One-shot de Pokémon - Un regalo como ninguno [ un santa no tan secreto]

Hola, me presento para la actividad del santa no tan secreto.

Primero que nada, no estoy seguro si entendí muy bien la actividad pero ya que esto está publicado, ya no importa si entendí o no, así que escribí esto, y espero que siga las reglas de la actividad, lo cual dudo mucho, pero ya, mejor vamos a leer lo que escribí. ( aunque pienso que me volvi a salir de la tematica y dinamica)

Solo una cosa, mi papel aquí es ``el escritor ´´

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Un regalo como ninguno.

En el cielo, un extraño cambio climático sucedía, las nubes se agrupaban formado grandes y extensas capas de espesor y humedad, y estas cambiaban de color blando a uno un tanto gris; sus funciones climáticas, se ponina en marcha y estas comenzaban con su función mientras el ambiente se congelaba, de estas nubes, un extraño fragmento salió de él y caía hacia la superficie terrestres, seguido de millares de esos mismos fragmentos que atravesaban el cielo hacia la tierra; estos fragmentos tenían una hermosa forma, la forma de un copo de nieve, los cuales caía sobre una ciudad grande; estos pequeños copos eran vistos por una pequeña niña rubia, con su cabello recogido en un lazo frontal; admirada de la nieve que caí; tenía una gran emoción de disfrutar de ella, así que con un gran sonrisa, se dirigió a su armario tomo un tomo una gruesa chaqueta amarilla para la nieve, la cual inmediatamente se puso encima; colocándose orejeras color rosa y pantalones para el frio, estaba lista para salir afuera.

— Llego la nieve — salto de emoción — Dedenne, vamos a divertirnos afuera.

— Ne nene nene nene — el pequeñín dormia muy arropado sobre la cama de ella.

— Hay no puede ser — se desilusiono – Vamos Dedenne, hay que salir a jugar, la nieve nos espera.

— NEEEE — se cubrió más entre las mantas.

— Parece que no te moverás, no importa, se lo pediré a mi hermano.

Con gran anhelo, salió de su habitación, corriendo por el pasillo llego hasta la puerta de la habitación de su hermano.

— Clemont — toco la puerta y fue un toc, toc toc, y seguidamente por obra del destino, comenzó a cantar.

— Y si hacemos un meñecooooooooo……
Ven vamos a jugaaaaaaaaaaaaaaaaarrr
Ya no te puedo ver jamás
Hermano sal, parece que no estaaaaaaaaaaasssss

Soliamos ser......

— Detente Bonnie — interrumpió su hermano quien salía con un pañuelo en cubriendo su nariz y parecía cansado — Aún es temprano y tengo algo de gripe.

— Siempre es lo mismo contigo, te enfermas en víspera de navidad.

— Tranquila; junto con Chespin me preparare algo para este refrió.

— No es justo, no es justo, estoy muy aburrida, y quiero jugar con alguien.

— Discúlpame Bonnie, espero recuperarme pronto, trata de no presionar, recuerda que es esta época del año papa tiene que trabajar en la torre, para mantener la electricidad de la ciudad.

— Está bien – dijo algo un tanto desanimada.

Después de ello, la pequeña salió.

— Buenos días señora Coleman — saludo a su vecina.

— Buenos días pequeña Bonnie — respondió aquella señora quien limpiaba la nieve de la entrada de su casa.

La nieve caía lentamente por los alrededores, la pequeña Bonnie con botas rosas, caminaba arrastrando una gran bola de nieve por los alrededores de un parque.

— Listo, solo una bola más pequeña — coloco otra bola encima de la que ya había puesto —hizo pequeños detalles y obtuvo una graciosa figura de Pikachu — Lo logre, lo logre — salto de alegría, pero solo lo hizo por varios segundo, mientras su ánimo cayo — Esto no es divertido si lo hago yo sola — dejo de pensar, mientras que vio a su padre quien pasaba por ahí; se notaba muy cansado y parecía lastimado, entonces se acercó hacia el —¡ Papa!, ¿Te sientes bien?

— Sí, estoy bieeeeeeeeeee— cayo de cara en la nieve y eso asusto de inmediato a su hija.

Después de unos minutos mientras Bonnie ayudo a levantarse de la nieve a su padre, con la ayuda de la señora Coleman, llevaron al padre de la pequeña hacia casa y ya mientras la situación se calmaba, Bonnie le trajo una taza de café a su padre, quien sentado en el sofá del lugar con un termómetro en su boca, traía una manta encima; parecía que tuvo un mal día.

— Vamos a ver — Bonnie traía un sobrero de enfermera mientras le quito el termómetro de la boca de su padre — No, no tienes fiebre.

— ¿Papa que sucedió? — Clemont con otra manta, tenía la nariz un poco roja como cierto reno — ¿Porque te desmayaste tan de repente?

