Vampiro Conversión

Tema en 'Partidas Inacabadas' iniciado por Ayeah, 6 Marzo 2022.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    430
    Pluma de
    Escritora
    [​IMG]
    Cuando la energía fluyó por primera vez en mi interior, descubrí cómo moverme como el rayo, cómo hacer mía la fuerza de la tierra, cómo ser como la piedra.
    Eso fue para mí como antes había sido el respirar.
    El Libro de Nod.

    La nada.
    Apacible, silenciosa y fría nada.
    No hay dolor, no hay gritos, no hay miedo.
    ¿Por qué no pudiste quedarte sumergido en esa maldita nada?


    La oscuridad opresiva va dando paso a un dolor sutil al principio, pero que avanza lenta e inexorablemente hacia una intensidad demoledora. La densa y dolorosa negrura se filtra por cada poro de tu piel e inunda tus orejas, tu nariz, tu boca... Avanza por la garganta hasta asentarse en tus pulmones. Avanza por tus venas hasta detener tu corazón.

    Asfixia.

    Sientes la imperiosa necesidad de tomar aire pero tus pulmones no se expanden a pesar de tus órdenes, sólo más oscuridad y el frío que se ha asentado en tu pecho, tan extremo que arde.

    Has debido de hacer algo horrible en esta vida si tus acciones te han traído a este infierno porque... ¿Acaso no habías muerto?

    Claro. Ya no necesitas respirar.




    insignias-brujah-PhotoRoom.png
    ¡Buenos días, Princesas!

    Seth se encontraba de buen humor esa tarde, tenía tres nuevos reclutas a los que atormentar y su apetito no podía estar más saciado tras haber drenado al trío que, finamente, comenzaba a abrir los ojos.
    Recostado en el desvencijado sillón de la casa okupa que era su actual guarida, los observó con interés. El sombrero ligeramente caído hacia un lado de su cabeza, el cabello largo desparramado por sus hombros. Vestía una americana negra sobre una camiseta del mismo tono. Unos pantalones tejanos desgastados y unas botas militares que no combinaban en absoluto con el resto del conjunto.

    El salón de la casa tenía un aspecto muy similar al de su dueño.
    Las ventanas estaban tapiadas con tablones de madera y los muebles eran un batiburrillo de distintos estilos y colores. A pesar de todo el lugar estaba limpio con la salvedad de las paredes, atestadas de graffitis de toda clase.

    Observó a los tres hombres durante unos segundos más y comenzó a impacientarse.

    Venga, señoritas. ¡La noche es corta y tengo mucho que enseñaros!

    insignias-ventrue-PhotoRoom.png
    Anka aguardó sin inmutarse sentada en su trono durante todo el proceso. Contempló los cuerpos de sus Vástagos sufrir la agonía de la muerte y la tortura aún mayor de la conversión descansando la barbilla sobre la palma de su mano con aspecto aburrido.
    El tiempo no tenía mucho valor para ella pues ¿qué son tres días cuando has vivido algunos siglos?

    Ya no había rastro de la matanza acontecida la noche de la mascarada, sus sirvientes se habían encargado de todo y la gran mansión Ventrue estaba de nuevo impoluta. Aun así las puertas estaban cerradas.

    La rubia había dejado de lado el antifaz y su vestido estaba tan limpio y estirado como si nada hubiera pasado. No había movido los cuerpos de sus cuatro víctimas más allá de haberlos recostado en fila contra la pared en posturas más decorosas y ahora los contemplaba con seriedad, a la espera de que abrieran los ojos.

    Tenían mucho trabajo por delante.

    insignias-gangrel-PhotoRoom.png
    La cueva era húmeda y oscura pero un fuego ardía alegremente cerca de la entrada, crepitando al ritmo que sus danzantes llamas dibujaban sombras en las paredes de piedra enmohecida.

    De espaldas a la fogata y vestido con una simple camiseta de algodón blanco y un pantalón oscuro y ajado, Crow observaba a sus tres nuevos Chiquillos con una mueca de disgusto. Iba descalzo y se había quitdo los guantes, revelando sus retorcidas y afiladas garras del cuervo que le daba nombre. ¿Quién le mandaría a él implicarse hasta ese punto con el Sabbat? Nunca antes había propagado su maldición a otro ser humano y, mientras observaba horrorizado la transformación de aquellos tres desgraciados, volvió a preguntarse a sí mismo si realmente estaría haciendo las cosas bien.

    Ya no hay vuelta atrás.— Se dijo, sacudiendo la cabeza para alejar aquellos pensamientos. Y su voz reverberó en las paredes del lugar. Iba a tener que buscarse una cueva más grande cuando despertaran.
    Con un largo suspiro, volvió a recolocar la raída manta que poseía sobre los tres cuerpos apilados.
    Hacía tanto de su Abrazo que no recordaba si sentirían frío.

    insignias-lasombra-PhotoRoom (1).png
    A Isha le relajaba el sonido del órgano, le recordaba a tiempos pasados aunque no por ello mejores. Sus dedos se deslizaban sobre las teclas de forma grácil mientras la luz titilante las velas parecía bailar al ritmo de su música.
    La luz suave de la luna se filtraba por el rosetón principal de la catedral iluminando su rostro mientras Leo la escuchaba tocar desde abajo, custodiando los cuerpos de sus futuras Chiquillas como un perro guardián.

    A ella le divertía su retorcido sentido del humor y por eso lo conservaba a su lado, enarcó una ceja al ver cómo el Toreador se había hecho con tres modernos ataúdes y había introducido los cuerpos de las mujeres en su interior, pero mantenía la tapa abierta fascinado por la transformación que se estaba llevando a cabo.

    Con una sonrisa calmada, interrumpió su melodía para comenzar a tocar lenta pero elegantemente una versión propia de la Marche Funèbre de Chopin, lo que arrancó una carcajada del vampiro seguida de un exclamación ahogada.

    ¡Creo que ya están despertando!






     
    Última edición: 6 Marzo 2022
    • Ganador Ganador x 5
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Adorable Adorable x 1
  2.  
    rapuma

    rapuma Maestre

    Géminis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2014
    Mensajes:
    3,874
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    André François

    Me veo a mí mismo correr por un bosque oscuro. Grito cuando veo unos lobos lanzándose contra mí. Al cabo de unos segundos alguien da conmigo y la escena es dantesca. Lo que parece una jauría de perros me están devorando. Uno de estos animales clava sus fauces en mi yugular como si fuese goma de mascar. La sangre sale a litros como una fuente, probablemente ya esté muerto.

    Abro los ojos con irritación a esa voz insistente, veo el techo de la habitación y cuando levanto la cabeza todo me da vueltas. Es como si viviera la peor resaca de mi vida pero agregándole covid.

    —Púdrete.

    Le escupo de mala gana a esa horrible voz y me giro de lado, como si fuera un muñeco de arcilla recién horneado.
     
    Última edición: 6 Marzo 2022
    • Impaktado x 3
    • Gracioso x 2
    • Fangirl x 1
    • Reflexivo x 1
    • KHÉ? x 1
    • Borrashooo x 1
  3.  
    Slam

    Slam Adicto Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    15 Febrero 2020
    Mensajes:
    2,117
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Nick

    Una vez perdida la consciencia parecía que no volvería a despertar jamás, pero lo hizo.

    Estaba envuelto en una sábana y podía sentir que había otros dos cuerpos junto al suyo. Tanteó un poco apresurado, revolviendo esa sábana y llevándosela consigo al levantarse. Parecía que jugaba a ser un fantasma, pero en verdad estaba desorientado y no veía bien con eso encima, así que se retiró la sábana luego de unos movimientos frenéticos pues parecía que se le había pegado al cuerpo. Ahí pudo ver la escena, la cueva, los otros dos cuerpos apilados que podía reconocer de esa fiesta y de espaldas estaba Crow.

    ¡Tú!— le gritó al hombre —¡Me mordiste! Y no de una forma sexual, intentabas matarme... aunque no sé como rayos estoy vivo, pero me darás explicaciones ¿Quién eres? ¿Qué pretendes con estas personas? ¿Dónde está Ramón?
     
    • Gracioso Gracioso x 7
  4.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

    Géminis
    Miembro desde:
    1 Enero 2010
    Mensajes:
    3,503
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ragnar

    Mi cabeza pareciera no estar unida a mi cuerpo, o al menos así es como la siento ahora, nunca me había sentido de esa forma. Apenas y puedo abrir los ojos para ver solo un lugar oscuro y húmedo.

    Con cuidado llevo una de mis manos hasta mis riñones, únicamente faltaba que en esa maldita fiesta perdiera más que la conciencia, pero para mi suerte parecía que mi cuerpo seguía intacto.

    Quise levantarme, y pude escuchar una voz chillona haciendo preguntas que únicamente me hizo doler más la cabeza.

    —No grites— Con dificultad puede hablar, tuve que aclarar un poco mi garganta -¿cómo es que ese tipo podía hablar tanto?-. Cuando escuche la palabra "mordiste" recordé ese momento cuando el tipo mordió mi muñeca, de inmediato mire hacia mi mano y pude ver la herida, no había sido un sueño al parecer.

    —El tipo aburrido parece que si tenía hambre— mire de nuevo hacia mi alrededor y pude ver al tipo aburrido, y al que solo gritaba para luego ver a la chica también a mi lado. —¿Estamos en una orgía?— En ese momento aún no podía entender nada, y por alguna razón tampoco sentía miedo.
     
    Última edición: 7 Marzo 2022
    • Gracioso Gracioso x 3
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
    • Creativo Creativo x 1
  5.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    9,979
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Altan Sonnen

    Había algo de paz en la muerte, ¿no? En la nada que nos alcanzaba, como cuando se caía inconsciente o te mandaban a negro, la agonía inicial poco o nada importaba, porque cuando el silencio se hacía, la oscuridad te tragaba y no te regresaba hasta tiempo después, a veces lamentabas que el ruido del mundo y de tu propia cabeza hubiese regresado. Era un pensamiento nefasto, no era digno de un suicida, pero sí de una persona que no tiene demasiado afecto por la vida y quizás, a pesar de haber habituado a los tonos grises con los que veía el mundo, ese era el caso.

    Sin embargo, esta vez cuando genuinamente creí que iba a palmarla allí con una loca líder de una secta que consumía sangre humana por amor al arte no fue el caso, para nada. La negrura donde no existía nada más se desvaneció, el dolor inicial fue casi imperceptible pero comenzó a escalar y creí reconocerlo, la forma en que se proyectaba, y si alguien me decía que me estaba ahogando con mi propia sangre era posible que me lo creyera.

    Asfixia, ¿con qué y cuándo?

    La oscuridad que había sido un arrullo se transformó en una suerte de monstruo, tomó formas extrañas, me encajó los colmillos en la carne y el frío, punzante, se filtró de mis extremidades al centro del pecho. No importó qué tanto quise pasar aire a los pulmones, no hubo forma, y pensé que allí estaba mi condena por fin, luego de todo lo que había hecho siendo un puto crío, allí estaba mi sentencia.

    Incorregible.

    Sin redención.

    No puse resistencia, sabía cuándo no tenía caso que lo hiciera, y cuando la penumbra comenzó a retroceder me pregunté cuáles eran realmente la posibilidades de no haberla palmado de la puta loca de Anka me había perforado una arteria. Me pesaba el cuerpo entero, como si se me hubiese quedado atado por completo al vacío de la muerte y al conseguir abrir los ojos me costó enfocar cualquier cosa apenas unos centímetros más allá de mis propias narices. Reconecté con mi cuerpo con bastante delay, moví los brazos y alcé la mano para enjuagarme los ojos, siendo que la máscara había quedado vete a saber dónde.

    Ni siquiera sabía qué día era.

    Solo después de eso puse comenzar a enfocar el mundo, la forma en que habían dispuesto nuestros cuerpos con la pared, esperando claramente, y encontré la silueta de la rubia allá en su trono, porque no podía ser de otra forma. Tosí, comprimí los gestos y pasé saliva varias veces, en un intento por deshacer el gusto a muerte que tenía pegado en el fondo de la garganta.

    —Bonito espectáculo. La parte de resucitar muertos viene siendo lo mejor hasta ahora, doctora Frankenstein —comenté por lo bajo todavía sin levantarme y se me escapó una risa ronca, vacía que daba gusto. No me interesó demasiado modular el hartazgo mezclado con agotamiento que sentía en el cuerpo y paladeé el gusto que no se me iba de la boca—. ¿Nos diste una cucharada de muerte concentrada luego de medio matarnos o cómo estuvo? Así deben sentirse los buitres cuando despiertan cada mañana.
     
    • Fangirl Fangirl x 5
    • Ganador Ganador x 1
  6.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,937
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Bleke Middel

    Estaba habituada a ese silencio, esa paz ficticia. Se cimentaba en hielo y así la luz lograra filtrarse, lo hacía envuelta en un halo pálido y ajeno. Era un recuerdo constante de que nada me pertenecía, de que mi propia sangre me había condenado desde el principio; no mi nacimiento, sino mucho antes. Antes de papá, del abuelo y quien lo antecedió. En medio de mi locura disfrazada había intentado rastrearlo pero ¿adónde llegué? ¿Mediados del siglo XVI? ¿Me servía de algo concederle fecha y lugar a lo que lisa y llanamente era un delirio en sí mismo?

    Como fuera.

    Fue desesperante, para qué mentirnos. No estaba acostumbrada al dolor físico, primero hormigueó en mi cuerpo y luego llegó a quemarme por dentro. Lo peor de todo, sin embargo, fue probablemente la incapacidad de reaccionar a ello. De gritar, retorcerme o arañar. Irónico, se viera por donde se viera, luego de una vida entera manteniéndome impasible frente a todo lo que aconteciera. Frente a los moretones ocultos de mi prima, el orgullo ridículo del abuelo, la rebeldía desesperada de mi hermano y la tristeza silenciosa, esa que casi se confundía con indiferencia, en los ojos de papá. Nunca demandé razones, nunca exigí cambios. Sólo intenté llevar la vida que me garantizara la menor cantidad de problemas.

    Al final del día sólo había sido una cobarde, ¿cierto?

    Una voz comenzó a revolverse en la oscuridad, cuando fui consciente de que el dolor lacerante amainaba. Tomó forma poco a poco, la reconocí como masculina y, también, que no la recordaba de nada. Me recibió la habitación de la jodida locura, del piso bañado en sangre y la demente drenándonos hasta dejarnos hechos unos cascarones. Hasta matarnos. La idea me golpeó de lleno y me tensó el cuerpo, intentando compaginar la realidad con mi propio tren de pensamientos. ¿Qué hacía pensando, en un primer lugar?

    ¿No había... muerto?

    Reconocí a Anka, a Preston, la chica de la biblioteca y quien, supuse, era el sujeto de la máscara de cuervo. El mismo que no paraba de hablar. Fruncí el ceño, hastiada, y me incorporé con cierta dificultad. Sentía el cuerpo extraño, cada fibra, desde el cabello hasta la punta de los pies. Lo sentía impropio, como serpientes habiendo mudado de piel. Me llevé una mano al rostro, arrastré la máscara hacia arriba y la dejé caer al suelo. Me bajé de los tacones, también, y el borde de la falda acarició la losa. Se había bañado en sangre.

    Qué pena.

    —Ya calla un poco —me quejé en voz baja, noté la voz pastosa y pasé saliva, algo mareada. Clavé la vista en Anka—. ¿Y bien? ¿Qué es todo esto?
     
    Última edición: 7 Marzo 2022
    • Fangirl Fangirl x 7
  7.  
    Domenica

    Domenica bloody countess

    Sagitario
    Miembro desde:
    25 Marzo 2016
    Mensajes:
    116
    Pluma de
    Escritor
    .PRESTON.
    A decir verdad, la muerte era exactamente como la imaginaba.

    Desde que me había desarrollado en el mundo de la mafia, sabía que me había ganado una plaza en el infierno. El dinero fácil se obtiene una vez que le vendes tu alma al Diablo, y una vez que le abres la puerta, nunca más la vuelves a cerrar aún cuando más lo desees. Yo había visto a muchos hombres morir con mis propios ojos, había pagado a sicarios para que ejecutaran su tarea limpiamente sin hacer preguntas, había torturado hasta hacer suplicar a cualquiera que se osara a desafiarme o romper las reglas que los Carter habíamos establecido.

    Así que sabía que este infierno cargado de torturas era lo que yo merecía.

    Padecí por un tiempo que pareció una eternidad del dolor inclemente, pedí misericordia apretando mis dientes mientras sentía cómo arrancaban la piel de mi carne, dejándome hecho jirones, como un monstruo grotesco de sangre y carne viva. Si hubiese podido moverme, tal vez me hubiera defendido, pero me tenía merecido todo ese dolor.

    Y, de la nada, despareció... ¿a qué lugar del infierno había llegado ahora?

    Abrí mis ojos al sentir un subidón de energía, como despertar de un largo letargo que me recargó por completo. Lo primero que hice fue mover mis manos, abrir y cerrar mis puños para asegurarme de que mi cuerpo respondía a mis pensamientos. Me levanté del suelo y contemplé todo a mi alrededor, repentinamente excitado por la idea abominable de que seguía con vida. ¿Estaba vivo? ¿O Anka también formaba parte de mi infierno?

    —¿Qué has hecho? —murmuré hacia Anka, contemplándola mientras ella parecía inquebrantable, todos reclamábamos respuestas.

    Bleke Middel también, y una parte de mí se alegró de que ella siguiera con vida, otras dos personas también estaban vivos, ¿qué estaba sucediendo?
     
    • Fangirl Fangirl x 8
  8.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    7,815
    Pluma de
    Escritora
    Enya

    Abrió ligeramente los ojos; se sentía extraña. Por un momento se quedó allí, intentando definir el techo que ahora observaba junto con la música de órgano; como en las catedrales. Fue cuando intentó moverse que sintió las paredes a su alrededor; estaba en un ataúd, aun sin tapa. Sintió temor al pensar en ser enterrada viva, aun estaba a tiempo de poder escapar, por lo que levantó su espalda, sentandosé mientras observaba a Isha junto a otro hombre. Y fue entonces que recordó las últimas palabras de Isha. Pensando que moriría allí mismo.

    Talló su rostro con las manos, sabía que aquello no era un sueño; pero aquel movimiento la tranquilizaba. Separaró sus manos del rostro y no podía creer lo que veía.

    —Mis manos...— logró decir en voz baja mientras veía unas manos que no había visto en años; sólo reconocía que eran suyas porque aun portaba el anillo de compromiso de Noah; un anillo que no se había quitado a pesar de todo, pues siempre le agradó mucho más que el de bodas.

    Levantó la vista, seguramente se podía notar la incredulidad en su rostro. Abrió la boca pero no pudo expresar palabras. Volvió a mirar sus manos para después con ellas buscar su piel en el rostro, esta vez tocándola con delicadeza, sintiéndola a detalle, deslizando sus dedos hasta llegar a su cabello; el cual llevó hacia delante para verlo. Negro como la noche; el blanco había desaparecido.

    Levantó la mirada a Isha —Me has negado la muerte. ¿Por qué?

    Aun no podía creer nada de lo que sus ojos veían. Nada tenía sentido; pero si era verdad... jamás volvería a encontrarse con Noah.

    Sus ojos comenzaron a nublarse ligeramente, mientras apretaba con fuerza sus puños; de nuevo era joven, de nuevo sentía que no entendía la vida la cual creía ya tener estudiada. Nuevamente estaba perdida, y ante ella, tenía a los ojos que podían guiarla a encontrase nuevamente.
     
    • Adorable Adorable x 4
    • Sad Sad x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  9.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

    Tauro
    Miembro desde:
    20 Julio 2015
    Mensajes:
    6,296
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Espero extrañaran los tochos de esta cría, porque sin querer queriendo genero muchas palabras al escribir con Gianna añslkñdkfsdf

    Gianna Fiore

    Entre todas las cosas que me pude haber preguntado alguna vez, creo que el cómo se sentiría estar muerta no entraba entre ellas, sorprendente teniendo en cuanta que pasaba reflexionando sobre muchas cosas y la muerte era tentadora en cuanto a investigarla se trataba... pero... no. Creo que nunca lo pensé, porque poco y nada quería estar muerta, estaba lejos de ser de esos fanáticos raros del dolor, no me agradaba para nada y por eso mismo solía cuidarme incluso cuando varías veces pecaba de desinteresada. Vivía por y para mi curiosidad, al menos en aspectos generales, porque nada más me motivaba. Luego tenía deberes que cumplir: Estudiar, limpiar mi cuarto, ayudar a mi madre, cuidar de Manon... entre otras varías cosas, pero en realidad poco me importaba la mayoría de ellas.

    Era ociosa a morir, podría decirse. Algo satírico tomando en cuenta mi actual situación.

    La vista se me había ido a negro por completo, como un desmayo, conocía la sensación. Nunca me gustó en realidad que me extirparan sangre, el olor me desagradaba y el color rojo siempre me alteró en mayor o menor medida, por eso tampoco me agradaba verlo en ropa. Detestaba el rojo en la ropa, el vibrante, el similar a sangre fresca...

    El dolor fue horrible por un momento, sentí mi cuerpo retorcerse mientras creía estar entre lo ligero y lo profundo, la transición de despertar al dormir, por ponerlo de alguna manera. La cosa es que era consciente, pero incapaz de controlar alguna parte de mi cuerpo, lo sentía moverse, pero en parte no podría asegurar sí por fuera solo me sacudía, pataleaba, tiré algún manotazo... o puede que no me moviera en absoluto, porque seguía estando la probabilidad de estar muerta.

    —Ahhh —suspiré profundo, el aire salió con facilidad y de repente pareció que todos mis sentidos volvieron a funcionar, por reflejo entre abrí los ojos y me erguí un poco. Sentí el suelo piedroso, el crepitar el fuego, las presencias cercanas... Dios, recién despertaba y ya llovían gritos—. Ahng... —me quejé en un tono claro, pero no por eso alto, aunque mi desagrado se reflejara a la perfección mientras mantenía mi palma sosteniendo mi frente para despejarme los cabellos de la vista que a poco iba discerniendo luces y sombras.

    Eso sí, era claro que no me demoraría en llevar mis antebrazos a los costados de mi cabeza con rapidez.

    "¡Tú! Me mordiste! Y no de una forma sexual, intentabas matarme... aunque no sé como rayos estoy vivo, pero me darás explicaciones ¿Quién eres? ¿Qué pretendes con estas personas? ¿Dónde está Ramón?" Gritaba el hombre y yo no demoré en clavar la vista en su nuca sin pudor alguno, con claro desagrado. Aun con todo y mal trecha, en una cueva desagradable donde lo único apreciable era el fuego, visualicé la figura de, suponía, sería el mismo tipo con traje de vampiro que tuve la desgracia de toparme.

    —¿Quieres callarte? —subí con levedad el volumen, solo para que todos en esa cueva me escucharan bien, soné dura y plana como era de esperar. Suspiré con suavidad y corto afirmando el puente de mi nariz, frunciendo el ceño...

    Sí... abrí los ojos de repente cayendo en cuenta, había algo muy raro en todo esto... Me sentía diferente, pero no era que careciera de fuerzas... pero entonces... ¿por qué?

    "El tipo aburrido parece que si tenía hambre" Volteé a ver al hombre que habló... diablos, era enorme y hubiera preferido que se quedara recostado. Hice el ademan de echarme para atrás, pero preferí quedarme estática, no es que pudiera moverme mucho sin parecer desesperada estando sentada, de cualquier forma. "¿Estamos en una orgía?" Y aún cuando sus primeras palabras lograron darme algo de gracia, rompió cualquier pequeño avance en hacerme reír o siquiera sonreír por sus últimas palabras.

    Estaba tan boquiabierta que seguro mis ojos reflejaban bien el impacto. Y, sí, que estuviera boquiabierta significa que separaba aun con levedad mis labios. No demoré en apretar los dientes y prácticamente fruncí el ceño para fulminarlo con la mirada, descarada. La mano que se sostenía al suelo se aferró a las duras rocas, la otra la empuñé por completo. Podría incluso gruñir y todo.

    Cuánto sería capaz de dar por tener mi navaja en mano... Exhalé por la nariz cerrando los ojos, no podría entrar en desconcierto ahora y mucho menos mostrarme alterada o nerviosa, solo reflejaría más mis temores y ya llevaba muchas desventajas por ahora. Tocaba valerse de cualquier mínima elegancia femenina que me quedara. De tal forma me levanté, ordené con rapidez y precisión mi cabello y... diablos, Crow terminó por arruinar mi abrigo, claro, en su momento se interpuso en mi cuello y no tuvo cuidado en desabrochar el cierre, lo hizo trizas.

    Me crucé de brazos y dirigí mi mirada hasta la cabeza de Crow, esperando encontrarme pronto con su rostro y ojos.

    —Quiero respuestas, creo que ya te he esperado lo suficiente— Con la seriedad en la mirada hice una mueca de desagrado—, y hasta la persona más paciente tiene sus límites, ¿capichi? —finalicé lo último con total naturalidad.

    La mueca de desgrado se esfumó por completo para dar paso a una seriedad absoluta, fría y dura. "No querrás agotarme, verme en verdad cabreada..." Y aun con esa línea de pensamiento en mi cabeza sabía que no importaba lo que hiciera, era yo la que tenía más desventaja ahí dentro, pero nada sacaría centrándome en lo mal que podía terminar: Tenía que buscar mi camino hacia la victoria.

    Tenía que volver a mi hogar, o al menos salir... No... creo que era ingenuo pensar que me libraría de estos tres pronto.
    Que desgracia mas enervante.
     
    Última edición: 8 Marzo 2022
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Ganador Ganador x 1
    • Impaktado Impaktado x 1
  10.  
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Marilyn Lazfage

    A pesar que la mujer había respondido con honestidad sobre la invitación, lo cierto es que ahora más que nunca sabía que estaba a merced de algo fuera de mi comprensión y de cualquier otra persona de aquí, y escuchar su respuesta segura y tranquila, mientras me sentía aún incapaz de moverme... Simplemente implicaba que ella tenía el control.

    Cuando la oscuridad me rodeó, pude sentir como aún era incapaz de hacer algo, y dos costalazos se escucharon, no se podía omitir la presencia fantasmagórica que había ganado la mujer, y fue verla aproximarse hacia mí, con un olor fuerte al acero... A sangre, que no evité tensarme, congelarme en mi sitio y jadear nerviosa.

    El hecho que me susurrara de manera... Peculiar... Que pronto obtendría respuestas, me daba a entender que esto era mucho mayor a lo que pude haber previsto o imaginado, pronto, un par de objetos afilados, que ya sumando los detalles previos, me hizo imaginarme que eran dientes... Colmillos. Los mismos penetraron la carne y solo pude sentir un dolor apabullante, al punto que por mucho que lo deseara, no pude emitir sonido alguno, más que quejidos ahogados y poco a poco, me fui sintiendo débil hasta acabar inconsciente.

    ¿Este era el final? Pues que final tan estúpido acababa de tener...


    O al menos eso pude haber pensado, ya que después de experimentar paz, y poco después una sobrenatural agonía como si de una especie de tortura astral se tratase, me vi agobiada en todo sentido, supuse que estaba en el infierno y era el precio a pagar por mis acciones, además que eran acciones que mi supuesta familia se había ganado, solo les había dado una cucharada letal de su propia medicina.

    Pero para cuando me di cuenta, no solo ya estaba saliendo de una agonía aplastante, si no que poco a poco la realidad regresaba a mi, y el sonido de un órgano estaba presente, parecía tocar una pieza clásica... De hecho, trágica. ¿Era la Marcha Fúnebre? ¿Pero qué demonios?

    Me quejé a nivel de gemidos mientras poco a poco iba despertando al cien, llevando mi mano derecha a mi frente y fui irguiendome poco a poco cuando, después de un par de pestañeos, miré alrededor, incrédula.

    Me quedé congelada un instante, solo volteando con los ojos, estábamos en una especie de catedral y un hombre parecía maravillado por nuestro despertar, o al menos es lo que supuse de primera mano, al desviar mi vista hacia la responsable del órgano, pude ver qué se trataba de la misma mujer de antes.

    Sin poder entender, me llevé inconscientemente una mano al cuello, ahí donde me había mordido, y pude sentir dos puntos, el comentario de la anciana... Oh, espera. ¿Ella era la anciana? Miré a la misma unos instantes, visiblemente sorprendida y regresé la vista ahí donde el dúo de condes se hallaban.

    Ay... Carajo... Esto tiene que ser una jodida broma.

    —Esperen, esperen—. Anuncié, mientras me percataba que nos habían dejado en unas especies de ataúdes, bastante... Lindos, cabe decir.
    >>¿Me van a decir que ahora somos..?

    Y me volví a interrumpir, es que era tan extraordinario e increíble que aún a pesar de todo, me costaba acabar de asimilarlo, de entenderlo e incluso de creerlo. Debía estar muerta ya, es que de otra manera no lo entendía... Pero... Las marcas.
    —Pero... ¿Porqué?—. Pregunté ahora más confundida que asustada—. ¿Porqué hacernos esto?

    Si bien eso podría pasar como repetir la pregunta de la otra mujer, lo cierto es que estaba tirando más a entender qué ganaban ellos con elegirnos de semejante manera. En un momento había caos... Y ahora... Esto. ¿Qué clase de razón poderosa podría haber detrás para otorgarnos semejante cosa?
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Adorable Adorable x 1
  11.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,836
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Caro Ainsworth

    Morir había sido menos doloroso de lo que había esperado. Si lo miraba en retrospectiva, de hecho, hasta podía considerarme afortunada. No todo el mundo tenía la oportunidad de asimilar su muerte antes de sufrirla, ¿verdad? También era cierto que morir a los veinte no había sido exactamente mi plan de vida, pero quizás uno no podía controlar todo lo que le fuese a suceder.

    Al principio fue cómo había esperado: oscuro, silencioso y tranquilo. Fue como ese remanso de paz que siempre había deseado, el merecido descanso que había estado buscando con tanto esfuerzo a lo largo de mi vida. Luego se volvió doloroso, insoportable, como una jodida tormenta que había estado acechando durante la calma. Quemaba, arañaba, y me hacía querer gritar a pesar de ser incapaz de encontrar mi voz.

    Era imposible darse cuenta en medio de aquella vorágine de sufrimiento, pero la misma solo podía significar una cosa: no había muerto. No tenía ninguna clase de sentido, no cuando había sentido hasta la última gota de sangre desprenderse de mi cuerpo, pero menos sentido tenía estar asfixiándose después de la muerte.

    La calma llegó, una vez más, sin ninguna clase de previo aviso. Y, con ella, también recobré la conciencia. El desesperante dolor había desaparecido, pero mi cuerpo se sentía extraño, como si hubiese despertado de alguna especie de coma... o de la muerte misma, claro. Me costó un poco recuperar por completo el sentido, pero cuando lo hice, también recordé todo lo que había pasado en la mascarada y el hecho de que... se suponía que no tenía que estar viva.

    Abrí los ojos con pesadez, pestañeando un par de veces, y me erguí hasta quedarme sentada en el suelo. Las voces del resto me habían llegado embotadas, y aun así logré distinguir las palabras de cada uno, notando como una especie de risa se me escapaba de los labios por el comentario de la otra chica. Seguía siendo la chica de la biblioteca, ¿verdad? Iba a tener que preguntarle su nombre, dadas todas las circunstancias.

    Me llevé las manos a las sienes, masajeándolas con delicadeza, y me quité también la máscara para dejarla caer a un lado de mi cuerpo. Seguíamos en la maldita mansión, ¿pero cuánto tiempo habíamos estado... muertos? Posiblemente tenía las mismas o más preguntas que los demás, todas para aquella mujer rubia que nos miraba desde su trono como si fuésemos alguna especie de espectáculo, pero la más básica ya se la habían formulado y solo tocaba esperar por su respuesta.
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Adorable Adorable x 1
  12.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    430
    Pluma de
    Escritora
    upload_2022-3-12_7-40-55.png

    upload_2022-3-12_7-42-20.png
    Crow aguardó pacientemente a que sus tres Vástagos abrieran los ojos. Estaba preparado para las reacciones más extremas pero no pudo evitar sorprenderse ante el intercambio que tuvo lugar frente a él.

    Responderé todas vuestras preguntas.— Afirmó, mirándolos alternativamente.— Para empezar, Nick, sí. Os maté a los tres. Pero era necesario para vuestra... Conversión.
    No es una orgía, Ragnar, lo siento.
    —Sonrió de medio lado. — Se avecina una guerra y os elegí para que seáis soldados y no víctimas.

    Dejó escapar un largo suspiro mientras meditaba sus próximas palabras. No tenía costumbre de tratar con otros más allá de Isha y, en ocasiones, Leo por lo que su don de palabra era más bien pobre.

    Ahora sois como yo.— Explicó, mostrando sus dientes y garras de forma elocuente.— Vampiros, vaya.

    Slam Hitomi-chan Mori

    upload_2022-3-12_9-9-26.png

    Anka tenia una amplísima experiencia creando vástagos pero, a pesar de ello, su paciencia no era infinita.
    Aguardó a que todos terminaran de sorprenderse por su no muerte y se puso en pie.
    Bienvenidos al mundo real, niños.— Saludó, con una amplia sonrisa que mostraba sus colmillos. — Ahora que habéis despertado es mi turno de ilustraros a cerca de él y vuestra condición de supremacía.
    Se volvió hacia la puerta cerrada con una mueca de hastío y, nuevamente, observó a sus preciadas adquisiciones con altivez.
    Ahora sois miembros de mi clan. Os he regalado el don de la inmortalidad. Seguidme y conoceréis un poder con el que jamás osasteis soñar siquiera.

    Juniper Gigi Blanche Domenica Amane

    upload_2022-3-12_9-28-59.png
    Envuelta en sombras descendió como una aparición hasta situarse junto a Leo y los ataúdes. Extendió su mano para ayudar a las mujeres a salir una a una y sonrió con calma, transmitiendo ese mismo sentimiento a todos a su alrededor.

    Chicas listas.— Susurró, alabando sus conjeturas. Que tanto Enya como Marilyn hubieran llegado a una conclusión tan acertada le ponía las cosas más fáciles. — Bienvenidas a la vida eterna... O casi.— Se volvió hacia Enya haciendo énfasis en el casi. — Hay unos cuantos detalles que debéis conocer sobre nuestro estilo de vida antes de salir de aquí.

    Amelie Gigavally madarauchiha
    upload_2022-3-12_10-5-58.png

    Seth frunció el ceño, la paciencia no era una palabra que figurase en su vocabulario personal y aquellos vagos no parecían con ánimos de moverse.
    ¿Cómo podía haber elegido tan mal?
    Probablemente por impulso, como todo.

    Soltó un improperio al ver voltearse a André y se puso en pie de un salto.

    He dicho que es hora de despertar. — Exclamó entre dientes. Pateando con su bota militar el costado del hombre. — ¡No os he otorgado tiempo infinito para pasarlo durmiendo, panda de vagos!

    rapuma Red Kuno Vizard
     
    Última edición: 12 Marzo 2022
    • Fangirl Fangirl x 6
    • Gracioso Gracioso x 2
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
  13.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

    Géminis
    Miembro desde:
    1 Enero 2010
    Mensajes:
    3,503
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ragnar


    Cuando la mujer a mi lado despertó, pensé que gritaría asustada o algo, después de todo estaba dentro de una cueva junto a 3 hombres mientras ella estaba inconsciente, pero para mi sorpresa y por sus palabras parecía tranquila y hasta desafiante con el tipo aburrido -¿Se conocían?- . Intercambie miradas entre ella y los otros dos sujetos hasta que escuche la voz del "aburrido".

    "
    Responderé todas vuestras preguntas.— Afirmó, mirándolos alternativamente.— Para empezar, Nick, sí. Os maté a los tres. Pero era necesario para vuestra... Conversión.
    No es una orgía, Ragnar, lo siento.
    —Sonrió de medio lado. — Se avecina una guerra y os elegí para que seáis soldados y no víctimas.
    "

    -LOS MATÉ A LOS TRES- En cuanto mis oídos escucharon eso sentí como mi cuerpo se congelo, no podía estar muerto, ese lugar húmedo y oscuro no podía ser el Valhalla de los relatos de mi abuela, y esa niña delgada y pequeña no era para nada una valquiria, y muchos menos esos dos tipos frente a mi tenían pinta de guerreros o algo mínimamente cercano.

    Aún algo mareado y confundido me puse por completo de pie y trate de despejar mi mente para poder entender lo que el "aburrido" estaba diciendo .

    —¿Conversión?— Hablaba más para mi mismo que para los que estaban junto a mi en ese momento —¿Guerra, soldados, victimas?— Fije la mirada en el "aburrido" y avance un par de pasos hacia él, no pude evitar recordar el momento cuando lo golpeé y fue tan inútil como si mis puños fueran de algodón y él de hierro puro, tal vez pasaría de nuevo lo de aquella vez, pero si ese tipo decía que me había matado y yo aún seguía en este mundo no me quedaría quieto.

    "— Ahora sois como yo.— Explicó, mostrando sus dientes y garras de forma elocuente.— Vampiros, vaya."

    Ver sus dientes seguidos por esa maldita palabra -vampiros- me hizo estremecer, ese tipo no me había asesinado como dijo, si mis ancestros y abuela hablaban con la verdad, él me había vuelto en un ser indigno de regresar con mis ancestros, el Valhalla era un sueño ahora imposible, jamás podría morir con honor y valentía si ahora era "esto".

    Sin pensarlo acorte los pasos que me alejaban de ese tipo y lo tome por el cuello para acercarlo a mi y verlo directamente a los ojos.

    —¡Yo tengo familia!— Como casi nunca antes, mi voz salió más grave de lo normal —Mis padres me esperan en casa, mis hermanos y sobrinos esperan también que yo regrese junto a ellos— Apreté un poco más el cuello del tipo aunque tal vez fuera inútil, dentro de mi comenzaba a formarse una mezcla de rabia y tristeza, no pude evitar pensar el como no podría ver el nacimiento de mi nuevo sobrino, ni jugar de nuevo con esos pequeños que cada vez que me veían sonreían y gritaban mi nombre mientras me pedían los persiguiera y ellos se escondían en algún lugar de la casa.
    Mi padre seguramente esperaba que yo lo entrenara para ponerse en forma, mientras mi madre se reía de él y le preparaba algún pastel para que él cayera en la tentación de su comida de nuevo.
    —...Yo no puedo dejarlos así— Lentamente afloje mi agarre sobre el "aburrido" y pude sentir como mis ojos se comenzaban a humedecer —Mi familia...— Miré los ojos de ese tipo intentando buscar al menos una señal de que todo fuera mentira, y solo nos hiciera una mala broma.
    No le temía a la muerte , y se que de morir, mi familia lo aceptaría y aún con dolor seguirían adelante con la esperanza de que en el futuro nos volveríamos a encontrar, pero si yo estaba junto a ese tipo y convertido en -vampiro-, mi familia no tendría un cuerpo que llorar, ni la seguridad de que yo estuviera muerto, y simplemente estarían pensando en mil posibilidades que solo los haría sufrir más, y eso era lo que no deseaba, además de que ahora sabia que encontrarlos después de morir, seria imposible para mi.
     
    • Sad Sad x 5
  14.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    7,815
    Pluma de
    Escritora
    Enya

    Tomó la mano de su interlocutora y salió de aquel ataúd, más que por decisión propia, fue por una especie de trance que la llevó a tomar aquella mano en la cual aun no confiaba; era un sentimiento extraño, uno de los tantos que habían rondado en ella en esos momentos. Enya miró a su ahora compañera que también había hecho preguntas, era consciente de que las seguían mareando para no ser concretos con las respuestas; se comenzaba a impacientar, algo que se comenzaba a notar en su mirada y falta de sonrisa.

    —¿Unos cuantos detalles? —preguntó cruzándose de brazos; más que un movimiento desafiante, fue una manera de sentirse protegida en un abrazo propio — No me seduce el discurso romántico o me sorprenden los intrincados juegos de palabras; pero admito que soy alguien con mucha curiosidad, no quiero saber unos cuantas cosas— miró a su compañera que también estaba despierta a su lado— necesitamos una basta explicación —volvió a mirar a Isha —quiero saberlo todo.

    Su hambre por conocimiento era mucho mayor que cualquier atisbo de miedo que pudiese sentir.
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Ganador Ganador x 2
    • Impaktado Impaktado x 1
  15.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

    Tauro
    Miembro desde:
    20 Julio 2015
    Mensajes:
    6,296
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Gianna Fiore

    Sería un chico bastante... ¿ambivalente? Entre la melancolía y la preocupación, entre risas y sorpresas, no importara qué emoción tuviera, parecía cargar consigo una calma bastante... inquietante. Me daba mensajes contradictorios, diferentes a los que podría darme Manon, que en verdad siempre fue bastante sincera y genuina y solo me causaba desconcierto cuando decía mentiras piadosas, pero a ella podía leerla con una facilidad absurda debido a la trasparencias de sus expresiones. Papá y mamá siempre eran más honestos que mentirosos, era claro que se comportaban acorde a nuestra edad y mediaban algunas palabras o buscabas formas de decir realidades de manera más amable, compasiva o tan solo censurada.

    El mundo era cruel y el dolor algo difícil de soportar... Exhalé suave por la nariz librándome de un par de nervios, batiendo los ojos con delicadeza y pesadez y absteniéndome de tocar el puente de mi nariz, pero sí que terminé por ladear la cabeza más que nada con cansancio mental. No demoré en alzarla desde mi lugar, aun con brazos cruzados, mirando con seriedad al idiota este... Claro, nos respondería todo, pero bien que se tomaba su tiempo el cabrón: No todos éramos tan paciente como tú, querido. Me saqué la máscara con un movimiento ágil que no llevó tiempo, la miré con mi rostro serio y la dejé caer por ahí. Que nos había matado, decía... pero seguíamos... vivos, ¿no?

    No le vi importancia al objeto y lo tiré con cierta fuerza lejos, a mi costado derecho que tan solo daba al lado de la pared, y aunque no fui brusca aproveché la presión del momento para descargar un poco de la furia contenida. Que no era una orgía, decía, lo miré entrecerrando un ojo y ya sin los brazos entrelazados, pero ganas de empuñar las manos no me faltaron, aunque me contuve tragándome el suspiro para verlo con seriedad por rabia o desagrado. Este sentimiento de calma rara se incrementó cuando habló de guerras. Mi expresión pasó a ser una de total intriga, sin perder el porte, ni una cosa que no fuera curiosidad y oscura tranquilidad seria bañó mi expresión...

    Una guerra... ¿Por qué habría una guerra? Peor aún, ¿de qué servían personas aleatorias como nosotras para ella? Era predecible con el grandulón, pero con el borracho y conmigo... ¿qué sacaban con nosotros, carne de callón? Cómo si fuera a permitir algo así.

    Apreté mis puños con suavidad ante la sensación de amenaza, sin dejar que la furia tiñera mi estoicismo, pero sí que miré de reojo al enorme hombre que se acercó un par de pasos hacia Crow... Y Crow dijo que éramos vampiros, volví sostener sus ojos sin temor algunos, frunciendo la nariz y mostrando un poco los dientes en el proceso, sin perder el ceño fruncido reflejando así mi desconcierto.
    —¡Ah! —solté super despacio, me erguí un poco por la sorpresa al ver al grandote fornido tomar a Crow de la camisa. No me gustaba para nada aquella actitud, pero sí de por sí nada sacaba por meterme, sus palabras me llegaron directo al cuerpo y me dejó paralizada, con mi vista seria fija en su persona, mientras mi organismo se mantenía atento a cualquier posible amenaza. Mientras oía como su voz se quebraba de a poco miré a los costados: Un borracho que ahora era un genuino vampiro, piedras... palos en llamas...

    No era buena opción y cerré los ojos, fruncí los dientes y volteé el rostro con precisión, casi como sí hubiera recibido alguna bofetada, hasta chistee la lengua con sutileza y todo, empuñando mis manos ahora si que con fuerza. ¿Por qué me preocupaba? Bueno, quemarme las manos por dañar a otros no sería nunca la mejor primera opción... aparte... no atacaría a menos que otros lo hicieran primero. Di un suspiro agotado, sonoro, con una mezcla de frustración y suavidad, de paso me despejé el cabello del rostro y mi mirada quedó fija en el grandote, había decidido hablar.

    Titubeé un poco, pero eso solo se reflejó en que abrí un poco los labios, los volví a cerrar y al soltar un apenas audible "Uhmmm" cerré los ojos colocando las manos sobre mis caderas, cabizbaja, abatida y conflictuada.

    —¿Seguro que quieres volver a casa? —quise hablar fuerte y firme, pero al final tuve que optar por la suave y tranquila voz, esa que era de un tono bajo de por sí, pero en el vacío y eco de la cueva, donde me acompañaba el crepitar del fuego, seguro podrían escucharme a la perfección... Miré el suelo rocoso con la mirada entornada, por primera vez en mucho tiempo, sí es que no era la primera... sentía... este desconcierto en mi corazón.

    Sentía algo... y no quería sentirlo.
    >>Uhnqm... Ah...— Inhalé y suspiré. No era buenas con las palabras, tampoco buscaría reconfortar a alguien con ellas, porque... quisiera o no me era imposible ver las cosas de otra forma que no fuera... la realidad: Lo que ocurre y lo que podemos hacer en base a todo eso. ¿Era soñadora? Me gustaría creer que sí, que algo tenía que pudiera compartir con Manon... pero tenía claro que era muy diferente al resto.

    Ya no tenía sentido intentar encajar, aparentar, sufrir y martilizarme por todo lo que cargaba dentro. ¿Podríamos volver con nuestras familiar?...

    Yo también quería volver, era mi hogar, mi único gran refugio y solo ahí tenía la seguridad... de que no importara lo que ocurriera... podría salir. Podría protegerme, sobrevivir... desaparecer, renacer, lo que fuera necesario... para poder vivir.

    Caminé entonces sin alzar el rostro, pero con la rectitud de cualquier daba antigua que llevara libros sobre su cabeza. No quería mirar a nadie a la cara, ni siquiera quería ver la cueva, por lo que solo mantenía los parpados alzados lo suficiente para distinguir sombras y limites. Me posicioné al lado del hombre y, sin mucho esfuerzo, alcé la mano sin mirar al costado, solo el suelo que tenía al frente... Toqué su hombro con la palma extendida, con firmeza... Suspiré pesado otra vez.

    ¿Qué podría decir? Era... un hombre con el orgullo herido, fuerte, pero... Exhalé con una suave sonrisa en los labios, una que tal vez por lo cabizbaja ellos no alcanzarían a verla. Era como Manon, solo pensarlo era hilarante.

    —Créeme, no querras volver...— Y cuando volví a alzar el rostro retrocediendo de paso en dirección opuesta a su lado derecho... Mi rostro era serio, el de siempre, a brazos cruzados... ¿Me vería agresiva? ¿Demandante? Puede que la frialdad nunca me abandonara, pero... por dentro ahora me sentía más tranquila y, por alguna razón, quería ayudarle... ¿Por qué? Poco importaba, la verdad, podía ser incluso por mero aburrimiento o una estrategia compleja de mi inconsciente por buscar un escape a esta locura. Ladeé la cabeza alzando más el mentón, para demostrar cierta provocación, con mi mirada decidida, ceño fruncido con firmeza y voz suave y tranquila, grave—. ¿O quieres que tu familia te vea como estás ahora?— Y me torné agresiva, viéndolo con los ojos de pies a cabeza sin ocultar mis intenciones, mis gestos agarraban con tranquilidad toque de agresividad con claras intenciones de herirle aun más el orgullo—. Destruido no solo por fuera, al ser vencido por esta criatura de acá —apunté con bruzaquedad con la cabeza a Crow, siendo cada vez más seria—, sino que también destruido por dentro, llorando y dándote por vencido apenas todas tus esperanzas fueron pisoteadas y masacradas...

    Había terminado con las manos en la cintura y un poco inclinada hacia él, con las piernas algo separadas para tener firmeza sobre el suelo y le sonreí con clara sorna, sosteniendo sus ojos que, bueno, eran de un color precioso, para qué negarlo.
    >>Vampiro o no, lo que quieras ser o no...— Me alejé de el irguiendo mi espalda como correpondía, pasando una brazo por sobre mi torso y mirándome las uñas "sucias" de mi otras mano, como sí ahora me desinteresara y fuera más importante mi propia apariencia, mientras los ojos relajados y al sonrisa ladina seguían adornando mi agotado rostro—, yo si fuera tú...— Y dejé caer mi otra mano sobre mi brazo, quedando así con ambos cruzados sobre el vientre con relajo, pero mi mirada sobre la del grandulón era seria, fija y sin pizca de bromas, ni siquiera enfado: Pura y dura sinceridad—, no querría volver a verles la cara...— Y cerré los ojos, cabizbaja, meditando...

    "No cómo estas ahora, al menos" Cruzó por mi cabeza, pero no me nacía decirle eso. Me crucé otras vez de brazos sobre el pecho y miré con reproche a Crow.
    —¿Cómo que una guerra?— Y esta vez mi boca hizo una mueca con clara furia, a pesar de que seguía hablando más bien monocorde—, ¿quién te dijo que queríamos participar en toda esta... basura? —solé lo último en un suspiro que me provocó cerrar los ojos y ladear la cabeza. Lo volví a mirar, seria—. No quiero oírte llorar por ningún error que cometamos, ¿oíste?— Y tras lo último mi voz volví a tornarse agresiva—, porque tú nos metiste deliberadamente a esto y ahora tú tendrás que encargarte de todo lo que eso implica: Incluso disculparte con nuestras familias....

    Y esta vez yo me acerqué a él, le agarré la camisa del cuello y lo jaloneé para que se agachara todo lo que estimara yo conveniente, para susurrarle cosas con mi mirada fija en sus ojos tranquila.
    >>Y cómo me entere que alguno de los tuyos o cualquier otro desgraciado le pone una mano encima a la mía... Uhmm— Exhalé tras susurrar eso y lo solté, dejándolo ir a ojos cerrados y liberándome de cualquier agresividad por mi parte. No tenía sentido amenazarle, porque ahora mismo él era el más fuerte entre nosotros... por ahora. Lo miré seria y me crucé con tranquilidad de brazos—. Cuida tus pasos, Crow... porque no estaré lejos de ti...

    Ni para bien, ni para mal: Era el responsable, porque bien podría haber sido mejor dejarnos morir.

    Que se hiciera cargo, vamos.
    No podías ser tan horrible...
    ¿Cierto? Dijo que era un monstruo peligroso y qué se yo, que me lo demostrara de una puta vez, entonces, que su pasividad me empezaba a cabrear un montón. No es que quisiera que me maltrataran, sería mucho peor eso... pero es que simple y llanamente... este chico era desesperante.

    Aunque, bueno, ¿había alguna vez soportado a otro ser humano? Ni a mí me quería.
     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Ganador Ganador x 1
  16.  
    rapuma

    rapuma Maestre

    Géminis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2014
    Mensajes:
    3,874
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    André

    Jeje, era coña.

    Suelto entre bostezos y sonidos guturales de estiramiento mientras sentía cómo mis músculos se elastisaban con una eficacia abrumadora.

    ¿Qué otra cosa mejor que dormir y lanzar colchones prendidos fuegos por una ventana, ah?

    Estoy de malas. No solo ahora no me veré nunca más reflejado en una selfie sino que tampoco podré volver a Francia. Pero entonces entiendo que las preocupaciones que me ponen de mal de humor es simplemente porque aún esa parte humana reside en mí.

    Hostias. ¿Seguirá ese drogadicto en mí? Dios, espero que no.

    Para intentar sacar a ese humano, humano para no decir los resquicios de un ser inmundo, planteo una pregunta un poco más racional al estatus del ser inmortal que soy ahora.

    ¿Aún podemos ir de putas, no?
     
    Última edición: 14 Marzo 2022
    • Gracioso Gracioso x 5
  17.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    430
    Pluma de
    Escritora
    upload_2022-3-14_10-12-24.png
    upload_2022-3-14_10-12-46.png

    Crow aguantó estoicamente el embate de Ragnar. Su fuerza recién adquirida era bastante superior a la que poseía cuando lo atacó en el árbol aunque aún no era bastante para dañarlo realmente.

    Después de todo, Crow era de una generación superior.

    A pesar de ello, se llevó la mano al cuello fascinado con el cambio y asintió con gravedad.

    Podrás ver a tu familia cuando todo ésto acabe.— Respondió.— Precisamente por eso luchamos... Queremos un mundo más sincero, sin mentiras.

    Sus ojos brillaron por un instante ante la imagen de lo que Isha proponía cuando Gianna lo tomó por la camisa. Se dejó inclinar a su altura y la observó con curiosidad.

    Descuida.— Susurró, manteniendo el mismo tono que ella.— Ninguna de vuestras familias sufrirá daño alguno si podemos evitarlo... Y sí. Soy responsable de todos hasta que aprendáis a valeros por vosotros mismos.
    Ahora sois mi manada.


    Parecía avergonzarse de la palabra, pero tras una ligera pausa siguió hablando.

    Y tendréis que aprender a cazar.

    Hitomi-chan Mori Slam

    upload_2022-3-14_10-33-0.png
    Leo rió por la bajo ante la respuesta de Enya pero se mantuvo al margen de la conversación. Sabía que no era momento para bromas aunque le costó morderse la lengua.
    Isha por otro lado se limitó a asentir con calma y meditó su respuesta unos instantes.

    Me hubiera gustado aguardar a Crow y los suyos antes de explicarme más a fondo, no me gusta repetirme pero supongo que tienes razón. Merecéis saber. — Sonrió con calidez.— El mundo que conocíais no existe como tal, es todo una mentira orquestada por un grupo de vampiros paternalistas conocidos como la Camarilla. Ellos son quienes decidieron en nombre de todos que lo mejor era que los vampiros vivamos ocultos a pesar de ser seres claramente superiores... Es hora de terminar con eso... Y por dicho motivo estamos aquí.

    Abrió los brazos de forma elocuente.

    Ahora pertenecéis al mundo real, estáis a mi cargo y mi sangre es la que corre por vuestras venas del mismo modo que la vuestra recorre las mías. Por ahora cumpliremos con las normas impuestas pero pronto nos libraremos del yugo de la Princesa Anka.

    Escupió su nombre con vehemencia, un odio ancestral tiñendo cada una de sus palabras.

    Aprender sobre vuestras nuevas capacidades y nuestra naturaleza llevará un tiempo pero empezaremos por lo básico: La dieta.— Se volvió hacia el cuerpo aun inconsciente de Asia.— Cuando ella despierte iremos de caza.

    Amelie Gigavally madarauchiha

    upload_2022-3-14_10-49-55.png
    Cuando André volvió a abrir los ojos, Seth asintió nuevamente relajado, fulminando con la mirada los otros cuerpos mintras dejaba escapar un siseo entre dientes.

    Pero las palabras del vástago ya despierto arrancaron una carcajada que sonó más cruel que divertida en sus labios.

    Putas... — Repitió, saboreando la palabra. — ¿Sabes, André? Creo que esa es una gran idea.

    Cuando sus compañeros despertaran iban a necesitar suplir sus reservas de sangre. ¿Qué mejor forma que contratar un par de mujeres para que se metieran directamente en la boca del lobo?

    rapuma Red Kuno Vizard
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Ganador Ganador x 3
  18.  
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Marilyn Lazfage

    Miré incrédula el como la mujer descendía en sombras, como si fuese algo tan fácil como respirar. Fui ayudada por la misma para salir del ataúd y su calma de alguna manera se me contagió, como si de alguna manera su extraña influencia de La Mascarada siguiese en pie, halagó nuestra intuición, la confirmación estaba ahí aunque enarque una ceja al escuchar la parte de unos cuantos detalles.

    La otra mujer me miraba y correspondi, entre confundida y expectante, aunque era uno acompañada con tensión... Todo estaba siendo tan... Repentino.

    La escuché hablar y por una vez desde hace tanto tiempo solo me quedé bastante seria, había dicho lo suficiente y creía que yo no habría podido añadir nadamas, ya si hablaba de nuevo sería ser redundante y volví la vista hacia Isha, afirmando, estando de acuerdo en la parte de no querer conocer solo unas cosas, a ver que si las leyendas eran ciertas con eso de la inmortalidad (cosa que también ya había verificado) y pues... De por sí de un día para otro nos habían cambiado las vidas pues como que daba completamente igual ir poco a poco, la conversión estaba hecha, así que... Para que seguir actuando.

    La mujer afirmó, hablando con ciertos detalles lo que sucedía, y parecía que el mundo estaba regido por otros Vampiros de algo llamado La Camarilla y similar. Diciendo que los Vampiros, Ugh, bueno, nosotros, ya, estábamos viviendo ocultos por órdenes impuestas por ellos, y parecía que para Isha era cuánto menos algo estúpido y absurdo siendo lo superiores que somos. Por lo que la autoridad de una tal Princesa Anka debería acabar.

    Mencionó más detalles relevantes, extras, incluso, pero que unas llevarían tiempo y otros que daban un pequeño toque poético a las cosas, supongo.

    Me lleve una mano a la altura de la boca, con mis dedos tocando las mejillas, parecía que iba a llorar, pero lo cierto era que no podía controlar la risa que me provocaba esto aunque fue algo medio evidente igual, y me maldije por ello por lo que cerré los ojos y negué, volteando a ver a mi ahora compañera y luego a Leo como a Isha.
    —Perdonen, es que... La parte de que el mundo no es como lo conocemos y que unos Vampiros hayan impuesto cosas me hizo recordar a la famosa teoría conspirativa de que una élite es la que maneja al mundo entero. Si creo entender no es del todo así, y quieren buscar la libertad de nosotros los Vampiros. —e iba a decir que eso no resolvía la pregunta del porqué nosotras en específico nos habían elegido para esto, que sonaba a... Una guerra o como mínimo una batalla que sería de todo menos lindo y breve.
    —Esta bien, olviden lo que dije, aquí lo que quiero preguntar es... Si aquellos Vampiros que manejan las cosas se hacen llamar La Camarilla... Nosotros que estamos siendo sus contras, ¿Qué somos? Además que el nombre de "Princesa Anka" —hice la ceña con los dedos—, me suena a algo de alta gamma así que... Es... ¿La organizadora de aquella fiesta tan extraña en la que solo pude percibir genocidio en su estado más puro? Entiendo que era un especie de trampa y era para alimentarse pero... Creo que si bien entiendo lo que dices, quieres que precisamente ese tipo de eventos ya no existan si no que... Se hagan a plena luz pública sin ningún tipo de secretismo ni vergüenza por la clase de seres que somos. ¿Verdad?—. Pregunté con cierto atrevimiento, sin abandonar el porte serio a pesar que me era complicado saber cómo reaccionar, pues empatizaba de forma muy fluida y extraña con las emociones de Isha. Quería reiterar mi pregunta lo de ser elegidas, pero suponía que mientras la otra mujer despertaba, había tiempo para al menos una pregunta de mi parte, bueno, dos.

    Mierda... Esto era tan repentino y a la vez ya era momento de ir a cazar; ya te imaginarás qué, así, gratuito, que sin dudas habría preferido ser interrogada, torturada o cualquier cosa por la CIA o cualquier otra agencia existente antes que vivir esto. ¿O era lo mejor? Maldita sea.
     
    • Fangirl Fangirl x 2
  19.  
    Domenica

    Domenica bloody countess

    Sagitario
    Miembro desde:
    25 Marzo 2016
    Mensajes:
    116
    Pluma de
    Escritor
    .PRESTON.
    ¿Inmortal? Nunca antes me había planteado una posibilidad de ese tipo. Toda mi vida había creído que el sufrimiento se acababa una vez la muerte llegaba, pero ahora esta mujer me estaba diciendo que la muerte nunca llegaría. Ahora yo era la muerte.

    Tendría que estar asustado, mosqueado... pero en cambio sólo sentía excitación. Miré mis manos pálidas, sintiendo cómo de pronto me llenaba de una vitalidad que jamás pensé que llegaría a tener. Me sentía fuerte, poderoso, indestructible. Y todo se lo debía a Anka. ¿Qué había visto ella en nosotros para decidir que éramos dignos de la vida eterna? No lo sé, pero yo siempre había sido un aliado fiel. Lo fui con Duke, quien confió en mí hasta su propia vida, y haría lo mismo con Anka.

    Hice crujir los huesos de mi cuello, como si fuese eso lo único que necesitaba para finalmente despertarme para iniciar esta nueva vida, todo mi interior vibraba con una fuerza extraña, atrás habían quedado todas las dudas. Ni siquiera necesité una explicación de parte de Anka por mucho que la hubiera pedido, pero es que dentro de mí yo sabía lo que estaba sucediendo. Dirigí una mirada de reojo a Bleke Middel, analizando su rostro, y luego a las otras dos personas que Anka también había escogido para formar parte de su clan. ¿Tendrían dudas, miedo? No lo sabía, pero sería yo quien diera el primer paso.

    Tan pronto la rubia pidió que la siguiéramos, lo hice.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Impaktado Impaktado x 1
  20.  
    Ikoma-kun

    Ikoma-kun Rolero, dibujante

    Virgo
    Miembro desde:
    8 Septiembre 2013
    Mensajes:
    2,187
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Marcel Ribas

    Siempre me pregunte que habría al final de la vida, tal parecía que era la nada, un oscuro y envolvente vacío eterno....no parecía estar del todo mal, aunque si conservaba conciencia sufriría al pasar la eternidad en la total oscuridad...el aburrimiento eterno.

    Sin embargo...

    La paz fue dando paso a un gradual pero intenso dolor, invadía cada órgano y colapsando todo a su paso ¿Era esto el infierno? Algo había hecho aquel tío raro del sombrero, la intensidad del momento me hizo ver que poseía un aspecto antinatural en su dentadura...deseaba que fuesen solo imaginaciones mías. Pronto supe que ya no podía siquiera inhalar, estaba sufriendo asfixia...parecía que se trataba del fin.

    ¿O no?

    Abrí lentamente mis pesados párpados, no podía reconocer el lugar donde me encontraba, mucho menos al sentir que había bajado de una montaña rusa...esperaba no haber vomitado. Llegue a pensar que sí había un adicto entre los presentes y gracias a sus hierbas alucine de la peor forma...mierda estaría en problemas si la federación deportiva si daba por enterada que anduve con adictos.

    Podemos ir de putas...

    Ni bien había calibrado mis sentidos y podía percibir una charla entre pendencieros...aquellas voces, las reconocía.

    —Ugh...Tu...—Vi de nuevo al tipo chalado que enterró sus colmillos para ¿Matarme?—No sé qué pretendes pero si eres un admirador solo debías pedir mi autógrafo y una foto pero no esa clase de...afectos.

    Al finalizar mi vértigo veo como todo el lugar es una guarida digna de un pandillero de poca monta, a mi lado estaba...era el mismo ebrio gritón que rogaba por whisky en la barra y otro tipo desconocido ¿Que hacíamos allí?

    —De acuerdo hombre, lo acordado...quiero saber a que vino toda esa locura en la mansión ya mismo, dudo que solamente nos quieras para andar como un grupo idiotas ¿No? ¿Que tienes planeado?

    Nuevamente me sentía envalentonado, incluso con un tío con colmillos e impulsos homicidas. No le tenía miedo y era demasiado extraño...las cosas muy probablemente no iban a ser como antes. Ya no podía ser considerado un humano.
     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Impaktado Impaktado x 1
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso