la pequeña placa que su compañero policía portaba en el pecho, estaba su nombre, Haal Harper — Esta niña se ha perdido y voy a buscar a su padre.

    — ¿Xom? ¿No es usted uno de los hijos del capitán? — Haal se volteó hacia su compañero mientras señalaba a un pasajero el trayecto que debía tomar hasta su vivienda — ¿No es demasiado mayor para estar con una niña?

    — ¡¿Qué mierda dices?! — Ender, con la niña en brazos, se molestó con el comentario del tipo.

    — ¡Tranquilo amigo, era una broma! — Exclamo Haal tras varias carcajadas — Está bien, Xom, yo cubro tu posición.

    — Gracias — Musitó Ender con seriedad mientras salía del transitado muelle — Maldito idiota... Bueno pequeña, ¿dónde has visto por última vez a tus padres?

    — Mí madre no ha venido con nosotros — Murmuró la niña, rubia y de pelo lacio — Murió cuando yo nací...

    — Vaya, siento mucho oír eso — Dijo Ender, apenado — Dime, ¿cómo te llamas?

    — Iris Hennessey, señor — Musitó la niña con voz dulce — ¿Y usted?

    — Ender Xom — Contestó el policía con una sonrisa y la pequeña aún en brazos — Es un placer conocerte, Iris.

    — Igualmente.

    — Dime Iris, ¿dónde fue la última vez que viste a tu padre?

    — En el lugar en el que estábamos antes — Respondió la niña, haciendo referencia al muelle de atraque A3 — Me dijo que se iría a comprarme caramelos y que le esperara, pero no regresó.

    Ender buscó con la vista la tienda más cercana que hubiese, suponiendo que sería allí hacia donde se dirigió el padre de la niña. El policía la dejó en el suelo y la tomó de la mano, avanzando juntos hacia una tienda que vendía snacks, chucherías y otros consumibles.

    — Hola, señor — El trabajador se preocupó notablemente al ver la placa de policía en el traje de Ender — ¿Hay algún problema, agente?

    — No para usted, tranquilo — Murmuró Ender con una voz sosegada que calmó al tipo — Esta niña ha perdido a su padre, quién le dijo que iría a comprarle caramelos... al ver su puesto y comprobar que era el más cercano, he venido a ver si sabe algo.

    — Puede ser — El dueño del puesto se agachó frente a la niña — ¿Cómo es tu padre, jovencita?

    — Es alto, tiene el pelo negro y corto y no tiene barba — Explicó Iris conforme pudo.

    — Entiendo... — El tipo miró a Ender cómo queriendo decirle que con esos datos era muy difícil localizar al padre — Lo siento, pero no recuerdo haber visto a nadie así.

    — Está bien, gracias por su colaboración — Indicó Ender, volviéndose con la niña — No te preocupes Iris, te quedarás conmigo por el momento. Seguro que tu padre te anda buscando, quizá no te vio antes.

    Mientras Ender se quedaba con la pequeña Iris hasta saber algo del padre de ésta, en uno de los baños del muelle A3 se estaba sucediendo una pelea. Una mujer rubia de ojos marrones claro enfrentaba a un tipo de gran envergadura, con el pelo corto y un rostro limpio de barba. El hombre la tomó de la cabeza y la estampó contra la puerta de uno de los baños, provocando que la mujer cayera aturdida y con una pequeña brecha en la frente que la hizo sangrar.

    — Después de tantos años y aún sigues detrás de nosotros... — El hombre se aproximaba a la mujer con mucha rabia acumulada — ¡Te dije que nos dejaras en paz y no has hecho caso!

    — ¡También es mí hija, David!

    El hombre, que se llamaba David, levantó a la mujer y le rodeó el cuello con su brazo derecho, tratando de asfixiarla. Pese a los intentos de resistencia de la chica, la fuerza del hombre estaba ganando la partida.

    — Esto no estaría pasando si no hubieses querido en su momento destruir la familia que estábamos formando, Lina — David apretaba cada vez con más fuerza — Me ha costado mucho convencer a Iris de que su madre murió en el parto... pero es ahora cuando va a morir de verdad.

    La mujer, de nombre Lina, intentó alcanzar un pequeño cuchillo que portaba metido en la ropa interior, pues era la única forma de evitar que en los controles le detectaran el arma blanca, que ella siempre portaba para defenderse desde su estancia en la colonia criminal de Ceres. El hombre ponía todo el ímpetu en ahogarla pero la mujer logró sacar la pequeña navaja a tiempo y la hundió repetidas veces en el abdomen de David, que la soltó rápidamente mientras retrocedía con una mano en la herida.

    — Maldita... — El tipo comenzó a ver como de la herida brotaba una seria cantidad de sangre — ¡Maldita zorra!

    Lina trataba de recuperar la mayor cantidad de aire posible tras haber estado al borde de la asfixia mientras observaba cómo el hombre que la agredió, tanto en aquel instante cómo sexualmente hacía seis años en Ceres, se dejaba caer poco a poco y moría lentamente ante sus ojos. En menos de dos minutos, un gran charco de sangre inundó el piso de los baños mientras la mujer, rubia y con el pelo lacio recogido, trataba de asimilar que acababa de asesinar a una persona por primera vez en su vida pese a haber sido una ladrona y haber pasado varios años en Ceres hasta el ataque Rhajik, que fue el evento dónde se liberó.

    [...]

    Los tres primeros días del viaje eran la salida del Sistema Solar, siendo del cuarto al séptimo la llegada al sistema Neon para así recalar en Neonia. Habían pasado tres días desde la salida oficial del arca con el rumbo ya predeterminado y las cosas no iban demasiado bien, al menos para aquellos que debían mantener el orden y la seguridad durante esa semana de trayecto. Tanto soldados cómo policías de La Unión ya se encontraban investigando el asesinato de David Hennessey, un hombre que tenía varios antecedentes criminales pero que parecía haberse resarcido de ellos al cumplir condena dos años atrás. Formaba parte de aquellos ciudadanos que se dirigían a vivir una nueva vida en Neonia, por lo que a simple vista su muerte era algo extraño. No obstante, al tener pasado criminal, a la policía no le sorprendía aquello, sino más bien les hacía creer que había sido un ajuste de cuentas y que había criminales a bordo, seguramente sin identificar.

    Deon despertaba en una cama junto a Bárbara, pues se encontraba en la vivienda asignada a su pareja, no a la de su familia. El soldado de La Unión comprobó que era hora de marchar, pues la investigación por el asesinato de David Hennessey nunca frenaba. El hombre se sentó al borde de su cama, pensativo, momento en el que notó las manos de su pareja cruzarse en su cintura, movimiento ya clásico de la mujer. Bar comenzó a besarle el cuello, deshaciéndose de la sábana y mostrando sus atributos, mientras el mayor de los Xom le correspondía dejándose llevar.

    — Debo irme — Musitó el soldado pese a seguir en la cama con su chica — Esa investigación es un quebradero de cabeza.

    — ¿No debería ocuparse simplemente la policía? — Bar seguía besando a su novio.

    — Supongo, pero son tan idiotas que quieren nuestra ayuda.

    En ese momento sonaron a la puerta varios golpes secos e intermitentes. Deon besó de nuevo a su pareja, besó sus senos y sonrió mientras se levantaba semi desnudo para abrir la puerta, encontrándose con su hermano tras ella.

    — Esperaré a qué te vistas — Murmuró Ender con seriedad al ver a su hermano prácticamente desnudo.

    — Me pondré a ello, hermanito.

    El soldado de La Unión se dirigió a los cajones donde guardaba varios uniformes limpios y se puso uno, después se peino el pelo largo con las manos y un poco de agua y se despidió de su pareja para finalmente salir por la puerta y reunirse con su hermano pequeño, con el fin de dirigirse a las oficinas policiales que había en el arca. Ender ya vestía con un uniforme de policía, que contrastaba con el de su hermano soldado debido a que el suyo era azul oscuro y el de Deon era completamente gris.

    — ¿Alguna novedad? — Preguntó el hermano mayor, rompiendo un silencio inicial bastante incómodo.

    — Ayer le mostraron el cuerpo de la víctima a la niña que buscaba a su padre... — Ender tragó saliva, sintiendo como un nudo en la garganta — Era él.

    — Mierda... — Musitó Deon, tapándose los ojos con una mano para después lanzar un suspiro — ¿Y sabemos algo del asesino?

    — En la ropa de la víctima había un pelo largo y rubio — Dijo el hermano menor mientras ambos ya llegaban a las oficinas donde se realizaba la investigación — Hemos cotejado su adn para compararlo con el resto de ciudadanos mediante sus informes clínicos antes de zarpar, pero no encaja con ninguno.

    — ¿Me estás diciendo que el asesino no está a bordo del arca? ¿Qué es cómo un fantasma?

    — Lo que estoy diciendo, es que el asesino no formaba parte de los doscientos mil civiles que se dirigen a Neonia, sino que logró burlar los controles para entrar y matar a David Hennessey.

    — Perfecto, tenemos un criminal infiltrado en el arca y a la ciudadanía presa del pánico — Deon abrió la puerta de la oficina, dando paso a su hermano — ¿Se te ocurre algo?

    — Sí — Murmuró Ender, decidido — Comprobar la documentación de cada civil y retener a los sospechosos para así sacarles una muestra de sangre y compararla de nuevo con el adn del pelo.

