One-shot Un Kagamine en Meltdown

Nota de la Autora: ¡Hola a todos! Perdonen el retraso, pero debía acabar mis asuntos escolares, sin más por el momento, un poco tarde, entrego mi fanfic para la actividad vocaloid OuO, yo soy Len Kagamine y espero disfruten mi primer día incursionando en esta gran y reconocida Academia.
Atte: Yo

Un Kagamine en Meltdown​

— Suena bien Rin —fue hace unas semanas que tocamos este tema— es una academia especializada en música.


— ¡Len! —dijo mientras me aventaba un plato, estábamos desayunando— ¡No hables de escuela en la mesa!


— Pero Rin… —dije mientras esquivaba lo mejor que podía el plato haciendo que se estrellara contra la pared— no es cualquier escuela —ella guardo silencio, dando a entender que prosiguiera— podemos vivir ahí —y un litro de leche me fue aventado a la cara.


— ¿¡Vivir en la escuela!? —ella estaba enojada— ¡Estás loco! —y tomo sus cosas para salir corriendo del cuarto y salir de la casa.


Mi nombre es Len Kagamine, la chica que se fue es mi hermana gemela Rin Kagamine, ambos tenemos 14 años y cumpliremos 15 el 27 de Diciembre, cursamos actualmente el tercer año de secundaría, aunque en unos días nos graduaremos, por ello he considerado una escuela para encaminar mis pasos y creo encontré una.


Me gusta mucho la música, amo cantar y puedo tocar un poco el teclado, quiero ser cantante y mi hermana aparentemente también, mientras buscaba en internet alguna escuela en la cual podría mejorar mis habilidades como músico, encontré la página oficial de “La Academia Meltdown”, las inscripciones serían a finales de Noviembre, poco después de salir de la secundaría, pero parece que Rin no está muy convencida del asunto.


Por lo general nuestros padres están constantemente de viaje, así que Rin y yo casi siempre estamos solos en casa, yo siempre he cuidado de Rin, que a pesar de ser mayor que yo por unos minutos, se comporta como una niña pequeña desde que tengo memoria, no ha habido un solo momento en que no me meta en problemas, pero en fin, así es mi querida hermanita mayor.


Después de acabar la secundaría, de algún modo convencí a Rin para ir a esta academia, la convencí cuando le dije que parecía que nuestros primos Lenka y Rinto irían a la misma escuela, Rin era muy apegada a Rinto y no hemos visto a ninguno de ellos desde nuestras últimas vacaciones de verano con nuestros tíos, cuando teníamos 14 años.


El viaje fue cansado, en el autobús me quede dormido mientras Rin comía golosinas, cuando desperté estaba el autobús parado enfrente de la academia y Rin había desaparecido del asiento de al lado, así fue como termine solo y empecé mi aventura.


— ¡Dios! —al bajar del autobús, me encontraba en las rejas de la escuela— ¡Ahhhh! —me quejé un poco— el primer día en esta escuela, ¿Dónde estará Rin? ¡Espero que bien! —ella no contestaba su teléfono, así que pensé que lo más sano era dejarla un momento en paz y ocuparme primero de mis asuntos.


Estaba tan emocionado sobre este instituto, que descargue varios mapas del mismo antes de venir, era realmente enorme el campus y tenía casi de todo, lo único que me impresionaba un poco, es que los sanitarios se encontraban demasiado lejos de los dormitorios, o al menos yo pensaba eso.


En base a ello, me dirigí primeramente a la dirección, seguramente debía estar pegado algún anunció sobre este primer día, así que fui y encontré las listas de las habitaciones, primero busque el número de la habitación de Rin, pensando que quizás ya había llegado a su destino, era la habitación 2 y su compañera de cuarto era Haku Yowane, no sabía quién era, pero tenía la esperanza que cuidará de mi hermana, así busque tranquilamente mi cuarto, el cual era la habitación número 4 y vi a mi compañero.


— Luki Megurine… —empiezo a pronunciar el nombre, como meditándolo — ¿¡Qué!? —por un momento pensé que era un nombre de chica, pero al volver a ver confirme que era un chico, claro que era tonto… ¿Qué escuela dejaría que una chica duerma con un chico? Era una idea bastante tonta, al menos que, me hayan confundido con una chica.


Las cosas ahí empezaron a fluir, nada empezó bien desde que me separé de Rin, choque con una chica, aparentemente amable y de cabello azul con tonos morados… ¿Cómo se llamaba? ¡Ah sí! Kaiko Shion, debo admitir que su encanto natural me cautivo a primera vista, nunca he sido bueno tratando con chicas, y parecía que al igual que yo era su primer día y estaba perdida.


