One-shot Una trágica historia de amor

Título: Una trágica historia de amor
Fandom: Pokémon (rol)
Personajes: GL (+ holders)
Palabras: 769
Prompt: Desafío de @SweetSorrow
Summary: GL cuenta la historia del amor de su vida.
Advertencias: No tengo idea de cómo surgió esto, o si es lo que Sweet tenía en mente… pero bueno, esto es lo que salió XD Espero sea de su agrado :3





Una vez, mucho tiempo atrás, yo también fui víctima del amor, ¿sabéis? Era joven y aventurero, y en una de esas noches de lluvia que agarran a un viajero desprevenido me hallé buscando refugio bajo el techo de una modesta taberna.

Lucario, Gallade y yo buscábamos un lugar donde pasar la noche, y este pequeño lugar al costado del camino nos salvó de pasar una fría noche bajo la tormenta. Nos recibió una joven doncella que atendía la taberna de su padre; ¡que belleza era! Facciones finas y delicadas, cabello dorado y sedoso que llegaba hasta su cadera, una figura celestial, y los ojos más azules que he visto jamás…

Pasamos la noche allí, y esta encantadora muchacha nos sirvió sopa y nos atendió como si fuéramos reyes, aunque no era su estricta obligación hacerlo. Y a la mañana siguiente, fui incapaz de partir… necesitaba seguir viéndola.

De modo que pasé otra noche en esa taberna. Conversé con la doncella, y pronto la casual conversación se convirtió en una caminata por los alrededores, riendo de cosas sin sentido y charlando de las vidas tan diferentes que llevábamos adelante. Intercambiamos anécdotas y se mostró muy interesada en mis aventuras. Ella buscaba una vida de viajes y emociones, pero su obligación con su padre y con la taberna le impedían partir en busca de sus sueños… y por supuesto, le ofrecí mi mano y le hice una propuesta. Le dije que huyéramos juntos.

Debíamos encontrarnos por la noche en la entrada de la taberna para partir. Pero mientras la esperaba, vi como una carreta tirada por un Rapidash partía del establo de la taberna a toda velocidad. Era su padre, quien huía llevándose a su hija para que no huyera con un vagabundo aventurero como yo. Y por más que lo perseguí… no logré alcanzarlos, y la carreta se perdió de vista.

—Y esa fue la última vez que vi al amor de mi vida —concluyó el viejo GL, finalizando su historia de amor.

Miró a su público, expectante. Emily y Liza parecían al borde de las lágrimas, emocionadas por el trágico relato. Mimi había desviado la vista hacia la ventana, intentando que nadie notara que la historia le había llegado al corazón también. Chad y Elisa ambos parecían querer darle al anciano un abrazo, pensando que quizás lo habían juzgado antes de tiempo, quizás no era un anciano cascarrabias después de todo…

Hubert y Alpha lo miraban de frente, escépticos. Al parecer, ninguno de los dos se creía el fantástico relato que acababan de oír.

—Eso nunca sucedió, ¿verdad, viejo? —soltó Alpha de imprevisto, cruzándose de brazos.

—¿E… eh? —musitó el anciano GL, nervioso.

—¡¿Eh?! ¡¿Era mentira?! —exclamó Mimi, volteándose a ver a Alpha.

—Hay algunas cosas que llamaron mi atención en su relato —intervino Hubert, analítico como siempre—. ¿Por qué ella se marcharía con su padre? No comprendo…

—Pues… ¡pues es obvio! —chilló GL—. ¡Porque su padre la obligó! ¡Porque no quería que se fuera y abandonara sus obligaciones!

—¿Sus obligaciones con la taberna? —preguntó Chad, quien ahora también se mostraba algo sospechoso del cuento del anciano.

—¡Exacto!

—Pero… se marcharon de la taberna, ¿cierto? —dijo Elisa, pensativa—. ¿Por qué se marcharían si la taberna era suya?

—¡Elisa tiene razón! —tronó Mimi, apuntando al viejo con un amenazador dedo índice—. ¡Si su obligación con la taberna era tal, no se habrían marchado! ¡Eso no tiene sentido!

—¡Lo que no tiene sentido es que ustedes cuestionen mi infalible y perfecta historia de trágico amor joven! —replicó el viejo GL, repartiendo bastonazos para todos—. E… ¡es ridículo! ¡Me siento insultado! ¡Insultado!

—Pero, si no era mentira… ¿por qué no nos ha dicho el nombre de ella? —comentó Liza, ladeando la cabeza.

—¡Eso, eso! —la apoyó Emily—. ¿Cómo se llamaba la doncella?

Un silencio siguió a la pregunta de Emily. Tras aquella pausa durante la cual nadie habló y el anciano se quedó duro como una estatua, finalmente se recobró para dar media vuelta y comenzar a alejarse por el pasillo.

—E… ¡el avión está por aterrizar en la región Sinnoh! Lo acaban de anunciar por los parlantes, ¿no lo oyeron? Será mejor que regrese a mi asiento, adiós, adiós…

Y con esas palabras, el viejo GL se apuró a alejarse del grupo de los holders, quienes no pararon de gritarle que era un mentiroso a la distancia.

Pero todo grito cesó cuando la azafata anunció que estaban por descender en la región Sinnoh, y todos se vieron obligados a tomar asiento apropiadamente y abrocharse los cinturones. El descenso había comenzado. La región Sinnoh los esperaba.