    — Para cuando hayamos hecho eso con todos los ciudadanos, ya habremos llegado a Neonia y se habrán mezclado con el resto de población, Ender.

    — Si tienes una jodida idea mejor, Deon...

    En las oficinas policiales de La Unión se encontraban hasta cincuenta trabajadores, todos ellos policías, al margen de otros tantos en otras zonas de la gran nave. Pese a la colaboración de los soldados de La Unión, la investigación la llevaban principalmente los policías. Ender y Deon se dirigían a la morgue donde se encontraba el cadáver de David Hennessey con el fin de examinarlo de nuevo en busca de posibles pruebas que hubiesen pasado desapercibidas, cuando de pronto, las ventanas que daban al espacio exterior comenzaron a temblar de forma intermitente seguido repentinamente de una especie de destello que parecía aumentar su resplandor hasta el punto de cegar a los policías.

    En ese instante, una sacudida en toda el arca provocó que la gente en esa oficina y en el resto de lugares cayeran al suelo de forma estrepitosa mientras algunas luces parpadeaban incesantemente o se apagaban totalmente. El pánico a lo que estaba ocurriendo provocó que se comenzaran a escuchar los gritos de la población, aterrada por ver cómo el arca parecía estar a punto de desmontarse en trozos. Lo siguiente fue un pitido agudo que comenzó a afectar a algunos, doliéndose del tímpano, mientras el arca perdía el control sobre sí misma y era propulsada por una fuerza desconocida seguido de que ésta perdiera su eje, lo que provocó que el arca comenzara a girar sobre sí misma a una velocidad similar a una centrifugadora de lavado.

    Ender y Deon apenas podían ponerse en pie debido a todo lo que estaba ocurriendo. Ambos hermanos vieron desde el suelo como algunos de los policías chocaban brutalmente contra las paredes de la oficina, abriéndose el cráneo y muriendo al acto mientras un charco de sangre los rodeaba. En su habitación, Bárbara cayó de la cama mientras sus ojos trataban de acostumbrarse de nuevo a la luz normal tras el destello cegador que vio por la ventana de su vivienda. En el puente de mando, el capitán Gar Xom y los trabajadores y pilotos que se encargaban de manejar el arca se vieron sorprendidos, saliendo algunos disparados contra el gran ventanal por el que disfrutaban de una vista envidiable del espacio exterior que tenían por delante, convirtiendo dicho ventanal en un cuadro sangriento con las estrellas de fondo.

    ¡Estamos sufriendo un fenómeno desconocido en nuestra salida del Sistema Solar! — Exclamó el capitán por megafonía conforme pudo — ¡Sujetense a lo que puedan, hemos perdido el control del arca!

    La situación era caótica también por las calles, dónde los doscientos mil colonos que viajaban en el arca se vieron sorprendidos, chocándose entre sí o contra las paredes a una velocidad desorbitada, muriendo en el acto o rompiéndose brazos y piernas. Iris se encontraba bajo la tutela temporal de la policía de La Unión, en una de sus oficinas en la otra punta del arca, dónde también estaba Haal. Sith se hallaba en la amplia y extensa sala de máquinas, estudiando su comportamiento junto a otros ingenieros, cuando todo comenzó. Lina, quién se había escondido en una vivienda particular que encontró sin nadie, vio truncados sus planes de reunirse con su hija para explicárselo todo tras lo que estaba ocurriendo.

    El arca número cuatro de La Unión avanzaba rápidamente sin rumbo debido a la propulsión de una fuerza de dimensiones desconocidas, girando sobre su propio eje de manera descontrolada y desviando su trayectoria hacia Neonia, quedándose a la deriva en el espacio profundo mientras detrás dejaban un Sistema Solar convertido en polvo estelar. Mientras el arca no paraba de dar vueltas y sus sistemas comenzaban a fallar, el capitán Xom se aproximó a la radio, arrastrándose entre cadáveres y sangre para alcanzarla.

    — Aquí el cap... capitán Xom a bord... a bordo del arca número cuatro... — Gar tenía una brecha en su frente de la que no dejaba de emanar sangre, debido a un fuerte golpe — Tenemos probl... problemas, graves... ¿alguien en la Tierra me recibe...? ¿La Unión, me recibís? Por favor... estamos a la deriva y sin manejo del arca... vamos a morir todos.
     
    Última edición: 3 Agosto 2020
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos. Me habías comentado sobre este spin off en privado, y tenía muchas ganas por leerlo. Finalmente, aquí está.

    Tengo que decir que, sabiendo lo ocurrido con los personajes, la sorpresa en parte ya no es tan grande, pero eso fue necesario para que la sorpresa de verdad fuera en la parte IV de 14 capítulos y no en este pequeño spin off, que ya se asume que no será muy largo. Fue una buena decisión de tu parte.

    Y pese a eso, debo admitir que me he llevado un par de sorpresas. Como por ejemplo, el hecho de que Lina, la secretaria de Jim a la que yo creía muerta, estuviera viva. Ella conoció a Lio en su momento, y está claro que con el destino que le tienes preparado a Lio (me cuido de no decir spoilers por si alguien se mete a leer esta historia) hará que ambos se encuentren en algún momento.

    Otra sorpresa es el hecho de que Gar fuera el capitán de la nave. Él es el emperador de los Anixis, y me sorprende que sea un hombre con poder. Pensé que sería alguien que empezó desde abajo y que se fue ganando a la gente hasta que finalmente le dieron el mando. No solo no es un cualquiera, sino que es justamente quien está a cargo de todo. Imagino que fue convertido en emperador por decisión de su gente, y que eso se deberá a las decisiones que le veré tomar en estos capítulos. También me llevé una sorpresa por el hecho de que Lina tuviera una hija, e incluso una relación conflictiva con el padre de esta. Debe haber sido un infierno para ella si David quiso asesinarla de esa forma. Me pregunto que tan lejos llegará sin su crimen confesado. Ya que Colapso la salvó de ser descubierta, dado a que se iba a iniciar una investigación.

    Ver como era la relación entre Deon y Barbara, y como se conocieron Ender y Haal es bastante interesante. Si te digo la verdad, los nombres de estos tipos no suenan humanos para nada XD. Cuando los vi en la parte IV con esos nombres, pensé que tenían que ser aliens sí o sí XD. Los más cercanos a tener nombre humano son Sith, Lina e Iris, y justamente, ninguno de ellos apareció en la parte IV. Jugada maestra de tu parte XD.

    Me da curiosidad ese ingeniero, Sith. En la parte IV no apareció, y en esta parte se siente como si fuera incluido al último momento entre la tripulación. Sé que si lo hiciste es porque le tienes algo preparado, y espero ver que es en la parte V.

    Me pregunto a dónde los llevará su viaje luego de Colapso. En realidad, ya lo sé, pero siempre será agradable ver cómo se desarrolló todo. Quien sabe, quizá hasta logre sentir empatía por ellos. Algo difícil. Solamente Ender me cae bien, y algo Iris porque es una niña XD. Se sabe que se tardaron 5 años en llegar hasta Neonia. Me pregunto que tantos time skips habrá en esta historia corta.

    En fin, por ahora, es todo. Esperaré pacientemente por los otros capítulos. Para finalizar, aclaro que este capítulo me ha gustado más que los dos últimos de la parte IV, y estuvo al mismo nivel que varios capítulos de esa misma parte. Bien narrado, bien llevado, y buen equilibrio entre narración y diálogo. Solo me queda felicitarte y desearte que sigas así :D

    Hasta otra.
     
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  3. Threadmarks: Resquicios de una civilización
     
    Manuvalk

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    Saludos, aquí traigo el segundo capítulo de tres que conformarán esta pequeña historia. Debo decir que hice esta historia secundaria con la intención de aclarar algunos sucesos que ocurren en la parte IV y arrojar luz así a la historia de los 'humanizados' Anixis. Aviso antes de tiempo porque los capítulos son más explicativos que narrativos y ello puede agradar o desagradar, sin embargo, servirá de mucho para que comprendáis ciertas cosas que ocurrirán en la futura parte V de Los Viajeros. Gracias a Reydelaperdicion por estar siempre presente e interesarse por este universo, y también gracias a quiénes os paséis a leer. No diré nada más, disfrutad del capítulo.




    Resquicios de una civilización









    Las averías habían dejado al arca número cuatro de La Unión completamente inutilizable, vagando a la deriva durante ocho meses por el espacio profundo y con más de cincuenta mil muertes tras lo acontecido. El eje de la nave pudo ser estabilizado con el tiempo y la gravedad pudo ser de nuevo instaurada, pero la energía se agotó a los cinco meses de viajar sin rumbo y los propulsores eran historia. Durante el primer mes se sucedió una ola de suicidios en masa provocados por el hecho de suponer que iban a morir en aquella tumba flotante en mitad de la nada. A los dos meses siguientes, un motín a bordo provocó más altercados seguidos de una batalla que acabó con más muertos y muchos otros exiliados en la descompresión de una de las partes del arca, donde los amotinados fueron encerrados y lanzados al espacio por el capitán Xom.