Ella se notaba un poco mayor que yo, quizás dos años, y tenía un aura que me hacía querer tratarla como una hermana mayor, su sonrisa era pacifica y muy tierna, recordé que en esta academia no había límite de edad, por lo que no me sorprendí de ver a tal chica en su primer día como yo.


Estaba pérdida y me pregunto por el edificio de los dormitorios, saque mi mapa y trate de ayudarla, creo que fui muy descortés, quizás por los nervios o porque estaba más angustiado por Rin que por otra chica que no me presente, aún lamento eso, cuando iba a decirle mi nombre apareció una chica de pelo blanco.


— Psst… Psst…—ella llamo nuestra atención— ¿Tienen cerveza? —y parecía que esta nueva chica era una persona con problemas de alcohol, a pesar de asisitir al colegio.


No se veía muy vieja, pero tampoco tan joven, podría decir que tenía un bello cuerpo y una linda cara, aunque enrojecida por aparentemente el alcohol, era muy guapa en un sentido opuesto a Shion-san, recuerdo que me altere mucho ya que soy una persona muy nerviosa cuando de vicios se refiere y llegue a pensar que yo parecía un bebedor para que me preguntara eso.


Termine dándole una de mis bebidas favoritas, no sé si lo comente pero amo las bananas, y ella la tomo, me sonrío y se presento, su nombre era Haku Yowane, lo recuerdo bien porque era la compañera de cuarto de mi hermana.


Por ahora parecía que todo iba bien, las chicas que me encontré parecían agradables y peculiares, aún así después de un rato me sentí incómodo, tenía planes de llevar a Shion-san hasta el edificio, pero la vi muy entretenida con Yowane-san, así que le di un mapa y me dirigí yo solo a las habitaciones.


Un edificio grande pero aún no estaba poblado totalmente, aparentemente muchos alumnos al igual que yo eran de fuera, y no llegarían hasta mañana o la siguiente semana, eso había escuchado, aún así fue impresionante encontrarme en un edificio casi vacío.


Primero pregunté por la llegada de Rin pero aparentemente ella no había llegado, así que me dirigí a mi cuarto y acomode mis cosas, después de un rato cheque mi agenda, según los datos que anote de la página web, habría una conferencia en el auditorio en la que hablarían de la escuela, pensé que quizás darían los horarios y vería a Rin, así que me dirigí ahí.


¡Fue la conferencia más aburrida de mi vida! No hablaron de nada importante, no había casi nadie y las conversaciones fueron sobre el sistema de reglas que rigen la escuela, como que hay un toque de queda y que no se puede salir del instituto sin pedir algún permiso especial, cosas que uno sabe de antemano antes de venir a la academia, aún así escuche todo lo mejor que pude, luego me enteré que no era obligatoria.


Al salir estaba realmente cansado y agobiado de tanta tontería, no quería entrar a los dormitorios porque me molestaba tanto vacío, pero tampoco tenía ganas de caminar, así que atrás de dicho edificio me senté y vi a la nada, lo mejor que pude es ponerme a cantar pacíficamente y sentir los sentimientos del porque entre aquí.


No recuerdo cuanto tiempo cante, pero después escuche una voz conocida, por un momento la medite, pero después recordé ese tono y forma de hablar, a pesar de los años, ella no había cambiado nada, creo que fue una alegría grande ver a un rostro conocido.


— ¡Hola hermana mayo! —era mi prima Lenka que preguntaba por mi hermana Rin y por mí, tanta cosa había pasado que por un momento me había olvidado de Rin, me deprimí ya que a veces pienso que ella me odia— Rin anda jugando por ahí, ya sabes cómo es —después, quizás como modo de venganza, sonreí malisiosamente para devolverle la jugada a Lenka Onee-san— ¿Y dónde está Rinto Onii-san? ¿No me digas que aún te gusta?


Si en algo nos parecíamos Lenka Onee-san y yo, era que ambos teníamos algún tipo de complejo de hermanos terrible, Lenka Onee-san era mayor que yo por 2 años y cuando estuvimos con ella por última vez, ella y nuestro primo tenían solo 8 años, ciertamente era una coincidencia enorme que ellos también fueran hermanos gemelos.


Lenka Onee-san no podía estar sin Rinto Onii-san, siempre se le pegaba y cuando él se enojaba con ella, ella ponía a llorar, Rin también se apegaba mucho, pero era porque ambos eran igual de impertinentes, eso me molestaba un poco, ya que Rinto Onii-san parecía quitarme la atención de Rin, lo bueno es que pasar tiempo con Lenka Onee-san era satisfactorio cuando era niño, en la casa en verano y comer sandía, aunque en nuestro caso eran bananas, ya que Lenka Onee-san y yo teníamos los mismos gustos, me preguntó si aún será así.


Recuerdo que cuando pregunté por él, ella se sonrojo y miro al suelo, pensé por un momento que realmente se veía adorable, y cuando dijo que aún le gustaba sentí una profunda tristeza, supongo porque entendía ese sentir de tener a aquella persona tan cerca y al mismo tiempo tan lejos, sin poder tocarle, no quería ver ese rostro triste en nadie más, me gustaría ver a Lenka Onee-san sonreír.


Recuerdo que menciono algo sobre el porqué me metí en esta Academia, parecía que al igual que yo, aún recordaba cosas sobre el pasado que vivimos juntos, por un momento tuve la necesidad de preguntar algo, para luego acobardarme.


— Claro… —su voz tan suave como el susurro de las alas de un colibrí— puedes preguntar.


— Onee-san… — ¿Está realmente bien qué sigas amando a Rinto? ¿Qué siga amando a Rin? — ¿Por qué eres tan plana?


Recuerdo su cara, se puso tan roja como un tomate y parecía realmente enojada, no pude aguantar reír cuando respondió apenada sobre el asunto, si algo tenía ella, es que era muy tierna, me traía una nostalgia terrible, aún así, ella sonrío para mí y recuerdo que hablamos un poco de la escuela hasta que llego Shion-san.


Hubiera querido apoyar más a Lenka Onee-san, pero llegó tanta gente que me sentí irritado, todas eran chicas, no es que no me gustarán, pero la idea de ser el único chico del colegio presente tampoco me agradaba, así que decidí regresar a la habitación y darme un baño.


Recuerdo que después salí a correr debido a que no recibía ningún mensaje de Rin, realmente eso me deprimía, y al final vi a Lenka Onee-san hablando con Yowane-san, entonces me sentí culpable, ya que todo este tiempo había pensado solo en mí y mi Onee-san que estaba tan triste como yo por la falta de la otra mitad de nosotros, ella sonreía y era fuerte, por ello empecé a sentirme solo y empecé a llorar.


Ella me vio y me consoló, mi memoria es un tanto borrosa sobre esa parte, pero puedo aún sentir la calidez de sus brazos y su dulce voz, por un momento sentí una pulsada en mi corazón, como si Lenka Onee-san me estuviera empezando a gustar y aferrándome a esa idea trate de sonreírle y actuar normal, pero de pronto mi cuerpo se sintió pesado y todo se puso obscuro.


Al final desperté en el cuarto de ella, no había cambiado para nada sus malos hábitos a la hora de dormir, aunque no eran tan malos como los de Rin, por un momento me sentí aliviado y feliz, note que me había cuidado gran parte de la noche, y me sentí avergonzado, yo aún no había podido hacer nada con ella.

“Gracias por todo, regrese a mi cuarto, no te preocupes… ¡Te quiero!”​

Fueron las palabras que le grave en un mensaje antes de regresar a mi cuarto y habiéndole dado un beso en la frente, suspire y dormí, nunca había dormido tanto en un día y eso me causo un gran dolor de cabeza.


Debido a ello volví a salir, para encontrarme con mi compañero de cuarto, el otro chico aparte de mi en ese instituto, recuerdo que la conversación se sentía pesada, ya que me era difícil conectar las palabras con él, aún así debo admitir que era bastante agradable estar con él, otro chico aparte de mi.


— Sin ánimos de ofender —dijo calmadamente— ¿Te han dicho lo shota que eres? — ¡Agh! Y eso era lo que me faltaba… ¡Otro chico que me viera como un shotacon!


Apenas dijo eso, yo solo pude sonreír, no quería discutir con nadie, y menos con mi compañero de cuarto, solo hice una reverencia y salí corriendo, me sentía enojado, realmente enojado, este no era mi día, desde comienzo a fin y como si las cosas no pudieran empeorar, recibí una llamada.


— Bueno… —conteste inmediatamente y algo acelerado.


— ¡Ah! Len… —era ella, era su voz— ¡Qué bueno que contestas! —sentí por un momento que volvía a vivir y no pude evitar sacar una sonrisa.


— ¡Rin! —dije casi a punto de llorar, pero contuve toda emoción, recordando los sucesos del día— ¿¡Dónde has estado!? ¿¡Te he estado buscando!?


— Sobre eso… —su voz se notaba sería— llegue y te busque, pero nunca te encontré —escuche su voz— me hubiera gustado verte una última vez.


— ¿Última vez? —eso me angustió más que cualquier palabra— ¿¡Qué significa eso Rin!?


— ¡Ah! —ella exclamó— no es nada grave, apenas me enteré hoy.


— No te entiendo Rin —no quería escuchar, pero sabía que debía terminar de oírla para entender mejor la situación.


— Yo tengo que dejar la Academia Meltdown por un tiempo —y con esas últimas palabras, esa corta y última llamada con mi hermana termino.

¿Continuará?