Un cuento por partes

Un cuento por partes

Bueno, el año 2007 escribi una historia bastante deprimente, pero que encierra cierta esperanza. Me costó un mundo titularla, ya que cuando la empecé a escribir estaba como loco imaginando que es lo que vendría a continuación. Luego de pensarlo mucho la titulé como TED... estaba entre JOB y TED... pero al final opté por TED.
Esta es una historia de ficción, todo lo que en ella ocurre es producto de mi imaginación, y no corresponden a los pensamientos y valores que poseo. Aca les dejo la PRIMERA INTERACCION


TED

PRIMERA INTERACCION

Hace días que la vi nuevamente. Allí estaba, con sus blancas alas, y sus ojos negros como el carbón. No se si era un sueño, no se si era realidad. Era el ángel otra vez, que había vuelto a mi vida, a enseñarme el camino, a cuidarme y guiarme. Pero como todo ángel, había vuelto a levantar las alas y desaparecer otra vez. Puede tener mil formas... mañana, tal vez, tenga otra. Pero al final siempre se va. Siempre me deja ¿soy lo suficientemente sordo como para no escucharlo? ¿cuántos gritos más son necesarios para llenar el paraíso? Y lágrimas de sangre, por cada vez que se me va mi ángel, mi ángel vivo, mi ángel que allí está, en alguna parte. Aquí, allá, más acá.
Hace días que la vi nuevamente. Mi ángel. Siempre confundo sueño con realidad...




NOTA DEL AUTOR: ojala me dejen doble postear :D espero las opiniones del resto para que la historia sea mas entretenida :D

 

Re: Un cuento por partes

TED:
SEGUNDA INTERACCION
No la he vuelto a ver desde hace años, y la vida dejó de tener sentido para mi. Quiero morir, dejar de existir... ya nada importa. Quiero detener mi avance, quiero detener mi vida, quiero detener mi reloj. He pensado en despedirme, en decir adios, o simplemente dejar este mundo sin que nadie se entere. Saber que no hay luz del otro lado de la muralla, que no hay soles, ni seres de blanco cantandome y sosteniendo un arpa, saber que es el fin y que no hay manera de volver atrás, me preocupa en demasía. O tomo la decisión, y descubro que hay del otro lado del espejo... o simplemente sigo soportando este dolor, largo, que me consume. Hoy no estoy para ti, ni para mi, ni para nadie. Hoy solo quiero no estar.

 

Re: Un cuento por partes

ay, tengo lector... gracias Soux por seguirme ^^ Bueno, si, como dije es por partes... solo para pacientes :P gracias por seguirme

TED: TERCERA INTERACCION

Mi primer intento por abrazar la muerte fue un fiasco. Falté a clases una vez más, y caminé en busca de respuestas. Mis pies me llevaron al puente El Libertador. Hacía frío, pero que importaba. Pronto sentiría el frío de la muerte aciaga. Los automóviles (camiones en su totalidad) hacían vibrar el puente cada vez que pasaban. Mi vista se perdía en el riachuelo allí abajo. Si me tiraba iba a quedar con contusiones leves, y yo no quería dolor. Quería muerte. Era tan fácil saltar hacia atrás y dejarse arrollar por un camión. Era tan fácil tirarse de cabeza, y tratar de doblarse el cuello. Pero la vida me siguió sujetando, fuerte. Lo único que quiero es morir, pero la fuerza de la vida es más poderosa. No será hoy ni mañana, pero descubriré que hay del otro lado del espejo.


pd: otro poquito de miel :P

 

Re: Un cuento por partes

TED: CUARTA INTERACCION

El arma. He jugado durante más de media hora con el tambor del revolver, haciéndolo girar. He colocado solo una bala ¿Estos son los deseos de morir? ¿Jugar a un estúpido juego? ¿La Ruleta de la muerte con una sola bala? Y sentado en esta silla, en esta oscura habitación de motel, donde se escuchan los gemidos con sonido digital, en seis canales de audio, no me ayudan a concentrarme. Miro la hora, y descubro que han pasado quince minutos desde que fueron las tres de la tarde y vuelvo a girar el tambor. Miro el orificio por donde supuestamente saldrá la bala si esta vez tengo suerte, y pongo el acero frío y muerto sobre mi lengua. Cierro mi boca alrededor del cilindro y galo el gatillo. Dicen que antes de morir se te pasa toda tu vida en menos de un segundo. Pues yo no vi una sola mierda. Seguía vivo, jugando a morir. Parecía que nada estaba a mi favor. Por lo que puse las seis balas en el viejo revolver del 45, gire el percutor y no cerré los ojos. Quería ver ese maldito túnel. Puse mi dedo índice en el gatillo, y presioné.
Si estas leyendo esto, ya sabes cual es el resultado. Los muertos no saben escribir...


gracias a Soux :P por leerme, espero que no te defraude :P

 

Re: Un cuento por partes

TED: QUINTA INTERACCION

De alguna forma (de algun modo) sigo vivo. He subido a una silla, amarrado un cordel a la lampara de techo y anudado una soga al cuello. He sentido los vehículos alla afuera, lanzando destellos, pitando y frenando. He sentido el latido de mi corazón, el maullido de un gato, el llanto de un bebé. He sentido los gritos en el infierno, y los lamentos en el paraíso. Miro el suelo y me lanzó. Sin embargo, se rompe la lampara de techo, y lo que parece un suicidio, termina con un pie enyesado. Por lo que veo, no tengo ni siquiera control sobre mi muerte. Sigo vivo, respirando aire, mirando, sintiendo. Es un nuevo día más, un dia de mierda como hoy.

 

Re: Un cuento por partes

TED: SEXTA INTERACCION

Sentados en el Muelle, en el camino de madera, donde las olas eran una tranquila versión de una caricia, dije:

-Quiero acabar con mi vida.

Esperaba muchas reacciones por parte de Manuel. Muchas. Pero él solo me miró de reojo, y siguió balanzeando sus pies y mirando el mar que tenía debajo.

-Lo he intentado todo-continué-Traté de ahorcarme, traté de dispararme... de lanzarme de un puente. Quiero acabar con mi vida y no puedo.

Volvió a mirame de reojo.

-Si quisieras matarte, ya lo habrías hecho-dijo, sin dejar de balancear sus pies. Solo miraba el mar, y de vez en cuando me lanzaba una mirada de reojo. Era casi como si me estuviera analizando.-El mar-continuó. Tan impredecible.

-A ti no te importaría ¿verdad?

Nueva mirada de reojo, nuevo balanceo de pies.

-¿Sabes qué? Si te quieres matar, pues ve y matate. Y quedate con la duda si me interesa o no tu vida.-Se para, saca un cilindro nicotinoso y lo prende.-¿Sabes que te falta a ti?-no respondí. Solo lo miraba-Te hace falta un buen polvo.-y se retiró, dejando una estela de humo de su cigarrillo volando cerca de mi.

Si me quería matar... entonces, ¿que hacía aquí sentado en el muelle? ¿Por que no me lanzaba al mar ahora mismo? ¿Por qué no me acercaba a las rocas que se azomaban de entre las olas, un poco más allá? ¿Qué hacía aquí, contándole todo a mi amigo de la infancia? Por lo que me paré, bien ahorillado al pazadizo, mirando el horizonte, el mar en calma, y miré el mar, a travéz del mar... más allá del mar. Logré ver peces, grandes, chicos, medianos. Pero no me lancé.
No me lancé.
Miré hacia atrás, buscando a Manuel. Solo encontré arena, playa costera, y botes pesqueros con nombres de mujer.
¿Qué hay del otro lado del espejo? O dejar de vivir y terminar este sufrimiento. O seguir viviendo y mamarse todo como un hombre.
Los cuentos de hadas no existen, así que caminé y empecé mi vida desde cero. Había elegido vivir. Había elegido continuar y que la marea me trajera grandes cosas.


PD: Gracias por las críticas. Trataré de no olvidar los acentos (sé que están ahí, pero suelo olvidarlos) toda crítica constructiva hace bien para el escritor que le gusta escribir y se apasiona por ello, por lo tanto agradezco millones. Gracias por seguirme. Recuerden que esto no es un DRABBLE, es un cuento largo, que estoy entregando por partes para hacerlo más entretenido y lograr la participación de los lectores. Saludines y gracias por seguirme xD

AH! Ya sabrán porqué le puse TED... y el ángel es metafórico, se explica más adelante...

 

Re: Un cuento por partes

TED: SEPTIMA INTERACCION

La brisa hacia mover mi ropa, mientras los camiones iban y venían por El Puente El Libertador, haciendo temblar cada centimetro de la estructura. Las rachas de aires me azotaban la espalda. Nada parecía detenerme, nadie pareciera detenerme. La distancia era corta. La muerte, tal vez larga. Me despojé de uno de mis zapatos y lo dejé caer. Dio vueltas por los aires, y giró, hasta impactar con el rio allá abajo. Si no moría, me arrastraría la corriente. Era una posibilidad. El cuerpo humano era una fuente de energía, que costaba muriera por completo. Y yo no quería vida. Quería muerte.

Era la segunda vez que estaba allí, y esta vez iba preparado.

Me subí a la baranda. Los autos seguían su curso, como si no me vieran. Y tal vez era cierto. Tal vez no estuviera allí. Tal vez solo fuera un sueño de primavera, o tal vez el ultimo vestigio de la humanidad. Por lo que di un paso y...

-¡Hey! ¡Señor!

¿Por qué no me lancé? Era tan fácil. Era cosa de ignorar al hombre que se acercaba hacia mi, era cosa de lanzarse y adios mundo real, y bienvenido el otro lado del espejo. Hasta el día de hoy me lo pregunto. Sin embargo, giré la cabeza, y vi al tipo, agitando las manos.

Era un cura.-¿Qué pretendes hacer, hijo mio?

-Despedirme de esta vida, tan inútil, tan sin sentido.-Me tendió la mano.

-Tu no sabes de lo que estás hablando-me dijo-El camino del señor está lleno de milagros.

Me reí.

-¿Milagros? Y yo soy el viejito pascuero.

Me ignoró, y siguió su perorata.

-Los milagro si existen. Solo escucha la voz del señor. Es suave y melodiosa.

-Si existen los milagros, que me caiga un rayo ahora mismo-ignoraba porque lo estaba tratando así. Solo era alguien que quería ayudar.

-Ven. Sígueme. Dejame mostrarte el mundo a través de mis ojos.

Había visto las noticias, había visto los periódicos. Había visto como el poder de la Iglesia imperaba, con sus garras, y nos mantenía creyendo en el ratón perez. Sin embargo, le creí. Sin embargo, le seguí.

Me baje de la baranda, y me dejé guiar. Y lo más importante: seguía vivo. Por alguna extraña y absurda razón, seguía vivo.

 

Re: Un cuento por partes

TED: OCTAVA INTERACCION

-Ese es Ted-me dijo, apuntando al hombre que había frente a mi. Tenía una evidente desfiguración, la cabeza ladeada, los brazos agarrotados, las manos chuecas y un rictus en su rostro que lo hacía ver sonriente a todas horas.

-Hola Ted-saludé. Por extrañas razones, verlo me producía escalofríos. Era como si él no existiera, como si estuviera dibujado allí. Como si fuera imposible siquiera imaginárselo.

-Ted-dijo él-Ted.

Miré al sacerdote.

-Es lo único que sabe decir-me dijo.

-¿Y esto qué tiene que ver con los milagros de los cuales Ud habla?

El sacerdote se acercó a Ted, quien lo siguió con la mirada, tanto como podía, ya que parecía no poder enderezar la cabeza. O una de dos: o te reías, o simplemente te quedabas formulando preguntas. Los humanos somos algo crueles muchas veces.

-Ted-le preguntó el Sacerdote. El muchacho ladeó la cabeza en un extraño ángulo- ¿Cuánto es la potencia de diez?

Ted golpeó la mesa las veces necesarias para dar la respuesta correcta. El sacerdote me miró, esperando alguna opinión.

-¿Puedo yo?-al ver que asentía, le tiré una realmente difícil. Como en aquél concurso de la televisión, empecé- 2 más 3, multiplicado por 30, mas 63, dividido 2, multiplicado por 396, mas 1 dividido 5
Ted golpeó la mesa ocho veces... una pausa ... luego golpeó cuatro veces, una nueva pausa... luego golpeó tres veces. Una nueva pausa otra vez. Y por último golpeó cinco veces. 8435.

-Tiene esta enfermedad terminal.-me dijo el sacerdote- Está a punto de morir, apenas ve, solo puede decir Ted. Sin embargo, tiene un cerebro brillante ¿no es eso un milagro?

Medité lo que acababa de presenciar.

-¿Vez en él ganas siquiera de quitarse la vida? Tú lo tienes todo.

¿Todo?, pensé ¿que tenía yo? ¿Una mujer que había perdido y una vida de mierda que no tenía un solo sentido para mi?

El sacerdote apuntó a Ted:
-¿Crees que él lo tenga todo? ¿Crees tú que al nacer, sus padres decidieron quedárselo? Pues no. Lo abandonaron y lo encontramos en un tacho de la basura, al borde de la hipotermia y desnutrido, para sumar. Ya es un milagro que siga vivo.

-Ted-dijo Ted, como dando importancia a lo que acababa de decir el sacerdote.

-Y no sabes las cosas que puede hacer Ted. Ni siquiera te lo imaginas.

Miré a Ted. El solo hecho de tenerlo enfrente me parecía insultante. Sin embargo, algo en sus ojos me decía lo contrario. Algo en sus ojos me decía que tenía las respuestas que yo buscaba.
Maldita sea mi suerte. Nunca imaginé haber estado tan cerca de la verdad.

Tan cerca.

Ted tenía todas las respuestas. Más de las que yo habría podido esperar.

 

Re: Un cuento por partes

TED: NOVENA INTERACCION

Mi primera tarea fue leerle a Ted. Elegí un libro al azar, ni siquiera premeditado, y me lo puse a leer en voz alta. Ted no SACABA los ojos de mi, y de vez en cuando, en ciertos párrafos determinados, Ted sofocaba una risita entre dientes, eXpulsando de vez en cuando, algunas gotitas de saliva. En ese caso me acercaba, y le limpiaba la barbilla. Ted estaba limitado de todo tipo de movimiento.

-Asiuri-dijo de pronto, y me detuve.

Lo quedé mirando. Busqué con la mirada al Sacerdote, ya que Ted, que yo supiera, nunca había dicho otra cosa que TED. Como no había nadie a mis alrededores, le dije:

-¿puedes repetirlo?-hasta le modulé, como si creyera que él era tonto. Era imposible evitar ciertas cosas. Ted tenía limitaciones, pero lo entendía todo. Por lo que Ted lo repitió:

-A-siu-ri-y lo dijo más despacio y lento. Lo que me dibujó una sonrisa en la cara. Obvio, este simpatico hombrecito me estaba tomando por tonto a mi.

-¿Quién es Asuiri? ¿Tu hermana?

Negó.

-¿El sacerdote?

Negó.

-¿Qué quieres? ¿No te gusta el libro?

Asintió.

-Entonces si te gusta el libro.

Asintió.

-¿Te refieres, entonces, a uno de los personajes del libro?

Negó.

Miré por toda la habitación, buscando un lápiz. Arriba de una pequeña biblioteca, sobre la mesa que venía adjunta, había un portalápiz, y tome uno de color azul.

-¿Puedes dibujarlo?

Asintió.

¿Donde diablos estaba todo cuando uno lo necesitaba? ¿Dónde demonios estaban los papeles de dibujo? Entonces, abrí unas compuertas, que había debajo de la mesa, y encontré papeles. Se lo pasé a Ted.

-Dibujame. Ted. DIbujame y dime quién es Asuiri.

-A-siu-ri-me corrigió Ted.

-Bueno, eso mismo.

Ted comenzó a dibujar... o más bien a trazar lineas sin sentido por todas partes. Cuando terminó, me lo apuntó con la cabeza, sonriendo.

-Asiuri... asiuri

Tomé el dibujo.

-¡Oh, Dios Mío! ¡Padre! ¡Padre Miguel!-grité-¡PADRE!-me asomé al pasillo, y fui a su oficina. Allí lo encontré, leyendo la historia del hombre-Padre Miguel-le dije, algo cansado. El pasillo era largo, y la caminata fue intensa.

-¿Qué pasa hombre?

Y le puse el dibujo bajo sus ojos. El Padre Miguel me preguntó, lleno de dudas:

-¿Lo hizo él? ¿Dijo algo? Cuentame, como fue.

-Repetía una y otra vez la misma palabra. Asuiri, asuiri. No le entendia nada-le conté, sin dejar de respirar, cansado, agotado por alguna extraña razón-Busqué un lápiz y papel, y le pedí que me dibujara qué era lo que me quería dibujar.

-Y he aquí el resultado-se asombró el Padre Miguel-¿y?-me miró-¿Qué me dices ahora de los milagros?

La verdad, mi percepción de los milagros había cambiado. Había cambiado radicalmente.
Y tomé una decisión.
El dibujo era la respuesta...