    Aquella medida fue aplaudida por algunos ciudadanos pero repudiada por otros, quiénes comenzaban a ver cómo el capitán del arca tomaba decisiones vitales y controvertidas pensando principalmente en el bien de aquellos quiénes le apoyaban. Él mismo estuvo los tres primeros meses intentando contactar de nuevo con La Unión para explicarles lo sucedido, sin embargo, la respuesta que obtenía era el silencio, cómo ese que había en toda el arca desde que apenas nadie salía a las calles. Durante los siguientes cinco meses hasta la actualidad, lo que quedaba de policías y soldados de La Unión trataban de mantener un orden que se resquebrajaba por momentos. Asesinatos por suministros, robos por comida, ciudadanos que emboscaban miembros del gobierno interplanetario armados para robarles... la delincuencia estaba en auge y las autoridades, se hallaban sobrepasadas al tratar de contener a ciento cuarenta mil humanos que no tenían nada que perder.

    El capitán Gar Xom rara vez salía del puente de mando, dónde era el único. Se pasaba horas mirando por el ventanal a la oscuridad infinita, preguntándose si morirían antes de poder entrar en un sistema desconocido para tener opciones de sobrevivir, si morirían tras quedarse sin suministros hasta deteriorarse o si simplemente el arca terminaría explotando por sí misma tras las numerosas averías que tenía.

    — Desacoplé una parte del arca para abandonar a unos miles de personas a la deriva y nosotros seguimos igual — Pensaba el capitán — Qué ingenuo.

    Sumido en sus pensamientos, frustraciones y lamentos, el capitán tardó en percatarse de que el radar del arca, uno de los pocos instrumentos tecnológicos que se mantenían en un estado aceptable, comenzó a emitir una señal. Gar apenas le prestó atención dado que el radar era propenso a emitir señales falsas debido a que no mantenía el perfecto estado con el que salió del Sistema Solar. No obstante, el incesante pitido que indicaba que el arca se aproximaba a algo hizo que el capitán Xom se acercara para ver que ocurría. Si era una amenaza o un peligro, no había forma de esquivarla, porque los mandos del arca estaban inoperativos. Sin embargo, el hombre que ahora portaba una barba larga que le cubría hasta el cuello y el rango de capitán del arca pese a que poco caso hacían ya a las autoridades, dejó de observar el radar para mirar por el ventanal y ver lo que parecía ser una luz en la lejanía. Si los cálculos del radar no fallaban, se estaban aproximando a un Sol, concretamente, a un sistema.

    — ¿Habrán sido mis plegarias escuchadas? — Se preguntó Gar a sí mismo, mientras una sonrisa comenzaba a verse tras la espesura de su barba.

    Deon se encontraba en su vivienda realizando ejercicios físicos, concretamente unas flexiones. Tras todo lo ocurrido, el hermano mayor de los Xom se convirtió en un hombre solitario, egoísta e impulsivo, motivos por los que su relación con Bárbara Mason terminó al tercer mes de estar a la deriva, pese a que además de ello, el soldado de La Unión la engañó con varias mujeres en aquel entonces. Se alejó inclusive de su hermano menor pero se aproximó y mucho a su padre, siendo básicamente su segundo al mando desde que el caos se apoderó del arca. Deon se machacaba todos los días hasta el límite físico y realizaba combates cuerpo a cuerpo día sí y día no, convirtiéndose en un tipo realmente hábil y peligroso. Lo intentaron asaltar varias veces, pero el soldado de La Unión lograba zafarse en todas ellas, matando al último ciudadano desesperado que se abalanzó sobre él para robarle el Striker que portaba consigo.

    Deon, soy tu padre — El soldado cesó su entrenamiento y se aproximó a la radio que tenía en la mesa — Ven al puente de mando, es importante.

    — Voy, padre.

    Por otro lado se encontraba Bárbara, quién había logrado junto a otros colegas científicos a bordo del arca, producir comida al lograr hacer crecer diversas plantas en una habitación creada para ello, con luz solar artificial y apenas usando agua. Se volcó en el proyecto después de su ruptura con Deon, centrándose así en crear más alimento para los ciudadanos a bordo del arca, pues eventualmente los suministros de comida que portaban para un año se acabarían. Bar realizaba informes diarios de la evolución de las plantas, las cuáles sacaban tomates, zanahorias y otras hortalizas. Su estudio mostraba que pese a que había empezado bien, la vida de las plantas no duraría mucho pues estas no estaban en un habitat idóneo.

    Los ocho meses que habían pasado eran los mismos que Sith Regan y otros ingenieros habían estado tratando de arreglar averías, comenzando principalmente por los propulsores, con el fin de dotar al arca de cierta maniobrabilidad de nuevo. No obstante, los propulsores estaban pulverizados por la explosión en el Sistema Solar que llegó a golpear la parte trasera de la nave, friendo literalmente sus aparatos traseros. Tras comprobar que solucionar ese problema iba a ser prácticamente imposible, Sith y el grupo de ingenieros se centraron en la reparación de otras averías como lo era el problema de la gravedad en el interior. Les tomó varias semanas, pero lograron arreglarlo.

    Ender había estrechado lazos con varias personas durante esos ocho meses, al igual que se había alejado de otras. Su padre, el capitán Xom y su hermano Deon, se distanciaron de él debido a la diferente forma de pensar que tenían. Mientras Gar y Deon creían que las personas malas debían ser expulsadas sin discusión, Ender optaba por tratar de hacerlas entrar en razón. Se quedó solo, básicamente, hasta que se volvió a reencontrar con aquel policía que se llamaba Haal Harper. Ambos iniciaron una amistad desde entonces y además de mantener el poco orden que había, se pasaban el tiempo entrenando o con la pequeña Iris, quién ya estaba con su madre Lina. La mujer reveló a ambos policias que fue ella la asesina de David Hennessey, explicando todo lo ocurrido y acontecido a ello, por lo que Ender y Haal decidieron mantenerla encerrada con cierta libertad en una habitación a la que Iris iba de vez en cuando para pasar rato con ella. La niña nunca se enteró de lo ocurrido por petición de su madre, quién no quería hacerla sufrir. Su padre siempre fue duro con ella y ella jamás se creyó del todo la idea de que su madre murió dándole a luz, pero eso no impedía que su padre la hubiese cuidado todo este tiempo y por ello le quisiera.

    [...]

    Deon entraba al puente de mando tras recibir el mensaje de su padre de que se dirigiera allí. El lugar se encontraba bastante deteriorado, con diversas luces parpadeando, pantallas y teclados destruidos, sillas por el suelo y un colchón al lado de los monitores de control, sitio dónde dormía con total seguridad el capitán Xom. Su hijo se aproximó a él, sentado en una silla en medio del extenso ventanal que tenía al frente y con la pantalla agrietada del radar delante suya. Cuando se dispuso a preguntarle porqué había sido llamado, el mayor de los Xom se percató de que el radar emitía una señal, momento en el que su padre señaló al horizonte y le invitó a observar un Sol que cada vez estaba más cerca.

    — ¡Vamos directos hacia él! — Exclamó Deon, aterrado al ver que el arca se desharía al acercarse al Sol.

    — ¡Piensa un poco, hijo! — Respondió Gar, molesto con las palabras del soldado — ¡Eso significa que estamos entrando en un nuevo sistema!

    — ¿Qué pretendes, padre?

    — Meter a toda la población en las cápsulas de salvamento y eyectarnos al planeta más habitable que el sensor detecte.

    — No sé si eso sea una gran idea...

    — ¡Es lo único que podemos hacer! — El capitán se levantó de su asiento, encarándose con su propio hijo — ¡La Unión nos ha abandonado! ¡Sobrevivir ocho meses a la deriva ha sido un puto milagro! ¡Caer en un planeta es la opción más viable de sobrevivir!

    Deon asintió ante la mirada incriminatoria de su padre. Tras esto, el capitán respiró hondo y le indicó a su hijo que se marcharse del puente de mando.

    — Busca a tu hermano y volved aquí — Indicó el capitán Xom, apoyado con ambas manos en el aparador que tenía delante, sin perder de vista la luz de ese Sol próximo y dándole la espalda a Deon.

    — Está bien.

    Mientras Deon se marchaba a dar la orden, el capitán Xom activó la alarma en toda el arca, provocando que la ciudadanía frenara sus tareas y se preocuparan por no saber que estaba ocurriendo. Acto seguido, Gar pulsó el botón que activaba la megafonía de la nave para dar la orden.

    Aquí el capitán Xom, nos aproximamos a un sistema inexplorado — Los civiles y demás miembros del arca número cuatro de La Unión permanecieron atentos al mensaje — Tienen media hora para coger sus pertenencias más importantes y entrar en las cápsulas de salvamento. A los soldados y policías de La Unión, preparad todos los suministros que queden en una cápsula. Todas serán eyectadas en el primer planeta que tenga indicios de ser aceptable para nuestra supervivencia. Es una orden.

    Apenas el comunicado del capitán Xom terminó de lanzarse por los altavoces de toda el arca, los ciento cuarenta mil humanos a bordo se pusieron manos a la obra. Guiados por una mezcla de temor pero esperanza de supervivencia tras llevar ocho angustiosos meses a la deriva, la tripulación se preparó y ayudó a preparar lo necesario para ser eyectados próximamente del arca. El capitán observaba desde el puente de mando cómo se iba aproximando a una ubicación desconocida para ellos, pero que se presentaba cómo la salvación más cercana para su situación.

    Muy pronto el radar comenzó a mostrar la forma exacta de dicho sistema, sorprendiendo completamente a Gar Xom. Al margen de un Sol que garantizaba que debía haber planetas ahí, el capitán comprobó que solo había uno. Extrañado y suponiendo que el radar estaba averiado, comprobó que el sensor escaneaba la viabilidad planetaria de ese único cuerpo celeste que parecía estar en el sistema. No obstante, el radar comenzó a llenarse de varios puntos que rodeaban dicho planeta y el sensor confirmó que se trataba de un cinturón de asteroides que rodeaba el mundo al que el arca se aproximaba, complicando considerablemente el aterrizaje de las cápsulas.