— Fue un muy mal día — el sujeto tomaba aliento — Cuando llegue al trabajo estacione mi moto en mi lugar de estacionamiento, pero después una oficial se lo llevo porque decía que estaba en una zona prohibida, después entraba a la planta eléctrica una cubeta de agua helada me cayó de encima, después de eso, cuando fui la baño, el escusado se encendió justo cuando me senté en él, después mi cafetera sufrió un extraño percance y me lanzo café muy caliente, y para finalizar, mientras caminaba a caza, me encontré con la señorita Alexia, la cual me dio un patada en la entre pierna porque dijo que había esparcido el rumor de que sus pechos son falsos.

— No lo entiendo papa, pero sogún tu relato — el genio analizaba – Parece que alguien te estuvo jugando bromas muy pesadas.

— ¡Acaso! — Bonnie se asustó — ¿Alguien trata de matar a papa?

— Bonnie no digas eso, eso n puede ser posible verdad papa.

— No lo sé — dijo Meyer — Tal vez sea posible; que voy a hacer que voy a hacer — tras la desesperación se levantó del sofá y tras el descuido, vertió el café sobre sus pantalones — HAAAAA quema, quema — con el susto de la quemadura, choco su dedo pequeño del pie contra una pata de una mesa de lugar y sus hijos vieron la desgracia de su padre — Hay .Hay — tomo su pie y mientras saltaba en una sola pierna, cayo hacia atrás y golpe contra un estante de cosas, entre ellas, un florero grande cayó sobre su cabeza y seguidamente lo dejo fuera de combate.

— ¡PAPAAAAA!— gritaron sus hijos desesperados y fueron a ayudar a su padre.

El día ya terminaba mientras el sol lentamente se ocultaba; dentro de la casa de Meyer; Bonnie algo cansada cubría con una manta a su padre quien dormía profundamente, después de eso se dirigió a la habitación de su hermano; y lo atendió por unos momentos mientras retiraba el termómetro de su boca, noto que la fiebre le estaba bajando; seguidamente cubrió a su hermano con las sabanas de su cama y este de quedo dormido, Bonnie dando un gran suspiro apago la luz de la habitación de su hermano y se encamino hacia la sala de su casa, mientras se sentó con algo de cansancio en el sofá, tiro su sombrero de enfermera.

— Que día— suspiro de cansancio — Cuidar de mi hermano y papa sí que es agotador, ja, esos hombres no saben cuidarse solos, estoy segura de que mama los reprocharía y los pondría en su lugar, jajajaja — rio pero segundos después bajo la mirada — Es verdad, desde que mama ya no está, para mi es difícil cuidar de ellos 2 y ahora más que alguien trata de matar a papa — miro hacia afuera y noto que la nieve había dejado de caer, entonces se acercó a la ventana y noto a la primera estrella que brillaba en el cielo mientras la noche apenas llegaba; asombrada a una gran estrella brillante, sus ojos tenían un brillo único al mirar aquella estrella, entonces en un acto de bondad, cerro sus ojos y junto sus manos — Quiero pasar una divertida navidad con mi papa y mi hermano, juntos como una familia, por favor.

Como un deseo hacia el cielo y con sus ojos cerrados, no pudo ver que la estrella tubo un brillo más fuerte por unos segundos y este disminuyo; entonces se escuchó un extraño ruido sobre el techo, como unos gruesos paso; esto hizo que la pequeña reaccionara y se detuvo a escuchar aquellos sonidos, eran extraños pasos sobre el techo de su casa y mientras los escuchaba, tomo una sartén como arma para defenderse de la posible mala situación; los pasos se detuvieron y entonces se escuchó un sonido mientras algo caía por la chimenea, y cuando llego al fondo, levanto mucho humo y polvo; Bonnie solo miro algo asustada, ya que del humo salió una extraña figura humana, con ropajes rojos y detalles blancos ( no es exactamente un traje de Santa) .

— Jo jo jo – dijo con una extraña voz gruesa de un sujeto de aparentemente 20 años— Feliz navi………— fue callado por un golpe en la cabeza de parte de Bonnie y rápidamente cayó al suelo.

— ¡¿Quién es este sujeto?!

— Au niña — trataba de recuperar la conciencia y ponerse de pie — Eso dolió; solo quería desearte feliz navi — nuevamente lo volví a golpear más fuerte y ese golpe lo desmayo.

Tras un profundo desmayo, aquel sujeto trataba de recobrar la conciencia; habría sus ojos lentamente, noto que estaba sentado en una silla y su cuerpo estaba atado fuertemente con cuerdas y para finalizar, traía un pañuelo en su boca, trataba de hablar y zafarse pero era inútil; levanto su mirada y noto a Bonnie quien traía aquel sartén y un sombrero de milicia; junto a ella Dedenne con otro pequeño sombrero igual, entonces la pequeña quito el objeto sobre la boca del sujeto.

— ¡¿Pero qué estás haciendo?! Suéltame — forcejeo.

