Unn Cambioo,, Una Nuevaa Vidaa

Unn Cambioo,, Unaa Nuevaa Vidaa

Holaa,, bueno este es mi segundo Fanfic aunqe el otro recien lo empiezo tmb xD jajaja
Emm,, bueno... espero qe les guste,, es resultado de una noche en la qe no queria dormir (el viernes creo :D jajaja)
Acepto todo tipo de comentarios :)
Buenoo,,, aca les va el Fic...!

Capitulo 1

No lo puedo creer, ¿por que estoy aquí? ¿por qué yo? Digo, no tengo nada que sea especial, mi vida era normal, claro, hasta que Inuyasha apareció. Todo eso aparece revoloteando en mi mente cuando a penas despierto de un largo sueño. Son tantas las preguntas que hay en mi cabeza que una migraña amenaza con atormentarme otra vez por tanta confusión.


Flash Back.


Todo comenzó el día de mi cumpleaños numero dieciseisavo, estaba por ir al colegio cuando sentí un ruido en el pozo; mi familia y yo vivimos en un templo en el que hay un árbol sagrado y un pozo del que dicen que contiene almas en pena de los yokais mas malvados de todos los tiempos. En fin, como soy una persona bastante curiosa, fui a averiguar la causa de ese ruido y lo vi, en ese momento conocí a Inuyasha. En el mismo instante en que entre al templo y lo observe, Inuyasha salió del pozo y me arrastro dentro de el sin ninguna explicación y con una velocidad envidiable, casi no me habia dado cuenta.

Claro que yo me opuse pero el era mas fuerte que yo por lo que no le fue muy difícil llevarme contra mi voluntad. Fue extraño caer en el pozo, nunca antes habia sentido algo así, igualmente no vi nada ya que de tan asustada que estaba apretaba los ojos fuertemente pensando que era una pesadilla o algo así, pero, claro, solamente era la pura realidad.

No se cuando Inuyasha me tomo en brazos y salto fuera del pozo, que se parecía mas a un túnel en mi opinión. Yo esperaba sentir una caída, un dolor o algo así pero no, a fuera del pozo Inuyasha me deposito en el suelo con delicadeza. Yo seguía con los ojos cerrados y con las manos tapándomelos con fuera debido a lo asustada que estaba pero no pude evitar entreabrirlos, lo que vi me paralizo, no estaba en el templo de mi casa, no, estaba en un campo rodeado de un bosque o algo así. Cuando se me paso un poco el miedo vino una furia inmensa y una gran confusión ¿qué hacia yo ahí?

–¿Quien sos? –pregunte una pregunta tras otra–. ¿Que hago acá? ¿Donde estoy? ¿Por qué no estoy en el templo de mi casa?

–Para que así no puedo contestar. –respondió el muchacho, yo me calme un poco y solo entonces respondió–. Me llamo Inuyasha y seguis en Japón solo que en la época de las guerras civiles.

–¿¡Que, que!? –exclame alejándome de el sin poder creérmelo.

–Lo que escuchaste. –responde con una sonrisa, no agradable sino cínica y divertida, al parecer le parecía tonto que yo hiciera tal exclamación.

–¿Pero como? –pregunte dejándome caer al suelo–. ¿Quien sos? o mejor ¿Qué sos?

–No hay mucho que explicar. –replico Inuyasha perdiendo la paciencia por mis insistentes preguntas–. Yo soy Inuyasha, soy un hanyo, es decir un hombre mitad demonio. –me aclaro hablando despacio y remarcando cada palabra como si yo fuese una tonta y no lo entendiese, aunque esa parte era verdad–. Naraku me mando a buscarte, por eso estas acá.

–¿Pero quien es Naraku? –pregunte, no entendía nada, mi cerebro no procesaba lo que me decía aquel muchacho que estaba enfrente de mi, prácticamente me habia secuestrado pero si era verdad lo que decía, en esta época no iba a poder hacer nada así que me desespere.

–Ya lo vas a conocer. –respondió Inuyasha, me cargo sobre sus espaldas y se alejo corriendo rápidamente de aquel lugar. Yo no proteste, no me opuse, ni siquiera una protesta pequeña, no, solamente cerré los ojos esperando despertar de ese sueño tan extraño...



