Vernon Dursley siempre había sido un hombre odioso y terco: con él, con Harry, con todos. Pero, principalmente, con la Navidad. Las luces las encontraba fastidiosas, los adornos molestos, los cantos irritantes, la nieve, el frío y la gente loca lo ponían verde. Para Vernon, la Navidad era simplemente un fastidio y un negocio que la gente tonta ignoraba para sentirse más a gusto en un día como cualquier otro. Suponía que de pequeño pudo haber tenido algún tipo de trauma al respecto. Pero debía admitir que no, no le gustaban esos días festivos. Sin embargo, en la soledad de la sala principal de su hogar, extrañó a Petunia ir y venir haciendo los preparativos para aquella noche e intentando contentar a todos con algo especial. Ella le ponía espíritu a lo que hacía y era lo único cercano a la Navidad que le había agradado disfrutar. Ella no había sido la mujer más bella, tampoco la más amable y tal vez, mucho menos la más feliz. Pero había sido suya por mucho tiempo y felices uno con el otro entre errores y malos entendidos. Hasta que ese tiempo, de un día para otro, acabó sin más. Recordarlo simplemente hacía que su endurecido corazón se sintiese desdichado y completamente solitario. A veces se preguntaba si aquello era la ganancia de todo lo que había hecho mal. Dejó escapar un suspiro y metió la mano dentro de su saco gris. Con delicadeza sacó una pequeña flor seca en perfectas condiciones, envuelta en un pañuelo blanco de seda: una petunia. La observó por un largo tiempo dibujando una melancólica sonrisa apenas imperceptible en sus labios, recordando buenos tiempos junto a la única mujer que había amado. Y, justo cuando un par de lágrimas rebeldes se asomaban a sus avenjentados ojos, la guardó en cuanto escuchó la puerta abrirse. —¿Tío Vernon? —Ya estamos aquí, papá. Era viejo, pero aún era capaz de identificar las voces gruesas de Dudley y Harry. Lo visitaban con frecuencia y sabía que ese día se debía a un motivo especial. Pero no dejaba de sentirse raro recibiendo las esporádicas visitas de su sobrino. Aunque por otra parte -muy en lo profundo de su corazón- lo llenaban de dicha. Después de todo, también cargaba con algo de los mismos genes de Petunia y eso lo habían convertido en alguien deseado hasta cierto punto. Pues aún, como la Navidad, aborrecía la magia.
Sabes cómo me gustan tus escritos de Harry (excepto el Dramione... ☺☺☺), y este no podía ser la excepción, reflejando a un viejo tío Vernon quizá no tan amable ─y que odia todo lo que tenga que ver con magia, incluyendo la navidad... ☺☺─ pero que de alguna u otra forma tiene sentimientos hacia su familia, en especial hacia la mujer que le ha dado mucho, su Petunia. Me gusta pensar en esa perspectiva de reencuentro familiar entre Harry y los Dursley una vez acabado todo ya que ellos quedaron en una especie de limbo pues, por sobre todas las cosas y aun sobre los malos tratos le dieron un hogar cuando más lo necesitaba. Una suerte para Harry el tener sus mismos genes que Petunia... ☺
Vernon es el Grinch de Harry Potter sin dudas. Es triste, porque aunque nunca me agradaron los Dursley supongo que ellos eran felices a su manera, con su pequeña familia. Es un relato inesperado y un tanto amargo, pero claro, no son eternos. Me sorprendió que extrañara a Petunia yendo de acá para allá decorando la casa, porque si a él no le gustan las fiestas hubiese imaginado que habría prohibido festejar la navidad, por lo mandón que era (? La otra cosa que me sorprendió fue la visita de Harry, puesto que cuando él se fue, parecía que lo hacía para jamás volver. Pero Harry es tan bueno <3 En fin, me gustó, aunque no deja de ser triste.
¡Otro escrito tan bonito! Creo que conforme los años pasan, vamos recapacitando sobre el daño que le hemos hecho a otros y el como ellos también nos repercuten. Definitivamente Vernon es un personaje lleno de una personalidad que puede generar el disgusto de muchos, pero percibir tristeza en su interior no te deja indiferente. Y que va, como mencionó Shani, Harry es tan bueno que el sufrimiento que pudo pasar debido a las acciones por parte de su tío ya quedó en el pasado. Me encantó nuevamente un escrito tuyo, eres fantástica. Pipilup, fuera.
Me ha agradado mucho el relato, querida Paulijem. La verdad es que no me hubiese podido imaginar que ibas a ir por esos tiros con Vernon, pero veo que sí y me ha agradado mucho, la verdad. Verlo vulnerable ante la falta de Petunia, echándola de menos e incluso, agradecido por recibir a Harry, solo por ser el sobrino de sangre de ella, es algo raro y a la vez, te ha quedado muy bien, la verdad. Me ha gustado la frase final, fue como un broche para cerrar la personalidad de Vernon y te ha quedado maravillosamente bien. Al mismo tiempo, el relato me ha removido por dentro sentimientos, en cuanto a lo que puede ser la pérdida de un ser querido tal, como la persona a la que amas, con quien has compartido años de tu vida. Es complicado plasmarlo pero tú lo hiciste bastante bien, querida Paulijem. Muchas gracias por participar en la actividad, con tan bello escrito y espero que hayas disfrutado escribiendo al menos tanto como yo he disfrutado leyéndolo. ¡Un saludo! :quis:
