Unidos por la sangre (NejiTen)

Unidos por la sangre (NejiTen)

Holaa a todosss, pss iio aqii con este one-short que me surgiooo jaja medio sadico pero naa jaja xDDDD ojalá ii les gusthee n__n

Unidos por la sangre


Tras el charco espeso de sangre se escuchaba el llanto de una chica, a su alrededor había dos cadáveres, cada uno de ellos torturados y con marcas de cuchillo, aquella niña tenía su rostro inundado de lágrimas, sus achocolatados ojos estaban hinchados de tanto llorar, su cuerpo temblaba y su respiración era acelerada.

— ¿Por qué? No logro entender ¿qué hice yo para que me tocara un destino así? Supongo… que todo esto pasó por mi imprudencia y me necedad.


Flash Back

Fue hace unos meses, como de costumbre estaba sentada en mi pupitre chismeando con mis amigas mientras llegaba el profesor Kakashi. Miraba de reojo al chico que me movía el mundo, aquel que se ganó mi corazón, el porque no lo sé, pero él era sumamente especial para mi, me hacía sentir como una mujer de verdad… Hyuuga Neji, ese era su nombre, pero bien sabía yo que mis sentimientos eran imposibles, él sólo me veía cuando mucho como una amiga, siempre me trataba fría e indiferentemente, su actitud me confundía.

—Neji… ¿podemos hablar? –Le pregunté con un toque de nervios.

—Hmp… te escucho –Me contestó cruzándose de brazos y recargándose sobre un árbol.

—Sabes, realmente no sé si sólo es mi imaginación, pero… tengo la sensación de que últimamente estás algo tenso… ¿te sucede algo? –Logré decir mi pregunta.

—No en realidad –Fue todo lo que obtuve de respuesta.

—No… te creo. Neji, te conozco desde hace muchos años y sé que algo te pasa –Insistí con mucha preocupación.

Se quedó callado por un momento, como si estuviera reflexionando sobre algo, al cabo de unos segundos con un tono más serio de lo habitual me dijo:

—TenTen, si me pasa algo o no… no es de tu incumbencia, no tengo porque decírtelo, así que sugiero que no pierdas tu tiempo preocupándote por mí.

Aquella respuesta me dio en el alma, sentí como si me apuñalaran el corazón con la daga más filosa del mundo... agaché mi cabeza, apreté mis puños y lentamente comenzaron a brotar de mis achocolatados ojos pequeñas gotas cristalinas.

—Eres muy cruel Neji… no entiendo porque me tratas así –Hice una leve pausa, me sequé las lágrimas y continué —Si te pregunto es porque me importas, y sé muy bien que tus asuntos no tienen nada que ver conmigo, pero… No tienes porque sufrir solo –Al decir esto último una vez más, las lágrimas invadieron mis ojos.

Hubo un momento de silencio, clavé mi cristalizada mirada en los ojos de Neji, él se mostraba serio pero a la vez confundido pronto mi respiración se tronó agitada.

—TenTen yo…

Empezó a Hablar Neji, pero mi corazón no se contuvo más.

— ¡Neji eres un idiota! –Le grité rompiendo en llanto para luego salir corriendo.

Después de ese día caí en depresión, dejé de ir a la escuela. Constantemente mi mejor amigo Lee me visitaba, trataba de animarme pero simplemente no podía. Mi corazón se tornó negro, mi alma sufría. Las cosas no podían continuar así, por lo que tomé una decisión. Me uní a un grupo satánico, creí que si me involucraba en esas cosas podría olvidar a Neji.

—Entonces ¿estás dispuesta? –Me cuestionó un Hombre cubierto con una capucha negra.

—Por supuesto –Respondí decidida.

Comencé a ir todos los días a aquel grupo, hacíamos rituales, invocaciones, y hasta sacrificios… poco a poco noté como mi corazón se iba cerrando, todos los sentimientos que tenía hacia mis amigos y familia estaban desapareciendo, e incluso… todo el amor que sentía por Neji estaba desapareciendo, estaba siendo sellado en lo más profundo de mi corazón, en un sueño eterno.

Al cabo de un tiempo las cosas cambiaron por completo, sentí como alguien se adentró en mi cuerpo, comencé a ser muy agresiva, no podía controlarme, así que me echaron del grupo. Me sentía muy sola, empecé a tener miedo de mí misma, poco a poco mi dormido corazón empezó a despertar, pero ya era demasiado tarde, mi mente ya había sido controlada., por momentos se apoderaba de mi una terrible sensación de querer asesinar, quería ver a las personas sufrir y ahogarse en dolor, los impulsos eran tan grandes que me salía corriendo a la calle, me escondía en algún callejón o lugares solos y cuando alguien pasaba lo asesinaba sin piedad, me excitaba ver correr la sangre, pero las cosas empeoraron, tal fue el grado de mi demencia, que una noche, luego de asesinar a mi propia familia salí a la calle y sin remordimiento alguno, empecé a matar a toda persona que veía, una por una, ocasioné incendios, choques, de todo, hice de la ciudad de Konoha un infierno, la gente corría asustada por la calle, todo era pánico pero yo… disfrutaba todo ese dolor.

—He hecho algo maravilloso –Susurré para mí misma.

Caminé entre las ruinas de Konoha, podía escuchar algunos lamentos y ambulancias, y pronto, escuché unas voces muy conocidas.

—TenTen… ¿por qué haces esto? Detente por favor.

Lentamente me giré y me encontré con aquella persona que tanto me apoyó.

—Lee… ¿Por qué haría eso? –Cuestioné con mucha frialdad.

—Estas lastimando a muchas personas, TenTen, tienes que calmarte –Repuso Gai-sensei con mucha desesperación.

—No tengo intensiones de hacerlo, esta ciudad me dio la espalda cuando más lo necesité, todos aquí son pecadores, no merecen vivir –Dije mientras lentamente me acercaba a mi maestro y a Lee.

Una vez más sentí un impulso, saqué mi daga y con ira herí a Gai-sensei en el brazo y de inmediato me abalancé sobre Lee con la intención de atravesar su pecho con mi cuchillo, pero él logró sostener mi mano, yo luchaba contra su fuerza para clavarle la daga, pero él era perseverante.

— ¡TenTen escúchame! Sé que sufriste por culpa de Neji y por todos los problemas en tu casa, pero esta no es la solución, TenTen… sé muy bien que ésta no eres tú, estás siendo manipulada, ¡abre tu corazón!, recuerda todos los buenos momentos que hemos pasado, los momentos que has vivido con tus amigas, y también… ¡con Neji! –Me gritó Lee con mucho esfuerzo mientras seguía luchando contra mí.

Fue muy extraño, pero todas aquellas palabras me llegaron, lentamente empecé a disminuir el esfuerzo que hacía por enterrarle el cuchillo a Lee, él de inmediato se puso de pie, yo quedé de rodillas, poco a poco sentí… los latidos de mi corazón, hacía muchísimo tiempo que no escuchaba el palpitar de mi corazón, tiré el cuchillo, mi mente volvía en sí y me daba cuenta de lo que había hecho.

—No… no puede ser –Susurré con un tono apenas audible.

Cuidadosamente me puse de pie, me giré y con los ojos cristalizados miré a Lee y a Gai-sensei que me veían temerosos.

— ¿Qué he hecho? Lee… ¿qué he hecho? –Cuestioné con mucho dolor.

Lentamente mi amigo se acercó a mí y me abrazó, yo correspondí al abrazo con todas mis fuerzas, rompí en llanto, el dolor era inmenso, era consiente de lo que había hecho… había matado a más de media ciudad, incluyendo a mi familia y amigos…

—Tranquila –Me decía Lee con cariño.

— ¡No! No puedo estar tranquila, he matado, no puedo perdonarme… ¡alguien como yo debe de desaparecer!

Después de haber gritado esa última frase me separé bruscamente de Lee, corrí hacia la daga, me apunté al pecho y con toda intensión me dispuse a clavármela.

— ¡TenTen no lo hagas! –Gritó Lee mientras corría hacia mi.

—Hasta nunca… Neji.

Luego de eso con toda mi fuerza dirigí la daga a mi pecho pero…

— ¡Ahhh! –Grité desgarradoramente.

Lee llegó hasta mí, me tomó de los hombros y me preguntó que me pasaba, yo no podía responder, sentía un dolor inmenso en la cabeza, los impulsos regresaron a mí, sabía perfectamente que estaba a punto de perder de nuevo el control de mí, puse las manos en mi cabeza, me retorcí y con mucho trabajo dije:

— ¡Váyanse! Lee, Gai-sensei, ¡váyanse ahora mismo! No podré… aguantar más.

—Pero TenTen –Repuso Lee muy preocupado.

— ¡Qué se vayan! No quiero matarlos, ¡váyanse por favor! –Grité al borde de la locura.

Al instante Lee tomó a Gai-sensei y comenzaron a correr, pero fue demasiado tarde. La demencia me ganó, mi instinto asesino salió a flote y con una sonrisa malévola empuñé la daga y se la clavé a Lee por la espalda.

— ¡TenTen para! –Me suplicó.

Todo fue en vano, ya no tenía poder sobre mi, con locura y desquicia maté a Lee y a Gai de la forma más cruel que existe y todavía torturé sus cadáveres. Una vez satisfecha mi sed de sangre me calmé, empecé a respirar hondo y…

— ¿Qué? –Dije con voz débil.

Había logrado regresar en mí, mis ojos se abrieron de par en par al ver los cuerpos de mi maestro y mi amigo… las escenas de lo que acababa de hacer se vinieron a mi mente, mi cuerpo empezó a temblar, mi respiración se aceleró… me dejé caer de rodillas ante los cuerpos, levanté un poco mis manos y vi como sobre ellas corría la sangre.

— ¡No! ¿Por qué, por qué? –Comencé a gritar y a llorar como desquiciada.

Lloré amargamente por muchas horas, todo el daño que había causado lo estaba pagando en esos momentos, todo era un infierno.

— ¿Por qué? No logro entender ¿qué hice yo para que me tocara un destino así? Supongo… que todo esto pasó por mi imprudencia y me necedad.

Fin flash back


Es aquí donde comenzamos, tras un lago de sangre se escuchaba el llanto de una chica. La ojichocolate no podía creer lo que había hecho, ella lo tenía todo y estúpidamente lo perdió. Las horas pasaron y ella seguía arrodillada frente a los cadáveres, intentó suicidarse varias veces, pero no podía, algo la detenía.

Esa noche Konoha se tiñó de rojo, todo era un caos. Pronto pequeñas gotas comenzaron a caer del cielo, una tras otra, caían con lentitud y gracia.

— ¿Qué haré ahora, qué debo hacer? –Se preguntaba la castaña entre llanto.

—No tienes que preocuparte más por eso –Escuchó una voz a su espalda.

—Que... ¡Ahhh! –Gritó TenTen al sentir como algo se encajaba a un costado de su abdomen.

La chica vio como su sangre brotaba, su corazón se aceleró, aquella voz que había escuchado… sin duda alguna era de él.

—Neji… -Pronunció su nombre en un susurro.

El ojiperla sacó con delicadeza el cuchillo del cuerpo de la ojichocolate, ésta empezó a toser sangre y se dejó caer al suelo y el Hyuuga de inmediato se recostó por un lado de ella.

—TenTen… después de ese día no volviste… ¿por qué? –Cuestionó el genio con seriedad.

— ¿Cómo que por qué?... ¿para qué volvía, para sufrir más? Neji… aquellas palabras fueron realmente duras, pero sabes no te culpo… yo fui la única culpable, fui una imbécil al pensar que podría tocar tu frío corazón… yo sola me gané el dolor –Concluyó TenTen mientras se tocaba la herida.

Hubo un momento de silencio, ambos chicos miraban al cielo mientras que la suave lluvia mojaba sus rostros.

—Estas equivocada –Habló el Hyuuga.

— ¿He?

—Todo fue mi culpa… aquél día que me preguntaste que si me pasaba algo y te dije que no… era mentira, sí me pasaba algo, y lo que me pasaba eras tú, estaba frustrado porque habías logrado hacer que mi corazón se acelerara, no entendía porque habías logrado ponerme nervioso… y cuando me dijiste todas esas cosa yo… me di cuenta de que me había enamorado de ti...

— ¿De verdad? –Cuestionó la castaña con lágrimas que se camuflajeaban en la lluvia.

—Sí… pero no me dejaste decir nada… saliste corriendo y no te volví a ver… hasta hoy –Concluyó el Hyuuga con clara melancolía.

Nuevamente hubo un momento de silencio, el corazón de ambos jóvenes latían a la par y después de un largo rato de estar callados la ojichocolate rompió el silencio.

—Neji… yo también te amo, pero… es mejor que te vayas, si no lo hacer volveré a perder el control y te mataré, así que por favor…

Empezó a decir la castaña pero fue callada por el Hyuuga que en un instante se colocó arriaba de ella y plantó sus labios sobre los suyos.

Sus labios unidos comenzaron a bailar a la par, sus lenguas se aventuraron a danzar juntas, el genio Hyuuga con mucho cuidado acariciaba con delicadeza el cuerpo de su amada, pero como todo inicio hay un fin, y aquel primer y último beso fue interrumpido por la falta de oxígeno.

—Te amo TenTen.

—Y yo a ti, pero lo que te dije es verdad, si no te vas ahora morirás… mi vida se convirtió en un tormento, ya no puedo más –Se quejó la pelimarrón con mucho sufrimiento.

—Lo sé… no te preocupes, ahora mismo terminaré con tu dolor –Repuso Neji mientras acariciaba el rostro de TenTen.

Ella entendió muy bien las palabras del Hyuuga, su corazón se estremeció, pero sabía que era la única forma, así que tomó la mano de su amado y con tristeza y pasión le dijo:

—Hazlo por favor.

—Sí, y no te preocupes, te alcanzaré dentro de poco –Contestó Neji con una media sonrisa.

—No creo que vayas al mismo lugar que yo –Repuso la ojichocolate.

—Claro que sí… para empezar todo esto fue mi culpa, las vidas que se perdieron hoy no solo recaen en tus manos… si no también en las mías.

Y después de esas palabras, TenTen sonrió… la lluvia se arreció y cayó con furia sobre la ciudad de Konoha.

—Hasta pronto –Susurró Neji.

Después de eso el Hyuuga tomó su daga y de un fuerte golpe la calvó en el corazón de TenTen.

—Ha… ha… Ne…Neji… Te…amo –Fueron las últimas palabras que fue capaz de pronunciar la castaña.

La sangre brotaba descontrolada del cuerpo de la chica, el ojiperla solo miraba y contenía un inmenso dolor al ver la agonía de su amada, pero no duró mucho… unos segundos después TenTen murió.

—TenTen… espérame –Gesticuló el Genio.

Luego de eso sacó de entre las ropas del cadáver de TenTen una daga… aquella que su amada había utilizado para asesinar a miles de personas… La colocó justo en su corazón, cerró sus ojos, inhaló hondo y disfrutó la sensación de la lluvia sobre su rostro, luego de eso…

Todo acabó.