Yu-Gi-Oh! Un viaje a Egipto... [oneshot]

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Eileen, 30 Enero 2009.

  1.  
    Eileen

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    Un viaje a Egipto...

    [FONT=&quot]Cuando crees que nada extraño llegase a suceder, siempre aparece algo que te demuestre lo contrario.[/FONT]
    [FONT=&quot] Que cuando menos te esperas la magia aparece, aun sin que le esperaras, aparece…[/FONT]
    [FONT=&quot]¿Qué podría pasar en unas vacaciones de invierno? Nada…[/FONT]
    [FONT=&quot]O eso es lo que la mayoría de la gente cree…[/FONT]
     
  2.  
    Eileen

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    Un viaje a Egipto... [oneshot]
    Total de capítulos:
    1
     
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    4884
    Un viaje a Egipto...

    Bien, este es un One-Shot que originalemnte era el concurso que se ha anulado, pero la voy a poner aqui, espero que os guste, sin mas que decir...

    Un viaje a Egipto...

    Era el primer día de las vacaciones de invierno, me desperté de buen humor y me dirigí a cepillarme los dientes.



    —Hermana…—me llamo mi hermano menor, él es un chico de diez anos, es castaño de ojos azules.

    — ¿Qué?—dije yo dándome la vuelta para verle, pero no tuve demasiado tiempo por que mi hermanito me lanzo un almohadazo.

    — ¡Nick!—chillé yo entre divertida y enfadada, dejando el cepillo y perseguí mi hermano por el salón. — ¡Ya veras tu cuando te pille!—le grité cogiendo una almohada y lanzándoselo en la cara.

    Y la pelea hubiera durado mucho, esto pasa cada día, parece que a largo plazo llega a ser aburrido, pero siempre nos divertimos.

    — ¡Niños!—oí gritar parándome de pelear, y mi hermano también, al escuchar a mi padre— ¡Venid al jardín!



    Nos dirigimos corriendo a las escaleras, bajamos y llegamos corriendo al jardín.

    Allí encontramos a mis padres, que sinceramente parecían estar muy contentos y me surgió una gran duda, y creo que a mi hermano también según la cara que puso.



    — ¿Qué pasa?—pregunté yo.

    —Cleo, Nick—nos llamo por nuestros nombres mi madre, estaba emocionada— ¡Vamos de viaje!—dijo muy contenta mientras mi padre sonreía.

    — ¡¿A dónde!?—preguntamos mi hermano y yo al mismo tiempo, no sé mi hermano, pero yo estaba muy contenta.

    — ¡Alaska!—dijeron mi madre y mi padre contentos.

    — ¡Qué bien!—chillo Nick emocionado, a él siempre le gusto ese país.

    —Woow—dije asombrada— ¡eso si que es dar la vuelta al mundo!—exclame contenta. — ¿Iremos en avión verdad?—pregunté, aunque es lo mas normal del mundo, ya que al vivir en Australia no me parecía raro.

    — ¡Claro!—exclamo mi padre—De echo mañana mismo partiremos—dijo la noticia con toda tranquilidad del mundo entero y capaz de otro.

    — ¿¡Qué?!—chillamos yo y mi hermano, de nuevo al mismo tiempo.

    A mi me dio una enorme sensación de lucha contra el cronometro.

    —Y si no acaban iréis con lo que tenéis preparado—nos amenazo mi padre—Mañana a las cinco de la mañana hay que ir al aeropuerto.

    — ¡Vamos, rapidito!—exclamo mi madre para que nos demos prisa.



    Nick y yo nos dirigimos como coches de carrera en la casa para arreglar las maletas.









    — ¡Cleopatra Rodríguez López!— me llamo mi padre por mi nombre y apellidos— ¡Despiértate ahora mismo!—chillo pegando la puerta de mi habitación que estaba cerrada.

    —Sí…—dije mientras me frotaba los ojos.

    — ¡Vamos al aeropuerto!—oí la voz de mi hermano emocionado.

    —Si, si…aeropuerto…—dije mientras me levantaba despacio de la cama, pero entonces me di cuenta de lo que dije— ¡Aeropuerto!—chille dándome cuenta.



    Salí corriendo de mi habitación, pero me di cuenta que estaba en piyama, volví a mi habitación, me puse unos jeans hasta la rodilla y un T-Short blanco y una chaqueta de jean, cogí mi maleta blanca y corrí escaleras abajo.

    Cuando llegué al salón vi a mis familiares sentados en el sofá, yo salí disparada por la puerta esperándolos. Me di cuenta que nadie me seguía y volví al salón.

    Me encontré con la mirada divertida de mi hermano e intentado no reír a carcajadas.

    — ¿Pero qué…?—dije mirando a mis padres, luego miré a mi hermano desconcentrada.

    —Tu, este…—empezó diciendo aguantando reírse, pero la risa le venció, y me señalo el reloj redondo de la pared.

    — ¿Qué? —chillé al ver que únicamente eran las tres de la madrugada.

    — ¡Jajá!—se rio mi hermano al volver a ver como estaba vestida, los zapatos de casa y el pelo despeinado.

    —Pensamos que seria mejor levantarnos dos horas antes para llegar puntual—explicó interviniendo mi padre.

    —En realidad…—dijo mi madre—debemos llegar a las cinco—explico—no levantarnos a las cinco.

    —Ay Dios…—me quejé pegándome la cara con la mano, solté la maleta—voy a arreglarme…—dije dirigiéndome a mi habitación con fastidio.









    Llegamos al aeropuerto de Madagascar, mis padres se fueron a ver los boletos y mi hermano se fue a comprar una pizza.

    Yo me quedé sentada en una silla, esperando a que llegasen.



    — ¡Cleo!—oí a mi espalda, me di la vuelta— ¡Sabrina!—exclame contenta al ver a mi mejor amiga.

    Sabrina es una pelirroja de ojos miel, y yo soy pelinegra de ojos azules, ella iba vestida con unos vaqueros y una blusa amarilla sin manga, unas zapatillas deportivas amarillas y llevaba el pelo suelto.

    Yo llevaba una blusa blanca, unos jeans y unas zapatillas deportivas blancas.



    — ¿Qué haces aquí?—me pregunto asombrada y alegre mientras me abrazaba.

    —Voy a Alaska—le respondí— ¿Y tu que haces aquí?—le pregunté.

    —Con mi familia vamos a Japón—dijo señalándome a su hermano mayor de diecisiete anos y a sus padres.

    —Veo que ambas vamos a un lugar distinto—dije resignada pero sin perder el buen humor.

    Mis padres y mi hermano volvieron.

    — ¿Quién es ella?—me pregunto mi hermano mientras se comía un trozo de pizza.

    —Uno: dame un poco—le dije en tono de regano cogiendo un trozo de pizza— dos: ella es mi mejor amiga Sabrina—dije sonriendo.

    —Un gusto conocerte Sabrina—dijo mi madre—Cleo nos hablo mucho sobre ti.

    — ¿Y entonces como es que yo no la conozco?—pregunto mi hermano Nick, el nunca puede faltar en una conversación.

    —Nick…—dije en tono de es-lo-mas-normal-del-mundo—siempre que ella venia a mi casa tu estabas saliendo con tus amigos.

    —Ah…—dijo como si nada, otra cosa: cuando mi hermano se mete en una conversación, no significa que esté muy interesado.

    Entonces la familia de Sabrina llego con nosotros.

    — ¡Hola!—saludo el hermano mayor de Sabrina, es un pelirrojo de ojos miel como mi amiga, tiene dieciséis anos, un par de anos mas que mi amiga.

    —Hola Eric—le saludé yo sonriendo.

    —Y tu eres…—empezó diciendo mi padre, bueno, así siguió la conversación de mayores mientras yo y mi mejor amiga nos reunimos en un lugar algo aparte.

