Un regalo de cumpleaños

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Paulijem, 11 Octubre 2013.

  1.  
    Paulijem

    Paulijem Hija de Aslan, Larcha y Tributo del andén 9 y 3/4

    Tauro
    Miembro desde:
    13 Enero 2012
    Mensajes:
    1,183
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Un regalo de cumpleaños
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1551
    Un regalo de cumpleaños
    Hola!! Aquí les traigo una nueva historia, no sé que tengo de hacer historias de los hijos de Sasuke y Sakura pero bue así funciona mi cabecita (algo limitada con la imaginación diría yo) pero espero no ser tan repetitiva. Y espero que sea de su agrado.

    Atte: Paulijem


    EDITADO


    Capitulo 1- Seiko Haruno

    No tenía la obligación de hacer nada que ella no quisiese. Pero ese día su abuelo había llegado más que desesperado. Hasta el punto en que arrodillarse frente a ella le había parecido una buena idea. Su mejor piloto se había caído de una escalera quebrándose una pierna y la clavícula. Bufó ante esa estúpida noticia y esas causas tan convenientes para exigir ayuda. Pero la promesa que le había hecho a su madre valía más que tres millones de dólares. Sí, valía más que eso.

    Suspiró mirándose al espejo. El casco cubría completamente su rostro, era suficiente para dar una imagen de anónimo. Solo esperaba que su madre no asistiera o la buscara como una desquiciada luego de “simplemente” no aparecer en todo el día sin ningún recado. Así se lo habían pedido, según ellos era seguro. Pero conocía muy bien a su progenitora, nada era seguro estando junto a una madre exageradamente sobreprotectora.

    Lo único que sabía es que de enterarse, su abuelo estaría en graves, graves problemas.

    El anciano llegó y asintió dándole su aceptación y su “bendición” como el siempre profesaba. Sabía, muy en su interior, que era una muy mala idea, que habría patrocinadores a la caza de nuevos y jóvenes pilotos de carreras, que Konoha entera buscaría de todas las formas posibles de saber quién era ella. Pero nunca, jamás debía estar en esa lista que tanto su abuelo insistía.

    “El talento de pilotear un auto, no lo tiene cualquiera. Y tú eres una Haruno; todos los Haruno tenemos las agallas para quemar ruedas y arrasar con las pistas” pero, después de largas e interminables generaciones de pilotos de carreras Sakura Haruno había sido la excepción, y eso le daba la esperanza de que, después de todo, no todos los Haruno deben tener la obligación de arrasar y matarse en el intento.

    Su madre odiaba las pistas, odiaba los motores, el olor a nafta, a carburadores, a los talleres, a todo lo que tuviese que ver con la empresa familiar. Sakura Haruno, prefería la tranquilidad, la paz que a veces le podía dar las cuatro paredes blancas del hospital, sus pacientes y el personal que la rodeaba.

    Admitía que siempre había querido saber ¿por qué? La historia de su madre había sido una gran hazaña. Pero se desmoronó por algo que sólo ella, sus abuelos y amigos cercanos sabían.

    Los rayos del sol la encandilaron y por instinto llevó su brazo para taparse los ojos. El casco no servía de nada para el endemoniado sol. Sus oídos comenzaron a escuchar los incesantes gritos de las tribunas a penas sus pies tocaron la pista principal. Todos desbordaban de una energía embriagante. Pronto sabrían que era ver adrenalina de verdad consumir sus palpitantes corazones en busca de emoción y satisfacción extrema. Fue testigo de desgarradores gritos de vítores de exageración plena y pura. Era consciente ahora de porqué los pilotos nunca podían dejar las pistas.

    Sin duda, el mundo amaba el planeta de las carreras.

    —Bien, ya está todo preparado. Sabes cuales son las reglas, ya hemos practicado, así que supongo que no vas a tener problemas—el coach la miró con sus grandes ojos negros, mientras sus cabellos con una forma de una ridícula piña, se meció por el suave viento. Era un momento perfecto para una perfecta victoria. —¿has escuchado?