— Silencio prisionero, yo hago las preguntas— se mostró enojada — ¿Quién eres y que haces en mi casa?

— No lo sé — se mostró confundido —Me dirigía a una terapia mara manejar el odio, y me caí de mi transporte; sabía que no debí dejarle conducir al Bunnelby de pascua.

— No creo tu historia y esa es la clásica actitud y escusa de un ladrón, llamare a la policía y hasta que ellos lleguen te voy a torturar de la peor forma posible.

— NEEEEEE— se mostró muy malo.

— No espera podemos negociarlo, no, no — fue callado por el pañuelo que volvió a ser puesto en su boca.

Y así comenzó una larga noche de torturaras e incontables dolores físicos como psicológicos hasta que.

— ¿Bonnie que es todo ese ruido? — su hermano quien parecía haber mejorado un poco con su resfrió llego a la sala de torturas —

— Y entonces el Keldeo negro tomo sus colores naturales y le salieron unas hermosas alas doradas — Bonnie con un libro de cuentos infantiles, estaba sentado junto a aquella persona que escuchaba con molestia dicha e infantil historia — Y voló por el arcoíris hacia la mágica tierra del nunca jamás, y fin.

— ¡¿Bonnie que estás haciendo?!

— HUB, HUb pruffffff— el sujeto escupió el trapo de su boca — Amigo ayúdame, esta niña me está torturando contándome cuentos muy infantiles y cantando desafinadamente canciones de Vocaloid.

— No sabes aprecias la buenas música — la pequeña se enojó.

— Lo siento amigo – se acercó y comenzó a desatar al prisionero — Ella últimamente ha estado algo aburrida así que encuentra cualquier pretexto absurdo para jugar con alguien, no tiene muchos amigos, así que espero que puedas comprenderla.

— Ya veo — se quitó las cuerdas.

— Lo siento — la pequeña se disculpó — Solo quería divertirme con alguien.

— Tranquila te perdono — fue comprensible — No es bueno que una niña intrépida como tú no se divierta.

— Por cierto ¿Quién eres tú? — pregunto el chico de anteojos.

— Lamento no haberme presentado, soy un escritor y fundador de un tema llamado Destiny, el cual por cierto no ha tenido fama, y me ha llevado a la ruina este último año, sabía que debí haber cometido OoC.

— ¿Qué dijiste? — pregunto la curiosa Bonnie.

— He, no nada, por cierto tengo el presentimiento de que están pasando por una mala situación o me equivoco.

— Ccómo sabes eso? — pregunto el entrenador.

— Instinto.

— Si como no — la pequeña se mostró escéptica — Otro perro con ese hueso.

— Bueno, acabamos de enterarnos que alguien quiere matar a nuestro padre — dijo Clemont.

— Así que tenemos a un homicida suelto he — se rasco la barbilla pensativo — quizás puedo ayudarlos en esto — sonrió — Además mi amigo el Bunnelby de pascua tardara en venir por mí, lo más probable es que se haya detenido a cargar gasolina en la isla pascua.

— ¡Este Escritor es algo raro! — Bonnie se mostró decepcionada.

— ¿Qué es todo ese alboroto? — el padre de los chicos se levantó y llego a lugar donde todos se encontraban, mirando dicha escena — ¿Que sucede aquí?

Después de una larga breve explicación, todos se reunieron en la sala de dicha casa, mientras explicaron el motivo de todo lo sucedido de parte y parte.

— No se preocupe señor — dijo el sujeto misterioso — Yo le ayudare a atrapar a la persona que trata de matarlo.

— ¿Y cómo piensa hacer eso señor escritor? — pregunto él.

— Tengo un plan, pero necesito un maniquí, ropa, una cuerda, un motor de aspiradora y 200 dolares en efectivo.

— Señor escritor, ¿Usara el dinero como carnada para atrapar al criminal?— pregunte el hombre de familia.

— No; son para que me paguen por adelantado, mis servicios tienen un gran precio.

— Mejor confórmate con un emparedado de queso — Bonnie estaba muy molesta.

— Huy pero que carácter que tienes — dijo con decepción.

La noche era joven y en las calles de la tranquila ciudad cubierta de nieve, los tres miembros de familia se encontraba ocultos entre un blanco arbusto, en un parque mientras armaban el plan para atrapar al criminal.

— Solo un nudo más — el escritor ataba una soga en una rama de un árbol — Listo.

— Que es lo que pretende con esta trampa – pregunto el sujeto de barba.

— Tenderos un trazo de cuerda por una línea del parque y disfrazaremos al muñeco igual que usted, así que criminal pensara que usted salió a tomar un paseo nocturno y cuando trate de atacarlo lo capturaremos.

— Eso — pensó detenidamente Meyer —¡ Podría funcionar!

— Yo también adelante mi parte del plan — el chico inventor sostenía sus lentes con demasiada confianza — he modificado el maniquí y lo convertí en una perfecta máquina de defensa persona, si alguien intenta achacarlo sus sensores reaccionaran y se defenderá de cualquier tipo de agresión, es perfectamente confiable.

