Cántaros de agua, en abundancia se derraman, bajan en caudales que en el vacío el fin alcanzan. La erupción de cual volcán, del blanco al rojo pasan, y la nieve se derrite, congelando en él, el magma. Un sonido lastimero, que a los ángeles entristecen, ennegrece tu sonrisa, sin esfuerzo, un pecado.