Un tonto sentimiento llamado amor

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Celas, 3 Agosto 2010.

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    Celas

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    Aries
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    Un tonto sentimiento llamado amor

    Bueno aqi empezamos yo y Sakurash este fic exo por las dos que espero que sea de vuestro agrado:)

    Prologo


    Siempre hemos estado juntas en la misma clase, pero ninguna daba el paso para conocer a la otra, quizás por que tu eras siempre muy tímida y no te gustaba destacar y yo siempre estaba gritando y correteando por la clase. Pero siempre me preguntaba ¿por que esta sola? ¿Por que no habla con nadie? ¿Es que acaso no tiene amigos? Eso es imposible...
    La observo entre la multitud, parece una princesa, siempre tan perfecta, que parece que se pueda romper en mil pedazos con un suave tacto en su piel... de los labios de los profesores solo salen cumplidos y ella se sonroja.... Parece sacada de un cuento de hadas.


    Pasaban los cursos y yo seguía refugiada en mi mundo, no sabía como hablar con los demás, ¿que tema podía sacar que le gustase a la gente de mi alrededor? No sabía como dar el primer paso, pero ella siempre tan alegre y ruidosa, como me gustaría, al menos un poco, ser como aquella chica. A veces nuestras miradas se han cruzado, a veces la observo en silencio sin que se de cuenta y una pizca de mi corazón la envidia... ¿Como sería ver el mundo a través de sus ojos?


    Nuestra tutora la felicita de nuevo, ha ganado el primer premio de literatura de nuestro curso, ella se sonroja de nuevo, con la voz entrecortada da las gracias, no puedo evitar reírme de su gesto. Coge su historia y se sienta rápidamente en su asiento intentando pasar desapercibida pero no lo consigue. La semana que viene tendrá que leer su historia delante de todo nuestro ciclo como ganadora del concurso...¿me pregunto como lo hará?


    No se como afrontar esta situación, tengo miedo, hablar delante de tanta gente, me aterroriza, tengo miedo de hacer el ridículo... creo no poder hacerlo...
    Salgo corriendo del colegio y alguien me sigue, lo noto alguien me sigue...¿Pero quién?


    La sigo. Su casa esta cerca del colegio. Hoy nadie la ha venido a recoger.


    Me giro, no hay nadie, miro a los alrededores y tampoco hay nadie. Tengo miedo, mi madre no ha podido venir hoy a recogerme... Y de golpe “¡¡Buahhh!!”


    “¡¡Kyahhhh!!” grita de golpe y cae al suelo, me río. “Estas aprobada” le dijo alzando el pulgar.
    Ella está al borde del llanto.


    Ella esta enfrente mio con el pulgar hacia arriba y una sonrisa despreocupa, “¡¿Por que me has asustado así?” Simplemente se rie, no la entiendo...¿la gente normal hace eso?
    Un motor, escucho un motor de algún coche acercándose y se para enfrente mio. Un coche lujoso y en él aparece del asiento trasero un chico con el pelo alborotado, le ha llamado hermana.


    Mi hermano, me hecha la bronca y yo me disculpo agachando la cabeza, detrás aparece Rael, se disculpa con ella y me coge de la mano hacia el coche. Realmente nunca me han gustado tantas formalidades...


    Una chica de unos años mayor que yo se disculpa conmigo y se la lleva a dentro del lujoso auto. El hermano de ella, se disculpa con una sonrisa y me ofrece la mano para que me levante. Mi corazón de un pequeño vuelvo. Se asoma por la ventana y me dice... hasta mañana...


    Y así fue nuestro primer encuentro...


    Y así fue como empecé al menos a cambiar un poco...
     
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    Celas

    Celas Usuario común

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Bueno ahora si q si, el primer cap de esta fic donde veremos a Celas y Sakurash pasando por varias situaciones, tanto amorosas como de otras embarazosas. Deseamos que os guste !!!!

    Capitulo 1: Celas

    -Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno...¡Listo!-digo impaciente esperando la taza de chocolate caliente dentro del microondas-¡Quema!-aparto rápidamente la mano.
    -¿Se encuentra bien, señorita?
    -Tranquila, solo me he quemado un poco. No es nada.
    -Una pregunta señorita, tengo entendido que ha usted no le agrada el chocolate.
    -Sí, es cierto.
    -¿Entonces por que se prepara uno?
    -¡Para cambiar un poco la rutina!
    -Ah...claro.
    -¡Puagh!-escupo el chocolate-¡Está repugnante!No se como le puede gustar esto a mi hermano.


    Hoy se acaba el verano y empiezan las clases y yo Celas, de 16 años de edad, hija de unos grandes y adinerados empresarios, empiezo un nuevo curso en el prestigioso instituto Seito. Y aquí estoy enfrente la puerta de mi casa con el uniforme puesto, la cartera y a mi espalda el bajo.


    -¡Vamos al instituto Seito!-grito emocionada.
    -¡Señorita si son las seis de la mañana!¡¿Además que hace con el bajo?!
    -¿Eh? Pues me quiero apuntar al grupo de música del instituto, así que el bajo me lo llevo.
    -Vale, lo entiendo señorita, pero espera al menos una hora y media para irnos.
    -¿Pero por que tanto rato?-pregunto con cara de asco.
    -Por que los estudiantes entran a las ocho y hay media hora en coche.
    -Menudo aburrimiento...¡Pues llamaré a Sakurash!
    -¡Ni se le ocurra!¡La señorita Sakurash seguramente está durmiendo en este momento, si la llama le molestará!
    -Rael, no deberías cuestionar las ordenes de tu ama-cerré el móvil aparentando ser interesante.
    -Obedezco a vuestro padre y madre, quienes son mis amos, no usted.
    -Sabes, para tener cuatro años más que yo pareces una vieja hablando así. Normal que no encuentres novio.
    -Eso no le incumbe, señorita-dice con tono serio.
    -Señorita por aquí, señorita por acá, que asco de formalidades-digo con un tono burlesco.
    -¿A donde va, señorita?
    -Y sigue con lo de señorita-susurro-¡A tocar el bajo!- alzo la voz.
    -¿A estas horas?-pregunta confusa.
    -Para matar el tiempo-hago una mueca.


    Me voy al estudio privado y empiezo a tocar sin parar, pero a pesar de todo solo han pasado quince minutos, estoy cansada. Me asomo por la ventana, un día nublado como lo habían afirmado anoche, parece que vaya a llover. Para ser el primer día no acompaña mucho el tiempo, la verdad.
    Rael está en la puerta del estudio sin moverse a penas, como si fuese una estatua.
    Rael mide un metro setenta aproximadamente, su cabello le llega por los hombros de color blancuzco, finos labios rosados al igual a su tez y grandes ojos azul cristalizado. No es que sea una belleza extrema pero causa sensación. La primera imagen que tienen de ella es de ser la chica perfecta, sin ninguna malicia, pero para nuestra decepción es todo lo contrario. Es una chica con un fuerte carácter, muy orgullosa, obediente, estricta, muy justiciera y difícilmente pierde los nervios. Y ella es mi sirvienta personal.


    -Estoy aburrida-me tumbo en el suelo-por que el tiempo pasara tan pero tan lentamente...-digo girándome de un lado a otro. Rael ni se inmuta-¡Ya sé!-salgo corriendo del estudio a fuera.
    -¡Espera a donde va tan rápido!-grita pero no le hago caso.


    Salgo corriendo al jardín con el bajo en mi espalda, desde ahí veo la ventana abierta de mi hermano mayor. Detrás viene Rael.


    -¿Que es lo que pretende, señorita?-dice jadeando.
    -¡Hermano!¡Despiértate de una vez!
    -¡Deje de gritar de esa manera!
    -¡¡HERMANO!!¡¡DESPIERTATE!!
    -¡Pero quiere callarse!-grita Rael a mi espalda.
    -¡¡¡HER...MA...NO!!!¡ES LA HORA DE DESPERTAR!-grito des del jardín. De golpe aparece alguien.
    -¡Te quieres callar Celas!¡¿Has visto que hora es?-grita furioso desde la ventana-Dejame dormir el tiempo que me queda-cierra la ventana bruscamente.
    -Jo, que aburrido...-digo con caras de pocos amigos.
    -Es que tiene cada idea señorita...


    Me dirijo a mi cuarto a paso lento y Rael efectivamente me sigue, entro y ella se queda fuera esperando. Dejo el bajo a un lado y me tumbo en la cama observando el gran techo blanco sobre mi cabeza, suspiro. La brisa fría de la mañana entra por la ventana abierta de par en par, me da un pequeño escalofrío y me acomodo de nuevo. Escucho a Rael desde afuera, parece que está hablando con alguien, no le doy importancia.


    -Buenos días Rael.
    -Buenos días, señor-dice haciendo una reverencia.
    -No me llame señor, me hace parecer mayor. Llámeme Hiroki- dice frotándose la cabeza con la toalla.
    -De acuerdo, señ...Hiroki.¿Ha disfrutado su baño?
    -Sí, muchas gracias. ¿Está mi ruidosa hermana dentro?-pregunta con un tono divertido- Te compadezco, aguantarla no es trabajo fácil-dice poniéndole una mano en el hombro.
    -Que va, que va. Me gusta servir a la señorita, me divierto mucho con ella.
    -A mi ya me cansa-bosteza-Que sueño...
    -Perdona por no haber podido detener a la señorita-agacha la cabeza.
    -No se podía evitar, no podemos saber que es lo que le pasa por la cabeza. Bueno voy a bajo.
    -Como usted guste-dice haciendo una reverencia.


    Ha pasado ya una hora desde que entre en mi cuarto y sin darme cuenta caí dormida en un profundo sueño.


    -¿Señorita?¿Señorita?-espera-Voy ha entrar-dice abriendo la puerta-Si es que no tiene remedio...


    Escucho que me llaman varias veces, pero no le hago caso, simplemente me cambio de postura. Me vuelven a molestar llamándome, me vuelvo a girar pero esta vez a la izquierda. La persona que me estaba llamando suspira, ahora me llama más fuerte y me tira del brazo. Me deshago de ella empujándola, cae al suelo. Balbuceo algunas palabras. Escucho algunas palabras provenientes de cierta persona pero ni me inmuto.


    -¡¡FRÍOOO!!-grito levantándome de golpe.
    -Eso le pasa por no despertarse a la primera-dice molesta.
    -¡¿Pero por que me has puestos unos cubitos de hielo en la espalda?!
    -Obviamente para que se despertara.
    -Te has pasado-la miro desafiante.
    -Baje a la cocina que tiene unas tostadas preparadas.
    -No quiero, ya he comido antes-digo pero no puedo evitar que mis tripas me desmientan.
    -Mentirosa.


    Bajo al comedor, me tomo mis tostadas con un vaso de leche, mi hermano parece estar molesto conmigo. De vez en cuando bostezo, todavía tengo sueño, mi hermano me mira de reojo y suspira.


    -No tienes remedio-dice acariciándome la cabeza como si me tratase como un perro.
    -Es mi carácter-digo orgullosa.


    Por fin, ahora si que si, hoy empieza el nuevo semestre, se acabaron las vacaciones y finalmente lo podré ver... cada día.


    -¿De que te ríes?
    -De nada hermano, de nada-digo disimulando acomodándome el bajo en mi espalda.
    -No se, no se, estás tramando algo fijo-dice con desconfianza.


    Salgo corriendo hacía el auto cojo aire y...


    -¡¡¡ESPERAME QUE HAYA VOY SEITO!!!-grito alzando el puño.
    -¡¿Pero quieres dejar de gritar de buena mañana?!-dice bajándome la cabeza mi hermano.
    -Me morzdi la lzengua.
    -Te lo mereces.
    -Tranquilizase un poco señorita...

    Esperamos que os haya gustado!
    En el proximo veremos a Sakurash !!!
    Os estaremos esperando en el proximo!!
     
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    Lilith Amaya

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    hola celas

    pasaba por aqui para ver que habia de interezante para leer y metope con esta historia, me parecio un interezante titulo asi que pase, y realmente aunque fue algo corto esta interezante, sin mencionar que te deja con la intencion de querer saber mas... note uno que otro error pero es cosa minima a mi parecer.

    bueno en espera del siguiente capitulo :o
     
  4.  
    Naila

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Jeje, está muy bien, tengo ganas de ver también a Sakurash xd
    El carácter de Celas está guay, aunque no creo que a nadie le hiciera gracia que le despertaran a gritos xd
    PEro mola mucho!! espero el siguiente con impaciencia!!! ^-^
     
  5.  
    Sakurash

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Bueno, aqui Sakurash con el segundo Cap.
    espero que os guste ^^

    P.D: Celas, me a encantado el primero ;)


    Capitulo 2 Sakurash


    —Saku…—escuche que alguien me susurraba entre mis sueños—Sakurash—se oía más fuerte— ¡Sakurash, despierta! —abrí los ojos de golpe y observe al chico con los ojos del mismo color que los míos que me observaba desde arriba. Pestañeé dos veces.
    — ¿Qué pasa Kyo…?—empecé la pregunta mientras me incorporaba lentamente frotándome los ojos. — ¿Ya es hora de levan…?— abrí los ojos como platos*— ¡Kyoshiro! ¡Pero si son las seis todavía!
    —Ya—me sonrió divertido, yo le fulminé con la mirada cansada— ¿Qué pasa?
    — ¿Qué pasa? Son las seis Kyoshiro, ¿Cómo me has despertado tan pronto? —le pregunte pegándole suavemente con la almohada.
    —Bueno…es que—me sonrió dulcemente— ya te he hecho el desayuno.
    —Bueno, vale—suspire profundamente—que voy a hacer contigo hermanito—le sonreí guiñándole un ojo—parece mentira que seas tú el mayor.
    —No es mi culpa que me haya tocado ser el guapo y el divertido—me sonrió divertido devolviéndome el guiño.
    —Seguro que si hermanito, seguro…—le conteste dándole unas palmaditas en la espalda mientras lo guiaba por mi habitación hasta la puerta.


    Bajamos a la cocina silenciosamente, los criados se encontraban de pie en la puerta y nos saludaron con una reverencia. Aun no me había acostumbrado a tales modales, mis tíos estaban muy acostumbrados, pero yo aun no estaba cómoda. En cambio a Kyoshiro le encantaba, ahora sabia como vivía mi querida amiga Celas, pero yo añoraba la pequeña casita del pueblecito de la montaña en la que vivíamos con nuestros padres.


    Nos sentamos en la mesa y mi hermano mayor me había preparado unos cereales de chocolate que me encantaban, y exprimió un zumo de naranja. Me ayudo a sentarme como un caballero y actuó de tal forma pero algo cómico, yo sonreí al penoso intento de hacerme reír, pero siempre lo lograba, siempre me conseguía sacar una sonrisa desde…aquel trágico accidente.


    —Bueno hermanita—empezó a decir mientras mordía una tostada— ¿tienes ganas de empezar un nuevo curso en el instituto Seito? —preguntó con la boca llena.
    —No muchas…—cogí la cuchara y la moje en el plato lleno de cereales con leche— tengo más ganas de ver a Celas.
    —Oh, ya, tu amiga—puso cara pensativa—y a Hiroki, ¿qué será de ellos? No los hemos visto en todo el verano. — comentó pensativo. Yo asentí con la cabeza mientras probaba mis deliciosos cereales sonriendo dulcemente pensando en... — ¿Por qué te ríes? —me estaba observando con duda.
    —Oh, no es nada—le sonreí—etán deliosos etos celeales—dije con la boca llena.


    Estuvimos hablando un buen rato sobre el comienzo del instituto nuevo hasta que se despertaron nuestros tíos media hora antes de marcharnos. Esperamos en la puerta con el uniforme puesto y la mochila preparada mientras nuestros tíos desayunaban. Nos dijeron que subiéramos al coche y les esperáramos allí.


    Al llegar al nuevo instituto, era precioso, y muy grande. Se podría decir que parecía un castillo antiguo, lo primero que pensé, “¿no será el colegio de Harry Potter?” había mucha gente con el uniforme puesto de varias maneras, pero con el sello del instituto. Observe entre la multitud con impaciencia. Una sonrisa ilumino mi rostro y salí corriendo.


    —¡Celas! —extendí los brazos mientras corría entre la multitud. Mi mejor amiga al oír su nombre miró en mi dirección y me sonrió alegremente al tiempo que empezaba a correr.
    — ¡Sakurash! —La oí gritar mientras venia corriendo al igual que yo. Nos chocamos en un amistoso abrazo.
    —Te he echado tanto de menos—la abracé con fuerza, estaba realmente contenta de volver a verla.
    —Ya te digo, ¿todo el verano? Una eternidad—contesto mientras se apartaba para mirarme a los ojos y nos sonreímos las dos.
    —Te veo muy bien—le sonreí dulcemente—no has cambiado.
    —Hola Sakurash—una melodiosa voz muy familiar había pronunciado mi nombre, mi corazón empezó a latir fuertemente y mis mejillas se teñían de un rojo vivo mientras giraba la cabeza para observarle…— ¿Qué tal el verano?
    —H-hola…—le sonreí tímidamente—H-Hiroki—dije casi en un susurro.
    —Cel, me voy a buscar a mis amigos por ahí, os veo luego—no sonrió mientras se daba la vuelta y desaparecía entre la multitud.
    —Vale—contesto Celas mientras me agarraba del brazo y me llevaba hasta la puerta principal.
    —será un año emocionante ¿no crees, Sakurash?
    —Si—le sonreí dulcemente mientras la seguía. Sonó el timbre y todos empezaban a entrar.
    —Bueno, instituto Seito—levantó un puño al aire mientras sonreía con una sonrisa radiante mientras abríamos las grandes puertas del gran colegio — ¡allá vamos!




    y aqui el capitulo de Sakurash xP
    el siguiente Celas
    espero que os haya gustado
     
  6.  
    Naila

    Naila Entusiasta

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Que chulo el capitulo!!!!

