Vampiro Conversión

Ragnar

"
—¿Seguro que quieres volver a casa? —

"​

"
—Créeme, no querras volver...—

—. ¿O quieres que tu familia te vea como estás ahora?—

—. Destruido no solo por fuera, al ser vencido por esta criatura de acá —
—, sino que también destruido por dentro, llorando y dándote por vencido apenas todas tus esperanzas fueron pisoteadas y masacradas...​

"
>>Vampiro o no, lo que quieras ser o no...—

—, yo si fuera tú...—

—, no querría volver a verles la cara...—

"
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Al escuchar la voz femenina a mi lado, hizo que dejará de ver al tipo "aburrido" y esta vez mirará a esa joven que se mostraba tan tranquila y segura ante todo lo que sucedida, al parecer solo lo yo era quien más sufría por ser un -vampiro-, aunque el otro tipo aún no había dicho nada tampoco, tal vez él estaría como yo, o tal vez tendría el carácter de la niña que simplemente me hablaba como si conociera mi sentir y pensar.

—Yo siempre desearé volver a casa...— Ver como esa pequeña podía "amenazar" y hacerle frente a ese hombre, solo me hacia sentir aún más ajeno a todo eso. Miré al "aburrido" y volví a fijar mi mirada en él mientras hablaba, era algo que deseaba decirle a la cara a ese tipo — Si solo yo hubiera sido la comida que sirvió para tu sobrevivencia, hubiera sido una muerte digna, el morir a manos de alguien más fuerte y por una buena causa como ser alimento no es vergüenza, así seas un vampiro impuro...— Desvié la mirada y miré la cicatriz en mi muñeca que él dejo, para luego volver a ver a la mujer —Que bueno que no eres yo, por que jamás podría pensar como tú lo haces—


"
— Podrás ver a tu familia cuando todo ésto acabe.— Respondió.— Precisamente por eso luchamos... Queremos un mundo más sincero, sin mentiras.


— Descuida.— Susurró, manteniendo el mismo tono que ella.— Ninguna de vuestras familias sufrirá daño alguno si podemos evitarlo... Y sí. Soy responsable de todos hasta que aprendáis a valeros por vosotros mismos.
Ahora sois mi manada.



— Y tendréis que aprender a cazar.

"


Un golpe de optimismo llego a mi en cuanto escuche a ese tipo, me había centrado tanto en pensar que ahora era un -vampiro- que nunca pensé que el ver a mi familia y tener una despedida digna con ellos fuera posible. Nunca pensaba tanto en el futuro como lo estaba haciendo ahora, y aunque no confiaba en las palabras del "aburrido" por ahora no veía que más podía hacer, incluso una niña parecía más segura que yo ante tal situación.


Trate de calmarme y respirar con calma, todo eso de ser su manada me importaba nada, pero estaba en un nuevo -mundo- que no conocía más allá de los cuentos de mi abuela, y como al parecer mi fuerza y entrenamiento eran inútiles con él, mis opciones eran cero ahora.

—Cuando era joven, solía salir de caza con mis tíos— Respirando lo más clamado que podía, intenté integrarme lo más que pude a la situación, si mi familia estaría bien y yo podría verlos, debía de al menos no molestar a ese sujeto por ahora —Aunque no creo que te refieras al mismo tipo de caza— Mire al tipo y solo pude maldecirme una vez más por estar en ese lugar -¿Por que diablos ese tipo me había elegido a mi para toda esa mierda?-, aunque viendo a los otros dos tal vez solo tuvimos mala suerte y el tipo nos eligió al azar. Quería preguntar, pero al mismo tiempo no sabia en que me serviría saberlo, al final de cuentas no podría regresar el tiempo y todo seguiría igual aunque lo supusiera.

 

André

¿De verdad nos vamos de putas? Si no tuvieras ese pelo de macarra hortera podrías ser el héroe de la función, capitán. Mientras espero que el resto de mis compañeros despierten de su trance orgásmico de conversión me doy cuenta que todo el maldito lugar parece un castillo. La habitación parece propio del Siglo XVIII. Una mesa de madera de roble preside la estancia. ¿Quién coño vive aquí? ¿La familia Addams?

—Eh, ¿lo de las putas iba en serio, no?

Pero no hay tiempo para más ya que uno de los sujetos que debería estar muerto comenzaba a levantarse de una resaca turbia. Es casi un chaval. Cielos, no tiene ni pelusa en la cara. Pero seguro se hace pajas, pequeña mierdecilla.