— Bien hecho hermanito.

— ¿Realmente funcionara? – el padre del chico se acercó dudoso — Lo probare — trato de darle un golpe de karate y el robot reacciono y atrapo la mano de él, entonces la apretó muy fuerte y lo lanzo con fuerza hacia un árbol y de cabeza.

— Excelente — Bonnie aplaudía — Después de esto, le conseguiremos un buen empleo al robot en las fuerzas armadas.

— Sí que es muy fuerte — Meyer, trataba de levantarse.

— Por supuesto que sí, mi robo guerrero kung fu puede contra todo — orgulloso el inventor se encontraba cerca de su invento, pero esto, como era de esperarse, comenzó a reaccionar de improviso mientras salina chispas de sus circuitos, y después de tirar un poco de humo negro, seguidamente exploto. Después de unos minutos, mientras se disipaba el polvo todos se encontraban llenos de humo negro y cabellos revueltos.

— Esto no debía pasar — el escritor estaba sorprendido.

— Bueno es muy propio de mi hermano — Bonnie sonreía con algo de positivismo.

— Pero ahora tenemos un problema — el escrito frustrado analizaba — Usaste muchas partes del maniquí en tu máquina y ahora no tenemos un respaldo.

— Supongo que no tengo elección – Meyer se ponía de pie recuperándose del dolor — Lo hare yo, aunque será arriesgado, lo distraeré y ustedes lo atraparan.

— Hummmmmm— todos tenían dudas si esa era la mejor elección.

Después de unos minutos, mientras las cosas se calmaban, el padre de los chicos tomó la decisión de dar algunas vueltas por el parque, mientras los chicos estaban escondidos entre arbustos y nieve observando todo detenidamente.

— Bien el plan está en marcha — el ensayista con, binoculares a la distancia mientras Mayer caminaba lentamente silbando.

— Prepárate Chespín .

— Chespin ches – el pokémon estaba al tanto de las ordenes de su amo.

— Alguien se acerca Bonnie quien también observaba con binoculares se dio cuenta de que una extraña silueta se acercaba hacia su padre.

— Lo encontré — se escuchó la voz de nada menos que la señora Coleman quien llegaba con un bastón de caramelo gigante y golpeo a al sujeto en el estómago — Eso es por comerte mis galletas y culpar a mi Furtfrout por tu delito.

— Hooooo— Meyer se sostenía muy adolorido el estómago — Loooo,s.s.siento — tras la disculpa la señora se alejó.

— ¡Así que la señora Coleman tiene un lado oscuro! — Clemont miro sorprendido.

— ¡Quien lo imaginaria! — opino igual su hermana.

— Bien, resolvimos el misterio de quien quiere hacerle daño a su padre — el escritor daba por terminada la misión, pero de pronto vio algo — Oigan pero que.

— Lazallamas — El profesor Ciprés y su Garchom muy molesto; lanzo una leve llamarada de su boca y quemo al sujeto que apenas se recuperaba del golpe anterior — Eso es por robar gasolina de mi auto y meterme en la cabeza esa tonta teoría de que existen los Magikarp alados, vámonos Garchom…

— Grarr — posteriormente este se alejó y con el profesor muy molestos.

— ¡El profesor Ciprés! — Clemont aún no podía creerlo.

— Porque a mí — Meyer se ponía de pie nuevamente y muy adolorido.

— Ahí está — se escuchó la voz de una mujer y Mayer la miro, se dio cuenta de que era Alexia con una actitud asesina y junto a ella, su Helioptile cargado de electricidad— Como se atreve a insinuar que mis pechos don falsos y decir que son impelentes marca Acme — con una cara roja de vergüenza, y un rápido golpe le dio un enorme puntapié en los bajos a el sujeto.

— ¡HOOOOOOOUUUUUUUUUUUUUUUUU!— reaccionaron todos con dolor al ver el tremendo golpe.

— Heliooooootapppp— el pequeño pokémon remato con una poderosa descarga que Mayer recibió sin más, dejándolo totalmente fuera de combate.

— Pero qué mujer — el escritor miraba atentamente con los binoculares a Alexia quien junto a su pokémon se alejaban del parque — Muy…. Interesante — volvió a analizar — Veo que su padre se ha hecho acreedor a muchos enemigos.

— Ellos son amigos de mi papa — Bonnie comento — Ellos no quieren matarlo, ellos solo quieren que sufra un poco.

— ¿No creen que deberíamos ayudar a papa?— Clemont miro muy preocupado a su padre quien estaba tirado en el piso.

Después de que el plan no diera resultado, los chicos tomaron de regreso al sujeto que estaba en estado crítico y cerca de pasar al otro mundo, aunque nada serio, pero si doloroso. Después de tratar un poco sus heridas lo llevaron a su recamara a descansar; él durmió profundamente debido al casación; Clemont también fue a su habitación a descansar para librarse del poco resfriado que aún le quedaba. Después de ello, Bonnie se sentía muy cansada mientras que preparaba algo de té caliente y este se lo dio al sujeto acompañante.