    Está genial y Celas y Sakurash son tan monas >.<

    Tengo ganas de saber que les ocurre en su día a día.

    Así que continuarlo pronto porfi >.< que med ejais con la intriga xdd

    Un saludo!!! ^-^
     
  7.  
    Lilith Amaya

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    genial tan pronto la conti.

    se nota que son grandes amigas, espero que les vaya bien
    en su dia y no haya inconvenientes :o

    bueno en espera del siguiente...
     
  8.  
    Celas

    Celas Usuario común

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Bueno aqui otra vez pero esta vez cn el cap 3 y de nuevo otra vez estando cn Cela y Sakurash... espero q os guste!!!

    Capitulo 3: Celas


    Finalmente me encuentro con Sakurash, no la veía desde que acabemos el curso pasado, la verdad no ha cambiado nada. Me alegro.
    Le agarro del brazo y tiro de ella hacia dentro.


    -Bien, ya estamos aquí. Dime Sakurash, ¿En que clase estamos?-pregunto mirándola directamente.
    -Pues no se...-se avergüenza-¿No lo sabes tú?
    -¿Eh? ¿No lo sabes?-digo extrañada.
    -¿Tu tampoco?-parece confusa.
    -¡Sakurash tu eres la lista!¡¿Como quieres que lo sepa yo?!-pataleo como una niña pequeña.
    -Ah...perdón... Pero... es posible que no nos hayan puesto en la misma clase-dice tímidamente.
    -¡No digas eso ni en broma!-me acerqué bruscamente al rostro más avergonzado ahora de Sakurash.
    -Y... si...¿lo miramos en los tablones?
    -¡Es verdad!¿Como no se me había ocurrido antes?-realmente estaba muy entusiasmada por todo.
    -¡C-claro!


    Nos dirigimos donde estaban los tablones con largas listas de estudiantes y delante de ellas había una gran aglomeración de estudiantes, pase entre ellos como pude, Sakurash prefirió quedarse atrás a esperar que se despejara un poco. Deseé con todas mis fuerzas que no me hubiesen separado de Sakurash, por que no sabría que hacer realmente estando sola.


    -¡No empujes!-grita una chica alta de cabello dorado y ojos orbes-¿Es que no me has escuchado?
    -Perdona chica, pero es que a mi también me han empujado-digo mirándola con desagrado.
    -No sé como gente como tú puede entrar en este instituto-dice con voz baja pero la llego a escuchar.
    -¿Tienes algo en contra mio? Por que yo sepa, yo no me he metido contigo-me estaba enfadando.
    -Hablar contigo es una pérdida de tiempo-dice con descaro.
    -¡¿Pero que te hecho yo, eh?!-alcé la voz encarandola.
    -¡CELAS!
    -¿Hi-Hiroki?-estaba confusa no me lo esperaba que estuviese ahí.
    -¿Es que no te puedes quedar tranquila sin armar un jaleo?-estaba enojado.
    -Ha empezado ella-le señalo con firmeza, ella parece estar confundida y sorprendida.
    -¡Me da igual quien haya empezado!
    -¿Por que siempre me regañas a mi?-susurré haciendo una mueca.
    -Venga, venga, que tampoco es para tanto-dice Kyoshiro haciéndose paso-La pequeña Celas siempre tan energética, ¿verdad?-dice poniéndome la mano encima la cabeza con una gran sonrisa. Me sonrojo a más no poder y desvío la mirada.
    -K-Kyoshiro...n-no soy tan... pequeña, ¿sa...sabes?
    -¿Por que no la perdonas?-dice acercándose a mi vergonzoso rostro. Asiento la cabeza y me dirijo al frente de aquella chica.
    -Esta vez te perdono por que me lo ha pedido Kyoshiro, pero que no vuelva a pasar, ¿vale?-digo confiada poniendo la mano encima del hombro derecho de la chica. Se aparta un poco de mi estando confusa de la situación pero no le doy importancia, me dirijo donde están todos incluido Sakurash que parece que esta un poco preocupada.


    -¿Estas bien Cel?
    -¡Claro!
    -Claro ni leches-dice mi hermano por detrás-Deberías pensar donde estás.
    -Sí, sí...
    -Bueno Kyoshiro, vamos a ver en que clase estamos. Sakurash cuida de Celas-dice guiñándole el ojo, ella se ruboriza a más no poder.
    -¿Que ha querido decir con eso?-estoy confundida.
    -Pues que estamos en la misma clase.
    -Estar rezando durante una semana ha dado sus frutos-susurro haciendo un gesto de victoria.
    -¿Te pasa algo?
    -No, nada que va-digo agitando las manos rápidamente. Desvío la mirada a Kyoshiro que se marcha y vuelvo a mirar a Sakursah.


    Sakurash y yo estamos en la misma clase, la clase A. Recogemos los horarios y nos dirigimos al aula que tenemos asignada incluida las tres clases. El primer día es de presentación, nos presentan a nuestros tutores, los profes de cada materia, de que irán cada materia, las norma del establecimiento, la variedad de clubs que hay...


    Se acabó la presentación, nos separamos por clases y nos dirigimos ahora si a la que será nuestra aula, con nuestro tutor, en nuestro caso es una chica jovencita de unos 25 años, de melena larga color lilacio y ojos color avellana. Nos sentamos como queramos en aquella enorme aula.


    -Buenos días, chicos. Mi nombre es Misaka y a partir de este día seré vuestra tutora. Así que no me causéis muchos problemas si puede ser.
    -¡Sí!-gritamos todos al unisono.
    -Bueno pues ahora pasaremos lista y...- no puede acabar la frase por que pican a la puerta, da el permiso para entrar. Entra una joven de cabellos dorados y ojos orbes.
    -Perdone por llegar tarde, el director me ha pedido que le entregue estos papeles-dice amablemente.
    -Gracias Akira, puede sentarse-dice y ella asiste con la cabeza.


    En ese preciso momento el mundo cayó encima mío. La persona que menos deseaba ver apareció ahí y encima pertenecía a mi clase, era lo peor de lo peor. Tenía el presentimiento que este año sería bastante movido, más de lo que esperaba.


    -Vamos Cel, animate.
    -Siento como me han echado un cubo de agua fría-suspiro.
    -Tampoco es para tanto-dice con un sonrisa-Podría ser peor.
    -Tienes razón-dije con una sonrisa poco convincente.


    Mesas delante nuestro estaba aquella chica, por un momento sentí una mirada penetrante, fría y calculadora, al parecer no era la única que la sintió, Sakurash también. Misaka pasó la lista y todos respondimos con un presente levantándonos. Ya estábamos por acabar.


    -Bueno, pues no hay mucho más que decir.¡Así! La semana que viene haremos un campamento de una semana para que os conozcáis todos mejor-dice mirando las hojas que le habían traído- Aún queda una hora-susurra mirando su reloj- Esta hora que queda os la dejo para que habléis entre vosotros, pero no arméis un gran alboroto, que si no, la próxima vez no seré tan comprensible-dijo esto y se marchó.
    -Bueno pues parece que podemos hablar-Sakurash ya se encontraba más tranquila pero yo tenía mi vista centrada en aquella chica. Bajé las escaleras con decisión y me planté delante de ella. Sakurash me observa sin saber que hacer.


    -¿Y tú que quieres?-pegunta con descaro.
    -Perdona por lo de antes-haciendo una pequeña reverencia, Akira parece extrañada, no dice nada-¿No es así como se disculpan la gente importante?
    -Vamos que te disculpas por quedar bien,¿no?
    -Exacto. Aunque si te soy sincera no me caes nada bien. Preferiría estar con un perro sarnoso que contigo-mantengo la compostura.
    -¡Oh vaya, halago tu sinceridad!-dice con tono soberbio.
    -Muchas gracias. Si me permite, me marcho a mi asiento-vuelvo hacer otra reverencia.


    Vuelvo seria al lado de Sakurash que me mira extrañamente.


