One-shot de Inuyasha - Un día demasiado tarde [Sessho&Kago]

Prologo.

No me dejes solo

Su mirada dorada, se encontraba perdida. Atenta a la nada. Tomó su cabeza entre manos aun en silencio. Un silencio que valdría mas que miles de gritos.​

Tan solo el sonido del reloj se expresaba a través de las gruesas paredes de la mansión. El “tic tac” del tiempo transcurriendo.​

Esperar. No podía seguir esperando. No quería seguir haciéndolo.​

​

_ ¡Maldita sea! – El sonido de las teclas de un piano siendo maltratado, ocultando el tic tac, se esparció, al estrellarse uno de sus puños contra el instrumento.​

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Esperar. El solo podía esperar.​

Agacho la cabeza apreciando el piano caoba frente a el.​

Un recuerdo estallo e su mente. Solo quedaba esperar. Tomando blancas hojas bacías, sus ojos se perdieron en una canción que desaparecería con el tic tac del reloj.​

​

“…Las cosas están cambiando​

Parece extraño y Necesito entender esto​

Tú tienes tu vida​

Yo la mía…”​

Los papeles se obscurecían con el paso de la tinta.​

“…Pero tú eres todo lo que me importa…”​

Las teclas de movían al compás de ágiles dedos. Manos que parecían tener vida propia.​

“Si tu creíste​

Cuando dije​

Estaría mejor sin ti​

Entonces nunca realmente me conociste…”​

Una gota cristalina quedó atrapada entre el blanco y el negro de un instrumento. Llevó una de sus manos a la mejilla donde un húmedo camino persistía.​

Examino sus dedos mojados por una gota salina. Un tabú para el.​

“…Si tu creíste​

Cuando dije​

Que no iba a estar pensando en ti​

Pensaste que sabias la verdad, pero te equivocas…”​

​

Miro detenidamente sus manos preguntándose que le había ocurrido.​

​

“…Eres todo lo que necesito​

Sólo dime que todavía me crees”​

El repiqueteo de la lluvia en las ventanas acompaño a la única gota salina, atrapada entre el gris de la música que se volvía a escuchar.​

“Muero equivocada por haber dudado de ti…”​

La gente cedía el paso a las cuatro personas que corrían, llevando consigo cada extremo una larga camilla, que gota a gota se teñía carmín.​

Blanco. Todo completa y absolutamente blanco. Ella aborrecía ese color. Cerró los ojos.​

“… Pero mis demonios se recuestan en espera.​

Tentándome…”​

Escuchaba voces, pero no entendía sus palabras. Solo gritos y lamentos.​

Su mente divagaba sin comprender lo que ocurría en tiempo y espacio, solo sentía murmullos a su alrededor. El “pip” de un sonido sin sentido.​

​

“Respirando mi vida.​

Dudando de mí, preguntándome.​

¿Por qué?...”​

El profundo dolor en su pecho la aturdió. Una presión en su corazón físico, nada comparado con el letargo del recuerdo que sufría su alma.​

Una línea carmín se dibujo en su barbilla. La obscuridad se apodero de ella al dejar de escucharse, el antes, constante pitido.​

“Mis palabras se esfuman en el viento.​

Susurros perdidos…”​

​

Los gritos de los médicos alarmaron a las personas.​

​

_ ¡Hemorragia interna!, ¡El pulmón derecho ha colapsado!​

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_ ¡Luz roja!​

​

_ ¡Paro cardíaco!​

“… Por favor​

Te lo pido…”​

El corazón dejo de latir.​

“… No me dejes solo.”​

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Les gusto? Lo se, lo se soy fatalista, pero quien no serlo en un día que ha llovido TODO EL SANTO DÍA es deprimente.... jaja. ​

Bueno espero que les guste y lo continuo, saludos.​

Att. Yo ;)​