Fin del Flash Back


Abro los ojos solo por que siento que alguien me mueve intentándome despertar. Me habia quedado dormida sobre Inuyasha, siento vergüenza y un sonrojo aparece en mis mejillas. Me despierto en una habitación desconocida para mi, esta es amplia, con el piso de madera, una ventana, un mueble que dedujo que es un armario y una cama sobre la que estoy recostada. La persona que me mueve delicadamente es una mujer de pelo negro y ojos carmín. Debe de ser unos años mayor que yo, viste un precioso kimono blanco y rojo que muestra su bella figura; la muchacha es muy hermosa.

–Despiértese señorita. –me ordena con amabilidad.

–¿Quien es usted? –pregunto mientras me incorporo y me refriego los ojos con la mano derecha.

–Soy Kagura, la sobrina de Naraku. –me explico ella–. Me encargaron cuidarla, usted se enfermo cuando llego, estuvo inconsciente unos días y recién ayer empezó a mejorar.

–¿Estuve enferma? –pregunte, la verdad es que me sentia bien, normal, no como cuando me recuperaba de estar enferma, cuando eso pasaba sentia mucho cansancio y era como si aun no estuviera recuperada pero me sentia perfecta.

–Si, señorita. –afirma Kagura y luego agrega–. Aquí le traje el desayuno.

–Bueno, gracias. –dije media molesta por que no me gusta que me traten de usted.

–La dejo para que desayune tranquila y aquí esta su ropa limpia. –finaliza entregándome mi uniforme de la escuela que consiste en una camina manga larga blanca y con detalles en verde, una corbata roja, una falda verde a juego con la camisa y unos zapatos marrones.

–Esta bien. –empiezo a comer y luego me visto pero me siento algo nerviosa, no se que hacer, estoy en una casa desconocida, con personas desconocidas, ¡es una época desconocía! ¿qué hago?

–Buenos días. –me saluda cordialmente un joven interrumpiéndome mis pensamientos y entrado en mi habitación justo cuando terminaba de cambiarme .

–Buenos días. –respondo levantada y con una sonrisa–. Me llamo Kagome, tu eres...

–Bankotsu, el hermano menor de Naraku. –responde con una sonrisa encantadora que desmayaría a cualquiera.

Bankotsu es un joven muy atractivo, fue lo primero que pense; sin poder evitarlo me ruborice ligeramente. El muchacho parado ante mi es un poco mas alto que yo, de tez morena y ojos azules oscuros como la noche o mas aun, su cabello es largo y su color es negro azabache, como el mío y esta atado en una trenza que cae por su espalda.

–Señorita Kagome, Naraku la esta esperando. –anunció Bankotsu interrumpiendo mis pensamientos e ignorando mi sonrojo, por suerte.

–Por favor, dígame solo Kagome. –le pedí con una sonrisa, me molestaba mucho que me traten así.

–Con mucho gusto. –contesto el y me señalo el camino–. Por aquí.

Asentí y lo seguí. Estaba distraída, no pensaba en nada por que sabia que si lo hacia me dolería la cabeza de tantas cosas nuevas. Eran demasiado para mi, mucha confusión.

–Ehh, Bankotsu... –empecé tímidamente, si no hablaba iba a tener que pensar y por el momento no quería hacerlo.

–¿Si? –pregunto el alentándome sabiendo que me sentia un poco incomoda.

–¿Que tenes en la frente? –pregunte nerviosa por si lo incomodaba.

–Es el símbolo de la juventud. –responde, me sonríe, yo me sonrojo mas y desvió la mirada.

–Ahh. –murmuro sin saber de que hablar con el–. ¿Donde estamos?

–Es una de las casas de Naraku. –respondió guiándome.

–¿Quien es Naraku? –todos hablaban de el y para mi seguía siendo un desconocido.

–Es un señor muy poderoso en esta época. –contesto Bankotsu cortante, no entendía por que la aclaración de la época, quizás sabia de donde provenía, pense–. Igual no te preocupes que ya lo vas a conocer.

–Ahh bueno.

Seguimos caminando en silencio por un rato, cuando ya me canse volvieron las preguntas.

–Bankotsu, ¿cuantos años tenes? –pregunte curiosa.

–Diecisiete ¿y tu? –pregunto el amablemente continuando la conversación.

–Dieciséis, hace tres días fue mi cumpleaños. –respondí recordando mi cumpleaños y, especialmente a mi familia, debían de estar muy preocupados, no sabia que les iba a decir y menos si iba a volver a verlos alguna vez. Al tener esos pensamientos mis ojos se volvieron cristalinos y las lagrimas no tardaron en empezar a surcar mis mejillas sonrosadas.