    -¿Celas?-está mirándome incrédula.
    -Dime.¿lo he hecho bien?¿He quedado como una señorita?-le pregunto impaciente.
    -Bueno, un poco... pero lo de perro sarnoso creo que sobraba. Pero eso no importa ¿Por que has echo eso?
    -Por que estamos en un instituto de niños ricos y hay que comportarse como tal-cruzo los brazos- aunque nunca se me dieron bien las formalidades, la verdad...-suspiro.
    -Es verdad, no se como se debería actuar-decía mientras jugaba con sus dedos.
    -Se tú misma.
    -¿Yo misma?
    -¡Claro!¡Tú no tendrás ningún problema!-le digo haciendo el gesto de victoria-La que va a tener problemas soy yo...-musito en voz baja para que Sakurash no me escuche.

    Aquí acaba este cap, al parecer si que va a ser un curso bastante movido tanto para Celas como para la pequeña Sakurash!!!
    Espero q os haya gustado os dejo aqui !!1
    Os esperamos en el proximo!!
     
  9.  
    Saxor

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Hola Sakurash, Hola Celas.

    pues tal y como me has dicho Sakurash me he pasado:)

    buen principio para los dos personajes que empezaran una nueva etapa en su colegio:)

    Supongo que la actitud de Celas me parece normal ya que estoy acostumbradoxd

    Espero que lo continueis y ver esos romances y momentos embarazosos:)

    sinecesitais ayuda con algo aquí estoy.

    Cuidaros las dos mucho.

    De:Un tal Saxor
     
  10.  
    Lilith Amaya

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Excelente continuacion, me gusto mucho la parte donde se disculpa cortezmente y a la vez la insul, pero con cortesia:)

    Sera interezante ver las cosas que haran para hacer que las personas que les gustan les vean como desean que las vean, y akira tal vez vaya a hacerle la vida un poco dificil a celas.

    saludos

    hasta la proxima:o
     
  11.  
    Sakurash

    Sakurash Entusiasta

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Aqui el capitulo cuatro ^^



    Capitulo 4 Sakurash

    Yo misma, me repetía una y otra vez en las clases, ser yo misma, aparte de eso no dejaba de pensar en la extraña chica…Akira, creo. Celas se encontraba algo tensa desde que apareció aquella chica, y yo siempre al margen sin saber qué hacer.


    A la hora del almuerzo nos sentamos bajo la sombra de un gran árbol que había en el hermoso y enorme jardín, allí se estaba muy bien. Abrí mi pequeña bolsita del almuerzo e hice una mueca, me habían puesto un sándwich de atún, y la verdad a mi hermano le gustaba más que a mí, asique lo deje ahí, y empecé a comerme la manzana verde que me había puesto el cocinero. Observé a mi querida amiga que no dejaba de observar su comida y sin probarla siquiera, era bastante extraño porque Celas comía bastante.


    — ¿Te ocurre algo Celas? —le pregunté con curiosidad observando cómo hacia el intento de comer pero no comía.
    —Sí—dijo dándole un bocado al fin a su comida—es esa Akira, la odio.
    —He, b-bueno…—no sabía que decir—Oye, ¿sabías qué en el campamento de la semana que viene participaran todos los cursos? —comente para cambiar de tema, ella me miró con curiosidad—me refiero a que, podrás ver a Kyoshiro todo una semana—le guiñé un ojo. Vi como se sonrojaba y no me aguante la sonrisa.
    —Y-y tu a mi hermano—dijo al fin, esta vez dejé de sonreír y me puse nerviosa mientras mi rostro se volvía rojo. Me tapé la cara con las manos.
    —Es verdad—dije entre las manos—que vergüenza—oí como se empezaba a reír mi loca amiga.


    Después de ese rato libre nos dirigimos a clase de nuevo, quedaba una única clase para después volver a casa. Había sido un día duro con tantas presentaciones y demás. Pero estaba contenta de poder estar en clase con mi mejor amiga, estaríamos todo el año juntas.


    Después de clase en la entrada principal esperábamos a nuestros hermanos.


    —Oye Saku, ¿te vienes a mi casa ahora? —me preguntó sonriente.
    — ¿ahora? —pregunté sorprendida.
    —Sí, ¿Por qué no? Hoy no tenemos deberes, y así podemos fastidiar a mi hermanito y a Rael—me dijo con una sonrisa radiante, yo no pude evitar reírme de lo que me había dicho.
    —Claro, ¿Por qué no? Hace mucho que no veo a Rael.


    Esperamos unos segundos hasta que vimos a nuestros hermanos acercándose, abrimos los ojos como platos por la sorpresa, Akira estaba con nuestros queridos hermanos sonriente entre los dos, y ellos sonreían como bobos.


    —No me jodas—oí quejarse a Celas.
    —S-se estarán disculpando…—comente insegura para tranquilizar a mi mejor amiga que estaba muy enfadada. —por lo de antes…creo. —esta vez me empezaba a molestar yo un poco cuando vi que la desagradable chica se agarraba de los brazos de nuestros tontos hermanos.
    —Si…será eso—comento Celas con sarcasmo— o también intentara ligárselos—esta vez se cruzó de brazos y los miró con desprecio mientras se acercaban.
    —Hola chicas—nos saludó Kyoshiro dándome un beso en la nuca.
    —Hola—susurramos las dos a la vez. —Sakurash se viene a casa hoy—añadió Celas mirando con desprecio a la chica que seguía agarrada al brazo de su hermano, esta vez se soltó al ver a Celas observándola.
    — ¿cómo? —Me miró mi ojiverde hermanito— ¿me vas a dejar ir solo a casa? ¿Por qué eres tan mala Sakurash?
    —Eres mayorcito, puedes ir solo—contesté seriamente sin apartar la vista del brazo que sujetaba al chico por el que yo suspiraba desde hacía ya tanto tiempo. Todo se volvió en silencio, me estaban observando, yo miré a mi hermano que me estaba mirando preocupado.
    — ¿Qué te he hecho yo, tu pobre hermanito mayor, Sakurita que me tratas tan mal? —empezó a decir llorando cómicamente mientras me balanceaba.
    —Siento haberte contestado mal—me disculpe tímidamente intentando despegarme del abrazo de Kyoshiro.
    —Bueno Sakurash, nos vamos—Celas me agarró del brazo y me llevó hasta su auto.
    —Hola Rael, cuanto tiempo—le sonreí tímidamente a la joven sirvienta de Celas.
    — ¿cómo está señorita Sakurash? —me preguntó cordialmente.
    — ¡Pásalo bien hermanita, y no me eches de menos ¿vale?! —Se despidió el loco familiar mío con la mano.
    —Cálmate un poco, idiota—le dijo Hiroki bajándole la mano a su amigo que casi le metía un dedo en el ojo. Nosotras sonreímos por el rostro que puso este. —que tengas un buen día Akira—se despidió con una sonrisa de la chica que habíamos olvidado su presencia en aquel lugar.
    —Te veo mañana Hiro— ¿Hiro? ¿HIRO? Genial…ya era su”Hiro”, pensé fulminando con la mirada a aquella chica estúpida.
    —Será posible…—susurre subiendo al auto.
    —Tranquila princesa—me calmó Celas con una palmadita en el hombro.
    — ¿Dónde vives Kyoshiro? Si quieres te acompaño. —se oyó preguntar a Kyoshiro de parte de la chica de pelos dorados.
    — ¡¿QUÉ?! —Celas se alarmó de repente.
    —Tranquila princesa—repetí sus palabras con sarcasmo mientras la subía al auto de un tirón del brazo.


    Estuvimos en silencio con el ceño fruncido mirando cada una por una ventana, mientras que Hiroki empezaba a mirarnos preocupado.


    Al llegar los padres de Celas no se encontraban en casa. Yo di pasitos vacilantes hacia la puerta principal, me intimidaba mucho esa mansión, era demasiado…grande, por no decir enorme. Celas me cogió de la mano y me llevó corriendo a su habitación.


    — ¡ARGG! —gritó Celas tirándose sobre la cama mientras yo aun permanecía en la puerta— ¡No la soporto, Sakurash!
    —Te comprendo—dije cerrando la puerta detrás de mí y sentándome en su escritorio. Observé las imágenes del escritorio y una sonrisa dulce ilumino mi rostro. —Estas fotos…que recuerdos—Celas levantó la cabeza para mirar de lo que hablaba y sonrió mientras se sentaba sobre la cama.
    —Sí, ¿verdad? —contestó ausente mientras su mirada vagaba por los recuerdos de nuestra infancia.
    — ¡Ala! Me acuerdo de esto—dije cogiendo el marco mientras me sonrojaba—Habíamos salido juntos al lago, y tu hermano me tiró al agua, y mi madre…—sentí un nudo en la garganta y que los ojos me escocían por las lágrimas que se acumulaban.
    —Sakurash—Mi amiga ya estaba detrás de mí poniéndome la mano en el hombro, después se agachó y me miró a los ojos— ¿te encuentras bien?
    —Sí, no es nada—mentí sonriendo con una sonrisa poco convincente—nos lo pasamos bien aquel día ¿eh?
    —Si…—susurro ella con la mirada en blanco.
    —Perdonad señoritas—Rael había abierto la puerta y asomó su cabeza para mirarnos—la comida esta lista.




    y aqui el final de este capitulo
    Os esperamos en el siguiente ^O^
     
  12.  
    Lilith Amaya

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    vaya chicas trabajan rapido,
    espero que sigan asi
    y le den su merecido a la
    resbalosa de akira:cool:
     
  13.  
    Naila

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Está muy chulo >.< bueno los dos que he leido.

    La verdad es que a mi tambien me cae mal Akira... es demasiado metomentodo ¬¬ y acaparadora ¬¬

    Espero la conti que esta muy chulo >.<

    Nos vemos ^-^
     
  14.  
    Celas

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Aqui esta el cap 5 !!! perdon por el retraso:(
    Espero q os agrade!



    Capitulo 5: Celas


    Rael nos había llamado para cenar, bajamos y nos sentemos. Ni yo ni Sakurash abrimos la boca para hablar, de vez en cuando Hiroki comentaba cosas con los sirvientes. Rael comía con nosotros por petición mía desde hacía años.


    -¿No queréis hablar de nada?-dijo indiferente. Sakurash asistió con la cabeza, por mi parte no me tomé la molestia de contestarle-Pues si que estáis calladas las dos-yo no podía aguantar estar más en ese sitió con el impresentable de mi hermano.
    -Me voy a mi cuarto. He acabado de cenar-me levanté de golpe seria.
    -¡¿Pero si ni siquiera apenas has tocado el plato?!-Hiroki estaba confuso por todo lo que estaba pasando.
    -No tengo hambre-dije y me fui. Sakurash se limitó a mirar de reojo un tanto triste y Rael se levantó y recogió todo lo mío.


    Cogí el bajo, mañana definitivamente iría a ver el grupo de música del instituto a ver si tenía suerte y me cogerían. Llamaron a mi puerta, no conteste seguía tocando, Sakurash entró y se sentó delante mío en silencio. Rael estaba fuera apoyada en la pared.


    -No te preocupes, todo saldrá bien-dije sin dejar de tocar. Ella no contestó asistió con la cabeza. Seguí tocando y ella seguía en silencio apretando sus manos juntas, me percaté de su gesto. Me acerqué y le cogí de las manos-Tranquila yo estoy aquí, ¿no? Nunca he perdido una pelea y esta no va a ser la primera. Así que tontorrona, alegra esa cara, que ya veras que Hiroki cae rendido ante ti, lo único que es un poco despistado y no se ha dado cuenta-dije con una sonrisa.
    -Sí, es verdad tú nunca has perdido-dijo con una sonrisa. La abracé.
    -Deberías irte, es tarde, no quiero que tus tíos me regañen otra vez-dije con una sonrisa no muy convincente.
    -Tienes razón.
    -Rael pide un taxi para que la lleve.
    -Si.


    El taxi no tardó en llegar, me despedí de ella con un “hasta mañana y no te duermas”, Sakurash dejó escapar una pequeña risita, “eso deberías aplicártelo a ti” dijo. La verdad es que tenía razón. Finalmente el taxi se marchó y de nuevo me quedé sola. Subí de nuevo a mi habitación y me eché en la cómoda cama como si fuera de plomo. Rael entró, cerró la puerta, me cogió y me puso en su regazo.


    -Sabes Rael, no estoy segura ni siquiera de mis palabras.
    -Celas, no te sobreesfuerzas.
    -No quiero ser una persona débil, eso me asusta.
    -Siempre cuidando de la señorita Sakurash, siempre lo sacrificas todo por ella. Deberías cuidarte.
    -Para eso estas tú- abracé su cintura-Tengo miedo Rael-dije hundiendo mi rostro.
    -Yo siempre estaré contigo...-susurró acariciándome el rostro. No contesté y sin darme cuenta me dormí en aquél sitió tan cálido.


    Rael a parte de ser mi sirvienta era como mi hermana o incluso más, a veces nos veíamos, a los ojos de los demás, como amantes pero eso era por la fuerte unión que teníamos. Me meto con ella y ella parece no importarle y se comporta como una persona fría pero siempre que la he necesitado ha estado ahí escuchándome y dándome apoyo por que yo en realidad no era tan fuerte, tenía que serlo para que Sakurash no se sintiera desprotegida en este mundo tan cruel. Ella aún no sabía de la cara oculta de los millonarios, ella aún no sabía de los secuestros, de los asesinatos... y todo por conseguir el poder. Y yo le quiero proteger de todo eso hasta que encuentre a esa persona que me reemplazará.


    -Se ha dormido, aún sigue siendo un niña pequeña a pesar de tener cuerpo de mujer-dijo con una voz dulce y angelical-Gracias Celas, me diste todo, una familia, un hogar, un trabajo...cuando yo lo había perdido. Mi familia eres tú-acercó su rostro al mío-Nunca olvidaré como nos conocimos. Gracias por todo-dijo posando sus labios en mi frente mientras unas pequeñas lágrimas le caían.


    Aquella noche soñé con un recuerdo de la infancia.


    Mis padres, mi hermano y yo nos fuimos de viaje por unos negocios de mi padre a una pequeña isla, una isla con ciudades llenas de pobreza y delincuencia. Allá donde fuéramos íbamos escoltados por varios guardaespaldas, la gente nos miraba con odio y repugnancia. Yo todo aquello no lo entendía, el por qué de sus miradas, el por qué de sus gestos y el por qué habíamos acompañado mi hermano y yo a mi padre en aquella negociación, lo mejor hubiese sido quedarse en casa con los demás criados. Pero ahora lo entiendo, si nos hubiésemos quedado ahí nuestras vidas hubiesen estado en grave peligro, alguien iba detrás nuestro.


    Mis padres se fueron a la reunión y nos dejaron a mi hermano y a mí en aquella habitación pequeña rodeada de guardaespaldas, yo me aburría y quería salir de ahí fuese lo que fuese. No me gustaba aquella tétrica habitación. Mi hermano se quedó durmiendo en una de las camas, estaba cansado del viaje, los guardaespaldas estaban fuera haciendo su trabajo y yo dentro de ahí. Busqué la manera de salir de ahí y la encontré, una de las ventanas daba a un callejón donde había una pila de cajas de madera, me subí y salté. Calculé mal la caída, me hice una pequeña herida sin importancia en la pierna pero lo que importaba es que había logrado mi propósito, salir de ahí.


    Salí corriendo hacía las calles, pequeñas tiendecitas a cada lado de la calle, me acerqué a una. Por lo que vendían sería una paradita de frutas pero en ella solo había 5 plátanos, 3 peras y 10 manzanas. Me sentí culpable yo tenía de todo y más y ellos no tenían nada. Le compré una manzana e hice que se quedara con el cambio no lo quería para nada, no quería saber nada del repugnante dinero, aquella mujer me lo agradeció enormemente ajuntando sus delicadas y arrugadas manos e inclinando la cabeza.


    Me fui a unas escaleras y mordí la manzana, las lágrimas salían por si solas, esa manzana estaba agría. En ese preciso instante me empujaron contra el suelo cayendo hacía adelante. Una chica mayor que yo, de cabello corto enredado y marañado posiblemente blancuzco, tez morenita posiblemente por los rayos de sol, llevaba puesto un camisón blanco y estaba descalza, corría y en su mano llevaba mi pequeño monedero y aquella manzana agria que le había pegado un bocado. Aquella chica me había robado, aquí la gente para sobrevivir robaba o incluso más, no la seguí ni nada, realmente me daba igual, me lo tenía merecido. Al poco rato toda la pequeña ciudad se movilizó, se dieron cuenta de mi fuga yo me escondí. No quería que me atrapasen aquellos hombres trajeados de negro, incluso les cogí algo de rabia y odio, no hacían nada por aquellas personas.


    Corrí por las calles y callejones esquivando la búsqueda de aquellos hombres y en un callejón oscuro me topé con unos chicos que estaban golpeando a una chica. La golpeaban para quitarle lo que portaba, sin pensarlo me abalancé contra ellos y salí en su ayuda. Golpeé a varios pero ellos eran más y pudieron conmigo, recibía por la derecha y por la izquierda, aquella pelea la tenía perdida. Ya habían conseguido su objetivo quitarle lo que llevaba aquella chica, pero seguían golpeándonos. Aquella chica mayor que yo estaba muy débil, la protegí con mi cuerpo recibiendo yo los golpes.


