One-shot Una luz, una ambición y un vacío [LoL]

One-Shot dedicado especialmente al Concurso organizado por washimi y respaldado por Luncheon Ticket con temática del videojuego League of Legends, en especial al evento conocido como "Harrowing" (Halloween para este universo, técnicamente)

Sin más drama, pasemos al fic, espero sea de su agrado, mas siendo mi primer fic sobre este gran juego :D

---

Contenido oculto: Con toda la primera sección basta

Habían pasado ya bastantes eventos importantes por toda Runaterra, desde que fui elegida y digna portadora de la armadura del sol. Ha sido un sinfín de combates y travesías hasta por los parajes más desolados y corruptos de todos.
Sin en cambio, de vez en cuando, algo muy extraño sucedía en esta región en concreto, en las Islas de la Sombra.
Una extraña neblina negra envuelve todo y pareciese amenazar con corromper y hacer desaparecer a todo desafortunado que se tope con esta.

Sonaba a una leyenda para asustar, de no ser que parecía ser un evento a la que se le debía tomar respeto.
El temor no podía superarme mientras avanzaba con calma pero con cautela por los desoladas, oscuras y siniestras rutas de la isla, el barro y el solo ambiente espectral eran un poco extenuantes, agobiantes... como si algo siempre amenazara en sus más recónditos sitios.
Ya he enfrentado muchas bestias y personas, esto solo era un desafío más, yo, Leona, había venido aquí porque sabía de cierta entidad malévola que dicen solo consume para no solamente causar caos y miedo, si no que incertidumbre, al tener fama de hacer desaparecer a todas sus víctimas, como si los pulverizara de alguna manera o los hiciera desaparecer de forma perfecta y nunca quedar nada de las mismas.

De poder asesinarla, tal vez al fin pueda comprender muchas cosas.
Detuve mis pasos en seco cuando sentí una presencia cerca mío, escuché el entorno con suma atención pero no parecía haber nada ni nadie, giré todo mi cuerpo hacia atrás para observar mejor pero, lo único que recibí de vuelta fue una suave brisa helada de viento.
Con mi escudo y espada listos, retomé mi marcha y seguí centrada, el silencio era tal que mis pasos hacían bastante eco en todo el sitio visible y mucho más allá.

Entonces, vi por el rabillo del ojo que un bulto negro pasó a velocidad, chasqueé mis labios mientras giraba de forma veloz mi vista, pero misma historia... nada.
A esas alturas empezaba a olerme que estaba siendo acechada, eso ya era normal, y como supuse, cuando estaba por seguir mi camino, tres extraños proyectiles fueron por mí y con mi escudo conseguí protegerme a tiempo, unas risas sepulcrales se escucharon en el fondo, como si aquella entidad jugara conmigo, pero la niebla no me podía dejar ver nada.

Solté un breve suspiro y coloqué mi escudo frente a mí mientras avanzaba a paso firme, fuese o no mi objetivo, tenía que saber qué era lo que me estaba atacando, cuando pude escuchar claramente susurros... susurros a un lado mío, luego al otro, por detrás. Por todos lados...
Eran susurros dolosos, perversos, como si fuesen personas, varias de ellas planificando la manera de emboscarme, no ver nada más allá de un par de metros era abrumador, aunque lo fue más escuchar de pronto varias pisadas... pero no eran normales, era como un trote muy consecutivo, partía ramas, levantaba hojas, penetraba la tierra y se acercaba muy velozmente hacia mí y lo peor es que el breve, pero presente eco no ayudaba a discernir de dónde venía.

Mi corazón palpitaba con velocidad y no me quedó de otra mas que correr a tratar de hallar un sitio menos abierto y expuesto al que me hallaba, cuando en un momento dado escuché una extraña combinación de siseo y rugido lo que me hizo distraerme para hacer soltar un breve grito de susto no por aquella cosa, si no porque pisé en falso una colina un poco empinada, la cual me hizo deslizarme sin control hacia abajo hasta terminar en una cueva donde la oscuridad era aún más palpable.

Poco a poco me fui deteniendo de forma algo brusca, se sentía pegajoso, al quererme mover era inútil, estaba pegada a algo y no sabía qué era, la escasa luz que se filtraba en el ya de por sí tétrico sitio era desolador, hasta que... por fin, una voz, clara y siniestra se presentó.

—Jamás había visto a una pieza tan valiosa como a tí, tu espíritu, irradia... vida—. Dijo, una fémina. Yo solo traté de forcejear con lo que sea en lo que me había atorado sin éxito alguno, hasta que gruñí de molestia, no poder ver nada, ni siquiera la entidad que me hablaba era agobiante.
—¿Quien eres?—. Pregunté, fastidiada.

