Microrrelato Una sola mirada, puede decir más que mil palabras.

Una sola mirada, puede decir más que mil palabras.
—Sí, una frase muy vieja, pero lamentablemente, perfectamente utilizada, mas, en la historia de amor más grande del mundo, en la historia de amor, donde estas tu.
—Principalmente, aclaremos, ¿Qué es el amor?, si alguien sabe la respuesta de mi pregunta, espero que no duden en contestármela, porque en mi no muy extenso mundo, no existe esa palabra.

En una escuela, se encontraban dos chicos ensayando para su obra de teatro, Kumiko y Raito, dos chicos de calificación espectacular.
La obra que estos chicos iban a interpretar, no era nada más que una escrita por la misma Kumiko, una chica de 18 años, con una imaginación muy extensa, su historia, databa un caso de dos muchachos enamorados, pero trágicamente, su historia no pudo tener un gran final feliz, pues la chica, engañaba a aquel chico, y de tanta desesperación, el chico se mato.
—Bien Raito, creo que debemos parar ya el ensayo, la verdad ya me canse
—Como quieras, pero la verdad, insisto en que u obra es muy trágica, ¿solo piensas en tragedia?
Raito se acerco hacia Kumiko, Kumiko solo sintió su respiración, miro los ojos de aquel chico y descubrió que vivió toda su vida engañada, sus ojos eran azules, no verdes.

—Que idiota— Pronuncio Kumiko para sí misma, pero dichas palabras fueron percatadas por el chico
— ¿yo?, ¡pero si solo preguntaba!

Kumiko se echo a reír, no pudo controlar la risa al ver el rostro de su amigo, pero por circunstancias muy raras, la chicha se abalanzó a él aparentándolo como un accidente.
—Ho… lo.., lo…—No pudo terminar toda su frase planeada, pues se quedo penetrada viendo aquellos ojos, esos ojos tan lindos, los ojos de Raito.

Y así, fue como Kumiko, descubrió que los guiones de sus obras eran verdaderos, una mirada dice más de mil palabras, frase muy vieja, pero lamentablemente perfectamente utilizada.