    Nos volvemos a encontrar” fue lo único que pude decir ella me miraba con aquellos ojos azules cristalinos. Aquella mirada siempre le recordaré por que en ella había culpabilidad y arrepentimiento. Con el alboroto montado los hombres de negro se dieron cuenta y vinieron, aquellos chicos salieron corriendo dejándonos a mi y a aquella chica en el húmedo suelo. Me intentaron coger pero yo no me separaba de la chica, repetía una vez y otra “no me quiero separar de ella”, gritaba pero para mi desgracia me separaron de ella y fue en ese preciso momento cuando por primera vez le llamé “Rael”. Grité su nombre una y otra vez, nunca supe su nombre yo me limitaba a decir Rael, no sé el por que dije Rael, solo sé que dentro de mi lo sentí, ella alzó la mano lentamente pero cayó como si fuese de plomo.


    No la volví a ver más durante días, estaba en la cama mirando siempre tras la ventana y el último día de nuestra estampa en aquella pequeña ciudad, apareció enfrente de nuestro edificio mirando mi ventana. Volví a gritar el nombre de Rael, el nombre con el que yo la había bautizado, ella no se movió del sitio. Se acercaron unos guardias pero ella ni se inmutaba solo observaba mi ventana y yo a través de ella. Me asomé a la ventana pero me apartaron de ella. Miré a mi alrededor y cogí el vaso de agua y se lo tiré al guardaespaldas aquél tan odioso, me escabullí de todos ellos incluso también de mi hermano y bajé a bajo donde estaba aquella chica mayor de yo. La abracé, ella sonrió con una débil sonrisa.


    En ese preciso instante llegaron mis padres en un gran auto, me dijeron que me apartara de Rael, pero yo no quería, les decía “No, no me quiero separar de ella” “Quiero estar con ella” parecía una niña malcriada y caprichosa pero en ese preciso instante así fue como lo sentí, sabía que no podía ayudar a toda la gente de esa ciudad pero al menos podía ayudar aquella chica que tenía en mis brazos. Mi madre se acercó a ella, parecía estar asustada. “Querido, ¿por que no nos la llevamos? Que sea la sirvienta personal de nuestra pequeña Celas” dijo acariciándome la cabeza. Finalmente mi padre cedió.


    Y así fue como Rael y yo nos conocimos y fuimos sirvienta y señorita.
     
  15.  
    Celas

    Celas Usuario común

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    se repitio...
     
  16.  
    Sakurash

    Sakurash Entusiasta

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Y aqui sakurash ^^





    Capitulo 6: Sakurash

    A los pocos minutos de subir al taxi ya estaba en casa, ya que viajando en vehículo no se encontraban tan separadas nuestras casas.
    Seguí cabizbaja mientras entraba por la puerta, Kyoshiro vino corriendo para saludarme comportándose como un payaso, para hacerme reír, como casi todos los días, pero aquel día mi rostro no conocía la sonrisa, la había olvidado. El me miro con preocupación, pero pasé de largo y me dirigí hacia mi apagado cuarto.


    Dejé el abrigó encima de la cama y me dirigí hacia el gran balcón de piedra, me senté en la silla negra que allí se encontraba junto con una mesa en la que apoye mi cabeza. Sentí el tacto del mármol con mi rostro, era frío. Empecé a formar círculos invisibles sobre la mesa, después levanté un poco la mirada y observé la luna. Eres débil Sakurash, me repetía una voz en mi interior, eres egoísta Sakurash, volvió a decir, siempre tienes que esperar ayuda sin poder hacer nada, siempre dependiendo de la ayuda de tus seres queridos, repitió, Celas, Kyoshiro, tus tíos…tus padres.las lágrimas empezaron a brotar de mi ojos, una cascada salada empezaba a limpiarme el rostro…


    —Te odio—susurre— ¡Te odio! —grité con tal fuerza que hasta golpeé la mesa de mármol. Sentí un pequeña chasquido, entonces empecé a llorar con más fuerza mientras apretaba aquella débil mano contra el pecho—Te…o…di…o—pude decir entre lagrimas, soltando un llanto más grande mientras caía derrumbada en el suelo a la vez que aquella sillita.
    — ¡Sakurash! —unos pasos se acercaron corriendo hacia mí, después empezó a levantarme agarrándome con sus manos por la cintura.
    —Déjame…—pude decir entre sollozos— ¡Vete! —grité empujándole haciendo que cayese al suelo.
    —Sakurash…—susurro mientras se arrastraba hacia mí y me rodeaba con sus brazos— Te lo suplico…—su voz sonaba triste, llorando pero sin derramar lágrima alguna—me estas sacando el corazón con fuerzas…por favor—me abrazó con fuerza, yo lloré más fuerte.
    —Kyoshiro…—hundí mi rostro en su pecho.
    — ¿Por qué? —Me preguntó en un susurro— ¿Por qué me haces esto? Sabes que me duele, tú lo sabes.
    —Soy débil Kyo…—pude decir—me odio, no sirvo para nada, ¡me doy asco! —grité con fuerza, pero él me estrechó más contra su pecho para que no pudiera decir nada.
    —No digas chorradas, tonta—sentí su tristeza—eres maravillosa.
    —Si mama y papa estuvieran…pero…es mi culpa—susurre soltando aun más lagrimas que antes.
    — ¡Ya basta Sakurash! — Me apartó de él y me agarró el rostro con sus temblorosas manos para mirarme a los ojos — Tú no tienes la culpa de nada, no hiciste nada…fue un accidente—me dijo con la misma expresión de antes, como si llorara pero sin derramar lágrimas.
    —Ese doctor tenía razón, ¡voy a perder la cabeza!, ya no…—no pude terminar la frase ya que mi hermano me abrazó con fuerza contra él.



    FLASHBACK
    (Hace cuatro años)



    Una feliz familia pasea por un parque cubierto de flores, en la mitad de mayo. Es el cumpleaños de la niña pequeña que iba saltando de un lado a otro con sus rizos perfectos y sus sonrosadas mejillas.


    —Bueno cariño—me sonrió dulcemente mi hermosa madre con un brillo especial en sus verdes ojos color oliva— ¿A dónde quieres ir hoy, en tu decimo segundo cumpleaños? Ya eres todo una mujercita ¿eh? —comentó con una sonrisa radiante. Siempre tan cómica y alegre.
    —Mi princesita empieza a crecer—se quejaba mi padre con una dulce sonrisa. Pero su mirada oscura mostraba dulzura infinita.
    —Bueno, bueno…—mi loco hermano me frotó la cabeza despeinándome. —Vamos pequeñaja, ¿Qué quieres hacer hoy?
    —N-no se—sonreí tímidamente— ¿Por qué no elegís vosotros?
    —Bueno a ver—empezó mi madre poniendo su perfecto dedo sobre sus labios como si pensara mucho rato. —los árboles están preciosos, llenos de flores. Tú eres nuestra preciosa princesita de la primavera ¿verdad? —Me sonrió dulcemente— ¿qué crees que estoy pensando?
    — ¡Un picnic! —Dije levantando las manos a modo de victoria.


    Nos dirigimos hacia dentro del hermoso parque que aquel día estaba lleno de familias. Las rosas flores de los árboles iluminaban aquel precioso atardecer.


    —Ojala estuviese Celas conmigo ahora—comenté dándole un mordisco al sándwich de atún tan rico que preparaba mi madre.
    —Bueno cariño, la semana que viene estaréis juntas, ya sabes que iremos a visitar a tus tíos en esa mansión tan grande. ¿Verdad? —dijo mi madre acariciándome lentamente el pelo.
    —Sí, estoy muy contenta, no puedo esperar más—le sonreí con dulzura.


    Una tarde perfecta, éramos felices, mi cumpleaños perfecto. Vi a una pequeña y preciosa niña de unos cuatro años que se dirigía hacia la carretera, parecía una muñequita de porcelana, tan hermosa con su perrito en las manos. Pero entonces algo me alarmó. Un camión se acercaba deprisa en dirección al lado de la carretera en donde aquella hermosa niña se había puesto a jugar.


    — ¡No!— susurré con una alarma en mi voz mientras salía corriendo en dirección a aquella niña.
    — ¡Sakurash, vuelve aquí! —oí a mi madre gritar preocupada, pero no me importaba, aquella niña necesitaba mi ayuda, seguí corriendo.
    — ¡cuidado pequeña! —salté hacia ella y la empujé, yo caí al suelo e intente levantarme deprisa, me encontraba de rodillas mirando con horror al camión que venía deprisa sin parar siquiera, ya esta, es mi fin pensé y cerré los ojos, pero entonces sentí un empujón y abrí los ojos de golpe. El horror pintó mi rostro y mi mundo en aquel instante se volvió negro, sentí como algo me perforaba el pecho y mi corazón se partía en mil pedazos— ¡MAMÁ! ¡PAPÁ!... —grité con todas mis fuerzas mientras veía correr la sangre por el suelo y me acercaba deprisa.


    Unas horas después me encontraba en el hospital horrorizada aun sentada en una silla al lado de la puerta del doctor. Mi hermano estaba dentro, escuche de lo que hablaban pero no hice mucho caso, lo veía todo borroso y negro.


    Está en estado de Shock
    ¿Qué pasará con ella doctor?
    Bueno…no estoy muy seguro más adelante…Se echara la culpa, llorara, posiblemente intente suicidarse…
    ¡¿Cómo?!
    Tranquilo, no te preocupes, su vida será igual que antes…será más débil e insegura, eso sí…Tendrás un duro trabajo joven, pero debes cuidarla lo mejor que puedas…posiblemente lo supere en unos años, pero deberás intentar convencerla de lo contrario, porque no es su culpa…
    Entiendo…


    FIN FLASHBACK


    Me desperté con un grito ahogado, miré la oscura habitación, debía de ser de madrugada. Entonces vi una figura en el pequeño sofá de al lado de mi cama, era Kyoshiro, estaba dormido. Le sonreí con dulzura mientras me acercaba a él con una manta y le tapaba el cuerpo. Mi héroe, pensé.


    Ya por la mañana Kyoshiro me llevó hacia una de las sirvientas y le pidió que me vendase la mano, el golpe que le di a la mesa ayer consiguió que me fracturara la mano, no era muy grave, pero estaría con la mano vendada una semana.


    — ¿Qué te ha pasado en la muñeca? —me preguntó mi amiga cogiendo con cuidado la muñeca vendada y la observó atentamente.
    —Un pequeño accidente—dije tímidamente.
    —Ay Saku, pero mira que eres patosilla—me dijo con una sonrisa dándome un suave empujoncito en el hombro, yo le devolví la sonrisa. Me alegraba saber que aun había personas en el mundo que tanto quería y me querían, que pudiesen sacar mi mejor sonrisa. —Ala princesa, vamos a clase o llegaremos tarde en nuestro segundo día.
    —Si —contesté con una sonrisa dirigiéndome detrás de mi mejor amiga y a la que seguía desde siempre. Mi heroína.



    bueno y aqui termina sakurash!
    os esperamos en el siguiente.
     
  17.  
    Key

    Key Guest

    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Fua!! esta sobrao sigue asi ;)
     
  18.  
    Naila

    Naila Entusiasta

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Están geniales >.<

    Aunque me dan mucha lástima Rael y Sakurash T.T

    Espero que lo sigais pronto ^-^

    Un saludoooo :3
     
  19.  
    Celas

    Celas Usuario común

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    Bueno aqui de nuevo con el cap 7
    espero que os agrade!!

    Capitulo 7


    Empezaba nuestro segundo día en el instituto Seito, para Sakurash no empezaba muy bien la verdad, tenía la mano fracturada.Le cogí la mochila, ella decía que no, que se la devolviese pero una princesita como era ella no podía llevar peso y menos lastimada. Se quejaba horrores de mi comportamiento, quizás por vergüenza pero yo no le hacia caso, le cogí del brazo izquierdo y nos fuimos a clase.
    La primera clase del día fue... de lo peor, ha primera hora del día matemáticas, yo simplemente no entendía nada y eso que era repaso de años anteriores, para mi todo aquello me sonaba a chino y para mi desgracia nos mandaron una montaña de deberes. A mi lado estaba Sakurash atenta a la clase apuntando algunas cosas con dificultad.


    -Te lo apunto yo-dije quitandole el cuaderno.
    -Dejalo, ya escribo yo-dijo intentado quitarme el cuaderno.
    -De nada, señorita. Tienes la mano lastimada, si escribes más daño te harás y podría no estar curada para el campamento, así que yo me encargo de escribir tu estate atenta a las explicaciones que yo apunto-dije regañándola en voz baja para no interrumpir la clase.
    -Pero...¿y tu?
    -Tranquila yo no entiendo ni papa de mates, así que no hay que preocuparse-dije mientras copiaba lo que ponía en la pizarra-Si hay algo que no entiendas te pido perdón por adelantado-dije con una sonrisa poco convincente.
    -Si yo no me refería a eso...
    -¡Las de ahí, silencio!-gritó Misaka. Sakurash se encogió de la vergüenza yo me reí por lo bajo.


    Así fueron todas las clases de la mañana, yo copiaba los apuntes para Sakurash mientras ella atendía a clase aunque muchas veces mi miraba a mí, lo cuál yo le sacaba la lengua como burla y tapaba lo que escribía para que no lo viese.
    Llegó la hora del almuerzo, nos fuimos a la cafetería por petición mía por que me había dejado mi almuerzo, Rael me regañaría otra vez, pero para estos casos tenía la solución, llevaba un pequeño monedero con un poco de dinero. Me cogí un bocadillo de lomo con queso y un refresco.


    -¿Que te pasa Saku?-pregunté extrañada antes de hincarle el diente al bocata.
    -¿Por que haces esto?
    -¿Esto?
    -¡Por que solo te preocupas de mi y no de ti!¡Agradezco tu ayuda pero también se hacer las cosas aunque tenga la mano derecha fracturada!¡No quiero siempre depender de la gente!¡Y Celas deberías preocuparte de ti misma también!-gritó Sakurash levantándose molesta de mis acciones. Todos posaron su atención en nosotras. Cogí la bandeja donde portaba el refresco y el bocata, me levanté y pasé por el lado de la molesta Sakurash.
    -Para eso ya tengo a Rael-dije sin ni siquiera mirarla. Vi como Hiroki y Kyoshiro venían a donde estábamos nosotras, pasé por su lado y les salude bajando la cabeza levemente y me fui. Akira no apartó la mirada de mi hasta que desaparecí de su campo de visión.


    Me fui al basto jardín a acabar mi almuerzo, mejor dicho a empezarlo. La verdad es que Sakurash tenía razón, ella ya no era un niña pero yo la trataba como tal. No podía evitarlo. Me había excedido en ayudarla, ella se sabía valer por si sola de sobras pero yo quería ser alguien útil para ella.
    Siempre la he visto como una princesa, tan delicada como una flor de primavera, tan hermosa como los cerezos en flor, pero no me había dado cuenta que los cerezos tan igual de bellos al caer...
    Me había comportado como una egoísta, sin ni siquiera pensar en sus sentimientos... y ese fue mi fallo....


    El hambre se me había pasado, dejé la bandeja aun lado y me encogí cogiéndome de las rodillas pensando en lo último que le dije “Para eso ya tengo a Rael”, ¿lo habría entendido?, esa era la pregunta que rondaba mi mente. Quizás había sido muy fría con ella, entonces... ¿que debería hacer?¿Ir y pedirle perdón? Ese no era mi estilo, si dijese eso entonces no era yo, lo mejor sería es que olvidará todo lo sucedido en la hora del almuerzo. Sonó el timbre, volvimos a clase.


    En las siguientes clases no dijimos nada, ella estaba cabizbaja y yo prestaba atención en clase como si lo que hubiese ocurrido antes nunca ocurrió. Así fue como pasamos el resto de clases, la tutora la había llamado y yo cogí su mochila e intercambié mis cuadernos con apuntes por los suyos que estaban en blanco sin que ella se diese cuenta. Sakurash volvió a su asiento a recoger sus cosas sin darse cuenta, era posible que lo que acababa de hacer suponiese otra discusión más adelante pero en ese momento no lo pensé.


    Salimos de clase y delante nuestro está Akira hablando con nuestros hermanos, Rael también estaba. Esta vez no miré a Akira con odio ni nada parecido, simplemente tenía la cabeza en otro lado, no me di cuenta pero Sakurash me estaba observando.


    -Celas, ¿que te parece si venís tu y Hiroki a mi casa?- preguntó con una gran sonrisa.
    -No puedo lo siento, voy a probar suerte con el grupo de música haber si me cogen-dije agarrando el bajo a mi espalda. Su mirada se entristeció.
    -Oh vaya... entonces otro día será-dijo con un tono de voz muy bajo.
    -¡Rael ves a casa de Sakurash en mi lugar!- las dos se sorprendieron.
    -¿Y usted señorita?
    -Y otra vez con lo de señorita...-susurré malhumorada- Voy a intentar entrar en el grupo de música, saldré tarde.
    -Entonces me esperaré aquí hasta que usted salga.
    -No, no. Vete Rael con Sakurash hacerle compañía, no dejes a una chica con dos chicos-dije con una sonrisa.
    -Oye no te pases-dijo Hiroki, Kyoshiro se reía y yo me ruboricé un poco.
    -Per..pero...
    -Rael ni peros ni nada. Llamaré a casa para que me recojan, tengo el móvil-saqué el móvil -Tú limitate a tener una tarde de descanso que te la mereces-dije poniéndome en marcha hacía el teatro donde se reunía el grupo de música para los ensayos-¡Y Akira vete ya para tu casa!-grité desde lejos, ella gritó algo malhumorada pero ni la escuché ni la quise escuchar.


    Las clases se habían acabado y ahora empezaba una prueba para mi, tenía que impresionar para que así pudiese entrar en aquél grupo. Pedí permiso y entré al teatro y ahí efectivamente estaba el grupo de música, exactamente eran cuatro, dos guitarras, un batería y un teclado. Perfecto les faltaba un bajista.


    Se acercó una chica alta de cabello alborotado y escalado acabado en pico cada esquina color avellana y ojos dorados, supuse que era la líder del grupo.


    -¿Así que te quieres unir al grupo?-dijo mirándome de arriba a bajo- Y tocas el bajo....
    -Sí-asistí.
    -Toma-dijo pasándome unas partituras-Toca con nosotros haber que tal.
    -¡Claro!


    Aun no sabía ningún nombre de los integrantes del grupo pero me fijé que el único chico de la banda era el batería. Empezaron a tocar, realmente tocaban muy bien, estaban bien coordinados, me quedé maravillada y la voz de la cantante era maravillosa. Me acostumbré al ritmo de la canción y empecé a tocar con ellos, me lo estaba pasando realmente bien y su estilo de música me gustaba.
    Me metí mucho en la canción sin darme cuenta que de vez en cuando posaban su mirada en mi, pero yo seguía, dejaron de tocar pero yo seguía tocando. Escuché unas pequeñas risas que me sacaron de mi mundo de música. Cuando me di cuenta me quedé de piedra encogiendo los hombros.


    -¿Cual es tu nombre?-preguntó rodeándome con el brazo la líder del grupo. Tanta confianza el primer día me sorprendió pero no me desagradó.
    -Celas. Mi nombre es Celas.
    -Celas, tienes ritmo-dijo apartándose de mí-¡ESTAS DENTRO!-dijo guiñándome el ojo.
    -Bienvenida al grupo, pequeña-dijo la guitarrista. Una chica de pelo corto estilo chico pelirroja, ojos jade y de estatura mediana-Mi nombre es Resha.
    -¿Eres de primero?-preguntó la chica que tocaba el teclado. Tenía una melena negra recogida por una coleta alta,al igual a sus ojos eran negros, era un poco más alta que yo. Era un chica elegante. Asistí con la cabeza. Me puedes llamar Miko.
    -Para ser novata, eres buena con el bajo-dijo el único chico de la banda. Su cabello era corto del color de la miel y sus ojos azules zafiro. Su mirada era penetrante-Encantada de conocerte, Celas. Soy Yukimura, pero me puedes llamar Yuki-dijo haciendo una pequeña reverencia. Era la perfecta imagen de chico con clase.
    -Venga ya dejar las formalidades entre el grupo-dijo con desgana la líder cogiéndome del hombro-Soy la líder de la banda, me llamo Kaya-dijo con una gran sonrisa pícara y divertida-Eres buena pero yo no me conformo con solo eso, quiero que seas la mejor bajista que haya pisado este escenario-dijo golpeándome suavemente la frente-No seas tímida, que he escuchado cosas de ti. Así que sé tu misma.
    -¡SÍ!-grité emocionada.


    Así fue como conocí la banda en la que yo a partir de hoy tocaría. La verdad es que tenía un poco de miedo, la impresión que dejaría, si me aceptarían... pero todo resultó mejor de lo que pensaba.
    Me enseñaron todas las canciones que componían como sonaban, la compositora era Miko y quién escribí la letra era Resha. Yuki hacía las modificaciones y la líder... subía los ánimos a parte de ser la vocalista. Miko y Kaya las guitarristas de la banda me ayudaron en algunos acordes. Después de ensañar tomemos un descanso, Kaya tragó unas pastas. Aquél descanso fue un poco agotador, me bombardearon a preguntas, de que familia venía, desde cuando tocaba el bajo, porque decidí tocar el bajo, a que colegio iba, cuales eran mis gustos, mis aficiones...
    Todas se fueron hiendo.


    -Celas, plegamos por hoy. Es tarde-dijo Kaya recogiendo su guitarra.
    -Tranquila, yo seguiré un poco más aquí practicando.
    -¡Como tú quieras!-dijo guardando el amplificador-No tardes mucho que si no te cerrarán la verja . Ten cuidado-dijo saliendo ya por la puerta.
    -¡Hasta mañana líder!-grité, escuché como se reía.
    -¡Bien ha practicar!


    Estuve otra hora más practicando, ya eran las nueve. Recogí todo y salí del teatro. La verdad es que me sorprendí, no había nadie, todo estaba oscuro, los otros clubs se fueron hacía una hora y cuando salí me encontré con un pequeño problema. Habían cerrado la verja. La escalé a duras penas y caí de culo.


    -Menudo golpetazo-dije intentando levantarme-Bueno ahora a llamar a casa para que me vengan a recoger-dije sacando el móvil. Lo que vi a continuación hizo mi vida trizas. Una desgracia caía detrás de otra-No pu-puede ser...


    La batería de mi móvil... había muerto... y yo tirada delante del instituto sin poder volver a casa. Las tripas me sonaron. Tirada sola en frente del instituto... y encima con hambre.


    Recordé que había visto una máquina de comida rápida cerca de aquí, metí la mano en el bolsillo... el monedero estaba vacío, no me acordaba que me había comprado el almuerzo y encima no le había pegado ni un bocado y lo peor de todo es que al empezar las clases lo tiré. Maldije el instante que dejé tirar el bocata.


    -Si es que tengo una suerte... se lo cuento a alguien y no me creé-dije con una estúpida sonrisa incrédula.


    Me senté a pensar la manera de salir de aquél sitio y llegar a casa que encima, tenía una tarea de la profesora Misaka, ya escuchaba a Akira riendose de mi. No podía pasarme esto a mi.


    -¡Pues iré a casa andando!-dije convencida y me puse en marcha.


    Diez, veinte, treinta, cuarenta...


    -¡Ya no puedo andar más!-dije cogiendo aire-¡¿Por que el instituto tiene que estar aquí perdido entre tanto bosque?! Si es que no pasa coche alguno por aquí y está todo oscuro-dije posando mi mano e cabeza- Pero mira que soy tonta, si hay media hora en coche, andando ya ni te explico...¡Rael!¡Sakurash!¡ACORDAROS DE MI!-a parte del cansancio, del hambre se ajuntó también la sed-Definitivamente estoy condenada-dije suspirando.


    Me tambaleaba mientras andaba, el bajo y la mochila aportaban más peso en mi, seguí andando observando la carretera que no tenía fin. Andaba por el filo de la carretera, cada vez me iba más para la izquierda, hasta que di un paso en falso y caí rodando por el pendiente. Agarré el bajo y lo presioné junto a mi cuerpo. Tenía que proteger aquél bajo que gracias por él había entrado en la banda. Finalmente dejé de rodar, tenía algunos arañazos pero nada más grave. Al rededor mio solo había arboleda, no me podía mover, estaba muy cansada ya. La luz de la luna me alumbraba el rostro.


    -Al menos tengo una buena vista-dije con una sonrisa forzada.




    Pensé en como vería a Sakurash, la bronca que me echará mi hermano, que pensaría Kyoshiro y de nuevo otra bronca peor por parte de Rael. Realmente no sé si quería verlos o no, lo mal que lo pasarán, de preocupados que estarán... si es que no me tendría que haber movido de la entrada de la verja, si es que tenía que haberlo supuesto, si Rael y mi hermano llegasen a casa y no me vieran vendrían al instituto a buscarme y ahora no sé ni donde estoy. Pero que idiota soy.


    El sueño se apoderaba de mi por segundos, no es que estuviese en un lugar muy cómodo la verdad, pero ya no podía más. Mis parpados flaqueaban y se fueron cerrando lentamente y ahí tendida entre tanto árbol me quedé dormida. Deseé que al menos no hubiesen osos.

    Como saldra Celas de su actual situacion?xD
     
  20.  
    Celas

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    Re: Un tonto sentimiento llamado amor

    se repitioT.T
     

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