—Joder, ahora el mejor plan de la noche se cancela. Pero el chaval tiene razón: ¿qué cojones haremos ahora? Te juro que si alguien me confunde con Crepúsculo te tendré que asesinar ahora mismo, jodida rata.

Pateo de mala gana el suelo, hundiendo las manos en las chaquetas de mi chaqueta. Aunque siento una rabia instintiva algo en el ambiente me dice que no podría levantar un dedo contra aquél misterioso sujeto. Era como si le perteneciera. Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

 

Nick

Vampiros, el tipo había dicho vampiros. "What the fuck" pensó Nick, "¿Dónde están las cámaras de este reallity barato?". Pero comenzó a sentir extraña la boca y llevó sus manos a los colmillos de cotillón, éstos cayeron y dejaron ver debajo otro par de colmillos afilados, pero eran reales —¡ouch!— exclamó por lo bajo al pincharse un dedo. La sensación era real y eso le recordó que todo ese dolor y esa muerte, también se habían sentido muy reales.

Mientras su alrededor se convulsionaba con las demandas e interrogantes de sus compañeros, él se tomaba su tiempo para asimilarlo, era bastante lento reflexionando. Sonaba loquísimo, pero al parecer los vampiros eran reales y él era alguien conformista y para nada inquisitivo, así que lo aceptaría sin cuestionárselo.

Una vez entendida esta cuestión, no había mucho más que asimilar.

—¡Cool!— celebró levantando los brazos brevemente. Así hubiera sido un hombre lobo, gremlin o chewbacca, siempre era mucho más genial que ser un aburrido ser humano. Obviamente, tampoco era alguien que pensara de inmediato en los pros y contras de las cosas, se iría tropezando con las contras empíricamente.

La primer cuestión se presentó cuando Crow mencionó que tendrían que cazar. Automáticamente su estómago crujió, o quizás fue su imaginación, pero lo cierto era que un gran apetito comenzaba a invadirlo ¿A dónde estaba Ramón con sus papas ahora? Quizás que no estuviera era lo mejor, o se lo hubiera comido como a un brownie de marihuana y absenta gigante...

 

Rafael Castro

Hacía un rato que me había despertado ya, y por alguna razón tan solo me quedé mirando el techo mientras Seth y los otros dos iban a su completo rollo, charlando sobre putas o sobre lo que hacer o qué estaba ocurriendo allí. Yo, por mi parte, me entretuve un rato en mirarme la mano, en silencio, como si la viera por primera vez desde hacía muchísimo tiempo. Escuché como el más joven, un chaval a simple vista, le preguntaba a Seth sobre lo que íbamos a hacer, y por otro lado, el otro tío se levantaba de mala hostia, dejando clara su postura. Por alguna razón, todo eso me hizo esbozar una tranquila sonrisa.

—Joder, ¿qué esperáis que hagamos?—dije, mientras me incorporaba y me sentaba en el suelo.

Miré la habitación, absolutamente espantosa, caótica y sin sentido. Me encantó y la odié al mismo tiempo. Luego repasé con la mirada a los dos tíos y a Seth.

—Vayamos a comer algo. Vayamos de putas. Vayamos a cualquier lado a hacer lo que quiera que queramos. Total... ahora ya da lo mismo, ¿no?—comenté, al mismo tiempo en que me levantaba y me estiraba como si fuese la primera vez que lo hago en la vida— Además, creo que hoy va a hacer una noche de puta madre.

 

​

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Seth sonrió complacido cuando los otros dos hombres finalmente abrieron los ojos. Incluso se permitió un pequeño aplauso excitado ante las palabras de André, Marcel y Rafael. Si hasta el conjunto de nombres sonaba poético, joder.
— Perfecto, perfecto. — Exclamó.— Ése es el entusiasmo que busco en mis pequeños vampiros bebés.

Ignorando por completo las preguntas y la abrupta revelación que acababa de confirmar con sus propias palabras, tomó un teléfono movil de aspecto caro a pesar de su ajada pantalla y marcó un número alzando el índice para hacerlos callar.

— ¿Donna? Soy yo. — Silencio mientras alguien respondía al otro lado.—Sí, dos serán suficientes... Mejor tres. Y más te vale que ésta vez estén sanas.

Colgó con gesto fugaz y se volvió nuevamente hacia los tres hombre.

— Qué maravilla de siglo.— Murmuró.— Adoro la comida a domicilio. Bien, ¿por dónde íbamos?

rapuma Red Kuno Vizard

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Anka se sentía gratamente sorprendida por sus adquisiciones masculinas aunque, por desgracia, parecía que las mujeres no serían tan manejables... Solía ocurrir.

— Pretendo guiaros en esta nueva... Vida.— Respondió con frialdad. — Si es del cuello como debo hacerlo así sea pero la colaboración sería menos traumática para todos.

Se encogió de hombros y miró alternativamente a ambas mujeres.

— Las explicaciones prácticas son siempre más sencillas e ilustrativas, pero si preferís la palabrería...

Amane Gigi Blanche Juniper Domenica

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La mirada de Crow se suavizó ante las palabras de Ragnar. Él también había tenido familia una vez, pero actualmente ni siquiera era capaz de recordar sus rostros.
Y eso le provocaba una profunda tristeza.

— No creo que se le parezca mucho.— Respondió con voz ronca, negando con la cabeza. — Aunque podemos empezar por ahí si te sientes más cómodo.

La sangre animal seguía siendo sangre, después de todo.

Las exclamaciones de Nick captaron su atención, pero decidió ignorarlo mientras experimentaba con sus nuevos rasgos y centrarse en Ragnar, quien parecía sufrir un mayor conflicto con su nueva naturaleza.

De algún modo le recordaba a sí mismo y, muy a su pesar, sonrió.

Hitomi-chan Slam Mori

 

Marcel Ribas

Las palabras de Seth, relajadas y jocosas dieron respuesta a mis preguntas ¿Vampiros bebés?

El rasgo más notorio en un vampiro era sin duda los colmillos, si de verdad era uno tal vez...¿Eh? Allí estaban un par de largos y filosos colmillos sobresaliendo de mi boca; mire a los dos tíos y podía ver sus colmillos sobresalir al hablar.

Vaya locura...

—ah vas directo al grano—sonrei irónico al verme en una situación tan extraña, pero que a decir verdad no era malo del todo, era mejor que ser simplemente una víctima de un asesinato en masa y que mi cuerpo terminará en una fosa común. Siempre perseguí estar en mi merecido lugar, la cima. Como todo un campeon—Bueno ya que tíos, el dormilón tiene razón ¡Es hora de la función!

Algo había despertado en mi, algo como la adrenalina elevaba mi impulsividad por las nubes, si era un vampiro solo deseaba ver qué trucos podré hacer como un chupasangre ¿Me convertiría en murciélago? No tenía muchas ganas de saber que dirían mis padres o el qué dirán otros...bah era mi jodida vida al final...con tales pensamientos sin duda alguna todo había cambiado.

—Je vale no es nada, solo tenía esa duda—respondi relajado...me sentia como en casa a final de cuentas, note que había llamado a alguien, al parecer tenía contacto con un prostíbulo y una nenas vendrian por la guarida, un vacío en mi estómago comenzó a rogar por algo de comer...todo apenas había mencionado a las chicas que nos darían compañía y demás cosas.

 

Ragnar

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—¡Cool!— celebró levantando los brazos brevemente.

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-¿Acaso ese tipo estaba celebrando en ese momento?- El mismo sujeto que miré gritando como loco cuando me desperté ahora parecía tan complacido y hasta feliz con saber que lo habían asesinado y ahora era un -vampiro-. Creo que en definitiva me estaba volviendo viejo, ese sujeto y la chica parecían tan tranquilos con todo que yo parecía ser el único que pensaba en que todo eso era una verdadera mierda que yo no quería vivir, y solo deseaba volver a mi vieja vida junto a mi familia.



"
— No creo que se le parezca mucho.— Respondió con voz ronca, negando con la cabeza. — Aunque podemos empezar por ahí si te sientes más cómodo.
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La voz de Crow hizo que de nuevo centrará mi atención en él, haciendo que de nuevo un escalofrió recorriera mi cuerpo -Aunque podemos comenzar por ahí si te sientes más cómodo- , su última frase se repitió en mi mente más veces de las que hubiera deseado "-comenzar-", con esa simple palabra me daba a entender que no solo cazaríamos animales en un futuro y que su -comienzo- más temprano que tarde se volvería en algo más, después de todo él mismo lo dijo; Somos soldados en una guerra.


-"Mi comodidad"- como si a ese sujeto le importara eso, bastaba con ver la horrible cicatriz que dejo en mi muñeca para darme cuenta que eso era la ultimo en lo pensaba, y además de todo se me sonríe, si no fuera por que en ese momento mi cabeza estaba aún confundida y tenia una mezcla de rabia y tristeza en mi que no podía superar, seguramente habría aprovechado la oportunidad de coquetear y jugar un poco con él para quitarle lo aburrido, pero ahora en verdad solo quería golpearlo en la cara más que nada.

—Solo enséñame como sobrevivir para poder ver de nuevo a mi familia— No sabia si la palabra -sobrevivir- aplicaría ahora, después de todo se suponía estaba muerto, pero igual no sabia de que otra forma decirlo —Haré todo por verlos de nuevo...— Aún no sabia si podría matar a alguien, pero -¿De que otra me quedaba?- . Muchas veces en el ring deje que mis instintos fluyeran y descargue todo sobre mis adversarios, pero esto era diferente, nunca había asesinado a nadie.... Y mucho menos lo había devorado.

—Dime que debo hacer Crow— Era hora de enfrentar la situación, no podía estar feliz como el otro chico, o ser tan frío y calmado como la chica, pero aún con algo de miedo por el futuro que me esperaba a mi manera sobrellevaría todo eso.
De nuevo mi voz volvió a su tono tranquilo de siempre y trate aunque tal vez sin mucho éxito de relajar mi rostro y mirada hacia Crow, mi última frase sonó casi como una suplica a mi verdugo para que me diera una salida a todo eso en lo que me metió, pero también quería demostrarle que estaba dispuesto a todo y que se dejará de tantos rodeos de una vez por todas.

 

Nick

Ragnar tenía preocupaciones acerca de su familia, pero la de Nick estaba lejos, en otro continente y era soltero. No tenía mucho que perder en Bélgica, quizás en Nueva Zelanda hubiera sido diferente. Por el momento lo único que tenía eran dudas técnicas...

—¿Podré volar? ¿Y convertirme en murciélago?— preguntó con entusiasmo —¿Y qué comeremos? Porque tengo hambre...— el cliché decía que sangre, así que por primera vez en su vida podría estarle agradecido a un empleo, que lástima esto ya no contara como "vida" técnicamente.

 

André

El hombre alto había hablado y se había puesto en pie, por lo que lo miré con atención: ¿por qué ni él ni el crío me sonaban de los personajes que habían en esa fiesta descontrolada? Es curioso, soy detallista. Joder, que me fijo en los detalles todo el tiempo. Pero estos dos se me escaparon. Me acerco a Marcel y le codeo.

—Eh, chaval. Léete 'Alta Fidelidad', todo un mundo de esperanzas basadas en canciones que hablaban del amor, del desamor y de todas esas emociones que sólo sirvieron para crear y destrozar universos repletos de realidades paralelas. Es el libro que cualquier persona algo melómana y soñadora debería leer en sus treintas, pero como ahora serás un inmortal no importa mucho leerlo antes de la cuenta, ¿no es cierto?

Luego de mi hacer el trabajo de recomendar mi libro favorito al adolescente frente a mí, me toqué los bolsillos de mi pantalón, buscando los porros. Joder. Ahí está el humano dentro de mí otra vez. Obligando a mis instintos enloquecer por su corrupción al cuerpo.

—¿Comida a domicilio?

Repetí con el ceño fruncido, buscando desmoralizar a cualquier bromista. Eh, que no soy una luz de intelecto pero esa frase me sonó rara.

Pero entonces algo aleteó en mi estómago, como un vértigo extraño al saber que pronto cenaría... putas. Literalmente la idea me excitó tanto que una extraña ansia de sangre me sacudía la mandíbula; sentí los colmillos alargarse un poco más o al menos esa sensación tuve. Mi erección ensanchaba el pantalón.

—¿Haberme convertido en vampiro viene con una lista de instrucciones, eh? Que tengo hambre y ganas de follarme algo al mismo tiempo que me da miedo.

 

Rafael Castro

No me cabía ninguna duda de que ninguno de los que estábamos ahí éramos el epítome ni de la elegancia, ni de la inteligencia. El chaval parecía haber despertado por primera vez en su vida, y el otro tío, el que parecía estar a punto de cascársela en cualquier momento, parecía no haber dormido en los últimos diez años. Sumados a Seth, que parecía disfrutar aquella estampa un poco demasiado, éramos un equipo preocupantemente desequilibrados, en el mal sentido. Era simplemente maravilloso. Las películas y noches apagadas se habían esfumado en un segundo para dejar un rastro de sangre a la locura y el desenfreno, y para estrenar la noche, íbamos a comer mujeres, en más de un sentido.

En cuanto a la pregunta de Seth, me dejó pensativo. Si en teoría éramos inmortales, ¿por qué éramos tan poca gente? ¿Y el resto? ¿No debería de haber miles de vampiros por ahí medio dominando el mundo?

—Y si, mientras esperamos a los de Just Eat, ¿nos explicas qué quieres de nosotros? No creo que nos hayas convertido únicamente porque te sintieras solo ¿no?—pregunté, sonriente, mientras miraba a Seth—

 

Enya

La risa del hombre la hizo dudar de su valentía al hablar, pero la voz de Isha cada vez era más amena a su oído; y sus palabras iban a juego, al menos aquello no estaba resultando ser algo burdo; no las hacían sentir fuera de una unidad, eran parte de un todo; y eso quedó más que claro cuando Isha reveló sus intenciones con esta "princesa Anka" ahora era parte de una revolución aparentemente, una que no buscaba y ahora estaba sujeta a ella. Algo en todo aquello la emocionó de una manera extraña, aun sin entender por completo cada detalle; pero no quería presionar más con interrogatorios, creía que en esa "casería" muchas cosas se revelarían, lentamente; como en una restauración de un viejo cuadro. A final de cuentas, todo era arte.

—Entonces, estaré ansiosa de entender a mano propia — dijo afirmando

 

Contenido oculto: Isolation-Lucas King

Gianna es como mi tochohell personal, que diablos jsjsjsjs
10% Dialogo
90% Describir por qué y cómo ahora no está >:( pero sí >:|

En fin, la musiquita es por si les ayuda a la inmersión y concentrarse unu

Gianna Fiore

Descuida, había dicho, luego de aclararle al grandullón que podríamos ver nuestras familias... cuando todo esto acabara. Se lo había expresado al pelirrojo, aunque de una manera indirecta: De querer ver a mí familia no me agradaría hacerlo con el rabo entre las piernas o... siendo lo que era ahora. Un monstruo, cuando toda mi vida había luchado a mi manera para no desembocar en eso.

En el maltrato, el desconcierto, la soberbia... y otras varias cosas. Ideas que iban y venían, posibilidades que se me hacían muy probables y las podía saborear con mi boca sin problemas, me hacían apretar los dientes y me paralizaban el cuerpo a medida que imagines vividas pasaban como películas mudas en mi mente. En algún que otra vez tuve que incluso haber imaginado los gritos. Había... demasiadas cosas que me desagradaban de mi persona, pero hace años había asumido que no las podría cambiar, solo evitarlas a toda costa al punto en que se me hizo costumbre ser como era ahora. Fría... arisca...

Sin pensarlo, mis brazos cruzados habían terminado por abrazarme a mi misma de manera sutil, cabizbaja y solo apartada con levedad de la distancia que había agarrado con Crow. Exhalé con claro desasosiego, suave y mirando un punto perdido en el suelo bajo mis rostro. Talvez de ser una chica como Manon habría estado llorando desde hace un buen rato, pero aun entre toda la incertidumbre y, lo admito, nerviosismo, pareciera que sería imposible que un par de lágrimas brotaran de mi rostro. El dolor parecía ser el único que podía robarme esas gotas saladas... ¿sería, entonces, que separarme de mi familia no implicaba un real dolor?

¿Qué era entonces este malestar? Preocupación... era una nueva sensación, osea, siempre me preocupaba por un montón de cosas, pero era primera vez que... personas, mi familia, mi seres más cercanos... me generaban este desconcierto e incertidumbre... Por primera vez parecía que en verdad quería el bien ajeno. No quería que me vieran así, no quería provocarles algún malestar, estaba... siendo considerada. Reitero, por primera vez pareciera que era capaz de sacrificar algo mío por otros que no fueran yo o influyeran en mi beneficio... porque... ¿Cuál era el beneficio de preocuparse y valerse de otros?

"Ahora sois mi manada"

Alcé la vista con levedad solo para mirar a Crow en silencio, con esa mezcla de desconcierto y penuria tiñendo cada tensión en mi expresión. La ceja alzada con levedad y la mueca en la boca tampoco faltaban, demostrando mi incomprensión ante la acción y, bueno, promesa o condena que reflejaban sus palabras. De acuerdo, ¿Qué diferenciaba a una familia de una manada? ¿O era solo una forma de expresarse...? ¿Por qué esa palabra en especial? Porque los animales creaban manadas, a algunos microorganismos se les conocía como colonias... pero... los humanos creaban comunidades... ¿Era admitir que estábamos fuera de la media? Bueno, era claro: ¿Pero éramos mejores o peores que la media?

Otra vez cabizbaja, los brazos que pasaron de estar abrazándome a sostenerse tranquilos uno a otro sobre mi vientre, ahora volvían a cruzarse bajo mi pecho sin ejercer tensión alguna. Sin presiones, no creo que hubiera algún brillo en mi rostro y seguro cualquier índice de tristeza ahora era mera... frialdad, una irrelevante expresión que no reflejaba nada... supongo que similar al rostro de cualquier muerto, solo que tenía los ojos cansados y los labios con una mueca de tristeza, aun con eso seguía siendo una expresión escueta de alguna emoción destacable.

Mi silencio era más bien absoluto, también, tras el suspiro no generé ninguna otra respiración relevante. Bueno, de frentón parecía no respirar, porque a estas alturas notaba que ni aire necesitaba.

Caza, manada, salvaje, peligro: Incorrecto, natural... mentiras... en busca de la verdad. Mi ceño no demoró en volver a fruncirse a penas empecé a internalizar y comprender a mi manera toda la palabrería que había soltado Crow, eso sí, la voz del "Mr. Vampiro" de pacotilla me hizo voltear a verle sobre mi hombre, irguiéndome correctamente y quitándome de paso lo cabizbaja y también melancólica. Mira que sí una cosa detestaba era estar abrumada por mis pocas emociones, era detestable y desagradable.
—¿Quieres callarte? —solté sin pensarlo dos veces, firme y audible, pero sin buscar alzar la voz realmente. No había procesad0 siquiera que, entre los cuatro, era el que menos había hablado. Bufé haciendo una mueca con la boca apenas recapacité en en eso. Desvié la mirada de su persona, sin saber bien dónde apuntarla, y agregué—. Es desagradable...— Miré algún punto oscuro entre toda la cueva vagamente iluminada por la fogata. Ahora sí, busqué la mirada del hombre con más determinación, la mirada seria y la voz más bien plana, no por ello menos dura. Manos sobre la cadera, proseguí—. Todo lo que está ocurriendo es bastante... reprochable. Así que... Uffff —suspiré a ojos cerrados, derrotada.

En fin, ¿Qué importaba? ¿Qué sacábamos con seguir haciendo lo correcto, sí para empezar habíamos burlado a la muerte? ¡A la misma muerte! ¡Ni a la propia naturaleza estábamos respetando! Llegar a esa conclusión me generó un estrés considerable, que desaté cubriéndome el rostro con ambas manos y gruñendo con calma y mucha frustración, a un volumen más bien bajo. Tampoco quería estar cerca de Crow, de nadie en verdad, pero no me habían dado ni las neuronas ni el valor para alejarme y ser la apartada del grupito.

—¿Qué vamos a cazar, Crow? —fue lo primero que solté tras superar mis propios inconvenientes, tras haber escuchado su pequeño intercambio con el grandote sobre la caza. A brazos cruzados de manera desenfadada, mi mirada en extremo seria e inquisitiva se posaba sin pudor y ni siquiera temor sobre Crow...

Porque no íbamos por ahí a cazar animales, ¿cierto? Porque de haber sido así, no tendrías la necesidad de diferenciarlo de las cazas... mundanas que llevaban a cabo las personas. Ufff, solo pensar que ya no era humana era... el colmo de los colmos, algo que me sentaba demasiado desagradable. Aproveché de guardar silencio cuando el grandullón expresó sus propias dudas. Lo miré de reojo y luego no demoré en volver a posar mis cansados, pero aun así, firmes ojos sobre Crow... Vamos, pajarito, llena con tus propias palabras nuestras inquietudes, quiero ver cómo describes las barbaridades que te traes entre manos: ¿Serán desagradable, serás detallado; crudo al hablar, realista, o serás más indirecto, usando metáforas solo para negar la realidad o amortiguarnos el golpe que podría darnos esta?

Mi mirada se ensombrecía a medida que mis ojos se entrecerraban, como sí de tal forma pudiera ver y comprender cosas sobre el chico antes de que este siquiera abriera la boca.

—¿Podré volar? ¿Y convertirme en murciélago? ¿Y qué comeremos? Porque tengo hambre...

Entonces ladee los ojos, alzando el mentón hasta que topé con el techo de piedras y a medida soltaba un "Ahhhg" lleno de frustración mi mirada bajó por las paredes y antes de que llegara al piso me voltee incluso con cierta elegancia, manos sobre las caderas y miré con firmeza, seriedad y claro enfado al... al idiota este que ahora sí que era un vampiro de verdad.

—¿Quieres callarte? —otra vez cometí el mismo error que hizo aferrarme al puente de mi nariz con firmeza de inmediato, suspirando frustrada con suavidad. Con la misma velocidad devolví mi mano a la cadera y seguí encarando al hombre desde mi puesto con seriedad— No es mi problema que seas un ruidoso, bueno...— Desvié la mirada un momento, sin perder la expresión que llevaba encima—, eso también me desagrada, pero...— Volví a mirarlo, reprobadora— en verdad tu vocecita alegre me da mucha tirria, ¿Comprendes el peligro de la situación, grandísimo...?— De a poco iba sonriendo y alzando el mentón, incluso abriendo un poco los ojos, algo desquiciada. Me contuve de soltar un idiota—. Ah... —cabizbaja, manos sobre la cintura y poco menos que haciendo una reverencia, medité sin prisas, pero con rapidez las palabras que le iba a soltar. No me demoré en decidir ser cruda y directa, vamos, como siempre lo era.

Contenido oculto: Lullaby of Woe

Le miré a los ojos, esta vez sin siquiera rabia, solo parecía reflejar un aburrimiento extremo, alguien que se rendía ante todo y ya no parecía importarle nada. Ni siquiera había más emoción que la planicie en mi voz.
>>Vamos a...— Pero a penas modulé mi rostro de contorsionó en una clara mueca de rechazo y desagrado, miraba al vampiro este, pero no era por él que mi expresión cambió de tal manera. Volví a suspirar, me volteé esta vez hacia Crow, porque me parecía un gastadero innecesaria de energías y tiempo hablarle al ex-hombre ahora convertido vampiro, que aparte tenía registros de borracho. Me crucé de brazos y miré con seriedad al vampiro mayor entre nosotros, mi ceño se fruncía con levedad, demostrando así mi preocupación respecto al tema, aunque mi expresión carecía de temor alguno.

>>Son personas las que vamos a cazar más temprano que tarde, ¿Cierto, Crow? —hablé frío, monocorde y a buen volumen: Un volumen que no buscaba ser escuchado, solo entendido por los oídos que quisieran prestarme real atención.

Vamos, Crow, dime toda la verdad de inmediato.

 

.PRESTON.
​

Mantuve mi gesto estoico durante el intercambio.

Había regresado mi atención a Bleke cuando la escuché decir mi nombre y, acto seguido, pedir explicaciones a Anka. Podía adivinar en su rostro que había confusión y algo de enojo, por supuesto que entendía que se debía a que Anka continuaba su juego maquiavélico de hacer con nuestros destinos lo que le place. Sin embargo, la absoluta realidad es que ya habíamos cruzado el puente que nos salvaba del abismo. Por una u otra razón, Anka nos había elegido y esa vida que acababa de darnos era, ciertamente, mejor que estar muertos junto con el montón de personas que vimos ser devoradas sin ningún tipo de contemplación.

—Bleke, ya no hay vuelta atrás, ¿qué piensas hacer en contra de ella? —me aventuré a decirle a la fascinante Middel que por mucho tiempo había vislumbrado desde la distancia cuando coincidía en algún evento de la alta sociedad de Nueva York, y que ahora la tenía delante de mí y estábamos embarcados en un retorcido camino que se asemejaba más a una broma de mal gusto que a algo que cualquiera de los dos hubiera deseado.

¿Se sentiría de la misma manera que yo lo hacía? ¿Podía sentir ese extraño poder que yo también sentía? Nunca fui especialmente ambicioso, me conformaba con hacer lo que se esperaba de mí y no decepcionar a nadie, especialmente a aquellos que habían realizado un esfuerzo para que yo tuviera un destino diferente.

Tal como lo había hecho Duke al sacarme de las calles y darme un hogar.
Tal como lo había hecho Anka al sacarme la humanidad y regalarme la inmortalidad.

¿Era un regalo? Oh, no... nunca nadie me había dado nada gratis.

—Aún cuando estés en desacuerdo con lo que sea que ella plantee, ya el trabajo sucio no puede retrocederse —continué y me detuve por dos segundos a contemplarla, intentando recordar si lucía exactamente igual a cuando era humana—. Dejémosla que nos muestre qué es lo que quiere de nosotros y qué precio está dispuesta a pagar para obtenerlo.

Miré a Anka, quien lucía igual de inclemente como hermosa, un monstruo egoísta que había cambiado para siempre nuestras vidas sin solicitar permiso. Yo la seguiría, sí, pero esta vez ansiaba obtener algún beneficio.

 

Aguardó en silencio a que todos terminaran de hablar, revolviéndose el pelo ligeramente incómodo.
No estaba acostumbrado a las personas y aún menos a aquel revuelo pero Crow era responsable y cuidaría de sus vástagos lo mejor que pudiera... a pesar de ser "padre" primerizo.

Se aclaró la garganta y, dejando que su mirada vagara de uno a otro de los presentes explicó lo mejor que pudo en qué consistía la maldición de Caín que ahora formaba parte de todos.

Una vez hubo terminado, se volvió hacia nick con una ligera sonrisa, contento de poder dar alguna buena noticia.
— Tal vez puedas una vez se desarrolle tu poder.— Respondió, chasqueando los dedos para transformarse en cuervo, volviendo a su forma humana en apenas un suspiro. Retiró una solitaria pluma negra de su hombro y se puso en pie, volviendo a su semblante serio.
— Primero, os enseñaré a cazar.— Observó a Ragnar de reojo su expresión se suavizó.— Animales... Por ahora.


Seth no era la primera vez que ejercía de Sire, solía elegir a sus vástagos por puro impulso pero, por suerte para él, Anka había sido benevolente con sus elecciones siempre que fuera él quien los borrara del mapa si daban problemas.
Pero aquella ocasión era distinta.
No eran vástagos cualesquiera que estuvieran ahí para matar su aburrimiento, no... Había una causa. Una muy importante.

— ¡Premio para el señor Castro! — Exclamó, dando una fuerte palmada. — Estáis aquí para evitar el fin del mundo tal y como lo conocemos.
Vale, quizá Seth pecara de dramático, pero no estaba del todo desencaminado.
— No todos los vampiros son tan... Civilizados como nosotros. Hay un pequeño grupo rompiendo las normas por ahí. Y nosotros, vamos a destruirlos antes de que ésto acabe en una guerra que arrase con todo y con todos.

Se detuvo en seco en mitad de su explicación e hizo sonar sus nudillos.

— Pero antes, querréis saber en qué os habéis convertido. ¡Que no cunda el pánico, colegas!— Sacó unos papeles arrugados del bolsillo interior de su chaqueta y los lanzó de mala manera hacia sus neófitos.— Tengo panfletos .— Sonrió.



Aguardó paciente a que terminara el intercambio entre los jóvenes y, sin despegar los labios, avanzó hacia la sala cerrada con decisión.

Abrió la pesada puerta con suma facilidad, acompañada por un leve chirrido al girar la gruesa madera sobre sus goznes. Aguardó a que todos estuvieran y dentro y cerró tras de sí haciendo un gesto hacia dos de sus sirvientes, que con un asentimiento abandonaron el lugar.

— Comencemos por el principio.— Su voz sonó clara, retumbando en aquella estancia hexagonal de suelos inclinados que convergían en un extraño sumidero.
Cada una de las paredes estaba adornada por un lujoso retratos y estatuas notoriamente antiguos aunque bien cuidados. Se colocó junto a un busto de piedra, no era el más lujoso ni el más grande, pero sin duda era el más Antiguo. — Caín. Con él comienza nuestra historia .



Isha avanzó hacia sus tres mujeres dejando que la calma se expandiera por el ambiente de forma sutil, sabía que pronto no necesitaría hacer uso de su poder para que sus vástagos se comportaran pero los inicios siempre eran duros y aquel pequeño extra ayudaría a facilitar la transición.
— Tengo mucho que enseñaros.— Sus palabras eran casi un arrullo e, incluso Leo, pareció dejarse mecer por su suavidad. — Pero antes debéis comprender y abrazar lo que somos . No somos esos monstruos de pesadilla que os han hecho creer, somos seres superiores y, como tales, tenemos una responsabilidad para con éste mundo que la humanidad está destrozando.
Es hora de rebelarse y tomar el control como debimos haber hecho hace siglos.

 

André

Leí el panfleto con el ceño fruncido, pensando en las palabras del que parecía ser nuestro líder. ¿Chusma? ¿En serio? ¿Por qué siempre terminaba encajado en el grupo de los perdedores de turno?

—Me encantaba la playa, jodido psicópata. Ahora no podré ir jamás.

Doblé el papel y lo guardé en el interior de mi chaqueta, en uno de esos bolsillos dónde me gustaba guardar estupideces. La verdad que toda esta revelación y los cambios en mi cuerpo me aturdieron por unos momentos, me crucé de brazos e intenté centrarme en el ahora, ya que todo lo que había conocido hasta el momento podría decirse que no valía de nada, todo fue una ilusión. Mierda, sentía como si hubiera podido salir de la Matrix.

—¿Cuándo comenzamos, pues? Mientras mas pronto lo hagamos antes podré dedicarme a bucear eternamente.