Esto es para la actividad: Frasemanía. Frase que me asignaron: "Así es como el amor debe ser. Debes amar a la persona que se alegra de que estés vivo" Vecinos Se encontraron en la entrada del edificio de departamentos que ambos habitaban y de nuevo, se hicieron mala cara. Los dos hombres de edad madura se caían tan mal, que el resto de los vecinos vivían las consecuencias de tener que soportarlos, porque no medían las palabras hirientes que como puyas, se lanzaban uno al otro. Bombardeos orales que podían llegar a lastimar a los que por desgracia los escuchaban, así que era común que todos en el edificio los evitaran. Nadie deseaba meterse con ellos. Y esa tarde no fue la excepción. —¡Viejo inútil! —gritó uno con voz desagradable —¡Quítate de mi camino! —¡Tú quítate del mío, cara de pasa! —se defendió el otro. —Si yo tengo cara de pasa, tú tienes cabeza de foco, tarado. —Y tú ojos de rendija, estúpido, quizás por eso no veas que a todo el mundo le caes mal, no solo a mí. Y así, entre insulto e insulto, avanzaron por el pasillo hasta llegar a sus puertas, las que por azares del destino estaban una frente a la otra. Las abrieron sin dejar de lanzarse los proyectiles que la lengua con gusto fabricaba, pero de pronto, el cara de pasa quedó en silencio y antes de que pudiera ingresar a la seguridad de su vivienda, se llevó una mano al pecho, se encorvó dibujando un su rostro una desesperación contagiosa y de su garganta ya no brotaron más palabras insultantes, sino solo un : —Aggggg —desplomándose a continuación en medio de inmenso dolor. —¡Diego! —Exclamó cabeza de foco acercándose al infartado e hincándose a un lado de él, sacó su celular y llamó al número de emergencias. Detestaba al cara de pasa, pero no quería que muriera, así, la operadora que le respondió le dio instrucciones para que le diera masaje en el pecho aplicando también el uno, dos, tres con las palmas de las manos, bombeando sobre el corazón afectado y mientras sostenía el celular contra su cuello y mandíbula para no perder a la operadora, le murmuraba también a Diego—: No te mueras, pedazo de inutilidad. ¿Con quién pelearé ahora? La ambulancia llegó para llevarse a Diego al hospital, quien se salvó gracias a la intervención de Antonio, aprendiendo una importante lección al volver al edificio y notar el alivio reflejado en el rostro de su vecino por verlo con vida, cosa que modificó sus sentimientos con relación al hombre que por años, le había dado batalla verbal y su pensamiento fue: “Así es como el amor debe ser. Debes amar a la persona que se alegra de que estés vivo” A partir de entonces las batallas verbales por parte de estos vecinos murieron y lo que surgió fue... Ya saben. Una bonita amistad. ¿Cursi? Claro, sino pregúntenle al resto de los vecinos.
xDD Oh, Master, me quieres matar de risa, ¿verdad? No debiste decirme quiénes te inspiraron que ahora no termino par sacármelos de la mente, jajaja. Me gustó el realto porque es verdad. De alguna manera me recordó a mí y Lámbientan. Ya ves, soy un tanto cruel con él y siempre que se da la oportunidad termino insultándolo, pero no quiero que se muera, ¡nunca! Y es que, si hay alguien que desea que vivas es porque en realidad le importas. Chistoso, pero lindo escrito. Love. Hasta otra.
