Un cuento de ''Hadas'' (NxT,SxS,NxH,SxT,KxI,GxM,SxK)

¡Hola! Este es mi primer fic espero que les agrade, No les voy a pedir que sean suaves con migo, acepto cualquier tipo de críticas y consejos todo sea por mejorar mi escritura.
Bueno no los fastidio más ¡A leer se ha dicho!

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Un cuento de “Hadas”​

A veces cuando deseas algo lo obtienes, otras por más que lo pidas no llegan, y otras llegan algo tarde… pero yo jamás pensé que mi sueño se haría realidad, porque aunque tenía diecinueve años, yo seguía pensando que algún día mi príncipe azul de brillante armadura algún día vendría a rescatarme, ya se ya se es algo tonto pero además de eso siempre había soñado con ser una hermosa hada y cada noche le pedía a las estrellas que me dieran esa oportunidad y aunque la gente dijera que yo estaba loca siempre seguí adelante y nunca me rendí, y es por eso que ahora soy lo que soy, el hada de la sanación y la fuerza… Nozoni Haruno.

Capitulo 1: Rutina​

Era una hermosa mañana en la ciudad de Konoha, los pájaros cantaban el sol brillaba y los vientos fríos soplaban con fuerza anunciando la llegada del invierno.
En una casa en las afueras de la ciudad, se encontraba una hermosa joven de ojos jade y una extravagante cabellera rosa que le llegaba hasta la mitad de la espalda, preparándose para ir a la escuela.
—Sakura apresúrate no quiero llegar tarde de nuevo— Se escucho un grito femenino desde la planta baja.
—En un momento bajo Karin— Le respondió de la misma manera la joven, terminando de acomodar su bien arreglado uniforme. Que consistía en: Una camisa manga larga blanca con dos franjas verdes oscuro al final de la manga con un pequeño chaleco de marinero igualmente verde y un pañuelo rojo atado a este. Una falda plisada verde claro hasta medio muslo y unos zapatos marrón oscuro con la calceta hasta un poco más abajo de la rodilla.
—Te tardaste demasiado— Regaño una chica que vestía el mismo uniforme que ella de ojos rojos y anteojos, su cabello pelirrojo hasta la mitad de la espala, liso por un lado y desordenado por el otro, se veía claramente molesta.
—Perdón perdón ya mejor vamos o se nos hará más tarde—Le dijo la otra para encaminarse a la puerta. Sonriendo como niña chiquita al escuchar un pesado suspiro por parte de la pelirroja.
El día siguió transcurriendo como siempre; llegaron a la escuela siendo reprendidas por haber llegado tarde, los profesores dando su clase respondiendo dudas y asignando deberes, los mismos problemas una y otra vez, a veces era realmente aburrido repetir la misma rutina a cada momento.
— ¡Karin, Frentesota! —Gritaba una y otra vez una hermosa chica de cabello dorado y ojos color cielo, mientras corría hacia ellas agitando la mano de un lado a otro.
— ¿Qué ocurre Ino?
— ¡A que no adivinan que me paso! —Decía dando pequeños saltitos de alegría.
—Ya suéltalo Ino—Respondió Karin exasperada, ese día no estaba de ánimo como para jugar al adivino.
—Bueno miren, lo que pasa es que ayer mis padres vinieron de visita junto con Naruto—Contaba sin borrar esa sonrisa de su rostro
— ¿Naruto? Hace mucho que no lo vemos por aquí—Dijo la pelirroja ajustando sus gafas.
— Tienes razón de hecho desde que se mudo con tus padres hace como 2 años no lo hemos visto— Menciono Sakura mientras intentaba recordar al imperativo rubio.
— Si… hace tiempo que no nos visita ¡Pero ese no es el punto!
— ¿Entonces?
—Bueno…—La rubia lanzo un sonoro suspiro antes de continuar. —Lo que paso fue que.
Flash back.
Se encontraba una joven rubia despertando sobresaltada de su “Sueño de belleza” como lo llamaba ella, gracias a un grito que provenía del comedor.
— ¡INO BAJA EN ESTE INSTANTE TE TENGO UNA SORPRESA! —Se oía la voz de su abuela Chiyo que a pesar de que rondaba los setentainueve años, poseía una potente voz.
—De acuerdo De acuerdo ya bajo.
Ino se levanto con pereza de la cama mientras se tallaba un ojo y bostezaba al aire, como pudo llego al baño y allí se lavo la cara con agua fría para despabilarse un poco, para casi inmediatamente bajar al salón ya que si algo odiaba su abuela era que la hicieran esperar.
La rubia bajo las escaleras con toda la calma que pudo mientras se tallaba un ojo con el dorso de la mano. Al llegar al salón principal y no ver a nadie fue por un vaso de agua la cocina.
Cuando escucho unos pasos detrás de ella se volteo esperando ver a su abuela, pero lo que vio fue, a un joven rubio bastante apuesto de ojos azules que traía puesto una camisa Naranja con algunas francas negras y unos pantalones blancos holgados, muy parecido a ella sonriéndole ampliamente.
—Hola Ino, cuánto tiempo sin verte—Dijo el Muchacho acercándose a ella.
La chica abrió sus ojos a más no poder mientras soltaba el vaso de vidrio que llevaba en la mano, el cual se rompió en miles de pedazos para luego desmayarse siendo sujetada rápidamente por el otro joven.
—Creo que me extraño—Menciono mientras cargaba a su inconsciente hermana a la habitación siendo seguido por otras tres personas.
—Naruto amor ¿no crees que fuiste algo descuidado al saludarla de esa manera?, recuerda que ella es muy sensible y que no te ha visto desde hace dos años—Le dijo una hermosa mujer de cabello pelirrojo hasta la pantorrilla y ojos color violeta, su nombre era Kushina Uzumaki.
Naruto, simplemente sonrió enseñando sus blancos dientes antes de contestar. —No fue mi culpa, no sabía que reaccionaria así—Dijo este soltando un risita nerviosa al tiempo que se rascaba la nuca.
—Está despertando—Advirtió un hombre bastante guapo de cabello rubio y ojos azules idéntico a Naruto solo que este se veía mucho más maduro.
La chica se removió en la cama y poco a poco fue abriendo los ojos. Naruto al ver esta reacción se acerco un poco y como en cámara lenta observo un puño dirigirse directamente hasta su cara y estamparse contra su mejilla provocando que el pobre rubio saliera disparado contra la pared.
—Hay mi cabeza—Se quejo la joven colocando la mano que antes había utilizado para golpear a Naruto en su cabeza mientras cerraba los ojos.
—Creo que me quede sin dientes—Decía el otro mientras que con su dedo índice y pulgar movía algunos dientes que habían quedado flojos del golpe que su hermana le había dado.
Kushina se carcajeo mientras observaba la divertida escena que montaban sus dos hijos mientras que Minato solo dibujaba una hermosa sonrisa en su rostro.
— ¿Uh? ¿Naruto? —Pregunto Ino aun medio aturdida. — ¿Un momento que hace Naruto en mi habitación no se suponía que se fue a vivir con mis padres? —Volteo un poco la cabeza encontrándose con una pareja que los veía con una sonrisa— ¿¡Mamá, Papá!?
—Hola cariño ¿cómo has estado? —Saludo la otra mujer sonriéndole a su “Niña” como solía llamarle.
Ino parpadeo varias veces como si creyera que eso era un sueño— ¡Ah! —Exclamó cuando se dio cuenta que pellizcarse el brazo no había funcionado.
—Oh vamos Ino ni que fuera tan difícil cree que estamos aq…— Comenzó a hablar aquel hombre pero no pudo completar su oración pues la rubia los había abrazado a los dos fuertemente.
—Ah claro, a ellos los abrazas y a mí me golpeas—Exclamo el chico mientras se cruzaba de brazos y hacia un puchero con los labios.
—Ven acá Tonto—Dijo Ino mientras estiraba su brazo para atrapar a Naruto por el brazo y así unirlo junto con ella y sus padres en el abrazo.
—Bueno, creo que ya no estamos pasando un poco—Dijo la mujer desasiendo el abrazo y sonriendo.
—Si… pero un momento que hacen ustedes aquí ¿no se suponía que tenían que irse por cuatro años a Rusia? —Miro a sus padres y luego a Naruto, el cual había borrado su sonrisa y ahora se mostraba serio cosa rara en el.
La mujer de cabellera roja miro a su esposo y a su dos hijos y luego dio un largo suspiro— Ino ya tienes diecisiete años creo que es hora de que lo sepas—Comenzó a hablar.
Luego de una larga charla llena de llanto, sorpresas e incredulidad la rubia veía a sus padres completamente pálida y con los ojos hinchados de tanto llorar, su hermano la abrazaba mostrándole todo su apoyo.
— ¿P-pero cómo? —Apenas y si podía hablar y los miraba esperando que de un momento a otro le gritaran que había caído en una broma, pero rápidamente descarto es idea, ese tema era bastante delicado y ellos no habrían ido hasta allá solo para jugarle una broma. —¿Esto es enserio?
—Bastante enserio Ino—Hablo Minato mostrándose serio pero a la vez mostraba una cara llena de ternura y comprensión.
—Se que debimos habértelo dicho antes…—Hizo una pequeña pausa y siguió— Pero creímos que aun no era el tiempo.
—Cariño sé que esto es difícil ahora pero lograras adaptarte, habrá muchas personas iguales a nosotros, y no tendrás que pasar por esto sola.
— ¿Y si no quiero? — Pregunto reuniendo suficiente valor como para hablar sin titubear, ya que la noticia que le acababan de dar era muy fuerte como para solo dejarla pasar y ya.
— No te preocupes no tienes que decidir ahora, pero esperamos tu respuesta dentro de cuatro días ¿de acuerdo? —Hablo su madre acariciándole el cabello con ternura.
—Nosotros no retiramos por ahora pero cuando estés lista vendremos a buscarte—Su padre había tomado la palabra esta vez.
—Hai…— Su voz había sonado como un pequeño murmullo pero lograron captarlo.
—Adiós—Kushina deposito un pequeño beso en su frente y salió por la puerta, ambos hombres imitaron el gesto e igualmente salieron por la puerta.
—Piénsalo bien Ino— Le había susurrado su hermano antes de abandonar la habitación dejando a la chica sumida en sus pensamientos.
Fin del flashback.
—Pero no comprendo ¿que fue eso que te dijeron tus padres? —Pregunto la pelirosa confundida pues su amiga no había detallado la conversación que habían tenido.
—Y para que te pusieras así debió haber sido algo fuerte— Esta vez fue Karin quien hablo.
—Chicas…—Guardo silencio por un instante mostrándose nerviosa por cómo reaccionarían.
— ¿Si?
—Me mudare con mis padres y con Naruto—Soltó de golpe dejando a ambas congeladas.
Las dos chicas se habían quedado estáticas, pero Ino y Karin sabía que Sakura era a la que más le había afectado la noticia.
Mientras que ella—Sakura—se había quedado muda y con un nudo en el estomago, bajo la cabeza y dejo que varios mechones de cabello cubrieran su rostro, ella también se iría, su mejor amiga y rival se iría a vivir con sus padres, otra vez se quedaría sola.
Continuara…

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