One-shot de Inuyasha - Velada con Monopoly y un fantasma del baño

Universo Alterno. Esta historia transcurre en un campamento de cabañas rodeado de bosque, en un lado del campamento se extiende un lago.
Ojalá los personajes de Inuyasha fuesen míos pero no lo son xD
-»•«-
—¡Mierda!— unos dedos tamborileaban nerviosos en una mesa de madera. Encima había un tablero de Monopoly con medio juego en proceso. El dueño de la mano tamborilera la paró para tirar un par de dados, mover una ficha, entregarle unos billetes de papel de colores a la muchacha pelinegra vestida con una blusa blanca y una falda azul que tenía en frente, tomar una tarjeta que le extendían y reaanudar su pausado tamborilero. Con la otra mano apretujaba unos tres billetes de colores.
—¡En la ma…!— El muchacho de cabello plata lanzó los tres billetes que planearon antes de tocar la mesa— ¡Estoy en quiebra! Miroku… ¡eres un tramposo!— dijo apuntando a un muchacho de pelo negro recogido en una pequeña cola.
—Inuyasha, querido amigo ¿Acaso tengo la culpa de que siempre te toquen las casillas de castigo?— le respondió Miroku.
Inuyasha murmuró rabioso algo inteligible y apoyó su codo en la mesa.
—ademas es Sesshomaru el que va a la delantera, así que no deberías molestarte con Miroku — dijo con voz cantarina una muchacha bajita que se sentaba a lado de un muchacho alto de con el mismo color y pelo de Inuyasha, rasgos afilados y una adecuada cara seria. El aludido sonrió con sorna mirando a Inuyasha barajeando todas las cartas de propiedades que había comprado.
—Este es un buen juego Inuyasha— le dijo Kagome— Que bueno que Shippo lo trajo o sino…
—¿Si no hubiéramos hecho algo mas interesante? Se supone que vinimos aquí en una noche de amigos ¡Keh! No entiendo porque Shippo vino con noso…
—Izayoi lo dijo— le cortó Sesshomaru exasperado
—¿Y que si lo dijo mi madre? No teníamos porque traer…
— Padre insistió en que trajéramos a su “pequeño hombrecito” para que “haga cosas con los grandes” en otras palabras que las niñeras ya se hartaron de cuidarlo— volvió a cortarlo Sesshomaru— Higurashi te toca— dijo refiriéndose a Kagome.
—Oigan— dijo la muchacha de pelo castaño sentada junto a Miroku— hace mucho que Shippo fue a la caseta del baño y no ha vuelto.
•FLASH BACK•
—hermano— un niño pelirrojo tiraba de la manga de Sesshomaru— quiero hacer pis— Sesshomaru lo miró un momento y luego volvió sus ojos al juego mientras le decía — ve tú solo esta al final de las cabañas
— pero Inuyasha me dijo que un fantasma de una viuda busca niños para llevarselos con ella tengo miedo…
— ¡que le dijiste que! Ahora lo acompañas— le dijo molesta Kagome lanzandole la peor de sus miradas a Inuyasha
— No es mi culpa que el enano sea un miedoso— le replicó Inuyasha molesto a Kagome.
Shippo hizo un puchero y armándose de valor le dijo a Kagome:— tranquila Kagome puedo ir yo solo— y como hombre de la casa salió de la cabaña con paso decidido tropezando en el dintel de la puerta.

•FIN DEL FLASH BACK•
— No se preocupen iré a buscarlo— dijo la muchacha bajita
—Rin— le dijo Sesshomaru cuando esta estaba a punto de salir— no tardes— la aludida se volteó y le dedico una sonrisa.
La partida continuó— en espera de Rin y Shippo—e Inuyasha ,después de soltar unas cuantas palabrotas, se salió del juego.
De improviso Sesshomaru se levantó abandonando la mesa en dirección a la puerta.
— ¿A dónde vas?— le preguntó Inuyasha, Sesshomaru paró su andar y con una mano en la puerta le contestó sin voltear a verlo:
—Ya pasaron cinco minutos desde que Rin fue a buscar a Shippo, además— se volteó mostrando una pequeña sonrisa, Inuyasha retrocedió asustado mientras que los demás se encogieron en las sillas de madera pintadas en tonos pastel, cualquiera sabía que si Sesshomaru sonreía no era por algo precisamente agradable— si algo malo le pasa a Shippo… será tu culpa por no acompañarlo— Salió por la puerta en dirección a la caseta del baño, ignorando la sarta de insultos que Inuyasha le lanzaba generosamente a gritos.
“Si algo malo le pasa a Rin… le daré tan fuerte a Inuyasha que terminará con voz de soprano” pensó decidido. No es que Shippo no le importase, pero desde que se hizo novio de Rin ella ocupaba sus pensamientos…su pequeño medio hermano ocupaba una décima parte de ellos en ese instante. Suspiró haciendo salir un vaho de sus labios, lamentaba que la caseta del baño estuviese hasta la otra punta de la fila de cabañas puesto que comenzaba a helar . A unos cuantos metros de su destino divisó la silueta de Rin con el pelirrojo en brazos, la joven parecía que discutía con alguien.

O con algo. El de ojos dorados se quedo pasmado al ver que Rin(con excepción de Shippo que se encontraba cómodamente dormido en sus brazos) estaba totalmente sola.

O eso parecía.

Frente a ella se encontraba una especie de niebla azul corpórea, la joven cambio su expresión de enfado por uno de nerviosismo cuando su novio estaba a menos de un palmo de distancia.
—…momento— alcanzó a escuchar que ella decía. La niebla desapareció, la buscada se volteó y dijo:—¡Sesshomaru!— con una sonrisa nerviosa, luego alzando la mano en un saludo completó— chicos no debieron preocuparse—
“¿chicos?” pensó Sesshomaru dándose la vuelta. Miroku, Sango y Kagome estaban llegando corriendo mientras que Inuyasha ya estaba frente a ellos con las manos en las rodillas resoplando— I-diota— le dijo con trabajo— si Shippo se perdía tu también tendrías culpa— Sesshomaru estaba a punto de contestarle cuando lo interrumpieron.
—Regresemos— dijo Sango previendo una pelea. Los muchachos emprendieron la marcha con Sesshomaru y Rin a la delantera.
Cuando llegaron Sesshomaru se volteó con sus pupilas reflejando enfado clavadas en Inuyasha— Inuyasha…— le dijo su medio hermano y luego de un solo puñetazo en el estomago lo mando al suelo con lagrimas de dolor en los ojos— para que no te queden ganas de llamarme idiota… ¡grandísimo imbécil!— le justificó mirando como Inuyasha trataba de recuperar el aliento, entró decidido con Rin resignada detrás.
—»•«—
Eran las dos de la mañana y la lluvia golpeaba con insistencia las ventanas, el viento aullaba haciendo que su música pareciese una risa espectral.
Se oían pasos secos y algo apresurados de pies desnudos, sobre el suelo de madera.
Inuyasha roncaba todo lo que sus pulmones le permitían en la cama inferior de la litera de la izquierda, Miroku murmuraba cosas (que de seguro merecerían un golpe de Sango si las decía en voz alta) entre sueños en la cama superior de la misma litera; Sesshomaru se encontraba en la cama superior de la litera derecha y la cama restante estaba desocupada, ya que el pequeño, fue a refugiarse a los brazos de Kagome en la otra habitación en cuanto cayó el primer relámpago.
El ruido de las pisadas despertó el sueño ligero de Sesshomaru, éste se bajo de la litera y se asomó al pasillo. Gracias a un rayo pudo ver una figura en camisón naranja con estampados de conejitos salir por la puerta. Reconoció la figura como la de Rin y la siguió calzándose las botas.
En cuanto salió, la lluvia lo dejó totalmente empapado y calado hasta los huesos pero no le importó y apresuró el paso.
Rin empezó a correr sin importarle su desnudez en los pies, dejando que el borde del camisón se manchase de fango y mugre, hundiendo sus pies en el lodo y sin apartarse su pelo totalmente empapado de la cara.
Rin se echó de rodillas en el lugar que su novio reconoció como el sitio donde estaba la "niebla azul".
Presurosa empezó a cavar en la tierra convertida en lodo con una ansia sorprendente.
Pequeños quejidos salían de su boca y la lluvia se confundía con sus lágrimas. Sus manos llagadas por el esfuerzo chocaron contra una caja de latón y temblorosas la sacaron del hoyo.
Un grito desgarrador salió de la boca de Rin al abrir la caja y Sesshomaru velozmente se le acercó. Sus ojos denotaron sorpresa en cuanto vio que era lo que Rin cargaba en brazos.
— Te llamas Zakuro tu me lo dijiste,¡Zakuro! ¡Zakuro! tranquila Zakuro encontraremos a tu mamá— decía Rin mientras mecía el bulto negro que tenía en sus brazos. Rin se volteó encontrándose con la mirada de Sesshomaru a un milímetro de la suya, sus mejillas se encendieron con un tono rosa y aceptó el beso que este le dio. Se acurrucó en su pecho, él la rodeó con sus brazos y ella siguió llorando sin soltar el cadáver que tenía en su agarre.

A las cinco de la mañana ya habían policías forenses por todas partes. Rin no había querido cambiarse y estaba sentada en el piso del Porsche, echa un ovillo.
Sesshomaru se le acercó con té y Rin lo aceptó.
—Puedo verlos desde que tengo seis años— le dijo Rin de improviso, Sesshomaru no la interrumpió, se sentó junto a ella y cerró los ojos— empecé a verlos poco después de cuando estuve a punto de morir en un incendio— Sesshomaru abrió los ojos de golpe— Mi abuelo me dijo que no me preocupara que ahora ellos me buscarían para…para que yo los guíe a la luz, pero, ver algo así… nun-ca— empezó a temblar de las piernas— me había tocado ver un ca-cadáver en ese estado y lo peor es que ¡solo tenía un año de vida!— sus labios empezaron a temblar y nuevas lágrimas salieron de sus ojos.
—Gracias Rin— Rin se volteó y vio a la pequeña— falta poco para que encuentren a mi mamá— Zakuro vió a Sesshomaru y le preguntó a Rin— ¿Son novios?— Rin sonrió y le contestó— si, el es maravilloso— se volteó hacia el albino— ella esta aquí— le dijo.
La infante se le acercó a un cauteloso Sesshomaru y le plantó un beso en la mejilla— cuidala bien ¿Entendido?— le dijo con una enorme sonrisa, Sesshomaru no podía ver ni oír nada; pero, aun así sintió el beso en la mejilla como un roce del viento. Se llevó una mano a la mejilla.
—Ya se fue— le dijo Rin “No es necesario que le diga que me cuide el ya lo hace” pensó sonrojándose, apoyó su cabeza en su hombro.
—…¡Es verdad vi a una niña!— le gritaba Shippo a Inuyasha, ambos aún iban en pijama—¡Cállate enano!— le gritó Inuyasha y le dio un golpe en la cabeza.
Rin se rió y se paró de inmediato en cuanto escuchó el grito de "encontramos a la madre en el lago" que dio un policía.
¿FIN?