— Toma es para ti — se lo entrego.

— Gracias — lo tomo — Deberías ir a dormir, te vez muy cansada.

— Si tienes razón — dio un gran bostezo – A pesar de los problemas ocurridos, fue algo divertido estar junto a mi papa y mi hermano esta noche.

— Es víspera de navidad, la familia debe estar reunida esta noche y eso es mejor que buscar a un criminal — se puso a pensar mientras tomo él te; segundos después termino — Hare lo que pueda por ti — se levantó del asiento de forma muy seria — A pesar de que tenía un plan, el malhechor no apareció, no lo entiendo, ahora sin pistas, tu padre podría estirar la pata en cualquier descuido — de enojo tiro su gorra al piso — Maldición, no perderé a otro soldado, no esta vez.

— ¿Tienes alguna idea?

— Veamos chisque los dedos — eso es, es tan simple, para entender la mente de un criminal, debo entrar en la piel de un criminal, eso me recuerda que tal vez si debí haberme unido a la actividad de `` en la mente de un criminal´´ habría aprendido algo, pero eso no importa, debo pensar, como un criminal, vivir igual que ellos — seguidamente se dirigió a la cocina y tomo un pequeño cuchillo mientras ponía una mirada siniestra — Voy por mi botín — dijo mientras salió por la puerta de la casa.

— Me pregunto — Bonnie cerraba los ojos lentamente — Si volverá — Fue lo último que dijo mientras cayó sobre el sofá, rendida a causa del sueño.

Después de una noche llena de nieve, la mañana era una muy tranquila, con un sol que cubría toda la ciudad, la cual deslumbraba con su belleza, cubierta de blanca nieve, era un día de los más tranquilo, y tranquilo era el sueño que la pequeña rubia tenia, pero como de costumbre se, comenzó a abrir los ojos lentamente

— Ya amaneció — noto que tenía una manta roja encima de ella — ¡¿Y esto?! — miro hacia la cocina y ahí estaba su hermano quien había despertado temprano — Hermano, eres tú.

— Buenos días Bonnie — saludo con una cálida sonrisa mientras se acercó con una taza en sus manos — ¿Quieres un poco de chocolate caliente?

— Gracias hermanito — bebió un sorbo — Humm, delicioso, espera ¿Cómo esta tu resfriado?

— La verdad me siento mucho mejor, es una extraña forma de aliviarse.

— Esa es una buena noticia.

— Por cierto, ¿Dónde está el señor escritor?

— Nose, supongo que se fue a investigar o algo así — continuaba bebiendo el chocolate caliente — ¿Cómo esta papa?

— aun parece algo aturdido por los golpes— suspiro — Vaya forma de pasar la Navidad.

— Tenemos que hacer algo, ha este paso le podría a ir peor — la pequeña se preocupó un poco.

— Tendremos que — el inventor comenzó a analizar la situación — investigar por nuestra cuenta.

Apenas comenzó la mañana y aquel par de hermanos iniciaron una búsqueda de información entre viejas cajas de recuerdos.

— Vamos a ver — Clemont buscaba entre un vieja lista de amigos de su padre — No, no encuentro alguno que marque como enemigo; ¿Cómo vas tu Bonnie?

— Tampoco hay nada por aquí — decía ella quien revisaba viejas fotos — Solo hay algunas fotos de papa con personajes famosos de la televisión — miro entre la fotografías a su padre, posando junto a Bob esponja, Miky Mouse y el conejo Trix; entonces tras la búsqueda noto una extraña caja, la cual tomo y tenía una envoltura en forma de regalo — ¿Qué es esto? — curiosa lo abrió y dentro de él se encontraba un hermoso y brillante collar con un relicario en el medio.

— ¿Qué encontraste?— su hermano se acercó.

— Parece un regalo — ella abrió el relicario y en él se podía notar una fotografía en la cual se encontraba ellos más jóvenes; Bonnie era una pequeña de apenas 3 años y Clemont, tenía 7 — ¡Es una vieja foto nuestra!

— Pero que hace es este relicario — a la mente del chico, llego un recuerdo en el que su padre le mostraba a él, aquel tan preciado regalo— Creo que lo recuerdo, era un regalo para mama.

— ¿Un regalo para mama? — pensó la pequeña — ¿Pero que hace aquí?— miro en la tapa de la caja en la cual decía `` Este es el mejor regalo que te puedo dar y el mejor que comparto contigo´´

— Papa lo estaba guardado para dárselo a mama.

— Supongo que sí está aquí fue — la pequeña bajo la mirada y su ser se llenó de tristeza — Porque no se lo pudo dar, ¿Verdad?

Su hermano noto tal tristeza que sentía en la ausencia de su madre, la cual por cierto el también llegaba a sentir, entonces tras dejar ese amargo sentir, lentamente se acercó a su hermanita la cual seguidamente rodeo con sus manos y la abrazo.

— Feliz navidad Bonnie — dijo con ternura.

— Feliz navidad hermanito — la pequeña con ojos cristalinos, correspondió de igual forma aquel abrazo reflejando claramente aquel lazo de hermanos que los tenia unidos.

Mientras esa tierna escena se reflejaba, fue interrumpida por el ruido del timbre de la puerta, entonces ellos decidieron acercarse a abrirla y cuando lo hicieron.

— Gracias por las galletas señora Coleman — el escritor se encontraba en la entrada con muchas galletas en forma de Sawsbuck en una charola.

— ¿Dónde has estado? — reclamo la pequeña — Se supone que nos ayudarais a resolver el caso.

— No te preocupes por eso — comía una galleta — Fui a investigar por mi cuenta: quieren galletas, le pedio a la señora que las horneara para ustedes.

— ¡¿Para nosotros?!— ambos estaba algo confundidos pero alegres.

Después de unos minutos, volvieron a reunirse en la sala, mientras tomaban chóclate caliente y comían las galletas que era muy deliciosas.

— Las galletas de la señora Coleman son lo máximo — Bonnie comía muy contenta — Por cierto ¿Ñograste descubrir algo para resolver el misterio?

— La verdad conseguí mucha información — aquel sujeto también disgustaba de las delicias.

— Nosotros también tratamos de averiguar algo pero solo pudimos encontrar un viejo regalo.

— ¿Viejo regalo? — pregunto el literato — bueno, Yo por mi parte me adelanté a los hechos, y tras una larga investigación y mi talento para dibujar, el cual no es tan bueno hice un dibujo del supuesto criminal — seguidamente saco un cuaderno y mostro el dibujo el cual era el rostro del padre de los chicos, con una sonrisa siniestra y un cuchillo afilado.

— ¡HAAAAAAA!— Bonnie grito algo asustada — ¡Que horroroso!

— Un momento, ese es mi papa — Clemont se mostró escéptico — ¿Qué clase de conclusión es esa?

— Te lo explicare; pues decidí investigar a fondo los sucesos, y le pregunte a algunas personas sobre los supuestos accidentes que había tenido tu padre; todos me informaron que fueron intencionales y que su padre los provoco apropósito; los mismo deduje la noche de ayer al notar que no le importaba correr un riesgo al ofrecerse como muñeco de prueba, también hable con quienes lo atacaron anoche y me dijeron que su padre los provoco apropósito.

— ¡Entonces nadie trata de matar a papa! — Clemont pensativo acomodaba sus lentes.

— ¿Pero porque mi papa se ha estado accidentando?— Bonnie tenía muchas dudas.

— No estoy seguro pero vamos a averiguarlo.

Pasaron algunos minutos más, entonces el adolorido Meyer bajaba las escaleras hacia la cocina de su casa, pero noto que los chicos estaban justo en frente de ellos y tenían las manos en sus espaldas.

— ¿Qué están haciendo todos reunidos aquí — se mostró confundido por la situación — ¿ Acaso ya encontraron a la persona que quiere matarme?

— Si la encontramos — dijo Bonnie.

— Y esta justo en frente de nosotros — dijo Clemont.

— Confiese señor Meyer, usted es el criminal.

— ¡Que no sé de qué están hablando! — trato de evadir el tema y los chicos notaron su falsa actitud, entonces se miraron y asintiendo sus cabezas; sacaron objetos de su espalda, El escritor saco una pistola de agua; Clemont una tomo a Bunnelby y lo uso como pistola y el pokémon estaba listo para disparar sus balas de lodo y finalmente Bonnie saco una resortera, en la cual cargo a su pokémon eléctrico y el pqueñin estaba listo para ser disparado.

— Confiese el crimen — dijeron al unísono.

— Papa no me obligues a cometer una locura — Clemont sostuvo firme a su pokémon.

— Buneblyyyy — el pokémon estaba determinado a disparar sui ataque.

Mayer caminaba hacia atrás mientras los chicos se acercaban y con más intenciones de atacar, entonces se dio cuenta de que tenía una pared a su espalda; no había salida.

— Preparen — Bonnie dio la orden — Apunten, fuegoooooooooooooooo

— ALTO, LO CONFESARE, LO CONFESARE — se delato — Lo hare pero por favor no lo hagan, ya he sufrido demasiado estos últimos días — tras escuchar eso, los chicos sabían que su plan había funcionado.

Pasaron algunos minutos más, entonces para escuchar la declaración de Mayer, se sentaron y se relajaron en la sala.

— Sí, es verdad que yo mismo me he provocado esos accidentes — comenzó a dar su declaración — Pero creo que lo hice por un error que cometí hace mucho tiempo, hace unos cuantos años atrás, en el aniversario de mi boda con su madre, ella como regalo de tan gran día para recordar; me regalo la motocicleta — sonrió — Era algo que deseaba tanto y se esforzó tanto en ello, que ella misma la fabrico; fue el mejor regalo que ella me dio, pero debido a mi trabajo, olvide por completo la fecha y no le pude regalar nada, me sentí mal por eso, así que quise compensarlo y regalarle algo para su cumpleaños, que también es el mismo día de navidad; trabaje muy duro esos últimos meses y le compre un hermoso collar, con un gran relicario, en el cual puse una foto de ustedes en el — lanzo un gras suspiro y se detuvo por unos segundos, mientras bajo su mirada— No estoy seguro si era el mejor regalo para ella — mientras hablaba cerro sus ojos y una lagrima paso por su rostro — Pero quise al menos agradecerle el regalo — las lágrimas aumentaron — Pero no pude dárselo, no pude, no esperaba que se fuera de mi vida antes de poder regalárselo, no pude agradecerle lo que hizo por mí — la tristeza llego a ese lugar, los ojos de Clemont se cristalizaron por las lágrimas que estaba a punto de derramar; Bonnie por su parte soltaba grandes lagrimas ya que aquel recuerdo era dura para una pequeña como ella — Soy un tonto por haber olvidado nuestro aniversario y merezco que me golpeen por ser un tonto y olvidadizo, lo merezco, lo merezco.

La lágrimas de tal duro recuerdo se encontraba en los tres miembros de aquella familia; entonces el escritor miro aquel regalo, lo tomo y se acercó hacia la pequeña, la cual lo miro y él le sonrió, mientras le dio el regalo; Bonnie tomo el presente en sus manos, entonces seco sus lágrimas y tratando de ser fuerte, se acercó a su padre y le mostro el regalo.

— Yo sé que a mama le habría gustado — dijo soltando pequeñas lagrimas — Le hubiera encantado tu regalo, porque sé que a pesar de todo, mama siempre estuvo feliz a tu lado, aun si no le hubieras dado un regalo.

— Ella tiene razón — Clemont seco sus lágrimas — A mama le hubiera gustado que te esforzaras por ella, pero recuerdo que ella decía que no había mejor regalo que estar junto a su las persona que ama, junto a su esposo, y a sus hijos, mama siempre estuvo agradecida contigo por lo bien que nos cuidabas.

— Hijos — susurro el al ver la actitud de ellos que trataban de consolarlo pero se dejó llevar por sus emociones, y mientras lloro nuevamente su pequeña hija lo abrazo al igual que Clemont también lo hizo.

El abrazo a sus hijos mientras no podía hacer más que llorar y darse cuenta de que tenía a su lado aquello que más amaba en el mundo.


El día apenas comenzaba y para celebrar la navidad, decidieron divertirse a lo grande, en el parque principal, oculto en una trinchera de nieve, en la cual, Bonnie con ropa de nieve y un casco de soldado se escondía cargando una bolsa llena de bolas de nieve; lentamente asomo su cabeza para mirar a su alrededor; noto a su hermano quien traía una maquina disparadora de bolas de nieve, entonces actuó de inmediato y lanzo una bola de nieve muy rápida, la cual impacto en un botón de la máquina, y estas se sobrecalentó, provocando la explosión y destrucción del mismo.

— Bonnie — el chico cubierto de humo negro y cabello alborotado reclamaba de ira — Eso no es justo, mi maquina aún no estaba terminada.

— En la guerra todo vale y cuenta, ja — le arrojó una bola de nieve que le dio en la nariz a su hermano — Jajajajajja

— Así — se limpió la cara y le lanzo otro bola a su hermana la cual le dio en frete.

— Me la pagaras — sonrió y comenzó a lanzar más bolas de nieve y su hermano respondía de la misma forma, pero se detuvieron mientras notaron a su padre cargar una gigantesca bola de nieve.

— Prepárense para una verdadera guerra de bolas de nieve — levanto la bola hacia lo más alto, entonces los hermanos se miraron y mientras sonreían comenzaron a disparar muchas bolas de nieve hacia su padre, justo en la cabeza, y este, tras la balacera nevada, perdió el equilibrio y la inmensa bola lo aplasto — Oigan eso no es justo, no se vale — estaba en el suelo muy enojado, entonces noto que sus hijos se lanzaron encima de él y comenzaron a hacerle cosquillas, el comenzó a reír a grandes carcajadas .

— Jajajajajaja — tras detenerse todos comenzaron a reír pero seguidamente se recostaron sobre la nieve y comenzaron a hacer angelitos de nieve; era nada menos que una diversión en familia, una diversión como ninguna. El santa escritor de aquel lugar, contemplaba la escena sentado en la rama de un árbol, tomando una taza de chocolate caliente.


