Una noche de terror inolvidable

The prince of tennis no me pertenece sino a Takeshi Konomi
Era 31 de octubre, el día de brujas y Seigaku se estaba preparando para la que prometía ser la mejor fiesta de Haloween de todas.

El auditorio que serviría como escenario para esta ocasión estaba perfectamente decorado con calaveras, calabazas gigantes, fantasmas, luces verdes para ambientar, cuadros de demonios, entre muchos otros artículos que le daban un aspecto escalofriante.

Ya cerca de las 8:00 p.m. las primeras personas estaban llegando con sus increíbles disfraces. Se ven algunos súper héroes, momias, Cleopatras, Marco Antonio, demonios, ángeles, y otros.

De pronto las puertas se abrieron mostrando a un grupo de jóvenes que se distinguían rápidamente, no por sus disfraces sino por su fuerte presencia. Horio tenía un disfraz de Tarzan un poco más recatado pues tenia una franela de color leopardo; Katsuo iba vestido de científico con una bata blanca, un polocher negro y un pantalón del mismo color; Kachiro estaba disfrazado de monje con una túnica negra hasta los pies; Tomoka iba disfrazada de Jade con una blusa hasta el ombligo y una falda corta color leopardo.

Estos cuatro chicos estaban muy sonrientes, preparados para todas las sorpresas que podían haber, aunque también lo están porque si todo sale bien hoy dos grandes personas serían novios.

— ¿Estás segura de qué a Sakuno todo le va a asustar?— preguntó Kachiro con duda.

—Claro que si. Sakuno es en extremo miedosa por eso la obligué a venir—dijo Tomoka con seguridad.


Y así siguieron charlando hasta que las puertas se abrieron mostrando a una pareja muy dispareja, es decir, un tenista zombi y caperucita roja.
Ryoma Echizen como era de esperarse se disfrazó de tenista con algunos detalles de zombi como la piel medio grisácea y sangre en algunas partes de su uniforme. Sakuno Ryuzaki se disfrazó de caperucita roja con un lindo vestido blanco, un delantal negro y la hermosa capa roja que le da el nombre a su personaje.

Ellos se miraron, un ligero cosquilleo se apoderó de ellos causándole un pequeño sonrojo y luego buscaron con la mirada a los causantes de que estén en ese lugar, pero al no verlos se fueron juntos sin decir una sola palabra, al fin y al cabo siempre se han comunicado así.

Sin proponérselo se divirtieron mucho, en ocasiones ella se asustaba pero él le sujetaba la mano dándole valor. Ya cerca de las 12:00 a.m. se puso la canción “Si no te hubiera conocido” de Cristina Aguilera y la pista se llenó de parejas que bailaban muy juntos.

—Ryoma-kun esta noche ha sido increíble. Nunca me había divertido tanto—dijo ella rompiendo el silencio después de mucho tiempo.

—Lo mismo digo. Después de todo no fue un desperdicio venir—dijo él con un toque de dulzura en su voz.

Sin saber como, sus cuerpos se acercaron más y más hasta que se dieron un tierno beso que duró unos pocos segundos. Aunque para ellos ese tiempo fue eterno.

—Lo siento Ryoma-kun—dijo Sakuno muy sonrojada.

—¿Por qué?—dijo Ryoma mirando a otro lado.

—Yo… Yo te quiero mucho.—dijo ella apenada.

—Yo también, pequeña—dijo él mirándola directamente. Y la volvió a besar solamente de forma más apasionada.


FIN