    — Padre — Deon entraba en el puente de mando seguido de Ender — La gente ya está subiendo a las cápsulas.

    Dichas cápsulas tenían espacio para diez mil personas, pues realmente se trataba de lo que se llamaba cómo 'nave de extracción', habiendo un total de veinte y siendo llenadas catorce, pues solo habían ciento cuarenta mil humanos tras todo lo que había acontecido. El capitán sentía que pese a que era peligroso el aterrizaje de las naves de extracción por culpa de ese cinturón de asteroides, debía arriesgarse si quería tener una mínima posibilidad de sobrevivir. En ese momento frente al ventanal del arca, la familia Xom observó, atónita, la cercanía inminente de ese cinturón de asteroides que casi parecía una barrera impenetrable.

    — ¡Aquí el capitán Xom! ¡Todos a las cápsulas, ya! — Gar estaba decidido a activar la eyección antes de que el arca chocara con los asteroides en órbita con el planeta al que iban a caer.

    Rápidamente, Gar programó el lanzamiento de las cápsulas para dentro de dos minutos. La colisión iba a ocurrir en cuatro, por lo que tenían dos minutos de margen. La familia Xom salió corriendo del puente de mando y se metió en una de las naves de extracción, abarrotada por miles de colonos. Estas naves ya tenían el rumbo programado, pero no contaban con el cinturón de asteroides, por lo que el capitán era consciente de que no todas esas naves llegarían al planeta que debía acogerles. Una vez pasaron esos dos minutos, las cápsulas salieron disparadas del arca al mismo tiempo con una velocidad estrepitosa. La familia Xom, al igual que el resto de miles que se encontraban en dicha nave de extracción, estaban aterrados al ver cómo la cápsula comenzaba a temblar mientras se escuchaban algunas explosiones en el exterior, siendo estas de posibles colisiones de cápsulas con asteroides del cinturón.

    Los gritos comenzaron a hacerse presentes además de las plegarias a un supuesto Dios mientras la cápsula se dirigía al planeta junto a otras. De pronto, la nave de extracción pareció frenarse y el silencio se hizo sepulcral. Algunos pudieron observar por las pequeñas ventanas que tenían al lado, que se encontraban descendiendo de forma calmada y sorprendente a la superficie del planeta. Nadie entendía cómo aquello era posible, especialmente porque lo normal hubiese sido un aterrizaje forzoso y aparatoso, contrastando de manera evidente con lo sosegado que estaba siendo el descenso. Casi daba la sensación cómo de que el propio planeta había frenado las naves e invertía su gravedad propia para que estas no cayeran brutalmente a su superficie.

    Mientras las naves que habían sobrevivido al cinturón de asteroides bajaban al planeta de forma tranquila, por sus ventanas se podía apreciar el contenido del planeta que iba a acogerles. Ese mundo parecía sacado de un sueño, pues predominaba un color verde debido a los bosques y una tonalidad azulada del cielo debido a lo que serían océanos. Sin embargo, lo que más llamaba la atención de su horizonte, eran diversas estructuras que sobresalían por encima de árboles tan altos cómo rascacielos de la Tierra.

    [...]

    Había pasado una semana exacta desde el aterrizaje de los supervivientes del arca número cuatro de La Unión. De catorce naves de extracción con diez mil humanos en cada una, solo diez llegaron de forma segura al planeta. Las otras cuatro perecieron al chocar estrepitosamente con los asteroides que se interpusieron en su camino. Así pues, de doscientos mil colonos que se dirigían a Neonia, solo quedaban cien mil exactos tras los acontecimientos ocurridos previos a la llegada al planeta desconocido.

    Los cien mil humanos improvisaron un campamento en la zona donde aterrizaron, un extenso campo rodeado por bosque. Vivían en las propias naves de extracción que les habían llevado a la superficie de aquel planeta y con suministros básicos para dos meses, el plan pasaba por conocer el entorno y descubrir si había algo que se pudiera comer o si se podía cultivar verduras en su tierra. Se formó un perímetro alrededor del campamento en el que policías y soldados de La Unión protegían a los civiles y vigilaban que no se aproximara nada hostil. Nadie se acercó. Ese mundo parecía estar abandonado, especialmente porque en la lejanía se vislumbraban edificios de lo que probablemente sería una ciudad, pero ninguna especie inteligente se acercó para conocer a parte de la humanidad.

    El capitán desistió de intentar contactar con el gobierno humano interplanetario que se suponía debía estar al tanto de los viajes de sus arcas en dirección a Neonia. Gar y la gran mayoría de humanos se sintieron abandonados por La Unión, sin comprender porqué no les buscaban. No sabían nada de lo que había ocurrido en casa y por el momento no estarían cerca de saberlo. El capitán Xom preparó una expedición para que se dirigiera a la ciudad avistada con el fin de presentarse ante la supuesta especie inteligente que habitaba el planeta, o en cualquier caso, a investigar la zona y conocer que había pasado o si estaban en peligro.

    Fue así cómo Deon lideró la expedición acompañado de su hermano Ender, Haal, Bárbara —el capitán exigió que llevaran un científico por si era necesario, al igual que a un ingeniero— y Sith, quiénes evaluarían dicha ciudad y descubrirían que estaba pasando en el planeta. El capitán Gar Xom se quedó a cargo del campamento, dónde también se encontraban Lina e Iris, madre e hija. El trayecto hacia dicha ciudad tomó más de un día entero, teniendo el grupo de cinco personas que dormir en mitad del bosque. Había tres tiendas de acampar, en una dormirían los hermanos Xom, en la otra el policía Harper y el ingeniero Regan, dejando la última para la única mujer y científica Mason.

    El ciclo solar del planeta era algo más largo que el de la Tierra, durando hasta treinta horas el día y provocando que los relojes humanos fueran ya un objeto inútil. Eran veinte horas diurnas para diez nocturnas, por lo que pararían esas diez horas para reponer fuerzas y descansar completamente. Sin un satélite natural en órbita con el planeta, guiárse por la noche era misión imposible. Haal y Sith ya se habían ido a dormir, por lo que solo quedaban los hermanos Xom y Bárbara rodeando una fogata improvisada que hicieron.

    Tras un largo rato conversando, el menor de los Xom se marchó a dormir. Realmente no tenía sueño sino que su mente no dejaba de pensar en Lina y su hija Iris. Le había cogido un cariño especial a esa niña durante los ocho meses a la deriva en el arca y tras haberla conocido durante la desaparición de su finalmente asesinado padre. Cuando supo que Lina Burns era la asesina y su madre, no supo cómo reaccionar. Ella fue una criminal, secretaria de Jim Baker en la colonia de Ceres, pero ahora solo era una superviviente más, una madre en busca de su hija que finalmente encontró. Esos ocho meses en los que la conoció más a fondo, Ender se sintió atraído hacia la mujer rubia pese a estar contrariado por conocer que era una asesina. No obstante, Lina no parecía tener el mismo interés en él que él si tenía por ella, por lo que recién comenzaba a asumir que no tendrían nada entre ellos dos.

    Bar bostezó varias veces hasta decidirse por ir a descansar. No obstante, a Deon no parecía querer gustarle la idea de quedarse solo en la fogata. Mientras la científica se dirigía a su tienda de campaña, que no compartía con nadie, el que fuera soldado de La Unión se acercó a ella por detrás y la abrazó por la cintura, clásico gesto que le hacía ella a él cuando eran pareja. Ahora no lo eran, debido al cambio de personalidad en el mayor de los Xom, por lo que la mujer se soltó y sin mirarle se dirigió a su tienda. En ese instante, el primer hijo del capitán la sujetó por detrás y le colocó la mano derecha en la boca para evitar que gritara.

    — Tú me perteneces, Bar — Musitó Deon, a quién toda la situación en el arca le había vuelto un extremista, posesivo y furioso ser — Y vas a darme ese placer que tanto necesito.

    La científica comenzó a luchar por soltarse de él, pero antes de que pudiera reaccionar, el soldado la golpeó con el codo en el cuello para dejarla inconsciente. Acto seguido la arrastró hasta el interior de la tienda de acampar en la que ella dormiría sola, metiéndose con ella y cerrando tras él. Deon le quitó la ropa a su ex pareja inconsciente para quitarse él también la suya y mientras la mujer estaba boca abajo, el mayor de los Xom comenzó a penetrarle por detrás. El tenerla completamente a su merced le aumentaba el placer sexual al hombre, que al tener el control absoluto del cuerpo de la mujer, hizo todo lo que quiso con ella durante toda la noche, hasta cansarse y dejarla dormir en su tienda. La volvió a vestir, la limpió y se fue, intentando dejar los menores indicios posibles de que la había forzado.

    [...]

    Al día siguiente, los cinco miembros que conformaban la expedición ya habían llegado a la ciudad. Esta era extensa, con calles amplias pero silenciosas y una gran cantidad de edificios además de un gran hangar que se encontraba al borde de un acantilado, lugar para que aterrizaran naves de menor tamaño a las que tenían ellos. Sin embargo, dicha ciudad lo tenía todo para albergar a los cien mil humanos que habían llegado al planeta, aunque lo más preocupante de todo era que esa ciudad había sido construida por una especie inteligente que ya no estaba en el planeta. No había rastro de ellos, ni siquiera había suciedad, cosa que intimidaba y extrañaba al grupo de manera evidente.

    El grupo inspeccionó la ciudad de arriba a abajo, cada edificio y vivienda... sin rastro de ninguna clase. Comprobaron que era seguro quedarse allí mientras seguían investigando pero la preocupación iba en aumento al no encontrar nada que pudiese arrojar algo de luz sobre quiénes construyeron aquello y porqué ya no estaban allí. Peinar todo el planeta les costaría años pues su dimensión era considerable, pero al margen de esa inquietud, los cien mil humanos supervivientes del arca número cuatro de La Unión se instalaron en dicha ciudad tras el visto bueno de la expedición enviada una vez estos regresaron.

    Pasaron unas semanas una vez los miembros del arca se asentaron en dicha ciudad alienigena, convirtiéndola en suya. Pese a que era una gran ciudad y podían haber otros cien mil habitantes más, los humanos se sentían cómodos con el espacio restante. Lina tomó una vivienda junto a su hija Iris, Deon se fue por su cuenta y Ender convivía con su compañero de profesión Haal, Sith también se instaló por sí solo al igual que Bárbara y el capitán Xom. Mientras familias enteras se quedaban bajo el mismo techo, otras se desestructuraban buscando cierta independencia.

    Gar se levantó una mañana en la que el Sol brillaba más de lo habitual y la temperatura era cálida pero agradable. Había quedado con algunos ingenieros y científicos para hablar acerca de la tecnología que habían logrado recolectar de la ciudad, que no sabían cómo hacer funcionar. El capitán Xom se quedó en el mejor lugar de la ciudad, concretamente el edificio anexo al hangar donde se precipitaba un acantilado. En dicho lugar vivían también todos los soldados y policías que no tenían familia o la perdieron durante las desgracias ocurridas en el arca, convirtiéndose en algo muy parecido a una base militar en toda regla.

    Desde su amplia sala prácticamente vacía de muebles, Gar se asomó a una cristalera que funcionaba cómo ventana para observar las calles de la que era su nueva ciudad. Veía a los soldados patrullando las calles y a las personas andando por ellas, sentadas en algunas zonas y disfrutando de una paz que llevaban meses sin tener. El capitán instauró un toque de queda hasta que se conociera con exactitud el lugar en el que estaban viviendo, pues existía el temor de que los dueños de esa ciudad regresaran y pudiese haber algún tipo de problema. Finalmente, uno a uno fueron llegando ingenieros y científicos, entre los que se encontraban Bárbara y Sith. Gar les indicó que tomarán asiento en lo único que había en dicha sala: una mesa alargada y redonda y varios cuadrados de piedra que hacían de sillas.

    — Capitán, debemos evaluar esta nueva tecnología antes de intentar usarla — Explicaba uno de los científicos presentes — Es evidente que parece más avanzada que la nuestra, pero no debemos precipitarnos.

    — ¿Cuanto tiempo? — Preguntó Gar, queriendo saber cuanto se tardaría en descifrar la tecnología alienigena.

    — Mínimo, meses — Indicó esta vez una ingeniera — Los primeros escaneos y detalles muestran que es una tecnología compleja pero poderosa.

    — Si podemos usarla a nuestro favor, probablemente daremos un salto tecnológico de unos... cien años — Añadió Sith Regan, calculando aproximadamente.

    Mientras el capitán asentía satisfecho con lo que acababa de oír, Bárbara se sumía en unos pensamientos que llevaban semanas en su mente. Ella supo que fue violada por Deon pero temía que el capitán Xom, el padre de éste, no la creyera o que incluso el propio Deon la pudiera intentar violar de nuevo o incluso matarla si se negaba. No tenía amigos entre los científicos pues solo eran compañeros de trabajo y apenas habló con nadie pues estaba en una relación con Deon al inicio del viaje. Casi ni hablaba con Ender y no conocía a nadie más que a ellos, por lo que hablar de lo ocurrido con alguien se le hacía muy complicado. La mujer se sentía víctima de forma lógica, pero no quería ir predicando por ahí que habían abusado de ella, por lo que se juró mientras se hablaba de la tecnología descubierta, que nadie volvería a ponerle una mano encima o de lo contrario le mataría sin pestañear.

    — Y esto no es todo, capitán Xom — Murmuró otro científico — No hay registros, imágenes ni nada que pueda darnos algún indicio de cómo eran los seres que construyeron esta ciudad y que habitaban el planeta supuestamente, sin embargo, sí permanece el idioma que usaban y la palabra que más hemos leído durante la investigación de dicha tecnología, era Anixis.

    — ¿Qué quiere decir con eso? — Gar estaba intrigado.

    — Que con mucha probabilidad, la especie inteligente que vivió aquí se llamaban Anixis.

    — ¿Y por qué se irían? — Preguntó un ingeniero, extrañado — No tiene sentido abandonar tu planeta sin dejar rastro.

    — Estamos en una ubicación desconocida de la galaxia, viviendo entre resquicios de una civilización en un mundo abandonado que no lo parece en absoluto — Sith tomó la palabra — Quizá se aproximara una amenaza hacia ellos y tuvieron tiempo para recogerlo todo e irse.

    — ¿Y cómo diablos está todo limpio y sin signos de haber estado abandonado ni una semana? — Tras un largo rato en silencio, Bárbara intervino — Dudo que esos Anixis se hayan extinguido de repente... es evidente que volverán tarde o temprano, nadie deja su planeta sin motivo.

    — Nuestro planeta — El capitán Gar Xom, tras escuchar detenidamente las diversas opiniones de científicos e ingenieros, se incorporó — Esos seres no están aquí, nosotros sí. La Unión nos ha abandonado, ahora éste es nuestro nuevo hogar y lo defenderemos contra quién sea, incluso contra sus antiguos habitantes si así es necesario.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Saludos amigo. Paso a comentar el segundo capítulo.

    Tal y como dices, fue más de explicaciones que para desarrollar a los personajes, lo cual se puede entender en cierto punto. No digo que termine de gustarme, porque en la parte IV he visto a los Anixis como los "malvados" y si en estos capítulos (que van solo a ser 3) no se desarrollan, no creo que forme empatía hacia los personajes que salen aquí. Solamente me agradan Ender (por la parte IV, porque si lo tuviera que juzgar por esto lo vería neutral) y la pequeña Iris porque es una niña. Del resto, están en un punto donde nada cambia a lo que he visto en la parte IV.

    Debo decir que Gar es un tipo inteligente y estúpido al mismo tiempo. Inteligente porque no creo que sea fácil lidiar con una nave destruida, que no puede moverse, amotinamientos diarios, suicidios en masa y la moral de la gente por el piso. No solo se ha mantenido con vida, sino que su cargo está a salvo y encima ha mantenido a miles de personas con vida. No todo el mundo nace para eso. Yo reconozco que no soy capaz, y veo a muy pocos personajes de LV (actuales y futuros) capaces de hacerlo, si incluso están los casos de comandantes como Kyllian y Naylon que no se enteraron que tenían a un infiltrado, Axlor que no pudo mantener controlado a un pelotón de tres personas en Neonia, y Ashley que no vio venir una traición de sus hombres de confianza. Snow es alguien que ha fallado en mantener la paz entre los humanos (aunque no era del todo su culpa pues los neonianos no ayudaban, y la Resistencia era numerosa y deshacerse de ellos no era fácil) y también tenía a alguien infiltrada en su consejo. Diría que Gar es de los más audaces que he visto hasta ahora en cuanto a liderazgo. Pero también es un tonto porque piensa que la Unión los ha abandonado. Quiero decir, entiendo que no se le pase por la cabeza que hayan disparado y eliminado al Sistema Solar, pero que piense que la Unión los abandonó así nomás sin pararse a pensar en otras posibilidades es muy estúpido. Es el clásico amigo/pariente que te manda un mensaje con el wifi apagado y luego te monta bronca porque no le respondiste rápido.

    Parece que a Ender le ha ido mal en su intento por acercarse a Lina. Lo cual me hace pensar que ella y Lio podrían llegar a tener algo cuando ambos se reencuentren (sé que lo harán XD). Ciertamente, si eso pasa, me dolerá, porque Lio era para Hillary :anicry:

    Sith ha tenido muy poco y nada en estos capítulos. Pensé que vería mucho de él debido a su ausencia en la parte IV, pero no fue así. Creo que él será clave en el descifrado de la tecnología de los Anixis originales, que por cierto, me resulta muy extraño ver que se han ido y su ciudad está inmaculada (me hace creer que ellos se han ido poco tiempo antes que los humanos llegasen). Pero hablando en serio, realmente me parece extraño que Sith no tenga tanta importancia viendo como fue incluido en el capítulo anterior.

    Deon es despreciable, y aquí se puede ver el origen de todo lo suyo. Habría sido mucho mejor que esta historia fuera más larga, e ir viendo como es que se va pudriendo poco a poco hasta llegar a ser lo que es, pero no me quejo. Esta historia cumple con su función, aunque pedir algo más no habría sido malo del todo. Es un verdadero bastardo, y pensar que él fue con toda su cara rota a decirles que los Anixis tienen un código de paz, me enferma. No puedo creer como Gar lo deja liderar algo cuando Deon demuestra que no es capaz ni de dominar sus impulsos, lo cual es otro punto a favor de que es un idiota XD.

    Me sorprende que Barbara no lo haya matado aún. Supongo que no se le dio la oportunidad, ya que sabe que algo malo trae. Me pregunto si en todo el tiempo que pasó ha estado buscando algo para evidenciarlo, dado a que en la última parte del capítulo final de la parte IV no la vi tan asqueada de tener que convivir junto con él. Honestamente, espero que acabe muerto algún día. No quiero ni verlo cerca de Snow, Arva, Ashley o Cinthia. En realidad, no quiero verlo cerca de nadie XD.

    En fin, con esto se descubre que lo del "imperio Anixis" que ellos aseguran es una fachada. No hay ni un puto planeta alrededor de su Paraíso, así que está claro que no cuentan con mano de obra de ningún lado. Lo único que daría miedo de ellos es la tecnología que portan. Nada más.

    Me despido hasta la siguiente ocasión. Saludos.
     
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  5. Threadmarks: Defensores de la paz y el equilibrio
     
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Viajeros del espacio profundo
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    Ciencia Ficción
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    Finalmente llega el tercer y último capítulo de ésta breve historia secundaria que ahonda en el pasado de ciertos personajes recientemente introducidos en la parte IV de Los Viajeros (links en mi blog) y en ciertos personajes que aparecerán en la parte V que se publicará dentro de mes y medio. Espero que haya sido interesante saber más acerca del universo de la historia principal, gracias a quiénes os paséis a leer esto y especialmente a Reydelaperdicion por no perderse nada de nada. No diré más, os dejo con el capítulo.




    Defensores de la paz y el equilibrio







    Han pasado cinco años exactos desde que el arca salió del Sistema Solar con rumbo a Neonia, cuatro años y cuatro meses desde que llegamos a Paraíso. Sí, mi padre y capitán Gar Xom, que ahora se hace llamar Emperador, sometió a votación varios nombres entre los que se encontraban también Nueva Tierra, Vita y Faro de la Esperanza... sinceramente, me gustaba más éste último, pero no me voy a quejar, Paraíso es idóneo para éste planeta. La ciudad en la que nos hemos asentado, cómo ya he dicho en otras ocasiones, tiene el nombre de Ciudad Anixis, dijimos que en honor a la especie inteligente que la habitaba y ya no está. De no ser por ellos, no tendríamos actualmente tecnología con la que volver a las estrellas y con la que tratar de contactaros. Nos ha tomado todos estos años, tanto tiempo, para comprender dicha tecnología alienigena y que gracias a ella hemos logrado subsistir por nuestra cuenta... Mi padre no... quiero decir, el Emperador Xom, cree que nos abandonasteis a nuestra suerte. Los primeros meses de los ocho que estuvimos a la deriva en el arca, mi padre intentó contactaros sin éxito. La baliza de contacto que colocasteis en el trayecto entre la Tierra y Neonia no funcionaba. Tampoco sabemos que fue lo que ocurrió justo cuando salíamos del Sistema Solar para que una onda expansiva de energía nos provocara todo lo que ha acontecido a éste y los anteriores mensajes. Sea cómo sea, sigo negando las palabras de mi padre y mi hermano. Yo no creo que nos hayáis abandonado. Ha debido ocurrir algo horrible para perder el contacto y para que pasara todo aquello, aunque después de varios años, comienzo a tener dudas. Al igual que dudo que éste mensaje tenga respuesta, pero no pierdo nada por enviarlo. Nos ha tomado tiempo, pero vamos a regresar. Estamos preparando una nave de origen alienigena para dirigirnos a Neonia y saber de una vez por todas que ocurrió hace cinco años. El Emperador Xom, cara al público, dice querer ayudar al resto de la humanidad para traeros a Paraíso y compartir el beneficio de la tecnología encontrada, pero son patrañas, os odia y pretende encontraros para esclavizaros eventualmente. Es duro ver cómo tu padre y tu hermano mayor pierden la cabeza poco a poco... intentaré que no se pasen de la raya. Por favor, si alguien de La Unión me está oyendo... preparaos, porque los Anixis están en camino.

    Ender terminó la grabación de voz y la envió mediante una señal hacia el espacio, en dirección a Neonia y a la Tierra. El pequeño de los Xom estuvo durante años tratando de contactar en secreto con la humanidad y más concretamente con La Unión, sin éxito alguno. En su mente comenzaron a florecer pensamientos acerca de si la humanidad realmente les había abandonado o no, pues después de tantos años, uno ya no sabía que pensar. Antes de que dichos pensamientos dieran paso a preguntas sin respuesta, Deon apareció en la puerta de la habitación de su hermano menor.

    — Es hora de irnos.

    Ender se sobresaltó al oír a su hermano, pues estaba tan sumido en sus pensamientos, que apenas le escuchó llegar. El hombre asintió y se levantó de la silla para seguir los pasos de su hermano mayor. Tanto Ender cómo Deon formaban parte de casi cuarenta tripulantes a bordo de la primera nave de origen Anixis que usaban los humanos. Tenían la misión, ya propuesta por el que fuera capitán y ahora Emperador Gar Xom, de dirigirse a Neonia —más próximo que la Tierra— para conocer que había sido de la humanidad. Gar, Deon y muchos otros no creían que hubiese pasado nada grave, sino que La Unión decidió abandonarles a su suerte en vez de destinar recursos a su rescate. Pese a que sonaba un tanto descabellado pensarlo, la gran mayoría de los cien mil humanos que habitaban Paraíso, lo pensaban firmemente.

    Los hermanos Xom avanzaron por varios pasillos de la base principal hasta llegar a la zona de aterrizaje, una plataforma sujeta a las rocas que se precipitaba sobre el vacío de un acantilado extenso y por el que apenas podías ver el reguero de agua que navegaba en dirección a un mar próximo a Ciudad Anixis. Allí se encontraba la gran nave que iba a llevarles a Neonia y mientras su tripulación se encargaba de subir los materiales necesarios a bordo, el Emperador Xom se aproximó a sus dos hijos, dándoles un abrazo a cada uno.

    — Deon, estás al mando de la expedición — Dijo su padre con seriedad — Ender, serás su mano derecha.

    — Entendido, padre.

    — Entiendes el porqué de este viaje, ¿verdad?

    — Sí, claro.

    — Colocaos en órbita con Neonia y descubrid qué pasó en casa justo después de que saliéramos con el arca — Gar quería saber lo ocurrido a toda costa — Una vez eso, obtened el control de la población con las cápsulas somníferas que tenéis en el interior de la nave y cuando esté todo en orden durante un tiempo, os daré la orden de regresar con todos. Pronto, La Unión se dará cuenta de que ya no tienen poder de decisión en la humanidad... se acabó el gobierno interplanetario humano, ahora seré yo quién guie a la humanidad a un futuro próspero y avanzado. Con vosotros a mi lado, hijos.

    — Así lo haremos, padre — Deon se mostraba decidido a cumplir con la premisa de su padre.

    — Lo sé, os deseo mucha suerte — El Emperador Xom se disponía a irse — Tengo varios asuntos que atender, pero estaremos en constante contacto por radio durante el trayecto. Nos veremos en unas semanas.

    Los hermanos Xom asintieron mientras su padre se iba. Deon no esperó y se metió en el interior de la nave que lideraría por orden de su padre el Emperador, mientras que Ender sentía que todos los que le rodeaban habían perdido la cabeza respecto a creer que les habían abandonado. De pronto notó cómo un brazo le rodeaba el cuello, descubriendo al momento que se trataba de su amigo y compañero, Haal Harper.

    — ¿Tú formas parte de la expedición? — El menor de los Xom se sorprendió de verle allí.

    — Así es, seré la mano izquierda de tu hermano el líder — Dijo Haal con ironía y unas risas — Bueno, seré tu escudero.

    — ¿Cómo que mí escudero?

    — Sé que va a sonarte absurdo, pero tu padre me ha pedido que te vigile y te proteja — Haal sonaba sincero — Confía en las capacidades de tu hermano pero no en las tuyas.

    — No me estás diciendo nada nuevo — Ender se sentía indiferente respecto a eso — Pero me parece bien, al menos no tendré que escuchar las idioteces de mi hermano todo el rato.

    Ender y Haal continuaron la conversación mientras subían a la nave, que zarparía de la plataforma en quince minutos. En esa expedición de casi cuarenta personas no estarían ni Bárbara Mason ni Sith Regan. La científica dejó su puesto de trabajo para formarse cómo soldado y su actitud sensual y cariñosa de antaño había pasado a ser la de una guerrera callada. Bar, cómo preferían que la llamaran ahora, cambió drásticamente conforme el pasar de los años, con el recuerdo turbio aún de la violación a manos de Deon. Debido a que su padre era el líder de todos y que no quería iniciar una pelea absurda que solo traería problemas, la mujer se convirtió en una de los soldados de más confianza del Emperador, liderando a varios grupos en el reconocimiento del planeta y siendo evaluada durante ello, convirtiéndose en general de parte del ejército humano de Paraíso.

    El ingeniero, por otro lado, estaba ocupado trabajando en el resto de la tecnología Anixis que se iba recaudando aún años después de la llegada a Paraíso. Sith no era un hombre de armas ni de campo, sino más bien un tipo al que le dabas cuatro piezas y te hacía un arma perfecta. Fue así cómo fabricó el Flasher, la nueva arma estándar del ejército del Emperador Xom. Además de eso, fabricó a los RECO, los drones de reconocimiento y combate que servían cómo avanzadilla antes que los pelotones de soldados. Era un hombre realmente valorado en su gremio y con el máximo respeto del Emperador, cosa que pocos podían decir.

    Así pues, con los hermanos Xom y Harper a bordo de la nave, ésta se alzó varios metros de la superficie de la plataforma y se propulsó al cielo, rumbo a Neonia y después al Sistema Solar. El plan consistía en reclutar al resto de la humanidad —incluidos neonianos aunque en menor importancia— bajo el nombre de los Anixis, una especie inteligente superior que creía en la estabilidad galáctica. Un cuento que fue ideado por Lina Burns, quién se lo propuso al Emperador Xom personalmente para mantener en secreto la apariencia humana y sembrar el temor y el respeto en la población. Fue por ello que todos tenían terminantemente prohibido desprenderse del traje, la armadura y el casco espacial, para ser totalmente Anixis. Gar tenía decidido convertirse en una nueva humanidad y le caía perfecto que se hiciera llamar Anixis, pues a los verdaderos los consideraba extintos o desaparecidos. Fue así cómo Deon y el resto de la tripulación tenía planeado cómo iba a ser y desarrollarse todo.

    [...]
    Ender se encontraba en el gimnasio de la nave realizando diversos ejercicios para mantenerse en forma. Habían pasado seis días desde la salida de Paraíso en dirección a Neonia y el aburrimiento comenzaba a hacerse notar. Haal se encontraba con él, también ejercitándose al igual que varios más, cuando Deon hizo acto de presencia en la sala y se dirigió explícitamente a su hermano menor, quién estaba realizando flexiones en ese momento.

    — Necesito estirar los músculos un poco, hermanito — Deon sonaba sarcástico y con aires de superioridad — ¿Te apetece demostrarme que sirves de algo?

    — Estoy... — Ender seguía con las flexiones — ...ocupado.

    Haal y el resto de soldados allí presentes observaron la tensión que había entre los dos hermanos, especialmente la reacción de Deon a las palabras de Ender. El líder de la tripulación frunció el ceño y apretó los puños, descargando ese ataque interno de ira con una patada a las costillas de su hermano menor, que se resintió del golpe mientras rodaba varios metros por el suelo. Todos miraban atónitos la escena mientras Ender se incorporaba con dificultades.

    — ¡¿Qué mierda haces, Deon?! — El hermano menor estaba realmente enfadado mientras se cubría el costado izquierdo con su brazo del mismo lado — ¡Tienes una jodida actitud de niño malcriado que se enfada porque nadie quiere jugar con él!

    — ¡Cierra la boca, cobarde! — Deon se abalanzó rápidamente y le propinó un puñetazo en el pómulo a su hermano, golpe que lo derribó mientras éste le miraba desde arriba — No entiendo porque nuestro padre te incluye en esta misión si tu eres el único que piensa que la humanidad son nuestros malditos amigos. ¡Nos abandonaron, Ender!

    El mayor de los Xom volvió a descargar una patada, esta vez en el otro costado del cuerpo de su hermano, que comenzó a retorcerse de dolor. Ni Haal ni el resto de soldados presentes en el gimnasio se atrevían a intervenir, pues conocían sobradamente la brutalidad de Deon, a quién definían cómo un arma impecable en combate y con una ira propia de un psicópata enfermo.

    — Eres un jodido lastre, Ender — Musitó Deon con seriedad mientras lo veía retorcerse de dolor — Debiste quedarte en casa.

    El líder de la expedición se dirigió a la salida del gimnasio al no ver cumplido su deseo de un combate de entrenamiento con su hermano, pero antes de que saliera por la puerta, Ender lo embistió por la espalda, haciendo que Deon se golpeara el rostro con el suelo y se rompiera la nariz. Tanto Haal cómo los demás observaron sorprendidos la escena, momento en el que Deon se incorporaba lentamente y se volteaba hacia su hermano con el rostro ensangrentado de la mitad hacia abajo.

    Ender, que se encontraba con el torso al descubierto y en el que se apreciaban ya ciertos hematomas debido a los golpes en el costillar, supo que acababa de despertar a la bestia, pero no le tenía miedo alguno a su hermano. Deon comenzó a correr hacia él preso de la ira, momento en el que Ender se apartó en el último instante para que su hermano mayor cayera de nuevo al suelo. Dicho movimiento provocó las risas en algunos soldados, cosa que enfureció más a un Deon que ya de por sí estaba desatado. El líder de la expedición decidió mantener la mente fría y no se abalanzó contra su hermano esta vez, sino que se colocó en posición y le esperó. Ender fue astuto y no fue, por lo que Deon se enfureció más aún y se lanzó contra él.

    El menor de los Xom no logró apartarse a tiempo y recibió un rodillazo en el abdomen que vino seguido de una ráfaga de puñetazos en el mismo, provocando que éste se viera arrinconado. Deon tomó a Ender por el cuello y trató de hacerle una llave de sumisión, pero Ender le dio un codazo en el abdomen a su hermano mayor que hizo que le soltara. El combate entre los Xom estaba siendo tan emocionante que muy pronto se reunió en el gimnasio toda la tripulación.

    — ¡Si quieres dejarme inconsciente tendrás que usar algo mejor que una llave de sumisión! — Exclamó Ender con gran enfado mientras se tocaba el cuello.

    Deon no le respondió, aún con intenciones de continuar con la pelea. Sin embargo, sus intenciones fueron frenadas por un soldado que entró rápidamente al gimnasio con la noticia de que el Emperador Gar Xom se encontraba esperando a que uno de sus hijos le atendiera la llamada por radio. El mayor de los Xom cesó sus intentos de atacar a su hermano menor y mientras se marchaba le obsequió con una mirada desafiante que no provocó que Ender se amagara. Una vez el líder de la expedición salió del gimnasio para atender la llamada de su padre, el resto de soldados hicieron lo propio, dispersándose por la nave.

    — ¿Estás bien? — Haal se aproximó a su compañero y amigo — Tu hermano está loco.

    — Era un tipo ejemplar hasta que todo se fue al carajo en el arca — Murmuró Ender, serio — En ese momento, pasó a tener una actitud infantil, ambiciosa y de dictador... esta última debe ser por la genética de mí padre.

    — Ya, bueno, sea lo que sea, sois hermanos — Haal se dispuso a irse de la sala — Yo dejé a mi familia en la Tierra... espero que sigan allí.

    [...]

    La nave de origen Anixis pero tripulada por los humanos supervivientes del arca número cuatro de La Unión ya había llegado al sistema Neon y se aproximaban de manera inminente a Neonia. Usaron inhibidores para pasar indetectables ante posibles satélites artificiales en órbita con el planeta, pero se sorprendieron de ver que no había ninguno. Tras catorce días de trayecto, los hermanos Xom y Haal Harper entre casi cuarenta personas más, se encontraban en el lugar previsto para la misión. La nave se colocó en órbita con el planeta habitado por humanos y neonianos y desplegaron sondas para que se aproximaran a las colonias y recabaran información. Así fue cómo descubrieron lo que ocurrió en el Sistema Solar justo cuando salían con el arca cuatro de éste y lo ocurrido durante esos cinco años en los que ellos estaban perdidos en un planeta despoblado, creyendo que La Unión les abandonó.

    Deon no tardó en contactar con su padre para contarle toda la información recibida. Desde la destrucción del Sistema Solar a manos del Supremo por una bomba de energía de origen syleriano hasta el régimen militar que se instauró y la creación de la Resistencia en contra de los neonianos. El Emperador Xom ordenó que permanecieran en órbita para obtener más información antes de lanzar las cápsulas, pero sus planes se vieron truncados con el inicio de la guerra civil entre el gobierno humano y la Resistencia, con los neonianos de por medio. Los humanos que se hacían llamar Anixis debatían si actuar en ese momento o esperar a que se mataran entre ellos para quitarse un problema del medio.

    — No, dejémosles — Ordenó Deon contra todo pronóstico — Lanzaremos las cápsulas cuando queden unos pocos.

    — ¿Estás loco? — Haal no entendía que su líder no se ciñera al plan — ¡Debemos lanzar las cápsulas y retenerlos! ¡Ese es el plan del Emperador, de tu padre!

    — ¡Pues nuevo plan, idiota! — El mayor de los Xom no permitía que le rechistaran — ¡Que se maten entre ellos! ¡Nosotros seremos la nueva humanidad!

    — Y una mierda.

    Ender se abrió paso entre la tripulación presente en el puente de mando y se dirigió a uno de los controles, realizando un comando y pulsando finalmente el botón que eyectaría cierta cantidad de cápsulas somníferas para dormir a la población. El acto del menor de los Xom provocó que los demás miraran sorprendidos a éste, pues su hermano mayor acababa de dar la orden contraria pese a que la inicial era la que acababa de cumplir Ender. Deon se aproximó a su hermano hasta colocarse a centímetros de él, con los brazos en tensión y los puños listos para pelear.

    — El Emperador dijo lo que había que hacer y lo he hecho — Ender miraba desafiante a su hermano — ¿Tienes algún problema, hermano? ¿Quieres desobedecer a nuestro padre?

    De pronto, la radio se activó, llamando la atención de la tripulación presente. En ese momento apareció en una de las pantallas la imagen del Emperador Gar Xom, quién acababa de entablar contacto por radio. Deon y Ender se voltearon para verlo mientras su padre les miraba con seriedad.

    — Pensé que el trayecto os uniría... pero ya veo que no ha sido así — El Emperador se mostró decepcionado pero optó por dejar el conflicto familiar para centrarse en la misión que acaparaba toda la atención — ¿Habéis llegado a la ubicación? ¿Algún problema?

    — Hemos llegado a Neonia, padre — Indicó Deon — Las sondas que hemos enviado a su superficie han recaudado la información que te he mandado antes pero hay algo más...

    — ¿El qué?

    — Están batallando, parece una guerra civil.

    — Deon no quería intervenirla, pero yo lo he hecho — Ender intervino en la conversación — Las cápsulas han sido expulsadas y se dirigen al planeta.

    — Me alegra saberlo, porque ese era el maldito plan que había que poner en práctica — Gar miró a su hijo Deon con seriedad y después se centró en todos — Una vez estén todos dormidos, descenderéis a Neonia e instauraréis un orden. Ya conocéis la historia que debéis venderles, somos los Anixis y velamos por la seguridad de la galaxia. Somos defensores de la paz y el equilibrio, nos regimos por un código específico y no queremos problemas, solo frenar la extinción a la que ambas especies están abocadas. Seremos sus salvadores... hasta que estén listas las naves que os enviaré para traerlos a Paraíso. Serán más útiles ayudando aquí que inventándose guerras entre ellos. Aquí comienza el resurgir de la nueva humanidad.

    [...]

    El neoniano abrió los ojos y estos se le inundaron de un líquido espeso y transparente. Se encontraba en una especie de cápsula llena de ese líquido que al parecer, mantenía a las personas en un letargo, sin envejecer o perder la forma física, sin hambre ni sed.

    Vanth comenzó a patear con fuerza la compuerta que lo mantenía allí encerrado. No fue hasta la quinta patada que logró abrirla, provocando que el líquido y él cayeran en una superficie fría, metálica y grisácea mientras el neoniano luchaba por respirar, comprobando entonces que no se encontraba en tierra firme.
    Sus suposiciones se confirmaron cuando alzó la vista mientras jadeaba arrodillado en el suelo y vio un ventanal que daba directamente a Neonia, vista desde fuera. Se encontraba en una nave y se estaba quedando sin aire, pero antes de que pudiese moverse, cinco seres que iban armados con un arma similar a un pequeño cañón con mirilla y con un traje bastante similar a una armadura de robot, lo rodearon sin decir nada.

    Dheer a duras penas pudo vislumbrar la apariencia de estos, más allá de sus dos brazos y dos piernas reconocibles y una cabeza que debía estar escondida tras ese traje que añadía un casco con cristal delante que tenía dibujado un triángulo por el que esas cosas podrían mirar y llevaban anclado a la espalda una especie de propulsor muy idéntico a un pequeño motor de antiguo cohete humano.

    — No debiste haber destruido la cápsula — El neoniano se sorprendió de escuchar y entender a uno de ellos, con la voz filtrada por una rejilla del casco — Te mantenía con vida.

    Pese a los intentos de Vanth por responder, el neoniano se estaba quedando sin aire y era cuestión de minutos que muriese ahogado. Su mente no procesaba la idea de que no hubiese oxígeno en la nave en la que supuestamente se encontraba en órbita con su planeta natal, más si cabe por el hecho de que había unos seres desconocidos que presuponía debían respirar también oxígeno.

    El soldado de dicha especie desconocida que había hablado, les indicó al resto con un gesto que levantaran al neoniano y lo llevaran a algún lugar específico. Dos de esos seres se acercaron a Dheer y antes de tomarlo de los brazos para incorporarlo, le colocaron una especie de mascarilla para que pudiera respirar.

    Acto seguido, le indicaron mediante gestos que comenzara a andar.

    — Hora de despertarlos a todos — Dijo el único ser en hablar por el momento — Y después llevadlos al punto de partida.

    Mientras dos de los Anixis se llevaban a Vanth a una de las naves de descenso que enviaría a más gente a la superficie de Neonia con el fin de retenerla en el interior de Promesa, el ser que le habló fue interrumpido por los otros dos restantes justo cuando iba a irse.

    — Deon, ¿no reconoces a ese neoniano? — Ender estaba sorprendido — Se trata del líder de los neonianos, Vanth Dheer, el primero de ellos en contactar con humanos.

    — Cierto, él y Naylon Karless fueron el primer contacto humano-neoniano en la historia reciente — Añadió Haal, también presente.

    — ¿Y qué? ¿Acaso eso es importante? — Para Deon, fuera quién fuera cada persona le era completamente indiferente — Mierda hermano, pareces un fan.

    — Es importante estar al tanto de las noticias — Ender le reprochó con esas palabras a su hermano el hecho de que nunca hubiese estado al tanto de lo que ocurría en el día a día de la humanidad tiempo atrás.

    — Lo que tú digas, Ender — Murmuró Deon con indiferencia absoluta — Tú y Haal os quedaréis en la nave, será nuestra base en órbita. Yo bajaré a Neonia junto a varios soldados e instauraremos el orden en la colonia humana de Promesa.

    — Colonia en la que falta nuestra arca y una más... — Haal sentía cierta lástima de no haber logrado llegar al planeta en su debido momento.

    — Hemos corrido mejor suerte que ellos — Dijo Deon al escuchar al ex policía de La Unión — Y ahora ellos tienen suerte de que estemos aquí.

    — Tienen suerte de ser esclavizados, ¿no? — Ender, que no estaba nada de acuerdo con las intenciones de los suyos, humanos llamados Anixis, no se calló.

    — Tienen suerte de que con nosotros tendrán un propósito mejor: hacer crecer a la nueva humanidad de Paraíso — Deon se encaró con su hermano menor ante la mirada seria de Haal — Alégrate, Ender, has sido tú mismo quién ha parado esa guerra civil. Si hubiese sido por mí, les habría dejado morirse solos... tal y cómo ellos han hecho con nosotros, abandonarnos. Tú has evitado eso y ahora tendremos más bocas que alimentar en casa, aunque espero que con la cantidad de personas que son, nos ayuden a construir más rápido.

    Deon sonrió sarcásticamente y se marchó de la sala, preparado para hacer acto de presencia ante la población humana y neoniana que ya había aterrizado en Neonia. Los dos ex policías de La Unión, Haal y Ender, se miraron entre sí con la incertidumbre de qué sería lo que ocurriría desde aquel momento.

    ¿Seguían siendo humanos o debían sentirse Anixis?

    FIN
     
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    Saludos, amigo. Tengo que decir que este capítulo me ha gustado mucho, pese a que me ha sorprendido. Creí que se nos mostraría un poco más sobre la vida de los humanos en Paraíso antes de ver como era su salida hacia Neonia, y me quedé con ganas de ver algo más sobre los personajes tales como Sith, Bárbara y Lina. No puedo decir que tenga empatía con ellos. Creía que el objetivo de esta historia, además de ser explicativo, sería de generar una cierta empatía hacia dichos personajes. No cambia mucho de lo que dije la vez pasada. Solamente Ender y la niña Iris. Del resto, me daría igual si ellos fueran a morir o no.

    Ha sido interesante ver la verdad detrás de todo lo que había en la llegada de los Anixis a Neonia. Estaba claro que ellos no tenían la intención de quedarse para cuidarlos para siempre. Honestamente, me generaba intriga cuando leí el capítulo 6 de la parte IV, ese fue el capítulo donde vi a los civiles humanos y neonianos siendo apresados por los Anixis. Siempre me pregunté "¿con qué fin estaban haciendo eso?". Ya que si simplemente querían que ellos evitaran otro desequilibrio, habría bastado con destruir sus naves. Siempre tuve eso en duda, hasta que leí este capítulo.

    Supongo que el sadismo de Deon era mucho más grande de lo que mostraba, y me sorprende que su padre no lo haya quitado del mando cuando escuchó del mismo Ender que su intención era dejar que la humanidad pereciera así nada más. Gar le tiene mucho favoritismo a Deon, aunque se entiende porque es el hijo con el que más se identifica. Recuerdo cuando Deon dijo que su tiempo al mando de los Anixis estaba por agotarse. Veo a Gar siendo una de sus primeras víctimas en la parte V. La fuerza brutal de Deon, alimentada por años de entrenar asaltos, lo hacen un rival duro. Etyah y Ender no le pudieron ganar, y está claro que otros personajes podrían llevarse una mala parte. Veo la muerte del hermano mayor a manos de dos personajes: Lill y Om. No veo a los demás con fuerza suficiente para ganarle en una pelea. Si lo mata otro personaje, debería ser en un ataque sorpresa, y creo que esa podría ser Bárbara. El tiempo dirá. Espero que no se acerque a ninguno de mis favoritos XD.

    Algo que quiero remarcar es esto:

    Según este párrafo, Deon y los Anixis descubrieron la verdad detrás de lo que hizo el Supremo y enviaron esa información a Paraíso. Pero cuando Bárbara interroga a Reeda y a Etyah en la parte IV ella dice que no tenía idea de que el Supremo fuera el causante de eso. ¿Fue un error? Quiero decir, imagino que Bárbara podría haber partido a Neonia antes de que llegue ese mensaje, pero el emperador se lo tendría que haber dicho. Me gustaría una respuesta al respecto.

    Eso será todo. Este capítulo me ha gustado tanto que se me ha hecho bastante corto XD. Literalmente, cuando llegué al final no creía que había terminado. En fin. Te veré en octubre para la parte V si todo va bien. Hasta la próxima.
     
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