    —Nunca creí que se llevarían tan bien—me dijo Sabrina.

    —Yo tampoco…—comenté diciendo la verdad— ¿Escuchamos música?—le pregunté.

    — ¡Si!—exclamo muy alegre, mi amiga es una gran fan de la música, siempre cuando iba a su casa y no estaban sus padres, ponía la música al volumen máximo, y empezábamos a bailar.



    Saqué mi celular azul celeste y blanco, también tiene música, y empezamos a escuchar la canción Titanic, es mi canción preferida y también la de Sabrina, tengo que reconocerlo, nos parecemos en muchas cosas.



    — ¡Sabrina!—exclamo su hermano mayor Eric, atrayendo su atención y la mía— ¡Ven!

    —Cleo tu también—me dijo mi hermanito Nick, aunque en realidad no habría sido necesario, de todas formas iba a ir con ella.

    — ¿Saben qué?—dijo mi padre, con esa sensación de sabelotodo que iba a compartir su descubrimiento.

    — ¿Qué?—preguntamos Sabrina y yo al unísono.

    — ¡Vamos a quedarnos aquí un día!—dijo el hermano mayor de Sabrina, Eric.

    — ¡Si!—exclamo mi amiga contenta.









    Volvimos al aeropuerto después de haber pasado por un parque de atracciones, la piscina y un restaurante, aunque en realidad no comimos gran cosa, solo unos helados.

    Nos sentamos en las primeras sillas que encontramos, por suerte había ocho que estaban juntas.

    Dejé mi maleta, pero en realidad era una cartera azul celeste, ya habíamos dejado las maletas pesadas, en el suelo.



    —Voy a comprar una pizza…—dijo mi hermanos mientras se levantaba.

    — ¡Espera!—dije yo reteniéndolo—coge también una botella de agua y un sándwich con atún—le dije mientras le pasaba dinero.



    Todos parecían estar cansados, y creo que también lo eran, como no se me ocurrió otra cosa abrí mi mochila y saqué mi Laptop y el Modem USB. Luego me di cuenta que con el Laptop en aquel momento no tenia nada que hacer, pero aun así lo encendí.



    —Voy al servicio…—dijo Sabrina mientras se dirigía allí.



    Miré el Laptop y de pronto la pantalla se puso negra— ¿Pero qué…?—pensé extrañada.

    Entonces leí mentalmente lo que apareció en letra amarilla en la pantalla—:Tú destino esta sellado…
    Me pareció muy raro, pero enseguida desapareció aquel mensaje extraño y la pantalla volvió a la normalidad.



    Raro…—pensé mientras guardaba el aparato electrónico en la cartera.



    Entonces sentí una extraña sensación, como si algo me llamase, miré la pantalla que indicaba los próximos vuelos, pero uno me atrajo en especial, el viaje para el Cairo que despegaba a las 12:00, es decir, en una hora.

    Sabrina volvió del servicio, pero no miraba por donde caminaba, ella también miraba la pantalla.



    — ¿Sabes que?—me pregunto en voz baja. —Adivina lo que vi en el espejo del baño…—me dijo con voz misteriosa.

    — ¿Qué?—le pregunté yo confusa.

    —Estaba escrita la frase: tu destino esta sellado—dijo mi amiga aun más confusa. —Y con letra un poco rara…—comentó.



    Entonces yo le conté que el mensaje que ella me dijo también apareció en la pantalla de mi Laptop.

    Nos quedamos un par de minutos calladas, miré mi reloj a mano—Faltan 52 minutos para el vuelo del Cairo—pensé inconscientemente— ¿Pero porque me interesa eso?—pensé esta vez razonando, algo me hacia muy interesada por ese vuelo, pero no entendía qué.

    —Cleo—me llamo mi padre—Vamos a comprar algo junto con la familia Rozemberg—dijo refiriéndose a la familia de Sabrina.

    —Vale…—dije yo distraída, pero Sabrina se quedo conmigo, y por lo que yo entendí es porque su madre se lo pidió.

    Y entonces, y para el colmo, apareció una persona encapuchada.

    — ¿Y quien eres tu?—pregunto Sabrina en tono desafiante.

    Pero se quedo callado por un tiempo, luego dijo—: Tú destino esta sellado—pregunto en un tono de voz extraño, muy extraño, no sabría definir la forma en la que lo dijo.

    Yo no sabia que decir, y supongo que Sabrina tampoco, por que no dijo nada.

    —Seguidme…—dijo el encapuchado dándose la vuelta.

    Hubiera jurado que Sabrina hubiera dicho “¿Por qué?” o “¿Quién eres?” o algo por el estilo, pero no dijo nada y lo siguió, y yo también. El asunto era raro, pero a la vez me emocionaba.

    10 minutos después, luego de haber dado la vuelta por muchos sitios, el encapuchado se paro, y desapareció misteriosamente.

    — ¿Viste lo que vi yo?— me pregunto Sabrina, como el que pregunta por dudar si era cierto lo que paso.

    —Si te refieres al encapuchado y a esa frase extraña, pues si…—le respondí sin moverme de donde estaba. —Oye debemos regresar—comenté al darme cuenta donde estábamos, miré enfrente mira, y vi que allí estaba el abarcamiento para el vuelo del Cairo. Cairo…esa rara coincidencia que empezaba a cobrar sentido: Debíamos ir para allá…

    —Está bien…—dije medio harta—vamos—dije en un tono de voz como el que dice ¿si-o-si?, y cogí de la muñeca a mi amiga derechito al avión para el Cairo, raramente nadie nos dijo no y ni siquiera nos pidieron boleto.

    — ¿Oye que haces?—me pregunto Sabrina como si fuera lo mas normal del mundo.

    —Este…embarcamos—le dije, también como si fuera lo mas normal del mundo soltando su muñeca y parándome un rato. —Mira, no sé que pasa aquí pero creo que debemos ir a Egipto…—dije resumiendo, me di cuenta luego de que mis palabras no tenían demasiado sentido, pero al ver mejor si parecía tenerlo.

    —Bueno…—dijo mi amiga resignada— tu sabes que me gustan las aventuras—dijo sonriendo y cambiando su actitud a una alegre y emocionada.

    Llegamos en poco tiempo en el avión, miré por el alrededor, había muy poca gente, nos dirigimos en la parte delantera del avión, allí había tres sillas a la derecha y res a la izquierda, nos dirigimos a la derecha.

    Yo me senté al lado de la ventana y Sabry, así la llamo a veces, al lado mío.

    —Han seguido su destino…—dijo una voz misteriosa que provenía del mismo encapuchado que nos dirigió hasta aquí, y que efectivamente estaba sentado al lado de Sabrina.

    — ¿Quién eres?—pregunto mi amiga, esta vez sin enfado, sino que por pura curiosidad y confusión.

    —Todo a su tiempo—respondió en un tono al que a cualquiera le parecería imposible de replicar.

    —Pero…—empecé diciendo, con querer quejarme, pero la intensidad del tono me paro, miré hacia la ventana quedándome con la confusión, entonces pude ver que el avión empezaba a moverse. Y por más que se movía, mas me daba cuenta de la rara situación: ¿Qué estábamos haciendo en un avión que nos dirigía a Egipto, si nosotras en realidad íbamos a lugares muy distintos?

    Poco a poco empezaba a desesperarme, pero entonces paso algo que no creía que pasaría.

    —Todo se arreglará—dijo el encapuchado en un tono tranquilizador, muy diría yo, haciendo que Sabry y yo lo miráramos, y desapareciendo delante de nuestros ojos.

    De alguna u otra manera, me tranquilicé.









    Viajamos 10 horas, eso sin que el vuelo tuviese paradas. La primera hora nos quedamos despiertas, las 6 siguientes dormimos y las que quedaron no pudimos dormir.

    El vuelo con destinación Cairo, Egipto, se termino exitosamente, pedimos a los pasajeros que bajen del avión, gracias por viajar con Egipcian Air.

    —Llegamos…—dije en un susurro— ¡Llegamos!—exclamé con una gran emoción atrayendo la atención de mi amiga, que se asombro ante mi actitud.

    — ¿De donde tanta emoción?—me pregunto extrañada.

    —Yo que sé—dije aun contenta, lo que pasa es que siempre me gusto este país cuando era pequeña, creo que me volvió el gusto.



    Unos minutos mas tarde salimos del aeropuerto, hacia calor, pero era aguantable. Por suerte solo llevaba un T-Short y unos pantalones cortos.

    El encapuchado volvió a aparecer de la nada y nos pidió que lo sigamos, nos llevo hasta una pirámide.



    —Esta es la Pirámide Milenaria—nos señaló hacia la entrada—de aquí ya no os puedo guiar—dijo y se desvaneció.

    —Etto…bien—dijo Sabrina— ¿Y ahora qué?—pregunto confusa.

    —Creo que deberíamos entrar…—dije mientras me dirigía hacia la entrada.

    —Oye espérame…—dijo y me siguió.

    —Bien, ¿y?—pregunto Sabry, al ver que entramos en un lugar completamente vacio, ni siquiera había dibujos o algo por el estilo.

    —No sé…—dije resignada, todo estaba muy oscuro, de repente se escucho un maullido, y unas antorchas empezaron a iluminar el lugar, un gato negro y de ojos verdes nos apareció delante— ¡Ay, pero que lindo!—exclamo Sabrina con cariño, intentando acercarse.



    El gato empezó a correr y Sabry me llevo casi arrastrándome para seguir al gatucho, en poco tiempo nos perdimos.



    —Bien, ¿y ahora qué?—pregunté con pocos ánimos, me apoyé en la pared, entonces me caí por detrás— ¡Auch!—dije adolorida por la caída.

    — ¿Pero qué?—dijo Sabrina asombrada, yo no entendí.

    — ¿Qué?



    Ella no me hizo caso y se adelanto mientras que yo me levanté, entonces me di cuanta…era una cámara con un sarcófago y mucho oro y dibujos. Miré por todos los lados, pero lo que más me gusto fue una pirámide que llevaba un ojo en el centro, me acerqué y lo cogí, Sabrina se me acerco.

    La pirámide comenzó a brillar hasta que no vi nada, solo blanco…











    Sentía como si estuviera sobre algo duro, empecé a despertarme poco a poco, tenia calor, mucho mas que tuve hasta ahora, abrí los ojos, vi arena…montón de arena. Miré hacia mi lado derecho y vi a Sabrina, que aun estaba dormida. Le di unos empujoncitos para que espabile.



    —Solo cinco minutos más mama…—se quejaba dándome la espalda.

    — ¡Despierta que estamos en medio del desierto!—dije elevando la voz.

    — ¿Quéééé?—replico levantándose de golpe y comprobando lo que dije.









    Nos hallábamos en una aleda, después de caminar un poco encontramos esta aldea, la gente se vestía muy raramente…como en una época antigua. No sabia muy bien donde estábamos, pero creo que en Egipto.

    —Disculpe, ¿donde están los hoteles?—pregunto Sabrina al primero que se encontró en el camino, este parecía estar muy confuso, como si no entendiera.

    — ¿Dónde esta el qué?

    Como decía, parecía que nadie de allí sabía nada, quise sacar mi móvil de mi pantalón, pero entonces me di cuenta de que no llevaba mi jean, llevaba una túnica blanca sin mangas, miré a Sabry y era igual.

    Andamos un poco mas hasta que llegamos a una especie de palacio, allí decidimos entrar para ver si encontrábamos algo normal, entonces recordé que vi una peli que llevaban los mismos trajes que donde estábamos, pero no recuerdo bien.

    En medio de la plaza esa, si la puedo llamar así, sonó una trompeta, vimos que todos se echaban o para un lago o para otro, pero no entendíamos porqué. Éramos las únicas que estaban en el medio. Entonces apareció un chico, acompañado de una especie de guardias.



    —Vaya como se visten estos de verdad…—comento Sabrina.



    El que llevaba mas joyas era tricolor, y a su lado un poco para atrás estaba un castaño de ojos azules y otro castaño oji-violeta y también una chica castaña de ojos verdes.



    —Oye, vamos para este lado…—dije yéndome al lado izquierdo, ya que me sentía rara estando en el camino, Sabrina a renga dientes (cosa que no sé porqué) aceptó.



    Entonces me di cuenta que todos estaban arrodillados todos, cosa que me extraño, pero de repente se me encendió la lamparita, la idea era rara pero…me parecía que era la única que me encajaba. ¿Y si esto era el antiguo Egipto?

    Sabrina estaba detrás mía, y yo un poco mas para delante, entonces se nos acerco uno de los guardias, el castaño oji-azul, parecía molesto.



    — ¿Oye niña, quieres que te corten la cabeza?—me pregunto de mala gana.

    — ¿¡Perdón?!—dije sin entender el sentido de la pregunta.

    — ¡Oye malcriado! ¿Qué tienes con mi amiga?—pregunto molesta Sabrina que se metió en la conversación.

    El guardia quedo sorprendidísimo, como si hubiera visto un fantasma o algo por el estilo, para luego poner una mueca de enfado. No sé por qué pero tuve una enorme sensación de que eso anuncia un lio grandísimo.

    — ¡Guardias!—grito, para que luego dos guardias corriesen hacia a él.

    — ¿Qué pasa, sacerdote Seth?—preguntó uno con enorme respeto… Espera… ¿¡sacerdote?! Creo que esto confirma mi hipótesis sobre el antiguo Egipto. —pensé algo confundida.

    —Llévenla con el faraón—ordenó a los guardias. Entonces se nos acercaron creo que con intenciones claras de llevarnos a fuerza, como no me gusta eso…

    — ¡Stop!—exclamé algo molesta parándolos por un momento—Puedo ir sola sin que me lleve nadie—dije con firmeza.

    —Además no tenemos porqué ir a ningún fara…—empezó diciendo Sabry, pero se bloqueo en el final— ¿Faraón?—dijo mucho confusa.

    —Así es…—comento el ‘sacerdote’.

    Mientras nos “acompañaban” de una manera u otra, le dije a Sabry en voz baja: —Te parecerá una locura pero creo que estamos en el antiguo Egipto…eso explicaría lo del faraón…

    — ¡O a lo mejor es una de esas cosas con cámaras escondidas y saldremos en la tele!—exclamo algo feliz. No me gustaba meterme entre la felicidad y mi amiga, pero no creo que eso era verdad.



    Bueno, pues volvimos al centro del lugar ese, y la verdad era muy grande, porque creo que tardamos unos cinco minutos hasta allí caminando. Cuando iba a replicar algo, aparece un guardia creo, parecía estar asustadísimo, entonces oí el trotar de unos caballos, miré confusa a Sabrina y ella me miro a mi.

    Entonces entraron unos jinetes, los aldeanos empezaron a correr, creo que para alejarse de allí. El que parecía ser el jefe se quito la capucha.



    — ¡Bakura!—exclamaron todos a la vez, me pareció que el tono de voz que tenían era entre asombro y enfado.



    El nombrado anteriormente bajo del caballo, todos parecieron ponerse en posición de alguna pelea, entonces me di cuenta de que en sus brazos había un disco extraño. El faraón grito, como llamando a alguien—: ¡Slayfer!

    Se oyó un trueno, y del cielo bajo un enorme dragón rojo, quedé boquiabierta— ¡Waaaaau!—exclamé asombrada, miré a Sabry, estaba igual que yo.

    Entonces el otro, llamo a otro monstruo, y así empezó la pelea extraña. Cada vez que uno de los monstruos era atacado, el “dueño” parecía estar afectado.

    Entonces detrás de Sabry apareció un guardia que nos grito— ¡Venid!—al mismo tiempo que empezaba a correr para señalarnos la dirección. Decidimos seguirlo, entramos en una pirámide donde se refugiaron todos.



    —Huy, hemos vuelto a una pirámide, que ironía, ¿verdad?—me dijo Sabrina. No respondí, aun estaba asombrada de lo que acabé de ver antes.



    —Miau…
    —escuché. Yo y Sabrina dijimos al mismo tiempo— ¿Lo escuchaste?



    Ambas oímos el maullido, se oyó otra vez pero mas persistente, decidimos seguir la voz que nos guio a una sala funeraria. Entonces me di cuenta que era igual a la primera que vimos, me dirigí hacia donde encontré la otra vez esa mini pirámide extraña. Había una pirámide, pero no era la misma, era una azul, sin embargo tenia el mismo ojo. Sabrina se me acerco y lo cogió en las manos…







    Cleo…Cleo..., Cleo despierta… ¡Despierta!



    Abrí los ojos y me levanté con brusquedad, acto que hizo sentirme mareada. Dirigí la mirada hacia quien me llamaba, era Nick.

    —Por fin—me soltó con algo de preocupación—tardé un buen rato en despertarte…

    — ¿Dónde esta Sabrina?—pregunté con velocidad sin hacerle mucho caso.

    —Se fue al baño hace poco…—me comento confuso. Miré a mí alrededor, estaba en el aeropuerto… De repente sentí todo como si esto ya hubiera pasado, recordé mi “sueno”.

    Cogí mi mochila, abrí el Laptop, no había nada…



    Miré la pantalla donde se anunciaban los vuelos, busqué Egipto: no estaba. Me asusté por un momento, no era posible que todo fuese un sueno, ¡fue tan real! ¡El extraño encapuchado, el vuelo al Cairo, la pirámide milenaria, la aldea, el sacerdote, Slayfer, la extraña batalla, y el gato negro!



    Estaba muy confusa y desesperada, eso no era algo que se olvidaría fácilmente. Miro hacia Sabrina que se acercaba, había vuelto del baño.



    —Sabrina, por favor, dime que tu también lo viste, ¡la pelea esa extraña, el gato, el encapuchado, el vuelo al Cairo, la pirámide milenaria!—le dije desesperada, pero no en voz muy alta.

    Al principio ella se quedo confusa, pero después de un rato dijo—Yo también lo soné…—su voz sonaba serena. Me alivié por un momento.

    —Cleo, ¡vamos!—dijo mi madre que se levantaba—hay que coger el avión…

    —Si…—fue lo único que pude decir, me despedía de Sabrina y me fui con mi familia a coger el vuelo.









    Llegamos cansados a casa, después de casi estar toda la vacación de invierno en Alaska, volvimos a casa. Eran como las ocho de la tarde, no pude mas, me fui directamente a mi habitación y me eché a dormir.



    Me desperté a las siete de la mañana, me arreglé. Llevaba unos pantalones blancos, un jersey rojo y unas zapatillas rojas de deporte. Cogí mi mochila y bajé las escaleras. Mi padre me llevo en coche al cole, allí me encontré con Sabrina.

    Yo estaba muy contenta de verla, la eché de menos.



    El profesor entro al aula, todos nos sentamos para estar al pendiente de lo que iba a decir.



    —Bien, espero que todos hayan pasado unas felices vacaciones, tenemos unos cuantos alumnos nuevos…—el profesor le hizo una señal a los que debían estar en la puerta, entonces entraron… un chico de cabello tricolor y ojos violeta, una chica castaña de ojos azules, un chico castaño de ojos marrones, un chico rubio de ojos marrones, un chico castaño de ojos azules y un chico peliblanco de ojos marrones entraron al aula. — El es Yugi Muto, Tea Gardner, Tristán Taylor, Joey Wheller, Seto Kaiba y Ryo Bakura.



    —¡¡¡Qué!!!— exclamaos asombradas yo y Sabrina mientras nos levantamos de las sillas de golpe.

    No puede ser…son ellos…El faraón, ese tal Seth y Bakura…—pensé asombrada, luego me di cuenta de que toda la clase nos estaba mirando. —Yo…lo siento…—me excusé volviendo a sentarme. Sabrina hizo lo mismo, me dijo: —No puedo creerlo…, en realidad no soñamos… en realidad fue real…
     
  3.  
    Minamar

    Minamar Entusiasta

    Escorpión
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    Re: Un viaje a Egipto...

    hola amichis!!!
    waaa te salio bien
    eeeeh todo fue un sueño¿? waaa pero bien que parecia real xD
    que horrible seria si un dia en el espejo te encuentras con algo asi
    ahora no vere el espejo por semanas x3
    jaja fue gracioso lo ultimo cuando las dos ven a los nuevos xD
    bueno arany me gusto mucho lo que escribiste
    nos leeremos despues
     
  4.  
    MANA_DMG

    MANA_DMG Entusiasta

    Libra
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    Re: Un viaje a Egipto...

    VaYA, JEJE ME GUSTO, TODO UN REVOLTIJO QUE TERMINO SIENDO UN SUEÑO, DJABU, VISTA AL PASADO... Y TODLO LO QUE TENGA RELACION CON ESO xD

    BUENA HISTORIA, AL PRINCIPIO PENSE QUE NO TENIA NADA QUE VER, PERO VEO QUE LE INTRODUJISTE BIEN LAS COSAS.

    SE DEBIERON HABER LLEVADO UN BUEN SUS LAS POBRES CHICAS AL VER A LOS NUEVOS, SOLO QUE LLEGARON MUY RAPIDO NO CREES.

    CREO QUE HABIAN BUENOS ONE SHOTS PARA EL CONCURSO, ES UNA LASTIMA QUE NO SE HAYA LLEVADO ACABO.
     
  5.  
    Eileen

    Eileen Entusiasta

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    Re: Un viaje a Egipto...

    Wii, gracias Mana ^^
    Creo que lo primero que te parecio al ver el titulo "Un viaje a Egipto..." y luego que digan que iban a Alaska, creo que pensaste " Y esto qué tiene que ver ??"
    Bueno, quise sorprender un poco xD
     
  6.  
    Anneliese

    Anneliese Usuario popular

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    Re: Un viaje a Egipto...

    Hola Arany ^^

    No negaré que al leer el one-shot, al principio no entendía que relación tenía una cosa con la otra. Parecía ser un original. Pero ya luego que las chicas van a viajar, que aparece el faraón y esas cosas, he incluso hacen presencia los duelos, perfectamente tenía que ver con Yu-Gi-Oh.

    Vi por ahí dedazos y faltaron algunos acentos, pero te quiero hacer una observación en los guiones. Mira:

    Como puedes ver, al comienzo de lo que habla el personaje debe ir pegado el guión y un espacio cuando termina. Y el punto y aparte, debe ir pegado al guión, debes colocarlo. Y nuevamente, debes dejar espacio.

    Siempre recuerda que la acotación (lo que tú narras), debe ir pegado al guión ^^

    Muy buen one-shot, me entretuve bastante al leerlo ^^

    Nos estamos viendo.
    Cuídate.
    Suerte y sigue escribiendo ;)
     
  7.  
    ISHIZU

    ISHIZU Guest

    Re: Un viaje a Egipto...

    Pues que te puedo decir? creo que yo también caí en la misma trampa xD pero creo que fue una muy buena historia... esos sueños que parecen reales aveces dan miedo xD
    Pues seguiré esperando tus trabajos con gusto ^^
     
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