Un tiempo feliz para Espejo

Tema en 'CLAMP' iniciado por Mary Shirou, 17 Marzo 2016.

  1.  
    Mary Shirou

    Mary Shirou Star Witch

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    Escritora
    Título:
    Un tiempo feliz para Espejo
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    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3491
    Al fin lo logré ToT

    He aquí mi fic para la actividad "Los Dados Clow". Espero que les guste

    *********

    Era un tiempo normal para Sakura Kinomoto, la joven maga que consiguió controlar el poder de las míticas Cartas Clow. Entre sus estudios y el perfeccionamiento de su magia, tenía poco tiempo para preocuparse de lo que ocurría a su alrededor… Al menos, lo que no le parecía importante en lo absoluto.


    No se había dado cuenta de la belleza que había adquirido con el paso de los años, ni de qué manera emanaba un aura de poder a su alrededor, provocando la envidia de las jóvenes de su edad. Ni siquiera se había dado cuenta que a su lado sólo estaban los que debían estar: su familia, Tomoyo con Sonomi, sus amigos de la infancia que ya habían aprendido a conocerla y a reconocer sus capacidades y, claramente, sus guardianes y las Cards.


    Muchas veces soñaba con vivir con un lugar más apartado del centro de la ciudad para poder desarrollar libremente sus capacidades, dejar de vez en cuando libre a sus Cartas y que Kerberos pudiera disfrutar de su forma real. Sin embargo, entre ayudar a costear los estudios universitarios de Touya y juntar dinero para sus propios estudios, han hecho que la Card Mistress tuviera dificultades en concretar sus anhelos... Y pese a que Tomoyo y Sonomi le habían ofrecido ayuda, Kinomoto se negó, al menos por el momento, sabiendo que ella misma era la que quería concretar su deseo.


    Por otra parte, no faltaba la esperanza de poder reencontrarse con Syaoran, pese a que no había perdido el contacto con él en ningún momento, pese a que él mismo tenía que lidiar con sus entrenamientos y sus estudios. Por eso mismo, muchas veces terminaba hablando con Yelan Li, la cual le daba consejos para seguir entrenando, aunque no tuviera un maestro presente.


    Así, entre el entrenamiento y los estudios, sus Cards y la vida cotidiana, no se dio cuenta de lo cercano que estaba el cumpleaños de su amor de infancia, ni de los sutiles avisos que le daba Tomoyo para se preparara para esa fecha.


    Por lo tanto, era necesario tomar medidas drásticas… Sólo para que, aunque fuera una vez en el año, se pudieran ver luego de tanto tiempo


    **


    — ¡Sakura! ¡Tu celular! — se escuchó la voz de Fujitaka desde el comedor

    — ¡Ya voy! — gritó la joven, bajando rápidamente del segundo piso, donde seguía teniendo su habitación.


    Entró al comedor y notó que su celular no vibraba más


    — ¿Contestaste, papá? — preguntó

    — No. Debió ser un mensaje — respondió él, preocupado de terminar el desayuno.

    — Ok… - respondió con voz algo apagada y se centró en ver el celular y el motivo para haber sonado…


    Luego, un grito se escuchó, lleno de sorpresa…


    **

    — … Y eso, Tomoyo, apareció ese mensaje… pero ni siquiera sé que puedo hacer — dijo Sakura, con algo de nervios


    La pelinegra revisó el mensaje que recibió Sakura, mientras pensaba: “Lo hicieron mucho mejor de lo que creía… ¿Serán realmente de la mafia?”


    “Sabemos quién es y conocemos sus relaciones, Card Mistress. Acuda sin sus Cards o Li Syaoran sufrirá lo que debería sufrir usted”


    — ¿Qué hago? A diferencia de mi hermano, mis part-time me dan lo suficiente para ahorrar algo y el resto para los gastos del mes — reclamó Kinomoto, con lágrimas en los ojos: — Está claro que no puedo depender de las Cards, sino me detectarían, por lo que sólo llevaría algunas en caso de emergencia.

    — ¿Como Luz y Oscuridad?

    — Sí…


    Las dos se quedaron en silencio, hasta que Daidouji sonrió


    — Bueno, ya has pensado en una estrategia… Deja ayudarte esta vez, ¿sí? — habló, manteniendo su sonrisa serena.


    Sakura se quedó unos minutos en silencio y, con un movimiento de su cabeza, asintió.


    — ¡Muy bien! Entonces partirás hoy mismo, yo me encargo de distraer a Touya y a Kero…

    — No te preocupes de eso, creo que es hora de ver si mi experimento funciona…


    Y, ante la mirada decidida de la Maestra de Cartas, Tomoyo sólo pudo quedarse con el rostro lleno de curiosidad…


    ***


    — Bien, maletas listas, Cards ocultas y bien protegidas, pasajes y pasaportes listos…


    Sakura miraba por milésima vez todo lo que debía llevar en la mansión Daidouji. Claramente, tuvieron que avisar por teléfono a Fujitaka Kinomoto que su hija se quedaría en casa de su mejor amiga por el fin de semana y que no se preocupara por la ropa, porque ahí tenía lo suficiente.


    Eso, creían ellas, serviría de suficiente distracción para no levantar sospechas, aunque sabían que Kero se enojaría por haberse quedado en casa y no haber acompañado a su Mistress.


    Todo fuera por tener de vuelta a Syaoran sano y salvo…


    — ¡Ok! Es hora de llevar el plan al siguiente paso… — dijo Kinomoto e hizo aparecer su círculo mágico para invocar a Espejo, quien tomaría su apariencia temporalmente…


    Bueno, eso era lo que creía Tomoyo.


    La Card apareció en su esplendor para luego tomar la forma de su Mistress. Ambas sonrieron al observarse mutuamente.


    — Sé que quisieras acompañarme, Espejo, pero tengo que tomar todas las precauciones. No sea que deseen dañar a los míos estando lejos — y le pasó un par de cartas: — Con estas en tu poder no tendrás problemas, supongo.

    — Sabe que no habrá problema, Mistress, en especial porque hemos entrenado juntas — y la Card sonrió


    Tomoyo miró extrañada la interacción entre la humana y su creación y preguntó:


    — Sakura… estarás muy lejos… ¿Segura que Espejo podrá sostenerse bien sin tu magia? — preguntó, sin aguantar más la curiosidad

    — Podrá, si es que esto funciona bien — y sacó una cadena con una especie de esmeralda en su centro y lo colocó en el cuello de su Card.


    Por unos momentos, se pudo sentir cómo la gentil energía de la Mistress envolvía a su Carta hasta que, cuando miró fijamente a las otras dos, podía mostrar prácticamente el mismo brillo que su dueña.


    — ¡Oh! ¡Ahora sí que parecen gemelas! — exclamó Tomoyo, con los ojos llenos de estrellas.

    — ¿Te sorprende? Le puse algo de mi propia energía a la joya… mientras Espejo no se aleje mucho de ella, podrá interactuar con los demás como si yo misma estuviera ahí — y sonrió, orgullosa de su progreso.


    Tomoyo simplemente se limitó a aplaudir, sorprendida del avance de su prima.


    — Creo que con esto bastará… Espejo, no te alejes mucho de la joya si es que te molestara usarla, sino perderás tu capacidad de mantener mi forma… Y recuerda, pese a que es mi magia, si has perdido mi forma, toma la que tú desees tener. Además, por ahora cuenta con esto — y le entregó la carta Voz, la cual tenía en sí parte de la esencia de su Mistress para tener la misma voz


    Espejo asintió, algo confundida, pero obediente a las palabras de su Mistress.


    Al ver a su Card transformada, Kinomoto habló a Tomoyo:


    — Tomoyo, cuida de Espejo y, por favor, ayúdame a llegar rápidamente al aeropuerto, ¿de acuerdo? Es hora de ayudar a Syaoran


    Daidouji asintió y, luego de acomodar las cosas de Sakura, partieron hacia el aeropuerto, dejando a Espejo reposando en la habitación de Tomoyo.


    ***


    Ajena a los sucesos de Hong Kong y siendo consciente de las limitaciones de la gema creada por Sakura, Espejo se acomodó en la mansión Daidouji, y con ayuda de Tomoyo comenzó a recorrer las calles de Tomoeda y a conocer más de la ciudad. La pelinegra se sintió feliz al ver cómo la creatura miraba con admiración todo lo que encontraba en su camino, probaba con curiosidad los diferentes alimentos que le daba a probar — y, como su creador Clow, prefería los alimentos dulces —, y aceptaba que la pelinegra le probara diferentes trajes de los más renombrados diseñadores — quizás en frustración de que Sakura no quisiera llevar algún traje a Hong Kong —.


    — ¿Cómo te sientes? ¿Te acostumbras a esto? — le preguntó la pelinegra.

    — Es un tiempo muy diferente al que viví con Clow cuando estaba en su mansión con las demás Cards — respondió la Card, demostrando un tono de voz parecido al de Sakura al ser su reflejo — Sin embargo, puedo decir que esta era no es tan diferente a la mía en cuanto a las relaciones. Igual hay sueños, esperanzas y anhelos de muchas personas, al igual que maldad y corrupción… Supongo que esas cosas sólo dependen de los seres humanos, ¿no?


    Daidouji parpadeó confundida ante la sabiduría que demostraba el espíritu, pero después cayó en cuenta que pese al encierro en el libro de Clow, las cartas habían desarrollado una visión distinta del mundo… No por nada, en el tiempo de la cacería de las Cartas, había visto cartas amables como Flor, y otras agresivas como Fuego, pues todos ven desde su perspectiva cómo ha cambiado el mundo desde su creación hasta su liberación en el mundo actual.


    — Pero hay cosas que te han sorprendido, ¿no?

    — Claro… Con suerte habíamos alcanzado a conocer que llegaba la electricidad a Japón, pero ahora todo lo que se puede hacer con ella es increíble. Ahí justifico la razón de nuestra Mistress al querer que estemos lejos de la atención pública, ya que Trueno o Tormenta harían de las suyas al ver lo que tenemos — y sonrió divertida.

    — Hay algunas cartas que son más traviesas que otras, ¿verdad?

    — Sí… algo así


    El resto de la primera tarde pasó tranquila, mientras que en la noche ambas siguieron compartiendo dentro de la mansión, probando otros alimentos y viendo televisión hasta no muy tarde, pues al día siguiente de todas maneras tendrían clases.


    A la mañana siguiente, Espejo recibió ayuda de Tomoyo para vestirse y usar el uniforme escolar. La pelinegra le recordó que Sakura se comportaba con alegría y no solo con cortesía. La Carta la miró con extrañeza, pero prometió que intentaría comportarse como su Mistress y, sin demorar más, ambas partieron hacia la secundaria.


    Ciertamente, las cosas no salieron tan bien como esperaban.


    Aunque Sakura no era muy buena en matemáticas, Espejo sí tenía las habilidades para resolver diferentes tipos de preguntas, por lo que más de alguien se preguntó si se había golpeado la cabeza o algo, aunque ninguno de ellos notó los incesantes mensajes de Tomoyo diciéndole a la Carta que controlara los impulsos de responder las preguntas de los profesores. Así, luego del caótico período, Tomoyo y Espejo tuvieron otra larga conversación sobre el comportamiento de Sakura…


    En el resto del día, la Carta se comportó más parecida a Sakura, pero con un comportamiento más refinado, como si hubiese pasado demasiado tiempo con Daidouji. Mas, en cuanto terminó la jornada, las dos mujeres salieron rápidamente de la escuela antes que les hicieran más preguntas.


    La tarde en la mansión Daidouji fue más tranquila, con espacio para ambas para utilizar la piscina de la mansión y disfrutar de los rayos del sol veraniego… Algo de descanso antes de los exámenes finales, claro está.


    Al día siguiente, las dos aprovecharon de recorrer las calles de Tokyo, en donde Espejo pudo ampliar su mirada y disfrutar más de la ciudad y de interactuar con las demás personas.


    Fue un gran día… Hasta que llegaron a la mansión.


    — Daidouji… ¿No piensas ir a dejar a Sakura? — se escuchó una voz varonil a espaldas de ellas


    ¡Rayos! ¡Es Touya!, pensó la pelinegra, asustada.


    — Neh…. Hola, hermano — dijo Espejo, intentando imitar bien a su Mistress

    — Yo le pedí a su padre que me acompañara el fin de semana — continuó Tomoyo, antes que Touya se diera cuenta que su hermana no era actualmente su hermana.

    — Sí, pero creo que ya es tiempo suficiente para que vuelva a casa antes que anochezca — replicó él, con rostro serio.

    — Es cierto… ¿Irás a arreglar tus cosas? — preguntó Daidouji. — Quiero hablar con tu hermano.


    Espejo asintió y entró corriendo a la mansión.


    — ¿No crees que Sakura está con edad suficiente para que confíes en ella? ¿Para que confíes en mí? — habló Tomoyo, con voz más serena.

    — No importa el tiempo que pase… Ella siempre será mi hermana pequeña, y hay demasiados estúpidos fijándose en cómo ella se está desarrollando, por lo que no puedo dejarla sola — respondió el moreno, con seriedad.

    — Es cierto… Pero sabes que el corazón de ella sólo pertenece a una persona

    — Y es de él de quien más la tengo que cuidar — y soltó un gruñido.

    — Lo quieras o no, no podrás controlar los sentimientos de Sakura… Menos los sentimientos que tiene por Li — y el semblante de la de ojos de amatista pasó a uno más serio.

    — Mientras él no se atreva a venir, no tendré que preocuparme por ello — y bufó mientras veía que Sakura ya venía a él.

    — Nos vemos Tomoyo, gracias por acogerme — y, luego de hacer una reverencia, se giró a su hermano y preguntó con inocencia: — ¿Vamos?


    Touya enarcó la ceja al ver que su hermana no estaba enojada y, luego de asentir nerviosamente, le indicó que le siguiera a casa. Tras caminar una pequeña distancia, Espejo no pudo evitar tomar la mano de su hermano, lo cual la hizo brillar de felicidad para los ojos de Tomoyo, pero rápidamente hizo reaccionar a Touya con una sorpresa levemente agresiva, haciendo que molestara a su hermana como siempre.


    La de cabellos negros, una vez dejó de sentirse maravillada al ver la hermosa sonrisa de Sakura, entró a la mansión, dirigiéndose directo a su cuarto.


    — Tal parece que lo que me dijo antes era cierto — murmuró Tomoyo para sí: — Realmente le gusta Touya… y no logro de entender por qué…


    Y antes de distraerse en alguna cosa, comenzó a ordenar los trajes y vestidos que hizo que Espejo se probara. Una vez lista con eso, ordenó su bolso con las cosas para el siguiente día de clases… hasta que se percató de algo inusual en él: la gema de Sakura.


    — Ahora recuerdo que me la entregó para caminar con mayor comodidad por la ciudad — dijo, con algo de temor — …rayos…


    ***


    En el camino a casa, Espejo se mantuvo prudentemente callada, pese a que Touya intentaba hacerla enojar. Claro, él aún creía que se trataba de su hermana, pero ella sólo se estaba dando el tiempo de admirar a su compañero de-k camino, de observar sus facciones y de admirar el sonido de su voz.


    — ¡Oi! ¿Me estás escuchando? — le reclamó Touya

    — ¿Ah? Sí… Disculpa… — se excusó la Carta, colocando su mano en el pecho donde debería estar la gema…


    … Para darse cuenta que no llevaba la gema que le había dado Sakura.


    — ¿Estás bien, monstruo? — insistió el mayor

    — Si… Estoy cansada, nada más — respondió ella, intentando no avergonzarse, mientras clamaba a los dioses que no se diera cuenta de su real identidad.


    Llegaron a la casa y luego de pedir permiso, Espejo se encerró en su pieza intentado calmarse y rogando que Sakura llegara pronto.


    En eso, sintió que Touya hablaba con su papá y luego se encerraba en lo que parecía ser el baño, pues luego comenzó a escucharse el agua corriendo, por lo que supuso que Touya estaba duchándose.


    Un nuevo rubor cubrió sus mejillas. El sólo imaginar que el moreno estaba con su piel desnuda provocó algo en ella que no sabía si alguien se lo podría explicar.


    Sigilosa, se dirigió al cuarto del moreno para conocerlo mejor, aunque fuera por medio de imágenes y de recuerdos que tuviera él. Miró su habitación, observó lo cuidadoso que era para mantener bien sus pertenencias, incluyendo una serie de fotos en la pared con diferentes personas a su alrededor.


    Se sorprendió al ver la figura de Nadeshiko Kinomoto, a quien reconocía especialmente por formar parte de los recuerdos de Sakura, pero le sorprendió más la presencia de otra mujer, una pelirroja que acompañaba a Touya en varias fotos, y que en todas ellas ambos se veían felices.


    ¿Quién será?, se preguntó Espejo. Ni siquiera con mi Mistress se ha visto tan feliz.


    Se concentró en la mujer, en su figura refinada y en su mirada cargada de misticismo. Pensó que, ya que no tenía la joya que le mantuviera centrada en la figura de su Mistress, podría intentar imitar a aquella persona que hizo tan feliz a Touya.


    Cerró los ojos y sintió la transformación cubrir su cuerpo. Era muy probable que cumpliera su cometido, aunque no sabía cómo era su voz…


    Aunque no se percató el momento en que el hermano mayor de su Mistress había terminado de ducharse y estaba entrando en ese mismo momento a la habitación. Ambos se miraron, parpadearon algo confundidos y luego vino la pregunta inevitable…


    — ¿Kaho?

    — Eh… Touya… — trató de hablar la Carta, pero luego cayó en cuenta que seguía con la voz de Sakura


    Touya enarcó la ceja y Espejo se dio cuenta que estaba en un grave problema…


    ***


    — Y eso fue lo que pasó…


    Touya hacía todo lo posible para no estallar de furia mientras la Carta le explicaba todo lo que sucedió para que Sakura saliera tan repentinamente a Hong Kong. Fujitaka, en cambio, que había sido llamado luego del incidente, miraba algo sorprendido la situación, pero también intrigado al ser la primera vez que conocía en persona una de las cartas.


    — ¿Y tú, como su compañera, no pudiste negarte, verdad? — preguntó él, enfadado

    — Así es… Lo siento — respondió la Carta, ya en su forma original, avergonzada

    — Argh… no me queda otra más que ir para allá. Sakura no puede hacer lo que hizo de esta manera — alegó el joven, intentando no mostrar su enojo

    — No creo que sea necesario, hermano — intervino otra voz, ya más familiar


    Los tres se voltearon hacia Sakura, quien miraba con seriedad al trio.


    — No sé hasta qué momento seguirás juzgando a Syaoran como el hermano sobreprotector que eres. Si no hubiera sido así, probablemente no habría tenido que meter en problemas a Espejo ni a las demás Cartas — habló, con sus ojos esmeraldas brillando en furia.


    Luego se giró a Espejo, sin esperar que su hermano replicara.


    — Te agradezco la ayuda y te pido disculpas por las molestias que pasaste con mi hermano. Ahora ve a descansar. Ya ha sido mucho esfuerzo para ti.


    La otra asintió. Luego de ver con cierta tristeza a Touya, Espejo volvió a tomar su aspecto como carta.


    — ¿Te fue bien, Sakura? — preguntó Fujitaka, totalmente calmado.

    — Claro, si ya está todo solucionado — y mostró su mano donde lucía un anillo de compromiso: — Bueno, si es que no tienen problemas — y miró de forma asesina a Touya.


    Fujitaka tosió para llamar la atención.


    — Sé que desde hace un tiempo eres capaz de tomar tus propias decisiones, Sakura, pero espero que en algún momento Li venga acá y haga la proposición oficial — opinó, con seriedad.

    — Lo sé, papá. Syaoran prometió venir pronto y ahí podrán conversar tranquilos.


    Su papá asintió tranquilo y luego miró a Touya.


    — ¿Alguna objeción? — preguntó la Card Mistress.

    — … No — respondió él, con voz derrotada.

    — Bien. Espero que algún día converses en paz con Syaoran…Te aseguro que ustedes dos tienen más en común de lo que creen.


    Se formó un silencio incómodo donde el trío permaneció en silencio, sumergidos en sus propios pensamientos.


    — … Ah, se me olvidaba… — dijo Sakura, poniéndose de pie para dirigirse a la escalera:— Pídele perdón a Espejo.


    Touya parpadeó confundido


    — ¿Qué? — preguntó

    — Puedo sentir que Espejo realmente fue feliz en estos días, pero que lo que pasó hoy la dejó algo asustada. Pídele perdón, por favor, ya que ella te estima mucho — y, sin decir más la única mujer de la familia se retiró, dejando perplejos a los otros dos.


    ***


    Días después, Touya tuvo el valor de acercarse a su hermana y de pedir hablar con Espejo. El espíritu se presentó ante el moreno algo nerviosa. Pasaron varios minutos donde ambos esperaban dar el paso para conversar, hasta que finalmente Touya tomó la iniciativa.


    — Ahm… Sakura me dijo que habías quedado asustada después de lo que pasó la otra noche… Te pido que me perdones — e inclinó la cabeza, respetuosamente.


    Espejo lo miró algo confundida y luego sonrió dulcemente.


    — No, también tengo que pedir disculpas. Invadí tu espacio y me metí en cosas que quizás no debí haberme metido — dijo ella, mientras un rubor cubría sus mejillas.


    Ahora fue el turno de Kinomoto de sonreír.


    — No te preocupes. Nosotros ya nos habíamos visto antes y sé de qué eres capaz… Pero que hayas sido capaz de convertirte en Kaho me sorprendió bastante, tanto como cuando te disfrazaste de mi hermana aquella vez que se escapó de casa. Me trajo algo de nostalgia… muchos recuerdos, los que no siempre fueron tan felices, pero quiero pedirte algo…

    — ¿Si? — preguntó la Carta, algo sorprendida

    — Te pido que no lo vuelvas a hacer… Si te vuelvo a ver, quiero que sea en ésta, tu real forma — y, sin esperar respuesta de la carta, él se marchó.


    Espejo se ruborizó a más poder para luego brillar de felicidad.


    Quizás, pese a ser un espíritu, aún tenía esperanzas.
     
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  2.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Escritor
    Fue un poco largo pero me gustó, por que pasó un lindo tiempo la carta Espejo, aunque un poco más estaria mejor pero eso sería cliché y al omitirlo fue mejor, son cosas contradictorias. Si se vio un poco corrido la historia, tal vez por el simple hecho de que la fecha de entrega acabó y tú querías entregar pero tienes que cuidar ligeramente ese aspecto, no se notó tanto pero me quedé pensando un poco en que sería bueno que pasó con Sakura, como le propusieron matrimonio y esas cosas :c
    Aunque pareciera que es simple cumples con las caracteristicas necesarias para transmitir todo al lector, los gestos, los rubores, aquellas sonrisas, pude observarlo y eso es lo que más me gustó, con pocas palabras lograste hacer lo que tenías que hacer
    Me gustó y aprovechaste de manera agradable tu carta, espero verte más por este foro, saludos.
     
  3.  
    Rasu

    Rasu gray Usuario VIP

    Virgo
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    Me gustó mucho la historia, Mary. Narras muy bien, eres prolija y no tienes errores técnicos. Una sola cosa que te voy a marcar que noté un par de veces fue que repetiste algunas palabras en ciertas ocasiones, intenta prestarle atención y utilizar algunos sinónimos, no es nada grave ni tampoco sucedió en exceso.

    Te expresas muy lindo y tienes un gran vocabulario. Respecto al desarrollo de la historia, me gustó bastante, pero sí noté que formaste dos hilos y que al final no terminaste de explotar ninguno, aunque podría decirse que el de Espejo tuvo más protagonismo. Comenzaste dándole importancia a Sakura y luego resultó en un giro donde Espejo era el centro de atención. En realidad no estuvo mal, pero en ese caso trata de hacer énfasis en alguno para que cierre correctamente, y deja bien en claro a dónde apunta todo para no desviar la atención. El final hubiese tenido más impacto con una escena aún más romántica entre Espejo y Touya, pero llegó Sakura a robar ese espacio, y en realidad el suceso de esta última no fue tan importante en comparación a lo que nos venías mostrando más o menos desde la mitad en adelante.

    En resumen, si hubiese sido más largo podrías tranquilamente haber desarrollado ambos arcos, sin ningún problema. Vuelvo a repetir, me gustó mucho, no me malinterpretes, fue tan así que terminé un poquito decepcionado, con ganas de más \:'D/ Quizá en otra ocasión te animes a hacer una continuación donde muestres más a fondo qué sucedió entre Sakura y Li, o cómo continúa esto entre Espejo y Touya, que quedó bastante interesante al final.

    No te preocupes, yo evalúo según lo que leo, no por mis gustos personales, así que no tienes la necesidad de dejarme satisfecho con una nueva historia, después de todo los finales abiertos tienen su razón de ser, también.

    Nada más, fue un placer haber leído esta bella historia. Tuviste una idea atractiva, no lo esperaba. Ah, y nuevamente muchas gracias por participar, un saludo.
     

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