    —Sí, no se preocupe—murmuró mirando hacia la tribuna—¿siempre es así?

    — ¿Es que no lo recuerdas?—sonrió levemente a pesar de que éste no la veía.

    —Supongo que ya lo había olvidado, no toco una pista desde que tengo cinco años.

    — ¿Y la calle?—preguntó con burla. Ésta lo observó detenidamente—tu abuelo siempre está pendiente de lo que hace su única nieta—bufó por lo bajo y se colocó los guantes que éste le tendió.

    —Ya lo tengo prohibido, mi madre me sacó la licencia—dijo antes de meterse por la ventanilla de su Ford Fusion. Era un prototipo llamado Fusion Hydrogen 999 que ostenta el record mundial de velocidad en tierra con propulsión de celda combustible al alcanzar los 333,541 km/h*. Con una reforma mejorada para el asfalto. Ese día demostraría que la tecnología hacía un buen trabajo en la velocidad del Ford Fusion y Haruno Seiko llevaría a cabo con una carrera de ocho vueltas.

    ~*~

    Sakura mantenía una estoica postura, razón que todos conocían cuando estaba furiosa. Su víctima era su mejor amiga. Una inocente rubia de ojos celeste que era taladrada por unos intimidantes y terroríficos ojos verdes esmeraldas.

    — ¡ya!, ¡dime ahora ¿Dónde está Seiko? Juro que romperé uno por uno tus huesos Ino Yamanaka, si no me lo dices! ¡Cerda, ven aquí! —la rubia corría despavorida por su departamento saltando los muebles y esquivando lo que podría provocarle una muerte dolorosa.

    — ¿P-por qué t-tanta crueldad, S-Sakura-chan?—tragó grueso al sentir como ésta apretaba sus manos en dos grandes y fuertes puños.

    —esto debe ser idea de mi padre, las veces que Seiko desparece es por alguna estupidez de él. Siempre hacía eso cuando era más pequeña—se dejó caer en el sillón mullido de la rubia, la cual respiró con tranquilidad. Aunque aun no sentía alivio ni se sentía a salvo. —Pero sé que tu sabes dónde está—dio un respingo al sentir su ardiente mirada sobre ella—pensé que tenías una competencia de la Nascar Sprint Cup.

    —c-creí que no me escuchabas.

    —ignorar, te estaba ignorando, pero escuché muy bien ¿y sabes una cosa más? —dijo cuando vio el enunciado del Matinal Konoha Uno sobre la mesa de té—no veo una pierna ni una clavícula rota, pero tal vez eso lo solucione ¡ahora! ¡¿Qué significa esto?! —comenzó a gritar caminando hacia ella dispuesta de verdad a cumplir su cometido.

    — ¡No, no, Sakura-chan, clemencia por favor!—ésta bajó el puño y volvió a sentarse como toda una señora respetable.

    —te escucho.

    ~*~

    Un pelinegro bajó sus anteojos hasta el puente de su nariz al ver la pantalla grande del aeropuerto. La gente se encontraba bajo éste mirando con mucha atención y fascinación por aquella gran hazaña que se estaba desatando en ese momento en la ciudad.

    —¡Es muy extraño lo que estamos viviendo. Las pistas están que arden damas y caballeros! El piloto anónimo de Kizashi Haruno, está rompiendo las barreras. Ha superado a infinitos pilotos que han hecho su gran debut aquí. ¡No hay nada que explique lo que estamos viendo! —un rubio llegó a su lado con todas las maletas encima y se tiró al suelo, su piel estaba pálida y su cuerpo tembloroso. Odiaba, odiaba volar.

    —¡tierra, al fin tierra!—comenzó a gritar haciendo angelitos imaginarios sobre las baldosas negras. Los pasajeros lo quedaban mirando como si fuese un maldito loco. —…teme, ¡Teme! ¡Maldito bastardo, te estoy hablando!

    —tsk, ya deja de gritar dobe—masculló haciéndolo a un lado con su mano haciendo que volviese a caer al suelo.

    —eres un, ¿Qué tanto mirabas? —preguntó una vez lo había alcanzado.

    —los Haruno volvieron a ganar la Sprint Cup—dijo casi totalmente anegado de furia. Miró el cartel que colgaba por encima de sus cabezas. “Konoha City”. Había vuelto a casa y realmente no sabía si sentirse desafortunado o afortunado.

    —Que sorpresa—dijo por lo bajo mirando hacia un costado— ¿cuáles serán tus planes?, estar de vacaciones suena realmente genial para hacer algunas cosas divertidas ¿no crees?—opinó tirando de su valija.

    —Hmp.

    —Oh, ya sé, no tienes planes. Eres un aburrido empedernido y frígido.

    —No soy frígido—el rubio solo reía con burla llamando la atención nuevamente de los pasajeros.

    — ¿Nombres?—Sasuke le dio su pasaporte a la muchacha que checaba los datos en su computadora.

    —Sasuke Uchiha.

    —Naruto Uzumaki—pasaron la aduna y siguieron caminando—supongo que eres tan divertido que tienes una larga lista de cosas por hacer como yo

    —no pierdo el tiempo en estupideces.

    —Lo sé, era sarcasmo Teme—murmuró con desesperación—bien nos vemos cuando todo este buen ambiente termine. Me voy a la casa de mis padres a Suna, estaré aquí solo unas semanas por si te interesa los aires del campo—el pelinegro se encogió de hombros sin importarle mucho. —Ah y Kakashi dijo que salieras por atrás, los periodistas están esperándote—asintió y se separó de Naruto— ¡no hagas estupideces!

    —Eso mismo te digo yo—el oji azul rodó los ojos y salió por la puerta automática. Él, como su buen amigo Uchiha, era un reconocido piloto de carreras que habían encontrado fama en el extranjero. Por lo que él también fue inundado y cegado por los flashes de las cámaras. Los taparon de preguntas por el presunto error cometido por su compañero de equipo y la determinación del jefe de bajarlos de sus puestos por tiempo indefinido. Pero Naruto simplemente respondió que no tenía comentarios para dar y que las decisiones habían sido tomadas.

    No había nada más que hacer.

    ____________________________________________________________________
    EDITADO.
    He decidido cambiar la trama de la historia, espero que les guste.
     
    Última edición: 21 Agosto 2014
  2.  
    monche

    monche Iniciado

    Tauro
    Miembro desde:
    11 Agosto 2012
    Mensajes:
    18
    Pluma de
    Escritora
    ¡Hola, hola! Me parece interesante tu historia, y al menos nunca he oído de agregar ingeniería mecánica al mundo de Naruto, por lo que me atrajo más a ver cómo sería eso.
    Sin embargo, mencionaste que era sobre sus hijos... me espoileo yo misma, pero tal vez me equivoque y ya me mejor me callo.
    Y, ¿mermelada de tomates? jajaja ¿eso existe? (bueno, de hecho, pero las mermeladas siempre tienen azúcar, ¿no?) Eso lo heredó ¬w¬

    En cuanto al texto...
    Encontré unas pocas sin el acento, como en "salió":
    "Se puso de pie y salio de su habitación."
    También faltan algunas comas, por ejemplo:
    Y todo iba en torno a su padre biológico ,y aunque no le importaba en lo más mínimo saber quien era, pues su madre era lo mas importante para ella, había descubierto realmente su afición a las carreras.
    Y en esta faltaron signos de interrogación, creo:
    —Es que…la verdad no me interesan y sé que eso no te va a gustar pero, ¿no crees que deberías decir “hija lo que elijas esta bien”?

    Hay algunas otras frases por allí que podrías revisar, pero todo lo demás, me gustó.

    Espero el próximo con ansias (como siempre, sin presión).
     
    Última edición: 21 Octubre 2013

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso