Harry y Ginny se encuentran en la cámara secreta, el pobre chico esta herido y el veneno le empieza a afectar, la pecosa lloraba porque por su culpa iba a morir, el fénix del profesor Dumbledore se colocó en el suelo entonces, soltó un par de lagrimas y las heridas empezaron a irse, poco a poco la herida se cerraba eliminando el veneno del basilisco. —Claro, las lagrimas de fénix son curativas—Dijo el chico. Sino hubiera sido por Fawkes, el veneno del basilisco hubiera matado a Harry.
Me encanta como describen a Fawkes en el libro... es algo que te hace sonreír. Y sí, llegó en el momento adecuado, pero no podría haber Harry Potter sin Harry Potter.