Harry Potter Una despedida prohibida

El chico de cabello grasiento, alto y uniforme de Slytherin aguardaba impacientemente tras la sombra de un abedul en el bosque prohibido. Aquel día de un naciente de verano todo el mundo estaría donde estarían los chicos de su edad disfrutando la última estancia en Hogwarts. Disfrutando del lago, bajo un intenso calor veraniego y una fresca ventisca de sus aguas. Quizás bebiendo zumo de calabaza mientras esperan avistamientos del calamar gigante quien emergía de las profundidades para exponerse al sol esos días; en lugar de eso había una razón más que aparente para que un destacado estudiante estuviese esperando tras la sombra de un árbol del bosque. Una despedida. Una situación amarga que no se hizo esperar. La chica por la que sentía algo especial, cuyo corazón ya pertenecía a otro. Una muchacha pelirroja y ojos verdes cual esmeralda.

—Aquí estas, Severus. No es un buen lugar. El bosque prohibido... — Inquirió la chica de Gryffindor. Premio anual en aquella casa, justo como Snape en Slytherin.

—Lilly Evans, como si no te conociera ¿Tienes miedo de que aparezca tu novio Potter? Yo no le tengo miedo… Yo solo quería despedirme de mi mejor amiga. — Se notaba algo de tristeza y mezquindad en sus palabras, tras la última disputa entre ambos, cuyos culpable habían sido James y el mismo, si el mismo, su orgullo le había distanciado de la mujer que más deseaba.

—Ah, Sev… tú también eres mi mejor amigo, no lo olvides. Pero sinceramente si vine a que me sermonearas, mejor me voy… — La chica hizo ademan de querer voltearse, pero una larga mano le sostuvo por el brazo. La chica miro al rostro totalmente destrozado de Snape… Pero su corazón pertenecía a otro.

—No te vayas… Así no. Yo te quiero Lilly — Pero luego corrigió sus palabras, el no querría confundirla, ella pertenecía a otro y no era el mejor momento para dificultar todo. —Te quiero mucho, como tu mejor amigo claro… Diste la cara por mi cuando nadie más lo hacía.—

—Severus…… — Lilly palideció de tristeza, por él, el solo hecho de despedirse, a pesar de que llevaban un buen tiempo sin hablarse. Se abrazó en un patético intento de decir “adiós”—Yo también te aprecio mucho, viejo amigo, ahora nuestras vidas tomaran otro rumbo. —

Snape supo muy bien lo que ella quiso decir, en tan solo cuestión de cuatro o cinco horas, el tren del último año escolar les recogería y ya no habría vuelta atrás y la historia de todos los estudiantes en el colegio, cambiaria para siempre. Se abrazó fuerte, quiso que el abrazo perdurase. Severus tenía una fuerte intuición de que no volvería a verla.

—Gracias por todo, por los años que compartimos. Sera mejor que te vayas, Potter te espera. — Severus se deshizo lentamente del abrazo.

—Prométeme que te cuidaras, Severus. ¿Algún día volveré a verte?. — Quiso saber Lilly.

—Me parece que no. Pero te llevare en mi corazón. — Ambos se despidieron, el latido de sus corazones vibraron fervientemente.