–¿Que te pasa? –pregunto mi acompañante preocupado acercándose a mi.

–Es que extraño a mi familia. –confesé sin poder controlar las lagrimas.

–No te preocupes. –me consoló abrazándome, mis lagrimas aun no se habían agotado pero eso no evito que un sonrojo reapareciera en mis mejillas solo que mas intenso–. Ya los vas a volver a ver. –me dijo, luego me levanto la barbilla obligándome a verlo a los ojos y susurro–. No llores mas.

–Bu... bueno. –tartamudee nerviosa mientras desviaba la mirada aunque seguía en sus brazos.

–No me gusta verte llorar, –exclamo mientras me limpiaba los restos de lagrimas–, aunque te ves bonita.

Mi cara reflejaba sorpresa pero no quería que la viera así que la hundí en su hombro, relajándome y abrazándolo mas fuerte hasta que una voz nos interrumpió.

hasta ahi lo dejo,, para ver si les gusta... :D
emm,, nos vemos amigas!!

 

Re: Unn Cambioo,, Unaa Nuevaa Vidaa

Holaa amigas!!
Bueno nada,, aca les dejo la conti del primer capitulo... ya hago los capitulos mas largos!! jajaja
bueno.. espero qe les guste ii qe comenten
nos vemos!! o nos leemos!! :D

InuuxLulii


–Pero miren que lindos se ven juntos. –la voz era desconocida para mi aunque no tanto para Bankotsu.

–Naraku. –Bankotsu lo nombro con desprecio, a pesar de ser su hermano, según recuerdo que me dijo; cuando escuche que ese era el famoso Naraku me sorprendí mucho y lo mire. Naraku no era como me lo esperaba.

Naraku era un muchacho de ojos color escarlata aun mas hermosos que los de Kagura. Su cabello caía por su espalda, largo, ondulado y negro azabache al igual que el mío. Es muy hermoso, fue lo primero que pense sonrojándome mas aun.

A su lado izquierdo estaba Inuyasha, el es un poco mas bajo que Naraku, sus ojos son dorados como la miel o el oro, su cabello es largo y plateado. El también es muy lindo, pense cuando lo vi ya que la primera vez no lo observe muy bien o no preste atención.

A la derecha de Naraku habia un muchacho desconocido por mi que se parecía a Inuyasha, tenia su mismo cabello y los mismo ojos aunque su piel era mas clara, era mas alto y sobre su rostro tenia marcas que Inuyasha no tenia. Este también se me hacia apuesto.

Detrás de Naraku pude observar a dos chicos mas y a dos muchachas además de Kagura. Uno de los chico tenia ropas de monje, su pelo corto y era negro, sus ojos negros. El otro muchacho era de tez morocha, de pelo negro, largo y atado, ojos eran de un color celeste cielo, este me llamo bastante la atención. ¿Todos los chicos de esta época son lindo?, me pregunte asombrada, todos los jóvenes que habia conocido allí eran muy apuestos aunque me gustaba mas Bankotsu, quizás por que lo conocía mas o quizás solo por el destino.

Las muchachas estaban a los costados de los jóvenes. Una de ellas tenia el cabello castaño oscuro y los ojos marrones también. La otra era pelirroja con ojos verdes. Son mujeres bonitas, pense que quizás también todas las mujeres eran así.

Todos tenían la cabeza agacha aunque a veces miraban en mi dirección como espiándonos.

Me empezaba a poner nerviosa, Bankotsu y Naraku se mataban con la mirada; encima, para empeorar las cosas, Bankotsu aun no me soltaba lo que me habia avergonzar mas.

–Bueno, ¿quién es la hermosa señorita? –pregunto Naraku rompiendo el silencio, haciendo que estuviera mas sonrojada aun, debía parecer un tomate.

–Yo soy... –empecé pero Bankotsu me interrumpió.

–Ella es Kagome. –respondió secamente y con brusquedad, poco a poco me liberaba de su abrazo aunque yo no quería salir de la protección que me brindaba.

–Es la muchacha que me mando a buscar, señor. –intervino Inuyasha con cortesía y respeto, o mas bien temor.

–Ahh, la que habia estado enferma por tres días ¿no? –se quiso asegurar Naraku, observándome fijamente e incomodándome demasiado.