—Eso no importa, cielo. Pronto morirás, y yo aceptaré gustosa esta ofrenda venida de la Niebla Negra, oh, en realidad no, solo eres una pobre alma desafortunada—. Añadió aquella voz, finalizando con una risa burlona hasta que por fin mis ojos fueron adaptándose lentamente a la escasa luz del lugar.
Ahí... pude ver a una figura humana, una mujer precisamente, pero conforme captaba más detalles, pude notar también que había algo extraña en aquella figura tan estética, notaba que tenía... ¿tentáculos? No... eran, extremidades.

—No te esfuerces, ya es tarde. Serás una víctima más como los otros centenares que ya han perecido
—¡Así que las historias eran ciertas! ¡Desapareces a todo el que se te cruza!—. Respondí, molesta, pero pude notar como aquella mujer negaba.

Contenido oculto

—Imposible...—su respuesta me petrificó. —Nadie vuelve, jamás

Y tan pronto como había terminado, la mujer torció sus hombros y parecía dejar someterse a una mutación al poder ver dos extremidades emerger de su espalda cuando, aún con una posibilidad, conseguí apuntarle mi espada a la presencia y esta se iluminó como el sol mismo, por consiguiente aclarando la cueva.
—No sé qué seas ¡pero te eliminaré!—. Exclamé con decisión, saliendo una réplica lumínica de mi arma, extendiéndose como una lanza que logró tocarle y esta me arrastró con tal fuerza que me hizo despegarme de lo que en aquél momento caía en cuenta que eran telarañas, y tan pronto como quedé frente a la mujer, di un sablazo en diagonal y un golpe contundente con mi escudo para empujarla y derribarla un par de metros hacia atrás, a la par de poder escuchar sus quejidos de dolor e ira.

Fue hasta ese momento que caí en cuenta que la cueva no solo estaba repleta de telarañas, si no que figuras humanas estaban detrás de la misma, todas expresando el más absoluto de los horrores, como si fuesen bizarras obras de arte de cerámica, algunas apenas distinguiéndose un torso y otras extremidades como brazos y piernas, otras, parecían gritar de horror pero eran silenciados por las telarañas, aunque la agonía que expresaban eran algo abrumador.
Esta mujer... parecía gozar en tenderles trampas a los incautos, y fue como furiosa la miré a detalle al fin, lo que confundía como tentáculos resultaban ser extremidades de araña moverse tras su espalda.

Aquella se limpió la sangre de la boca y la lamió con un goce tal que resultaba asqueroso.
—Ese... golpe me dolió, y nunca nadie había conseguido tocarme a no ser que fueran todos unos estúpidos pecadores—. Dijo, mientras se levantaba de forma extraña, primero girándose en el suelo y ondeando su cuerpo de pies a cabeza para incorporarse al fin, mirándome con malicia y goce, como si estuviese deseando algo más que solamente asesinarme.
—Me alegra hallar a alguien con quien poder pobrar un poco de terquedad ajena, ustedes, los necios. Son los más entretenidos—. Carcajeó con total malicia que consiguió arrojarse de nuevo, tomándome por sorpresa y consiguiendo derribarme con tal fuerza que inclusive me hizo azotar el cuerpo, apenas me recuperé, pude ver a decenas de arañas empezar a avanzar frenéticamente hacia mí.

—Complazcan a mi señor...—. Dijo aquella desgraciada, pero estaba claro que no me daría por vencido, me giré aún acostada por el suelo un instante mientras escuchaba un azote en donde me encontraba previamente, la arácnida había arrojado algo para empalarme pero me antepuse a sus movimientos, me incorporé rápidamente e invocando mi poder pude notar como las escasas bocas de la cueva se iluminaron y de pronto un gran rayo solar atravesó el techo para calcinar a decenas de arañas que estaban enfrente mío y, canalizando mi poder, conseguí reforzar mi resistencia para invocar un especie de pseudo eclipse alrededor mío, para cuando las arañas estaban ya por arrojarseme encima, el eclipse se concretó y arrojó una breve explosión y onda lumínica y ardiente sobre todas ellas para limpiar el campo y volver a girarme hacia la mujer.

—No me iré sin antes destruirte, la complacida seré yo cuando consiga arrancarte de esta vida, demonio.—Elise no pareció amenazada en lo más mínimo, al contrario, carcajeó sonoramente mientras volvía arrojar unos proyectiles los cuales evadí saltando a un lado, arrojé de nuevo mi espada pero para cuando me había dado cuenta, la mujer había desaparecido en un parpadeo, lo cual me hizo expresar sorpresa y volteé para todos lados tratando de encontrarla antes de que fuese tarde.

—Tu... no tienes idea de lo que soy, una reina... ¿Demonio? No, cariño. Soy una diosa, alguien que se me otorgó un don—. Dijo, para escuchar extraños sonidos y crujidos resonando en toda la cueva.
—Y ni tú, ni nadie, me va a arrebatar mi preciado poder, ni todo lo que... podré conseguir, solo eres un estorbo, terca, e ingenua. Estás en mi palacio... no lo olvides—. Añadió pero en todo ese diálogo con un tono de voz distinto aunque no menos apasional, cuando estaba intrigada por saber qué estaba pasando, las respuestas no tardaron, y resultaba que aquella ser se había transformado en una enorme, grotesca y asquerosa araña el cual me saltó encima y me derribo con lo doble de fuerte que la vez anterior, para colmo, penetró con una de sus patas un costado mío, cerca del corazón.

—Tsk... y encima... una repulsiva suertuda—. Dijo con asco, como si le hubiese desilusionado no haber acertado, por lo que rugí y con mi espada golpeé su rostro, chilló de forma terrible y agudo, de forma que era enervante con solo escucharla, mientras con el filo del escudo golpeé su pata con la que me atravesó para conseguir que la quitase.
Me levanté con algo de trabajo, notando como la sangre salía y aún así, miré con decisión a la bestia.

No dijo más, de hecho ni se tomó un segundo en decir algo cuando se arrojó y, harta de la misma estrategia me agaché mientras elevaba mi espada y dí un corte en vertical hacia ella, pero la misma consiguió prever el ataque y me hizo azotar el sable en el piso, incrédula, esta se había pasado a mi lado izquierdo para embestirme y solo conseguí protegerme con mi escudo antes de volver a ser derribada mientras con otra de sus patas pateaba lejos mi espada.

Eso si me preocupó, sumando a la herida mientras forcejeaba con la fuerza sobrenatural de aquella cosa.
—Valiente... Que interesante.—volvió a carcajear maravillada, azotando con otras dos patas, siendo las delanteras mi escudo para ir debilitando mi agarre hasta que en determinado punto, me la arrebató y la sacó lejos, dejándome totalmente desarmada.
—Humana... después de todo—. Añadió, en claro tono de burla, para cuando iba a rematarme y yo a responder con un movimiento arriesgado con mi brazo izquierdo en su boca para tener una oportunidad de librarme de ella, un sonido extraño y abstracto azotó con fuerza la espalda de la araña y volvió a rugir con aquél chillido tan espeluznante, pero antes de reaccionar, un orbe púrpura la golpeó con fuerza que la sacó volando hasta una pared el cual la azotó, dañándola en serio.

Miré incrédula la acción y volteé a mirar a mi salvador... más equivocada no podía estar, al reconocer esos colores y esa aura...

Contenido oculto

—Pero que forma de vida tan... interesante—. Dijo una profunda, vacía y oscura voz.
—¿Manipulan ambas la magia? Eso sería tan... ¡Esplendido!—. Añadió, con tono apasional, como si estuviese frente a un baúl lleno de riquezas, o en un descubrimiento ancestral.

Antes de siquiera poder decir algo, aquella cosa abrió una grieta purpúrea hacia mi dirección, yo solo pude musitar exaltada mientras me arrojaba torpemente a un costado y con dificultad corrí hacia mi espada cuando otra de esas esferas se disparó con clara falla, pues no impactaba a ninguna de las dos, sin en cambio, la esfera se dividió en dos y se dirigieron esta vez hacia ambas, yo solo pude tirarme y deslizarme mientras recuperaba mi escudo y Elise daba un salto eludiendo por poco, la demonio estaba visiblemente rabiosa.

—Oh, pero no opongan resistencia, ustedes no tienen ninguna oportunidad contra mí—. Dijo sin soltar su tono sarcástico y siniestro, revelando un enorme ojo purpúreo y reptiliano, con tres más en la zona superior y una especie de exoesqueleto con tres tentáculos era todo lo que tenía ese ser.
Imponente no era lo que exactamente diría, aunque si que la forma de atacar, tan impredecible y errático si era el factor a tomar en cuenta.
—Tú... ¿Crees que es gracioso? Solamente han caído en mi trampa—. Setenció la demonio con seguridad, pero aquél ser, al que desconocía su nombre, solo rió, para pronto pasar a carcajadas.
—Te equivocas... Yo ya las he estudiado a ambas, su breve combate ha sido suficiente y, me parece que ustedes, tienen unas posibilidades de supervivencia, menores, a cero...—. Dijo mientras seguía riendo, su confianza era abrumadora así como su calma.

Elise se arrojó sobre lo que yo desconocía el nombre de aquél ser era Vel'Koz. Aunque este respondió con una ruptura, el cual Elise eludió saltando a un lado e insistió, pero el ser del vacío de verdad parecía haber estudiado sus movimientos pues pronto abrió una segunda grieta, consiguiendo hacerla perder un instante el equilibrio, la suficiente para volverla a azotar con aquella esfera divisora y, para colmo, una explosión se liberó en la grieta por la que la daño de tal forma que hasta a mí me sorprendía, mientras el ser del vacío reía maravillado, como si estuviese gozando de una pelea infantil.
Para cuando quise darme cuenta, una energía purpúrea se iluminó a mis pies y resultó ser una explosión que me arrojó por los aires para caer unos cuantos metros alejada de él, pero el azote sumado a mi herida me hicieron quedarme paralizada unos instantes.

—¡Ah! ¡Sublime! Eres una forma de vida interesante, Elise—. Dijo Vel'Koz, sorprendiendo a la arácnida.
—Parece que manejas magia, muy... interesante. Esta información me servirá para el futuro próximo, aunque... bueno—. Añadió, mientras iluminaba sus tentáculos y sus ojos.
—Tú ya... no me sirves.—estaba por dispararle algo a Elise cuando di un grito de guerra y conseguí arrojarme a Vel'Koz para empujarle severamente con mi escudo y aquél ser musitó asqueado por la sorpresa, técnicamente y sin saberlo, salvando la vida de Elise.

—¿Soportas tanto dolor, Leona? Tal vez debí haberte estudiado a ti primero—. Dijo, solo para que Elise me embistiera y me empujase aunque esta vez al menos no caí al suelo por enécima vez.
—Tú no te metas, mocosa—. Setenció, visiblemente con el orgullo mermado por aquél ente desconocido, Vel'Koz rió ligeramente mientras se desplazaba a velocidad alrededor nuestro.
Tan pronto como hacía eso, disparó de nuevo aquella esfera, se dividió y Elise no consiguió esquivarlo para volver a caer esta vez mal-herida, aunque aún queriendo dar lucha, yo sin en cambio con el escudo apenas conseguí frenar el disparo, aunque tal fue la fuerza que me hizo empujar el escudo hacia un costado y vi a aquél ser aproximarse a velocidad contra mí para sujetarme del torso y la cabeza contra una pared, azotándome mientras yo gemía de dolor y ya hasta ese punto de agonía.

—Tan heroica, tan bondadosa—. Carcajeó.
—Me parece eso tan... obsceno—. Dijo mientras se separaba de mí a velocidad ya que Elise había dado un tajo a nuestra posición, no lo dañó a él, pero el corte si fue hacía mi, azotándome con fuerza en el suelo y luego me dio un empuje tal para directamente ya quitarme de su camino, considerándome un estorbo.

—No luchen ya... Solo aplazan lo inevitable—. Dijo con aterradora calma Vel'Koz mientras Elise rugía harta, sin en cambio, pude darme cuenta cómo mi espada estaba cerca, la cual tomé con decisión y me levanté ya hasta mareada, de seguir así caería desmayada en cualquier momento.
Jadeé con pesar, viendo cómo Elise trataba inútilmente una y otra vez de dañar a Vel'Koz pero este parecía tan impecable en sus movimientos que era literalmente imposible dañarlo de seriedad, Elise apenas si le rozaba, y con cada roce era un azote más que le propinaba por parte del ser del vacío.

Era aterrador ver cómo Elise era la que me estaba dando muchos problemas y ahora era esta... cosa, la que parecía mucho peor que ella, incapaz de defenderse.
—Esto se torna aburrido ya...—. Dijo aquél ser para prepararse de nuevo. —Mejor acabemos con esto... Vamos, ¡dime todo lo que sabes!—. Exclamó apasionado, pero de igual manera, este consiguió bloquear un golpe final con mi escudo, habrá caído una vez pero no una segunda, su enorme ojo central me miró de costado.
—Que decepción, creí que serías más inteligente—. Dijo a secas, refiriéndose claramente a que pensaría que escaparía, insistí con mi sable pero Vel'Koz había conseguido sujetarme con su tentáculo trasero y me arrojó contra la pared por última vez antes de caer rendida a lado de la transformada Elise.
—Dos... pájaros... de un tiro—. Dijo, riendo ampliamente para al fin cargar su ataque pero Elise esta vez atacó a Vel'Koz, yo ya estaba aprovechando para enviar otro rayo solar pero sobre el ser para conseguir dañarlo y aturdirlo, inclusive rugió de igual o peor forma que Elise, aunque esta apenas vio la oportunidad, se fue sobre el corrupto ser para matarlo.

—¡Detente! ¡No esta lo suficienteme-
—¡¡CALLATE!!—. Setenció la arácnida, interrumpiéndome. —No permitiré que este bastardo salga de aquí

Dijo firme, habría intentado convencerla de no ser que notaba cómo Vel'Koz ya estaba disparándole de nuevo a Elise, dañándola de nuevo, yo ya no podía soportarlo y terminé por escapar de ahí, como pude.
Era un caso perdido si me quedaba a luchar, el aturdimiento que ese ser tenía era la suficiente para abandonar el sitio, pero el orgullo de Elise era más fuerte que ella. Estaba igual de consumida como ese ser del averno.

No tardé mucho en dar a una salida más limpia de telarañas cuando decidí voltear por última vez hacia atrás, Elise rugía ya agónica, sin poder hacer nada contra Vel'Koz.
—Basta—. Setenció a secas para al fin disparar ese ataque que llevaba canalizando desde hace mucho y resultó ser simplemente un enorme rayo purpúreo que hizo aullar a Elise de agonía, sin en cambio. Solo había conseguido rozarle, aunque las patas del costado izquierdo habían sido todas obliteradas... desintegradas.

No podía soportarlo más, si me quedaba me arriesgaba a morir ya que obviamente no podría huir de aquella cosa, así que volví mi mirada y corrí hacia la salida con bastante dificultad pero segundos después salí gracias a la adrenalina.

Mientras escapaba, mal-herida, escuchaba unas carcajadas aterradoras provenientes de Vel'Koz en el fondo mientras me volvía a perder en el bosque, buscando cualquier refugio que pudiese hallar, hasta que una saliente de tierra se presentó así como estar algo camuflada por un par de árboles.
Opté por ocultarme ahí, y es que resultaba que no pasaban ni cinco segundos cuando pude escuchar a aquél repudiable ser pasar cerca, ya que provocaba extraños sonidos en él. Pude jurar ver como uno de sus tentáculos se deslizaba en el aire, delatando que me estaba buscando apenas justo encima de mí. pero parecía que hasta para él le era complicado hallar mi escondite.

—... Sé que me escuchas, Leona. No creas que podrás escapar de mí por siempre, tú, y tu cometido no harán otra cosa mas que hacerme entenderte y ser parte de mi memoria. Salgas de aquí con vida o no, te encontraré—. Dijo, vacío y serio, para buscar todavía por varios segundos, tiempo que se me hizo eterno, inclusive en determinado punto estuvo por encontrarme y yo no tuve opción mas que quedarme ahí, rezando que verídicamente no me hallara hasta que... en algún momento, Vel'Koz no se hallaba más ahí.

Me apenó y avergonzó mucho ver que inclusive había soltado un par de lágrimas por la intriga e impotencia que ese ser me hizo experimentar, se suponía que estaba siendo elegida para detener a esas cosas... y a él, que era un especie de científico no pude hacerle casi nada.
Me quedé ahí unos segundos extra hasta que decidí salir de ahí a rastas, jadeando cansada y herida, para por fin volverme a incorporar y mirar alrededor, intrigada. Pero... no parecía haber ya mas nadie, ni una sola alma.

Contenido oculto

Fue en ese momento que comprendí que la leyenda de un inicio era cierta, mas sin en cambio, la atribuían a un mismo ser, que era Elise, según dijo aquella cosa. Pero en realidad, parte del relato era también de Vel'Koz.
Ver cómo desintegraba las patas de la arácnida quedaba claro, Elise era mas de capturar y consumir, aunque no fuese en su totalidad.
Vel'Koz sin en cambio... Parecía directamente desintegrar a todos aquellos que ya decidía deshacerse de ellos. Pero, ¿para qué? ¿Con qué fin?
Me recargué, a despejar mi mente y mis lagrimas antes de decidirme volver sobre mis pasos, esperaba que mi cometido hubiera sido ya concretado, sin en cambio... Pude sentir; como en un inicio, una presencia. Era... era la misma antes de caer en la cueva de Elise.

Y temiendo lo peor, me giré bruscamente a encarar la presencia.
Pero... no había nadie, solo... silencio.

Me quedé ahí, ensimismada y tensa, mientras la pesada presencia permanecía... antes de simplemente, marcharse.

Así como había venido...
se había ido.​