El día terminaba y los lugares comenzaban a brillar con hermosa luces de colores, que iluminaban cada alrededor de la ciudad, demostrando un claro espíritu navideño. Pero la situación que importaba era que en el ascensor de la torre principal de aquella ciudad, en el cual la familia de esta historia se dirigía hacia la cima de la torre, el ascensor llego hasta el último piso, de allí, impacientes salieron hacia la azote de la torre Luminalia.

— Hoy fue un día muy divertido — Bonnie caminaba junto su familia.

— Nada mejor que pasarlo en familia — Meyer sonreía.

— Y es una buena idea terminar el día de esta forma — Clemont junto con los demás llegaron a los barandales de protección de la azotea.

— Si, estamos en lo más alto — Bonnie salto de alegría — Vamos a hacerlo.

— Siiiiiiiiiiiii— gritaron los chicos, entonces cerraron sus ojos y juntando sus manos.

— Mama — Bonnie empezó a hablar — No te preocupes por nosotros, estamos bien junto al cuidado de papa; te extrañamos mucho, pero sabemos que estás viéndonos desde haya arriba y que cuidas de nosotros; siempre estarás en nuestro corazón, y eso nos hace muy felices a todos, así que mama, solo te deseamos una cosa.

— Feliz navidad — dijeron todos al unísono con una gran sonrisa, entonces abrieron los ojos y miraron la estrella más brillante en el cielo la cual tenía un gran brillo como ninguno, pero apareció un brillas más claro, que era la de un fuego artificial que comenzó a explotar en el cielo, llenándolo de muchos bellos colores; ellos se alegraron al ver tal maravilloso espectáculo, mientras más y más fuegos artificiales explotaban en el cielo, celebrando aquel día especial; un día en el que una familia estuvo junta y se divirtió como nunca lo había hecho.

— Estoy feliz por ustedes — el escritor se encontraba detrás de ellos — Me gustaría quedarme pero ya debo irme, hay una historia que debo terminar.

— ¿Ya te vas? — miro Bonnie— Supongo que ya hiciste lo que debías.

— Así que lo supiese desde el principio — hablo el escritor.

— Sabía que había algo raro en ti — dijo con algo de ego — Siempre lo supe, pero gracias por ayudarme.

— No es nada — sonrió y de pronto de escucho el sonido de un claxon mientras un extraño vehículo volador se acercaba, este aterrizo tranquilamente detrás de ellos, y en él se encontraba un Bunnelby que era el que conducía el vehiculó.

— Buneblyyyyyyyyyyyy — hablo el pokémon.

— Llegas justo a tiempo — el escritor se acercó y subió al vehículo mientras los demás se acercaron a despedirse.

— Espero que vuelvas la próxima navidad — dijo Bonnie.

— Suerte en tu viaje — Meyer también se despedía.

— No vemos amigo — Clemont hizo lo mi9smo.

— Adiós amigos — tomo el volante del trineo — Y recuerden que la felicidad esta al alcance de todos, vámonos — dijo con gran anhelo mientras encendió el vehículo pero este solo hiso un ruido extraño y no encendió, el escritor volvió a intentar pero no funcionaba — Este he; alguien tiene cables para pasar corriente.

Tras las palabras, todos los presentes cayeron al suelo por el decepcionante momento.


Después de unos minutos.

— Dedenne está listo — Bonnie, colocaba cables en las mejillas de Dedenne

— Caja lista — Clemont tenía esos cables hacia una caja reguladora de electricidad.

— Conectados a la batería — Mayer conectaba los cables de calidad e la caja en la batería.

— Juntos como familia — dijeron unidos, entonces el ratón amarillo comenzó a lanzar electricidad de sus mejillas y tras el gran cableado; le devolvían la carga a la batería y el trineo se encendió.

— Hummm, creo que también seria buna idea encontrar a alguien especial y formar una familia — pensó el escritor esperando a que la batería terminara de cargarse.

— Bonuebly — el pokémon de pascua jalo de su camisa.

— Si, lose, Brenda era linda, pero no viajare hacia su casa solo para recibir una paliza de su padre; gracias por la ayuda — el novelista agradecía el trabajo en familia mientras los cables eran desconectados de la batería— Ahora si me despido.

— Adiós — volvieron a decir los tres integrantes

— Adiós amigos — encendía el trineo y este funciono sin problema; entonces este se elevó flotando en el cielo y comenzó a alejarse — JO JO JO, Feliz Navidadddddd— fue lo último que se escuchó mientras el trineo se perdía en el cielo, el cual aún brillaba por los fuegos artificiales.

— Feliz navidad — Bonnie miraba muy contenta el vehículo desaparecer, mientras el viento pasaba por su rostro, sintió esa gran alegría del espíritu navideño, entonces se padre la cargo y le levanto en su hombro mientras ella sintió felicidad de tener una familia que la amaba.

Eso era todo lo que necesitaba.


Fin.

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Bueno asi termino este fic, Espero que les haya gustado y si no; bueno son libres de dejar sus criticas aqui abajo, nos vemos en proximos Fics.