–Si. –afirmo Inuyasha y luego guardo silencio.

–Bueno, lo mejor va a ser que me presente, soy Naraku, mucho gusto. –dice Naraku con cortesía y galantería tomando mi mano con delicadeza y besándola.

–Kagome. –murmure en respuesta cuando mi voz volvió, después añadí–. Un gusto también.

–Bueno, señorita Kagome, si es tan amable acompáñeme así aclaro todas sus dudas. –dijo Naraku y se me paso por la mente una pregunta ¿cómo sabia lo de mis dudas? Estaba nerviosa ¿debía seguirlo? Mire a Bankotsu como interrogándolo, se notaba en mis ojos la duda y un poco de temor.

–No te preocupes, no te va a hacer daño. –respondió a mi mirada susurrándome al oído; Bankotsu me habia soltado aunque se mantenía muy cerca mío, como protegiéndome–. Yo te voy a acompañar.

–Bueno, ¿hacia donde vamos? –pregunte un poco mas segura, tome la mano de Bankotsu, en el que ya confiaba plenamente, y el me la apretó tranquilizándome.

–Por aquí. –Naraku señalo un cuarto y ordeno–. No Bankotsu, necesito hablar a solas con la señorita.

–No Naraku, yo voy con ella. –replico Bankotsu molesto.

–No va a ser necesario. –insistió Naraku, Bankotsu iba a seguir discutiendo cuando intervine en su favor.

–¿Por que no puede venir Bankotsu con nosotros? –pregunte y todos se sobresaltaron, especialmente Naraku y Bankotsu quienes parecían que se habían olvidado que yo existía y que estaba allí presente.

–Por que hay asuntos que se tienen que tratar en privado, –repuso Naraku y agrego con maldad–, como tu familia.

–¿Como sabes de mi familia? –inquirí nerviosa

–yo se muchas cosas sobre ti, –replico Naraku y agrego–, cosas que se tienen que hablar en privado, por el bien de todos.

Me tense cuando hablo de mi familia, recordé que Inuyasha me busco por que el lo mando así que se suponía que debía haber una buena razón y al parecer solo yo la tenia que saber. Naraku me asusto principalmente cuando dijo “por el bien de todos”, eso era una amenaza disimulada; por lo que veía Naraku era muy poderoso y también podía lastimar a mi familia, si mandaba a alguno de sus sirvientes para lastimarlos no podrían defenderse ya que yo misma comprobé la fuerza de Inuyasha, que era un hanyo, no quería ni imaginarme la fuerza de un yokai o la de Naraku que tenia que ser mayor como para ser capas de controlar a tanta gente que se veía poderosa.

Temerosa de que si no lo obedecía les podría hacer algo malo a mi adorada familia y también resignada ya que tenia que ir sola, me dispuse a seguirlo con la cabeza baja y los hombros hundidos. No quería ir sin Bankotsu, la verdad es que con el me sentia protegida, confiaba en el, parecía el único que desafiaba a Naraku y el único que se preocupaba por mi pero no tenia otra opción, era eso o esperar lo peor para mi familia.

Bankotsu no me soltó la mano, inseguro en dejarme ir con Naraku. Le sonreí lo mejor que pude pero no se tranquilizo.

–Vamos. –ordeno Naraku al ver que no me movía.

–No te preocupes, tengo que ir. –murmure y me solté de su agarre.

–Puede ser peligroso. –me advirtió Bankotsu intentando no mostrar su preocupación.

–Es lo único que puedo hacer. –replique yendo donde estaba Naraku.

Seguí a Naraku hasta la puerta de la habitación, sus seguidores o acompañantes no sabían que hacer, ¿debían ir con su amo dentro de la habitación o retirarte a hacer sus deberes? Se preguntaban todos en silencio hasta que Naraku les ordeno que se marcharan.

–Entra por favor. –pidió pero me sonó mas bien como una orden, al parecer Naraku era un persona a la que todos obedecían sin protestar.

Suspire y le dirigí una ultima mirada a Bankotsu, quien seguí parado en el mismo lugar sin saber muy bien que hacer, debatiéndose en si debía seguir discutiendo y en no dejarme sola con Naraku o si lo mejor era retirarse y esperarme como Naraku le ordeno. Entre en el cuarto, quedándome sola con Naraku, una persona quien se creía dueño del mundo y a quien temía aun sin conocerlo.

bueno ahi termina el capitulo uno...
espero qe les guste ii qe comenten!! :D
gracias x leerlo ;)

 

Re: Unn Cambioo,, Unaa Nuevaa Vidaa

Holaa!! He vuelto,, (cuando me fui noc xD jeje)
aca les dejo la conti, quise hacerla un poco mas larga pero me agarro el sueño.
Espero qe les guste!! jeje... gracias a todas por leerla,, me encantan sus comentarios y acepto sus criticas. :D
Sin mas aca les dejo la conti...

Capitulo 2


La joven de cabellera negra se sentia algo aterrada y alterada; no sabia que esperar de ese joven que era tan apuesto como malvado. La bella azabache pensó que no era justo lo que opinaba de el, después de todo no lo conocía pero no podía evitar sentirse algo temerosa de lo que podría pasar allí.

Le daba vueltas a unas preguntas: ¿por qué se sentia nerviosa e inquieta? ¿por qué Naraku quiso hablar a solas con ella? ¿por qué le atraía tanto?

Un sonido bastante alto la saco de sus pensamientos, era Naraku quien acababa de terminar de dar las ultimas ordenes a sus sirvientes. Naraku entro en la habitación murmurando frases demasiado bajas como para que la joven que lo esperaba lo escuchase. Parecía haberse olvidado de que la hermosa muchacha estaba allí. Cuando la noto sonrió maliciosamente, se sentó en frente de ella, solo los separaba una mesita baja con un juego de te para dos.

–Bien. –comenzó Naraku y luego ofreció cortésmente–. Señorita, ¿desea un poco de te?

–Claro. –respondió esta, cada vez mas incomoda.

–Aquí tienes. –entrego el te a la joven quien lo bebió pausadamente esperando a que aquel muchacho explicase que hacia allí y quien era el.

–Bueno, seguro que tienes muchas preguntas para hacerme, ¿no es así?

–Es cierto. –respondió la muchacha y asintió levemente la cabeza, esperando el momento para comenzar el interrogatorio.

–¿quieres saber quien soy?

–Si, ¿quién es usted?

–Soy Naraku, el señor mas poderoso de todo Japón, –Naraku hablo con mucha vanidad, la bella mujer lo noto y no le agrado demasiado su actitud–, o por lo menos lo seré con tu ayuda.

–¿Con mi ayuda? –repitió incrédula sin entenderlo–. ¿cómo podría ayudarlo si ni siquiera soy de esta época?

–Por eso no te preocupes, no importa que no seas de aquí.

–Sigo sin entender como podría ayudarlo.

Naraku suspiro, la hermosa joven habia olvidado sus modales cuando pregunto pero no le reprocho nada. El la necesitaba, además por alguna extraña razón, le parecía encantadora, quizás ayuda el hecho de que a Bankotsu le guste.
Naraku lo odiaba, y adoraba molestarlo, quitarle las cosas que mas quería o deseaba. Era su pasatiempo favorito. No era extraño en el, Naraku se divertía con las desgracias ajenas pero no quería que aquella mujer sufriera y no entendía por que.
Igualmente no tuvo piedad en sacarla de su época, de su vida normal para embarcarse en una búsqueda sumamente difícil con tal de conseguir lo que deseaba, aria lo que sea por conseguir a la perla de Shikon.

–Eres una joven especial, supongo que lo notaste, –explico con algo de paciencia, la muchacha asintió y Naraku continuo–, no cualquiera puede viajar en el tiempo.

–Estas aquí para cumplir una misión, encontrar la Shikon No Tama y traérmela aquí.

–¿por qué yo?

–No se la razón, pero sos la indicada, la profecía así lo dice muy claramente.

–¿qué profecía?

Naraku suspiro, esa mujer esa sumamente curiosa y eso le molestaba y al mismo tiempo la hacia mas deseable.

–La profecía de Midoriko.

–¿quién es o fue Midoriko?

–Midoriko fue la mas grande sacerdotisa, era muy poderosa esa mujer y fue capas de encerrar a cientos de youkais en una sola perla. Esa es la perla de Shikon, la cual tu debes encontrar.

–¿por qué debo hacerlo?

–Por que sino lo haces tu nunca volverás a tu tiempo, Kagome.

Kagome se quedo pasmada ¿cómo un muchacho tan hermoso podía ser tan malvado? La azabache solo se quedo callada, no contesto ya que no sabia que decirle. No tenia nada que hacer, debía obedecer a Naraku si deseaba volver a ver a su familia, volver a su vida normal.

Unas lagrimas amenazaban con salir de sus bellos ojos color chocolate debido a la frustración, no quería que aquel joven tan malo la viera llorar así que se marcho sin decir nada, sin saber a donde ir.

---

Minutos después, Naraku sonrió con malicia y llamo a su sirviente mas confiable, Byakuya.

–Todo esta saliendo a la perfección. –masculla para si, tramando planes en caso de emergencia, aunque no los creyera necesario.

Era un hombre precavido al que no le gustaba ensuciarse las manos, para eso estaban los sirvientes, pensaba. Los utilizaba para conseguir lo que quisiera y siempre lo lograba, casi siempre.

–¿para que me mando a llamar señor? –interrumpe Byakuya cortésmente, lo trataba de usted a pesar de conocerlo de toda la vida, Byakuya habia aprendido que era mejor cumplir las ordenes de Naraku si uno quería seguir con vida.

–Necesito que vigiles a esa muchacha, vigila a Kagome. –ordeno sin mirarlo, concentrado en sus pensamientos y terminando el te.

–¿puedo preguntar por que? –se atrevió a preguntar el sirviente que siempre le obedecía.

–Kagome es una pieza fundamental en mi plan y es necesario que se fortalezca. –explica cortante y ordena–. Averigua sus debilidades.

–Si, mi señor.

Cuando Byakuya se retiro Naraku se estiro complacido con su permanente sonrisa característica, una llena de maldad. Todo parecía ir bien para el aunque no tanto para la pobre Kagome, a la cual le esperaban muchos desafíos.

A Naraku le deleitaba verla triste pero una parte de el no quería que sufriera, sin saber la razón. Naraku planeaba usarla y luego... ¿quién sabe lo que le hará?

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–No tendría que haberla dejado entrar sola con Naraku. –mascullaba un joven morocho de largo cabello oscuro color negro azabache y de unos ojos azules como el cielo de la noche mas oscura.

Esos ojos tan hermosos reflejaban preocupación, la bella joven de ojos color chocolate habia entrado hace unos minutos allí, ese tiempo se le hizo una eternidad a Bankotsu y no entendía por que.

Aquella desconocida le atraía, tenia que admitirlo, le gustaba esa humana y eso que recién la conocía. Bankotsu temía que si la conocía mejor se llegase a enamorar de ella.

No comprendía que quería Naraku de ella, no sabia pelear y no conocía nada sobre la época en la que estaban, ¿cómo podría serle útil? Esa pregunta se la repetía una y mil veces, pero seguía sin encontrar una respuesta.

Varias veces pensó en irrumpir en la habitación pero se contuvo, su “hermano” lo mataría si el se interpusiera en sus planes.

Aunque no le gustase la idea, Naraku era mucho mas poderoso que el, el muchacho no podía hacer nada en su contra ya que le saldría carísimo y no conseguiría nada en absoluto.

Bankotsu odiaba a Naraku ya que el causo la muerte de su hermana Yuki. Ella era la hija mayor de unos señores muy poderosos. Aunque el primogénito varón, Bankotsu, tendría que haber heredado las tierras, el día en que Yuki se caso sus padres se la dejaron a ella.

Naraku “hechizo” a sus suegros y a su mujer. Los encanto con su belleza, con sus modales y con su persuasión, parecía un buen chico pero no lo era. El engaño a Yuki, la enamoro con ilusiones y mentiras solo para conseguir esas tierras.

El muchacho de cabello negro azabache y ojos escarlatas era una persona muy avariciosa que quería poder absoluto. Consiguió convencer a los padres de Bankotsu de que el y su esposa eran los mas capacitados para gobernar esas tierras. Logro también que mandasen a Bankotsu lejos, a china, como una “experiencia” cuando tenia planeado asesinarlo, cosa que no logro, el único objetivo que no pudo alcanzar.

Naraku enveneno a Yuki y la mato junto a su hijo que la joven esperaba. Su madre no pudo soportarlo así que cayo enferma y nunca se recupero.

El suegro de Bankotsu, debilitado por la edad y el sufrimiento fue fácilmente engañado por Naraku. Este lo obligo a firmar unas escrituras donde decía que las tierras era solo suyas pero el viejo astuto, antes de morir agrego al documento una clausura donde decía que Naraku solo gobernaría hasta que su hijo Bankotsu cumpliese sus veintiún años, se casase y tuviese su primer hijo.

Aun faltaban cuatro años al mando de Naraku o quizás mas ya que debían esperar a que el joven Bankotsu se casase y tuviera un hijo para librarse de la tiranía de Naraku, si este no hacia algo para evitarlo aunque aun no se preocupaba sobre ese asunto, aun tenia tiempo suficiente como para planear un buen plan.

Bankotsu lo odiaba con toda su alma, desde el primer momento en que lo vio lo detesto. Siempre supo de sus planes pero solo era un niño, no podía hacer mucho además de que su familia no le creía ni una palabra de lo que decía.

Naraku, a pesar de tener solo veintiséis años, ya era un gran señor, viudo, todas sus mujeres habían tenido muertes por causas extrañas.

El joven señor quería ampliar su poderío por lo que se caso varias veces, controlaba las tierras de varias personas. Solo le faltaba ese lugar y tendría casi la mitad de todo Japón, se lo podía comparar con el emperador en cuanto a poder.

Naraku era muy listo, aprovechaba cada cosa que podía, la guerra civil para hacerse con tierras mas fácilmente, su belleza para encantar a las señoras y casarse con ellas para luego matarlas y quedarse con las tierras y su persuasión y atractivo con cada persona que se le oponía; siempre terminaban cediendo ante lo que Naraku quería.

Sino cedían mediante acuerdos en paz, Naraku era capas de destruirlos y obligarlos a cumplir sus deseos, dejándolos en la mas completa ruina.

Siempre obtenía lo que deseaba, se habia convertido en una persona malvada, cruel y carente de cualquier sentimiento.

Nunca se habia enamorado y eso lo hacia mas poderoso ya que no caía ante la seducción de las mas hermosas e inteligentes doncellas.

Eso lo sabia muy bien Bankotsu lo que le dificultaba encontrar una debilidad en el.

“Es intocable pero todos tienen una debilidad, solo tengo que encontrarla”. Pensaba el muchacho, inmerso en sus pensamientos.

Bankotsu se habia cansado de esperar inquieto así que se fue a su habitación pero allí tampoco encontró tranquilidad que parecía haberlo abandonado. Daba vueltas y vueltas, intentando entender los propósitos de Naraku pero parecía fuera de su alcance.

Agotado y resignado se tiro en su cama, pensando en la joven del futuro, a la cual anhelaba ver, por alguna razón que el se negaba a reconocer. Se habia enamorado

---

Kagome sollozaba sin poder controlarse, no quería someterse a una persona como Naraku pero no veía otra salida, no iba a permitir que le hagan daño a su familia, no si podía evitarlo.

No podía creer lo que le estaba sucediendo, estaba siendo obligada a buscar algo que no quería para alguien a quien temía y odiaba.

Sin embargo, no veía ninguna salida. No tenia escapatoria, tenia que hacer lo que le mandase Naraku si quería que su familia este a salvo, aunque no le gustase.

En ese momento lo único que deseaba la portadora de aquellos bellos ojos marrones era volver a su casa, recuperar su vida normal aunque sabia que todo habia cambiado.

Sollozando, finalmente se quedo dormida, durmió tranquilamente ya que soñó que volvía a su casa pero claro, solo era un sueño.

Kagome no noto que unos ojos la observaban desde hace mucho tiempo, la miraban con adoración, se podría decir. El muchacho dueño de aquellos ojos la miro durante toda la noche hasta el amanecer, cuando salió el sol el muchacho desapareció sin rastro alguno.

La hermosa Kagome siguió durmiendo placidamente, sin notar la presencia del visitante nocturno hasta que una voz la despertó, de volviéndola a su triste realidad, una que tenia que afrontar.




Hasta ahi es el cap 2
¿quien sera el que observo a kagome durante la noche? ¿kagome amara a bankotsu? ¿que es exactamente lo que quiere naraku de ella? ¿por que todos actuan asi? Esto ii mucho mas lo descubriran en el siguente capitulo... :P me agarro la locura ii empeze a escribir boludeces xD jeje
No,, ya en serio,, muchas gracias por leer mi fic, espero qe les haya gustado la conti ii prometo no tardar demasiado en la proxima :D

Chau,, Suerte ii Nos Leemos!!

InuuxLulii